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PULSIÓN ORAL Y PSICOPATOLOGÍA DE LA ESFERA OROALIMENTARIA

Hoy vamos a hablar de los trastornos de la alimentación, los cuales forman


parte del goce oral sin agotar para nada este tema que es mucho más amplio que
la simple alimentación, ya que la boca no sólo sirve para tragar y vomitar como se
ve en la obesidad y la bulimia sino también para chupar, morder, respirar, ingerir
algunas sustancias tales como el alcohol, el tabaco y a su vez participa de la
incorporación de una instancia subjetiva sumamente importantes como lo es el
Ideal, pero no sólo eso ya que se dice que en la alimentación se funda la primera
experiencia de satisfacción y en consecuencia podemos decir que es la matriz
fundamental de la constitución de la subjetividad. ¿Nos falta nombrar algo más
que se haga con la boca? Por supuesto que sí: hablar.

De más estaría decir que la experiencia de alimentarse para el humano poco,


aunque no nada, tiene que ver con el instinto de alimentarse, como en cambio sí
sucede con el resto de los animales, y esto es así porque la esfera oroalimentaria
constituye, al igual que el resto de las pulsiones, una dimensión de placer-
displacer, pulsión de vida, pulsión de muerte y lenguaje. En consecuencia es una
etapa susceptible de generar jaciones. De hecho podríamos decir que la primera
jación es oral en tanto, como dijimos recién, es aquí donde se constituye la
primera experiencia de satisfacción que va a dejar la famosa huella mnémica en la
teoría de la libido. No tiene mucho sentido Hay que tener en cuenta que cada
bebé es único y estarán los que son más glotones, llorones, y otros más calmos y
que hacen pausas. Esto es algo dado, o sea de nacimiento, que conocen las
enfermeras de maternidad, pero también adquirido porque depende mucho de la
interacción con la madre. Entonces si decimos que esta esfera no se reduce
solamente a la alimentación podemos ver cómo en la alimentación se encuentran
dos dimensiones: la instintiva que incluye todos los re ejos como de succión, el
giro de la cabeza, la apertura de la boca cuando se le rozan los labios, la
deglución, etc. Y hay una segunda dimensión que tiene varios componentes, por
ejemplo la presencia de la madre, el lenguaje y la dimensión sociocultural.

En este sentido hay un detalle muy importante a tener en cuenta: y es que


cuando el bebé terminó de tomar la leche, sigue succionando. Uno podría pensar
que es porque se quedó con hambre pero para Freud esta conducta responde
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más bien a otra cosa que es el placer de succión. Entonces tenemos por un lado
la satisfacción de una necesidad y, como la llama el autor, la prima de placer.
Lacan dice hay la satisfacción de la necesidad y la necesidad de una satisfacción
que incluye el cuerpo, las caricias, las palabras, la mirada de la madre, el
sostenimiento balanceado etc.

Y a partir de esta experiencia se produce la huella mnémica y el bebé va a


empezar a usar la boca para explorar el mundo llevándose todos los objetos que
encuentra, por eso hay juguetes como los que vienen en los huevos kinder que
están prohibidos para bebés muy chiquitos porque no juegan con ellos sino que
los prueban corriendo el riesgo de tragárselos desde los 4 hasta los 12 meses
aproximadamente. Es una conducta esperable en el desarrollo que va a dar lugar a
una segunda conducta consistente, ya no en probar sino más bien en morder, con
el placer que eso trae al bebé y el dolor que le trae al pezón de la madre. Esta
etapa va desde los 12 meses hasta los 18 más o menos que empiece el destete
aunque hay algunas madres que prolongan esto. Se supone que la mordedura de
los hijos al pezón de la madre debería producir el destete, pero como no hay
instinto materno hay madres que no tienen mucho problema con este dolor sino
que al contrario, dejan al nene prendido un poco más de tiempo. Porque diferencia
de lo que pasa con otros animales, no hay un instinto de madre en los humanos y
en consecuencia estarán las que no amamanten, las que sobreamamanten
dandole la teta cada vez que llora sin intentar descifrar si es hambre o alguna otra
la causa del llanto, las que miren, las que sepan sostener al bebé, etc. El autor
dice que hay algo en relación a la práctica, como que las primerizas son un poco
más torpes, lo cual puede ser cierto pero también puede que no. Darwin en su
libro “el origen del hombre” por ejemplo dice que el hombre en su primer intento
no puede realizar ninguna conducta sino que necesita de la práctica para alcanzar
la perfección, a diferencia de los animales cuando se encuentran por primera vez
con determinada experiencia como podría ser el hacer el nido. El psicoanálisis por
su parte no sólo dice que no existe el instinto de ser madre sino que además el
anhelo de la mujer a tener un hijo no tiene nada que ver con el deseo de procrear,
dar vida, ayudar a otro ser a autorrealizarse, o trascender sino más bien con
anhelos frustrados de la infancia ligados a un componente narcisista en relación a
la castración. Es decir que la maternidad es como una solución a este tema. En el
seminario Aun que estamos trabajando este año en el IOM2, el instituto de
psicoanálisis donde damos clases Andrea y yo, vimos hace un par de clases una
cita interesante de Lacan en este sentido porque él dice en la página 47 que “la
mujer no será tomada sino quo ad matrem. La mujer no entra en la relación sexual
sino como madre”. Esa frase la verdad es que resulta un poco difícil de entender
porque al mismo tiempo dice que existe una oposición entre ser madre y ser
mujer. Pero bueno, no lo vamos a resolver acá. Volvamos a la cuestión de los
cuidados de la madre, y veamos que la sobreprotección esconde, según Freud
una hostilidad hacia el niño. Me acuerdo del caso de una mujer de 34 años que su
mamá no la dejaba salir sola a la calle y todo el tiempo tenía que decirle dónde
estaba hasta que un día la madre le confesó que sintió mucha culpa y miedo a ser
una mala madre o madre abandónica porque ella quería abortarla y por
circunstancias sociales no pudo hacerlo. Entonces, siguiendo lo que dice el autor
encontramos que efectivamente, en el caso del humano, no hay instinto materno,
como si lo hay por ejemplo en la mayoría de los animales, y de esta manera es
que el autor dice en la página 124 que “pocas madres primíparas encuentran de
entrada, y de manera natural y e caz, los gestos que se requieren para sujetar al
bebé, manipularlo, calmarlo y satisfacer sus necesidades de manera
inmediatamente grati cante”. También puede pasar que al principio la madre no
tome consciencia que dio a luz o incluso que después del parto experimente algún
episodio psicótico breve, o que se desencadene una psicosis. En nuestro ámbito
hay un dicho que dice que el momento posterior al parto pone a prueba la
estructura, porque algunas madres experimentan un brote psicótico pos parto que
en general es pasajero y se corresponde con la idea de que le quieren robar al
bebé, pero, encontramos que esto en realidad es propio también de otras
especies, no sé si vieron la ferocidad de una perra o gata respecto de sus crías
recién nacidas. Si eso es o no psicosis habría que ver. El punto está en que la
madre necesita un tiempo para lograr la sintonía o ritmo con su hijo y en
consecuencia lo recomendable es asistirlos pero también dejarles el espacio
su ciente para que se acomoden entre ellos y eso demora unos días y si se
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consigue va a dar lugar a la simbiosis y posteriormente al estado de alienación
necesario para que se constituya la subjetividad del bebé.

Les decía también lo de la psicosis pos parto porque no hace falta que
aparezca un claro delirio para darnos cuenta que la madre experimenta una serie
de fantasías y miedos en relación al hijo, como por ejemplo que se muera
as xiado o que se esté desnutriendo, o que su leche no sea su ciente, etc. Lo que
va a determinar si estas ideas de la madre son patológicas o no lo son es la
certeza, la modi cación de la conducta a partir de esto y la perseverancia en el
tiempo. Entonces ¿cómo orientar a la madre para saber cuándo darle la teta,
cuánto tiempo, etc.? La mejor orientación es el llanto del bebé, es decir que se
recomienda que durante los primeros meses se lo alimente a demanda, o sea
cada vez que lo pida y brindándole un cierto marco simbólico, dejándola que
consulte ciertas guías que le sirvan de soporte, pero sabiendo también que la
intervención social puede resultar tóxica si se abusa de ella porque la información
puede ser tan contradictoria que termina aumentando la ansiedad de la madre. No
sé si se acuerdan lo que les conté la clase pasada de mi paciente que empezó a
consultar a varios médicos y se angustió cuando empezó a notar que todos
decían cosas contrapuestas.

Entonces tenemos algunos cuadros psicopatológicos en la esfera


oroalimentaria que vamos a ver ahora:

Anorexia del segundo trimestre: que aparece entre los 5 y 8 meses y


generalmente tiene que ver con un cambio en la alimentación, ya sea que la madre
deja de darle la teta o empieza a darle alimentos sólidos. Si el bebé rechaza el
cambio la madre puede preocuparse demasiado empezando a exagerar las
conductas hasta hacer una suerte de manipulación que siempre termina mal. Esta
anorexia en general no afecta al crecimiento del bebé y se puede solucionar con
una progresividad más na en el cambio de líquido a sólido por ejemplo con
batidos. Pero también puede estar asociada a la relación con la madre y que el
bebé rechace el alimento solamente a ella y recibiéndoselo a otras personas. Si
esto pasa, muy probablemente se despierten nuevamente una serie de fantasmas
en torno a si es buena madre, si el bebé la quiere, etc. Entonces, según cómo
evolucione puede pasar a ser una anorexia simple que tiene que ver con el paso
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a los alimentos sólidos. O si no se modi ca puede ser que el problema no sea el
cambio de consistencia del alimento sino más bien que la madre sea demasiado
invasiva y aquí pueden ver claramente un ejemplo del hijo como síntoma de la
madre, pero hay que tener mucho cuidado con hacer esta lectura y sobre todo
mucho cuidado en las intervenciones que se hagan a partir de la misma porque ya
se sabe el desastre que causó la culpabilización de los padres.

Entonces esta anorexia también puede evulucionar hacia una anorexia


mental grave que es cuando deja secuelas en el organismo, ya sea desnutrición,
vómitos, problemas en el sueño, ira, llantos, etc. y la hora de la comida se
transforma en un con icto permanente o con periodos en los que el bebé come
mejor o que elige los alimentos que quiere comer, por ejemplo golosinas. Algo a
tener en cuenta es que en esta anorexia aparecen problemas de peso y de
crecimiento y para saber esto tenemos que hacer una interconsulta con el servicio
de nutrición para que evalúe la talla y el peso en relación a la edad. La anorexia
simple también puede perdurar en el tiempo y entonces la llamamos anorexia de
la segunda infancia o anorexia nerviosa de los adolescentes en donde se ven
ya claros signos de oposición a alimentarse.

Volvamos un poquito al tema de las madres para decir conocer la opinión del
autor en este sentido porque él dice que hay como un cierto autoritarismo y
rigidez en estas madres y el con icto a la hora de comer esconde otros complejos
referidos al fantasma de ella como la muerte del hijo, el ser mala madre, etc. Por
eso está bueno cultivar el arte de lograr que ellas también inicien un tratamiento.
Digo arte porque en la mayoría de los casos, la sóla idea de que tienen que hacer
terapia puede alimentar más la fantasía de que son malas o bien generar un
rechazo hacia la terapia y cortar el tratamiento del hijo. Algo que me sirve a mí es
decirles que la situación la está estresando y sería bueno que tenga un lugar
propio para poder hablar del tema y que ese lugar no sea el ámbito familiar.

La anorexia puede entenderse como un intento de evitar la repleción dice el


autor al nal de la página 126. Repleción quiere decir evitar el llenarse demasiado
sobre todo cuando notamos que hay signos obvios que la madre no registra la
saciedad del nene como podría ser que el bebé desvía la cabeza del pezón o la
tetina y ella insista con seguir dándole la teta o la mamadera. Una de las maneras
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de pensar la cuestión de la anorexia en psicoanálisis tiene que ver con comer
nada para mantener la falta que la madre intenta taponar con la comida. Estos
bebés pueden mostrar como cierta familiaridad con personas extrañas en
momentos evolutivos en los que se esperaría que sientan más bien angustia y,
como sabemos, la angustia de los 8 meses es de importancia para la constitución
de la subjetividad porque inaugura la función de la ausencia que después va a dar
paso a la posibilidad de simbolización. Así que en un caso como estos tenemos
mucho para hacer desde nuestra área.

También tenemos la anorexia esencial precoz que aparece ya desde el


nacimiento, con un bebé en actitud pasiva y puede estar asociada a algunos otros
trastornos como autismo o psicosis infantil orgánica.

Bueno eso sería un breve pantalla sobre el rechazo a comer. El extremo


opuesto a esto es lo que tiene que ver con la obesidad que se diagnostica
cuando hay un sobrepeso superior al 20% pero el autor dice que si es superior al
60% ya representa un riesgo serio para la salud. Ya sabemos que la obesidad está
creciendo por cuestiones culturales que se re eren al estilo de vida y el problema
con esto es que empieza a naturalizarse y por lo tanto consultan después de
pasado un tiempo o cuando el sobrepeso es mucho. El autor dice que en general
se constituye en el primer año de vida o en el periodo de la pubertad pero eso es
relativo por supuesto. Además puede estar asociada a otros síntomas como por
ejemplo la bulimia o bien a un asunto familiar en donde todos son gorditos y le
inculcan esos hábitos al bebé. Tenemos que tener en cuenta también que puede
haber factores hormonales en la obesidad y por eso tenemos que saber consultar
con en nutricionista quien seguramente sabrá cuándo consultar a su vez con el
endocrinólogo. Pero si hay algo a este nivel también vamos a ver un
enlentecimiento del crecimiento.

El autor dice que los nenes obesos son callados, apáticos y tímidos, pero yo
me acuerdo que los dos compañeros gorditos que tuve en la primaria eran
bastante agresivos y extrovertidos, entonces tomemos con pinzas estas
relaciones de causalidad. Lo que sí se observa es cierto grado de obesidad en los
nenes con retraso mental.

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También hay una cierta prevalencia de obesidad en niños de clases sociales
desfavorecidas que acaban de ingresar a la sociedad del consumo en donde, igual
que la gente de campo, asocia la obesidad a la buena salud. Entonces como
tienen mejores ingresos empiezan a comer cosas a las que antes no podían
acceder tan fácilmente y esto puede generar problemas en algunas personas o
familias.

Algo que el autor no nombra es la jación a la etapa oral que en parte es


dada y en parte está asociada a la respuesta que los padres dan a la inquietud del
nene, es decir que está atravesada por el lenguaje. O sea, cada vez que el nene
llora o se queja de algo, los padres le dan un sentido al llanto y si el sentido
siempre es “tiene hambre” van sembrando jaciones a nivel oral. Pero hay que
tener en cuenta que también hay algo que va más allá del sentido de los padres y
pensar en lo cultural, por ejemplo los italianos y los árabes le dan una importancia
enorme a las comilonas familiares y utilizan la comida como un modo de
establecer lazos sociales. O sea, se juntan a comer. Me acuerdo que mi mamá no
cenaba y el resto de la familia sí, entonces a veces nos decía “ustedes no comen
para vivir sino que viven para comer”, un poco lacaniana mi mamá porque en esa
frase hay una lógica parecida a la de Lacan cuando dice que una cosa es la
satisfacción de una necesidad y otra es la necesidad de la satisfacción. Sólo que
esas palabras de mi mamá en vez de aliviar sirvieron como imperativo, como una
indicación de lo que se hace.

Bueno, algo en relación a lo pulsional hay en torno al tema de los síntomas y


este de la obesidad no es la excepción sino más bien un ejemplo paradigmático
para localizar el más allá del principio del placer. O sea, no comemos para saciar
el hambre. En el humano la comida no tiene mucho que ver con la satisfacción de
una necesidad sino con la necesidad de una satisfacción como nos dice Lacan en
sus Escritos y la indeterminación del objeto pulsional de Freud, o sea, cuando
decimos que el objeto es lo más variable de la pulsión, aparece claramente acá,
no tenemos hambre de comida sino de tal comida, no tenemos necesidad de
satisfacer el hambre sino más bien de quedar sin poder movernos de tanto comer,
no tenemos necesidad de comer mucho sino de vomitar mucho como pasa en la
bulimia, no tenemos simplemente sed, tenemos sed de tal marca de bebida, o
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incluso a veces tenemos hambre de nada como pasa en la anorexia. Por eso,
como dice el autor en la página 130 “orientar el tratamiento únicamente al síntoma
no tiene demasiado sentido”. Un by-pass gástrico por ejemplo no soluciona el
asunto de la pulsión, puede servir para salvar la vida por supuesto, pero no
soluciona el asunto del plus de goce y este sigue existiendo y se va a satisfacer
excesivamente por esa o por otra fuente. Además hay todo un negocio en los by-
pass, lo mismo que pasa con el resto de la medicina y las cirugías. Actualmente
tengo una paciente adolescente que tiene un trastorno somatomorfo, algo así
como una percepción deforme de su cuerpo que quiere hacerse una cirugía y el
médico cirujano le enseñó a hacerle trampas a la obra social para que le
reconozca la cirugía. En n. Otro día hablaremos de la práctica profesional. Ahora
solamente voy a decir que el trabajo con obras sociales implica ese riesgo de ser
absorbido por el sistema y empezar a ver al paciente, no como un sujeto, sino
como una bolsa de dinero. Por eso es que los analistas en general nos negamos a
trabajar con obras sociales. Es preferible cobrarle 5 pesos a recibirle la obra
social. Eso le trae el problema al analista porque él también necesita existir y
entonces puede pasar que la práctica del psicoanálisis pueda ser realizada sólo
por gente rica, pero no es tan así. Yo practico el psicoanálisis y no vengo de una
familia rica. Me la tuve que aguantar y pasar por momentos muy difíciles, pero no
me arrepiento para nada porque cada vez que tomo a un paciente, algo del deseo,
en relación a la cura y no en relación al lucro, opera en el tratamiento.

Bueno. Recién les nombré la bulimia y se habrán dado cuenta que el autor no
menciona el vómito. Puede ser que no haya vomito después del atracón pero
cuando está también hay que prestarle atención e intervenir sobre él porque parte
del goce bulímico está también en la expulsión oral y no sólo en el atracón.

También tenemos el manierismo y desagrado selectivo que en criollo sería


el capricho de muchos nenes que dicen que no les gusta esto o lo otro. El autor
habla del asco a la nata como el deseo regresivo de volver a tomar la teta
trastornado en su contrario. Para saber qué es el trastorno hacia lo contrario
vayan a leer un texto muy bueno, que es básico para la formación de los analistas
que se llama “pulsiones y destinos de pulsión”. Y también habla de la gente
vegetariana como la tentativa de negar la agresividad oral… Bueno, puede ser una
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tentativa de negar, una inhibición, o un corrimiento. Igualmente no confío mucho
en la gente vegana porque de pací cos no tienen mucho y me da la sensación de
que están tomados por el superyó freudiano que empuja a más renuncia.
Igualmente se respeta, sobre todo cuando denuncian la causa de la crianza a
consciencia de animales para consumo porque es realmente cruel la manera de
criarlos.

Igualmente no tenemos que perder de vista que en varios de estos desajustes


alimentarios puede haber algo en relación a la psicosis, por ejemplo en los
atracones como una forma de poder localizar el cuerpo a partir del dolor o de no
poder moverse. Y por otro lado puede estar al servicio de un fuerte egocentrismo
del nene haciendo uso de esto para que se haga según su voluntad.

También tenemos la potomanía que puede estar asociada a otras cosas


como por ejemplo una regresión a la etapa de lactancia, no sé si se acuerdan que
hace rato cuando vimos la anorexia dijimos que podía estar causada por el
rechazo de pasar de los alimentos líquidos a los sólidos, pero también puede estar
asociada a otros síntomas de los ya nombrados e incluso en cuadros de psicosis.
Hay que tener cuidado de que no haya un desajuste orgánico, por ejemplo una
diabetes, por eso, si se nos presenta un caso como estos tenemos que descartar
otras causas antes de empezar a trabajar.

La pica es otro trastorno de alimentación y consiste en comer cosas que no


son comestibles y no tiene nada que ver con la fase oral en la que el nene se lleva
todo a la boca porque justamente para diagnosticar pica tenemos en cuenta la
edad del nene, no puede estar en esa fase evolutiva para hacer el diagnóstico. Se
asocia en general a cuadros psicóticos y el autor dice que también en cuadros de
carencia afectiva, lo cual dudo. Me parece más bien propio de la psicosis.

Y por último, la coprofagia que es la ingesta de eses fecales y es un síntoma


de marasmo afectivo.
Vamos a retomar el caso Dick, en la página 228 para pensar la cuestión de la
alimentación.

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Ficha de cátedra realizada por Sergio Higa para la materia Psicopatología 2 de la
Facultad de Psicología de la UCSE-DASS, 23 de septiembre de 2022.


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