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AL DESTETE, A VECES, ES COSA DE UNA

Cris Moe

Es común, mucho más común de lo que parece, que con una lactancia
feliz, los meses pasen y no nos planteemos el destete a corto/medio
plazo, pero de pronto, el niño ha crecido, casi sin darnos cuenta, y a veces
por un nuevo embarazo, una subida creciente de demanda de nuestro
hijo/a, a veces porque la vida es así, la palabra “destete” empieza a
asomar por nuestras emociones, cada vez con más fuerza.

Llega un día, uno de estos donde la agitación toma protagonismo y más


si estamos en plena “temporada de rabietas”, que decidimos buscar
información, porque el mero hecho de pensar en el destete nos abruma,
pero el hecho de seguir dando la teta nos abruma muchísimo más, es
entonces cuando piensas en esa famosa frase que has leído
absolutamente en todos los sites dedicados a la lactancia materna: “La
lactancia es cosa de dos.”

Vale pues, si es cosa de dos, yo ya no quiero continuar, por lo tanto la


lactancia se debe terminar.

Os invito a poner en google “Destete niño 2 años”.

Cuando leemos, lo más común son técnicas como el “no ofrecer no


negar”, “saltarse tomas”, “hacer tratos o intercambios” y un largo, etc.

También nos encontramos con una larga lista de frases culpabilizadoras


como:

“Reflexiona, la lactancia es un regalo para tu hijo”, “Piensa que les estás


quitando su bien más preciado”, etc. Tal y como leemos todos estos
artículos tenemos clarísimo que estos manuales de instrucciones no han
tenido en cuenta muchísimas madres e hijos donde llámale por
temperamento o por situación, nada parece funcionar.

Me gustaría entrar en el tema y para que sea sencillo un tema tan


tremendamente complejo, lo ordenaré por mitos:

Mito 1. “Cuando el bebé tiene dos meses y mama día y noche, las sabias
palabras de tu alrededor te animan diciendo: “Tranquila, poco a poco
espaciará las tomas y podrás relajarte”.

Que podrás relajarte, sí, eso es cierto, pero no porque el niño espacie las
tomas, sino porque tú te adaptarás a su demanda y tu bebé cada vez
succionará con más efectividad, con lo que en pocos minutos sacará lo
que necesita, y aquellas tomas eternas de chupeteo calmante, cada vez
irán a menos.

Mito 2. “La lactancia es el bien más preciado que le puedas dar a tu hijo”:

Vale, no negaremos para nada las súper propiedades de la leche materna,


pero, perdón: el bien más preciado para nuestro hijo es el amor, el amor
de su madre, el amor incondicional, no la lactancia materna en sí.

Hay muchas maneras de expresar el amor y muchas maneras de no


expresarlo, y dar el pecho en contra de tu voluntad es una de esas
maneras de no hacerlo, por lo tanto, dar el pecho a desgana, no, no es
para nada el regalo más preciado.

Mito 3: Si quieres destetar, reduce tomas.

¿Cómo? Pero, ¿la lactancia materna no era a demanda? ¡¡¡¡Aquí hay algo
que me he perdido!!!! ¿Cómo elimino tomas cuando una tarde toma 4 y
otra toma 8?

Si ha llegado tu momento y lo tienes claro:

1. No ofrecer no negar: esta técnica está muy muy bien, sobre todo para
bebés más pequeños o para los niños/as que realmente ya no muestran
un interés intenso en la lactancia materna, pero para bebés demandantes
que piden pecho a cada esquina y maman con devoción a cada toma, este
ofrecer no negar no funciona, a no ser que tengas claro que el plazo será
muy largo, hablamos de meses o años.

2. Negocia, explícale, sustituye tomas por cosquillas: vale, lo mismo que


antes. Esto puede funcionar, no diré que no, pero funciona solo con
algunos niños/as, con otros/as sencillamente no, no funciona, porque el
bebé te ve el plumero y se engancha a la teta todavía con más intensidad.

Una vez cuando estaba en pleno destete hablé con una amiga y me dijo
una gran verdad: “Para ti, tu teta es tuya pero para él, es suya”

Y aquí conseguí un gran eureka: claro, él ha nacido con la teta en la boca


y la ha tenido a su demanda, ahora explícale que se acabó. Está claro que
estamos en un gran conflicto: yo quiero mi teta y él quiere su teta, pero
su teta y mi teta está pegada a mí.

Es improbable, que a partir de aquí, y habiendo probado métodos de


manual sin éxito, el destete sea dulce.

No, no lo va a ser. Tu hijo/a va a llorar, va a gritar, va a patalear, y tu


también lo harás. Esta es una realidad que no suele ser contemplada en
los manuales de uso, pero es así, y sobre todo si estamos hablando de
bebés de 1 a 4 años.

Sí, la lactancia con bebés/niños que ya se han reafirmado como un ser


individual, bebés que tienen clarísimo lo que quieren y el sentido de la
propiedad es totalmente egocéntrico, pueden ser protagonistas de una
lactancia caótica y a menudo muy tirana, un destete en esta edad puede
ser sencillo como en muchos casos lo es, o puede ser muy complicado
como en muchos otros casos también lo es.

¿Qué nos queda? Acompañarnos mutuamente. Saber, que este drama va


a durar poquitos días (a veces más, otras menos), darle todo el amor que
podamos, abrazarnos y si nuestro/a hijo/a nos rechaza, respetarlo,
quedarnos cerca pero con la distancia que precise, usar todos nuestros
recursos, todo nuestro amor, darnos permiso para llorar con ellos y
pasará… ¡Claro que pasará! En unos días nuestro bebé irá entendiendo lo
que significa la palabra fin, y lo aceptará, porque no le quedará otra.

¿Y no se traumatizará? Hablando desde el rigor, no he encontrado ningún


estudio que revele niños traumatizados a causa de un destete “forzado”.
Es un tema de frustración, sí, se frustrarán, y mucho, y con ello
aprenderán, igual que aprenderás tú también.

Decir sobre esto, que maternar también es encontrar el equilibrio entre


sus necesidades y las nuestras. La crianza con apego no es solo dar al
niño todo lo que necesita, sino hacerlo con amor y con respeto y debemos
respetarnos a nosotras también, encontrar el ritmo, sentir los límites y
maternar con alegría.

No olvides los básicos a nivel físico si decides destetar en cuanto el


cuidado de tus pechos:

Si durante el proceso no tienes molestias, ni sientes el pecho cargado ni


congestionado, no es necesario que hagas nada especial, la leche va a ir
desapareciendo poco a poco.

Si, en cambio, notas congestión, tirantez, bultos, etc., es adecuado que


te extraigas un poco de leche. No tengas miedo a sobreproducir ni a tener
más leche. Se trata de que la glándula reduzca la producción y eso lo
conseguimos al sacar la cantidad justa de leche, dejando leche en el
interior del pecho, pero sin tener molestias ni dolor. Extrae leche de
forma manual o con extractor hasta que notes alivio en el pecho. Si notas
bultos, puedes acompañar la extracción de masaje para drenar.

También puedes aplicar frío y pedir a tu médico que te recete


antiinflamatorios.
Las pastillas “para cortar la leche” (Cabergolina) no sirven durante el
destete de una lactancia instaurada.

Es importante no fajar los pechos, dejar de ingerir líquidos o evitar el uso


del extractor de leche. Son mitos que, no solamente no funcionan, sino
que pueden provocar complicaciones que pueden llegar a ser graves.

Tus emociones pueden hacer que todo tambalee, no te pierdas este post
sobre el destete y las emociones de la madre.

10 TIPS PARA DESTETAR BEBÉS MAYORES DE 1 AÑO

Cris Moe

El destete es un tema estrella en la app, y eso es así porque aún es un


tema tabú. En la red encuentras muchísima información de lactancia,
sobretodo de los primeros meses, pero cuando atravesamos la barrera del
año, la información empieza a escasear siendo a menudo pobre o poco
realista.

Es importante partir de la base de que, a menudo, solo tratamos como


ideal aquellos destetes que se hacen de forma natural o muy gradual,
pero dejadme deciros que no me siento ni cómoda ni de acuerdo, pues en
el ABC de la lactancia, desde las clases preparto, una de las frases que
más oímos es: “La lactancia es cosa de dos”, con lo cual, entiendo que
igual de ideal es una lactancia que deja el bebé de manera natural (que
recordemos, probablemente va a suceder mucho más allá del año, quizá
de los dos o de los tres…), como una lactancia que deja la madre, sea en
el momento que sea. Al fin y al cabo la madre no debería considerarse un
medio para un fin y el destete forma parte de lactancia, de la misma
forma que la lactancia forma parte de nuestra sexualidad y forzar a
nuestro cuerpo y a nuestras emociones a amamantar por presión o
porque “es lo mejor para el bebé” me parece poco acertado.

Eso sí, es muy importante tener en cuenta que un bebé a partir del año
empieza a demostrar de manera contundente lo que desea, con órdenes
cortas y concisas, y es difícil que acepte un no por respuesta con la
consecuente rabieta o llanto desconsolado.

¿Vamos a por los tips?


Cuidado con las expectativas: si te has pateado la red en busca de la
manera más respetuosa posible de destetar y esperas que tu bebé no
llore cuando empieces con el plan, puedes darte de bruces contra el muro,
igual que si tienes un miedo terrible a que tu bebé se ponga en plan
poseído cuando le niegues la teta, porque también es posible que se
conforme y siga jugando feliz y contento.

No esperes cambiar las “rutinas de golpe” y que funcione: para hacer un


destete es importante la planificación y la transición hacia nuevas
maneras de hacer las cosas. Por ejemplo, si te planteas un destete
nocturno usando el “plan padre”, pero el padre nunca ha estado en
vuestra “rutina” de buenas noches, es casi obvio que cuando te pida teta
y el padre acuda, se líe la de San Quintín. Para que el plan padre funcione,
durante unas semanas (lo ideal sería desde el primer día), el papá os
puede acompañar mientras lo amamantas, buscando su mirada,
acariciándole mientras le das el pecho, meciéndole cuando habéis
terminado y está tranquilo, dándole un masaje, o sencillamente
tumbándose a vuestro lado. Aún así, recuerda la práctica siempre supera
la teoría

Abre tu mente. No juzgues ni digas de esta agua no beberé: hay muchas


maneras y muchos trucos para destetar, y lo que a ti puede parecerte
una aberración, puede no serlo para otra familia o ser su única opción.
No es lo mismo un bebé que mama dos veces al día que uno que mama
a cada hora. No es lo mismo el bebé que hurga tu ombligo cada vez que
mama que el que se está quietecito, no es lo mismo tres años sin dormir
que uno… Ni negociar con niño de 4 años que con uno de dos. No es lo
mismo estar todo el día con el bebé que trabajar a jornada completa…Hay
muchas formas de destetar, y cada una debe encontrar la que le funcione,
evidentemente SIEMPRE teniendo en cuenta las emociones y
sentimientos del bebé, pero también las tuyas propias.

Prepárate para ser creativa: probablemente tendrás que gestionar


muchas cosas sin el pecho: la distracción, luchar contra el aburrimiento,
el hambre, la sed, la negociación, las relaciones, el consuelo, el descanso,
la calma… piensa en todas las cosas que ahora haces con el pecho y
plantéate según el temperamento y edad de tu bebé cómo vas a
gestionarlo ahora. No te agobies, poco a poco y a lo que no llegues:
¡improvisa!

Dar marcha atrás no es un pecado capital: si necesitas destetar y estás


bien informada, no te cortes, hazlo. Si cuando estás en ello te das cuenta
que no es lo que necesitas, sencillamente detente y espera unas semanas
hasta que creas que ha llegado el verdadero momento. Si habías decidido
sacar la teta de golpe por las noches y tienes la necesidad de darle una
toma, lo mismo, actúa con tu instinto en una mano y con tu sentido
común en la otra, nadie sabe de vuestra lactancia más que tú.

La teoría es muy bonita, pero solo es teoría: hay mucha información en


la red de como llevar a cabo un “destete respetuoso” y está muy bien,
hay que tener en cuenta la naturaleza del bebé y sus emociones, al fin y
al cabo, él/ella nació con tu teta en su boca y es lo que conoce, es casa,
pero como te decía en el punto anterior, solo es teoría, está bien que te
planifiques y que vayas haciendo según los “métodos” que más te
resuenen, pero si no funcionan: mézclalos, busca los tuyos y actúa tal y
como sientas.

Ten en cuenta que la crianza respetuosa también incluye que te respetes


a ti: Tenemos mucha presión como mujeres pero es que como madres
tenemos el doble de presión y eso nos lleva al constante sentimiento de
culpa. Nos damos en cuerpo y alma a nuestro bebé y a veces nos
olvidamos que nosotras también tenemos necesidades, sentimientos y
emociones. Cuando hablamos de crianza respetuosa ponemos
constantemente al bebé en el centro del concepto, pero no hay nada
mejor que el ejemplo para que nuestros hijos aprendan qué es el respeto
hacia los demás y hacia una misma. Poder poner límites, un “hasta aquí”,
o decir que no cuando lo necesitamos, es también una manera respetuosa
de educar. Poder poner una balanza y repartir es básico para respetar y
ser respetados.

No te olvides de tus pechos : aunque pueda parecerte que tienes los


pechos como pasas de tantos meses de succión, ten cuidado cuando
reduzcas las tomas. Seguro que no quieres una obstrucción o una
mastitis a estas alturas. Recuerda que no es necesario dejar que tu pecho
se congestione: usa tus manos o el sacaleches si eso sucede (y dásela a
tu bebé), lo justo para descongestionar o para drenar “ese bulto infernal”
y aplica frío, poco a poco bajarás la producción y no necesitarás estar
tan pendiente. Recuerda también que la leche puede tardar años en
desaparecer.

No eres una teta, eres su mamá: si te da la sensación que no sabrás cómo


abordar la crianza de tu hijo/a sin la teta, estás equivocada. No te negaré
que la teta sirve “pa tó”, pero encontrarás una nueva manera de
consolarle cuando se tropiece y se caiga, una nueva forma de dormirle y
una nueva perspectiva cuando os miréis. Encontraréis vuestros
momentos de intimidad y de calma, pero tendréis que aprender de nuevas
maneras de hacerlo y lo haréis juntos y estupendamente bien.
Pasaréis un duelo. sí, lo pasaréis, los dos. Ese tiempo de adaptación del
punto anterior es también época de sentir una pérdida, pues como sabes
el pecho es mucho más que alimento, es una fuente inagotable de amor
y de relación y esa fuente ahora va a pasar a adquirir una nueva forma
y probablemente no sepas cuál adoptará hasta pasados unos días o
semanas. Puede que te sientas vacía o “arrepentida”… Permítete pasar
tu duelo y llorar. Permítele pasarlo a él/ella también, es parte también
de la lactancia.

DESTETE NOCTURNO CON BEBÉS DE DOS AÑOS (APROXIMADAMENTE)

16 Julio, 2019 Cris Moe Comentarios 7s Comentarios

Lo sabemos. No dormir es duro, muy duro, y cuando nos acercamos a los


dos años, el tema puede resultar desesperante por dos motivos:

• El primero es que llevamos ya dos años durmiendo a trompicones,


si es un segundo o tercer hijo debemos sumarle los meses
acumulados, si además son gemelos debemos multiplicar, claro
está.

• El segundo motivo es que a medida que se acercan los dos años


una se cree que “en breve” empezará a dormir mejor, que su bebé
está creciendo y la demanda de pecho irá a la baja, es entonces
cuando nos chocamos de morros con la gran etapa de los “terribles”
dos años y con la traca final.

Sí señoras, es fácil adivinarlo o reconocerlo, una gran crisis se desata en


nuestros hogares, y no solo entra en crisis el bebé, que descubre los
beneficios y riesgos de su autonomía y su propio ego nadando feliz en la
individualidad y el apego a su propio ser, sino que la crisis se desata en
la familia entera.

El desespero de ver a tu hijo estallar en rabietas cada tres por cuatro, el


cansancio acumulado, la presión y comentarios de tu entorno, la poca
conciliación laboral/familiar y entre medio, los resfriados, los
contratiempos, los mil aprendizajes y quizás las ganas de ser mamá de
nuevo si no estamos ya embarazadas, pasan factura y sentimos que
debemos poner un límite urgente a todo ello, y si así lo sentimos, quizás
es un buen momento, pero…¿Cómo?

Solo pensar que tenemos que conseguir dormir a nuestro bebé sin la teta
nos produce un vértigo difícil de expresar con palabras. Es por esa razón,
que muchas de vosotras, al ver que llega este momento, decidís tirar de
comunidad y de experiencias cercanas y acudís a nosotras en busca de
respuestas.
Sería algo así como:

“Tengo un bebé de 21 meses, estoy desesperada, necesito dormir. Cada


vez exige más la teta, no me deja respirar, estoy agotada. He decidido
hacer destete nocturno pero no sé por dónde empezar”

Finalmente y después de contestar muchísimos mails, decidimos exponer


la duda en nuestras redes sociales, y ¡atención! salieron un montón de
experiencias y consejos la mar de prácticos, con lo que para que no se
perdieran en la inmensidad del mar virtual, decidimos recopilarlas aquí
(estamos hablando de ideas para bebés a partir del año de vida):

• Método padre: el método padre es una manera de dormir al bebé


sin la teta. Consiste en que sea el padre quien se levanta y le da
consuelo al bebé.

• Acortar las tomas: pactar tomas cortas/chupitos para volver a


dormir en seguida y que cada vez necesite menos succión

• Retirar el pezón de la boca antes de que se duerma. Cuando notamos


que la succión ya no es “profunda” y que el bebé ya está relajado,
podemos probar de retirar con cuidado el pezón de su boca,
manteniendo su boca cerrada con ayuda de nuestro dedo. Si se
redespierta, podemos acunarle, acariciarle, cantarle…. lo que sea
que funcione para que se relaje de nuevo, si no lo conseguimos,
antes de que se ponga nervioso del todo, ofrecer el pecho de nuevo
y probar otra vez. 2 o 3 veces, y si no funciona, probaremos de
nuevo al día siguiente (requiere tiempo, paciencia y práctica)

• Cuento de la teta cansada

• El sol y la luna: se trata de explicarle al bebé que la teta está muy


cansada y necesita descansar, que por lo tanto, después de la
última toma antes de dormir, le diremos buenas noches y la
dejaremos dormir hasta que salga el sol. Tenemos que explicarle
que si se despierta en mitad de la noche y el sol aún no ha
amanecido, podrá tomar un vaso de leche, agua, abrazos, o aquello
que necesite, pero teta no.

• Destete de día: el destete nocturno es más complicado que el


diurno. Esto lo debemos tener en cuenta. Madres que lo sabían, han
decidido hacer primero el diurno y han visto cómo de manera
refleja, la lactancia durante la noche también cambiaba,
volviéndose más calmada y llevadera.
• Acudir a una asesora de sueño: hay mujeres, suelen ser madres, que
se han formado y especializado en sueño infantil y se dedican a
acompañar familias en situaciones como ésta.

• No actuar: hay muchas familias que se encuentran en esta


situación y lo viven de manera tranquila y serena con lo que
deciden no intervenir y dejar que el tiempo vaya haciendo su
trabajo. Al final TODOS los niños duermen, antes o después, pero
todos maduran y lo hacen.

Recursos para llevar a cabo los planes anteriores, es muy importante tener
en cuenta ciertas cosas:

• La edad de los dos años (meses arriba, meses a bajo) es una de las
edades más complicadas. Es importante tener en cuenta cuál es
el status de nuestro bebé: ¿Es un bebé que ya no “depende” mucho
del pecho o es un bebé muy intenso y demandante? Dependiendo
de cada bebé nos podemos encontrar que el destete sea “fácil” o
podemos encontrar un bebé que va a llorar mucho, a gritar, y
quizás también a pegar o a morder con bastante probabilidad.
Cuando un bebé explota en rabia y llanto, sencillamente te está
expresando frustración. No está de acuerdo. Estamos forzando un
proceso y eso debemos tenerlo claro: no le va a gustar. Podemos
hacerlo poco a poco y pausado, pero sois muchas las que expresáis
que necesitáis cortar por lo sano, pero es evidente que habrá que
acompañar al bebé de una manera muy consciente e intensa para
que la frustración no pase a ser miedo o inseguridad. Todas las
mamás que han contado su experiencia, están de acuerdo con que
las tres primeras noches son TERRIBLES, pero una vez pasadas, la
cosa empieza a mejorar, mejorando del todo más o menos entre
una semana y 15 días después del inicio, aunque también hay bebés
que lo aceptan sin problema, y todo empieza a fluir de manera
tranquila sorprendiéndonos muy gratamente.

• No se trata de dejar al bebé llorar. Se trata de estar ahí, de


transmitirle confianza, de acompañarle y sin escatimar en recursos
y cariño.

• Verbaliza: verbalizar, hablar y dar explicaciones es básico y


esencial, y hacerlo en tono calmado y amoroso también. Es
importante CADA DÍA contarles lo que hayáis decidido: “La teta
está muy cansada y mamá también, recuerda que si te despiertas
mamá estará contigo pero no te dará teta”, etc.) Durante el
proceso, también va muy bien verbalizar: “estás muy enfadado, lo
entiendo, ¿Quieres un poco de agua” “Estás muy enfadado, lo
entiendo, cuando quieras te abrazo y te ayudo a dormir de otro
modo”, etc

• Compensa durante el día: durante el día es muy posible que tu bebé


esté más “enganchado” a ti, más demandante, malhumorado o
intenso. Es normal, los cambios requieren adaptación. Dale toda tu
presencia durante el día, para que entienda que decirle que no
significa que no te tenga igual. Tu amor es incondicional, no
importa cuán enfadado esté, que estarás ahí.

• Ten a mano recursos como agua o leche por si el bebé tiene hambre
o sed en sus despertares, su cuento favorito, etc.

• Empatía: nadie tiene más empatía con su bebé que una madre que
lo está destetando. Va a ser duro, seguramente vais a llorar los dos.
No repares en abrazos, cariños y explicaciones. En encender la luz
o ponerte a tu bebé en la mochila si es lo que necesita para
calmarse. La teta es tuya, pero para él/ella es suya, el conflicto
está servido, pero sabes que el amor y el contacto son más
poderosos, tira de ellos.

• Pide apoyo: si vas a hacerlo, intenta que sea un finde, o asegúrate


que los dos/tres próximos días podréis dormir hasta tarde por la
mañana. Pasar una noche en vela y teneros que levantar a las 7 de
la mañana para cumplir en el trabajo o en la guardería, será una
tortura.

• La cuenta atrás: hay familias que nos han contado que han puesto
un calendario con una cuenta atrás de, por ejemplo 7 días. En esos
siete días han ido tachando las casillas en el calendario
acompañadas de el discurso elegido (cuento, explicación, etc) para
encarar el gran día con ilusión.

• Colechar en sidecar o poner al bebé en su cama y ser tú o el padre el


que acude y no al revés

• Turnarse las noches: hay muchas familias que nos han contado que
las noches de destete se han ido turnando, cada noche se levantaba
uno y así el otro descansaba.

• Puedes cambiar de opinión: no hay dogmas, nadie conoce a tu bebé


mejor que tú y siempre estás a tiempo de pausar el proceso y
probarlo de nuevo al cabo de unas semanas.
• Los despertares pueden no reducirse: destetar de noche no es
sinónimo de dormir más. Es probable que las primeras noches tu
bebé alargue más pero también es posible que al cabo de unos días
los despertares vuelvan: el sueño es un proceso evolutivo que no
tiene que ver con la lactancia.

*Sobrealimentar al bebé con biberones repletos de cereales, no es un


método ni un recurso, de hecho los estudios científicos hasta la fecha lo
consideran un mito.

*Es importante, durante el destete, vigilar nuestros pechos, y darles un


respiro con sacaleches o de manera manual si vemos que lo necesitamos
por molestia, dolor o malestar.

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