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Comentario/reseña
Este libro no es para leerlo una sola vez. Tal y como defiende Perls durante el mismo, hay que
usar bien los dientes para morderlo, y masticar cada uno de sus párrafos antes de engullirlo y
digerirlo.
El concepto central del libro es exponer a grandes rasgos lo que será el gran corpus teórico de
la Terapia Gestalt, desde una contraposición en muchos casos a los planteamientos de la
época basados en el psicoanálisis ortodoxo.
Perls, al igual que Reich, afirma que el organismo lucha por mantener un equilibrio que
continuamente se ve perturbado por sus necesidades y que se recupera por medio de su
satisfacción o eliminación.
En este punto cero indiferenciados se asume en sí los dos extremos y, finalmente, la armonía
de los contrarios que se resuelve en ese punto cero de la indiferencia que, por ello mismo, será
creativa, no un mero vacío. Más adelante, Perls hablará del vacío fértil en relación con ese
punto de indiferenciación entre los extremos.
Perls, destaca que, en la actuación del organismo, “algún suceso tiende a perturbar su
equilibrio a cada momento, y simultáneamente una tendencia contraria surge para volver a
conseguirlo”. Según la intensidad de esta tendencia la llamamos deseo, impulso, necesidad,
carencia, pasión y si su realización efectiva se repite regularmente, la llamamos hábito. De este
planteamiento se desarrollará posteriormente lo referente a la autorregulación organísmica y
el ciclo de la experiencia.
Así pone el ejemplo del ajedrez: en la caja, las fichas de ajedrez representan la visión
aislacionista; en el campo de juego, ordenadas y sometidas a las reglas del juego, la concepción
holística.
Así pues, explicita que “tratar en forma aislada los diferentes aspectos de la personalidad
humana ayuda tan sólo a pensar en términos de magia y refuerza la creencia de que el cuerpo
y el alma son ítems aislados, conjuntados de una forma misteriosa.”
ambiente. Esta forma de entender al organismo choca mucho con el psicoanálisis clásico cuyo
enfoque estaba centrado únicamente en los aspectos intrapsíquicos del paciente y obviaba por
completo la interacción de la persona con su entorno e incluso en el encuentro con el propio
terapeuta.
Esta forma de encontrarse el paciente consigo en el momento presente (no indagar tanto en el
porqué de lo que le ocurrió, sino en el cómo siente lo que le está ocurriendo) ofrece una
atención terapéutica del individuo como un todo psicofísico, algo que permitirá una indagación
analítica a partir del propio cuerpo en sus gestos, reacciones, hábitos, tensiones, etc.
Respecto a los mecanismos de defensa o resistencias, Perls una vez más ofrece una visión más
experiencial que la que ofrecían Freud o Reich: las resistencias no son “obstáculos a eliminar”
Las defensas mecánicas son “actividades congeladas, - petrificadas, acumuladas, como
conchas o fortificaciones de hormigón” que el individuo a construido como forma creativa de
supervivencia y relación con el medio. El objetivo no es su disolución, sino su observación, su
toma de contacto consciente y posteriormente, su sustitución por otras formas más
funcionales que el propio paciente (experto de sí mismo) vaya integrando y le permitan más
registros para fluir en su interacción con el ambiente.
Esta visión creo que es una de las grandes influencias que tuvo la Gestalt en la Terapia
Sistémica, en la cual el síntoma es la manifestación de una respuesta creativa que el individuo
y/o el sistema desarrolla y cuya función es lograr un estado de homeostasis organísmica lo más
funcional que en ese momento pueden obtener.
Los mecanismos de defensa del yo a los que hace referencia Perls en el texto son el escotoma
o punto ciego, la inhibición de la expresión de las emociones; el escapismo, como podría ser
considerado el propio psicoanálisis freudiano tradicional; el intelectualismo, una actitud
destinada a evitar conmoverse profundamente; y, sobre todo, la evitación, que es un factor
presente en todo mecanismo neurótico.
De gran interés y fascinación (diría que de los aspectos que más me han gustado del libro) me
ha resultado el apartado donde Perls habla que “toda conducta extrema, (buena o mala)
puede y será recordada siempre”. Pone el ejemplo de la madre que impresiona al niñe
fuertemente con acciones "buenas" o "malas" y que el niñe las recuerda no como entidades
aisladas, sino que formarán totalidades comprehensivas, es decir, que adquiere dos "grupos"
de recuerdos: por un lado, recuerdos de la “buena madre” y, por el
otro, de la “mala madre”. Estos dos grupos cristalizarán en imágenes: la madre buena (el hada)
y la madre mala (la bruja), Cuando la madre buena emerge en el primer plano, la bruja se
retirará completamente hacia el fondo, y viceversa. A veces ambas madres están presentes y el
niño, por sus sentimientos ambivalentes, se encuentra en un conflicto. Por ser incapaz de
soportar este conflicto y de aceptar a la madre como es, se verá desgarrado entre amor y odio
y se hundirá en gran confusión. El juicio de un niñe acerca de su madre depende de la
realización o la frustración de sus deseos. Esta actitud ambivalente existe también en los
padres: por ejemplo, cuando un hije realiza sus deseos (si es obediente) y ni protesta frente a
exigencias sin sentido, les padres están satisfechos y se considera al niñe "bueno". Cuando el
niñe frustra los deseos de les padres (aún en casos en que evidentemente es incapaz de
entender, mucho menos de realizar lo que se le pide, y probablemente no puede ser
considerado responsable de sus acciones o reacciones) con frecuencia se le llama
"desobediente” o "malo". Así, el bien y el mal, lo justo o lo injusto, son juicios hechos por
individuos o instituciones colectivas según la realización o frustración de sus exigencias.
"Un organismo responde a una situación." El hombre en general ha olvidado que el bien y el
mal originalmente eran reacciones emocionales y se inclina a aceptar el bien y el mal como
bueno o malo.”
Perls también hace una llamada de atención a la observación de la diferencia entre destrucción
y aniquilación. En el primero se mantiene la estructura. En el segundo desaparece todo. El
medio más sencillo de aniquilación es el Escotoma (punto ciego, apagamiento de las
percepciones). La ostra que se esconde, el niño que se tapa con las manos los ojos para no ver,
el avestruz que esconde la cabeza.
La Huida es una de las evitaciones más conocidas -pero nadie puede, huir de sí mismo. Huída
hacia el pasado o hacia el futuro conlleva llevar consigo las gestalts inconclusas.
Me ha gustado mucho también la definición del intelectualismo (que luego Perls nombrará
como “acercadeísmos teóricos”) como “una hipertrofia mental y de ningún modo idéntica a la
inteligencia” Es una actitud destinada a evitar conmoverse profundamente.”
En relación con la cualidad de la Gestalt como terapia enfocada en momento presente, Perls
dice “cuando recordamos, recordamos en ese preciso segundo y con cierto propósito;
La falta de contacto con el presente, la falta de "sentido" actual de nosotros mismos lleva a
huir (evitación neurótica) , ya sea hacia el pasado (pensamiento histórico) o hacia el futuro
(pensamiento de anticipación). Perls no niega en absoluto que todo tiene su origen en el
pasado y tiende a un desarrollo ulterior, pero lo que quiere precisar una y otra vez, es que el
pasado, y el futuro determinan su rumbo continuamente según el presente y tienen que
relacionarse con él. Sin la referencia al presente llegan a carecer de sentido.
Perls propone la "terapia de concentración" que fue iniciada por W. Reich como sustitución a
la “asociación libre”. Nuestra forma de pensar está determinada por nuestra organización
biológica. La boca está en nuestra parte delantera y el ano en la posterior. Esto tiene algo que
ver con lo que vamos acomer o encontrar y también con lo que dejamos atrás o lo que
pasamos. El hambre tiene ciertamente cierta conexión con el futuro, y la evacuación con el
pasado. El presente es el punto cero, siempre en movimiento, de los opuestos pasado y futuro.
Así pues la personalidad bien equilibrada toma en cuenta el pasado y el futuro sin abandonar
el punto cero del presente, sin considerar el pasado y el futuro como realidades. Todos somos
capaces de dirigir la mirada hacia atrás y hacia adelante, pero la persona incapaz de
enfrentarse a un presente desagradable y que vive ante todo en el pasado o el futuro, envuelta
en el pensamiento histórico o futurista no está adaptada a la realidad.
En la Segunda parte del libro Perls expone su teoría acerca del Metabolismo Mental, haciendo
un claro paralelismo de la asimilación de la alimentación orgánica y la alimentación mental.
como dice al final del capítulo: Una frase bien masticada y asimilado tiene más valor que todo
un libro simplemente introyectado.
“Todo elemento con carácter extraño, ajeno u hostil introducido en la Personalidad crea
fricción interna, obstruye su acción y hasta puede terminar, por desorganizarla y desintegrarla
completamente.
apropiada, puede hacerle daño y hasta llegar a ser fatal para ella.
Del mismo modo que la asimilación orgánica es esencial para el crecimiento animal, la
asimilación intelectual, moral y
Así, la “basura” no digerida que traemos del pasado y todas las situaciones no completadas o
los problemas no resueltos son introyecciones.
Perls analiza otros dos que componen, con el anterior, la triada básica que explica la mayoría
de las conductas neuróticas humanas: la proyección y la retroflexión.
Perls, ofrece a este respecto de la introyección una interesante visión sobre la resistencia oral
en la metáfora del carácter oral con la actitud de maniquí: La actividad principal del niño de
pecho se limita al mordisco de dependencia, que no es un "auténtico mordisco", ni un morder
una parte del pecho, sino que establece confluencia entre la madre y el hijo. Esta temprana
inhibición lleva al desarrollo de dos distintos rasgos de carácter: una actitud de dependencia
(fijación) por un lado y, por otro, la actitud "de maniquí". Es decir, las personas con estas
características se apoyan en una persona o cosa y esperan que esta actitud sea suficiente, por
sí misma, para "hacer que la leche fluya". No tienen suficiente autoapoyo y están esperando
que las cosas les sean dadas. Juanjo Albert a este respecto en su libro de Ternura y
Agresividad, comenta que no fluye la energía del subimpulso agresivo para el “ir hacia” y el
subimpulso tierno se manifiesta sólo en forma de demanda, hasta su desenergetización.
Así pues, el neurótico vive permanentemente ávido de afecto, pero que su avidez no se ve
nunca satisfecha porque una de sus características es que no asimila el afecto que se le ofrece
y vive, por consiguiente, en la insatisfacción permanente. Es como un colador andante.
Perls explica que la técnica de la concentración tiene como objetivo volver a lograr el
"sentimiento de nosotros mismos", que no es un procedimiento intelectual, (aunque lo
incluye) y su meta es despertar el organismo a una vida más completa.
La concentración perfecta es un proceso armónico donde el objeto ocupa el primer plano sin
esfuerzo alguno, desaparece el resto del mundo, dejan de existir el tiempo y el contorno no
brotan conflictos internos o protesta contra la concentración. Es lo que actualmente
llamaríamos Mindfulness.
De plena actual con la guerra de Ucrania hace alusión Perls al mal uso y entendimiento de la
agresividad “La agresión dental que nos sirve para transformar el alimento en algo digerible,
en vez de introyectarlo sin descomponerlo previamente. La agresividad es una descarga
esencial del organismo. Cuanto más nos permitamos emplear la crueldad y el ansia de
destrucción en el lugar biológicamente correcto -es decir, los dientes- , menor peligro habrá
de que la agresión encuentre su salida como un rasgo de carácter.”
Preguntas que abre Perls a la reflexión y que son anacrónicas: ¿qué ha conseguido la
humanidad reprimiendo la agresividad biológica individual? Observe los medios ingeniosos de
destrucción y la cantidad de sufrimiento en la guerra actual. ¿No constituye esto una prueba
suficiente del hecho de que precisamente a través del círculo vicioso del pseudometabolismo
la agresividad sé ha desarrollado hasta el estadio paranoico actual de destrucción al por
mayor?”
Me ha emocionado también leer como describe de forma tan sencilla al “yo observador, a la
esencia permanente que somos” como la única realidad que existe. Así pues, a un nivel
profundamente transcendental Perls señala como camino del silencio interior. “Insista hasta
que logre "sentir" su pensar, la identidad de escuchar y hablar. Cuando suceda esto advertirá
dos fenómenos más. Su pensamiento se hará mucho más expresivo y, al mismo tiempo, esa
parte de supensamiento que no es una expresión genuina, comenzará a desintegrarse”.
Tal cual lo describe Perls es a lo que a momentos experimenté en el retiro de silencio estas
semanas atrás. Cuando iban pasando los días y el silencio se prolongaba, más crecía el
contacto interior y el ser biológico, la vida, por debajo de los pensamientos y la actividad
verbal mental. Lo más valioso, el estado más allá de la evaluación, de todo juicio: la aceptación
a través del corazón de todo lo que sucede.
Por último, hace una reflexión final que merece ser nombrada en su totalidad y con la que
coincido hasta llegar a confluir plenamente con Perls.
“El ser humano ha sido diferenciado en los opuestos "ángel" y "demonio", uno alabado y bien
recibido, el otro detestado y rechazado; pero el uno puede existir sin el otro tan poco como la
luz sin su sombra. Al aislacionismo, al pensar según los deseos no le gusta esta verdad. Sin
embargo, el idealismo y la religión —al tratar de lograr lo imposible, de sacar doctores Jekyll de
organismos humanos- crean al mismo tiempo sus opuestos: millones de señores Hyde. Sin
aceptar su "realidad" biológica, el "idealista" doctor Jekyll y el "materialista" Sr. Hyde seguirán
existiendo hasta que la humanidad se destruya por fin a sí misma.”
Lo has vuelto a hacer otra vez Perls, con tu reflexión final: ¿se dará cuenta alguna vez la
humanidad de que un ideal es sólo un espejismo hermoso, pero incapaz de proporcionar al
camello real, el agua real para la marcha real a través del desierto real?
Me uno a tu famosa autodefinición de que yo también soy: 50% hija de Dios, 50% hija del
diablo. Y bienvenidas ambas.