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LA NUBE

MISTERIOSA
Miércoles, 28 de febrero de 2001
Cartagena, Colombia
NOTA AL LECTOR
Es nuestra intención hacer una transcripción fiel y
exacta de este Mensaje, tal como fue predicado; por lo
tanto, cualquier error en este escrito es estrictamente
error de audición, transcripción e impresión; y no debe
interpretarse como errores del Mensaje.
El texto contenido en esta Conferencia, puede ser
verificado con las grabaciones del audio o del video.
Este folleto debe ser usado solamente para propósitos
personales de estudio, hasta que sea publicado
formalmente.
LA NUBE MISTERIOSA

Dr. William Soto Santiago


Miércoles, 28 de febrero de 2001
Cartagena, Colombia

M uy buenas noches, amados hermanos y amigos


presentes; es para mí una bendición grande estar
con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes
unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra
de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo
final. Reciban también saludos de mi esposa Erica; y
los cachorritos, los niñitos, reciban saludos de América
también.
Para esta ocasión leemos en San Lucas, capítulo 21,
versos 25 al 28, donde dice Jesús:
“Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las
estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas
a causa del bramido del mar y de las olas;
desfalleciendo los hombres por el temor y la
expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra;
porque las potencias de los cielos serán conmovidas.
Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en
una nube con poder y gran gloria.
Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y
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levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está
cerca.
También les dijo una parábola: Mirad la higuera y
todos los árboles.
Cuando ya brotan, viéndolo, sabéis por vosotros
mismos que el verano está ya cerca.
Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas
cosas, sabed que está cerca el reino de Dios.
De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta
que todo esto acontezca.
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no
pasarán.
Mirad también por vosotros mismos, que vuestros
corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de
los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros
aquel día.
Porque como un lazo vendrá sobre todos los que
habitan sobre la faz de toda la tierra.
Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos
por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán,
y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.”
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos
permita entenderla.
Tomamos el verso 27 para nuestro tema, donde dice:
“Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una
nube con poder y gran gloria.”
“LA NUBE MISTERIOSA.”
A través de la historia bíblica encontramos que
siempre que Dios se ha manifestado, una nube misteriosa
ha aparecido. Lo encontramos en el Monte Sinaí, donde
una nube cubrió el monte, y de noche estaba encendido en
fuego el monte, y de día se veía una nube sobre el monte.
La nube misteriosa 5
En el Éxodo encontramos este gran evento, donde dice
el capítulo 19, verso 3 del Éxodo:
“Y Moisés subió a Dios; y Jehová lo llamó desde el
monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás
a los hijos de Israel...”
Y luego, el verso 9 de ese capítulo 19, dice, del Éxodo:
“Entonces Jehová dijo a Moisés: He aquí, yo vengo a
ti en una nube espesa, para que el pueblo oiga mientras yo
hablo contigo, y también para que te crean para siempre.
Y Moisés refirió las palabras del pueblo a Jehová.
Y Jehová dijo a Moisés: Ve al pueblo, y santifícalos
hoy y mañana; y laven sus vestidos,
y estén preparados para el día tercero, porque al tercer
día Jehová descenderá a ojos de todo el pueblo sobre el
monte Sinaí.”
Luego, el verso 15 en adelante, dice (ya cuando Dios
descendió):
“Y dijo al pueblo: Estad preparados para el tercer
día; no toquéis mujer.
Aconteció que al tercer día, cuando vino la mañana,
vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el
monte, y sonido de bocina muy fuerte; y se estremeció
todo el pueblo que estaba en el campamento.
Y Moisés sacó del campamento al pueblo para recibir
a Dios; y se detuvieron al pie del monte.
Todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehová había
descendido sobre él en fuego; y el humo subía como el
humo de un horno, y todo el monte se estremecía en gran
manera.
El sonido de la bocina iba aumentando en extremo;
Moisés hablaba, y Dios le respondía con voz tronante.
Y descendió Jehová sobre el monte Sinaí, sobre la
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cumbre del monte; y llamó Jehová a Moisés a la cumbre
del monte, y Moisés subió.”
Vean cómo fue todo este gran evento allá en el Monte
Sinaí; de lo cual, San Pablo cita en Hebreos, capítulo 12,
y dice ahora para el Nuevo Testamento, que ya no es cosa
de acercarse al Monte Sinaí. Dice, capítulo 12, verso 18 en
adelante, dice:
“Porque no os habéis acercado al monte que se podía
palpar (o sea, al Monte Sinaí), y que ardía en fuego, a la
oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad (así era como
estaba el Monte Sinaí cuando Dios descendió).
al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, la
cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más,
porque no podían soportar lo que se ordenaba: Si aun
una bestia tocare el monte, será apedreada, o pasada con
dardo;
y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy
espantado y temblando;
sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la
ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía
de muchos millares de ángeles,
a la congregación de los primogénitos que están
inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los
espíritus de los justos hechos perfectos,
a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre
rociada que habla mejor que la de Abel.”
Así como el pueblo hebreo con Moisés se acercó al
Monte Sinaí, ahora nosotros nos hemos acercado al Monte
de Dios: al Monte de Sion, a donde está Jesús, el Mediador
del Nuevo Pacto, con la Sangre rociada que habla mejor que
la de Abel. Nos hemos acercado a la compañía de muchos
millares de ángeles, a la congregación de los Primogénitos
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que están inscritos en el Cielo (o sea, a la congregación de
los miembros de la Iglesia del Señor Jesucristo), esa es la
congregación de los Primogénitos que están inscritos en el
Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero.
Y ahora, el Monte Sinaí allá estaba tipificando el Monte
de Dios, la Iglesia del Señor Jesucristo. Y es a la Iglesia
del Señor Jesucristo a donde nosotros nos acercamos para
oír la Voz de Cristo hablando en medio de Su Iglesia, así
como habló en el Monte Sinaí. Y es en el Monte de Dios,
la Iglesia del Señor Jesucristo, donde Él ha colocado Su
Pacto Divino, y ha colocado la Sangre del Nuevo Pacto,
para que así estemos bajo un Nuevo Pacto reconciliados
con nuestro Dios.
Y ahora, es ahí en el Monte de Sion, la congregación
de los Primogénitos de Dios escritos en el Libro de la Vida
del Cordero, donde Dios habla. Dios habla en medio de Su
Iglesia y en Su Iglesia; y ahora de etapa en etapa y de edad
en edad Él ha estado hablando a Su pueblo, a Su Iglesia,
por medio de Sus ángeles mensajeros.
Ahora, cuando vamos al monte, a ver lo que estaba
sucediendo en el Monte Sinaí, miren, en Deuteronomio
capítulo 33, dice:
“Esta es la bendición con la cual bendijo Moisés
varón de Dios a los hijos de Israel, antes que muriese.
Dijo:
Jehová vino de Sinaí,
Y de Seir les esclareció;
Resplandeció desde el monte de Parán,
Y vino de entre diez millares de santos.”
Y ahora, Dios estaba entre diez millares de santos,
dice:
“Con la ley de fuego a su mano derecha.
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Aun amó a su pueblo;
Todos los consagrados a él estaban en su mano.”
Y ahora, en el Nuevo Testamento todos los escogidos
de Dios están en Su mano, en Su diestra. ¿Por qué? Porque
en Su diestra Él tiene el Título de Propiedad, el Libro de
los Siete Sellos, que es el Libro de la Vida del Cordero.
Y ahora, Dios ya no está en el Monte Sinaí, sino que está
en el Monte de Dios, que es la Iglesia del Señor Jesucristo.
Y podemos ver que en ese Monte Dios ha estado, Cristo
ha estado en medio de los que tienen sus nombres escritos
en el Cielo; y ése es el poderoso Ejército de Cristo, de
Apocalipsis, capítulo 19, que para el tiempo final viene
con Él, con cuerpos glorificados, cuando Cristo resucite
a los creyentes en Él que han partido y nos transforme a
nosotros los que vivimos.
Ahora, hemos visto que en el Monte Sinaí, Dios estaba
con millares de ángeles allí. Dice: “Vino de entre diez
millares de ángeles.”
Y ahora, podemos ver que aunque el pueblo veía una
nube, un fuego encendido en el monte y una nube espesa,
allí hubo millares de ángeles con Dios; por eso la Escritura
dice que la Ley fue dada por comisión de ángeles al pueblo
hebreo.
Fue el Ángel de Jehová, el Ángel del Pacto, que es
Cristo en Su cuerpo teofánico, el que le dio al pueblo
hebreo (a través del profeta Moisés) la Ley; bajo y para la
Dispensación de la Ley, que es la quinta dispensación.
Pero para la Dispensación de la Gracia el mismo
Ángel del Pacto nos ha dado un Nuevo Pacto, y ha estado
escribiendo en nuestros corazones, de edad en edad, Sus
Leyes Divinas, las Leyes del Nuevo Pacto; porque Dios
prometió que establecería un Nuevo Pacto con la casa de
La nube misteriosa 9
Israel, y escribiría Sus Leyes en sus corazones y les daría
un nuevo corazón y un nuevo espíritu. Nos da un nuevo
espíritu cuando produce el nuevo nacimiento y obtenemos
un cuerpo teofánico, un espíritu teofánico, y ahí obtenemos
un nuevo espíritu.
Y ahora, las personas veían una nube espesa sobre el
Monte Sinaí, pero la Escritura acá dice que eran millares
de ángeles que también estaban allí con Dios.
Y ahora, encontramos en el Antiguo Testamento, miren
ustedes también: Cuando entró al tabernáculo que Moisés
dedicó a Dios... en el mismo libro de Deuteronomio...
(Vamos a ver, Miguel, en...) Del Éxodo (corrijo). En el
mismo libro del Éxodo, capítulo 40, verso 33 en adelante,
dice:
“Finalmente erigió (o sea, levantó) el atrio alrededor
del tabernáculo y del altar, y puso la cortina a la entrada
del atrio. Así acabó Moisés la obra.
Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión,
y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo.
Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo de reunión,
porque la nube estaba sobre él, y la gloria de Jehová lo
llenaba.
Y cuando la nube se alzaba del tabernáculo, los hijos
de Israel se movían en todas sus jornadas;
pero si la nube no se alzaba, no se movían hasta el día
en que ella se alzaba.
Porque la nube de Jehová estaba de día sobre el
tabernáculo, y el fuego estaba de noche sobre él, a vista
de toda la casa de Israel, en todas sus jornadas.”
Y en Primera de Reyes... Ya vimos aquí cómo la nube
estaba sobre el tabernáculo, Dios ahí estaba presente. Y en
Primera de Reyes, capítulo 8, verso 6 en adelante, dice...
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Capítulo 8, verso 6 de Primera de Reyes. Esto fue cuando
Salomón dedicó el templo a Dios. Dice:
“Y los sacerdotes metieron el arca del pacto de
Jehová en su lugar, en el santuario de la casa, en el lugar
santísimo, debajo de las alas de los querubines.
Porque los querubines tenían extendidas las alas sobre
el lugar del arca, y así cubrían los querubines el arca y
sus varas por encima.”
Recuerden, estos otros querubines aquí, son los
querubines de madera de olivo cubiertos de oro que
Salomón construyó:
“Y sacaron las varas, de manera que sus extremos
se dejaban ver desde el lugar santo, que está delante del
lugar santísimo, pero no se dejaban ver desde más afuera;
y así quedaron hasta hoy.
En el arca ninguna cosa había sino las dos tablas
de piedra que allí había puesto Moisés en Horeb, donde
Jehová hizo pacto con los hijos de Israel, cuando salieron
de la tierra de Egipto.
Y cuando los sacerdotes salieron del santuario, la
nube llenó la casa de Jehová.
Y los sacerdotes no pudieron permanecer para
ministrar por causa de la nube; porque la gloria de Jehová
había llenado la casa de Jehová.”
Aquí en la dedicación del templo que construyó
Salomón, nuevamente aparece la nube de Jehová en esa
manifestación de Dios en el templo.
Y encontramos luego, en el Nuevo Testamento, que
cuando Jesús subió al Monte de la Transfiguración con
Pedro, Jacobo y Juan, fue transfigurado delante de ellos,
aparecieron Moisés y Elías, y luego una nube de luz los
cubrió. Allí aparece nuevamente la presencia de Dios en
La nube misteriosa 11
esa nube de luz, y dice: “Este es mi Hijo amado, en el
cual tengo complacencia.” Y dijo: “A Él oíd.” Porque allí
estaba el templo humano de Dios.
Y ahora, también cuando Jesús fue bautizado por Juan
el Bautista, descendió del Cielo el Espíritu Santo en forma
de paloma, y dijo: “Este es mi Hijo amado en quien tengo
contentamiento.”
Y ahora, podemos ver que hay una señal que se hace
visible a los seres humanos cuando se manifiesta la Gloria
de Dios en Su Templo: en el tabernáculo que construyó
Moisés, en el templo que construyó Salomón, en el templo
humano de Dios (que es Jesús); y luego también el Día
de Pentecostés descendió el Espíritu Santo, y lenguas de
fuego vinieron sobre los que allí estaban reunidos; y allí
fue la primera ocasión en que alguien obtuvo el nuevo
nacimiento: y ciento veinte personas obtuvieron el nuevo
nacimiento el Día de Pentecostés; y una señal fue vista, algo
celestial fue visto sobre ellos: lenguas de fuego repartidas
sobre ellos. Era el Espíritu Santo reproduciéndose allí, y
allí estaban obteniendo el nuevo nacimiento ciento veinte
personas, y obteniendo así su cuerpo teofánico.
El cuerpo teofánico en el Antiguo Testamento (cuerpo
teofánico de Dios) fue visto en forma de luz en algunas
ocasiones, y también fue visto en forma de un hombre,
un ángel, que es el Ángel de Jehová; “Porque Dios hace a
Sus ángeles Espíritu, y a Sus ministros llama de fuego.”
[Hebreos 1:7]
Por lo tanto, puede aparecer en forma de llama de
fuego un cuerpo teofánico; y ese cuerpo teofánico, pues es
el espíritu de uno que ha nacido de nuevo; como el cuerpo
teofánico de Dios es ese cuerpo angelical llamado el
Ángel de Jehová o Ángel del Pacto. Y ese hombre llamado
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el Ángel del Pacto o Ángel de Jehová, es el mismo Señor
Jesucristo, nuestro Salvador.
Por eso en San Juan, capítulo 8, verso 56 en adelante,
nuestro amado Señor Jesucristo, dice a aquellos judíos
que están hablando con Cristo y discutiendo con Él. Dice
Cristo:
“Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver
mi día; y lo vio, y se gozó.
Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta
años, ¿y has visto a Abraham?
Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que
Abraham fuese, yo soy.”
¿Cómo era Jesucristo antes que Abraham? Pues era
el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová. Era nada menos
que el Verbo que era con Dios y era Dios, y creó todas las
cosas. Es el Logos que salió de Dios.
No fue que surgió algo o una persona, sino que del
mismo Dios salió el Logos, salió ese cuerpo teofánico, el
cual es en la forma de un hombre pero de otra dimensión.
Y en ese hombre de la sexta dimensión habitó Dios y
habita Dios en toda Su plenitud, porque ése es el cuerpo
teofánico de Dios; y desde ese cuerpo teofánico Dios creó
el universo completo, todas las cosas.
Por eso es que en Apocalipsis, capítulo 3, verso 14,
dice que Él es el principio de la Creación de Dios, es
el principio de una Creación con vida eterna, Él es el
principio, por eso Él es el Primogénito, y también Él es el
Unigénito.
Y ahora, estas dos palabras aparentemente al ser
aplicadas a Jesucristo, como que aparentemente hay una
contradicción, porque si es Unigénito no hay otros; pero
es también el Primogénito. Esto significa que siendo
La nube misteriosa 13
Cristo el Unigénito, Dios, para tener más hijos, no tuvo
que ponerse a hacer luego otros hijos, sino que por medio
de Jesucristo, el Hijo de Dios, trajo los demás hijos.
Y por eso, así como en cada hombre están todos los
hijos que va a tener, en Cristo están todos los hijos que
Dios va a tener; por eso estábamos en Cristo desde antes
de la fundación del mundo.
Somos genes manifestados en la Tierra en forma de
seres humanos, genes divinos; porque, ¿qué es un hijo
suyo? Pues un gene suyo, de usted como padre; tiene un
hijo que son genes suyos cuando usted tiene hijos suyos; y
los hijos de Dios son genes de Dios, hijos e hijas de Dios,
y vienen por creación divina.
Por eso es que Cristo le dijo a Nicodemo: “De cierto, de
cierto te digo, que el que no nazca de nuevo, no puede ver
el Reino de Dios (no lo puede entender).” Nicodemo pensó
en el nacimiento, el nuevo nacimiento, como naciendo de
nuevo por medio de su madre, entrando en el vientre de su
madre y nacer de nuevo; y le dice: “¿Cómo puede hacerse
esto? ¡Esto está muy difícil! Siendo el hombre ya viejo...”
Porque Nicodemo ya estaba avanzado en edad, y no
se sabe si su madre estaba ancianita o si había muerto; si
había muerto, entonces para Nicodemo era imposible; y si
era por medio de su propia madre nacer de nuevo, entrar
en el vientre, ¿cómo iba a entrar en el vientre y nacer?
O sea, que se confundió Nicodemo, porque esa sabiduría
de la cual y con la cual le estaba hablando Cristo, no la
comprendían los grandes sabios de Israel.
Nicodemo siendo un gran sabio y maestro, no
comprendía cómo obtener el nuevo nacimiento. Pero
Cristo le dice: “De cierto, de cierto te digo, que el no
nazca del Agua y del Espíritu, no puede entrar en el Reino
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de Dios.” Ya le da más información.
Y ahora, por medio de creer en nuestro amado Señor
Jesucristo, lavar nuestros pecados en Su Sangre, ser
bautizados en Su Nombre y recibir Su Espíritu Santo,
obtenemos el nuevo nacimiento; y así habremos nacido del
Agua y del Espíritu, y así obtenemos el nuevo nacimiento
y obtenemos el cuerpo teofánico de la sexta dimensión; y
en adición, obtendremos el cuerpo físico, eterno, inmortal,
incorruptible y glorificado en este tiempo final, si
permanecemos vivos hasta que los muertos en Cristo sean
resucitados en cuerpos eternos, lo cual ocurrirá cuando
haya entrado al Cuerpo Místico de Cristo y haya así
nacido de nuevo hasta el último de los que están escritos
en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero.
Por eso trabajamos en la Obra de Cristo llevando el
Mensaje por todos los lugares, para que Cristo, con el
Mensaje de este tiempo final, del Día Postrero, llame y
junte a Sus escogidos, y los coloque en Su Cuerpo Místico
de creyentes, produzca en ellos el nuevo nacimiento.
Y ahora, cuando se complete el número de los
escogidos de Dios, de esas almas de Dios, cuando se
complete ese número en el Cuerpo Místico de Cristo, o
sea, cuando haya nacido de nuevo hasta el último de los
escogidos: entonces Cristo habrá terminado Su Obra de
Intercesión en el Cielo, en el lugar de Intercesión: en el
Lugar Santísimo, se levantará del Trono del Padre, tomará
el Título de Propiedad, lo abrirá en el Cielo y reclamará
todo lo que Él ha redimido con Su Sangre preciosa; y
resucitará a los muertos en Cristo, y a nosotros los que
vivimos nos transformará. Y tanto los que resucitarán
tendrán un cuerpo glorificado, como nosotros cuando
seamos transformados.
La nube misteriosa 15
Ahora, si alguno se va antes, no tiene ningún problema;
cuando lo despedimos hablando y dándole la despedida en
el cementerio, también le decimos: “Te esperaremos de
regreso; pero no te esperaremos en este mismo cuerpo,
sino que te esperaremos en un cuerpo glorificado, eterno,
inmortal, incorruptible, igual al cuerpo de Jesucristo,
nuestro Salvador.”
Así que, no se habrá perdido nada cuando un escogido
de Dios ha muerto. San Pablo decía: “Para mí el vivir es
Cristo, y el morir es ganancia.” [Filipenses 1:21] Así que,
para los escogidos de Dios todas las cosas obran para bien.
Ahora, sabiendo que cuando terminamos nuestros días
aquí en la Tierra vamos al Paraíso, y continuamos viviendo
en otra dimensión en el cuerpo teofánico, algunos quizás
quisieran irse a causa de tantas luchas y problemas que hay
aquí. Lo que sucede es que allí no puede estar trabajando
en la Obra, porque para trabajar en la Obra hay que estar
aquí, porque la Obra de Cristo se está llevando a cabo aquí
en la Tierra; aunque allá, pues tendrán sus actividades y sus
cánticos y alabanzas a Cristo, pero estar trabajando en la
Iglesia de Jesucristo: aquí en esta dimensión, que es lo que
cuenta para galardones, no lo pueden estar haciendo allá;
más bien ellos desde allá pueden ver lo que los escogidos
hacen acá.
Ahora, podemos ver que hay un Programa Divino, el
cual ha estado llevándose a cabo, de etapa en etapa, en esta
Tierra; pero Cristo dijo: “El que no nazca de nuevo, no
puede ver el Reino de Dios (o sea, no lo puede entender).”
Por eso la humanidad no ha podido comprender lo que
en realidad ha estado sucediendo en el Reino de Dios o
Reino de los Cielos; no ha estado comprendiendo la Obra
que Cristo ha estado llevando a cabo aquí en la Tierra.
16 Dr. William Soto Santiago
En Espíritu Santo Cristo está en la Tierra, en medio de
Su Iglesia, reproduciéndose en hijos e hijas de Dios. Para
los que pensaban que Cristo no había tenido hijos, pues
miren, Jesucristo es el hombre que más hijos tiene; pero
no los tiene por medio de la unión con una mujer, sino que
los tiene por medio del nuevo nacimiento que produce en
personas que vienen a Él arrepentidos de sus pecados.
Y ahora, por medio de esa Obra Redentora de Cristo,
se está llevando a cabo la creación de una Nueva Raza.
Una Nueva Raza Dios está creando por medio de Cristo.
Esa Nueva Raza es la Iglesia del Señor Jesucristo, de la
cual Cristo es la Cabeza; por eso Él es el principio de la
Creación de Dios, el principio de esa Nueva Creación, de
esa Nueva Raza. El principio de la Iglesia es Jesucristo.
Y ahora, como es Jesucristo serán todos los miembros
de la Iglesia del Señor Jesucristo: con cuerpos teofánicos
eternos y cuerpos físicos glorificados y eternos.
Ahora, desde antes de la fundación del mundo nosotros
estábamos en Él, porque estábamos en Dios y estamos
en Dios eternamente. Y en todo el Programa que Dios
está llevando a cabo, nos encontrábamos con Él, como
se encontraba Leví en los lomos de Abraham cuando
Melquisedec le salió al encuentro a Abraham, cuando
regresaba de la victoria contra unos reyes que se habían
llevado a Lot y su familia, los cuales habían atacado a
Sodoma, y se habían llevado a las personas y también
los bienes de las personas; pero ahora Abraham pelea en
contra de ellos y rescata a Lot y su familia.
Y ahora, cuando viene victorioso le sale al encuentro
Melquisedec, Rey de Salem y Sacerdote del Dios Altísimo.
Melquisedec es nuestro amado Señor Jesucristo en Su
cuerpo teofánico, Su cuerpo angelical. Por eso pudo decir:
La nube misteriosa 17
“Antes que Abraham fuese, Yo Soy.” ¿Cómo era? Era el
Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová. Y por eso es que en
la profecía de Malaquías, capítulo 3, cuando nos habla de
la Venida del Mesías, de la Venida del que vendrá después
de Juan el Bautista, nos dice que es el Ángel del Pacto, el
Ángel de Jehová.
Capítulo 3 de Malaquías, verso 1, dice:
“He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el
camino delante de mí (ese Mensajero fue Juan el Bautista);
y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros
buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He
aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.”
¿Quién vendría? El Ángel del Pacto, el Ángel de
Jehová. Y cuando vino el Ángel de Jehová, cuando vino el
Señor, el Ángel de Jehová, después de Su precursor, que
fue Juan el Bautista, el Ángel de Jehová vino en forma de
hombre, en carne humana, y fue conocido por el nombre
de Jesús. A Jesús fue que Juan le preparó el camino; pero
ése es el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová.
Por eso en San Juan, capítulo 1, recuerden que el Ser
más importante de la Biblia se llama Jesucristo, la persona
más importante se llama Jesucristo. Y ahora vamos a ver
porqué.
Cualquier persona podría decir: “No, es Dios.” Otro
podrá decir: “No, es el Ángel del Pacto, el Ángel de
Jehová.” Vamos a ver porqué:
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios,
y el Verbo era Dios (vean, el Verbo era con Dios, y el
Verbo era Dios).
Este era en el principio con Dios.
Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de
lo que ha sido hecho, fue hecho.
18 Dr. William Soto Santiago
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los
hombres.”
[San Juan 1:1-4].
Por eso el Verbo que era con Dios y era Dios, en el cual
estaba la Vida, es el árbol de la vida allá en el Génesis, ése
es Jesucristo en Su cuerpo teofánico, Su cuerpo angelical.
Sigue diciendo el verso 9 de San Juan, capítulo 1:
“Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre,
venía a este mundo.”
La Luz verdadera que alumbra a todo hombre (o
sea, el Verbo que era con Dios y era Dios), venía a este
mundo, venía a esta dimensión terrenal. ¿Cómo venía a
esta dimensión terrenal? Venía en forma de hombre:
“En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho;
pero el mundo no le conoció.
A lo suyo vino (o sea, al pueblo hebreo), y los suyos
no le recibieron (lo rechazaron, pidieron Su muerte en la
Cruz del Calvario, y fue Crucificado Jesucristo).
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en
su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.”
O sea, les dio potestad de obtener el perdón de sus
pecados, de ser bautizados en Su Nombre y de recibir
el Espíritu Santo; y así obtener el nuevo nacimiento y
obtener el cuerpo teofánico de la sexta dimensión; y así
nacer como hijos e hijas de Dios. Porque con el nacimiento
natural nosotros no hemos nacido como hijos de Dios,
hemos nacido en esta Tierra en el reino de las tinieblas, el
reino del maligno; pero con el nuevo nacimiento nacemos
como hijos e hijas de Dios en el Reino de Dios: el Reino
de nuestro amado Señor Jesucristo.
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en
su nombre...”
La nube misteriosa 19
Ahora vean porqué hay que recibir a Cristo como
nuestro Salvador: para poder obtener ese nuevo nacimiento
y nacer como hijos e hijas de Dios.
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en
su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
los cuales no son engendrados de sangre, ni de
voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.”
Esto sucede por medio del nuevo nacimiento, donde
Cristo produce el nuevo nacimiento dándonos un cuerpo
teofánico de la sexta dimensión, un cuerpo angelical.
“Y aquel Verbo...”
Recuerden que el Verbo era con Dios y era Dios, y
creó todas las cosas.
“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre
nosotros.”
El Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová, se hizo carne,
se vistió de carne humana a través de crear en el vientre de
María una célula de vida, una célula de Sangre, la cual se
multiplicó célula sobre célula, y así se formó el cuerpo de
Jesús; y eso es por creación divina.
Es la Sangre de Dios la que corrió por las venas de
Jesús, por eso pudo derramar Su Sangre por nosotros y
limpiarnos de todo pecado, porque es la Sangre de Dios; y
estableció un Nuevo Pacto; y la Sangre de Jesucristo es la
Sangre del Nuevo Pacto. Por lo tanto, ya no se necesita la
sangre de animalitos como en el Antiguo Testamento, ya
tenemos la Sangre perfecta de Dios, de Jesucristo, que nos
limpia de todo pecado.
Y ahora, el Verbo hecho carne, hemos visto que es
nuestro amado Señor Jesucristo, el Verbo, el Ángel del
Pacto hecho carne. El Ser más importante de la Biblia,
Dios con Su cuerpo teofánico, luego se hizo un cuerpo de
20 Dr. William Soto Santiago
carne llamado Jesús, por eso es Emanuel —que traducido
es: Dios con nosotros— conforme a Isaías, capítulo 7,
verso 14.
Por eso Jesús podía decir: “El Padre y Yo, una cosa
somos.” ¿Por qué? Porque en Jesús habitó la plenitud de
la Deidad corporalmente.
Jesucristo es nada menos que el mismo Dios en un
cuerpo de carne en medio del pueblo hebreo, Él mismo
vino para quitar el pecado del mundo.
Por eso Jesús podía decir: “El que me ha visto a mí, ha
visto al Padre.” Y decía: “¿No crees, Felipe, que el Padre
está en mí y yo en Él; y el que me ha visto a mí, ha visto
al Padre?”
Es como usted decir que su alma está en usted; y el que
lo ha visto a usted, ha visto a su alma; ¿pero cómo ha visto
a su alma? Ha visto a su alma manifestada en un cuerpo de
carne; porque es su alma la que dirige su ser.
Vean, ¿qué es lo más que se parece a Dios? El ser
humano, el hombre, porque Dios creó al hombre a Su
imagen y semejanza; y el hombre es cuerpo (que es lo que
nosotros vemos), espíritu (que es un cuerpo espiritual pero
de otra dimensión) y alma.
Y ahora, ¿cómo vamos a ver a Dios a semejanza del
ser humano?, porque si Dios hizo al ser humano a Su
imagen y semejanza, pues vamos a ver a Dios, vamos a
ver a Dios, Su imagen y Su semejanza: Su imagen es el
cuerpo teofánico, llamado el Ángel del Pacto, ese es Su
Espíritu, Su cuerpo espiritual; y Su cuerpo de carne, Su
cuerpo físico, es Jesús; y Su alma, pues es Dios.
Dios, el Espíritu eterno, el cual existía solo, ahora vean
ustedes, lo primero que hace es traer a existencia un cuerpo
teofánico llamado el Ángel del Pacto. Ahí habitó Dios en
La nube misteriosa 21
toda Su plenitud, y habita Dios en toda Su plenitud en ese
cuerpo teofánico llamado el Angel del Pacto; pero luego
toma un paso más adelante y se hace un cuerpo de carne
llamado Jesús; por eso Jesús decía que el Padre moraba en
Él.
Y ahora, ese cuerpo de carne tenía que morir, tenía
que tomar nuestros pecados y morir, y luego resucitar,
y así resucitar en cuerpo - el cuerpo resucitar en forma
glorificada; y ahora Dios tiene Su cuerpo teofánico, que es
llamado el Ángel del Pacto o Ángel de Jehová, y tiene Su
cuerpo llamado Jesús, en forma glorificada.
Dios, lo encontramos en cuerpo glorificado, llamado
Jesús; lo encontramos en Espíritu, llamado el Ángel del
Pacto; y lo encontramos en alma, que es Dios.
Y ahora, podemos ver la imagen y semejanza a la cual
Dios hizo al ser humano. Y nosotros seremos a imagen
y semejanza de nuestro amado Señor Jesucristo; por eso
es que Él nos da un cuerpo teofánico primero, cuerpo
angelical de la sexta dimensión; por eso Jesús dice que en
la resurrección ni se casan ni se dan en casamiento, sino que
serán como los ángeles de Dios. Y en la resurrección nos
dará un cuerpo glorificado, eterno, inmortal, incorruptible,
como Su cuerpo glorificado; y ése es el Ejército poderoso
de nuestro amado Señor Jesucristo, que aparece en
Apocalipsis, capítulo 19, que viene con Él; y esa es la gran
multitud que viene con Él en el Día Postrero.
Apocalipsis, capítulo 19, versos 11 al 16, dice:
“Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo
blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero,
y con justicia juzga y pelea.
Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su
cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que
22 Dr. William Soto Santiago
ninguno conocía sino él mismo.
Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su
nombre es: El Verbo de Dios.
Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo,
blanco y limpio, le seguían en caballos blancos (esos son
los redimidos por la Sangre de Cristo, por eso vienen con
vestiduras blancas y vienen en caballos blancos).
De su boca sale una espada aguda, para herir con
ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro;
y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios
Todopoderoso.
Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este
nombre: Rey de reyes y Señor de señores.”
Luego, en el verso 19 de este mismo capítulo 19, dice:
“Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus
ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba
el caballo, y contra su ejército.”
O sea, que así como a la Iglesia del Señor Jesucristo
la han perseguido en edades pasadas, para este tiempo del
cumplimiento de esta promesa: la bestia, el anticristo, el
hombre de pecado con los diez reyes que le darán su poder
y su autoridad, se levantará en contra de Cristo y la Iglesia
de Jesucristo; pero ya para esos días la resurrección de los
muertos en Cristo y nuestra transformación se realizará; y
ya no será como fue en edades pasadas, que persiguieron
y mataron a los cristianos; ya para ese tiempo Cristo no
estará como Intercesor, sino como Juez de toda la Tierra,
y Cristo dijo: “Mía es la venganza, Yo pagaré.”
Muchas personas ignoran que la Segunda Venida de
Cristo con los santos que han muerto, resucitándolos en
cuerpos eternos y transformándonos a nosotros, muchos
ignoran las cosas que van a estar sucediendo; pero se
La nube misteriosa 23
establecerá el juicio divino, el juicio que tiene que caer
sobre la raza humana durante la gran tribulación.
Así que será un tiempo terrible para los que no habrán
entrado al Nuevo Pacto y no estarán, por consiguiente,
bajo la Sangre del Nuevo Pacto, que es la Sangre de Cristo.
Ya cuando esto ocurra literalmente, será muy tarde
para las personas buscar a Cristo y entrar al Nuevo Pacto
bajo la Sangre de Cristo; ya no habrá Sangre en el Trono de
Intercesión en el Cielo. Por lo tanto, el juicio divino vendrá
sobre todas las personas que perdieron la oportunidad de
recibir a Cristo como su Salvador, mientras Cristo estaba
en el Cielo en el Lugar de Intercesión.
Por eso es tan importante para todo ser humano recibir
a Cristo como su Salvador, lavar sus pecados en la Sangre
de Cristo, ser bautizado en agua en el Nombre del Señor
Jesucristo y recibir el Espíritu Santo para así obtener el
nuevo nacimiento, mientras Cristo está en el Trono de
Intercesión en el Cielo.
Cuando se complete el número de los escogidos
de Dios, ya Cristo terminará Su Obra de Intercesión
y nadie más entrará al Cuerpo Místico de Cristo, ya
habrán nacido todos los que tenían que nacer de nuevo,
ya se habrá completado el Programa de Redención en
lo espiritual, y entonces corresponde a la parte física: la
redención del cuerpo, que es la resurrección en cuerpos
eternos, de los muertos en Cristo, y la transformación de
nosotros los que vivimos. Eso es la Redención del cuerpo:
nuestra transformación, en donde obtendremos el cuerpo
glorificado.
Ahora, en el Programa Divino, Cristo ha estado
enviando al planeta Tierra esas almas de Dios que están
escritas en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero,
24 Dr. William Soto Santiago
porque tienen que ser manifestadas aquí en la Tierra
para confirmar su lugar en la vida eterna; y por eso es
que estamos nosotros viviendo aquí en la Tierra, aunque
estamos viviendo en cuerpos mortales, pero es para hacer
contacto con la vida eterna y ser restaurados a la vida
eterna.
Y ahora, Cristo en Su Programa con Su Iglesia,
estableció siete ángeles mensajeros para siete etapas o
edades de la Iglesia.
Dios por medio del Rvdo. William Branham mostró
cómo Dios ha estado construyendo Su Iglesia, e hizo un
diagrama de una pirámide, representando en esa pirámide
a la Iglesia de Jesucristo; y colocó las diferentes etapas
o edades por las cuales ha estado pasando la Iglesia del
Señor Jesucristo; y colocó los territorios donde se han
cumplido esas edades, y los mensajeros que Dios tuvo
para cada una de esas edades.
Todo ese Programa, Cristo lo representó en las siete
iglesias de Asia Menor, las cuales tenían las características
de las diferentes etapas por las cuales pasaría la Iglesia del
Señor Jesucristo.
Y ahora, miren ustedes: este espacio pequeño aquí, es
el tiempo de los apóstoles; pero luego este otro espacio
más grande, señalado aquí por ‘FE,’ que fue la virtud
correspondiente a la primera edad, encontramos aquí
que su Mensajero fue San Pablo, y el territorio donde se
cumplió esa edad fue Asia Menor; y así Dios se tornó por
completo a los gentiles, para llamar de entre de los gentiles
un pueblo para Su Nombre.
Y ahora, ha ido creciendo la Iglesia de Jesucristo,
de etapa en etapa, a medida que ha ido enviando a cada
mensajero, y ha ido llamando y juntando a Sus escogidos
La nube misteriosa 25
por medio de la manifestación del Espíritu Santo a través
de ese mensajero.
De ese mensajero se extiende el Mensaje a otros
ministros, los cuales son fieles y lo llevan; y así son
llamados los escogidos de Dios en cada edad, y así se
forma cada edad con creyentes en Cristo nacidos de
nuevo, llamados por Cristo en Espíritu Santo a través del
mensajero de cada edad.
Luego, vean ustedes, vino Ireneo para la segunda edad,
y fue en Francia donde se cumplió esa segunda edad. Luego
vino Martín para la tercera edad, y se cumplió en Francia
y en Hungría esa tercera edad. Luego vino Colombo para
la cuarta edad, y se cumplió en Irlanda y Escocia la cuarta
edad. Luego vino Lutero para la quinta edad, y se cumplió
en Alemania la quinta edad.
Y recuerden que se va formando con seres humanos
creyentes en Cristo, el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo.
Luego viene Wesley, Jhon Wesley para la sexta edad,
y se cumplió esa sexta edad en Inglaterra. Luego viene
el Rvdo. William Branham para la séptima edad, y se
cumplió la séptima edad en Norteamérica.
Y luego hay un espacio aquí. Y luego viene la Edad
de la Piedra Angular, para la cual Cristo enviaría a Su
Ángel Mensajero, para llamar y juntar con la Gran Voz
de Trompeta a los escogidos de Dios del Día Postrero, y
completarse así el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo.
Y Cristo vendrá en toda Su plenitud a Su Templo
Espiritual, Su Iglesia, en este tiempo final. Así como vino
al tabernáculo que construyó Moisés y vino al templo
que construyó el rey Salomón, cuando Cristo termine la
construcción de este Templo Espiritual que es Su Iglesia,
entonces Cristo vendrá en toda Su plenitud, Dios vendrá
26 Dr. William Soto Santiago
en toda Su plenitud a Su Iglesia, y se manifestará en toda
Su plenitud en y desde el Lugar Santísimo.
¿Dónde estaba Dios en el tabernáculo que construyó
Moisés y en el templo que construyó Salomón? Estaba
en el lugar santísimo sobre el arca del pacto, allí estaba la
Gloria de Dios manifestada.
¿Y dónde estará en el Día Postrero la Gloria de
Dios manifestada, la Gloria de Cristo manifestada en
Su Templo Espiritual, en Su Iglesia?
En la Edad de la Piedra Angular, porque la Edad
de la Piedra Angular es el Lugar Santísimo del Templo
Espiritual de Cristo. Por eso Cristo en Espíritu Santo, así
como se movió de territorio en territorio, de edad en edad
y de mensajero en mensajero, se ha movido del territorio
de Norteamérica al territorio latinoamericano y caribeño;
y se ha movido de mensajero también: del cuarto Elías, del
Rvdo. William Branham (el séptimo ángel mensajero de la
séptima edad de la Iglesia de Laodicea) se ha movido a la
Edad de la Piedra Angular, al Ángel del Señor Jesucristo.
Y se está construyendo, Cristo está construyendo en
Su Templo Espiritual el Lugar Santísimo en este tiempo
final, con piedras vivas latinoamericanas y caribeñas;
y por consiguiente, ese lugar que es formado por esas
piedras vivas, la Edad de la Piedra Angular, es la que tiene
la bendición de este tiempo final.
Para cada edad hubo un color del arco iris, pero para la
Edad de la Piedra Angular son los siete colores en círculo,
cubriendo toda la Edad de la Piedra Angular y a todas las
personas que están dentro del Cuerpo Místico de Cristo en
la Edad de la Piedra Angular.
En cada edad fue un color del arco iris. Cuando se dice
un “arco iris” o un “arco” es medio círculo, por eso se le
La nube misteriosa 27
llama el arco iris, porque solamente se ve medio círculo;
pero ahora en la Edad de la Piedra Angular, siendo que, así
como alrededor del Trono estaba el arco iris, y alrededor
de la cabeza del Ángel Fuerte que desciende del Cielo
estaba el arco iris: alrededor de la Edad cabeza, la Edad de
la Piedra Angular, está el arco iris, alrededor; por lo tanto
sería el “circuiris” para la Edad de la Piedra Angular.
Si vamos a hablar de los siete colores alrededor de la
Edad de la Piedra Angular, y esos siete colores nos cubren
a todos nosotros, son los siete colores del circuiris o arco
iris; y el arco iris es el Pacto Divino. Estamos bajo el Pacto
Divino y bajo los colores (los siete colores) del Pacto
Divino. Así está la Edad de la Piedra Angular y todos los
que están dentro de la Edad de la Piedra Angular. Por lo
tanto, los siete colores del arco iris están en la América
Latina y el Caribe siendo manifestados.
Los que están entrando, están entrando bajo los siete
colores del arco iris, están entrando bajo el Pacto Divino.
Y ahora, en un día como hoy (28 de febrero de 1963),
el 28 de febrero de 1963, aparecieron al Rvdo. William
Branham, aparecieron unos ángeles, los cuales están aquí
en esta foto.
Pero miren, cuando fue vista en el cielo esta nube,
fue vista a unas 26 millas de altura, donde no vuelan los
aviones y donde no hay humedad para formar nubes, no
se forman nubes; por lo tanto es una “Nube Misteriosa.”
Así fue publicado en la revista LIFE (que es “Vida”) y en
la revista CIENCIA también.
Pero el Rvdo. William Branham explicó acerca de esta
nube que fue formada por ángeles de Dios; y vamos a ver
lo que dijo el Rvdo. William Branham acerca de esta nube
que fue vista en febrero 28 de 1963.
28 Dr. William Soto Santiago
El Rvdo. William Branham estaba en Arizona en una
montaña, pues estaba ese día de cacería, y fue un día muy
especial para el Rvdo. William Branham. Vamos a ver lo
que él dice acerca de esa nube, y qué formó esa nube. Dice
en la página 468 y 469 del libro de “Los Sellos,” dice:
“Noten: hay tres testigos sentados aquí hoy. Hace
cerca de un mes, yo estaba allá muy metido en la sierra
casi con la frontera de México, juntamente con dos
hermanos que están sentados aquí hoy. Yo me estaba
quitando unas espinas del pantalón (o sea, ‘cadillos’ le
llamamos nosotros, o cosas así), las cuales se me habían
pegado al caminar, cuando de repente hubo un trueno que
parecía que iba a derrumbar los cerros. Eso es la verdad.
Yo nunca les dije nada a los dos hermanos, pero ellos
notaron una diferencia. Él entonces me dijo: ‘Prepárate.
Vuelve al Oriente.”
Aquí está la interpretación: Ahora, para que lo sepan,
el hermano Sothmann no halló el animal que andaba
cazando (pues andaban de cacería, y estaba buscando
su animal que iba a cazar y no lo consiguió). Él estaba
haciendo un esfuerzo para conseguirlo, pero esa noche
el Señor me dijo: ‘Ahora como señal para ti, él no va a
hallar su animal. Tienes que consagrarte ahora para la
visitación de los Ángeles.
En eso me sentí casi fuera de mí. Ustedes dos se
acuerdan. Yo estaba en el Oeste, y los Ángeles estaban
viniendo hacia el Oriente. Y cuando llegaron a donde yo
estaba, fui levantado para estar con ellos (fue levantado
para estar con ellos; o sea, no tenía que ser levantado su
cuerpo físico, sino su cuerpo teofánico, que es el espíritu,
o sea, que salió de su cuerpo y fue con ellos, estuvo con
ellos)... fui levantado para estar con ellos ¿Se acuerdan?
La nube misteriosa 29
Estaban viniendo hacia el Oriente.”
Y ahora vamos a pasar más adelante, en la página 469,
donde dice:
“¿Y notaron que dije que uno de esos Ángeles era
muy raro? Me pareció muy distinto a los demás. Estaban
en una constelación con tres a cada lado y uno arriba;
y el que estaba a mi lado, contando desde la izquierda
hacia la derecha, ése sería el séptimo ángel. Él era más
brillante y significaba más para mí que los demás. Les
dije que tenía el pecho así robusto y estaba volando hacia
el Oriente. Les dije también que: ‘Me levantó, me alzó.’
¿Se acuerdan?
Ahora, ¡aquí está! Era el que tenía el Séptimo Sello, lo
cual he mantenido como una pregunta en mi mente toda
mi vida.”
Y ahora, el que tenía el Séptimo Sello, el Ángel que
era diferente a los demás, fue el que lo levantó.
Y ahora, el misterio del Séptimo Sello está en ese
Ángel, porque ése es el Ángel que tiene el Séptimo Sello.
Y ahora, los otros ángeles, eran los ángeles de las
siete edades de la Iglesia, los cuales ahí están en cuerpos
teofánicos; pero hay un Ángel que es diferente a los demás.
Al tornar esta foto hacia la derecha, encontramos aquí
al Ángel que es diferente a los demás, que es el que forma
el cabello blanco del Señor. Ese es el Ángel que él dice
que era el más importante, y que es el Ángel que tiene el
Séptimo Sello.
Y ahora, leyendo en la página 482, dice:
“Entonces, yo creo que para nosotros que no
conocemos esto, no será conocido hasta ese tiempo,
pero sí será revelado en aquel día, en la hora cuando
debe ser revelado; lo que nosotros debemos hacer, es ser
30 Dr. William Soto Santiago
sumamente reverentes ante Dios y servirle y hacer todo lo
que sabemos hacer y vivir vidas justas, vidas cristianas.”
Ahora vean, dice que tiene que ser revelado ese misterio
del Séptimo Sello, tiene que ser revelado el misterio que
tiene el Ángel que era diferente a los demás.
El misterio de Cristo en las siete etapas, es la
manifestación de Cristo en Espíritu Santo en cada ángel
mensajero de cada edad; y por medio de esa manifestación
fue que Cristo llamó y juntó a Sus escogidos en cada edad.
Para el Séptimo Sello ser cumplido, ser abierto, y para
el Séptimo Sello llamar y juntar a los escogidos del Día
Postrero, Cristo en Espíritu Santo tiene que manifestarse
en el Día Postrero, en medio de Su Iglesia, en un
mensajero que estará en la Tierra en el Día Postrero, y será
el mensajero de la Edad de la Piedra Angular. No puede
ser de otra forma, porque no tiene más mensajeros.
Por lo tanto, en ese mensajero habrá un misterio siendo
cumplido, el cual —quizás— no lo entenderemos hasta
que Cristo lo abra completamente, quizás al final de la
Obra de ese misterio.
Ahora, vean lo que dice Cristo por medio del Rvdo.
William Branham; así como habló por medio de los
profetas y de los apóstoles, también ha hablado por medio
del Rvdo. William Branham.
Dice, página 472 del libro de “Los Sellos:”
“Noten bien el Mensaje del tiempo del fin (este
Sello)...”
¿Cuál es el Mensaje del tiempo del fin? El Mensaje
del Séptimo Sello, el Mensaje de la Segunda Venida de
Cristo; porque el Séptimo Sello es la Segunda Venida de
Cristo.
“El nos ha revelado seis Sellos, pero no dice nada del
La nube misteriosa 31
séptimo. El Sello del tiempo del fin, cuando empiece será
algo completamente secreto, según la Biblia. Pero antes
de conocer eso... Recuerden Apocalipsis 10:1-7: que al
final del Mensaje del séptimo ángel, TODOS los misterios
de Dios, serán conocidos. Estamos en el tiempo del fin - la
apertura del Séptimo Sello.”
Ahora vean, él dijo: “El Séptimo Sello, cuando empiece,
será algo completamente secreto según la Biblia.”
¿No fue secreto el misterio de la Primera Venida de
Cristo? Aunque había sido dicho que nacería en Belén
de Judea el Mesías, y con todo y eso, los doctores de la
Ley y el sumo sacerdote y los líderes de la religión hebrea
del Concilio del Sanedrín, ni supieron que el Mesías ya
estaba en la Tierra; y cuando nació, ni supieron que estaba
naciendo en Belén de Judea, aunque tenían las profecías
de dónde nacería.
Pero ahora, el misterio del Séptimo Sello (dijo el
Rvdo. William Branham) sería en su comienzo un secreto
por completo. Por lo tanto, las personas vendrían a darse
cuenta que el Séptimo Sello estaría cumpliéndose a medida
que sería dado a conocer ese misterio del Séptimo Sello,
pero su comienzo sería un secreto por completo.
Ahora, es un misterio grande lo que Dios hizo en cada
edad, al manifestarse por medio de cada ángel mensajero.
Cada mensajero fue el Ungido de Dios, de Cristo, con el
Espíritu Santo para cada edad; para el Día Postrero lo será
el Ángel del Señor Jesucristo.
Así que, siendo que Cristo dice: “Yo Jesús he enviado
mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las
iglesias.” Ése es el único que podrá abrir, revelar, ese
misterio del séptimo Ángel y revelar el misterio del
Séptimo Sello; porque el séptimo Ángel, de los siete
32 Dr. William Soto Santiago
ángeles que le aparecieron al Rvdo. William Branham, el
séptimo es el que tiene el misterio del Séptimo Sello.
Ahora recuerden: él vio siete ángeles, pero si contamos
al Rvdo. William Branham (que es el ángel de la séptima
edad de la Iglesia), entonces son ocho ángeles los que
estaban allí presentes.
Por lo tanto, el séptimo Ángel que él menciona, viene
a ser entonces el octavo, el que forma la peluca blanca
del Señor Jesucristo; y si viene a ser el octavo, entonces
corresponde a la Edad de la Piedra Angular, que es la Edad
Octava.
Y ahora, nadie sabía que después de la séptima edad
de la Iglesia vendría una nueva edad: la Edad de la Piedra
Angular; pero el Rvdo. William Branham habló de eso,
aunque las personas no lo comprendían; pero ya vamos
comprendiendo lo que ha estado sucediendo.
Y ahora, el misterio del Séptimo Sello, el misterio
de la Segunda Venida de Cristo está en el Ángel que era
diferente a los demás. No hay que buscar otra cosa.
Lo que los Siete Truenos de Apocalipsis revelan, lo
cual es la revelación del Séptimo Sello, lo que revelan los
Siete Truenos es el misterio de ese Ángel que era diferente
a los demás, y la manifestación de este Ángel en el Día
Postrero, en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo.
Ese Ángel tiene que venir a la Iglesia de Jesucristo en la
Edad de la Piedra Angular, y manifestarse como lo hicieron
los otros ángeles anteriores en cada edad, para poder llevar
a cabo (Cristo por medio de él) la Obra correspondiente al
Día Postrero; y así cumplirse el Séptimo Sello, llevar a
cabo Cristo la Obra bajo el Séptimo Sello, y luego Cristo
tomar el Título de Propiedad, abrirlo en el Cielo, reclamar
a todos los que Él ha redimido con Su Sangre, y resucitar a
La nube misteriosa 33
los muertos en Cristo y transformarnos a nosotros los que
vivimos. Toda esa Obra está bajo el Séptimo Sello.
Así que, hay un misterio grande en el Séptimo Sello
y hay un misterio grande en esta nube misteriosa. Está el
misterio de cada ángel para cada edad, y la Obra que Dios
hizo en cada edad; y el misterio más grande está en el
Ángel que era diferente a los demás, que forma el cabello
blanco del Señor, y la Obra que estará haciendo en este
Día Postrero en la Edad de la Piedra Angular.
Luego, cuando Cristo resucite a los creyentes en Él que
han partido, y nos transforme a nosotros, habrá también
una gran nube de testigos: la Iglesia del Señor Jesucristo
con cuerpos glorificados; y estaremos con Cristo para toda
la eternidad, iremos con Él a la Cena de las Bodas del
Cordero, y eso será una gran nube.
Pero miren ustedes, cuando regresen del Paraíso los
santos, si aquí viniendo los ángeles mensajeros de las siete
edades en cuerpos teofánicos se vio esa gran nube, ¿cómo
será todos los santos con sus ángeles mensajeros viniendo
del Paraíso? ¡Una gran nube también!
Cuando Cristo resucitó y ascendió al cielo luego, una
nube fue vista también, que le apartó de los ojos de todos
los discípulos.
Ahora, en estos ángeles mensajeros están representados
los escogidos de cada una de las siete edades y de la Edad
de la Piedra Angular; por lo tanto, los de San Pablo están
representados en el ángel que está aquí, que es San Pablo
en Su cuerpo teofánico; y así cada uno está representado
en el ángel de su edad.
¿Y nosotros dónde estamos representados? Estamos
representados acá arriba, porque esta ‘o’ representa acá la
Edad de la Piedra Angular; y ahí está en los cielos, en esta
34 Dr. William Soto Santiago
nube, también está el Nombre Nuevo del Señor Jesucristo
y Nombre Eterno de Dios.
Este Ángel que era diferente a los demás es el que
tiene que ver con el Nombre Nuevo del Señor Jesucristo
y Nombre Eterno de Dios, tiene que ver con el Séptimo
Sello, tiene que ver con los Siete Truenos, tiene que ver
con el llamado de los escogidos de Dios, tiene que ver con
todo el Programa Divino correspondiente a este tiempo
final.
Pero el Hno. Branham dice: “Pero todo será sencillo.”
Todo será Dios en simplicidad, una manifestación de Dios
en simplicidad en el Día Postrero, pero que hará la Obra
más grande de todos los tiempos.
¿Que será una Obra mayor de la que hizo San Pablo?
¡Claro que sí! Porque aunque la Obra que llevó a cabo
Dios por medio de San Pablo fue grande, pero miren, no
lograron llegar hasta la transformación física de su cuerpo;
solamente lograron la transformación interior, obteniendo
el nuevo nacimiento. Pero la Obra correspondiente al Día
Postrero, a la Edad de la Piedra Angular, obtiene la Obra
del nuevo nacimiento, y obtendrá también la Obra de
nuestra transformación. Por lo tanto, será una Obra mayor,
por eso está bajo el Séptimo Sello.
Y ahora, en la página 474 y 475, dice:
“Quizás sea ahora el tiempo y la hora cuando
aparezca esta gran persona que hemos estado esperando.
Quizás este ministerio, por el cual he tratado de convertir
a la gente a la Palabra, ha servido de fundamento. Si así
es, entonces les estaré dejando para siempre. No habrá
dos aquí al mismo tiempo. Y si así fuera, él crecerá y yo
menguaré. ¡Yo no sé! Pero Dios me ha dado el privilegio
de mirar y ver lo que es; lo vi abrirse hasta donde lo vi.”
La nube misteriosa 35
Siendo Juan el Bautista el precursor de la Primera
Venida de Cristo, entonces él anunció que después de
él vendría otro: un varón, un hombre mayor que él, el
cual los bautizaría con Espíritu Santo y fuego; o sea, ese
hombre era el que tenía que ver con el nuevo nacimiento
que sería producido, en donde las personas obtendrían el
cuerpo teofánico, cuerpo angelical.
Y ahora para el Día Postrero: el Séptimo Sello,
la Segunda Venida de Cristo, tiene que ver con la
transformación de nuestro cuerpo físico y la resurrección
de los muertos en Cristo.
Y ahora, siendo el Rvdo. William Branham como Juan
el Bautista, enviado para precursar la Segunda Venida de
Cristo, después de él, dice él que vendrá otra persona,
y dice: “No habrá dos aquí al mismo tiempo (o sea, el
precursor y el precursado); pero si así fuera (o sea, que
estén los dos, dice) él crecerá y yo menguaré.”
Eso fue lo mismo que dijo Juan el Bautista cuando
le dijeron: “Mira, Aquel del cual tú diste testimonio,
ahora a Él le siguen más personas que a ti, y bautiza más
personas que tú.” Juan dijo: “A Él le conviene crecer y a
mí menguar.”
Y ahora, ¿a quién le conviene crecer? Al que vendrá
en el tiempo final acá en la Edad de la Piedra Angular, y
Cristo cumplirá todo el Programa Divino.
Ahora, el Ángel del Señor Jesucristo no es el Señor
Jesucristo, él solamente es el instrumento del Señor
Jesucristo. El Señor Jesucristo en Espíritu Santo lo estará
usando en este tiempo final, en la Edad de la Piedra
Angular, para el llamado de los escogidos de Dios del
tiempo final; y Cristo lo adoptará, y también adoptará a
todos Sus escogidos de este tiempo final, a todos los que
36 Dr. William Soto Santiago
permanezcan vivos hasta que Cristo termine de juntar
hasta el último de los escogidos de Dios, y se levante
del Trono del Padre y resucite a los muertos en Cristo, y
entonces nos transformará a nosotros los que vivimos.
Y ahora, todo eso está representado en esta nube
misteriosa, porque aquí están los ángeles mensajeros que
representan el grupo de cada edad. Por lo tanto, nosotros
estamos representados aquí en ésta nube, ¿en cuál de los
ángeles? En el Ángel que era diferente a los demás; ahí
estamos nosotros representados.
Así que, en la nube misteriosa que apareció en febrero
28 de 1963, estamos representados en el Ángel que era
diferente a los demás; y ese es el Ángel que tiene el misterio
del Séptimo Sello: el misterio de la Segunda Venida de
Cristo, y tiene el misterio del Nombre Nuevo del Señor
Jesucristo. Fue desplegado en el cielo el Nombre de Dios
con la aparición de ese Ángel que era diferente a los demás
en esa nube misteriosa, en esa constelación de ángeles de
Jesucristo, de la Iglesia del Señor Jesucristo.
Y ahora, aquí está reflejado todo el orden del Programa
Divino, por eso el séptimo ángel de la séptima edad aparece
al lado del Ángel que era diferente a los demás, porque es
el que le antecede al Ángel que es diferente a los demás.
Dice el Rvdo. William Branham que aquí el Ángel que es
diferente a los demás está volando, y sus alas puntiagudas
son vistas ahí.
Este es el Ángel que forma el cabello blanco del Señor
Jesucristo, este es el Ángel que para este tiempo final
estará a cargo de todo el Programa de Dios en medio de
la Iglesia de Jesucristo y también para el pueblo hebreo. Y
todo eso está representado ahí en la nube misteriosa que
apareció en febrero 28 de 1963.
La nube misteriosa 37
Y ahora, podemos ver el misterio de esa nube: eran
ángeles de la Iglesia de Jesucristo, correspondientes a las
siete edades de la Iglesia, y a la Edad de la Piedra Angular
el Ángel que es diferente a los demás, que estará obrando
en la Iglesia de Jesucristo en este tiempo final.
Ahora, hemos visto: “EL MISTERIO DE LA NUBE
MISTERIOSA.”
Ahí estábamos nosotros representados, como
estuvo representado Leví en Abraham cuando diezmó a
Melquisedec. Y cuando diezmó a Melquisedec Abraham,
todavía no había nacido ni Isaac (ni siquiera Isaac) ni
Jacob, mucho menos Jacob, y mucho menos Leví que
es hijo de Jacob; pero estaba en los lomos de Abraham,
estaba Isaac, estaba Jacob y estaba Leví también.
Ahora, podemos ver que nosotros estábamos en
Cristo; y luego, así como de etapa en etapa estaban
representados, por ejemplo, estaban representados: en
Isaac estaba representado Jacob y los patriarcas; luego
en Jacob estaban representados los patriarcas y los hijos
de los patriarcas y todo el pueblo hebreo; ahora en Cristo
estamos representados todos nosotros y estábamos en
Cristo. Y luego cuando Cristo va llevando a cabo Su
Programa, de edad en edad, en el mensajero de cada
edad, están representados los escogidos de cada edad;
y nosotros pues estamos representados en la Edad de la
Piedra Angular, en el mensajero, pues de la Edad de la
Piedra Angular.
Y ahora, en el misterio de la nube misteriosa que
apareció en febrero 28 de 1963, estamos ahí representados
en el Ángel que es diferente a los demás, el Ángel que
tiene el Séptimo Sello, y por consiguiente tiene el Nombre
Nuevo del Señor Jesucristo y Nombre Eterno de Dios.
38 Dr. William Soto Santiago
“LA NUBE MISTERIOSA.”
Vean, es un evento muy grande, es una señal muy
grande para la Iglesia del Señor Jesucristo, una señal muy
grande que apareció en el cielo; de la cual el Rvdo. William
Branham cita que en la Escritura dice que aparecerá la
señal del Hijo del Hombre en el cielo.
Ahora, podemos ver que es una señal muy importante
para la Iglesia del Señor Jesucristo. Eso nos muestra que
hemos entrado a un ciclo muy importante del Programa
de Dios: es el ciclo divino correspondiente a la Edad de la
Piedra Angular, donde estamos siendo preparados los que
ya han sido llamados para ser transformados y raptados;
porque la fe para ser transformados y raptados la dan los
siete truenos de Apocalipsis, capítulo 10, de lo cual el
Rvdo. William Branham (y esa es la Voz de Cristo como
León)... Y el Rvdo. William Branham en la página 128 del
libro de “Los Sellos,” dice:
“Ahora, los Siete Truenos de Apocalipsis permitirán
que El muestre a la Novia cómo prepararse para obtener
la gran fe de traslación (la fe de Rapto).”
Los Truenos, que es la Voz de Cristo, para este tiempo
final hablándonos por medio de Su Ángel Mensajero, estará
dándonos la revelación del Séptimo Sello, la revelación de
la Segunda Venida de Cristo, para obtener así la fe para ser
transformados y raptados y llevados con Cristo a la Cena
de las Bodas del Cordero.
Así como la revelación de la Primera Venida de Cristo
como Cordero de Dios muriendo en la Cruz del Calvario,
nos ha dado la fe para obtener el perdón de nuestros
pecados, y obtener el bautismo en agua en el Nombre
de Jesucristo, nuestro Salvador, y obtener el bautismo
del Espíritu Santo y así obtener el nuevo nacimiento,
La nube misteriosa 39
y obtener el cuerpo teofánico de la sexta dimensión; la
revelación de la Segunda Venida de Cristo nos da la fe
para - la revelación para obtener nuestra transformación,
para obtener el cuerpo eterno, inmortal, incorruptible
que Él ha prometido para cada uno de ustedes y para mí
también.
Sin la revelación del Séptimo Sello, sin la revelación
del misterio del Ángel que era diferente a los demás,
ninguna persona podrá ser transformada. Se requiere
tener la revelación del Séptimo Sello que nos dan los
Siete Truenos de Apocalipsis, la Voz de Cristo en este
tiempo final, en la Edad de la Piedra Angular, por medio
de Su Ángel Mensajero, para así obtener la bendición de
nuestra transformación física que Él ha prometido; esa es
la redención del cuerpo.
Él dijo: “Cuando ustedes vean suceder estas cosas,
levantad vuestras cabezas porque vuestra redención está
cerca (o sea, vuestra transformación).”
Y ahora, hemos estado viendo estas señales en el cielo,
y la mayor de ellas es la nube misteriosa que fue vista en
febrero 28 de 1963.
“LA NUBE MISTERIOSA.”
Ese ha sido para esta ocasión nuestro tema: “LA NUBE
MISTERIOSA.”
Y hemos ahora comprendido mejor el misterio de esa
nube que apareció en febrero 28 de 1963. El misterio es
que son ocho ángeles ahí, en sus cuerpos teofánicos; una
nube misteriosa porque está formada, no por humedad,
no es una nube literal, sino que es una nube formada por
cuerpos teofánicos.
Y así, esa nube misteriosa viene a ser la señal más
grande en el Cielo, que haya ocurrido en el siglo XX, siglo
40 Dr. William Soto Santiago
que ya ha pasado, ha transcurrido; pero hemos levantado
nuestros ojos al Cielo y hemos estado viendo el significado
de esa nube, y hemos estado viendo que allí, en esa nube,
estábamos todos representados.
Por eso, después de esa fecha ha venido el llamado para
nosotros, para subir a la Edad de la Piedra Angular, a la
Edad representada en ese Ángel; por lo tanto, ahí estamos
nosotros representados. Y teníamos que ser manifestados
en el Cuerpo Místico de Cristo, en la Edad de la Piedra
Angular, que es la edad que corresponde a esa parte alta
de esa nube donde está el Ángel que era diferente a los
demás.
Nos hemos visto nosotros en LA NUBE MISTERIOSA,
una nube de ángeles mensajeros de Cristo.
Que las bendiciones contenidas y representadas
en esa nube misteriosa, sean sobre todos ustedes y
sobre mí también; y sobre todo, las correspondientes
a la parte donde está el Ángel que era diferente a los
demás; y se materialicen en cada uno de ustedes y en
mí también; y pronto se complete el número de los
escogidos de Dios, y pronto todos los muertos en Cristo
sean resucitados en cuerpos eternos y nosotros los que
vivimos seamos transformados. En el Nombre Eterno
del Señor Jesucristo. Amén y amén.
Que Dios les continúe bendiciendo, y continúen
pasando una noche llena de las bendiciones de nuestro
amado Señor Jesucristo.
Dejo nuevamente con ustedes al Rvdo. Miguel
Bermúdez Marín para finalizar nuestra parte en esta
ocasión, y nos veremos mañana, Dios mediante, en la
actividad de mañana, a la hora y en la hora en que está ya
programado.
La nube misteriosa 41
Bueno, mientras escuchamos el cántico (si lo tenemos
por ahí), pasará el Rvdo. Miguel Bermúdez Marín para
finalizar nuestra parte en esta ocasión.
Que Dios les bendiga y les guarde a todos.
“LA NUBE MISTERIOSA.”
Notas
Notas

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