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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA


Centro Local Oficina de Apoyo:
Asignatura: Derecho Mercantil Cód: 651

Nombre Completo: Alejandra Joalic Isabel González Valdivezo


Número de cédula de identidad:27.113.354
Fecha completa en la que entregó el trabajo:
Correo electrónico del estudiante: alejandra_labeba15@hotmail.com

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N° Objetivos 1 2 3 4 5 6 7 8 9

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1= L

1. Posicionado en la evolución histórica del Derecho Mercantil.


El conocimiento de la evolución histórica y conceptual del Derecho mercantil es
el vehículo que conduce a la aprehensión del concepto actual de la disciplina.
Pero esa observación no se debe limitar a la realidad actual, que por la falta de
perspectiva del momento puede llevar a resultados erróneos, sino que se
deben analizar las diferentes realidades económicas históricas y los
coyunturales conceptos del Derecho mercantil de cada época, para tener así
los instrumentos adecuados para llegar al vigente concepto, que es nuestro
objetivo. Pero, como se ha dicho en otro lugar, no recordamos el pasado por sí
mismo, sino por lo que agrega al presente, lo que en nuestro caso significa que
el estudio de los antecedentes históricos está indisolublemente unido a la
evolución y significado actual del Derecho mercantil. Nos interesa seguir la
línea de la evolución histórica para aclarar datos importantes en el
planteamiento contemporáneo del problema. De acuerdo con lo anterior
procedemos a ver el proceso histórico de los dos sectores definidores del
Derecho mercantil, el jurídico y el socio-económico, y sus relaciones, y lo
haremos distinguiendo dos grandes períodos que se presentan claramente
diferenciados: desde la Edad Media a la codificación y desde ésta hasta los
tiempos actuales; especificando en cada uno de estos períodos el estado del
pensamiento económico y de las fuentes del Derecho mercantil de cada época,
y en concreto, trataremos los criterios de delimitación de la materia mercantil,
para terminar en cada una de estas etapas apuntado el origen y desarrollo de
algunas de las principales instituciones jurídicomercantiles que dan contenido
al Derecho mercantil mismo. El estudio de esta evolución permitirá poner de
manifiesto que el Derecho mercantil surge en el bajo medioevo, y se va
afirmando en el tiempo como un Derecho privado con substantividad propia
respecto al común. No obstante, nos parece conveniente, aunque sea de
manera sucinta, hacer referencia a los antecedentes del Derecho mercantil en
la antigüedad y en concreto a si hubo un Derecho mercantil en el Derecho
romano.

Sin retroceder más en el tiempo, pero reconociendo la existencia de


instituciones jurídicas dirigidas a atender necesidades derivadas del tráfico
comercial en todas las civilizaciones que han tenido un mínimo grado
evolucionado de Derecho y de comercio, entre las que destaca Babilonia –con
su famoso Código de Hammurabi - y Grecia , se plantea si en Roma hubo un
rama del ordenamiento asimilable al Derecho mercantil. El interés en aclarar
esta cuestión deriva de la decisiva influencia que tuvo el Derecho Romano en
la formación de los ordenamientos continentales. En este punto se debe
aclarar, para evitar un planteamiento equívoco, que no es Derecho mercantil
toda norma reguladora del comercio, sino que para que éste exista es
necesaria la existencia de un Derecho especial, que regula una realidad
económica concreta que es lo que la justifica. Dicho esto, hay que indicar que
de manera mayoritaria tanto romanistas como mercantilistas consideran que en
ningún momento hubo un Derecho Mercantil en Roma, a pesar del importante
volumen del tráfico de la época y de la existencia de instituciones pensadas
para el tráfico comercial. Son cuatro las principales razones argumentadas para
explicar la carencia de un Derecho especial para las instituciones privadas del
comercio en Roma: la falta de una ordenación corporativa mercantil6 ; que el
Derecho romano no llegó a culminar en un Derecho internacional del
comercio ; que la economía de Roma estaba marcada por el trabajo de los
esclavos, que eran los que realizaban las compras y despachaban en las
tiendas, por lo que una legislación mercantil era considerada en muchos
aspectos como superflua8 ; y la más aceptada, que la perfección y
adaptabilidad del Derecho Romano, con una inestimable ayuda del pretor en la
labor renovadora del Derecho (que a través de sus edictos crea el ius
honorarium ) y de el ius gentium (que satisfacía las exigencias.

internacionales a las que respondió en sus orígenes el Derecho mercantil), hizo


innecesario un Derecho especial separado del privado general. A pesar de la
existencia de normas que regulaban instituciones que servían de modo efectivo
al tráfico mercantil y sólo a éste, no existía una sistematización de fuentes o
científica diferentes al Derecho común que conformara un Derecho especial
alternativo a aquél, como el que surgió en la Europa occidental en la Edad
Media, y esto es lo fundamental. De estas instituciones jurídicas especiales del
Derecho romano para atender necesidades específicas del tráfico, destacan las
del Derecho marítimo y bancario. Por otra parte, no se puede desconocer la
importancia que el Derecho romano ejerció una gran influencia en el Derecho
mercantil a través de la teoría general de las obligaciones y contratos, que será
utilizada por los juristas de la Edad Media, o por ejemplo, que allí se
encuentran los precedentes de los procedimientos concursales por insolvencia
del deudor. Como gráficamente se ha dicho, para el proceso histórico del
Derecho mercantil, el sistema jurídico romano es prehistoria en el sentido de
génesis de la disciplina, pero con una influencia en el desarrollo de la misma
que justifica el tratamiento recibido en este lugar del Proyecto Docente.

1.1 Explique, a detalle, qué efectos tuvo la Revolución Francesa y la


Revolución Industrial en la citada evolución.

La Francia de 1799 era totalmente distinta a la de 1789. En apenas una


década, la Revolución había creado un estado completamente nuevo. De una
monarquía absolutista se había pasado a una república. Ya no había súbditos,
sino ciudadanos. La sociedad, antes capitaneada por aristocracia y clero, tenía
ahora en la burguesía su motor principal. Tan irreconocible estaba la nación y
tan original era el modo en que se había organizado que hubo de remontarse a
la Roma clásica para dar nombre a sus nuevas instituciones: Senado,
Consulado, Tribunado, Prefectura...

Las leyes y la economía, el arte y la ciencia, la educación, el ejército, el papel


de la Iglesia, la administración territorial... todos los aspectos del estado habían
cambiado respecto del Antiguo Régimen. E, inevitablemente, el modelo de esta
renovación integral se tomó como ejemplo en aquellas otras latitudes en que
también se perseguía la soberanía del pueblo en los asuntos colectivos, la
libertad política y la igualdad ante la ley. Francia estaba de estreno tras el
vendaval revolucionario y el mundo la miraba fascinado.

La hora de la burguesía

El establecimiento del régimen republicano en 1792 había abolido los


privilegios de casta imperantes desde la Edad Media. Con la caída del máximo
exponente de esta estructura feudal, el rey, desaparecieron derechos
arbitrarios, como el contundente peso político de los nobles sobre el resto de la
población. También se suprimieron los diezmos, esa parte de la cosecha que
se destinaba como tributo a la Iglesia o a la Corona, y se eliminó la primacía de
los hijos mayores en la herencia de las propiedades.

Los grandes beneficiarios de estos cambios fueron quienes los habían


provocado, los burgueses. En la práctica, la mejora de su situación se
manifestó en una redistribución, favorable a su clase, del poder político y la
propiedad privada. La posesión de bienes, libre de los condicionamientos
señoriales, hizo que cualquier francés económicamente independiente fuese un
elector y un posible miembro del gobierno del estado: un ciudadano.

Así, la antigua estructura de la sociedad, vertical y estanca, dio paso aun activo
esquema horizontal, donde cualquiera podía acceder a los cargos públicos y a
la propiedad. El país galo, donde las tierras y las riquezas pronto estuvieron
repartidas entre muchos más titulares que poco antes, se convirtió en el
europeo con mayor cantidad de pequeños propietarios.

Esta realidad socio económica tuvo su expresión política fundamental en la


constitución de asambleas de representantes. Los ciudadanos, mediante
elecciones, delegaban libremente su cuota de poder público en diputados que
abogaban por sus intereses. Estas cámaras, lo mismo que sus homólogas en
Estados Unidos, fueron los primeros antecedentes modernos de los actuales
parlamentos democráticos.

El mismo concepto igualitario se introdujo en la maquinaria impositiva. Tras la


Revolución, el sistema fiscal se rigió por contribuciones equitativas de la
ciudadanía, proporcionales a sus ingresos. El nuevo orden económico, fruto del
concepto de una nación participativa, tuvo su reflejo en una institución fundada
por Napoleón: el Banco de Francia. Todavía hoy encarna al estado galo en
materia monetaria, crediticia y de tesoro público.

El cielo, la tierra y el hombre

La Revolución también replanteó las competencias de la Iglesia y el Estado, en


el pasado compenetrados. Por un tiempo separó a este último de la religión,
sobre la base de las libertades de culto, conciencia y expresión. Prueba de este
nuevo enfoque fueron los derechos civiles que se concedieron a protestantes y
judíos, antes marginados. O, tras el concordato firmado por Napoleón, el trato
entre iguales entablado entre París y la Santa Sede.

En el campo administrativo, ya en 1790 se había reordenado el territorio en un


centenar de departamentos que barrieron la antigua división en señoríos. Los
departamentos estaban regidos por un consejo general y un presidente, dos
títulos de resonancias republicanas. En la era napoleónica –o de la
consolidación revolucionaria– sumaron a su organigrama un prefecto. Era un
delegado del gobierno central, que de este modo cohesionaba el tejido
burocrático del país, radial y con eje en la capital. La Francia actual mantiene
esta disposición.

Firma del Concordato entre la Francia revolucionaria y la Santa Sede, en el año


1801.
Como no podía ser de otra forma, la ideología fraternal de la Revolución se
dejó sentir con toda su fuerza en el tratamiento de las personas por parte de la
ley. La igualdad ante la justicia, la presunción de inocencia, la asistencia de un
letrado en los tribunales o el derecho de hábeas corpus (de libertad individual y
de protección ante las detenciones arbitrarias) fueron manifestaciones patentes
de la profunda transformación experimentada por el estado en temas
procesales.
El ejército no sufrió menos modificaciones. Ahora lo integraban ciudadanos
reclutados para defender la nación, no los intereses de la Corona. Si
demostraban talento y valor, podían convertirse en oficiales, antes un privilegio
de la aristocracia. Además, solían incorporarse a las fuerzas armadas mediante
levas masivas, precursorasd el servicio militar moderno.

Signos de una era nueva

Una sociedad que impulsaba cambios tan radicales como los que
desarticularon el Antiguo Régimen no podía ignorar la remodelación de la
educación. La formación de las nuevas generaciones en los ideales
revolucionarios era un asunto prioritario. Ya la Convención había establecido la
escolarización obligatoria y gratuita. Los gobiernos sucesivos prosiguieron este
camino para garantizar el acceso de todos los ciudadanos a los beneficios de la
instrucción, antes reservada a los estamentos que podían costearse la
enseñanza de forma privada.

De igual modo, se estableció un profesorado seleccionado a través de


exámenes, basado en el mérito intelectual, y no en las ventajas de la cuna o la
fortuna. Se fundaron, por otro lado, instituciones como la École Normale, el
Institut de France o la Universidad de Francia, determinantes en la preparación
de investigadores y docentes tan capacitados como laicos.

También se abrió a las masas la gran cultura. Las obras de arte, antes
enclaustradas para placer exclusivo de los poderosos que las encargaban,
fueron expuestas a la ciudadanía en espacios acondicionados expresamente
con ese fin. Había nacido el museo público. El más importante de ellos fue el
Louvre, ubicado en una antigua residencia real de París, cuyos cuadros y
esculturas fueron en otros tiempos patrimonio de monarcas y magnates.

El arte del momento también se hizo eco de los nuevos tiempos. Con la
Revolución triunfó el Neoclasicismo, que, con lienzos de Jacques Louis David o
Jean Auguste Ingres y mármoles y bronces de Antonio Canova o Bertel
Thordvalsen, imprimiría una monumentalidad grecorromana a los ideales
republicanos y los héroes del día, Napoleón el primero.
Los símbolos eran importantes. Había que borrar del inconsciente colectivo los
signos de la época superada. Se había adoptado la bandera tricolor que añadía
el rojo y el azul del blasón parisino al blanco de los Borbones, y se había dado
carácter de himno nacional a La Marsellesa. El mismo año de la composición,
dado que el rey no era válido como figura con que representar al estado nacido
de la Revolución, se encarnó a la patria en Marianne, una muchacha de
aspecto saludable tocada con un gorro frigio. Era la personificación de la
República francesa.

El eco de 1789 influyo en el movimiento revolucionario liberales encabezado


por Rafael Riego en España en 1820.

Por otra parte, el experimento galo influía notablemente en otros países. Lo


hacía mediante la guerra, con las conquistas napoleónicas, o bien como
modelo a seguir por aquellos pueblos que pretendían sacudirse de encima una
corona o independizarse de una metrópoli. La burguesía europea tomaba
buena nota de los progresos obtenidos en Francia. También las colonias
españolas en América aprendieron la lección.

En el primer caso, los ecos de la Revolución propiciaron plataformas liberales


que, en un momento u otro del siglo XIX, manifestaron sus reivindicaciones. El
año clave fue 1848, cuando las poblaciones de diversos países se levantaron
en armas contra sus jerarcas para lograr avances democráticos que rompieran
los lazos serviles heredados de la Edad Media. Pero el coletazo revolucionario
también pudo sentirse previamente, por ejemplo en la España de 1820. El
general Riego, cabeza militar del movimiento, acabó ejecutado, pero antes
consiguió que el absolutista Fernando VII jurara la Constitución gaditana de
1812 (aunque la rechazara luego).

La propia Francia volvió los ojos a su historia reciente cuando en 1830 se alzó
contra el desfasado despotismo de Carlos X. Los resultados logrados en
Hispanoamérica fueron más extremos y perdurables. Las corrientes
libertadoras protagonizadas por Simón Bolívar en el norte o por José de San
Martín en el sur actuaron inspiradas en cierto modo en la guía práctica que
supuso la Revolución Francesa para los republicanos de todo el mundo.

Aprovechando los efectos de la invasión napoleónica de la península ibérica,


arremetieron desde los primeros años del siglo XIX contra el poder colonial. Así
se consiguió la independencia de la Corona española en territorios que,
además, se constituyeron en repúblicas. La luz revolucionaria iluminó ese
amplio proceso de emancipación igualitaria.

De algún modo, el ciclo iniciado en Francia en 1789 continuó proyectándose en


el siglo XX con las revoluciones rusas de 1905 y 1917 o la mexicana de Zapata
y Pancho Villa. Y la estela de la Bastilla se prolonga hasta la actualidad,
cuando las democracias modernas se reconocen hijas, o al menos nietas, de la
Revolución Francesa. Lo mismo sucede con algunas recientes demandas
indigenistas y con toda reivindicación de autodeterminación y justicia social.

Incluso el concierto internacional que encarna la ONU puede considerarse


deudor del ideario de la libertad, la igualdad y la fraternidad. La Declaración de
los Derechos del Hombre adoptada en 1948 tuvo un valioso borrador en la del
Hombre y del Ciudadano de 1789. No en vano, la historiografía marca el ciclo
revolucionario como división entre Edad Moderna y Contemporánea, entre la
del absolutismo y la de la igualdad.

La Revolución industrial consistió en un conjunto de profundos cambios que


convirtieron una economía exclusivamente agrícola y comercial en una
economía industrializada. estos cambios fueron posibles gracias a la aplicación
de nuevas máquinas en la industria, que permitieron producir más en menos
tiempo y ahorrar en los costes.

Este proceso se inició en Gran Bretaña hacia 1760, aunque no cobró


importancia hasta 1870. más tarde se extendió a otros países europeos
(Alemania, Bélgica…). Esta fase se conoce como primera Revolución industrial.

Las causas o factores que dieron lugar a la revolución industrial fueron los
siguientes:

a) Revolución agrícola:

El rendimiento agrícola aumentó gracias a la aplicación de nuevas técnicas de


producción ( como el uso de fertilizantes), a la utilización de un nuevo
instrumental agrícola (sembradoras…) y a la concentración de las propiedades
para explotarlas de una forma más racional y rentable.

Además se mejoró la calidad del ganado y aumentó el número y tamaño de los


animales. La revolución agrícola proporcionó alimentos para la población y
abundantes materias primas para la industria.
b) El crecimiento de la población.

A lo largo del siglo XVIII tuvo lugar un crecimiento sostenido de la población,


aunque el ritmo aumentó a partir de 1740. La causa de este incremento fue la
disminución de la mortalidad, debido a las mejoras en la alimentación y la
higiene. el aumento demográfico ocasionó una mayor demanda de productos
agrícolas e industriales y proporcionó una mano de obra numerosa y barata
para la industria.

c) La expansión comercial y de los transportes

El comercio exterior británico obtuvo importantes beneficios gracias a los


intercambios con las colonias, y también fue la causa del crecimiento de
ciudades como Londres, Liverpool, manchester y Glasgow. el comercio interior
se benefició de la mejora de los medios de transporte, especialmente de los
canales y de las carreteras. el desarrollo del comercio produjo un excedente
económico que contribuyó a financiar la expansión industrial.

LAS PRIMERAS INDUSTRIAS Y LA REVOLUCIÓN DEL VAPOR

La Revolución industrial se inició en la industria textil, a la que siguió la


siderúrgica, y sólo fue posible gracias a la máquina de vapor.
La industria textil. Las innovaciones técnicas fueron constantes y permitieron la
mecanización del hilado y del tejido. Lo más importante, sin embargo, fue la
nueva organización del trabajo, que produjo la transformación de la
manufactura (las actividades industriales se realizaban a mano y con
herramientas muy básicas) en industria, caracterizada por la concentración de
los trabajadores y las máquinas en fábricas que pertenecían a un empresario.

Spinning Jenny

La industria siderúrgica. Se transformó gracias a la utilización de una nueva fuente


de energía, el carbón mineral o hulla, que sustituyó al carbón vegetal, y al empleo de
altos hornos. la industria siderúrgica proporcionó máquinas y herramientas para la
agricultura, la industria y los transportes.
La máquina de vapor. Ideada por James Watt, fue el invento más destacado de los
comienzos de la Revolución industrial. su repercusión fue enorme, ya que se pudo
emplear en la industria textil, la minería y la siderurgia. Posteriormente, se utilizó en los
barcos de vapor y, sobre todo, en el ferrocarril. Este último originó una revolución en
los transportes, al permitir que las comunicaciones fuesen regulares y rápidas,
conectar comarcas alejadas e impulsar el desarrollo del comercio y de la industria
siderúrgica.

EL DESARROLLO DEL GRAN CAPITALISMO ( Segunda Revolución Industrial)

A partir de 1870, se produjo en Europa, EEUU y Japón un fuerte desarrollo de la


actividad económica. Este período es conocido históricamente con el nombre de gran
capitalismo, o segunda fase de la Revolución industrial.

Factores del capitalismo industrial:

El capitalismo industrial se diferencia de la primera Revolución Industrial en el


surgimiento de nuevos factores que contribuyeron al crecimiento económico entre
estos factores destacan los siguientes:

a) Nuevas fuentes de financiación:


Hasta ese momento, para financiar las industrias se habían reinvertido los beneficios
empresariales. Sin embargo, para la instalación y renovación de las fábricas, que
exigían una maquinaria cada vez más compleja, eran necesarias grandes cantidades
de dinero. estas se consiguieron a través de los préstamos que la banca concedía a
las empresas, y también mediante la unión de capitales particulares, que dieron lugar
a sociedades de diversos tipos; entre ellas, la más habitual fue la sociedad anónima
( empresa perteneciente a numerosas personas que poseen participaciones(acciones)
y a cambio, reciben una parte proporcional de los beneficios.)

b) Concentraciones empresariales:
La concentración empresarial consistió en la unión de varias empresas con el fin de
limitar la competencia entre ellas. Para lograr este objetivo, los empresarios debían
evitar la superproducción (que provocaría un abaratamiento de los precios), establecer
precios fijos y buscar nuevos mercados.
La concentración empresarial adoptó dos formas:
Concentración vertical: las empresas que fabricaban productos diferentes, pero
complementarios, se fusionaban para controlar todo el proceso productivo (desde la
obtención de las materias primas hasta la distribución del producto).

Concentración horizontal. Las empresas dedicadas a una misma actividad industrial


(por ejemplo, varias siderurgias) se asociaban para evitar la competencia.

Estas agrupaciones terminaron dando lugar a monopolios: concesión otorgada por la


autoridad competente a una empresa para que lleve a cabo, en exclusiva, una
actividad industrial o comercial.

c) Internacionalización del mercado:


Se incrementaron las relaciones comerciales entre los países de todo el mundo,
aunque de un modo desigual, ya que las potencias industriales comercializaban sus
productos manufacturados, y el resto de los países suministraba las materias primas.
El desarrollo del comercio internacional se vio favorecido por el crecimiento de la
producción industrial, por la abundancia de metales preciosos (oro y plata)-
procedentes, sobre todo, de América del Norte, australia y África del Sur- y por el
progreso de las comunicaciones gracias al desarrollo del barco de vapor y del
ferrocarril y a la aparición del automóvil

d) Avances técnicos:
Se produjeron importantes avances técnicos, como el convertidor de Bessemer
utilizado para mejorar la producción de acero. Asimismo, se emplearon nuevos
metales como el níquel y el aluminio.
Entre los inventos más destacados están: teléfono, motor de explosión, cinematógrafo,
el dirigible…
Cinematógrafo de los hermanos Lumière.

e) Nuevas fuentes de energía:

La electricidad y el petróleo complementaron y , en ocasiones, sustituyeron al


carbón.

La electricidad se desarrolló gracias a que Edison inventó la bombilla y a que


Berges descubrió que podía obtenerse electricidad en centrales hidroeléctricas,
a partir de la fuerza del agua. Tuvo numerosas aplicaciones: alumbrado,
comunicaciones (teléfono, telégrafo) y transporte (tranvías eléctricos)

El petróleo adquirió importancia cuando empezó a utilizarse como combustible


en los medios de transporte. el primer pozo fue perforado en Estados unidos en
1859. el siguiente paso fue la creación de compañías dedicadas a la extracción
y refinado del crudo.

f) Nuevas ramas industriales

Entre las nuevas ramas industriales destacan las siguientes:

- Industria química: Ofrecía una gran diversidad de productos (abono, fibras


artificiales, productos farmacéuticos, explosivos, colorantes sintéticos…)

- Industria eléctrica: Fabricaba material eléctrico empleando grandes


cantidades de cobre y plomo. durante esta época surgieron sociedades
destacadas como Philips, Siemens, AEG y General electric.
- Industria alimentaria: la técnica del enlatado permitió la conservación y el
envasado de todo tipo de alimentos en latas herméticamente cerradas.

EXPANSIÓN 2ª REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

A los países que ya habían conseguido industrializarse en la primera fase de la


Revolución industrial (Gran Bretaña, Francia, Bélgica), se unieron en esta
segunda etapa otros países como Alemania, Rusia, EEUU y Japón. Sin
embargo no todos los países consiguieron crecer al mismo ritmo y nivel:

Gran Bretaña, que había sido la pionera de la primera industrialización perdió el


liderazgo al quedar anticuadas sus instalaciones y su maquinaria. a ello se unió
la falta de inversiones en las nuevas industrias (química y eléctrica)

Alemania conoció una expansión industrial espectacular debido a la utilización


de las nuevas tecnologías, al desarrollo de las nuevas industrias, al desarrollo
de la industria pesada, al fomento de concentraciones industriales y a las
medidas favorables adoptadas por el Estado, todo ello unido a una importante
financiación bancaria.

Otros países. Bélgica y Francia continuaron su industrialización, aunque este


último país lo hizo de forma lenta. Rusia consiguió industrializarse, aunque
tardíamente. Estados Unidos se convirtió en la potencia hegemónica de la
economía mundial. Japón logró industrializarse gracias a la intervención del
Estado, que aportó capital y medios técnicos.
3. CONSECUENCIAS DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL:

A) ECONÓMICAS: EL LIBERALISMO ECONÓMICO.

Con la Revolución industrial y el desarrollo del capitalismo se impuso un nuevo


sistema para regular la economía. Se trata del liberalismo económico, que se
basaba en la libertad de actuación en todos los sectores de la economía, tal y
como refleja la frase laissz faire, laissez passer (dejad hacer, dejad pasar). El
representante más destacado del liberalismo económico fue Adam Smith.

Los principios básicos del Liberalismo económico son los siguientes:

- El trabajo es la única fuente de riqueza.

- El interés personal favorece el interés de la colectividad (si un empresario


produce para enriquecerse a sí mismo contribuye, a la vez, a aumentar la
riqueza del país)
la actividad económica se regula por la ley de la oferta y la demanda, que
influye en la producción, los precios y los salarios. Así, si los compradores
(mercado) solicitan (demandan) un bien determinado, la producción del mismo
aumenta. Igualmente, el incremento de la demanda de un producto (sobre todo
si es escaso repercute en la subida de los precios y viceversa. La misma ley se
aplica a los salarios: cuanto mayor sea la oferta de mano de obra, más bajos
serán los salarios y al contrario.

- Los gobiernos no deben intervenir en los procesos de producción e


intercambio de bienes. La empresa privada ha de funcionar sin obstáculos y
tener la máxima iniciativa individual.

- El intercambio de productos debe ser libre, sin limitaciones por parte del
estado (librecambismo)

La aplicación del Liberalismo económico, y en especial la no intervención del


Estado en la economía, favorecía a los empresarios capitalistas, que pudieron
actuar sin ningún tipo de restricciones (despido libre, salarios bajos). Esta
situación originó graves injusticias sociales, que desembocaron en el
nacimiento del movimiento obrero.

B) SOCIALES:

Durante el siglo XIX se produjo un espectacular aumento de la población


europea debido al descenso de la tasa de mortalidad, fruto de los avances en
la prevención de enfermedades (descubrimientos en bacteriología) y al
incremento de las medidas higiénicas.

No obstante, a partir del último tercio del siglo, la población europea se


estabilizó a causa de la disminución de la tasa de natalidad.

La sociedad de clases: El enriquecimiento de la burguesía durante la


Revolución industrial trajo consigo la progresiva desintegración de la estructura
social característica del Antiguo Régimen.

Surgió una nueva sociedad en la que ya no era decisivo haber nacido en uno u
otro estamento, sino poseer dinero y riqueza, que se convirtieron en los signos
de identidad para clasificar a cada persona en una categoría social
determinada.
Se consolidó de esta forma, la sociedad de clases, caracterizada por:

- La movilidad social y la desaparición de los privilegios.

- el auge de la burguesía, que se convirtió en el grupo dominante en los


ámbitos político, social y económico.

- La aparición y el rápido desarrollo de una nueva clase social, el proletariado


urbano, constituida por los obreros industriales.

- La pertenencia a una u otra clase según se dispusiera de los medios de


producción (burguesía), o solo de la fuerza de trabajo, que se vendía por un
salario (proletariado).

EL MOVIMIENTO OBRERO

La desaparición de las antiguas formas de organización y protección de los


trabajadores (gremios), unida al desarrollo del liberalismo económico y, por
tanto, a la ausencia de intervención del Estado en la economía, dejó a los
trabajadores a merced de la voluntad de los empresarios. Estos establecieron
unas condiciones de trabajo que pueden resumirse en:

a) Jornadas laborales muy largas, en ocasiones de hasta 16 horas, bajo una


disciplina durísima (cualquier infracción o descuido se penaba con multas, que
reducían aún más el salario).

b) Ausencia total de seguridad e higiene en el trabajo, lo que ocasionaba


enfermedades crónicas (en las minas, en la fábrica con productos tóxicos…) y
continuos accidentes laborales.

c) Trabajo infantil. Los niños trabajaban en las minas y en las fábricas en las
mismas condiciones que los adultos.

d) Bajos salarios, en general, y en particular en el caso de las mujeres y los


niños. Los empresarios pagaban salarios bajos porque abundaba la mano de
obra a causa del crecimiento de la población; y se empleaban máquinas, que
realizaban el trabajo que antes habrían desempeñado varios trabajadores.

e) Despido libre, sin derecho a indemnizaciones ni al cobro de desempleo.


f) Inexistencia de vacaciones y de seguridad social, que cubriera los períodos
de baja por enfermedad y la propia asistencia médica.

g) Prohibición a los obreros de asociarse para defender sus derechos, lo que


dificultaba su lucha para mejorar su situación laboral.

Los comienzos del movimiento obrero:

Poco a poco, los obreros empezaron a ser conscientes de la necesidad de


unirse y actuar para modificar sus pésimas condiciones laborales. Surgió así el
movimiento obrero.

Las primeras reacciones contra esta situación se produjeron en el Reino Unido,


y las protagonizaron grupos de obreros que destruían las máquinas como
forma de protesta. Este movimiento se denominó ludismo. En 1812 se
promulgó una ley en la que se establecía la pena de muerte para quien
atentara contra las máquinas.

El movimiento obrero avanzó a partir de la creación de las Trade Unions,


asociaciones locales de trabajadores de un mismo oficio que trataban de
obtener mejores condiciones de vida y trabajo. estas asociaciones fueron
consideradas ilegales por el Gobierno y, por tanto, perseguidas.

Las reivindicaciones de los trabajadores para conseguir reformas comenzaron


a llegar al Parlamento británico. Destacó el movimiento conocido como
cartismo, llamado así porque una asociación de trabajadores envió al
Parlamento la denominada Carta del Pueblo (1838), con peticiones políticas
favorables a los obreros. El Parlamento rechazó sus demandas y sus
principales líderes fueron encarcelados.

También otros movimientos criticaron los problemas sociales generados por la


industrialización. Entre ellos figuraba el socialismo utópico, una corriente
ideológica opuesta al capitalismo, que pretendía lograr la intervención del
Estado en la economía para mejorar las condiciones de los trabajadores. El
socialismo utópico no se desarrolló porque fracasaron los intentos de aplicarlo.
Saint-Simon proponía una revolución social que mejorara las condiciones de
vida de las clases más humilde.

Charles Fourier propuso una nueva sociedad basada en cooperativas de


producción (falansterios) donde los obreros pudieran vivir y trabajar.

Robert Owen fundó una cooperativa en su fábrica de Escocia (New Lanark),


con escuelas, economatos, etc., y redujo la jornada laboral de los trabajadores.

EL DESARROLLO DEL MOVIMIENTO OBRERO

Desde mediados del siglo XIX, el movimiento obrero adquirió un nuevo auge
gracias al desarrollo de nuevas formas de lucha, a la aparición de ideologías de
tendencia anticapitalista y a las nuevas formas de organización de los
trabajadores. De entre todas ellas destacaron:

- El progreso del sindicalismo, por el que los obreros se asociaban para


organizar la lucha o la negociación de los empresarios y con el Estado, con el
fin de obtener mejores condiciones laborales.

- El uso de la huelga general como medio de presión. Sin embargo, tanto las
huelgas como los sindicatos se consideraban ilegales, por lo que los sindicatos
tuvieron que llevar a cabo sus actividades en la clandestinidad hasta que se
legalizaron, en casi todos los países de Europa, a finales del siglo XIX.

- La aparición y la propagación de dos ideologías revolucionarias, el marxismo


y el anarquismo, que deseaban la destrucción del capitalismo, al que
consideraban responsable de la explotación de la clase obrera.

- La fundación de las Internacionales obreras.

Marxismo y anarquismo

El marxismo es una teoría política y económica basada en el pensamiento de


Friedrich Engels y Karl Marx y desarrollada en El capital, obra de este último.

La ideología marxista propugnaba un cambio en las relaciones económicas,


sociales y políticas a través de la lucha de clases. La clase obrera debía
enfrentarse a la burguesía, lograr su desaparición y conquistar el poder
implantando la dictadura del proletariado. Una vez alcanzado el poder, se
desmontaría el sistema capitalista y se colectivizarían los medios de
producción, es decir, se pondrían al servicio de toda la comunidad. De esta
forma se transformaría la estructura de la sociedad, porque se llegaría a
implantar una sociedad sin clases en la que ya no habría opresores ni
oprimidos.

LAS INTERNACIONALES OBRERAS

Las internacionales obreras surgieron en la década de 1860, cuando los líderes


obreros de distintos países europeos, conscientes de que los problemas que
afectaban al proletariado eran los mismos en todas las naciones, se plantearon
la necesidad de asociarse para que sus reivindicaciones y su lucha tuvieran
más fuerza. Así, por ejemplo, se pretendía acabar con la costumbre de la
patronal de contratar obreros de otro país cuando había una huelga en un
sector concreto (minero, siderúrgico…) o una huelga general. El objetivo era
crear un clima de solidaridad entre los trabajadores.

Durante esta época se desarrollaron dos Internacionales obreras:

1. La Primera Internacional o Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) se


fundó en Londres en 1864, pero desapareció muy pronto (1876) a causa,
principalmente, de la persecución que sufrió por parte de los gobiernos de los
países por los que se extendió, que reprimieron con dureza las huelgas y
manifestaciones obreras, y también por disputas entre marxistas y anarquistas
sobre los métodos de lucha. Así, los marxistas deseaban intervenir en la vida
política a través de los partidos políticos, y los anarquistas creían que se debía
actuar por medio de los sindicatos. Finalmente, los anarquistas fueron
expulsados de la Internacional.

2. La Segunda Internacional se fundó en París en 1889. Su principal


reivindicación fue conseguir la jornada laboral de ocho horas y para ello
estableció el 1 de mayo como día internacional de protesta. La Segunda
Internacional también desapareció pronto, debido a la creciente tensión política
que existía en Europa y que acabó desembocando en la Primera Guerra
Mundial. El estallido de la contienda supuso el fracaso de la Internacional, ya
que los obreros de cada país se pusieron de parte de sus respectivos
gobiernos en la guerra anteponiendo, así, los intereses de sus países a sus
intereses como clase, lo que los desunió a escala internacional.

1.2 Explique, a detalle, la evolución Histórica en Venezuela del


Derecho Mercantil.

Evolución Histórica del Derecho Mercantil Venezolano. Al hacer un análisis


histórico de la evolución del Derecho Mercantil Venezolano, perfectamente se
pueden determinar dos penodos definidos. El primero, que se inicia en la época
de la colonia hasta el año de 1862, y el segundo, desde ese año hasta nuestros
días. El primer periodo estuvo representado por las leyes y ordenanzas entre
las cuales se menciona entre otras las de Bilbao de 1520 y la más completa de
1737; la Resolución del 10 de septiembre de 1821 que declaró "contraria al
derecho de propiedad la concesión moratoria en perjuicio y contra la voluntad
de los acreedores" para negar a los Magistrados de la República, la posibilidad
de ejercer esa prerrogativa; la Ley del 10 de julio de 1824, de contenido
procesal, en la cual se determinaba el modo de conocer, sustanciar y
determinar las causas comerciales. Estructurada la República, y después de
varios intentos, se logró promulgar el primer Código de Comercio, el 15 de
febrero de 1862, orientado fundamentalmente por el Código de Comercio de
Francia, de 1808 y por el español de Se iniciaba así el proceso de codificación
de la materia comercial, en un periodo donde propiamente podemos hablar de
la promulgación de un nuevo Código (1873) y de varias Reformas, con la más
reciente del año 1955, fecha en la cual se introducen las sociedades de
responsabilidad limitada, lo cual a nuestro entender, es lo más significativo de
dicha Reforma.

308 ELY SAÚL BARBOSA PARRA Pero al lado de estas Reformas que todas
han conducido a actualizar el derecho con la evolución práctica, se han
promulgado unas cuantas leyes, atendiendo a su especialidad; unas
corresponden a la materia de Seguros, como la Ley de Empresas de Seguros y
Reaseguros, y sus diversos Reglamentos y disposiciones complementarias;
otras a la actividad bancaria disciplinada en parte por la Ley General de Bancos
y otros Institutos de Crédito, al lado de otras leyes, que disciplinan también la
actividad crediticia relacionada con el Sistema Nacional de Ahorro y Préstamo,
a la actividad industrial, con la Ley de Propiedad Industrial, la Ley de la
Navegación, etc. Es decir, existe actualmente un conjunto de leyes especiales,
todas ellas destinadas a integrar la disciplina, la actividad comercial. Esto nos
da una idea, que al igual como ocurre en todos los países, tanto los que se
encuentran en pleno desarrollo como en aquellos que están dentro de esa
meta, la materia comercial, cada día se hace más compleja y por lo tanto
requiere un cuidadoso orden jurídico que constantemente se está
enriqueciendo, no sólo con el Código de Comercio, sino también por Leyes y
Decretos orientados hacia el tratamiento jurídico integral de las institucioces
comerciales, nacidas de la evolución del comercio como elemento de desarrollo
de las instituciones socio-económicas del país. Ahora bien, <cuál es el
contenido de todo ese cuerpo normativo? Para su concepción tenemos
necesariamente que enfocar su estudio desde los dos puntos de vista
tradicional para ser consecuente con nuestro esquema normativo: el Derecho
Privado y el Público. 2. El Derecho Mercantil en el Sistema del Derecho Privado
y sus diversas incidencias ante el Derecho Civil. En todos los países en los
cuales el derecho tiene un origen romanista, es común la afirmación que el
Derecho Mercantil es una desrnembración del Derecho Civil. Afirmación que se
hace en base a documentos y hechos históricos, todos los cuales nos despejan
cualquier duda que al reípecto se pueda suscitar. Pero ocurre que con el andar
histórico, todos lo sabemos, que el binomio comerciante-comercio que motivó
el surgimiento del Derecho Mercantil como rama autónoma y con la evolución
de las instituciones económicas, sociales, políticas y religiosas, las cosas han
cambiado notablemente y ya ese derecho desmembrado, actualmente tiene
una posición distinta de su derecho matriz. Ciertamente si en un primer
momento, el Derecho Mercantil en su concepción universal estuvo integrado
por la disciplina del ejercicio de la actividad comercial que sirvió de base a la
concepción del sistema objetivo, o del comerciante que dio paso al sistema
subjetivo; actualmente esa posición ha cambiado sensiblemente, ya que la
actividad comercial en Venezuela.

DERECHO MERCANTIL VENEZOLANO: NUEVOS CONCEPTOS 309 zuela, y


creo que también en casi todos los países del universo, ya no es de la
exclusiva competencia del ejercicio de una clase determinada sino que
cualquier ciudadano, independientemente de su legítima profesión, realiza
constantemente, directa o indirectamente actividades comerciales. Esto nos
indica, que la actividad comercial se ha generalizado. Pero esta generalización
ha conducido a que ciertas categorías de normas hayan dejado su ubicación
originaria, para pasar a integrar el normativo del Derecho Común, o sea el
Código Civil, como instrumento en el cual se encuentran codificadas todas las
normas que disciplinan las actividades de común ejercicio por la colectividad.
Este fenómeno que la doctrina mercantilista extranjera y también la nacional lo
ha denominado, la comercialización del Derecho Civil, se ha reflejado en
nuestro Código Civil al precisar ciertos principios, bajo esa concepción de
orden común, de instituciones comerciales como son la contabilidad, los
contratos celebrados por los factores o dependientes, las particulares reglas
sobre la venta bajo sus diversas modalidades, los principios sobre el Derecho
de Sociedades, títulos valores, contrato de transporte, etcétera. Todo esto nos
conduce a afirmar que el Derecho Mercantil Venezolano, desde este punto de
vista se encuentra en una etapa de franco proceso generalizador de principios
aplicables a toda actividad económica. Pero al lado de esta posición que va
poco a poco asumiendo el Derecho Mercantil, nos encontramos por otra parte,
que dentro de la actividad práctica comercial, ha tomado un verdadero auge la
concepción de la empresa como organismo idóneo para explotar las
actividades comerciales. O sea dentro del ámbito nacional, se ha tomado una
especie de conciencia de que la organización es uno de los presupuestos
básicos para emprender el desarrollo de cualquier actividad económica y
particularmente comercial. Esto significa que la concepción de la empresa
desde este punto de vista, ya ha sido incorporada en varios textos legales de
naturaleza comercial, como son por ejemplo las Leyes de Bancos y otros
Institutos de Crédito; la de Empresas de Seguros y Reaseguras, la de Mercado
de Capitales, etc., y también en las leyes laborales. La realidad entonces nos
está conduciendo a que se deje a un lado la concepción tradicional del
comerciante o del acto de comercio como uno de los fundamentos del Derecho
Mercantil. Y como consecuencia de la evolución del comerciante nacional e
internacional, han surgido a nivel práctico una serie de negocios que aún no
han encoritrado la correspondiente disciplina legal como es por ejemplo el caso
de los contratos estimatonos, los contratos bursátiles, suministro, los bancarios
(no considerando la cuenta corriente dentro de esa categoría) la tarjeta de
crédito, etc., lo cual no obliga a resolver los diversos problemas que a propósito
de dichos contratos se presentan, remitiéndonos a los

principios de los otros contratos que le son aplicables atendiendo al método de


interpretación de la materia comercial. Quiere decir entonces, que el Derecho
Mercantil Venezolano en el orden del Dereho Privado y particularmente ante el
Derecho Civil, ha cambiado su posición de la concepción tradicional que se
estableció bajo la orientación del sistema objetivo en su primera codificación
del año de Y esa modificación en el espacio y en el tiempo no es obra del azar
sino de la evolución misma de todas las instituciones que inciden en el
fenómeno del comercio, lo que naturalmente implica que se vaya tomando
paulatinamente otro concepto de lo que en verdad hoy en día representa el
Derecho Mercantil, o sea que propiamente, el Derecho Mercantil no es el
derecho de una clase o de una actividad económica determinada ejercida por
una clase en especial, sino que se corresponde con la disciplina que orienta y
ordena una determinada actividad económica, cuyos sujetos impulsadores los
constituyen en primer término aquéllos que se dedican profesionalmente al
ejercicio de la actividad comercial, que son los empresarios, y aquellos otros
sujetos que sin ser empresarios, también contribuimos directa o indirectamente
al desarrollo de esas actividades económicas, pero que también nos
beneficiamos del comercio lo que finalmente entonces nos permite concluir,
que el Derecho Mercantil al lado de su concepción económica que siempre ha
tenido, se destaque actualmente también su contenido social, lo cual se ha
manifestado por el contenido social de ciertas leyes especiales de naturaleza
comercial y por los diversos documentos, producidos por el máximo organismo
empresarial de Venezuela, la Federación de Cámaras de Comercio y de
Industria, conocido por las siglas FEDECAMARAS. 3. El Derecho Mercantil
ante el Derecho Público y sus recientes innovaciones. Uno de los fenómenos
más interesantes que se han observado en Venezuela, es el caso de la
actividad comercial compenetrada con las Instituciones Públicas. Conviene
recordar, que el Derecho Mercantil, siempre ha tenido en sus principios un
contenido público, como es el caso de la jurisdicción comercial, el Registro de
Comercio, etc., al lado de las expresas disposiciones en las cuales se le
permite al Estado, por medio de los organismos administrativos competentes,
vigilar el cumplimiento de los requisitos legales establecidos para la
constitución y funcionamiento de las compañías anónimas y sociedades de
responsabilidad limitada y leyes especiales en las cuales se hace cada día
notoria más la intervención estatal. Pero ocurre que recientemente, como
consecuencia de la nacionalización de la Industria y el Comercio de los
Hidrocarburos, se han consti-

DERECHO MERCANTIL VENEZOLANO: NUEVOS CONCEPTOS 311 tuido


empresas estatales, mediante Decreto, las cuales han sido =vestidas con la
forma de sociedad anónima, sin que para ello hubiese mediado el contrato de
sociedad, como es lo ordinario en la formación del acto asociativo. Es decir, se
han constituido empresas, como por ejemplo, "Petróleos de Venezuela", sin
mediar ningún contrato de sociedad. Se ha constituido una sociedad
unipenonal. A nosotros, los que estamos ubicados dentro del área del Derecho
Privado nos ha llamado profundamente la atención este paso legal, ya que si
bien es cierto, que esto no es nada nuevo, porque ya ha sido aplicado en otros
países, concretamente en los Estados Unidos, que creo que en quince (15)
Estados de la Unión, ya han permitido la constitución de sociedades
unipersonales, y asimismo en otros países anglosajones, esa posibilidad es
para toda clase de empresa, tanto pública como privada, en Venezuela, esa
facultad se la ha arrojado únicamente el Estado. Los particulares, o mejor dicho
la empresa privada continúa con el procedimiento ordinario, del otorgamiento
de un contrato de sociedad, la cual puede, eso si, convertirse más adelante en
una sociedad unipersonal, por permisión que al respecto hace el artículo 341
del Código de Comercio. Y este nuevo paso lo está haciendo también
extensivo al transformar Institutos Autónomos, como era el caso del Instituto
Venezolano de Petroquímica, en Sociedad Anónima. Por otra parte, al lado de
este nuevo fenómeno que naturalmente incide en la concepción del tradicional
Derecho Mercantil observamos que se dictan constantemente Leyes y
Reglamentos, orientados por la política integracionista del Pacto Andino y del
Sistema Económico Latinoamericano, como es el caso de la Ley del Mercado
de Capital, Reglamento del Sistema de Seguro o la Exportación, y toda esa
serie de ratificaciones, acuerdos y convenios dirigidos a disciplinar la política
integracionista latinoamericana. Todo esto, nos indica entonces, que asistimos
a un verdadero proceso de coparticipación en el ejercicio de actividades
comerciales, tanto por el sector privado como por el Estatal. Lo cual nos indica
asimismo, que siendo esta la actual orientación que se obsewa en el sistema
jurídico comercial venezolano, ya en este sentido no se priede continuar
hablando de un derecho mercantil, circunscripto únicamente al comerciante,
como empresa privada, sino que se quiera o no ese calificativo hay que hacerlo
extensivo a la Empresa Estatal, aún cuando exista el Artículo 7" del Código de
Comercio, que establece: "La Nación, los Estados, el Distrito Federal, los
Distritos y los Municipios no pueden asumir la cualidad del comerciante, pero
pueden ejecutar actos de comercio; y, en cuanto a estos actos, quedan sujetos
a las leyes mercantiles".

312 ELY SAÚL BARBOSA PARRA Según esta norma, el Estado no puede
adquirir en ningún momento la condición jurídica de comerciante. Y creemos
que tiene que ser así, porque sus fines son otros, y no precisamente, los
comerciales. Pero lo que debemos destacar es que esa norma, la realidad se
ha encargado de señalarle o imprimirle un nuevo enfoque, ya que si bien es
cierto que el Estado en su condición directa y personal no puede asumir la
condición jurídica de comerciante, aún ejecutando actos de comercio, las
empresas en las cuales él es su único propietario en virtud de ser el titular de
todas las acciones, y además de ejercer el comercio, tomando una figura que
es creación del Derecho Comercial, nos preguntamos entonces si una empresa
estatal, que tiene además de su forma comercial, tiene también su objeto
principal que es la comercialización del producto, será o no esa empresa
comercial? Si hacemos un razonamiento riguroso del planteamiento del
problema, la respuesta tiene que ser necesariamente afirmativa. Y si es
afirmativa, entonces el Estado a través de la constitución de sociedades
anónimas unipersonales, habrá adquirido la condición jurídica de comerciante,
y si esta es la conclusibn a que se llega, debemos entonces admitir, que el
preindicado Artículo 7? ya no tiene un vigor pleno, porque ya la realidad ha
cambiado. Todo esto entonces, nos conduce a afirmar también que las
actividades comerciales, ya no son ejemidas únicamente por los participantes
sino que de acuerdo a las exigencias del interés nacional o de la colectividad,
también serán ejercidas por el Estado a través de los distintos organismos que
crea para llevar a efecto el ejercicio de dichas actividades comerciales. Por eso
si antes de observar este fenómeno, se afirmaba que atendiendo a la
participación del Estado en el desarrollo y ejercicio de las actividades
comerciales y al número de instituciones de Derecho Público que contiene el
Código de Comercio, se calificaba ese fenómeno de la "publiciwción del
Derecho Mercantil", creemos que hoy en día se justifica aún más tal calificativo.
Lo cual, al igual como lo señalamos cuando analizamos el punto anterior,
creemos que, a nuestra manera de interpretar este fenómeno, la realidad
política y socioeconómica, nos están conduciendo virtualmente a un nuevo
sistema de Derecho Comercial, o tal vez, estemos en los umbrales del
denominado derecho económico, del cual si bien es cierto aún no se tiene una
definición acabada de su contenido pero si se tiene del significado de su
lineamiento general.

Conclusión De tal manera que si hacemos una recapitulaciln de lo que hemos


precisado en esta ponencia, tendremos que puntualizar lo siguiente:
Ciertamente el Derecho Mercantil Venezolano, se encuentra en un período
cuya orientación actual aún no se puede precisar, originado fun-
DERECHO MERCANTIL VENEZOLANO: NUEVOS CONCEPTOS 313
damentalmente por las series de factores políticos, económicos y sociales que
han surgido en los últimos años, destacándose dentro de estos factores: a) el
proceso de integración como política de superación de los paises
latinoamericanos que al vincularse en el trazado de políticas económicas,
tienden a ordenar sus respectivas leyes comerciales, lo cual incide en la
concepción de la materia comercial; b) La constante generalización del ejercicio
de las actividades comerciales que impulsan el nacimiento de nuevos contratos
y nuevas formas de contratación; c) la estriicturación de la empresa como
organismo idóneo para llevar a cabo el ejercicio de las actividades comerciales
sea ya esta empresa concebida dentro del área pública o privada, con su
proyección tanto al área económica como en la laboral. Estos factores desde
hace cierto tiempo vienen preocupando al Estado Venezolano, lo cual se ha
reflejado en proyectos de leyes presentados al Conxreso Nacional en el año de
1962, relacionados con la Reforma del Código de Comercio y el de la
Unificación de las Obligaciones y Contratos Civiles y Mercantiles, mediante la
reforma del Código Civil, y con la reciente creación de una Comisión por parte
del Ministerio de Justicia, según resolución No. 24 del 28 de septiembre de
1976 y por disposición del ciudadano Presidente de la Repíiblica, encargada
dicha Comisión de reformar el Código de Comercio y de integrar en éste todas
las materias de la misma índole que se encuentren dispersas en otros
ordenamientos legales. Es decir, el Derecho Mercantil Venezolano, se
encuentra en un proceso de revisión y los que nos dedicamos a su estudio, nos
encontramos estudiando esta serie de factores a fin de ordenar bajo una
concepción clásica y orientadores los principios que integrarán el nuevo
Derecho Mercantil Venezolano, Y sobre este delineamiento es que
particularmente pienso, que al tener como centro dentro del contexto
económico y jurídico a la empresa, y al proyectarse la empresa como
organismo en virtud de la cual el comerciante puede desarrollar su actividad
comercial, el Derecho Mercantil tiene principios orientadores que nos permiten
afirmar entonces que constituye una ciencia jurídica que estudiará a la
empresa, pero al mismo tiempo a su sujeto impulsador, el empresario, y al lado
del empresario, toda una serie de elementos y contratos que naccn del
desarrollo de la actividad comercial, pero todo esto, surge con una
particularidad, y es que la integración latinoamericana se encuentra
directamente vinculada al desarrollo de ciertas áreas de producción y de
desarrollo, lo cual incide al mismo tiempo en la inte~gración del capital que no
se puede invertir libremente, sino mediante la vigilancia y fiscalización del
Estado. Se crea así un Estado interventor no ya para la protección de un
interés colectivo dentro de determinada área comercial, sino el interés nacional,
entendido bajo la concepción estatal.

ELY S.XÚÚL BARBOSA PARRA El Derecho Mercantil, naturalmente en estas


condiciones, se convierte en una disciplina jurídica que dista mucho de su
concepción tradicional, por razones, es que nos atrevemos a afirmar, que el
Derecho Mercantil Venezolano, constituye actualmente un derecho
fundamental privado, pero que al mismo tiempo está integrado además de los
tradicionales principios de Derecho Público, por los nuevos principios
inspirados por la protección del interés colectivo y nacional con un empresario
organizado hacia una proyección latinoamericana, teniendo al sustratum de la
empresa como medio para llevar a cabo el ejercicio y desarrollo de su actividad
comercial. Y sobre esta concepción creemos que se plantea de nuevo, el ya
viejo principio de la unificación de ciertas instituciones de Derecho Mercantil
Latinoamericano, y fundamentalmente, por los que se comporten comunes
principios de integración. En base a este plantemiento, nos acercamos
entonces, a un Derecho que la evolución de las instituciones socioeconómicas
y políticas; lo han colocado en una posición que le permite contribuir con sus
propios principios a la formación de un nuevo Derecho de la Integración que si
bien es cierto que aún tiene una estructura definida en sus fundamentos
autonómicos, creemos que la presión integracionista, contribuirá de manera
determinante a que se tenga de él, una concepción definida, tanto en sus
fundamentos como en su fisiología.

2.- La Superintendencia para la Protección y Promoción de la Libre


Competencia deVenezuela (PROCOMPETENCIA), emite La resolución N°
SPPLC/008-2009referente al caso de Nestlé Venezuela S.A. y Chocolates
el Rey C.A.Responda:2.1 Explique lo que trató la citada Resolución.

2.2 Explique, a detalle basado en su respuesta 2.1, la base legal que fue
utilizada en su argumentación.

2.1Citada Resolucion

La Superintendencia para la Promoción y Protección de la Libre Competencia


(Procompetencia), organismo adscrito al Ministerio del Poder Popular para el
Comercio, negó a la empresa Nestlé Venezuela S.A., la compra mayoritaria de
las acciones de Chocolates El Rey C.A, evitando así el fortalecimiento de
prácticas y conductas monopólicas que pueden impedir, restringir o limitar el
comercio en este rubro.

El viceministro de Comercio Interior y superintendente de Procompetencia,


Rosauro León, explicó que permitir a Nestlé adquirir a Chocolates El Rey, así
como lo hizo en el pasado con la Savoy, que también era una empresa
nacional, va en detrimento de la industria venezolana en el sector del cacao,
aun más cuando somos unos grandes productores de este rubro.

El pasado 14 de septiembre fue publicada por la Superintendencia para la


Protección y Promoción de la Libre Competencia en Venezuela
(Procompetencia) la Resolución más reciente en materia de concentraciones
económicas. La Resolución N° SPPLC/0008 – 2009 está relacionada con la
operación propuesta por las empresas Nestlé Venezuela S.A. (en adelante
Nestlé) y Chocolates el Rey C.A. para que la primera adquiriese entre el 70% al
100% de las acciones de la segunda, operando la chocolatera como una
subsidiaria propiedad de Nestlé.

La operación se presenta de acuerdo a lo dispuesto en el Reglamento N° 2 de


la Ley para Promover y Proteger el Ejercicio de la Libre Competencia (LPPLC),
la cual tiene como objeto “desarrollar un régimen de evaluación y control de las
operaciones de concentración económica, en ejecución de la norma contenida
en el artículo 11 de la Ley para Promover y Proteger el Ejercicio de la Libre
Competencia” (art.1 del Reglam. N°2)
Las concentraciones económicas dan lugar a modificaciones en la estructura
de los mercados, haciendo, como su nombre lo indica, que se “concentre” una
mayor participación de mercado en la empresa resultante de la operación o
bien por la composición accionaria final de las partes involucradas. Es por ello,
que tal operación es vista como una de las prácticas prohibidas por la LPPLC,
en la medida que generen efectos restrictivos sobre la competencia o
produzcan situación de dominio en todo o parte del mercado (art. 11 de la
LPPLC).

El pronunciamiento que la máxima autoridad de la Superintendencia emite, se


basa en un extenso análisis de elementos relacionados a los mercados que
posiblemente serán afectados por la operación de concentración económica.

En el caso citado, la evaluación de la operación propuesta partió por definir


como mercados relevantes (susceptibles a ser afectado por el aumento del
control por parte de Nestlé) los siguientes: 1. Mercado de Modificadores
Lácteos con Sabor a Chocolates, 2. Mercado de Ingredientes para
Restauradores, y 3. Mercado de Ingredientes para el Consumidor Final, todos a
nivel nacional.

Como segundo paso, se evaluó el nivel de concentración en cada uno de los


mercados relevantes en la actualidad (sin la operación) y se calculó la
estimación del grado de concentración considerando que se realiza la
operación.

El grado o nivel de concentración del mercado es un indicador que permite


evaluar la estructura del mercado, y en la mayoría de los casos se estima en
función de las participaciones de las empresas involucradas en él (pag. 58 Res.
N° SPPLC/0008 – 2009). En todos los mercados relevantes, la
Superintendencia encontró que los mismos se encontrarían altamente
concentrados luego de la operación.

Seguidamente, se realizó la evaluación de las barreras a la entrada o las


condiciones de acceso al mercado, análisis de crucial importancia para
determinar si la posibilidad de que nuevos competidores puedan tener acceso a
los mercados relevantes de manera tal de aumentar los niveles de competencia
luego de la operación. En la medida que sea posible dicha participación
potencial, menores serán los efectos nocivos de la operación en los mercados
relevantes.

En este sentido, se consideran las barreras o limitaciones del tipo técnicas,


arancelarias, y económicas, tales como: acceso a canales de distribución,
diferenciación del producto, acceso a materias primas, acceso a tecnologías,
economías de escala, permisologías, licencias, entre otras.

El análisis publicado por la Superintendencia sobre este aparte no muestra


grandes detalles o los niveles de profundidad requeridos para abordar ítems
tan especializados, no obstante, la Superintendencia “encontró barreras de
entrada a los mercados objeto de la operación de concentración económica,
que limitan la posibilidad de que una nueva empresa pueda acceder a ellos”
(pag. 66. Res. N° SPPLC/0008 – 2009).

La evaluación de la operación, también pasa por analizar el grado de


competencia en los mercados relevantes, una vez que la concentración puede
exponer las condiciones para realizar las prácticas que más impacto negativo
pueden tener en la competencia: prácticas colusorias y abuso de poder de
mercado.

En este apartado, la Superintendencia muestra que dado los resultados de alta


concentración que se pueden generar por la operación, la empresa Nestlé
Venezuela, S,A., que ya cuenta con un alto nivel de participación de mercado
para ingredientes para el consumidor final en el orden de 69 %, puede
encontrar la posibilidad de influir unilateralmente en las condiciones de
comercialización. Asimismo, las empresas competidoras se constituirían en
seguidoras, emulando una posible política de precios de Nestlé hacia el alza de
los precios. En la Resolución publicada no se comenta sobre el grado de
competencia en el resto de los mercados relevantes.

Finalmente, se considera si la operación genera eficiencias en el mercado, a


pesar de sus potenciales efectos nocivos para la competencia. Por ello, de
acuerdo a los Lineamientos para la Evaluación de las Operaciones de
Concentración Económica, se analiza si se pueden generar economías de
escala, mejor integración de las instalaciones productivas, especialización de
las plantas, menores costos de transporte, y eficiencias similares relacionadas
con las operaciones de producción, servicio o distribución de las firmas
concentradas u otros beneficios que, en general, son beneficiosos para la
sociedad. Esto último es importante ya que se busca que las eficiencias
generadas sean trasladables hacia los consumidores y no que se limiten a ser
meras ventajas para las partes involucradas en la operación.

Del estudio realizado al Informe consignado ante Procompetencia sobre las


eficiencias de la operación, la institución desprende que “que los aportes que
se obtendrían producto de esta operación de concentración económica, son de
carácter privado, cuyo traslado efectivo hacia las personas no fue comprobado”
(pag. 78 de la Resolución). Asimismo, las partes alegan que la operación
permitirá ahorros importantes en los gastos de comercialización, lo cual fue
atado por la Superintendencia a una posible reducción del personal empleado
en Chocolates el Rey, estando la operación en contra del interés público.

La incorporación en el análisis del potencial despido de trabajadores es un


elemento interesante dentro del esquema de valoración de los efectos que
puedan afectar el interés público, y en el presente caso, la Superintendencia se
inclinó por concluir que son más los beneficios privados que se generan de la
operación que los que puedan mejorar la posición de los consumidores o del
colectivo. Es así, como se concluyó que la operación no es favorable en las
condiciones planteadas
3.- Los contratos se elaboran, en lo formal y la legalidad, como es lógico
entender, para abarcar las diversas y posibles transacciones; entre éstos
están el de compra, el de venta y el de arrendamiento.

Tradicionalmente, los contratos han sido clasificados, en cuanto a su


formación, como contratos entre presentes y contratos entre ausentes o por
correspondencia, utilizando una terminología que inducía a error y pecaba de
esquemática. Por esto, modernamente se ha propuesto una clasificación
diferente, que no pone el acento en la situación de las personas, sino en el
tiempo.

CLASIFICACIÓN DE LOS CONTRATOS.

Contratos unilaterales y bilaterales.

La bilateralidad o unilateralidad del contrato no se refiere al número de partes


que intervienen en el mismo sino al de obligaciones que el contrato crea, así
como a su estructura. (DÍEZ-PICAZO Y GULLÓN).Desde este punto de vista,
de acuerdo con los vínculos que producen, se clasifican en

unilaterales y bilaterales.

a)Los contratos unilaterales sólo originan obligaciones para una de las partes
contratantes. Ej. En la donación, contrato unilateral por excelencia, el único
obligado es el donante que tiene que entregar la cosa al donatario. En la
compraventa, por el contrario surgen obligaciones para ambas partes: el
vendedor se obliga a entregar la cosa y el comprador el precio.

Son unilaterales los contratos reales y los gratuitos, en los primeros como la
entrega de la cosa es requisito indispensable para su perfección, de ahí que
sólo nazca obligación para quien recibe la cosa, de devolverla. En el caso de
los contratos gratuitos la prestación que debe realizar una de las partes no es
correspondida por la correlativa de la contraparte. (R. BERCOVITZ).

Son unilaterales la donación, el mandato gratuito, la fianza, el mutuo oneroso o


gratuito, el comodato, el depósito y la renta vitalicia.
b) Los contratos bilaterales o sinalagmáticos2 generan prestaciones
recíprocas, o sea para ambas partes. Son bilaterales la gran mayoría de
contratos, como la compraventa o el arrendamiento.

Señala ALBALADEJO que a los contratos bilaterales se les aplican reglas


distintas a los unilaterales como son:

1) La posibilidad de solicitar la resolución del contrato por la parte que ha


cumplido frente a la incumplidora. (art. 1124 Cc).

2) La posibilidad de oponer la exceptio non adimpleti contractus (excepción


de contrato no cumplido), cuando la parte que no ha cumplido con su
obligación pretende el cumplimiento de la contraparte.

C) Otra categoría son los plurilaterales, si bien para un sector doctrinal


constituyen una subespecie de los bilaterales, en los que las prestaciones de
cada una de las partes no se conciertan para obtener la correlativa
contraprestación de la otra, sino que están dirigidas a alcanzar un fin común.
En estos contratos cada parte adquiere derechos y obligaciones

respecto a todos los demás (ASCARELLI). Ej. En el contrato de sociedad las


aportaciones de los socios están dirigidas a obtener un beneficio común.

Contratos consensuales, reales y formales.

Desde el punto de vista de su perfección los contratos pueden ser


consensuales, reales y formales.

a) Son contratos consensuales aquellos que se perfeccionan por el mero


consentimiento, con independencia de la forma en que este se otorgue (arts.
1254, 1.258 y 1.278 CC). Los contratos consensuales constituyen la regla
general en nuestro ordenamiento jurídico. La compraventa es el paradigma de
contrato consensual.

b) Los contratos reales para perfeccionarse, además del consentimiento,


exigen la entrega de la cosa objeto del contrato (DÍEZ-PICAZO Y GULLÓN). En
el Código nos encontramos con los siguientes contratos reales: el mutuo o
simple préstamo (1.753) y el comodato o préstamo de uso de una cosa (art.
1.740), el depósito (art. 1.758) y la prenda (art. 1.863).
En otro sentido, también se dice que son contratos reales (en contraposición a
los contratos con eficacia meramente obligacional) aquellos cuyo efecto
consiste en la constitución, transmisión, modificación o extinción de un derecho
real (DÍEZ-PICAZO Y GULLÓN). Desde ese punto de vista amplio también
serían contratos reales (cuando se acompañan del modo o tradición) los
denominados contratos traslativos del dominio: la compraventa, la donación y
la permuta.

b) Los contratos formales, como categoría diferenciada de los consensuales y


los reales, son aquellos que se caracterizan porque para su plena constitución
y eficacia precisan que el consentimiento se manifieste de una forma especial
establecida por la ley o por pacto (escritura pública, documento privado, etc.).
Este requisito de forma se eleva a la condición de elemento esencial del
contrato, de modo que su inobservancia supondrá la nulidad del contrato. Estos
contratos son excepciones la regla general de perfección de los contratos por el
simple consentimiento. (DÍEZ-PICAZO Y GULLÓN). Son contratos formales: la
hipoteca, las capitulaciones matrimoniales, las donaciones de inmuebles, etc.
Onerosos y gratuitos Por su finalidad los contratos pueden ser onerosos y
gratuitos.

A ) Contratos onerosos.- De acuerdo con el art. 1.274 son onerosos aquellos


contratos en los que hay un intercambio de prestaciones. En ellos a cambio de
la propia prestación u obligación, la contraparte entrega o promete otra
(LACRUZ). En estos contratos el sacrificio patrimonial que realiza cada una de
las partes se encuentra compensado o encuentra su equivalente en el
correlativo sacrificio de la contraparte. Ej. En la compraventa, contrato oneroso
por excelencia, el patrimonio del vendedor sufre una disminución como
consecuencia de la entrega de la cosa vendida, este el empobrecimiento
patrimonial, sin embargo, es compensado por la entrada en el mismo del precio
percibido.

Los contratos onerosos se dividen en conmutativos y aleatorios:

Son conmutativos3 aquellos en los que la relación de equivalencia de las


prestaciones a cargo de ambas partes se encuentra fijada de antemano. (DÍEZ-
PICAZO Y GULLÓN). Ej. En la compraventa las partes han predeterminado
fijado el precio y la cosa a entregar.

Son aleatorios (del latín aleas: suerte, azar) aquellos en los que la prestación
de una de las partes no se encuentra predeterminada de antemano, puesto que
depende de que tenga lugar o no un determinado evento, corriendo los
contratantes con un riesgo de ganancia o pérdida. Son negocios aleatorios el
contrato de seguro, el juego y la apuesta y la renta vitalicia.

B) Son contratos gratuitos o lucrativos aquellos en los que el beneficio obtenido


por una de las partes no le exige acompañarlo por ningún sacrificio patrimonial.
(DÍEZ-PICAZO Y GULLÓN). En este tipo de contratos una de las partes se
propone proporcionar al otro una ventaja patrimonial sin obtener a cambio
equivalente alguno (CASTÁN); de forma que una parte sufre un
empobrecimiento que es correlativo con el enriquecimiento que experimenta la
otra (LÓPEZ Y LÓPEZ).

La donación es el prototipo de contrato lucrativo (art. 618 cc), otros contratos


gratuitos son el mandato (art. 1.711-1º) el comodato (art. 1.470-2º); el simple
préstamo sin interés (art. 1.740-3º) y el depósito gratuito. (art. 1760).

Los contratos a título gratuito pueden agruparse en dos categorías; la primera


tiene por objeto la donación inter vivos, la cual lleva consigo un
empobrecimiento del donante y un enriquecimiento del donatario. La segunda
está integrada por toda una serie de contratos que están presididas por un
ánimo de liberalidad, pero en las que no se observa ninguna disminución
patrimonial para el bienhechor; este es el caso del comodato, préstamo sin
interés, la fianza, el depósito gratuito (CASTÁN).

El art. 1.274 al enumerar las causas de los contratos menciona junto a los
contratos onerosos y de pura beneficiencia (gratuitos) a los remuneratorios.
Son contratos remuneratorios aquellos en los las partes consienten en que lo
dado o prometido lo es en remuneración de un servicio o beneficio ya prestado.
(DÍEZ-PICAZO Y GULLÓN).
De ejecución inmediata y diferida.

En relación al momento en el cual los contratos empiezan a producir sus


efectos, cabe distinguir entre contratos de ejecución inmediata y diferida
(MOSSET DE ITURRASPE).Son contratos de ejecución inmediata o
instantánea aquellos cuyos efectos se producen en el momento de su
perfección. Ej. Compraventa de gasolina en una estación de servicio.

Son contratos ejecución diferida aquellos en los que, por decisión de las partes,
los efectos se producen con posterioridad al momento de su perfección. Para
ello se utiliza el denominado plazo que es un elemento accesorio al negocio
jurídico que indica el momento del tiempo –dies-a partir del cual tiene inicio
(término o plazo inicial) o fin la eficacia del negocio (término final).
Compraventa a plazos de un automóvil.

De tracto único y tracto sucesivo o continuo.

Son contratos de tracto único aquellos en que la ejecución es única o


instantánea; lo comporta el cumplimiento de una sola vez (CASTÁN). No
obstante estos contratos admiten una ejecución inmediata o diferida. (MOSSET
DE ITURRASPE). Son contratos de tracto único la compraventa o de la
permuta, lo que no impide que puedan someterse a plazo.

Son contratos de tracto sucesivo, o de cumplimiento continuado o periódico


aquellos en los que la ejecución del mismo implica una cierta permanencia en
el tiempo (CASTÁN); la ejecución se distribuye o reitera en el tiempo
(MESSINEO). El tracto sucesivo puede comenzar con el perfeccionamiento del
contrato o también puede diferirse en el tiempo sometiéndose a plazo
(MOSSET DE ITURRASPE). Son contratos de tracto sucesivo la renta vitalicia,
el arrendamiento y el depósito.
Contratos por negociación y por adhesión.

Son contratos por negociación o negociados aquellos que han sido convenidos
a través de una negociación, mantenida en una posición de relativa igualdad
entre los contratantes. (PUIG BRUTAU).

Son contratos de adhesión, (o con cláusulas predispuestas), aquellos cuyo


contenido ha sido redactado por una sola de las partes -el predisponente- (la
parte contratante más fuerte) , de tal modo que la otra -el adherente - no
participa en la elaboración de las condiciones del contrato, no puede discutirlas.
El contratante más débil no tiene otra alternativa que adherirse al contrato que
se le presenta o no contratar. (PUIG BRUTAU).

El contrato de adhesión puede haber sido predeterminado para un sólo


contrato, o puede haber sido redactado para múltiples contratos; en este último
supuesto, que es la norma general, nos encontramos ante el fenómeno
denominado de condiciones generales de la contratación. Los contratos de
adhesión son utilizados con frecuencia por las compañías de seguros,
transportes, suministros de agua, gas y electricidad, bancos... y generalmente
adoptan la forma de impresos, formularios, pólizas, etc.

En los contratos de adhesión quiebra el clásico concepto de contrato como


resultado de un acuerdo de voluntades libremente pactado entre dos personas
ya que una parte utiliza unilateralmente el proyecto y la otra, si quiere
celebrarlo no tiene otra alternativa que aceptar el conjunto de condiciones que
se le imponen.

Estos contratos son consecuencia de la denominada contratación en masa o


en serie que a su vez es producto de la evolución social y económica. Este
sistema de contratación proporciona a quienes lo utilizan una serie de ventajas
como son la simplicidad y rapidez en la tramitación así como una mayor
protección de los intereses de quienes los utilizan por tener unificados sus
modelos de contratos. Entre los inconvenientes, está la redacción unilateral ,ya
que el predisponente puede fortalecer su posición contractual imponiendo a la
otra cláusulas que pueden ser graves para el equilibrio contractual.

Contratos típicos y atípicos.

Por su regulación legal los contratos pueden ser típicos o atípicos:

A) Los contratos típicos o nominados son aquellos que tienen individualidad


propia y poseen regulación legal específica en el Código o en las leyes
especiales. Son contratos típicos, entre otros muchos, la compraventa (art.
1445 y ss CC), la donación (art. 618 y ss CC), el arrendamiento (arts. 1542 y
ss).

El contrato, aún siendo típico y teniendo una regulación legal, también puede
sufrir modificaciones o integraciones en su disciplina contractual, dentro del
margen que permita la autonomía de la voluntad. Sin embargo, estas
modificaciones introducidas por las partes no podrán traspasar el límite
constituido por el respeto a la causa del contrato típico (LACRUZ). En el caso
de que las modificaciones se apartasen del esquema o estructura legal propia
del contrato típico el contrato devendría atípico (DÍEZ-PICAZO Y GULLÓN).

B) Los contratos atípicos o innominados, son los que carecen de regulación


legal y por consiguiente se rigen por las normas generales de la contratación
(CASTÁN). Los contratos atípicos son una manifestación de la autonomía de la
voluntad (art. 1255), en cuya virtud las partes no utilizan un esquema típico y su
correspondiente regulación legal, sino que crean o inventan un nuevo tipo o
esquema al que dotan de regulación (DÍEZ-PICAZO Y GULLÓN)
Como ejemplos de contratos atípicos tenemos el corretaje, el precario, el de
garaje, el de aparcamiento (antes de la Ley 40/2002, de 14 de noviembre,
reguladora del contrato de aparcamiento de vehículos), el de aportación de
solar a cambio de vivienda a construir, el leasing.

b) El contrato atípico, igual que el contrato típico no sólo está regulado por
lo expresamente pactado por las partes ( art. 1091 CC), puesto que en lo no
previsto por los contratantes el contrato también se regirá por aquellas
consecuencias que, según su naturaleza sean conformes a la buena fe, al uso
y a la ley (art. 1.258 CC).

El principal problema que plantea el contrato atípico en cuanto a su regulación,


es cuando ha tomado prestado elementos propios de distintos contratos típicos.
La doctrina ha intentado resolverlo elaborando tres teorías al respecto (DÍEZ-
PICAZO Y GULLÓN) :

a) Teoría de la absorción. Para esta teoría, también denominada de la


preponderancia, hay que buscar el elemento preponderante y si se
corresponde con el preponderante de un contrato típico se aplica su normativa.

b) Teoría de la combinación. Esta corriente doctrinal construye una propia


normativa combinando la correspondiente a cada uno de los contratos típicos
teniendo en cuenta el fin perseguido por los contratantes.

c) Teoría de la aplicación analógica. Esta teoría recomienda la aplicación


analógica de la normativa del contrato típico más afín.

Contratos coligados, conexos o vinculados.

Se trata de aquellos supuestos en que se yuxtaponen varios contratos típicos,


manteniendo cada uno de ellos su autonomía propia, con el fin de obtener
mediante dicha unión, una finalidad práctica unitaria (MARTÍNEZ DE
AGUIRRE). Nos encontraríamos con una diversidad de contratos en lo jurídico
(varios contratos unidos) y unidad en lo económico (única operación
económica).
Compra, Venta y Arrendamiento

Concepto.

La compraventa aparece definida en el art. 1.445 del Cc. como el contrato por
el que «...uno de los contratantes [el vendedor] se obliga a transmitir una cosa
determinada y el otro [el comprador] pagar un precio cierto, en dinero o signo
que lo represente.

La doctrina es unánime al afirmar que la compraventa presenta los siguientes


caracteres:

A) Es un contrato bilateral y conmutativo. Es bilateral o recíproco porque las


obligaciones que surgen de él vinculan a ambas partes y es conmutativo
puesto que la obligación principal que asume una parte se considera ab initio
como el equivalente de la que la otra a su vez contrae (DÍEZ-PICAZO Y
GULLÓN). No obstante el contrato de compraventa puede ser aleatorio en
algunos supuestos, como sucede por ejemplo cuando se compran cosas
futuras a riesgo del comprador o compraventa de esperanza en la que el
comprador se obliga a pagar el precio tenga o no existencia la cosa.
(LASARTE)

B) Es consensual, porque se perfecciona por el concurso de los


consentimientos de comprador y vendedor referidos a la cosa y al precio. En
ese sentido el art. 1.450 establece que: «..se perfeccionará entre comprador y
vendedor, y será obligatoria para ambos si hubieran convenido en la cosa
objeto del contrato aunque ni la una ni el otro se hayan entregado». La
posterior entrega de la cosa y del precio corresponden a la fase de ejecución
del contrato y son obligaciones que surgen una vez que ya se ha perfeccionado
el contrato (LASARTE).

C) Es oneroso porque este contrato determina sacrificios patrimoniales para


cada una de las partes. Hay un intercambio de cosa por precio.
D) Es obligacional y no dispositivo. La compraventa no produce en el
instante de su perfección la transferencia de la propiedad de la cosa, sólo
genera para ambas partes obligaciones en orden a un intercambio real futuro,
la obligación de entrega de la cosa y el dinero. El cambio en la titularidad de la
cosa vendida no tendrá lugar hasta que se complete la compraventa con la
entrega o tradición de la cosa (teoría del título y el modo). (LACRUZ).

En algunos códigos como el francés (art. 1583) o el italiano (art. 1.470) la


transferencia del dominio si que se produce en el acto mismo de la
compraventa, aunque el vendedor no haga la tradición de la cosa en ese
instante (BORDA).

E) Es un contrato con finalidad traslativa de dominio puesto que sirve de


título para la transmisión de la propiedad (arts. 609 y 1.095 cc), que se
consumará mediante la entrega de la cosa o modo (STS de 22 diciembre (RJA
2000\10136) .

ELEMENTOS PERSONALES, REALES Y FORMALES.

Elementos personales.

La compraventa, como negocio bilateral, requiere dos partes contratantes que


reciben el nombre de vendedor comprador, que se obliga a entregar una cosa
determinada y el comprador que se obliga a pagar por ella un precio cierto.

Capacidad.

La capacidad para celebrar el contrato de compraventa es la general para


obligarse, según se deduce del art. 1.457: «Podrán celebrar el contrato de
compra y venta todas las personas a quienes este Código autoriza para
obligarse, salvo las modificaciones contenidas en los artículos siguientes»

La doctrina estima que en principio sólo está legitimado para vender el que sea
dueño de la cosa o titular del derecho que pretenda enajenar y tenga la libre
disposición de uno u de otro (LACRUZ). El CC, sin embargo, no exige
expresamente este requisito en ningún precepto.

Las prohibiciones de comprar.

En el art. 1.459 se establecen, las denominadas prohibiciones para comprar en


cuya virtud el Código, por razones de moralidad social y orden público y para
evitar fraudes o perjuicios en supuestos en que hay intereses encontrados,
prohíbe a determinadas personas adquirir por compra, aunque sea en subasta
pública o judicial, por sí o por persona interpuesta, bienes sobre otras sobre las
que tiene algún tipo de influencia (LASARTE).

Establece el art. 1.459 CC que: «No podrán adquirir por compra, aunque sea
en subasta pública o judicial, por sí ni por persona alguna intermedia:

1º Los que desempeñen algún cargo tutelar, los bienes de la persona o


personas que estén bajo su guarda o protección.

2º Los mandatarios, los bienes de cuya administración o enajenación


estuviesen encargados. 3º Los albaceas, los bienes confiados a su cargo.

4º Los empleados públicos, los bienes del Estado, de los Municipios, de los
pueblos y de los establecimientos también públicos, de cuya administración
estuvieren encargados.

Esta disposición regirá para los Jueces y peritos que de cualquier modo
intervinieren en la venta.

5º Los Magistrados, jueces, individuos del Ministerio Fiscal, Secretarios de


Tribunales y Juzgados y Oficiales de justicia, los bienes y derechos que
estuviesen en litigio ante el Tribunal, en cuya jurisdicción o territorio ejercieran
sus respectivas funciones, extendiéndose esta prohibición al acto de adquirir
por cesión.
Se exceptuará de esta regla el caso en que se trate de acciones hereditarias
entre coherederos, o de cesión en pago de créditos, o de garantía de los
bienes que posean.

La prohibición contenida en este número 5º comprenderá a los Abogados y


Procuradores respecto a los bienes y derechos que fueren objeto de un litigio
en que intervengan por su profesión y oficio».

La violación de las prohibiciones de los apartados 5 y 6 del art. 1.459 supone la


nulidad absoluta del contrato celebrado por aplicación del art. 6.3 Cc.
(LASARTE). En el resto de supuestos la regla aplicable es la de la anulabilidad.

Elementos reales.

La cosa.

En principio pueden ser objeto de compraventa las cosas (art. 1.455 Cc.), sin
embargo, la doctrina atribuye a la cosa un sentido amplio. El término cosa
incluye tanto a las corporales como a las incorporales; las cosas muebles e
inmuebles, las presentes y las futuras, las específicas y las genéricas. También
incluye los derechos, reales o de crédito (CASTÁN).

La cosa para ser objeto de compraventa ha de cumplir los siguientes requisitos

(CASTÁN):

1o) Existencia actual o futura.- La compraventa como todo contrato necesita


tener objeto (art.

1.262 Cc.). Sin la existencia de la cosa no se concibe el contrato, el art. 1460


dice que si se hubiese perdido al tiempo de celebrarse el contrato, este
quedará sin efecto y si la perdida fue parcial el comprador podrá optar entre
desistir del contrato o reclamar la parte existente, abonando el precio en
proporción al total convenido.

El objeto de la compraventa puede ser una cosa futura, puesto que el art. 1.271
al referirse al objeto del contrato admite esta posibilidad. (DÍEZ-PICAZO Y
GULLÓN). La doctrina admite dos modalidades de compraventa de cosa futura
(CASTÁN):

a) Emptio rei speretae (compra de cosa esperada). Cuando las partes


condicionan el contrato a la existencia de la cosa. Solo habrá intercambio si la
cosa deviene real. Ej. Compraventa de casa a construir.

b) Emptio espei (compraventa de esperanza). Es el caso de las partes


celebran el contrato con independencia de que la cosa llegue a existir. Ej.
Compraventa de la cosecha de naranja del año que viene; si la cosecha se
malogra igualmente habrá que pagar el precio estipulado.

El primer supuesto se trataría de un contrato conmutativo mientras que en el


segundo sería aleatorio.

2o) Licitud. La cosa ha de tratarse de lícito comercio (res intra comercium) a


tenor de lo establecido en el mencionado art. 1.271 CC. Lo que supone que no
sería válida una compraventa cuyo objeto fuera droga o armas.

Cosa determinada o determinable. El art. 1445 exige que la cosa sea


determinada; si bien no se exige que lo sea en el preciso momento del
contrato, lo que exige es que lo sea sin necesidad de un nuevo convenio entre
las partes (CASTÁN). Lo único exigible es que queden sentados en el contrato
los criterios de determinación futura, bien sean de tipo objetivo (por referencia a
una cosa o circunstancia) o subjetivos (por encomendarla a una persona)
(LACRUZ).

4o) Propiedad de la cosa. El Código guarda silencio respecto a si el vendedor


ha de ser propietario de la cosa vendida. La mayoría de la doctrina estima que
no es necesario que el vendedor sea el propietario; esto es así porque este
contrato es meramente productor de obligaciones, puesto que por si solo, sin la
tradición, no transmite la propiedad de la cosa vendida. La compraventa
solamente genera la obligación de entrega de la cosa y si el comprador en el
momento de la perfección de contrato no es propietario siempre puede
adquirirla posteriormente y cumplir con la obligación de su entrega. (DÍEZ-
PICAZO Y GULLÓN). Además la usucapión permite sanar el efecto de la
ineficacia de la venta por la ajenidad de la cosa (LACRUZ).

Este es un punto muy polémico y tanto en la doctrina como en la jurisprudencia


podemos encontrar opiniones totalmente enfrentadas con relación a la
compraventa de cosa ajena.

b) El precio. Los requisitos del precio son los siguientes:

1º) El precio de la compraventa ha de ser cierto: «...en dinero o signo que lo


represente» (1.445). La certeza del precio no significa que esté determinado en
el momento de celebrarse el contrato, sino que el mismo se pueda determinar
sin necesidad de un nuevo convenio para determinarlo. (DÍEZ-PICAZO Y
GULLÓN)

La inexistencia de precio (incluso el precio irrisorio) determina la ausencia de


causa y ocasiona la nulidad absoluta del negocio de compraventa (LACRUZ).
Así sucede en las compraventas simuladas que en realidad encubren una
donación porque no existe precio.

2º) El precio ha de ser determinado. No obstante el Código admite que el


mismo puede determinarse: bien en referencia a una cosa cierta (Art. 1447) o
bien dejándose al arbitrio de un tercero (art. 1447) (CASTÁN).

3º) El precio ha de tener carácter pecuniario, en dinero o signo que lo


represente; dentro de esta última expresión se comprenden todos aquellos
documentos o títulos que incorporen créditos dirigidos específicamente al pago
de una suma de dinero (LÓPEZ Y LÓPEZ). Ej. Tarjeta de crédito, cheque, letra
de cambio, pagarés u otros títulos valores.

En el supuesto en que el precio consistiese en una cosa nos encontraríamos


ante una permuta y no ante un contrato de compraventa.
Elementos formales.

La compraventa por tratarse de un contrato consensual se perfecciona por el


mero consentimiento y no está sujeta a ningún requisito de forma, por lo que se
le aplicará con carácter general lo estipulado en los arts. 1278 a 1280 del Cc.
(CASTÁN). La compraventa de una casa es tan válida si se realiza verbalmente
como si se efectúa mediante escritura pública.

No obstante cabe que la escritura pública sea requisito esencial de la


compraventa, cuando las partes pacten que hasta que se otorgue aquella no se
perfeccione el contrato. Además, en el caso de la compraventa de bienes
inmuebles las partes podrán compelerse a elevar el documento a escritura
pública (art. 1.279 CC).

MOMENTO DE LA PERFECCIÓN DEL CONTRATO.

La perfección.

La concurrencia de todos los elementos personales, reales y formales


determina la perfección del contrato. El momento de la perfección del contrato
es el de la prestación del consentimiento. El art. 1.450 establece que «la venta
se perfeccionará entre comprador y vendedor, y será obligatoria para ambos, si
hubieran convenido en la cosa objeto del contrato, y en el precio, aunque ni la
una ni el otro se hayan entregado»

Una excepción a esta regla son los casos en los que, por voluntad de las partes
o de la ley, se celebra la venta bajo una condición suspensiva y la venta no se
perfecciona hasta el momento del cumplimiento de la condición (CASTÁN). Ej.
Compraventa de terrenos condicionada a que se recalifiquen los mismos y se
pueda edificar en los mismos.

Consecuencias de la perfección.
La perfección de la compraventa supone la exigibilidad de una los derechos y
obligaciones específicos de ese contrato. Además se producen los siguientes
efectos (LACRUZ):

a) El comprador tiene derecho a los frutos de la cosa desde el día en que


era exigible la cosa (art. 1.468 y 1.095)

b) Los riesgos de pérdida de la cosa pasan al comprador desde ese


instante (art. 1.452 CC).

OBLIGACIONES DEL VENDEDOR: LA ENTREGA.

Las dos obligaciones del vendedor son la entrega y el saneamiento de la cosa


vendida (art. 1.461).

La forma de la entrega o tradición. La entrega de la cosa significa ponerla en


poder y posesión del comprador (Art. 1.462). Al acto de la entrega se le
denomina tradición o modo. En nuestro ordenamiento

jurídico la concurrencia de la entrega de la cosa (modo) y el contrato (título)


produce como efecto de la transferencia de la propiedad (art. 609 Cc.).

Así la STS de 22 diciembre (RJA 2000\10136) establece que «para la


adquisición del dominio y demás derechos reales el Código Civil, a diferencia
de otros ordenamientos jurídicos extranjeros, inspirado en el sistema romano,
estima indispensable la concurrencia del título y el modo (arts. 609 y 1095); no
bastan las declaraciones de voluntad generadoras del contrato, sino que es
preciso, además, la tradición o entrega de la cosa, si bien admite éstas en
formas espiritualizadas, como es la prevista en el párrafo segundo del art.
1462, al disponer que el otorgamiento de la escritura pública equivale a la
entrega de la cosa objeto del contrato.

La tradición puede ser real o ficticia. Es real cuando se produce la entrega


material de la cosa, lo que según el art. 1462 tiene lugar cuando se pone
aquella en «poder y posesión» del comprador.
En el Código podemos encontrar las siguientes formas de tradición. (DÍEZ-
PICAZO Y GULLÓN):

1º.- Traditio real: Es la entrega real y efectiva, una entrega material, que puede
tener varias facetas: la aprehensión u ocupación de un inmueble y el "paso
mano a mano" de los muebles. Lo que el Código Civil llama "puesta en poder y
disposición" (art. 1.462.1º).

2º.- Traditio simbólica o "traditio ficta", cuando la transmisión del dominio no


ligada al traspaso material de la cosa, sino a la entrega de una cosa accesoria.

a) La entrega de llaves del lugar en que se hallen guardados los muebles


(art. 1463), aunque también cabría ampliar extender este supuesto a la entrega
de llaves de los inmuebles. En ese sentido la STS de 14 marzo de 2003 (RJ
2003\2747) establece que: «Las fórmulas reducidas de tradición que refiere el
artículo 1462 del Código Civil no son «numerus clausus» y comprende diversas
modalidades como son la entrega de llaves»

b) La entrega de los documentos de pertenencia del art. 1464Cc.), o el


supuesto del art. 1462.2 referido a los bienes incorporales.

3º.- Acuerdo de las partes. Al referirse a la tradición de bienes muebles el art.


1.463 dice que la tradición se efectuará por el solo acuerdo o conformidad de
los contratantes, si la cosa vendida no puede trasladarse a poder del
comprador en el instante, o si el comprador ya la tenía en su poder por algún
motivo (brevi manu).

4º.- Otorgamiento de escritura pública o tradición cartular. Según el art. 1.462 el


otorgamiento de la escritura pública equivale a la entrega de la cosa "si de la
misma no

resultare o se dedujere lo contrario". El precepto es aplicable tanto a los bienes


muebles como a los inmuebles.
Otras reglas sobre la entrega.

La cosa ha de ser entregada en el estado en que se hallaba al celebrarse el


contrato (art. 1.468) y con todo lo que se haya expresado en el mismo;
además, los frutos desde tal momento, pertenecen al comprador (arts. 1.468 y
1.469). Asimismo han de entregarse los accesorios de la cosa aunque no
hayan sido determinados (art. 1.097) (DÍEZ-PICAZO Y GULLÓN)

Asimismo se incluye en la obligación de entrega la de los títulos de pertenencia


y la documentación precisa (por ejemplo, para inscribir en el Registro de la
Propiedad, o en ciertas máquinas o vehículos, para poder ser usados); dicha
obligación no se recoge explícitamente en el Código, pero se deduce del
articulo 1.258 CC (O'CALLAGHAN)

Los gastos de entrega de la cosa vendida son de cuenta del vendedor; los de
su transporte o traslación a otro lugar, son de cuenta del comprador (Art. 1465).

Los defectos y excesos de cabida.

El CC establece una serie de reglas que sólo son de aplicación a los


inmuebles, para el caso en que se produzcan diferencias entre la cabida real y
la pactada.

A) Defectos y excesos de cabida en inmuebles vendidos por unidad de medida:

La disminución de cabida aparece regulada en el artículo 1469-2º: «...Si la


venta de bienes inmuebles se hubiese hecho con expresión de su cabida, a
razón de un precio por unidad de medida o número, tendrá obligación el
vendedor de entregar al comprador, si éste lo exige, todo cuanto se haya
expresado en el contrato; pero si esto no fuere posible, podrá el comprador
optar entre una rebaja proporcional del precio o la rescisión del contrato,
siempre que en este último caso, no baje de la décima parte de la cabida la
disminución de la que se le atribuyera al inmueble. [...]»
El aumento de cabida es contemplado en el Artículo 1470 CC.: «Si, en el caso
del artículo precedente, resultare mayor cabida o número en el inmueble que
los expresados en el contrato, el comprador tendrá la obligación de pagar el
exceso de precio si la mayor cabida o número no pasa de la vigésima parte de
los señalados en el mismo contrato; pero, si excedieren de dicha vigésima
parte, el comprador podrá optar entre satisfacer el mayor valor del inmueble, o
desistir del contrato».

C) Defectos y excesos de cabida en inmuebles vendidos por precio alzado y


como cuerpo cierto.

Este supuesto aparece regulado en el artículo 1471 CC: «En la venta de un


inmueble, hecha por precio alzado y no a razón de un tanto por unidad de
medida o número, no tendrá lugar el aumento o disminución del mismo, aunque
resulte mayor o menor cabida o número de los expresados en el contrato…».

Las acciones que nacen de los tres artículos anteriores prescribirán a los seis
meses, contados desde el día de la entrega (art. 1472).

El pago del precio.

La obligación de pago del precio es la esencial del comprador (arts. 1.445 y


1.500), si se sustituye por otra prestación el contrato deja de ser de venta para
convertirse en donación, permuta, etc.(LACRUZ ).

El pago se debe hacer en el tiempo y lugar fijados en el contrato y si nada se


ha pactado, en el tiempo y lugar donde se haga la entrega de la cosa vendida.
(O'CALLAGHAN). Mediante pacto puede anticiparse o aplazarse ese pago
respecto del momento de la entrega de la cosa; asimismo puede pactarse que
la cosa, si su naturaleza lo admite, se entregue de forma fraccionada.
(LACRUZ)

Si antes de pagar el precio, el comprador fuese perturbado en la posesión o


dominio de la cosa que ya hubiera recibido o tuviera fundado temor de serlo,
puede suspender el pago del precio, a no ser que se hubiese pactado la
exclusión de este derecho (art. 1.502). (O'CALLAGHAN)

El pago de intereses.

çEl comprador, según el art. 1.501, debe pagar intereses del precio en tres
casos: 1º.- Si así se hubiera convenido. Es el caso en que se compra algo y se
aplaza el pago del precio, pero con el recargo de intereses. Son los intereses
convencionales. 2º.- Si la cosa vendida, y entregada produce fruto o renta . Son
los «intereses compensatorios. 3º.- Si el comprador se hubiera constituido en
mora. Son los intereses moratorios, aplicación de la norma general contenida
en los artículos 1.100 y 1.108.

Este precepto carece de aplicación práctica cuando la cosa y el precio se


entregan simultáneamente. (LACRUZ

El pago de gastos.

El comprador debe pagar los gastos de transporte o traslados (que no sean


gastos de entrega de la cosa, los cuales son a cargo del vendedor) (art. 1.465).

También debe pagar, salvo pacto en contrario, los gastos de primera copia de
la escritura (los de la escritura son a cargo del vendedor) y los demás
posteriores a la venta (art. 1.455) como el de inscripción en el Registro de la
Propiedad.

También debe pagar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y actos


jurídicos documentados y el I. V.A.

CONCEPTO DE ARRENDAMIENTO.

El Código civil dedica el Título VI del Libro IV a regular el «contrato de


arrendamiento». Lo abre con un capítulo de disposiciones generales, donde se
limita a decir que el arrendamiento puede ser de cosas, de obras o de servicios
(art. 1.542), y a definir cada uno de ellos. No obstante, la unificación es
puramente formal, obedece a razones históricas y falta toda razón de unidad
entre los contratos referentes a cosas, a obras y a servicios (DÍEZ- PICAZO Y
GULLÓN).
La doctrina moderna prescinde por completo de la artificial unificación que
todavía recoge nuestro Código civil, distinguiendo tres tipos contractuales
independientes de arrendamiento: el arrendamiento de cosas, servicios y obra.

Capacidad para arrendar.

En la persona del arrendador han de concurrir los siguientes requisitos:

a) Capacidad para administrar. El arrendamiento es un acto de


administración puesto que es un modo normal de explotar los bienes y obtener
un rendimiento de ellos. En principio, pues, bastará que el arrendador tenga
capacidad para administrar.

Si la duración del contrato excede de seis años, el artículo 1.548 señala que:
«Los padres o tutores, respecto de los bienes de los menores o incapacitados,
y los administradores de bienes (ajenos) que no tengan poder especial, no
podrán dar en arrendamiento las cosas por término que exceda de seis años».

b) Junto a la capacidad para concertar el arrendamiento, el arrendador ha


de tener, si no es propietario, un derecho de disfrute sobre la cosa que no sea
intransmisible (v. gr., como usufructuario, enfiteuta, etc.)

La capacidad del arrendatario no se encuentra expresamente regulada.


Bastará, por consiguiente, que posea la capacidad general para contratar
(DÍEZ-PICAZO Y GULLÓN).

Precio sea determinado, es decir, no indeterminado, aleatorio o contingente.


Con relación a la constancia del precio el artículo 1.547 establece que:
«cuando hubiera comenzado la ejecución de un contrato de arrendamiento
verbal y faltare la prueba del precio convenido el arrendatario devolverá al
arrendador la cosa arrendada, abonándole, por el tiempo que la haya
disfrutado, el precio que se regule» (DÍEZ-PICAZO Y GULLÓN).

Forma

Según el art. 1.280 CC - deben constar por escrito los arrendamientos cuya
renta sea superior a 1.500 pesetas, asimismo deberán constar en escritura
pública los arrendamientos de inmuebles por seis o más años, «siempre que
deban perjudicar a tercero», lo que sucederá cuando se inscriban en el
Registro de la Propiedad, pues el adquirente habrá de soportarlos.

La forma en ningún caso es elemento constitutivo del contrato de


arrendamiento, (ya que éste no es un contrato formal sino consensual), no
obstante a las partes siempre les asiste la posibilidad de compelerse
recíprocamente para elevar a forma escrita o escritura pública los contratos de
arrendamiento una vez perfeccionados (art. 1.279) (DÍEZ-PICAZO Y GULLÓN)

Derechos y obligaciones de las partes.

El arrendador está obligado (art. 1.554):

lº.- A entregar al arrendatario la cosa objeto del contrato.

2º.- A hacer en ella durante el arrendamiento todas las reparaciones necesarias


a fin de conservarla en estado de servir para el uso a que ha sido destinada.

A mantener al arrendatario en el goce pacífico del arrendamiento todo el tiempo


de contrato.

El arrendatario está obligado (art. 1.555):

1º.- A pagar el precio del arrendamiento en los términos convenidos.


2º.- A usar de la cosa arrendada como un diligente padre de familia,
destinándola al uso pactado; y, en defecto de pacto, al que se infiera de la cosa
arrendada, según la costumbre de la tierra.

3º.- A pagar los gastos que ocasiones la escritura del contrato.

2.5.- Finalización del arrendamiento.

El arriendo termina por las siguientes causas:

A) Vencimiento del plazo. Si el arrendamiento se ha hecho por tiempo


determinado, concluye el día prefijado sin necesidad de requerimiento (art.
1.565).

A pesar de ello, el artículo 1.566 regula la llamada «tácita reconducción»


disponiendo que «si al terminar el contrato permanece el arrendatario
disfrutando quince días de la cosa arrendada con aquiescencia del arrendatario
se entiende que hay tácita reconducción por el tiempo que establecen los
artículos 1.577 y 1.581, a menos que haya precedido requerimiento».

Establece el art. 1.581 que: «si no se hubiere fijado plazo el arrendamiento, se


entiende hecho por años cuando se ha fijado un alquiler anual, por meses
cuando es mensual, por días cuando es diario. En todo caso cesa el
arrendamiento, sin necesidad de requerimiento especial, cumplido el término».

La tácita reconducción supone un nuevo contrato con idéntico contenido que el


anterior (S. de 30 de diciembre de 1981), excepto en lo que se refiere a su
duración (art. 1.567).

B) resolución del contrato.-El incumplimiento de las obligaciones


fundamentales, a cargo del arrendador y arrendatario, determina la sanción del
artículo 1.556; podrán pedir, respectivamente, la rescisión (propiamente es
resolución) del contrato y la de indemnización de daños y perjuicios, o sólo esto
último dejando subsistente el contrato. También procederá la resolución con
indemnización de daños y perjuicios, o sólo esta indemnización, cuando alguno
de los contratantes hubiese faltado a lo estipulado (art. 1.568).

C)Venta de la cosa arrendada.-El artículo 1.571 otorga al comprador la facultad


de dar por terminado el arriendo vigente al verificarse la venta. Si usa de él, el
arrendatario podrá exigir que se le deje recoger los frutos de la cosecha
correspondiente al año agrícola corriente y que el vendedor le indemnice los
daños y perjuicios que se le ocasionen.

El arrendamiento sólo será oponible frente al comprador, por lo que el artículo


1.571 no se aplicará, si el arrendamiento está inscrito en el Registro de la
Propiedad o. cuando así se haya pactado en el contrato de venta (entre
arrendador-propietario y comprador).

D) Pérdida de la cosa arrendada. El artículo l.568 establece que «si se


pierde la cosa

arrendada [...] se observará [...] lo dispuesto en los artículos 1. 182 y 1.183». La


jurisprudencia interpreta el artículo 1.568 en el sentido de que se extingue la
relación arrendaticia, criterio que siguen la Ley de Arrendamientos Rústicos de
31 de diciembre de 1980 (art. 82) y la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1994
(art. 28) (DÍEZ-PICAZO Y GULLÓN).

A la pérdida o destrucción material debe equipararse la imposibilidad del goce


de la cosa, que proceda de un obstáculo absoluto y objetivo, no de una simple
situación circunstancial (S. de 16 de marzo de 1944) (DÍEZ-PICAZO Y
GULLÓN).
E) Muerte del arrendador o arrendatario.-Guarda silencio el Código civil
sobre si estos hechos son causa de extinción del contrato. La doctrina más
generalizada sostiene la extinción, transformando el arrendamiento en un
contrato intuitus personae. (Díez-Picazo y Gullón)

La terminación del arriendo

El arrendatario debe devolver la cosa al concluir al arriendo tal y como la


recibió. A falta de expresión de su estado al tiempo de arrendarla, la ley
presume iuris tantum que el arrendatario la recibió en buen estado (art. 1.562),
es decir, que servía para el uso pactado (DÍEZ-PICAZO Y GULLÓN).

Las pérdidas y deterioros debidos al tiempo (o uso ordinario) o por causa


inevitable no son de su cargo. Cualquier otra pérdida o deterioro sí, salvo que
pruebe que se produjo sin su culpa (arts. 1.561 y 1.563; S. de 23 de marzo de
1953).

El artículo 1.564 extiende la responsabilidad del arrendatario al obligarle a


responder por los deterioros (y pérdidas) causados por las personas de su
casa. No se alude a familiares exclusivamente, por lo que el daño hecho por
criados, huéspedes, visitas, etc., está comprendido.

El arrendatario tendrá respecto de las mejoras útiles o de recreo el mismo


derecho que el usufructuario (art. 1.573). Es decir, está facultado para
realizarlas sin alterar la forma o sustancia de la cosa arrendada, así tenga el
consentimiento del arrendador. Sin embargo, carece de todo derecho a
indemnización, si bien podrá retirarlas siempre y cuando fuese posible hacerlo
sin detrimento de los bienes. También se le concede la facultad de compensar
las mejoras con los desperfectos a su cargo (arts. 487 y 488) .
El desahucio del arrendatario.

El artículo 1.569 CC permite al arrendador desahuciar al arrendatario y


recuperar la cosa mediante un procedimiento breve, rápido y sencillo regulado
en la vigente Ley de Enjuiciamiento Civil, en el art. 250, que al establecer el
ámbito del juicio verbal dice que: «1. Se decidirán en juicio verbal, cualquiera
que sea su cuantía, las demandas siguientes: 1. Las que, con fundamento en el
impago de la renta o cantidades debidas por el arrendatario, o en la expiración
del plazo fijado contractualmente, pretendan que el dueño, usufructuario o
cualquier otra persona con derecho a poseer una finca rústica o urbana, dada
en arrendamiento, ordinario o financiero, o en aparcería, recuperen la posesión
de dicha finca ».

a) Expiración del término convenido.-La jurisprudencia reconoce


igualmente legitimación al comprador que quiera hacer uso del artículo (SS. de
17 de octubre de 1958 y 30 de marzo de 1960).

b) Falta de pago del precio convenido.-El incumplimiento de la obligación


de pago origina en favor del arrendador el nacimiento de dos acciones, una de
carácter personal, para reclamar el importe de las rentas y otra, de desahucio
dirigida a recuperar la posesión de la cosa con el consiguiente lanzamiento del
arrendatario.

Estas dos acciones no son incompatibles entre sí, por lo que el ejercicio de una
no imposibilita la utilización la otra ni mucho menos implica su renuncia (S. de 7
de diciembre de 1963,1
c) Infracción de cualquiera de las condiciones estipuladas en el contrato.-
Hay que entender el término «condiciones» como sinónimo de pactos o
estipulaciones convenidas.

El incumplimiento debe ser culposo por lo menos.

d) Destinar la cosa arrendada a usos o servicios no pactados que la hagan


o no sujetarse en su uso a lo que se ordena en el artículo 1.555.

Subarriendo y cesión del arrendamiento.

El Código civil autoriza al arrendatario a subarrendar en todo o en parte la cosa


arrendada, salvo cuando en el contrato de arriendo se prohíba expresamente
(art. 1.550).

Existen, pues, dos contratos. El segundo (subarriendo) se apoya y recibe su


fuerza del primero, el de arrendamiento, aunque posee sustantividad propia: es
un contrato de arrendamiento con todas sus características, pero hecho por el
arrendatario. No implica la salida de éste del contrato base y su ocupación por
el subarrendatario, ya que responde frente al arrendador del cumplimiento del
contrato de arrendamiento (art. 1.550) (DÍEZ-PICAZO Y GULLÓN).

El uso o goce por el subarrendatario ha de moverse entre los límites impuestos


al arrendatario. En tal sentido, el artículo 1.551 obliga y responsabiliza al
subarrendatario frente al arrendador y subarrendador por todos los actos que
se refieran al uso y conservación de la cosa arrendada en la forma pactada
entre arrendador y arrendatario (subarrendador).

Excepcionalmente concede el Código civil una acción directa al arrendador


frente al subarrendatario, a fin de cobrar lo que el arrendatario le debe (por
rentas del arrendamiento, indemnizaciones por pérdidas o deterioros,
reparaciones, etc.) sobre lo que, a su vez, el segundo deba al arrendatario por
razón de la renta del subarriendo (art. 1.552). (Díez-Picazo y Gullón).

El subarriendo se extingue, además, por las causas de todo arrendamiento.

Distinta del subarriendo es la cesión del arrendamiento. En la cesión hay una


sucesión en la titularidad del contrato, porque el arrendatario se desliga de su
posición de parte en el

mismo asumiéndola el cesionario. (Díez-Picazo y Gullón) «Lo que


frecuentemente acontece no ha podido escaparse a la previsión de las partes,
y se habrá tenido en cuenta para la regulación del precio o renta; de otro modo
no habría arrendamiento medianamente largo sin pleitos.»

Disposiciones especiales para los arrendamientos urbanos.

A) Duración.-Preceptúa el artículo 1.581 que «si no se hubiere fijado plazo


el arrendamiento, se entiende hecho por años cuando se ha fijado un alquiler
anual, por meses cuando es mensual, por días cuando es diario. En todo caso
cesa el arrendamiento, sin necesidad de requerimiento especial, cumplido el
término».

B) Reparaciones.-Según el artículo 1.580, «en defecto de pacto especial,


se estará a la costumbre del pueblo para las reparaciones que deban ser de
cuenta del propietario. En caso de duda se entenderán de cargo de éste.»

C) Relativas al arrendamiento con muebles.-Siguiendo el tradicional


principio de que lo accesorio sigue a lo principal, señala el artículo 1.582:
«Cuando el arrendador de una casa, o de parte de ella, destinada a la
habitación de una familia, de una tienda, almacén, o estableci- miento
industrial, arrienda también los muebles, el arrendamiento de éstos se
entenderá por el tiempo que dure el de la finca arrendadas».

LOS ARRENDAMIENTOS URBANOS EN LAS LEYES ESPECIALES.

La intervención estatal en los arrendamientos.

La escasez de viviendas y locales, tras la guerra civil, obligó al Estado a


intervenir por vía legislativa en la contratación arrendaticia, con el objeto de
proteger al inquilino y arrendatario en su deseo de mantenimiento del contrato,
evitando con ello el desahucio masivo de arrendatarios al término del período
convencional del arrendamiento que hubiera originado situaciones
insoportables por aquella escasez.

De ahí que las sucesivas leyes de arrendamientos que se promulgaron en


adelante concedieron al inquilino o arrendatario un derecho de prórroga,
obligatoria para el arrendador y potestativa para aquél, que hacía
prácticamente interminable el arrendamiento, si se tiene en cuenta el derecho
de subrogarse a la muerte del inquilino o arrendatario que se otorgó a
determinados familiares o herederos (para el local de negocio) del mismo.
También, en aras de la protección del arrendatario, se congelaron las rentas,
de modo que la pactada era la que iba a regir durante toda la larga vida del
arrendamiento. (DÍEZ-PICAZO Y GULLÓN).

Las consecuencias de esa política han sido funestas, pues desaparecieron del
mercado los nuevos arrendatarios, quedando tan sólo los denominados de
renta antigua. Obligando a los que pudieran haberlo sido en condiciones
normales a cuantiosos desembolsos para la ad- quisición de viviendas en
propiedad. Por otra parte, dada la absoluta y total protección del inquilino, los
contratos de arrendamiento que se celebraban lo eran en unas condiciones de
renta muy superiores a las que en un mercado normal se hubieran estipulado.

4.- En el comercio marítimo existe la figura del Armador.

Responda: Explique que significado, establecido el Código de Comercio,


se le atribuye a esta figura. Nota: Incluya en la explicación qué otra(s)
Ley(es) está(n)vinculadas(s).
Armador: Es responsable de la gestión operativa del buque, es decir, quien lo
equipa y pertrecha, lo prepara para prestar el servicio de transporte, es quien
nombra al Capitán y pone la tripulación a bordo, se ocupa del mantenimiento y
de gestionar los certificados reglamentarios que habiliten el buque para su
explotación comercial y lo provee del seguro marítimo más conveniente.

La Ley de Comercio Marítimo Venezolana (Gaceta oficial Nro. 5.551 del


09Nov2001) precisa también la disociación entre los conceptos de Propietario y
el Armador del buque, la cual fue acogida en el Título II del Decreto Ley de
Comercio Marítimo, regulando además al Armador con independencia del
transportista en tres capítulos a saber:

El Capitán : Jefe Superior de la Nave, encargado de su gobierno e investido de


autoridad publica y representante del Propietario, del Armador del buque y de
los Cargadores en todo lo relativo al interés del buque, su carga y al resultado
de la expedición marítima (P. Martínez S., según contenidos Art. 18 y 37 L.C.M.
y Cap.VII, Titulo II, Art. 51 Ley General de Marinas y Actividades conexas).

El Agente Naviero : Es la persona individual o colectiva que tiene a su cargo las


gestiones en tierra, necesarias o convenientes, relacionadas con la llegada,
permanencia o salida de puerto de los buques mercantes (Ray, José Domingo).
La Ley de Comercio Marítimo Venezolano regula las funciones del agente
naviero en su Cap. II del Titulo II. El articulo 32 de la L.C.M. autoriza al Armador
a designar, para actuar frente a los entes administrativos a una persona distinta
(Agente Aduanero) de la que actúa ante los privados (Agente protector de la
Nave).

El Armador : La persona que utiliza o explota el buque en su propio nombre,


sea o no su Propietario, bajo la dirección y gobierno de un Capitán designado
por aquel (Art. 37 L.C.M).

Otros sujetos de la Navegación no regulados en la Ley de Comercio Marítimo


(LCM)

– Empresas de Estibaje : Empresas que realizan las tareas de carga, estibaje,


desestiba y descarga en base a lo que se especifique en u contrato.

– Forwarder Agent : Sujeto o agente intermediario entre quién envía y recibe


las mercancías y el porteador o las autoridades o terceros o ante quienes el
vendedor o el comprador habrían tenido que contratar o intervenir para
exportar, importar o transportar las mercancías. (Ray, José Domingo).

Los Sujetos en el contrato de Transporte (Art 37 L.C.M.)

– Porteador : Toda persona que por si o por medio de otra que actúe en su
nombre, ha celebrado un contrato de transporte de mercancías por agua, con
un Cargador.

– Porteador efectivo : Toda persona a quien el Porteador ha recomendado la


ejecución del transporte de mercancías por agua o de una parte de este.
– Cargador : Toda persona que por si o por medio de otra actúe en su nombre
o por su cuenta, ha celebrado con un Porteador un contrato de transporte de
mercancías por agua. Así mismo, toda persona que por si o por medio de otra

que actúe en su nombre o por su cuenta, entrega efectivamente las mercancías


al Porteador.

5.- En la actualidad se están presentando casos en que entes del Estado


están ejecutando actos de comercio.

Responda: Explique, a detalle, qué establece la norma al respecto.

ARTÍCULO 1

El Código de Comercio rige las obligaciones de los comerciantes en sus


operaciones mercantiles y los actos de comercio, aunque sean ejecutados por
no comerciantes.

ARTÍCULO 2

Son actos de comercio, ya de parte de todos los contratantes, ya de parte de


algunos de ellos solamente:

1. La compra, permuta o arrendamiento de cosas muebles hecha con


ánimo de revenderlas, permutarlas, arrendarlas o subarrendarlas en la
misma forma o en otra distinta; y la reventa, permuta o arrendamiento de
estas mismas cosas.

2. La compra o permuta de Deuda Pública u otros títulos de crédito que


circulen en el comercio, hecha con el ánimo de revenderlos o
permutarlos; y la reventa o permuta de los mismos títulos.

3. La compra y la venta de un establecimiento de comercio y de las


acciones de las cuotas de una sociedad mercantil.

4. La comisión y el mandato comercial.

5. Las empresas de fábricas o de construcciones.


6. Las empresas de manufacturas, almacenes, bazares, tiendas, fondas,
cafés y otros establecimientos semejantes.

7. Las empresas para el aprovechamiento industrial de las fuerzas de la


naturaleza, tales como las de producción y utilización de fuerza eléctrica.

8. Las empresas editoras, tipográficas, de librería, litográficas y


fotográficas.

9. El transporte de personas o cosas por tierra, ríos o canales navegables.

10. El depósito, por causa de comercio; las empresas de provisiones o


suministros, las agencias de negocios y las empresas de almonedas.

11. Las empresas de espectáculos públicos.

12. Los seguros terrestres, mutuos o a prima, contra las pérdidas y sobre las
vidas.

13. Todo lo concerniente a letras de cambio, aun entre no comerciantes; las


remesas de dinero de una parte a otra, hechas en virtud de un contrato
de cambio, y todo lo concerniente a pagarés a la orden entre
comerciantes solamente, o por actos de comercio de parte del que
suscribe el pagaré.

14. Las operaciones de Banco y las de cambio.

15. Las operaciones de corretaje en materia mercantil.

16. Las operaciones de Bolsa.

17. La construcción y carena, compra, venta, reventa y permuta de naves.

18. La compra y la venta de herramientas, aparejos, vituallas, combustible u


otros objetos de armamento para la navegación.

19. Las asociaciones de armadores y las de expediciones, transporte,


depósitos y consignaciones marítimas.

20. Los fletamentos préstamos a la gruesa, seguros y demás contratos


concernientes al comercio marítimo y a la navegación.
21. Los hechos que producen obligaciones en los casos de averías,
naufragios y salvamento.

22. Los contratos de personas para el servicio de las naves de comercio y


las convenciones sobre salarios y estipendios de la tripulación.

23. Los contratos entre los comerciantes y sus factores o dependientes.

ARTÍCULO 3

Se repuntan además actos de comercio, cualesquiera otros contratos y


cualesquiera otras obligaciones de los comerciantes, si no resulta lo contrario
del acto mismo, o si tales contratos y obligaciones no son de naturaleza
esencialmente civil.

ARTÍCULO 4

Los simples trabajos manuales de los artesanos y obreros, ejecutados


individualmente, ya sea por cuenta propia o en servicio de algunas empresas o
establecimientos enumerados en el artículo 2º, no constituyen actos de
comercio.

ARTÍCULO 5

No son actos de comercio la compra de frutos, de mercancías u otros, efectos


para el uso o consumo del adquiriente o de su familia, ni la reventa que se
haga de ellos. Tampoco es acto de comercio la venta que el propietario, el
labrador o el criador, hagan de los productos del fundo que explotan.

ARTÍCULO 6

Los seguros de cosas que no son objeto o establecimientos de comercio y los


seguros de vida son actos mercantiles por parte del asegurador solamente.

La cuenta corriente y el cheque no son actos de comercio por parte de las


personas no comerciantes, a menos que procedan de causa mercantil.

ARTÍCULO 7

La Nación, los Estados, el Distrito Federal, los Distritos y los Municipios no


pueden asumir la cualidad de comerciantes, pero pueden ejecutar actos de
comercio; y, en cuanto a estos actos, quedan sujetos a las leyes mercantiles.
ARTÍCULO 8

En los casos en que no estén especialmente resueltos por este Código, se


aplicarán las disposiciones del Código Civil.

ARTÍCULO 9

Las costumbres mercantiles suplen el silencio de la Ley cuando los hechos que
las constituyen son uniformes, públicos, generalmente ejecutados en la
República o en una determinada localidad y reiterados por un largo espacio de
tiempo que apreciarán prudencialmente los Jueces de Comercio.

6.- El Fondo de Comercio es un conjunto de bienes muebles corporales e


incorporales que un comerciante agrupa y pone en función para
satisfacer a su clientela. Responda: Explique, a detalle, su naturaleza
Jurídica.

El fondo de comercio puede definirse como una entidad jurídica compuesta de


elementos orgánicos que el comerciante agrupa con vistas a constituir una
clientela necesaria para la explotación comercial. Esos elementos a la vez de
orden material (mercaderías, mobiliarios y herramientas) y de orden incorporal
(nombre comercial, enseña, derecho al alquiler, patentes, marcas de fabrica,
diseños y modelos). Esos elementos, unidos por una aplicación común a la
formación de una clientela, considerada como un elemento, proporcionan una
base al fondo de comercio, que se convierte en una entidad jurídica,
diferenciada de los elementos que la componen.

COMPOSICION Y NATURALEZA JURIDICA DEL FONDO DE COMERCIO

COMPOSICION DEL FONDO DE COMERCIO

El fondo de comercio no es un bien intangible, homogéneo y estable como un


inmueble. Es un compuesto de elementos variables en número según el objeto
de la explotación, y en valor según el grado de poder de atracción sobre la
clientela, que es el elemento esencial, aunque frágil, del fondo de comercio.

Los elementos del fondo de comercio se pueden dividir en dos grupos: los
elementos incorporales y los elementos corporales.
Elementos incorporales.

Unos, que son la base de la explotación, dan su verdadero valor al fondo; por lo
general se ceden con él porque constituyen su substancia. Otros
ordinariamente derechos y obligaciones difícilmente separables.

Un fondo de comercio al que no se halla vinculada clientela alguna, pierde su


calificación jurídica. La jurisprudencia saca la consecuencia de que no puede
haber cesión, locación o aporte a sociedad de un fondo cuando su propietario
conserva la clientela o si esta ha desaparecido.

Asimismo, la jurisprudencia establece que no existe fondo cesible faltando


clientela cesible. Aunque algunos autores equivocadamente identifican el fondo
de comercio con el derecho a la clientela, ésta, elemento necesario de aquél,
no es, sin embargo, suficiente.

Los signos distintivos.

El nombre comercial. Es aquel bajo el cual el comercio ejerce su comercio.


Generalmente lo hace con su apellido, pero puede ser también su nombre, un
seudónimo o un nombre de fantasía. Si se trata de una sociedad es la
“denominación social”.

La jurisprudencia protege el derecho al nombre comercial mediante la acción


de competencia desleal contra las confusiones o imitaciones por parte de los
competidores, pero no puede prohibir a un homónimo que ejerza el comercio
con su apellido.

La enseña. Es la imagen o la denominación que permite a la clientela


individualizar el fondo. Tiene una enorme importancia práctica porque sirve de
punto de unión para la clientela. El comerciante tiende a darle el mayor relieve
posible y la mayor difusión y figura tanto en sus papeles comerciales cuanto en
sus productos o sus establecimientos.

La jurisprudencia protege el derecho a la enseña mediante la acción de


competencia desleal, condenando a los competidores que utilizan una enseña
idéntica o similar con la intención de confundir a la clientela.
Con vistas de reforzar el monopolio del comerciante sobre la enseña, ésta
puede ser registrada para servir como marca de fábrica, de comercio o de
servicio. Puede ser protegida como creación original en su calidad de diseño y
modelo.

Los derechos de propiedad industrial y comercial.

Las marcas de fábrica de comercio o de servicios son los signos que distinguen
los productos de un comerciante de los de sus competidores, a fin de
conferirles un poder de atracción sobre la clientela.

La marca está protegida mediante una acción por imitación fraudulenta o


usurpación, a condición de haber sido registrada.

El titular de la marca puede cederla con el fondo o independientemente de


éste, vender su derecho a la marca registrada, cuyo valor comercial depende
de su fama entre la clientela.

Las patentes de invención. La invención está protegida mediante una acción


por imitación fraudulenta y por sanciones penales que castigan al falsificador.

El dueño de la patente puede ceder su derecho junto con el fondo que creó
para explotar su invento, aportarlo a una sociedad, hacer que otros lo exploten
o concederlo, otorgando las licencias de explotación a una o varias personas.

Los diseños y modelos. La ley concede al creador de diseño un derecho


exclusivo para la explotación de su obra por período alguno y cuya renovación
puede obtenerse una sola vez.

La cesión del derecho a la explotación exclusiva del diseño o del modelo no es


oponible a terceros sino luego de su inscripción en el registro.

Además de los derechos de propiedad industrial, constituyen elementos del


fondo de comercio, las licencias para el despacho de bebidas, agencias de
viajes, de transportes por carretera, y su cesión implica, generalmente, la del
fondo.

El derecho al alquiler. Este elemento incorporal, sustancial para el fondo de


comercio, se indica aquí simplemente a título recordatorio. Se le consagra un
estudio especial por su primordial importancia para el comerciante que ocupa
locales alquilados en los cuales explota su fondo. Si el comerciante es
propietario del local, evidentemente no existe derecho al alquiler para su fondo.

Los derechos incorporales no cesibles con el fondo.

Los créditos y las deudas. Así, los créditos no cobrados por el comerciante a
sus clientes o las deudas de aquél con sus proveedores, no se transmiten al
sucesor del fondo cedido. Obligan a quien ha contratado y no al fondo, puesto
que éste carece de personalidad jurídica.

Los contratos. Los contratos concertados con proveedores o con clientes no


obligan sino a los contratantes. Sin embargo, existen excepciones: así, el
adquiriente del fondo queda ligado por los contratos de trabajo concluidos por
su predecesor. Igual ocurre con los contratos de seguros relativos al fondo.

ELEMENTOS CORPORALES

Por oposición a los elementos incorporales, constitutivos del monopolio de la


clientela conferido a quien lo explota, los elementos corporales se presentan
como secundarios en razón de su carácter fungible. Unos se refieren al
material y a las herramientas y otros a las mercaderías.
Material y herramientas. Designan los objetos mobiliarios destinados a la
explotación. Su valor comercial es grande en la industria y en ciertos
comercios.

El material sólo constituye un elemento del fondo de comercio si el vendedor es


locatario del inmueble en el cual ejerce su comercio. Por lo tanto, en caso de
cesión del fondo, el propietario puede retener el material en su totalidad o en
parte.

Mercaderías. Son todos los objetos que el comerciante destina a la venta. En el


comercio mayorista y minorista se distinguen las mercaderías en almacén y en
depósito, y en la industria, las materias primas, los objetos semi-elaborados y
los fabricados, pero estas distinciones no ofrecen interés jurídico alguno.
Cualquiera que sea su calificación en la práctica, las mercaderías forman parte
del fondo y son cedidas con él, salvo estipulación en contrario.

En caso de cesión, las mercaderías son objeto de una valuación distinta de los
demás elementos del fondo.

NATURALEZA JURIDICA DEL FONDO DE COMERCIO

La noción de fondo de comercio sigue siendo una noción empírica, aún cuando
es evidente que los distintos elementos capaces de retener una clientela deben
estar unidos para tener un valor venal superior al que tendría cada uno de ellos
si fuese objeto de transacciones separadas. No se trata en manera alguna de
una unión “de derecho” de los diversos elementos que componen el fondo de
comercio.

Hay que explicar cómo un conjunto de elementos diversos, incorporales y


corporales, pueden constituir una entidad. La demostración de que los
elementos se hallan unidos por un destino común no basta, o parece no bastar,
para captar la naturaleza jurídica de ese conjunto que es el fondo de comercio.

En la búsqueda de un catalizador, es decir, de la explicación causal, las


opiniones se han dividido, tanto en jurisprudencia cuanto en doctrina. Es
importante conocerlas para definir la naturaleza jurídica del fondo de comercio
en sus aplicaciones prácticas.

Los autores se dividen en dos grupos. Unas veces toman en consideración la


reunión de los elementos que componen el fondo, considerado como una
universalidad y otras, tienen en cuenta la naturaleza de los elementos que lo
integran, para definirlo como un derecho de propiedad incorporal de naturaleza
mobiliaria.

Teoría de la Universalidad. Ciertos autores consideran el fondo de comercio


como una verdadera entidad que califican de universalidad jurídica; constituye
un patrimonio afectado a una explotación comercial, distinto del patrimonio del
comerciante, propietario del fondo. Otros autores estiman que el fondo
constituye una simple universalidad de hecho cuyos elementos se encuentran
unidos más por lazos económicos que jurídicos.

Universalidad jurídica. Los bienes incorporales y corporales que integran el


fondo de comercio, están unidos por una afectación común que confiere el
carácter de entidad jurídica al conjunto por ellos formado. Su base no resulta
de la personalidad jurídica, que no se concede al fondo de comercio al fondo
de comercio, sino de la constitución de un patrimonio de afectación, cuyos
elementos se hallan reunidos por un destino idéntico, a semejanza de los que
dan origen a las fundaciones en derecho civil. Ante la carencia de personalidad
jurídica, estas últimas existen y funcionan sobre al base, únicamente, de una
masa de bienes afectados a una obra.

El activo estaría afectado al pago del pasivo, de suerte que los acreedores
comerciales se pagarían antes que los acreedores personales del comerciante.

Las objeciones desaparecen completamente cuando el fondo de comercio es


un fondo social. Todos los bienes afectados al comercio integran el patrimonio
de la sociedad. Los bienes sociales pueden estar esencialmente constituidos
por el fondo de comercio, solución cada vez más frecuente en la práctica y
admitida por la legislación en Alemania, donde el fondo de comercio tiene
personalidad jurídica.

El activo responde por el pasivo, lo que no se admite en derecho francés


cuando no hay obligación de constituir una sociedad. Precisamente para
suprimir esa objeción se ha elaborado la teoría de la universalidad de hecho.

Universalidad de hecho. El fondo de comercio no es sino la reunión puramente


de hecho entre bienes unidos por un lazo económico nacido de su destino
común. Cada uno de esos elementos conserva su individualidad; no se funden
en un patrimonio particular, lo que excluye un activo y un pasivo propios del
fondo de comercio.

Esta teoría concuerda con el estado actual del derecho positivo. Por una parte,
el derecho de prenda de los acreedores comerciales es general; comprende
todo el patrimonio del comerciante. Y por otra, el adquiriente de un fondo de
comercio no se

convierte en titular de los créditos comerciales ni está obligado por las deudas
comerciales del vendedor.

Esta teoría no permite explicar por qué el fondo de comercio puede ser objeto
de operaciones jurídicas como entidad real, siendo así que los elementos que
lo componen pueden disociarse y ser vendidos separadamente a capricho del
propietario.

Concepto de propiedad incorporal de naturaleza mobiliaria.

Propiedad incorporal. Se emplea la expresión “propiedad del fondo de comercio


para designar el derecho del comerciante sobre su explotación, por analogía
con el derecho del propietario sobre “el fundo de tierra”. Pero a diferencia de
este último, el derecho del comerciante sobre su fondo carece de apoyo
material verdadero, aun cuando su explotación se produzca en un inmueble o
en un lugar convenido con un mínimo de instalaciones, lo que confiere cierta
estabilidad. Pero sólo hay fondo de comercio si la actividad es comercial.

Si bien se trata de una propiedad, ésta es, sin embargo, de naturaleza


particular. Es el resultado de una actividad que se asemeja a la creación
intelectual análoga a una invención. La actividad creadora del comerciante no
sólo es el origen de la formación de los diversos elementos de la explotación
sino el de su reunión en un conjunto en el cual se funden.

Estos caracteres fundamentales confieren al fondo de comercio una naturaleza


incorporal, análoga a la propiedad literaria y artística o a las patentes y marcas
de fábrica, que carecen de apoyo material real y son el fruto de una actividad
que desemboca en una creación: invención, signos distintivos.

Igual que toda propiedad incorporal, el fondo de comercio no se analiza


globalmente como un derecho de clientela sino como una suma de diversos
derechos de clientela,

reunidos por el comerciante que los ha creado y conservado mediante la


explotación. Esta no se aparta completamente de la noción de trabajo, porque
el comerciante pierde su clientela y al mismo tiempo su fondo, si no lo explota.
Esta asimilación a una propiedad incorporal corresponde, por otra parte, a la
naturaleza incorporal de los elementos esenciales que lo componen y de los
cuales él es la suma.

Naturaleza mobiliaria del fondo de comercio. La jurisprudencia ha resuelto que


las propiedades incorporales son bienes muebles y ha asimilado a ellas el
fondo de comercio. Su naturaleza mobiliaria ha podido, por ejemplo, ser
invocada por los rematadores para sustraer a los notarios el derecho a vender
los fondos de comercio en subasta.

El fondo de comercio está sometido a las mismas reglas que los bienes
muebles, en materia de regímenes matrimoniales y de sucesiones. El fondo
poseído por el esposo en el momento del matrimonio, entra en la masa común
bajo el régimen de comunidad legal, en tanto que sería un bien propio si
estuviese calificado de inmueble.

Razón de la estabilidad de la clientela, el fondo de comercio objeto de una


pignoración, puede representar una seguridad de tal manera que inspire, a
veces, la misma confianza que la ofrecida por un inmueble. Por otro lado, en
razón de su naturaleza incorporal, no le es aplicable la regla “en materia de
mueble, la posesión vale título”. Finalmente, en caso de conflicto entre dos
adquirientes, se toma en consideración la fecha de los contratos, no la
posesión, para solucionarlo.

7.- En las negociaciones de títulos valores en la actividad comercial, se


pueden presentar caso donde por error, por diversos motivos, no se
realiza el registro oportuno de las transacciones en el libro de
accionistas.

Responda: Explique, a detalle, lo que establece el marco legal venezolano


al respecto. Nota: debe considerar en cuenta, para su respuesta, las
sentencias del Tribunal Supremo de Justicia, en este tipo de
eventualidades.

El Tribunal Superior Cuarto de lo Contencioso Tributario de la Circunscripción


Judicial del Área Metropolitana de Caracas, mediante oficio número 278/2013
de fecha 17 de octubre de 2013, recibido el 9 de diciembre de ese mismo año,
remitió a esta Sala Político-Administrativa el expediente distinguido con letras y
números AF44-U-1999-000023 de su nomenclatura, contentivo del recurso de
apelación ejercido el 2 de julio de 2013, por la abogada Jomaira Esparragoza,
inscrita en el INPREABOGADO bajo el número 129.924, actuando con el
carácter de sustituta del Procurador General de la República en representación
del FISCO NACIONAL, según consta en documento poder autenticado ante la
Notaría Pública Vigésima Quinta del Municipio Bolivariano Libertador del
Distrito Capital, en fecha 18 de julio de 2012, bajo el número 32, tomo 78 de los
libros llevados por esa oficina notarial, que cursa a los folios 2.517 al 2.523 de
la séptima pieza del expediente judicial, contra la sentencia definitiva número
035/2013 dictada por el Juzgado remitente en fecha 20 de junio de 2013, que
declaró parcialmente con lugar el recurso contencioso tributario interpuesto por
las abogadas Soraya Facchinei Rolando y Desiree Facchinei Rolando, inscritas
en el INPREABOGADO bajo los números 22.827 y 53.096, respectivamente,
actuando con el carácter de apoderadas judiciales de la sociedad de comercio
DISTRIBUIDORA REVEIN, C.A., inscrita en “el Registro Mercantil de la
Circunscripción Judicial del Distrito Federal y Estado Miranda” el 23 de julio de
1990, bajo el número 65, tomo 31-A-Sgdo., cuya última modificación estatutaria
consta en documento inscrito ante el referido Registro el 15 de junio de 1998,
bajo el número 19, tomo 215-A-Sgdo; representación que se desprende del
documento poder otorgado ante la Notaría Pública Primera del Municipio
Chacao del actual Estado Bolivariano de Miranda, en fecha 16 de octubre de
1998, bajo el número 13, tomo 193, de los libros llevados por esa oficina
notarial (folios 51 al 53 del expediente judicial).

El recurso contencioso tributario fue incoado el 25 de noviembre de 1999,


contra la Resolución (Sumario Administrativo) identificada con letras y
números “SAT/GRTI/RC/DSA//99-I-000577”, de fecha 8 de octubre de 1999,
notificada el 21 del mismo mes y año, emitida por la Gerencia Regional de
Tributos Internos de la Región Capital del Servicio Nacional Integrado de
Administración Tributaria, hoy SERVICIO NACIONAL INTEGRADO DE
ADMINISTRACIÓN ADUANERA Y TRIBUTARIA (SENIAT), que confirmó
parcialmente el Acta Fiscal signada con el alfanumérico SAT-GRTI-RC-DF-1-
1052-001219 del 9 de septiembre de 1998, y en consecuencia, impuso a cargo
de la contribuyente, la obligación de pagar: i) diferencia de impuesto al
consumo suntuario y a las ventas al mayor, de acuerdo con lo previsto en las
Leyes de Impuesto al Consumo Suntuario y a las Ventas al Mayor de 1994 y
1996, y su Reglamento de 1994, aplicables ratione temporis; ii) sanción de
multa impuesta con base al artículo 97 del Código Orgánico Tributario de 1994,
vigente en razón del tiempo; iii) sanción de multa por incumplimiento de
deberes formales, de conformidad con el artículo 126 eiusdem; iv) actualización
monetaria e intereses compensatorios calculados conforme al Parágrafo Único
del artículo 59 ibídem; por los montos actuales que se indican en cuadro infra; y
v) declaró la responsabilidad solidaria de los directores, gerentes,
administradores y demás representantes de la contribuyente.
8- En Venezuela el Mercado de Valores está regulado por la
Superintendencia

Nacional de Valores (SUNAVAL).Responda:

8.1 Exprese, en detalle, las atribuciones de este ente gubernamental.

8.2. Explique, en detalle, cada uno de los siguientes términos que son
utilizados para establecer normas con la intención de regular las diversas
transacciones quese realizan en este mercado: Fondos Mutuales,
Mercados de Valores, Operadoresde Valores Autorizados (OVA),
Productos derivados y Sociedad Calificadora de Riesgo.

Atribuciones del SENAVAL

 Autorizar la oferta pública de valores emitidos por empresas constituidas


en el país.

 Autorizar la oferta pública, fuera del territorio nacional, de valores


emitidos por empresas constituidas en el país.

 Autorizar la publicidad y prospectos de emisiones de oferta pública.

 Autorizar y supervisar la actuación de bolsas de valores, corredores


públicos de títulos valores y demás entes intermediarios.

 Inscribir los valores objeto de oferta pública.

 Resguardar los intereses de los accionistas y, en especial, los


minoritarios.
¿Qué es un fondo mutual?

Instrumentos de inversión en el cual muchos inversionistas individuales unen


sus fondos para invertir en activos como acciones, bonos u otros.

Esta especialmente ideado para ayudar a los inversionistas a alcanzar sus


metas financieras a mediano y largo plazo, sin grandes esfuerzos y con
mayores beneficios por su inversión, que le permiten obtener mucho más por
su dinero.

Ejemplo

Ficha de la Empresa

Información Financiera

PRO-DIVISAS PROVINCIAL, FONDO MUTUAL DE

Nombre INVERSIÓN DE CAPITAL ABIERTO, C.A.

Estatus ACTIVO

Código Alfa PRV

Nro. Expediente 69

R.I.F J-30528110-6

Fecha de Inscripción 20-05-1998

Nro. Resolución de Inscripción 176-98

Gobierno Corporativo S/I

Sector Financiero

Sub-Sector Finanzas o corretaje

DIRECTORIO
Capital Suscrito Capital Pagado Capital Autorizad

0.00 0.00 214,460,000.00

Mercado de valores

En Venezuela, el órgano regulador en esta materia es la Superintendencia


Nacional de Valores (SNV). El hecho de que en el mercado de valores se oferte
una gama de instrumentos financieros que sirvan como fuente opcional de
capital e inversión, garanticen liquidez en sus operaciones y sus participantes
perciban en este seguridad y transparencia, son las bases fundamentales
sobre las que descansa la eficiencia de un mercado.

la SNV regula y supervisa el funcionamiento eficiente del mercado de valores


protegiendo por ende a las personas que han invertido en títulos valores, los
cuales se clasifican según lo estipulado en el artículo 16 de la Ley de Mercado
de Valores (2010), en: a) instrumentos financieros que representan derechos
de propiedad o de crédito sobre el capital de una sociedad mercantil, emitidos a
corto, mediano o largo plazo y en masa que posean iguales características y
otorguen los mismos derechos dentro de su clase; b) instrumentos derivativos,
definidos según la mencionada ley como los distintos tipos de instrumentos o
valores que representan un derecho de opción para la compra- venta de
valores, así como los contratos a futuro sobre valores en donde las partes se
obligan a comprar o a vender una determinada cantidad de valores a un precio
y a una fecha predeterminada, y, en general, cualquier otro tipo de instrumento
cuyo valor esté determinado y fijado por referencia al valor de otros activos o
conjunto de ellos; y c) valores representativos de derecho de propiedad,
garantías y cualquier otro derecho o contrato sobre productos o insumos.

Ejemplo

Títulos valores emitidos por actividad económica Periodo 20112013


emisiones en el mercado primario.
Oferta Públicas (Millones
Variación Relativa Distribución Porcentual (%)
deBolívares)
Concepto
MontoA Monto Monto
Año2012 Año2013 Año2011 Año2012 Año2013
ño2011 Año2012 Año2013
TOTALES 40620,97 24650,66 32691,16 -15970,3 100,00 100,00 100,00
I ACCIONES 390,92 175,66 1981,16 -215,26 1805,5 0,96 0,71 6,06
Industria
0 6,55 0 6,55 -6,55 0,00 3,73 0,00
Manufacturera
Electricidad,
26,53 0 0 -26,53 0 6,79 0,00 0,00
Aguas, Luz y Aseo
Construcción 2,21 0 0 -2,21 0 0,57 0,00 0,00
Transporte,
Almacenamiento y 0 0 0 0 0 0,00 0,00 0,00
Comunicaciones
Establecimientos
Financieros,
Seguros, Bienes
362,18 169,11 1981,16 -193,07 1812,05 92,65 96,27 100,00
Inmuebles y
Servicios Prestados
a Empresas
II
39680,05 24175 30140 -15505,1 5965 97,68 98,07 92,20
OBLIGACIONES
Industria
35 220 200 185 -20 0,09 0,91 0,66
Manufacturera
Agricultura, Caza,
0 0 0 0 0 0,00 0,00 0,00
Sivicultura y Pesca
Electricidad,
0 0 0 0 0 0,00 0,00 0,00
Aguas, Luz y Aseo
Petroléo 39345 15900 28350 -23445 12450 99,16 65,77 94,06
Comercio al Por
Menor y al Por 0 0 0 0 0 0,00 0,00 0,00
Mayor
Restaurantes,
0 150 60 150 -90 0,00 0,62 0,20
Hoteles y Casinos
Transporte,
Almacenamiento y 30,05 0 500 -30,05 500 0,08 0,00 1,66
Comunicaciones
Establecimientos
Financieros,
Seguros, Bienes
270 7905 1030 7635 -6875 0,68 32,70 3,42
Inmuebles y
Servicios Prestados
a Empresas
III PAPELES
550 300 570 -250 270 1,35 1,22 1,74
COMERCIALES
Agricultura, Caza,
500 0 0 -500 0 90,91 0,00 0,00
Sivicultura y Pesca
Industria
0 0 0 0 0 0,00 0,00 0,00
Manufacturera
Electricidad,
0 0 0 0 0 0,00 0,00 0,00
Aguas, Luz y Aseo
Transporte,
Almacenamiento y 0 0 0 0 0 0,00 0,00 0,00
Comunicaciones
Construcción 0 0 0 0 0 0,00 0,00 0,00
Comercio al Por
Menor y al Por 0 0 0 0 0 0,00 0,00 0,00
Mayor
Restaurantes,
0 0 0 0 0 0,00 0,00 0,00
Hoteles y Casinos
Establecimientos
Financieros,
Seguros, Bienes
50 300 570 250 270 9,09 100,00 100,00
Inmuebles y
Servicios Prestados
a Empresas
IV UNIDADES
0 0 0 0 0 0,00 0,00 0,00
DE INVERSIÓN
Entidades de
0 0 0 0 0 0,00 0,00 0,00
Inversión Colectiva
Fuente: Informe Anual 2013. Superintendencia Nacional de Valores.

OVA Operadores de valores autorizados

Las personas naturales o jurídicas, que se dediquen en forma regular o habitual


a realizar actividades de intermediación con valores en los mercados primario o
secundario de valores, o a la captación de fondos o valores destinados a la
inversión en valores regulados por esta Ley, en nombre propio, por cuenta
propia o de un tercero, o en nombre de un tercero por cuenta de éste, deberán
estar autorizados por la Superintendencia Nacional de Valores como
operadores de valores autorizados.

Los operadores de valores autorizados podrán adoptar la forma de sociedades


y ser miembros accionistas de una bolsa de valores.

La Ley de Mercado de Valores sustituye el término “corredor público de títulos


valores” al que hacían referencia las leyes anteriores, por el de “operador de
valores autorizado”, que incluye no solo actividades de corretaje, sino las de
comisión y mandato mercantil de manera expresa. Determinar este concepto
Es importante, por cuanto de ella dependerán muchas de las operaciones que
el operador de valores autorizados estará en capacidad de realizar.

Sociedad calificadora de riesgo

ARTICULO 30. Las sociedades calificadores de riesgo tendrán como objeto


social exclusivo la calificación de títulos valores o derechos, sin perjuicio de que
pudieren calificar empresas, instituciones publicas o privadas, nacionales o
internacionales, países o proyectos. Así mismo podrán dedicarse a la
publicación de índices, informes o estudios relacionados con su objeto, los
cuales podrán ser distribuidos o comercializados en la forma que consideren
conveniente. Las Sociedades Calificadores de Riesgo en el ejercicio de tales
actividades serán las únicas responsables por los juicios de, valor emitidos a
propósito de las mismas, y así se hará constar en los dictámenes,
publicaciones, informes y estudios de cualquier naturaleza en relación a su
objetivo social, que patrocinen o publiquen directa o indirectamente.

Su razón social debe incluir la mención “Sociedad Calificadora de Riesgo”


escrita con todas sus letras, y ninguna otra persona jurídica podrá utilizar esta
mención sin haber cumplido con las formalidades establecidas en estas
normas.

Listado de Sociedades Calificadoras de Riesgo


(Persona Jurídica)

Rif Descripciónn Estado

J-30166873-1 GLOBAL RATINGS, SOCIEDAD CALIFICADORA DE RIESGO C.A. ACTIVO

J-30200495-0 CLAVE, SOCIEDAD CALIFICADORA DE RIESGO, C.A. ACTIVO

J-30278948-5 A1A CALIFICADORA DE RIESGO, C.A ACTIVO

J-50036930-1 VALORA, SOCIEDAD CALIFICADORA DE RIESGO C.A. ACTIVO

J-500455550 FINANCIAL RATING SOCIEDAD CALIFICADORA, C.A. ACTIVO

J-501590664 RISK GLOBAL, SOCIEDAD CALIFICADORA DE RIESGO, C.A. ACTIVO

J-502534008 AFIN SOCIEDAD CALIFICADORA DE RIESGO, C.A. ACTIVO

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