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POLICIA NACIONAL DEL PERU

ESCUELA NACIONAL DE FORMACION PROFESIONAL


POLICIAL
ESCUELA DE SUBOFICILES DE LA PNP – CUSCO

“ALFEREZ PNP MARIANO SANTOS MATEOS”


TRABAJO APLICATIVO
“legitima defensa”
DOCENTE : ST1 PNP PILLCO MERAMENDI Gerber
PRESENTADO POR :
Estudiante PNP RIMACHI QUISPE Isaac Michael
Estudiante PNP SICLLA CONDORI Julio Cesar
Estudiante PNP CRUZ NINA Claudio
Estudiante PNP LETONA SERRANO Arnol Smith
Estudiante PNP CAVIEDES ANDRADE Victor Eduardo
Estudiante PNP VILLALVA VASQUEZ Manyuber
Cusco -Perú
Dedicatoria
Dedicamos este trabajo de investigación a Dios, y a nuestros padres y docentes por
ser los principales motivos de nuestra superación profesional.

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Agradecimiento

Agradecemos primeramente a Dios, y a nuestros y nuestras mis familias. Quienes


día a día nos dan la fortaleza para seguir cumpliendo los objetivos que tenemos
propuesto, como persona y profesional.

Agradezco a los docentes que comparten sus conocimientos, y a nuestro docente


quien con sus aportes nos guio y pude culminar el presente trabajo que hoy
presentare a ustedes.

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Índice

Dedicatoria.....................................................................................................................2
Agradecimiento..............................................................................................................3
Índice..............................................................................................................................4
Presentación..................................................................................................................5
CAPÍTULO I: ÁREA PROBLEMÁTICA..........................................................................6
CAPITULO II: OBJETIVOS DEL TRABAJO APLICATIVO............................................7
2.1. Objetivo general................................................................................................7
2.1.1. Objetivos específicos....................................................................................7
CAPITULO III: MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL......................................................8
3.1. Rasgos históricos de la legitimidad de defensa...............................................8
3.2.1. Antecedentes de la época primitiva..............................................................8
3.2.2. Época del imperio romano...............................................................................9
3.2.3. Instituta de justiniano......................................................................................10
3.3. Legítima defensa en la dogmática moderna..................................................10
Capitulo IV: marco operacional....................................................................................13
4.1. La legítima defensa en el ordenamiento peruano.............................................13
4.2. Concepto de la Legitimidad de defensa............................................................13
4.3. Elementos de la legítima defensa.....................................................................15
4.4. Regulación de la legítima defensa en el Código Penal........................................16
4.5. Código Civil.......................................................................................................17
Capitulo V: conclusiones..............................................................................................18
Capítulo VI: recomendaciones.....................................................................................19
Capitulo VII: aplicabilidad al campo policial.................................................................20
BIBLIOGRAFIA............................................................................................................22

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Presentación

Este trabajo presentamos a todos nuestros compañeros y docente cuyo título es:
ARTÍCULO 2 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL PERÚ INCISO 23, DE LA
LEGITIMA DEFENSA, donde La (Constitución Política del Perú -1993), también
indica que la “Legítima Defensa” es un derecho fundamental de toda persona. Sin
embargo; debemos tener claro cuándo es que se aplica este derecho. El artículo 20°
inciso 3 del Código Penal exonera de responsabilidad alguna a las personas que
haciendo uso de este derecho han cometido un acto ilícito como herir o quitar la vida
de su agresor, siempre y cuando cumple tres requisitos fundamentales.

Para ello, en los siguientes capítulos describiremos ampliamente sobre el tema.

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CAPÍTULO I: ÁREA PROBLEMÁTICA

Actualmente la historia es la herramienta más grande, poderosa y valiosa con que


cuenta la humanidad, esta nos sirve para el análisis conjunto de las trayectorias
humanas en el mundo nos ayuda a explicar los indicadores con los que rigen la
sociedad y otras criaturas que viven en la tierra. Pero la tierra ha estado fascinada
por la organización social y cómo funcionan manteniendo el orden estructural, por
eso, se basa en innumerables formas de reunir y conquistar simpatizantes.

A lo largo de la historia, las personas han realizado análisis en profundidad del


desarrollo humano en cada periodo especifico, muchos teóricos nos han hablado
sobre los estados primitivos, de la primera organización de una sociedad, del
desarrollo económico en una sociedad feudal, de las inclinaciones ideológicas que se
han presentado en cada uno de los continentes, como se desarrolló las grandes
guerras, como unos grupos buscan en la revolución el reconocimiento de sus
derechos como seres humanos libres, en fin, tenemos una lista larga de
acontecimientos que han integrado la parte esencial del hombre, saber su pasado y
cuál será su futuro. Ahora tomaremos como punto de partida el Derecho Romano
para conocer los inicios y el desarrollo de la “Legítima Defensa”. Por lo tanto, al
hablar de legítima defensa, debemos centrar la investigación en los factores
históricos y en las condiciones políticas, sociales, económicas y religiosas que fueron
claves para dar inicio a la creación de la figura jurídica de la legitima defensa.

El propósito del presente trabajo es, desarrollar la problemática que representa la


aplicación de la legítima defensa en los diferentes códigos penales que existieron y
otros actualmente vigentes. Nadie puede decir cuándo o como se originó la legitima
defensa, pero si de algo podemos estar seguros es que surge después de la
aparición del hombre, porque solo el hombre es el que representa el sujeto activo o
pasivo de la legitima defensa.

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CAPITULO II: OBJETIVOS DEL TRABAJO APLICATIVO

2.1. Objetivo general

Describir el artículo 2 de la constitución política del Perú inciso 23, sobre la legitima
defensa.

2.1.1. Objetivos específicos

 Describir la legitimidad de defensa en el ordenamiento peruano


 Definir legítima defensa de acuerdo a la constitución del Perú
 Describir la legitimidad de acuerdo al Código civil y penal

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CAPITULO III: MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL

3.1. Rasgos históricos de la legitimidad de defensa

Según la definición el penalista Luis Jiménez de Asúa “defensa justificada” o


“legítima defensa” es: “la ilegalidad de la persona agredida o de un tercero contra el
agresor, el rechazo de los actos de agresión presentes o inminentes, que excede la
necesidad y alcance de la defensa. La proporción razonable de los medios utilizados
para prevenirla o rechazarla ".

3.2.1. Antecedentes de la época primitiva

El origen de la institución mencionada se remonta a mucho tiempo atrás, se puede


afirmar que está conectado con el instinto natural de proteger la vida humana, por lo
que está estrechamente relacionado con las diferentes etapas históricas que ha
vivido la sociedad. No hay alguien quien pueda determinar a ciencia cierta el
momento preciso en que se dio origen a la Legitima Defensa, no hay ningún tipo de
informe concreto y como lo dice Geib “la legitima defensa no tiene historia” La
legítima defensa de haber existido en el tiempo primitivo de la humanidad, ante las
numerosas dificultades que le trajo la naturaleza para obtener alimento y convertirse
en una criatura depredadora, e incluso para lograr este objetivo, también se enfrentó
a sus compatriotas, por instinto protector, atacó y hasta arrasó con su cuerpo. La
posibilidad de rechazar al agresor a costa de su vida o integridad. Sin embargo, esta
forma original de defensa legal no tiene disposiciones legislativas, porque el estado
no existe como organización política y legal. No obstante, la legítima defensa, según
los tratadistas de derecho penal, sólo aparece legislada en el Código de Manú, en la
India, en el antiguo Egipto entre los hebreos y en Atenas. Uno de los primeros
indicios que tenemos lo podemos encontrar en la biblia (Éxodo), se estableció la
legitimidad de la muerte dada al ladrón nocturno. Podemos ver que, según la ley
hebrea, un ladrón sorprendido de noche se considera un asesinato. En el antiguo
Egipto se aplicaba la obligación de defender al tercero injustamente agredido. Se

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admitía la legítima defensa de uno mismo y la del extraño era obligatoria. El honor se
puede defender, al igual que en Israel, era permitido matar a los ladrones nocturnos y
al ladrón matinal que intentan robar con violencia. Página | 8 Repositorio de
Investigaciones Formativas en Derecho TEMIS https://derecho.unap.edu.pe/temis/

3.2.2. Época del imperio romano

En la era del Imperio Romano aproximadamente durante el siglo IV, debido a las
relaciones comerciales cada vez más estrechas entre las personas, entre los
ciudadanos con el imperio, el desarrollo general y el desarrollo de la ley hizo
necesario tener un control imperial. La relación antes mencionada, hace referencia a
la revisión institucional, la cual ha sido legislada en la "Ley de las Doce Tablas". Por
ello, en las leyes de la época, el autor de la ley penal argumentó que "todas las leyes
y todos los derechos permiten el uso de la fuerza para rechazar la fuerza". (Vin vi
defendere omnes leges omniaque jura permittunt)

LA LEY DE LAS DOCE TABLAS: en estas leyes estaba establecido que se permite
matar al ladrón aprehendido de noche, con tal que, este mismo se haga constar
dando voces; pero al aprehendido de día permite matarlo solamente si este se
defendiera con arma, pero de modo que igualmente se haga constar dando voces
(presencia de testigos).

LEY DE AQUILIA: que prácticamente trataba de establecer penas sobre la acción por
el daño injustamente causado. La Lex Aquilia fue proclamada durante el siglo III a.
C., y en el Digesto de Justiniano se realiza una mención sobre esta. Se refiere al
daño causado (damnum iniuria datum), es decir, "daño causado ilegalmente", que es
un acto ilegal o delito, aunque existen diferencias en los agravios en el sistema
moderno del common law. Estas disposiciones podemos encontrarlas en los
capítulos primero y tercero de la ley. La ley promulgada contiene solo una parte
limitada de los litigios de responsabilidad civil.

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3.2.3. Instituta de justiniano

En Roma los estudiosos y conocedores del Derecho, creían que el ataque a repeler
era injusto y enfatizaban la naturaleza inminente de la injusticia arriesgada y la
naturaleza necesaria de una respuesta defensiva, que era la única forma de
salvaguardar su vida. También creían que en el caso de la legitima defensa, el acto
ilícito es exclusivo, debido a que el autor (quien se niega a agredir) era eximido de
toda responsabilidad civil (Lega Aquilia non teneatur) con referencia a la Ley Aquilia
antes expuesta.

3.3. Legítima defensa en la dogmática moderna

LEGÍTIMA DEFENSA SEGÚN HANS WELSEL: Welsel define la legítima defensa


como “Aquella defensa necesaria para contrarrestar una agresión antijurídica actual
llevada contra quien se defiende o contra un tercero”. (WELZEL, 1956) Para Welsel
el injusto de la agresión debe ser examinada desde otra perspectiva, se debe de
poner de primero a la víctima, y no desde el agresor, por lo que debe examinarse
que la víctima no tiene la obligación de tolerar el accionar de su agresor. Por tanto,
según el citado autor, la acción defensiva del agredido debe ser necesaria para la
defensa. La necesidad va estar determinada por el poder real de la agresión y la
defensa que se utilizara no puede exceder el alcance absolutamente necesario para
su eficacia, esto quiere decir que, está permitido acabar con la vida del agresor
siempre y cuando este sea el último medio utilizado para la defensa del agredido. Sin
embargo, el conocido autor dijo que en circunstancias en que la sociedad no puede
tolerar, el derecho a la defensa legal tiene sus limitaciones sobre la gravedad de la
lesión, y señaló que la necesidad de la defensa no tiene nada que ver con la
proporción del bien agredido y la lesión necesaria para preservar su vida, la
propiedad material pueda ser protegida mediante la muerte del agresor, porque la ley
no exige el sometimiento a actos injustos. Para Welsel, el derecho a la legítima
defensa también puede proteger a la persona que incito la agresión porque no
cuenta con el valor suficiente para permitir que la víctima reaccione de manera

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desproporcionada, caso en el cual el agredido no está autorizado para actuar bajo la
apariencia de la defensa inevitable, en tal caso habría cabida a la existencia de
ninguna defensa del derecho contra el injusto. Así mismo, considera que la legítima
defensa está permitida si es brindada en forma de ayuda imprescindible en favor de
un tercero agredido. El autor considera que el abuso del uso en la legítima defensa,
por confusión, miedo o temor es antijurídico, pues la probabilidad de obrar de otro
modo se va ver dificultada por la excitación, o lo que da cabida a la culpa, lo que
rechaza el actuar del agredido, como una conducta dolosa.

LEGÍTIMA DEFENSA SEGÚN CLAUS ROXIN: Para el especialista alemán, la


cuestión de la defensa justificada ha creado un cierto grado de incertidumbre sobre la
importancia de la distinción entre la justificación y la inmunidad del tema. Pero no
para el accionar justificado, sino para tener en cuenta que el autor cree que una parte
considerable de la ciencia alemana requiere actos delictivos para admitir el derecho a
la legítima defensa, e incluso admitir parcialmente la culpa. Por esta razón, algunos
argumentan que la legitima defensa no solo puede proteger a la persona agredida,
sino también revalidar los derechos del perpetrador en su contra. Por otro lado, el
autor participó en la discusión de la teoría de la responsabilidad por el hecho
propuesta por Maurach. El punto de partida de la teoría es analizar el estado de
necesidad de excusa y el exceso en la defensa jurídica. La sentencia y la liberación
no se basan en la culpa personal interna, sino considerando que las conductas
realizadas de esta forma no requieren sanción debido a sus especiales
circunstancias en que se actuó. Por tanto, según el autor, no se trata de excluir la
culpa, sino de la responsabilidad penal. El autor concluye que cuando el conflicto
entre dos bienes legales se resuelve legalmente, el comportamiento es razonable, lo
que permite injerencias. Se dice que frente a una acción que se realiza frente a un
hecho ilegal o prohibido, cualquier accionar es razonable, pero muy a pesar de ello,
el legislador no encuentra culpabilidad en el autor es porque o se origina la usencia
de culpabilidad o no hay necesidad de un castigo preventivo. Para finalizar, cuando
no exista un motivo legítimo o perdón para una determinada conducta, pero el

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castigo se oponga a motivos no penales, se deberán intervenir los motivos excluidos
del castigo de orden extrapenal

LA LEGÍTIMA DEFENSA SEGÚN FRANCISCO MUÑOZ CONDE: Para el autor,


utilizar la legitima defensa como una justificante es una cuestión de miedo o cambios
de humor, cuando una persona se convierte en objeto de un ataque, se defenderá de
el: “La defensa debe ser una réplica proporcional a la agresión ilícita e
indistintamente del estado anímico del que se defiende”. (MUÑOZ, 2013) Según el
citado autor, existe una razón legítima para legalizar las acciones emprendidas, esto
se suma al aspecto personal de la defensa jurídica, es una conducta superpersonal
que representa la defensa del orden jurídico y del derecho general. Por tanto, la
concesión de derechos a una persona, que son negados al estado, es relevante, por
lo que es necesario limitar los derechos individuales a circunstancias muy especiales,
en las que sólo el individuo puede defender sus bienes jurídicos más preciados, pero
cuya acción esté mediada por principios que la limitan como la moderación de
intereses, proporcionalidad y valoración de deberes, principalmente, la
predominancia del derecho frente a la injusta agresión. Para el autor mencionado
anteriormente en legítima defensa, se deben cumplir los siguientes requisitos: a) La
agresión ilegítima. b) La necesidad racional del medio empleado para evitar o repeler
la agresión. c) La falta de provocación suficiente por parte del defensor.

(MUNOZ & GARCIA) Con respecto al requisito de agresión ilegitima, el autor de este
acto ilegal no tiene por qué ser culpable. Asimismo, la agresión debe ser reciente o
actual, porque cuando no hay agresión alguna, dado que la defensa preventiva no se
basa en la agresión sino en la predicción, esta no constituirá como legítima defensa,
por lo que es imposible invocar la defensa preventiva; sin embargo tal ataque es
equivalente al ataque en sí, toda vez que, el sujeto que se defiende no tiene se tiene
que aguardar a que se produzca la agresión para reaccionar ante un ataque
inminente, lo que significa que para él, una supuesta defensa legítima no cuenta.

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Capitulo IV: marco operacional

4.1. La legítima defensa en el ordenamiento peruano

DEFINICIÓN EN LA CONSTITUCIÓN POLITICA DEL PERÚ: Se reconoce a la


Legítima Defensa como derecho de toda persona primeramente en la (Constitución
Política del Perú) en el artículo 2, inciso 23. Según este artículo, desde un punto de
vista personal, la defensa jurídica es un derecho básico y toda persona puede
proteger su patrimonio legal de infracciones ilegales por parte de terceros. En otras
palabras, una persona no tiene que permitir una agresión ilegal, siempre que su acto
de exclusión sea la menor carga posible.

Esta figura jurídica está estrechamente relacionada con el derecho a la vida porque
se considera una excepción válida y es un acto de privación del derecho a la vida
reconocido constitucionalmente. En este sentido, si la privación de la vida de una
persona es la única forma de proteger la vida involucrada, entonces se permite la
privación de la vida de esa persona. En este sentido, si la privación de la vida de una
persona es la única forma de proteger la vida involucrada, entonces se permite la
privación de la vida de esa persona.

4.2. Concepto de la Legitimidad de defensa

La legítima defensa, cuyos antecedentes se remontan a las épocas más antiguas de


la humanidad, se ha convertido en la causal de justificación de mayor trascendencia
en la praxis judicial, lo que ha ocasionado también su mayor tratamiento en las
exposiciones teóricas de los cursos de Derecho penal-parte general, asimismo es
decepcionada por todas las legislaciones, incluso en nuestro país goza de
consagración constitucional (artículo 2, inciso 23 de la Constitución Política). Existen
varias definiciones, sin embargo, la mayoría de ellas se caracterizan por no alejarse
de lo citado en el Código penal, por nuestra parte podemos conceptualizar a la

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legítima defensa como la conducta adecuada a derecho dirigida a proteger bienes
jurídicos amenazados por una agresión ilícita. Esta noción es preferible a las que
aluden a todos los elementos de la justificante que gozan de muy poca acogida pues
las codificaciones se encargan de hacerlo.

La legítima defensa justifica la realización de una conducta típica por parte de quien
obra en defensa de bienes jurídicos propios o de terceros ante una agresión
ilegítima. Esta causa de justificación supone dos actos de organización. Por un lado,
el acto de organización del agresor y, por el otro, el acto de organización de defensa.

Este último acto de organización constituye una actio dúplex, en la medida que
puede verse como una En la actualidad generalmente es aceptada la idea de que el
fundamento de la legítima defensa reside en que el derecho no está en la situación
de soportar o ceder ante lo ilícito, del cual surge una doble consecuencia: no solo se
acuerda un derecho de defensa individual (autodefensa) sino también de ratificación
del ordenamiento jurídico como tal (prevalecimiento o defensa del derecho).

El primero es el aspecto individual de protección de los propios bienes jurídicos. En


un sistema de libertades en el que se reconozca al individuo la facultad de organizar
su vida como lo estime oportuno siempre que no entorpezca una correlativa facultad
ajena, parece que ha de formar parte de tal autonomía personal la facultad de
proteger la propia autonomía, de defender los propios bienes frente a las agresiones
externas. En este caso, en principio la relación valorativa entre el bien jurídico
protegido y el lesionado es irrelevante. Solo importa la defensa contra la agresión
antijurídica, y no el menoscabo que como consecuencia haya de soportar el agresor.
De esto se desprende que al que es atacado antijurídicamente no se le exige que
eluda la confrontación en determinados casos (el agredido no está obligado, en
principio, a evitar la agresión mediante un medio distinto de la defensa, por ejemplo,
huyendo).

En tal sentido se sostiene que el fundamento de la legítima defensa se encuentra en


la responsabilidad en la que incurre el agresor que obra sin derecho. Este derecho
individual de defensa debe ser matizado en, al menos, dos sentidos. Es el primero el
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de que tal defensa sólo parece coherente con un sistema de libertades cuando se
produce frente a una extralimitación en el ejercicio de la libertad ajena. No parece
legitimable como un acto de autonomía la conducta de quien lesiona al policía que
registra su 20 domicilio por orden judicial o la de quien embiste con su vehículo al
vehículo que le precede y le impide circular más deprisa.

El segundo matiz proviene que la racionalidad colectiva ha conducido a que la


defensa justa de los intereses colectivos e individuales se racionalice, especialice e
institucionalice en el Estado. Una defensa de los legítimos bienes e intereses
individuales y colectivos no puede recaer en cualquiera o en los titulares de los
mismos si quiere ser objetiva, racional y proporcionada. Sólo cuando el Estado no
esté, cuando no llegue a tiempo para defender al ciudadano, parece prudente
apoderar al mismo para su justa autodefensa o para la justa defensa ajena

4.3. Elementos de la legítima defensa

Para que exista legítima defensa, se necesita la concurrencia de tres requisitos: 1.


Agresión Ilegítima; 2. Necesidad Racional del Medio Empleado para impedirla o
repelerla; y, 3. Falta de provocación suficiente de quien hace la defensa. Un requisito
que no puede faltar es la “agresión ilegítima”, de lo contrario no habrá legítima
defensa o estaremos ante una “legítima defensa putativa”, que se configura cuando
la persona cree erróneamente que lo van a agredir. El actuar en cumplimiento de un
deber o por disposición de la ley, como es el caso de un efectivo policial que actúa
cumpliendo sus funciones, no puede constituir una agresión ilegítima, por el
contrario, nos encontraremos ante otra “causa excluyente de antijuricidad” prevista
en el artículo 20, inciso 8, del Código Penal (CP).

En lo que respecta a la “necesidad racional del medio empleado”, este segundo


requisito fue materia de modificación por la Ley N° 27936, estableciéndose: “… que
se excluye para la valoración de este requisito el criterio de proporcionalidad de los
medios, considerándose en su lugar: 1. la intensidad y peligrosidad de la agresión; 2.
la forma de proceder del agresor; y, 3. los medios de los que “se disponga” para la

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defensa. De otro lado, quien provoque una agresión no podrá alegar posteriormente
legítima defensa para los efectos de quedar exento de responsabilidad. Finalmente,
debe señalarse que en el supuesto de no concurrir el segundo o tercer requisito, nos
encontraremos ante una “legítima defensa imperfecta”, prevista en el artículo 21 del
CP, según el cual, el juez estará facultado para reducir prudencialmente la pena
hasta límites inferiores al mínimo legal.

4.4. Regulación de la legítima defensa en el Código Penal


De las consideraciones efectuadas al momento de referirnos a las causas de
justificación en general, podemos afirmar que la legítima defensa se configura 23 por
la presencia de dos grupos de elementos: objetivos y subjetivos. Los primeros son la
agresión ilegítima, la necesidad racional del medio empleado y la falta de
provocación suficiente de quien hace la defensa. En este punto no consideramos que
la agresión ilegítima merezca el mismo tratamiento que la necesidad racional del
medio empleado o que la falta de provocación suficiente, ya que el primero de los
elementos objetivos nombrados es aquel que va a habilitar el escenario en el cual se
ejercitará la legítima defensa, de ahí que sea más apropiado denominarlo
presupuesto: mientras que el segundo y el tercero son elementos que van a
determinar el ejercicio mismo de la defensa (una vez que la posibilidad de ejercitarla
ha sido habilitada), motivo por el cual es preferible denominarlos requisitos.

En lo atinente al elemento subjetivo se considerará la exigencia de conocimiento de


la situación de justificación. La Constitución Política reconoce el Derecho de toda
persona a la legítima defensa (artículo 2, inciso 23), pero es el Código penal quien se
encarga de hacer una previsión pormenorizada de los elementos que deben concurrir
para que una conducta pueda ser amparada por esta causa de justificación, así en
su artículo 20, inciso 3 regula a la legítima defensa de la siguiente manera: Artículo
20.- Está exento de responsabilidad penal: El que obra en defensa de bienes
jurídicos propios o de terceros, siempre que concurran las circunstancias siguientes:
a) Agresión ilegítima. b) Necesidad racional del medio empleado para impedirla o
repelerla. Se excluye para la valoración de este requisito el criterio de

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proporcionalidad de medios, considerándose en su lugar, entre otras circunstancias,
la intensidad y peligrosidad de la agresión, la forma de proceder del agresor y los
medios de que se disponga para la defensa. c) Falta de provocación suficiente de
parte del que se defiende.

4.5. Código Civil

También lo podemos encontrar en el Código Civil: LIBRO VII - FUENTES DE LAS


OBLIGACIONES

SECCION SEXTA - Responsabilidad extracontractual Artículo 1971º.- Inexistencia de


responsabilidad No hay responsabilidad en los siguientes casos: 2.- En legítima
defensa de la propia persona o de otra o en salvaguarda de un bien propio o ajeno.
La solución pasa por los cauces judiciales. El punto clave aquí es que el juez debe
verificar si efectivamente se cumplen los requisitos de la defensa legal: a) La
agresión ilegal por parte de un tercero b) La inevitable defensa razonable c) La falta
de provocación suficiente. La persona adecuada puede quedar exenta de
responsabilidad penal. En este sentido, en el ámbito del derecho penal, las defensas
jurídicas parten del principio de protección de los derechos legales de las personas y
de terceros y del principio de mantenimiento del orden público. Sin embargo, el
ámbito punitivo no es el único ámbito jurídico que también ha desarrollado la defensa
jurídica. En materia de derechos de propiedad, la defensa de los derechos de
posesión también expresa este punto.

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Capitulo V: conclusiones

1. La “legítima defensa” se constituye en una “causa excluyente de antijuricidad”


o “causa de justificación”, prevista en el artículo 20, inciso 3, del Código Penal
(norma permisiva), generando una exención de responsabilidad penal de
cumplirse con todos sus requisitos. Esta institución jurídico-penal tiene suma
importancia, de ahí su reconocimiento a nivel constitucional, prevista en el
artículo 2, inciso 23, de la Constitución Política del Perú de 1993.

2. Constitución Política reconoce que toda persona tiene derecho a la legítima


defensa, el Código Penal se encarga de hacer predicciones detalladas de los
elementos que deben existir para que la conducta sea protegida por esta
razón legítima, así en su artículo 20, inciso 3 regula a la legítima defensa.

3. "La legítima defensa se da en casos de inmediatez, cuando hay un grave


riesgo para la integridad de las personas que son víctimas de delincuentes
que portan armas. Alguien que usa un arma de fuego para robar no lo hace
para amenazar, sino con el ánimo de usarla. Pero hay que analizar los
hechos, ya que existen casos de personas que abusaron en el uso de armas
de fuego para defenderse".

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Capítulo VI: recomendaciones

1. Es importante formular un proyecto de ley para perfeccionar y reforzar los


alcances de la legítima defensa, incorporando al texto pertinente del Código
Penal (artículo 20) un parágrafo en el que trasunta el espíritu de la llamada
doctrina “Del Castillo", el cual se constituirá en un elemento de mayor defensa
para quienes sufren el rigor del creciente ataque delincuencial.

2. En una democracia coherente, el delito debe ser combatido con leyes


adecuadas y precisas, lo que requiere dar paso a la dinámica de la ciencia del
Derecho que, a su vez, implica aprehender la realidad en que vivimos y
adecuar a ella las leyes peruanas.

3. La doctrina “Del Castillo” exceptúa de responsabilidad penal y civil a quien


sufre la violación de su domicilio (o centro de trabajo y hasta de su vehículo)
por un intruso que ilegítimamente ha invadido tal propiedad, acción sobre la
que la ley debe indefectiblemente presumir ha sido decidida con la intención
de robar, matar, raptar, violar, o provocar un incendio o daño grave
premeditado, siendo que el delincuente invasor puede ser repelido con un
arma letal por parte del ocupante legal. Se colige, por tanto, que ya no se
podrá argüir el exceso de defensa, otorgándole a la víctima el derecho de no
rendirse, de no retroceder, o la exigencia de esconderse o huir. Es decir, quien
viola una propiedad ajena puede ser repelido por su ocupante legal con un
arma letal, exceptuándosele a la víctima de cualquier sanción penal o civil. Y
todo ello es recogido en la modificación planteada.

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Capitulo VII: aplicabilidad al campo policial

La Policía Nacional del Perú es una institución del Estado creada para garantizar el
orden interno, el libre ejercicio de los derechos fundamentales de las personas y el
normal desarrollo de las actividades ciudadanas. Es profesional y jerarquizada. Sus
integrantes representan la ley, el orden y la seguridad en toda la República y tienen
competencia para intervenir en todos los asuntos que se relacionan con el
cumplimiento de su finalidad fundamental. (Ministerio del Interior del Perú, 2018)

Casos específicos de legítima defensa discutidos en doctrina

DELITOS PERMANENTES: Es posible actuar en legítima defensa contra una


agresión que aún continúe y aunque esté formalmente consumada, aún no esté
materialmente agotada. Ejemplo: en el caso de allanamiento de morada y la
detención ilegal que ya sean consumado con las acciones de entrar y encerrar, pero
la agresión sigue siendo actual mientras el intruso permanece en la casa o mientras
la víctima está encerrada; por eso están justificadas las conductas de expulsar al
intruso o de volar la puerta del calabozo, para liberarse.

DELITO DE HURTO: A pesar de la consumación formal del delito, la agresión sigue


siendo actual hasta la consumación material. Cuando el 30 ladrón huye con el botín;
ya hay hurto consumado, pero la agresión a la propiedad del robado continúa siendo
actual, mientras aquel no haya puesto a buen recaudo el botín, entonces si el
propietario recupera la posesión de sus cosas impidiendo al ladrón que escape de un
tiro en la pierna está amparado por la legítima defensa.

CASOS DE CHANTAJE: Es una cuestión polémica acerca de que si hay agresión


actual cuando la amenaza concluye (ejemplo: revelaciones comprometedoras) y el
chantajeado puede ejercer contra el chantajista legítima defensa. Para un sector de
la doctrina no hay agresión actual porque con la amenaza concluyó la agresión a la
libertad de actuación de la voluntad y la lesión al patrimonio no comienza hasta que

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se paga. Pero otro sector opina que la agresión existe porque sigue perturbando la
libertad de actuación de la víctima. La cuestión de que, si existe legítima defensa o
no en la conducta del chantajeado, no es problema de actualidad de la agresión, sino
de la necesidad de la defensa y de que esté requerido o indicada.

COLOCACIÓN DE ARMAS QUE DISPARAN AUTOMÁTICAMENTE (cepos u otros


objetos defensivos similares): Se discute si son casos amparados por la legítima
defensa o no, pero en ellos no falta actualidad de la agresión, aunque ellos se
instalen mucho antes de la misma, con tal de que la defensa se ponga en marcha en
el momento de la agresión; pero otra es la cuestión de que hasta qué punto son
necesarias semejantes medidas de protección.

CASOS DE RIÑA: La regla es que ante personas que se agreden mutuamente,


ninguno de ellos actúa en legítima defensa, salvo que manifiesten en forma expresa
su voluntad de concluir la lucha.

CASO POLÉMICO DE LA JURISPRUDENCIA: En el caso un guardia dispara a las


piernas a un cazador furtivo cuando éste pese a que el guardia le conminó e hizo un
disparo de advertencia, no arrojó al suelo su escopeta cargada, sino que salió
huyendo con ella. La admisión de la legítima defensa es correcta si el cazador tenía
la intención de darse la vuelta en cuanto llegara a una posición de tiro favorable y
disparar contra el guardia. Pero si en realidad el cazador sólo quería huir, y no
disparar la suposición contraria del guardia solo puede fundamentar una legítima
defensa putativa.

22
BIBLIOGRAFIA

Arguello, L. (1998). Manual de Derecho Romano. Argentina: Editorial Astrea.

Constitución Politica del Perú . (2020). Perú: Impacto Cultural Editores.

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ANEXOS

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