PALABRAS DE

CONDOLENCIAS
PARA LA FAMILIA
CARDONA
Es nuestra intención hacer una transcripción fiel y
exacta de este Mensaje, tal como fue predicado; por lo
tanto cualquier error en este escrito es estrictamente
error de audición, transcripción e impresión; y no debe
interpretarse como errores del Mensaje.
El texto contenido en esta Conferencia, puede ser
verificado con las grabaciones del audio o del video.
Este folleto debe ser usado solamente para propósitos
personales de estudio, hasta que sea publicado
formalmente.
(Fue tomado de una transmisión vía Internet)

Por
William Soto Santiago
6 WILLIAM SOTO SANTIAGO PALABRAS DE CONDOLENCIAS
PARA LA FAMILIA CARDONA
en el Paraíso. Por William Soto Santiago
Que Dios les bendiga y les guarde, y con ustedes nuevamente el Jueves, 14 de febrero de 2002
Rvdo. Miguel Bermúdez Marín. Dallas, Texas, Estados Unidos a Cayey, Puerto Rico
“PALABRAS DE CONDOLENCIAS PARA LA FAMILIA (Vía telefónica)
CARDONA.”
is más sinceras condolencias a Rosa María, esposa de nuestro
M hermano Oscar Cardona, a doña Martha, madre de nuestro
hermano Oscar, a Edwin, hermano de Oscar, Eyla, hija de Oscar, doña
Delia, tía de Oscar, y demás familiares, reciban mi más sentido pésame,
mis más sentidas condolencias por la partida de nuestro hermano Oscar
Cardona, quien terminó sus días en esta dimensión terrenal, y ha pasado
al Paraíso para estar allí con los santos que ya han partido en otros
tiempos también. Todos allí se encuentran en cuerpos angelicales
esperando a que Jesucristo pase por el Paraíso, los resucite y los traiga
en cuerpos nuevos, eternos y glorificados, iguales al cuerpo glorificado
de nuestro amado Señor Jesucristo.
Al llegar la persona a este momento de terminar sus días en la Tierra,
y es un creyente en Cristo, pueden decir, él y las demás personas: sus
familiares, como dijo Job en el capítulo 19, versos 25 al 27:
“Yo sé que mi Redentor vive,
Y al fin se levantará sobre el polvo;
Y después de deshecha esta mi piel,
En mi carne he de ver a Dios;
Al cual veré por mí mismo,
Y mis ojos lo verán, y no otro.”
Job sabía que Dios existía y que algún día iba a ver a Dios cara a
cara, y que iba a resucitar de entre los muertos, Job luego de su muerte
física iba a tener una resurrección, lo cual se cumplió cuando Cristo
resucitó, Job también resucitó juntamente con los santos del Antiguo
Testamento.
Todo cristiano está firme y conscientes de que hay una vida después
de esta vida terrenal. Cuando terminan nuestros días en esta Tierra,
continuamos viviendo en el Paraíso en un cuerpo angelical, y ahí
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esperamos la resurrección de los muertos en Cristo para regresar a la
Tierra en cuerpos nuevos, eternos, jovencitos y glorificados, esa es la
esperanza para todo cristiano para cuando le llega el momento de su
partida de esta Tierra.
Y este es el consuelo para todos los familiares de los creyentes en
Cristo: pueden estar seguros de que va a resucitar todo creyente en
Cristo que ha partido.
El hermano Cardona es un creyente en Cristo desde que le dio su
corazón a Cristo, y ahora él ha partido de su cuerpo terrenal, pero está
viviendo en su cuerpo angelical en el Paraíso, juntamente con los otros
cristianos que han partido en otras ocasiones.
Los familiares de Oscar Cardona pueden estar tranquilos porque
nuestro hermano Cardona está viviendo en el Paraíso, donde se
encuentra muy feliz; ese lugar lindo (Nota - distorsión en el audio de
origen) cuando la persona deja de vivir en la Tierra, dice en Segunda de
Corintios, capítulo 5, verso 1 en adelante:
“Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este
tabernáculo (o sea, este cuerpo de carne), se deshiciere (o sea,
muriera), tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos,
eterna, en los cielos.”
Es una promesa divina para todo creyente en Cristo.
“Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella
nuestra habitación celestial;
pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos.
Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos
con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino
revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.
Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado
las arras del Espíritu.
Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto
que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor.
(porque por fe andamos, no por vista);
pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y
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presentes al Señor.
Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle
agradables.
Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el
tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya
hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.”
Ahora, podemos ver que hay un propósito divino para nosotros vivir
en este planeta Tierra en estos cuerpos terrenales; y cuando termina ese
propósito por el cual hemos venido a la Tierra, Cristo nos llama y nos
lleva al Paraíso a descansar.
Por lo tanto, nuestro hermano Cardona ha partido de su cuerpo físico
y se encuentra en el Paraíso, donde Dios lo ha llevado, y algún día
regresará a la Tierra de nuevo en un nuevo cuerpo, eterno, inmortal,
incorruptible y glorificado, y jovencito para toda la eternidad. Por lo
tanto, esperemos su regreso cuando llegue el momento de parte de
Dios. Todos estemos preparados delante de Dios para también nosotros
ser transformados y recibir un cuerpo eterno.
Amados hermanos y amigos presentes, esta es la esperanza del
creyente en El. Y nuestro hermano Cardona ha sido un creyente en
Cristo, y su familia también. Por lo tanto, esperamos su regreso muy
pronto en un cuerpo glorificado. Sea este el consuelo para su esposa
Rosa, para su madre doña Martha, para su hermano Edwin, para su tía
doña Delia, para su hija Eyla, y demás familiares, y que Dios los bendiga
a todos, los guarde y los tenga listos para adquirir todos un un cuerpo
eterno también cuando regrese nuestro hermano Cardona en el nuevo
cuerpo, eterno y glorificado.
Que Dios les bendiga a todos y les guarde, y dejo nuevamente al
Rvdo. Miguel Bermúdez Marín para continuar en esta tarde todo lo que
él está realizando en Cayey, Puerto Rico.
Yo me encuentro en Dallas, Texas, desde donde les estoy hablando
estas palabras de consuelo para los familiares de nuestro hermano Oscar
Cardona, quien pasó a una dimensión mejor que esta terrenal. El desde
allá está mirando a cada uno de ustedes, y él se encuentra muy feliz allá