Está en la página 1de 13

lOMoARcPSD|487065

TEMA 17 Arqueología de la producción en el mundo romano

Historia de la Cultura Material del Mundo Clásico (UNED)

Studocu no está patrocinado ni avalado por ningún colegio o universidad.


Descargado por Jesús Delgado (jesus42140@gmail.com)
lOMoARcPSD|487065

Tema 17. Arqueología de la producción en el mundo romano 2014

BLOQUE TEMÁTICO V.
LA CULTURA MATERIAL EN LA ROMA ANTIGUA

TEMA 17.
ARQUEOLOGÍA DE LA PRODUCCIÓN EN EL
MUNDO ROMANO

INTRODUCCIÓN.
Uno de los objetivos que debe presidir la investigación sobre los elementos de la cultura material es el de
su técnica de realización y el contexto tecnológico, organizativo y económico en el que se originan. La
Arqueología de la Producción aplicada al mundo romano es una rama de la Historia de la Cultura Material
joven pero de probada eficacia desde el punto de vista de sus resultados científicos. Hemos seleccionado
algunos sectores productivos del mundo romano, como la minería y la metalurgia, la elaboración de
cerámicas y vidrios, las manufacturas textiles y algunas producciones alimenticias con mayor injerencia en
la dieta y economía romanas. Mostramos los hitos de su ciclo productivo desde la obtención de la materia
prima hasta la elaboración de los objetos o productos.

1. EL CONCEPTO DE ARQUEOLOGÍA DE LA PRODUCCIÓN Y


SU APLICACIÓN A LA CULTURA ROMANA .

La Arqueología de la Producción es la rama de la Historia de la Cultura Material que se ocupa del estudio de
las actividades y procesos que hacen posible la transformación de un bien en otro distinto. Se interesa
también por su contexto social y económico y las implicaciones que dichas actividades tuvieron en el
proceso histórico de la comunidad en estudio. Es decir, si se considera que el ciclo de vida de los productos
que forman parte de la cultura material de una sociedad se inscriben en tres grandes estadios de
producción, comercio y consumo, la Arqueología de la Producción deberá interesarse por cada una de estas
esferas, incluyendo el estudio del impacto ambiental derivado de la actividad productiva sobre el paisaje.
El método arqueológico es una herramienta eficaz para el conocimiento de los aspectos productivos, por
cuanto una parte sustantiva de las operaciones relacionadas con la transformación de materias primas en
bienes de consumo dejaron huellas materiales susceptibles de ser analizadas arqueológicamente. El valor
relativo de las fuentes escritas para el estudio de las operaciones productivas se explica porque el
conocimiento técnico se obtenía de forma empírica y se transmitía de un artesano a otro por demostración
y a través de la experiencia. No es frecuente que se compilaran por escrito todos los aspectos prácticos de
un proceso. Dentro de los testimonios escritos más útiles son los documentos derivados o relacionados con
el desarrollo de las actividades productivas (contratos, libros de cuentas, inventarios…) y aquellos que
proporcionan descripciones y noticias directas o indirectas sobre determinadas acciones de la cadena
operativa de obtención de productos.
Las fuentes iconográficas colaboran en un mejor conocimiento de estos temas al hacerse eco de
aspectos inaprensibles a través de la cultura material, como son acciones técnicas concretas, gestos o
posturas de trabajo.

1
Descargado por Jesús Delgado (jesus42140@gmail.com)
lOMoARcPSD|487065

BLOQUE TEMÁTICO V: LA CULTURA MATERIAL EN LA ROMA ANTIGUA -

Entre los objetivos de estudio de la Arqueología de la Producción se encuentra la reconstrucción de los


procesos operativos o ciclos de elaboración. El arqueólogo debe intentar conocer las soluciones operativas
dadas en diferentes ambientes técnicos, fruto de conocimientos empíricos que tratan de dar solución a
exigencias particulares de las características naturales de la materia prima, requerimientos del consumo,
etc. Sin embargo, ha de tenerse en cuenta que los ciclos productivos solían estar basados en conocimientos
empíricos, por lo que en ocasiones habrá que contar con anomalías o excepciones en el esquema lógico de
las operaciones. Esto explica que el arqueólogo a veces sólo encuentre restos relacionados con una parte
concreta del ciclo.
La producción de bienes u objetos se desarrolla en dos grandes ciclos: el aprovisionamiento de la
materia prima y la transformación física o química de los materiales . Técnicamente el proceso parte
de la búsqueda de la materia prima idónea y del conocimiento de los procedimientos para transformarla.
En el estudio de los yacimientos productores es preciso tener en cuenta la organización de los espacios de
trabajo, la identificación de las estructuras estables y la de las huellas dejadas en el registro estratigráfico
por la cadena de actividades más repetidas, por cuanto pueden ser interpretadas como comportamientos
habituales en el proceso de producción. Las instalaciones fijas deben ser objeto de un riguroso método
estratigráfico que permita distinguir sus fases de actividad: construcción, uso, deterioro, reparación… La
aparición de objetos muebles relacionados con cada fase del proceso productivo es más esporádica al
realizarse con materiales perecederos. Aunque no aparezcan físicamente en el yacimiento, se puede
deducir el uso de herramientas por la observación de sus huellas sobre el producto. También es importante
estudiar los residuos de la actividad, acumulación de desechos, fruto de accidentes de la producción o bien
los restos derivados de la propia actividad.

2. ARQUEOMINERÍA, DE LA EXTRACCIÓN DE LA MATERIA


PRIMA A LA MANUFACTURA DE LOS OBJETOS
METÁLICOS.

La Arqueominería estudia los procesos de búsqueda y explotación de los yacimientos mineros en el Pasado,
y el análisis del paisaje histórico de las áreas de explotación. El estudio arqueológico de la minería antigua
debe incorporar también el contexto social, económico y territorial de las áreas objeto de análisis.

2.1. Prospección y procedimientos de extracción de los minerales.


Antes de proceder a la explotación de un recurso minero era preciso realizar una prospección
con el fin de localizar los puntos idóneos para iniciar el beneficio. Los conocimientos serían
bastante empíricos y se basarían en observaciones de anomalías naturales y en hasta la
radiestesia, si bien en zonas con laboreo prerromano, las cortas antiguas pudieron ser un
valioso punto de referencia. Se podían realizar catas de reconocimiento que confirmaran la
localización, potencia y dirección del filón y su riqueza. Entonces se planteaba el
procedimiento de explotación. Hubo dos métodos de explotación más frecuentes: las
explotaciones a cielo abierto y las subterráneas. El primer sistema se aplicó a lugares con
mineralizaciones superficiales o escasa profundidad. Excavación al aire libre, tenía de ventaja
su menor dificultad técnica y por tanto economía de medios y mayor seguridad para los
mineros.

2
Descargado por Jesús Delgado (jesus42140@gmail.com)
lOMoARcPSD|487065

Tema 17. Arqueología de la producción en el mundo romano 2014

La explotación subterránea se realizó mediante pozos y galerías. El sistema de acceso


fueron los pozos verticales que alcanzaban la profundidad necesaria para acercarse a los
filones más ricos, a los que se accedía a través de las galerías. Los mineros bajaban por
escaleras o si el pozo era estrecho apoyando los pies en la roca y la espalda en el muro
contrario.
Las galerías tenían sección cuadrada, rectangular o trapezoidal, eran bajas y estrechas pero
podían tener gran longitud. Los pozos y las galerías se fortificaban para evitar
derrumbamientos.
El aire en el interior de las minas romanas debió estar bastante viciado por la profundidad y el
polvo, en algunos casos se han identificado sistemas de renovación del aire mediante el
procedimiento del sifón. La iluminación de los espacios de paso y trabajo era un asunto
importante. El sistema de iluminación más difundido fueron las lámparas de aceite (lucernas) y
menos frecuentes las antorchas, ya que consumían mucho oxígeno y generaban gases tóxicos.
Otro asunto técnico es el de los sistemas de desagüe, ya que un problema frecuente era la
inundación de las explotaciones. Uno de los métodos era el desagüe manual y el otro fueron
las galerías de desagüe, canal suavemente inclinado hacia el exterior. Si no se podían usar
estos sistemas se utilizaban ingenios mecánicos como la noria, la polea con cangilones, el
tornillo de Arquímedes o la bomba de Ctesibio.
Las técnicas de abatimiento más empleadas fueron los picos, mazas y martillos, combinados a
veces con el fuego. Para subir el mineral a la superficie empleaban espuertas de esparto
contenidas en una estructura de madera.
Un sistema de explotación de complejidad técnica fue lo que se denominó ruina montium que
se aplicó a la explotación de los depósitos de aluviones auríferos del Noroeste hispano.
Empleaba la fuerza hidráulica para abatir, arrastrar y lavar el material aurífero.

2.2. El ciclo metalúrgico.


Los trabajos de transformación del mineral para la obtención del metal y su conversión en
objetos metálicos los estudia la Arqueometalurgia. Hace uso de diferentes técnicas para
intentar establecer los métodos empleados para la obtención de metales y aleaciones y la
tecnología aplicada a la realización de los objetos metálicos.
El proceso metalúrgico se iniciaba a pie de mina con ciertos trabajos de tratamiento del metal
como la trituración. Consistía en separar el mineral de la ganga, solía realizarse con martillos
o percutores de piedra sobre una roca aplanada. A continuación se procedía al lavado del
producto de la trituración ya que el agua colaboraba a la depuración del mineral.
Un paso previo a la fundición era la tostación, que servía para transformar los minerales ricos
en sulfuros en óxidos y facilitar las fases metalúrgicas posteriores.
Seguidamente se procedía a la reducción, que consistía en la separación del oxígeno del metal
presente en los minerales.
La copelación es probablemente el método en caliente más antiguo para separar los metales
preciosos de la base. Se introducían en una copela situada en una fuente de calor y el
producto era oxidado mediante una fuerte corriente de aire insuflada sobre la superficie del
metal fundido.

3
Descargado por Jesús Delgado (jesus42140@gmail.com)
lOMoARcPSD|487065

BLOQUE TEMÁTICO V: LA CULTURA MATERIAL EN LA ROMA ANTIGUA -

Los hornos de fundición contaban con una cámara excavada en el suelo sobre la que se
levantaba una estructura realizada con materiales refractarios. El metal líquido se convertía en
lingotes o en tortas de fundición.
Por su parte, la metalurgia del hierro es más compleja, ya que al estar en estado sólido debe
provocarse la separación de la escoria tras lograr que ésta adquiera un estado fluido, que
sucede a unos 1.150º C. El resultado era un hierro dulce al que había que someter a
tratamientos térmicos y mecánicos para eliminar los restos de escorias que aún permanecían
en él. Los restos de hornos de fundición suelen constar de una fosa excavada y paredes
refractarias con toberas de ventilación y un orifico para sangrar la escoria. El hierro había que
someterlo a diversas técnicas de forja, unas de carácter formativo, para dar la forma deseada
al objeto y otras para mejorar sus propiedades: templado, recocido, carburación.

2.3. Cuestiones organizativas y sociales.


Las minas de los territorios incorporados por Roma pasaban a ser propiedad del Estado
romano, quien decidía el sistema de gestión que consideraba más rentable y conveniente. En
los primeros años de la conquista se encomendó la gestión a los gobernadores provinciales,
para después, arrendar la explotación a publicanos o sociedades de publicanos. En la etapa
final de la dinastía julio-claudia, la mayor parte de las minas eran cuestión de estado y estaban
controladas por el fisco imperial. Se emplearon dos modelos de gestión: una explotación
directa por parte del Estado romano o una explotación indirecta mediante un sistema de
arrendamiento en el que Roma concedía la explotación a individuos o sociedades
estableciendo una fórmula en la que el Estado obtenía una parte de los beneficios.
Dentro de los emprendedores autónomos se distinguen dos categorías: los pequeños y los
grandes arrendatarios. Los primeros trabajan ellos mismos en sus concesiones, bajo el control
de los funcionarios imperiales. Los segundos eran de alta condición social, équites, sometidos a
fórmulas de control muy limitadas. Tenían una serie de operarios que trabajaban para ellos.
Las diversas opciones de gestión condicionaron las formas de vida de los trabajadores de las
minas y su estatuto jurídico. Una explotación minera requería trabajos y labores de índole
diversa. Había tareas que precisaban conocimientos específicos sobre materiales, técnicas de
extracción y topografía que se encomendaban al ejército. Las labores contables y
administrativas se confiaban a personal preparado para ello. Los trabajos propiamente
mineros eran diversos, lo que implicaba un volumen de mano de obra importante. Por la
dureza del trabajo se ha difundido la imagen de un lugar de trabajo de esclavos y condenados
a trabajar en las minas, pero no se puede generalizar, ya que las situaciones fueron bastante
diversas y dinámicas en las distintas provincias imperiales. Las fuentes informan de la
esclavitud en las minas, Diodoro refiere la compra de esclavos para el trabajo en las minas
hispanas, con lo que se debe suponer la participación de esclavos, sin embargo, las fuentes sí
informan sobre el trabajo de mujeres y niños en las minas. La participación de mano de obra
indígena también sería importante. Ya en época altoimperial parece imponerse la mano de
obra libre asalariada, por el bajo rendimiento de los esclavos y su escasez o por la necesidad de
trabajadores más cualificados.

4
Descargado por Jesús Delgado (jesus42140@gmail.com)
lOMoARcPSD|487065

Tema 17. Arqueología de la producción en el mundo romano 2014

3. OFFICINAE

3.1. La producción de cerámica en el mundo romano.


El conocimiento arqueológico de numerosos centros de producción de cerámica de época
romana que se ha venido acumulando en las últimas décadas, permite obtener una idea
bastante ajustada del proceso técnico aplicado en estas instalaciones alfareras. Este
procedimiento será común a la práctica totalidad de los lugares de producción conocidos, si
bien las dimensiones del taller y su capacidad productiva pueden variar extremadamente de
unos casos a otros.

3.1.1. El marco tecnológico de la alfarería romana.

3.1.1.1. Los trabajos previos a la cocción.

Aprovisionamiento y preparación de los barros


Característica del emplazamiento de muchos talleres cerámicos consiste en su proximidad a las
fuentes esenciales de materias primas que intervienen en este proceso productivo: arcilla,
agua y madera. Los grandes centros buscaron la cercanía de vías de comunicación terrestres,
fluviales o marítimas para garantizar la rápida salida al mercado de sus productos.
La arcilla se extraía de vetas al aire libre o en pozos de escasa profundidad, que facilitaban el
acceso a materiales con menor grado de impurezas. Se iniciaba con el tratamiento de los
barros previo al modelado.
Una vez extraída de la cantera, la arcilla se depositaba en una serie de piletas escalonadas e
intercomunicadas, añadiéndole agua abundante para facilitar la decantación. Tras su
depuración se mantendría en depósitos de almacenamiento al aire libre para favorecer una
oxidación provocada por los agentes climáticos que les confiere mayor plasticidad.
Posteriormente el barro era amasado. En esta fase se añadían los desgrasantes con el fin de
modificar el gradiente plástico de la pasta según las necesidades concretas de la producción.
Modelado, acabado y decoración de los vasos
Con la arcilla preparada daba comienzo la confección del vaso. El procedimiento más
empleado fue el torneado. El torno rápido (rota figularis) estaba constituido por una rueda de
madera o piedra que giraba alrededor de un eje, al que se daba movimiento con el pie.
Los alfareros romanos también usaron la técnica del moldeado para la confección de
determinados productos como las series decoradas de terra sigillata, las lucernas o vasos de
paredes finas. Se realizaba un molde con las decoraciones impresas, una vez cocido, se
introducía pasta blanda presionando fuertemente sobre sus paredes. La pieza se dejaba en el
molde unas horas hasta que se desprendiera, finalmente se hacía la molduración de la base
sobre el torno.
Había que esperar al secado natural de las piezas para que la arcilla perdiera el agua. Antes de
entrar en el horno, las cerámicas se retocaban y recibían tratamientos que determinaban el
aspecto definitivo del recipiente. Entre los más difundidos están el engobado y el acabado
característico de las cerámicas de barniz negro o campanienses y la terra sigillata. El
engobado consiste en un baño del vaso en arcilla líquida. El acabado de las cerámicas
campanienses y terra sigillata es un procedimiento que combina la aplicación de un
recubrimiento coloidal y la cocción.

5
Descargado por Jesús Delgado (jesus42140@gmail.com)
lOMoARcPSD|487065

BLOQUE TEMÁTICO V: LA CULTURA MATERIAL EN LA ROMA ANTIGUA -

Otra modalidad de acabado fue el vidriado. Consistía en aplicar a la superficie del vaso un
recubrimiento de naturaleza vítrea compuesto de productos refractarios, fundentes y
colorantes. Este esmalte se aplicaba tras una primera cocción a la que sucedía una segunda en
ambiente oxidante.
Junto a estos procedimientos el alfarero romano pude hacer uso de la incisión o excisión
mediante sistemas mecánicos o manuales que alteran la superficie de los vasos, profundizando
o levantando porciones de pasta. También se utilizó el estampado como ornamento directo en
los productos finales. Otro procedimiento decorativo fue el relieve aplicado, que se trataba de
pequeñas piezas trabajadas individualmente que se aplicaban al vaso antes de la cocción. La
técnica de la barbotina fue común en ciertas formas de terra sigillata. Otra técnica fue la
incrustación de arena sobre la pasta fresca antes de la cocción.
También se usó la pintura como recurso decorativo, para la obtención de los pigmentos se
emplearon productos minerales.

3.1.1.2. La cocción. Funcionamiento técnico y tipos de hornos.

Ciertas producciones de cerámica romana requerían de un control muy estricto de los sistemas
de cocción. Esta fase dependía de las características tecnológicas de los hornos. El horno
romano estaba constituido por tres partes: el praefurnium o pasillo de alimentación del
combustible, la cámara de combustión y la cámara de cocción o laboratorio. Las dos
últimas estaban separadas por una parrilla perforada que aislaba las piezas del contacto
directo con el fuego.
Los hornos se realizaban con adobes y ladrillos. Muchos tenían la cámara de combustión
excavada en el suelo, las paredes se revestían con barro para aumentar su estanqueidad. Las
parrillas estaban hechas con adobes o placas de barro. La parte peor conocida es el laboratorio
por ser la menos conservada.
El proceso de cocción se iniciaba con la carga de los materiales en el horno, las piezas se
colocaban apiladas. El siguiente paso era el encendido y control del fuego durante la
cocción, el proceso de cocción podía prolongarse durante más de 36 horas. Una vez finalizada
la cochura el horno tenía que enfriarse de manera paulatina y por métodos naturales,
alargándose unos tres o cuatro días más. Luego se procedía a la apertura del horno y a la
retirada del material cocido. Cualquier error de cálculo en cualquiera de estas fases podía dar
al traste con buena parte o toda la hornada, circunstancia que pudo pasar a menudo por las
cantidades de desecho que suele hallarse en los vertederos próximos a los hornos.

3.1.2. Estructuras humanas de producción y modelos de funcionamiento de los talleres


cerámicos

Los talleres cerámicos de cierta entidad (officinae) debían contar con un número importante
de operarios de diverso rango y competencias, a cuyo frente se encontraba un officinator o
encargado del taller. Una parte del conocimiento de esta organización se deriva de las marcas
de alfarero que aparecen en las cerámicas. Se realizaban antes de la cocción y consistían en un
punzón impreso con el nombre expresado con diferentes fórmulas. En el caso de la terra
sigillata las marcas han sido objeto de numerosos estudios que opinan que servían para
distintas funciones.
A través de esta documentación epigráfica es posible conocer la participación de diversos
artesanos en el proceso de fabricación. En las producciones de terra sigillata sabemos de la
existencia de artesanos especializados en la realización de los punzones para decorar los
moldes, en la fabricación de los moldes y en la elaboración de vasos. El trabajo de confección

6
Descargado por Jesús Delgado (jesus42140@gmail.com)
lOMoARcPSD|487065

Tema 17. Arqueología de la producción en el mundo romano 2014

de los punzones para la decoración de moldes era el más delicado. Los fabricantes de moldes
parece que pudieron trabajar de manera independiente, aunque también pudo haber centros
que contaran con decoradores de moldes en plantilla. Finalmente las marcas que se
encuentran en el producto final, ya sean intradecorativas o impresas en el fondo interno,
corresponden al ejecutor del vaso.
Además, la onomástica que refleja la epigrafía cerámica proporciona datos inestimables para
el conocimiento de la condición social de los ceramistas. En Italia prestaban sus servicios en los
talleres un buen número de esclavos, sin embargo, esto no se constata en las producciones
gálicas e hispánicas. La presencia femenina en estas industrias es prácticamente nula, aunque
hay una participación femenina en tareas que no requerían especial destreza.
Otro aspecto importante es la estructura organizativa de los talleres cerámicos. Parece que
funcionaron en régimen de cooperativa, aunque también pudieron funcionar como
organización empresarial. Según Riccioni pudieron existir tres tipos de actividad: explotación
de las canteras y preparación de los barros; elaboración de los vasos y propiedad de los
hornos, regidos por grupos de gestores independientes. Incluso pudo desarrollarse en régimen
de mancomunidad, como una colectividad unida por un interés común.
Todos los trabajos serían asumibles por los grandes centros de producción con una dirección
única, y los pequeños talleres podrían encargarse de la elaboración de los vasos, viéndose
obligados a adquirir tanto la materia prima como los moldes. Sin embargo, Jacob opina que no
debió existir una organización profesional potente como para organizar y coordinar todos los
trabajos necesarios en un centro de producción cerámica. Pese a estas discrepancias, puede
deducirse la existencia de una organización que adoptó diferentes fórmulas según el ámbito en
el que nos hallemos.

3.2. La producción de vidrio en el mundo romano.

3.2.1. Composición y pautas de producción.

El vidrio es un material inorgánico y sólido que se obtiene de la fusión y enfriamiento de una


mezcla vitrificable compuesta por minerales cristalinos, calcáreos y productos alcalinos. Su
componente primario, la sílice, se encuentra en arenas con una composición alta en cuarzo o
en rocas cuarcíticas reducidas a polvo. La mejor arena era la del rio Belus, en la costa fenicia y
la procedencia de los compuestos alcalinos podía ser diversa.
La mezcla vitrificable sometida a fusión forma un fluido viscoso que enfriado, solidifica sin
cristalizar, adquiriendo cualidades como la translucidez y la homogeneidad de composición. En
su acabado final, el vidrio puede ser transparente, translúcido, opaco o coloreado mediante
agentes colorantes.
El ciclo de la producción vidriera en el mundo romano constaba de cuatro fases:
 Obtención y calcinación de la materia prima y obtención de la frita . Se
introducían en un horno los ingredientes a granel o en un crisol, calentando la mezcla
por debajo de la temperatura de fusión para eliminar las impurezas volátiles y separar
los residuos sólidos que no se hubieran incorporado a la mezcla. Esta mezcla o frita se
enfriaba con agua y se trituraba.
 Fusión de la frita en el horno a una temperatura de 900 ó 1000º C para conseguir
vidrio en estado fluido.
 Trabajo de la masa viscosa de vidrio para crear objetos.

7
Descargado por Jesús Delgado (jesus42140@gmail.com)
lOMoARcPSD|487065

BLOQUE TEMÁTICO V: LA CULTURA MATERIAL EN LA ROMA ANTIGUA -

 Enfriamiento lento o destemple de los objetos en el horno para evitar deformaciones o


roturas.
Estas fases podían desarrollarse en un mismo taller o en sitios diversos. En el último caso, el
vidrio fundido obtenido en la segunda operación podía enfriarse formando bloques o panes
susceptibles de ser trasladados a otro lugar. Las labores de dar forma a los objetos podían
realizarse después en pequeños talleres.
Los hornos de vidrio estarían formados por tres cuerpos, uno subterráneo donde se alojaría el
fuego y se recogerían las cenizas, el segundo cuerpo, situado sobre el anterior, albergaría los
crisoles y el cuerpo superior tendría un espacio para colocar las piezas moldeadas que se
debían cocer y otro para las que precisaban el destemplado.
Los talleres de vidrio funcionaron en ciudades y en el ámbito rural. Las fuentes distinguen dos
grupos de artesanos vidrieros: los vitrearii, que trabajaban el vidrio soplado y a molde y los
diatretarii, que efectuaban los trabajos más delicados de talla, pulimento y corte. Algunos
vidrieros firmaron sus trabajos.

3.2.2. Técnicas de producción y decoración del vidrio romano.

Los conocimientos sobre la tecnología vidriera antigua derivan de los análisis químicos, del
estudio de los contextos arqueológicos y de las noticias contenidas en las fuentes latinas. Plinio
atribuye la invención del vidrio a los fenicios pero lo cierto es que se conocía ya en la
Mesopotamia del III milenio a.C.
Las técnicas formativas de objetos de vidrio más empleadas en el mundo romano fueron:
1. Talla en frío: consistía en tallar en frío un bloque de vidrio hasta darle la forma
deseada. Se empleó también como técnica decorativa complementaria en otros
métodos de elaboración
2. Vidrio modelado sobre un núcleo friable: el vidrio fundido en estado viscoso era
modelado en torno a un núcleo de material (arcilla) inserto a su vez en una varilla
metálica que pudiera girar sobre la mesa de vidriero para ir dando forma a la pieza.
3. Moldeado monocromo: consistía en verter vidrio fundido en un molde con la forma
en negativo del objeto, pero también se podía hacer modelando una torta de vidrio en
estado viscoso sobre un molde con la forma del vaso.
4. Moldeado policromo o vidrio-mosaico: es una técnica tanto formativa como
decorativa y denomina a los vidrios obtenidos mediante presionado-moldeado de
elementos decorativos preformados. Una de las variedades decorativas más
características es la del vidrio millefiori, se aplicaba en el molde sobre una base de
vidrio, secciones cortadas de unas varillas formadas por hilos de vidrio de colores. Una
vez en el horno, se fundían originando una superficie continua de flores multicolores.
5. Vidrio soplado: es la gran revolución de la historia del vidrio ya que redujo el coste de
realización, transformando el vidrio en un objeto de uso corriente. La técnica consistía
en insuflar aire en una masa fluida de vidrio a través de una varilla o tubo de soplado. Se
formaba una ampolla a la que se iba dando forma con el aire sobre la mesa de vidriero
con una pinza. Una vez conseguida la forma, la pieza se separaba de la caña con unas
pinzas.
6. Vidrio camafeo: se considera también una técnica formativa y decorativa. Es un vidrio
con decoración en relieve que imita el contraste de colores de las piedras semipreciosas.
El procedimiento para conseguir este acabado consistía en la realización de un
recipiente con dos estratos de vidrio de diferente color. La decoración se realizaba
tallando en frío los motivos sobre el estrato externo, de manera que las figuras
quedaban resaltadas sobre el color del fondo.

8
Descargado por Jesús Delgado (jesus42140@gmail.com)
lOMoARcPSD|487065

Tema 17. Arqueología de la producción en el mundo romano 2014

7. Diatreta: consistía en la talla de un vidrio de paredes muy gruesas, rebajando el fondo y


dejando en relieve elementos de decoración figurada o en forma de red. Estos vasos son
recipientes de prestigio para el consumo de vino.

En cuanto a las técnicas decorativas las más frecuentes son:


1. Depresiones: técnica decorativa en caliente. Pudo realizarse mediante el soplado de la
pieza dentro de un molde o mediante el concurso una herramienta metálica que
realizaría las depresiones con el vidrio en caliente.
2. Pellizcos o pliegues: técnica decorativa en caliente. Son pequeños salientes o pliegues
realizados con un instrumento que pellizcaba la masa de vidrio mientras estaba en
estado maleable.
3. Aplicaciones de gotas o hilos de vidrio: técnica decorativa en caliente. Aplicación de
gotas o hilos de vidrio en estado maleable sobre la superficie del vaso mientras éste se
hacía girar. Con un instrumento punzante los hilos se estiraban para ir formando
motivos.
4. Barbotina de vidrio: técnica decorativa en caliente. Aplicación de un chorro o gota de
vidrio líquidos, no debe confundirse con la técnica anterior. En contextos tardíos.
5. Pintura: técnica de decoración figurada obtenida con esmaltes coloreados, que se
fijaban a la superficie mediante un segundo calentamiento a baja temperatura.
6. Decoración de entalle: técnica decorativa en frío. Consiste en la talla por incisión de
motivos sobre la superficie del recipiente.
7. Aplicaciones de oro: técnica decorativa en frio, de origen sirio o alejandrino,
aplicación con un adhesivo de finos panes de oro, recortados con la forma ornamental
deseada, que después se recubrían con una capa de vidrio o resina transparente.
Por último, las herramientas asociadas al ciclo productivo del vidrio, a través de la arqueología,
sabemos que se trata de utensilios sencillos, semejantes a los usados hasta hoy en los talleres
artesanos para controlar la masa de vidrio extraída del crisol. Se trata de tijeras, alicates,
tenazas, pinzas, una horquilla para dar forma y cortar la pasta vítrea, las varillas o cañas de
soplado y recipientes, cucharas, espátulas y palas para la manipulación de la masa base.

3.3. Manufactura de textiles.


El estudio arqueológico de la producción textil debe atender tanto al conocimiento de las
fibras de origen animal o vegetal empleadas, como a las técnicas de producción y los procesos
de elaboración del producto acabado. La lana era la fibra textil más extendida en el mundo
romano, la seda y el algodón eran materiales de lujo, usado por las clases pudientes. Por lo
tanto, la manufactura y distribución de la lana era una actividad económica primaria.
El tratamiento de la lana y su transformación en productos manufacturados se llevaba
a cabo en diferentes talleres artesanales perfectamente definidos e identificados. De la
existencia de numerosas instalaciones artesanales dedicadas a la actividad textil se deduce una
exportación de los productos ya que su producción supera el consumo interno de la ciudad.
Existe un conjunto diversificado y complementario de officinae, que se relaciona con las
diferentes fases del ciclo productivo de los textiles de lana:
 Officinae lanifricariae: lavado de la lana en bruto.

9
Descargado por Jesús Delgado (jesus42140@gmail.com)
lOMoARcPSD|487065

BLOQUE TEMÁTICO V: LA CULTURA MATERIAL EN LA ROMA ANTIGUA -

 Officinae textoriae: hilado, tejido y transformación en vestimenta.


 Officinae tinctoriae: para el teñido de los vestidos nuevos (officinae offectoriae) o de
los usados (officinae infectoriae).
 Fullonicae: lavanderías.
La primera etapa es la limpieza, de la cual depende la feliz consecución del resto del proceso.
La lana se lavaba en agua caliente mezclada con un disolvente, orina o “raíz de saponaria”, a
continuación se vareaba para extraer la suciedad que hubiera quedado adherida.
El hallazgo de officinae tinctoriae en Pompeya donde se realizaba el teñido primario de la lana
nos permite conocer su planta, aunque la única distinción con las lanifricariae es el hallazgo de
desgrasantes o colorantes. El nombre genérico de los artesanos encargados del teñido es
tinctores, que se clasificaban en infectores y offectores.
Como tintes se empleaban diversas sustancias animales, vegetales y minerales. La obtención
de tonos uniformes era difícil y requería un conocimiento empírico de las proporciones, por lo
que los tinctores estaban especializados en diferentes colores. El purpurarius se encargaba de
obtener el color púrpura del murex , gasterópodo abundante en el Mediterráneo.
La lana debió pasar por procesos tales como el cardado y peinado, antes de estar lista para
el hilado. El peine era de hierro y consistía en dos placas de madera sobre cuya superficie se
fijaban las púas, la lana se colocaba sobre una de ellas y la otra se pasaba repetidamente sobre
la superficie de los mechones.
El hilado es una ocupación femenina. La hilandera, quasillaria, pudo usar un instrumento
llamado en griego epinetron, para evitar el roce del hilo en el muslo cuando realizaba el
retorcido de éste. También empleó el huso y la rueca.
Cuando la lana se había tejido y se pretendía que tuviera más calidad se llevaban a cabo
nuevas operaciones de acabado cuyo objetivo final era limpiar de nuevo la lana, ablandar su
textura, blanquearla si era blanca e igualar las zonas desiguales de la superficie. Estas
operaciones se llevaban a cabo en las fullonicae.
Tras estas labores, las telas se aclaraban en los grandes recipientes de obra destinados para
ello donde el agua debía entrar y salir continuamente ya que se necesitaba que ésta estuviera
limpia.
El secado de las telas pudo representar algún problema, ya que eran necesarios grandes
espacios abiertos y para paliarlo las autoridades permitían extender las telas en las calles.
Cuando las telas estaban secas se cepillaban con instrumentos conocidos como carduii o
spinae fullonicae. Se continuaba con el blanqueo o azufrado para lo cual la tela se disponía
sobre la viminea cavea que era una estructura de madera de forma curva o cuadrada bajo la
que se situaba el brasero con azufre. Después se frotaba de nuevo con arcilla para dar mayor
duración y mayor intensidad al color. Finalmente se cepillaba y cortaba la lanilla sobrante en la
superficie.
Además del tejido, existe otro procedimiento para producir telas de lana, es la fabricación del
fieltro, consistente en prensar la lana junto a pelo de animal, obteniendo una masa compacta;
el fabricante se denomina coactor y el fieltro coactilia y se hacían gorros, guantes y botas con
él.
Las tenerías (instalación donde se curten y trabajan las pieles) estaban integradas en la
ciudad, en Pompeya se han encontrado dos. Una de ellas se encuentra en un barrio periférico
que ocupa todo el espacio de una insula. A lo largo de la pared del pórtico, se encuentran una
serie de compartimentos separados por biombos de obra, donde se disponía el tanino. En la
estancia posterior se construyeron quince recipientes de obra, con un agujero para la carga y
descarga de la materia del encurtido, los doce más grandes eran para el encurtido vegetal y los

10
Descargado por Jesús Delgado (jesus42140@gmail.com)
lOMoARcPSD|487065

Tema 17. Arqueología de la producción en el mundo romano 2014

tres más pequeños para el encurtido con alumbre de las pieles más delgadas. En todos se
ponían a macerar las pieles entre dos capas de tanino. En esta estancia se hallaron varios
instrumentos para cortar las pieles.

3.4. La producción alimenticia.

3. 4.1. La elaboración del pan.

El trigo desempeñaba un papel esencial como materia prima para la elaboración del pan,
principal aporte de carbohidratos en la dieta romana. Se hacía pan con harina de primera
(panis siligineus) o de segunda calidad (panis secundarius), pero existía otro menos refinado
(panis plebeius) el más duro de los legionarios (panis militaris) marineros (panis nauticus) y el
peor de todos (panis furfureus) consumido por los más pobres o los perros.
La panificación era una actividad doméstica, se realizaba en la cocina o lugares destinados ex
profeso. A partir del siglo II a.C. comienza a difundirse la industria panadera, a cuyo frente se
hallaban los pistores.
Las panaderías reunían las labores de molienda y cocción del pan (pistrinum y panificium) por
lo que el establecimiento se completaba con una estancia con molinos, un laboratorio en el
que se preparaba la pasta y un horno.
El horno de ladrillo, furnus, cubierto con un tejadillo, estaba situado en la proximidad del
laboratorio y comunicado con él mediante una ventanilla lateral que daba sobre la plataforma
situada delante de la boca del horno.

3. 4.2. La elaboración de vino y aceite.

Los romanos deben a los griegos el conocimiento del proceso de vinificación. A partir de la
segunda mitad del siglo II a.C. los vinos italianos adquieren un cierto renombre, ya que antes
eran despreciados a favor de los vinos griegos. Italia conoce un gran crecimiento en su
producción agrícola que se frena con las conquistas de la dinastía julio-claudia, que supondrán
una importante modificación en la agricultura romana con la importación de vinos extranjeros.
Testigo de excepción de la producción y comercio del vino serán las ánforas. El estudio de sus
centros de fabricación, de las marcas y de los tituli picti con la mención de procedencia del
producto, permite detectar áreas de cultivo, cantidades posibles de excedente para la
exportación y rutas comerciales. Los más apreciados eran el Falerno, el Surrentium, Varino y
Vesibunum.
El vino se fabricaba en la propiedad agrícola donde se cultivaban las viñas. Como el aceite se
producía en los mismo lugares que el vino, muchas explotaciones agrícolas poseían
instalaciones conjuntas.
Las prensas de uvas se componen de un tronco de madera (prelum) sujeto en uno de sus
extremos y que ejercía la presión sobre las uvas dispuestas en serones a medida que éste
bajaba gracias a un torno de mano (súcula) o un gran tornillo vertical (coclea). Cuando salía de
la prensa se recogía en una jarra para pasarlo a un dolium o se conducía directamente por un
canal hasta la cella vinaria donde se almacenaban en los dolia.
En el molino de olivas (trapetum) los frutos se aplastaban por muelas semiesféricas y también
existían prensas, que conducían a un depósito en el que se decantaba el aceite, antes de su
conservación en ánforas.

11
Descargado por Jesús Delgado (jesus42140@gmail.com)
lOMoARcPSD|487065

BLOQUE TEMÁTICO V: LA CULTURA MATERIAL EN LA ROMA ANTIGUA -

3. 4.3. Las salazones de pescado y el garum.

El estudio de los lugares donde se llevaba a cabo el procesamiento del pescado para su salazón
o elaboración de salsas forma parte importante de la Arqueología de la Alimentación. Estos
trabajos requieren el concurso de arqueozoólogos y otros expertos que analicen los restos de
paleofauna y sedimentos de diferente naturaleza que se encuentran en las instalaciones
relacionadas con estos procesos productivos.
En época romana la salazón de pescado (salsamentum) constituyó una industria muy
desarrollada. El pescado era eviscerado y cortado en trozos con cortes para la penetración de
la sal y colocado en grandes cubas, donde se mezclaba con la sal. Tras veinte días de
maceración, se retiraba y se introducía en ánforas para su exportación.
Más importante aún fue el garum, una salsa que se elaboraba con las partes blandas de
grandes especies como los túnidos y a la que podían añadirse peces más pequeños. Se obtenía
depositando los restos de pescado en piletas con sal, a razón de una parte de sal por ocho de
pescado, también se conseguía introduciendo los restos en una salmuera bien concentrada.
Era necesaria su exposición al calor solar durante al menos dos meses removiéndola
diariamente, o se transportaba en marmitas a una sala caliente, sobre hipocaustum, para
activar la evaporación de la salmuera. Luego se dejaba enfriar y el último paso era colar el
producto con un saco o cesta de mimbre hasta obtener una pasta clara. El líquido restante del
filtrado del garum se aprovechaba para hacer otras salsas de menor calidad y precio: hallec,
muria y liquamen. Todos estos productos se vertían en ánforas para su transporte.
Para establecer las factorías se requerían tres condiciones: una zona pesquera en la que se
encuentren las especies consumidas, proximidad a una corriente de agua dulce y a unas
salinas.
La estructura y funcionamiento de todas las industrias de salazón son similares, constan de una
gran entrada por la que se introducía el pescado, una sala de preparación donde se destripaba
y cortaba y varias salas al aire libre con grandes cubas de mortero donde se maceraba el
pescado. También existían diferentes salas para almacenar las ánforas de transporte.

12
Descargado por Jesús Delgado (jesus42140@gmail.com)

También podría gustarte