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1. MONICIÓN DE ENTRADA
Pentecostés es una de las experiencias más importantes que ha vivido la Iglesia, Originalmente,
se trataba de una fiesta agrícola de ofrenda de Los primeros frutos de la cosecha, y era una
inmensa fiesta, se puede decir, que El Espíritu Santo se aprovechó de esta fiesta para
manifestarse, por ello hoy con todo nuestro corazón dispongámonos a recibir la gran primicia
de Dios en nuestras vidas, porque después de haber resucitado con Cristo en la pascua, a partir
de hoy entenderemos el para qué resucitamos.
El Espíritu Santo nos invita a permanecer en vela, a vivir en vela, para percibir su presencia, para
escudriñar sus mociones, para acoger sus movimientos en nosotros. Velando, queremos que
se realice en nosotros un nuevo Pentecostés, una nueva invasión de la fuerza del amor de Dios.
Este es nuestro anhelo y nuestra esperanza. Pentecostés es la Pascua del Espíritu, Aliento de
Dios que pone en movimiento la fe y la vida.
Ambos lectores: “Espíritu Santo que nuestro corazón esté abierto a la palabra de Dios, que
nuestro corazón esté abierto al bien, que nuestro corazón esté abierto a la belleza de Dios”.
Toda la tierra hablaba una sola lengua con las mismas palabras.
Y dijeron:
—«Vamos a construir una ciudad y una torre que alcance al cielo, para hacernos famosos, y
para no dispersarnos por la superficie de la tierra».
El Señor bajó a ver la ciudad y la torre que estaban construyendo los hombres; y se dijo:
—«Son un solo pueblo con una sola lengua. Si esto no es más que el comienzo de su actividad,
nada de lo que decidan hacer les resultará imposible. Voy a bajar y a confundir su lengua, de
modo que uno no entienda la lengua del prójimo».
Por eso se llama Babel, porque allí confundió el Señor la lengua de toda la tierra, y desde allí
los dispersó por la superficie de la tierra.
Palabra de Dios.
Salmo (1ª Lectura)
Palabra de Dios.
Salmo (2ª lectura)
Palabra de Dios.
Salmo (3ª lectura)
R. Oh, Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.
Palabra de Dios.
Salmo (4ª lectura)
R. Misericordia, Señor: hemos pecado.
Hermanos:
Sabemos que hasta hoy la creación entera está gimiendo toda ella con dolores de parto.
Y no sólo eso; también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos en nuestro
interior, aguardando la hora de ser hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo.
Porque en esperanza fuimos salvados. Y una esperanza que se ve ya no es esperanza. ¿Cómo
seguirá esperando uno aquello que ve?
Cuando esperamos lo que no vemos, aguardamos con perseverancia.
Pero además el Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos
pedir lo que nos conviene, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos
inefables.
Y el que escudriña los corazones sabe cuál es el deseo del Espíritu, y que su intercesión por los
santos es según Dios.
Palabra de Dios.
Canto Aleluya
Ven, Espíritu Santo,
Llena los corazones de tus fieles
Y enciende en ellos la llama de tu amor.
Canto Aleluya
LECTURAS PARA LAS TIENDAS
LA TIENDA DE LA UNIDAD
50 días después de la pascua se culmina el proceso de salvación con la libertad vivida en pos
del amor, el sueño de oro de Jesús es: “Padre, que todos sean uno como Tú y Yo somos uno”,
es tiempo de mirar hacia nuestro hermano, aquel hermano que se encuentra solo, desvalido,
que necesita una palabra de consuelo, un gesto de apoyo, que necesita de mí, es tiempo de
recibir la fuerza del Espíritu Santo para plenificar la adherencia a la voluntad de Dios.
Hoy te pedimos señor que derrames en nuestros corazones la fuerza del amor perfecto y que
nos mantengamos atados a ti, para que podamos ver en nuestros hermanos el motivo
convincente de hacer vibrar ante el mundo La unidad.
LA TIENDA DEL SERVICIO
La madre Teresa de Calcula alguna vez ante la pregunta de -por qué había dedicado su vida a los pobres,
responde sin vacilar El fruto del amor es el servicio y el fruto del servicio es la paz, si Jesús dedicó su
atención a los pobres y necesitados, ¿por qué no he de hacerlo yo, que soy su sierva? El servicio nos
hace reconocibles, nos hace ser sal y luz del mundo, alumbrar no es brillar por la fama o como seres
individuales, el servicio es donarnos a los demás sin reparos, dignificándonos como creaturas hechas
Hoy te pedimos ¡Oh santo Espíritu de Dios! Que nos permitas ser personas de casta celestial, mostrando
con nuestras obras la perfecta voluntad de Dios para con los hermanos.
LA TIENDA DE LOS SUEÑOS
Jesús de Nazaret el gran soñador, a lo largo de la historia nadie ha engendrado más sueños que Él, a
pesar de la vicisitud, a pesar de lo desfavorable de su camino, a pesar de las persecuciones, nunca dejó
de soñar, es más, tras su muerte y su resurrección, nos preparó nuestro futuro y nos dio la esperanza
imperecedera, siempre nos grita NO TENGAN MIEDO (valentía), vivimos gracias a los sueños que Jesús
suscitó en las primeras comunidades, es verdad que no vio la realización de sus sueños estando en la
tierra, pero logró encender un fuego que arde con fuerza y las tinieblas no han logrado sofocar.
Te pedimos hoy Señor, que nos permitas encender el fuego de nuestros sueños, que, tras la firme
determinación de vivir con tus fuerza y sabiduría, logremos el humeante e insospechado camino de
posibilidades de vida, alimentando la esperanza de que sí es posible luchar por una humanidad y un
mundo distinto.
LA TIENDA DE LA FAMILIA
continuadora de los sueños de Jesús, familia corazón de la Iglesia, alianza de amor y vida, cuando
estamos sedientos, cuando nuestro caminar se hace duro, cuando el consuelo y la ternura se agotan,
Padre celestial, por intercesión de la virgen María nuestra madre, te pedimos que restaures la verdad
fundamental de la familia, para que a través de ella nos descubramos pertenecientes a una comunión
Con el pan, te ofrecemos nuestra vida diaria con sus luchas y esperanzas, el fruto de los
trabajadores, con aquello que los agota y también aquello que los anima.
En el Cáliz con vino te ofrecemos, nuestro amor que necesita del fuego de tu Corazón y la vida
de nuestros hermanos que sufren por la violencia, la trata de personas, la esclavitud y toda
clase de marginación.