Está en la página 1de 4

RESUMEN 

ANALÍTICO DE ESTUDIO  -  RAE

1.    Título Cartas a quien pretende enseñar.

2.    Autor FREIRE, Paulo.

3.    Edición Editorial Siglo XXI


4.    Fecha 6 de octubre de 2018
5.    Palabras Claves Enseñar, aprender, aprehender, identidad, educador - educando,
disciplina, pensamiento crítico, responsabilidad, humildad, valentía,
contexto.
6.    Descripción Este trabajo se realiza, en un principio, como evidencia del trabajo
autónomo propuesto para la tutoría 4 de la asignatura “Filosofía de
la Educación” orientada por el docente Álvaro Ríos. También tiene
como finalidad el hecho de poder apropiarme de conceptos
importantes dentro del ámbito educativo, sobre todo en
Latinoamérica, conociendo el contexto en el que se desarrolla el que
hacer del educador o maestro. Así mismo, a través de este trabajo
pretendo exponer las problemáticas o vicisitudes que plantea el
autor, y dar una mirada crítica frente a éstas, equiparándolas con la
labor del docente en Colombia.
7.    Fuentes La realización de este trabajo tiene como fuente única el texto de
Paulo Freire. “Cartas a quien pretende enseñar”.
8.    Contenidos Este texto de Paulo Freire se desarrolla a través de una serie de
capítulos de los cuales, diez de ellos corresponden a una serie de
cartas que, este autor brasileño, dirige de manera especial a aquellos
docentes que viven el día a día de la educación en el contexto de su
país. Desde el inicio de su texto coloca al lector en alerta al plantear
la situación vivida por los docentes de Brasil, y por qué no los
nuestros, de ser vistos no como maestros (as) sino como tíos (as)
con todo lo que ello implica: no exigir, ser comprensivo y tolerante
al extremo, ser condescendiente y ser plenamente permisivo. Según
el autor esta podría ser la imagen que muchos tienen del docente,
quizá porque éste mismo se ha encargado de vender una imagen tal.
En su primera carta “Enseñar- Aprender” Freire hace una
exhortación a los maestros o a quienes pretenden serlo, dicha
exhortación pretende crear una conciencia en el maestro de que su
papel no es solamente el de enseñar, también debe estar dispuesto a
aprender. En los diferentes ambientes de aprendizaje que se generan
a diario el maestro enseña pero también aprende y el estudiante
aprende y a su vez enseña. Este movimiento de reciprocidad exige
por parte del docente humildad, ser consciente de que no se las sabe
todas y también exige de éste una constante preparación y estudio
ya que, en últimas, no puede convertirse en un agente irresponsable
del conocimiento. En su segunda carta el autor invita a quienes
pretendemos enseñar a no tener miedo, a afrontar nuestro rol con
valentía. Seguramente al iniciar el ejercicio docente surgen dudas y
temores, incluso hay quienes pueden tener una larga experiencia en
el ejercicio docente y aun así se enfrentan a nuevas realidades que
causan en ellos inseguridades, el autor invita a no entrar en un
estado de pánico sino, antes bien, exigirnos más a diario, ser
disciplinados en nuestra labor y tener una constante preparación,
esto brinda seguridad y permite, a pesar de las circunstancias que
pueden ser adversas, vencer los miedos y temores. En la tercera
carta expone una preocupación que se hace cada vez más latente en
nuestro contexto moderno y es la de quienes se adentran al mundo
de la docencia simplemente porque no encontraron qué más hacer,
podríamos decir que la docencia se ha convertido en la profesión del
descarte y cada día vemos más profesionales impartiendo clase en
las aulas, ese en realidad no es el problema ya que tienen los saberes
necesarios, el inconveniente en realidad es que muchos de ellos, sin
mala intención, carecen de pedagogía. En su cuarta carta, Freire
expone de manera sucinta las cualidades que debe tener un
educador, dentro de ellas resalta de manera particular la humildad,
el sentido común, amorosidad, valentía, tolerancia, connivencia, la
decisión, la seguridad, la paciencia y la alegría. La quinta carta,
titulada como “el primer día de clase”, el autor se refiere
nuevamente a lo expuesto en la segunda carta en donde hablaba
acerca de los miedos, aquí expone de nuevo la situación de miedo a
la que se puede enfrentar el maestro sobre todo cuando está
iniciando su experiencia en un aula, ante éste contrapone el valor de
la valentía que debe caracterizar al maestro, afirma que, además,
éste debe tener la capacidad de ser un observador antes que un
ejecutor de cosas o tareas de forma racional, el maestro se debe
convertir en un líder antes que en un dictador que inspira miedo en
sus estudiantes. En la sexta carta el autor expone lo que sería la
relación ideal entre el educador y los educandos; dicha relación debe
estar basada ante todo en el testimonio del educador, éste debe tener
coherencia y ser consecuente entre lo que dice y lo que hace (lo que
vive). Entre educadores y educandos debe haber una relación de
respeto, de autoridad pero sin que ésta cohiba la apertura al diálogo,
de cordialidad y afabilidad, de exigencia y de respuesta. En su
séptima carta Freire refiere la importancia de no sólo hablarle al
educando sino de hablar con él y escucharlo. El maestro, quien por
lo general, cree saberlo todo, debe tener una actitud de apertura para
escuchar a sus educandos, de hecho la palabra profesor (el que
habla) expone con claridad esta cualidad un tanto egoísta del
docente. En el aula de clase debe haber una interrelación constante a
partir del diálogo y de la escucha, el discurso del docente debe
interpelar al estudiante, y los aportes de éste deben interpelar
también al docente de tal manera que se cree un espacio de
discusión y debate en el que todos somos hablante pero en el que
también todos somos oyentes, antes que ser una relación autocrática
debe ser una relación democrática. En la octava carta el autor nos
refiere acerca de la importancia de tener en cuenta el contexto
cultural en el que se enmarca el ejercicio educativo. La cultura y la
educación van de la mano, están intrínsecamente ligadas y no puede
haber desconexión entre una y otra, el educando debe ser consciente
de dicha conexión. El educador debe conocer la identidad cultural
de sus educandos para así diseñar las estrategias necesarias que
permitan desarrollar las habilidades y competencias idóneas en sus
estudiantes. No basta con conocer un contexto teórico si
desconocemos el contexto concreto. En su novena carta, el autor
hace referencia precisamente a lo anteriormente mencionado, a
saber: contexto teórico y contexto concreto. En nuestra realidad
cotidiana se puede evidenciar con claridad esta diferencia cuando en
ocasiones, y de forma un tanto despectiva, nos referimos a las
comunidades marginadas en las que muchas veces, quienes ya
ejercen como docentes, deben realizar su labor. Se habla de
delincuencia, de perdición, de peligro, sin conocer el contexto
concreto, solamente conocemos “de a oídas”; sólo quien ha
desempeñado una labor en estas comunidades reconoce con claridad
el contexto concreto, sabe que hay pobreza, de pronto miseria, pero
también creatividad y ganas de salir adelante, que las personas que
allí conviven no son malas como hasta ahora han sido estereotipadas
sino que, por el contrario, hay gente buena que busca un mejor
futuro. Por último, en su décima carta, Freire hace un énfasis mayor
en la disciplina; ésta se podría decir que se convierte en columna
vertebral de la educación, sin esta disciplina no se crean el trabajo
intelectual, la lectura seria de los textos, la escritura cuidada, la
observación y el análisis de los hechos ni el establecimiento de las
relaciones entre ellos. Esta disciplina, sin embargo, debe ser
saludable y no debe conducir al inmovilismo, por el contrario, debe
llevar al aprendizaje dinámico, es decir, un verdadero aprehender.
Lectura asidua del texto, realización de glosario.
9.    Metodología
10.    Conclusiones. A partir de la lectura realizada y el acercamiento al autor se puede
evidenciar la realidad, un tanto preocupante, de la educación en
nuestro contexto latinoamericano. Por ello considero que es
importante que quienes nos preparamos para ejercer como futuros
docentes, debemos tomar esta tarea con responsabilidad siendo
conscientes del rol que desempeñamos en la sociedad y que este que
– hacer más que una profesión, es una vocación.
11.    Autor del RAE David Ramírez Martínez

También podría gustarte