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Resumen

Cartas de Quien Pretende Enseñar


Paulo Freire

Valencia Noviembre 2021


Paulo Freire en su obra titulada ‘Cartas a quien pretende enseñar’, propone mediante
diez cartas a las personas que desean y pretenden enseñar, en este caso los docentes, que
deben tener cierto compromiso y exigencia para consigo mismos y para con los demás, ya que
en su quehacer diario deben tomar una postura frente a las injusticias sociales, deben buscar
transformaciones en sus estudiantes y en la sociedad a través de sus enseñanzas, deben ir más
allá de lo que se imparte en las asignaturas, deben moldear mentes críticas, creativas,
conscientes, desafiantes pero sobre todo libres.

Por esto, si el docente quiere generar una transformación social, debe tener presente
los diversos contextos en los que se encuentran inmersos los estudiantes, y no limitarse
solamente a lo que dicen los textos para que el aprendizaje sea significativo. Ya que, “la
educación no es una palanca para esta transformación, pero sin ella no se da”. Teniendo en
cuenta lo anterior, el docente debe liberar su imaginación y paralelamente estimular la de sus
estudiantes, para así, plantear nuevamente la educación y luchar por la escuela democrática
con la que muchos soñamos.

Primera carta: Enseñar- Aprender. Lectura del mundo- Lectura de la palabra.

Esta carta hace referencia a los conceptos de enseñanza y aprender y a la necesidad de leer el
mundo (contextos sociocultural) y la palabra (textos).

1. No siempre que se enseña se aprende. En ocasiones se aprende sin que se enseñe.


2. Para enseñar se necesita del saber. No se puede enseñar lo que no se sabe.
3. Reflexiona sobre la importancia de la lectura comprensiva y no abandonar si no se
entiende. Hay que saber usar instrumentos/herramientas para subsanarlo.
4. Para que la compresión sea exitosa es necesario que el nivel de la lectura sea
coherente con el nivel de capacitación del lector. Si la distancia es grande lo dificultad.

La lectura y la escritura son procesos inseparables y deben percibirse ambos como necesarios.

1. Mucho mejor es estimular el gusto por la lectura que obligar a los alumnos.
2. Los docentes deben conocer las lecturas “clásicas” sobre el proceso lector.
3. "A leer se aprende leyendo; a escribir escribiendo."
4. "No es posible leer sin escribir ni escribir sin leer".
Segunda carta: No permita que el miedo a la dificultad lo paralice.

En esta segunda carta nos habla del “miedo” y de la “dificultad” tanto del docente como de los
alumnos. Tener miedo es un derecho. Se trata de una respuesta a la inseguridad y afirma que
para superarlo debemos reflexionar sobre lo que lo causa y conocer su raíz para así poder
enfrentarlo. Los miedos a que hace referencia son miedo a la lectura, miedo a no comprender
un texto si nuestro nivel intelectual es inferior, miedo a quedar en ridículo, miedo a buscar
ayuda, miedo a ser cuestionados...

1. Importante: “Lo que yo sé, lo sé con todo mi cuerpo; con mi mente crítica, pero
también con mis sentimientos, con mi intenciones, con mi emociones…” .
2. Las escuelas prácticamente llevan a los alumnos a ser pasivos con el texto. No hay que
reproducir literalmente lo que se lee “lectura bancaria” en la que lector “comería” el
contenido del texto del autor con la ayuda del “maestro nutricionista”.
3. Interesante: leer comprender criticar compartir dialogar... tertulia dialógica literarias.

Tercera carta: "Vine a hacer el curso de magisterio porque no tuve otra posibilidad"

Esta carta alude a todas esas personas que estudiaron para dedicarse a la docencia sin tener
ese deseo. Es importante tener vocación y que guste enseñar. No puede ser una elección de
salida porque “no había otra cosa”. La práctica educativa es algo muy serio.

1. El docente puede contribuir al fracaso o al éxito de los alumnos a nivel personal y


académico.

2. Los problemas con la educación no son solamente pedagógico sino también político y
éticos.
Cuarta carta: De las cualidades indispensables para el mejor desempeño de las maestras y los
maestros progresistas.

Carta dedicada a las cualidades que todo docente debe tener. Las cualidades de las personas
no son innatas. Se van generando con la práctica.

Cualidades:

1. Humildad para hablar y escuchar.


2. Amorosidad para los alumnos y para el proceso de enseñar.
3. Valentía como superación de mis miedos.
4. Tolerancia para convivir aprender a respetarlas lo diferente.
5. Decisión ayudada de la evaluación.
6. Seguridad respaldad por la formación.
7. Tensión entre la paciencia y la impaciencia: parsimonia verbal; vivir y actuar
impacientemente paciente.
8. Alegría de vivir; ganas de vivir con y sin obstáculos, y querer superarlos.

Quinta carta: Primer día de clase.

Una carta que describe las sensaciones del primer día de clase, tanto del docente como el de
los alumnos, llenas de miedos, inseguridades...

1. Es importante mostrar actitud y humildad ante los alumnos. Expresar los sentimientos
y superar el miedo conjuntamente. Sentir miedo es un derecho.
2. Dinámica de clase: “lectura del aula” para registrar los sentimientos, reacciones y
comportamiento del alumno y del profesor .
3. Querer cambiar el mundo, saber querer y aprender a saber querer. Todo esto implica
aprender a saber luchar políticamente con tácticas adecuadas y coherentes. Querer,
soñar y luchar.
4. Cuando un alumno imagina una escuela alegre y libre es porque la suya le niega la
libertad y la alegría.
5. Importante conocer la relación cuerpo consciente y mundo. Esto implica una nueva
forma de entender lo que es enseñar, lo que es aprender y lo que es conocer.
Sexta carta: De las relaciones entre la educadora y los educandos.

Esta carta responde a la pregunta que muchas veces nos hacemos ¿Qué debe existir en la
relación entre alumnos y docentes?

1. Es importante que exista coherencia entre lo que se piensa, se dice y se hace. Importa
más lo que se hace que lo que se dice.
2. Es importante y necesario conocer el contexto y el entorno de los alumnos para poder
establecer una relación lo más idónea posible.
3. Nuestra tarea no se agota en la enseñanza de matemáticas, de lengua, geografía...
nuestra tarea va más allá, unida al compromiso y a actitudes para la superación de la
justicia sociales.

Séptima carta: De hablarle al educando a él y con él; de oír al educando a ser oído por él.

Esta carta nos hace reflexionar sobre la importancia de dejar a los alumnos hablar, que se
expresen. Recalca la figura del docente democrático.

1. Diferencia entre autoridad y autoritarismo. “La educación es un acto político”.


2. El espontaneísta es anfibio. No se define está en tierra y agua. Dependiendo del
docente que nos definamos tendremos una u otra actitud con los alumnos.
3. El diálogo suma independientemente de la edad que tengan.
4. Hay que fomentar la escucha a los otros, la discusión pacífica, debate...
5. Si soñamos con la democracia hay que luchar día y noche.

Octava carta: Identidad cultural y educación.

En esta carta habla de la relación que hay entre identidad cultural con la clase social y que a
veces es impuesta a los docentes. “El atributo cultural incrementado por el de clase no agota la
comprensión de identidad”. Esto va más allá.

 François Jacob, “Estamos programados para aprender”. Ni solo lo innato ni solo lo


adquirido.
 ¿Qué actitud debe tener el docente? no tener posición agresiva, no creer que los
alumnos no son capaces....
 Enseñar a partir del contexto de los alumnos.
Lo cotidiano y sus resoluciones son más importantes que lo que se enseña en la escuela. Todo
debe ser más vivencial menos memorístico.

 Hay que formar una identidad cultural lejos de prejuicios y discriminaciones.

Novena carta: Contexto concreto- contexto teórico.

En esta carta describe la importancia de la práctica pues es la que da el verdadero aprendizaje


y es por ello que hay que diferenciar entre contexto concreto y teórico.

1. La práctica y la teoría son un binomio que debe ser vivencial y no ajena al contexto
concreto y ni el entorno de los alumnos.
2. Es importante hacer periódicamente reuniones interdisciplinares (equipo docente)
para saber si se está alcanzando el mismo objetivo desde las diferentes materias y
tener así distintos puntos de vista.

Décima carta: Una vez más, es cuestión de la disciplina.

En esta carta recalca que el docente debe mostrar disciplina en todo momento y en todos los
ámbitos.

1. “El maestro debe enseñar. Es preciso que lo haga. Solo que enseñar no es transmitir
conocimiento. Para que el acto de enseñanza se constituya como tal es preciso que el
acto de aprender sea precedido por, o conocimiento de, el acto de aprehender el
contenido o el objeto cognoscible, con el que el educando también se hace productor
del conocimiento que le fue enseñado”.

2. Cuanto más respetemos...más estaremos contribuyendo para el fortalecimiento de las


experiencias democrática.
Últimas palabras: Saber y crecer-todo que ver.

Termina sus cartas diciendo que el proceso de saber es un proceso social. Todo aprendizaje
individual fue antes social, por lo que dicho aprendizaje abarca a los demás.

La teoría y la práctica deben ser inseparables.

1. Crecer es parte de nuestra existencia, de la vida. Pero no crecemos como meros


animales o las plantas. Se trata de un proceso sobre el que podemos intervenir y
decidir, en ocasiones, sobre ello. “Estamos programadas para aprender”. Nuestra vida
es una suma de experiencias biológicas, psicológicas, culturales, históricas, educativas,
políticas, éticas, estéticas...

2. “Crecer físicamente, normalmente, con el desarrollo orgánico indispensable; crecer


emocionalmente equilibrado; crecer intelectualmente a través de la participación en
prácticas educativas tanto cuantitativa como cualitativamente aseguradas por el
Estado; crecer en el buen gusto frente al mundo; crecer en el respeto mutuo, en la
superación de todos los obstáculos que hoy impiden el crecimiento integral de
millones de seres humanos dispersos en los diferentes mundos en los que el mundo se
divide, pero, principalmente, en el tercero”.

3. “Que el saber tiene todo que ver con el crecer es un hecho. Pero es necesario,
absolutamente necesario, que el saber de las minorías dominantes no prohíba, no
asfixie, no castre el crecer de las inmensas mayorías dominadas”.

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