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LUNES 10 DE OCTUBRE
CÓMO ENCONTRAR EL FAVOR Y LA AMISTAD DE DIOS
“El que procura el bien buscará favor; Más al que busca el mal, éste le vendrá”.
Proverbios 11:27 (RVR95)
Aunque lo hemos estado viendo y sabemos que este es el Año Agradable del Señor, tenemos que lograr
encontrar Su amistad y Su favor, y vivirlos.
1.LA FORMA INCORRECTA DE ENCONTRAR EL FAVOR Y LA AMISTAD DE DIOS:
A. Buscando el mal: Proverbios 11:27b “…al que busca el mal, este le vendrá”.
Hay un dicho que dice: El que mal anda, mal acaba. Podríamos decir “al que busca el mal, va a
encontrar el mal”. Debemos dejar de creer que si sigo pecando, aparentando ser cristiano, sirviendo a
dos señores, voy a poder alcanzar el favor de Dios y la amistad con Él. La Palabra me dice en 1 Juan
3:8a NVI “El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha estado pecando desde el
principio….” Te pregunto: ¿Cuál fue el resultado cuando buscaste el mal? Seguramente el resultado no
fue el mejor, entonces otra pregunta: ¿por qué lo seguís haciendo? No encontrarás el favor de Dios
mientras sigas practicando el pecado y buscando el mal en vez de buscar Su presencia.
En el Evangelio de Mateo capítulo 5 Jesús nos dice: “Pero yo les digo que cualquiera que mira a una
mujer y la codicia ya ha cometido adulterio con ella en el corazón” (v 22). No permitas los malos
pensamientos en tu Vida, pídele al Señor que tome control de tu mente y tu corazón.
2.LA FORMA CORRECTA DE ENCONTRAR EL FAVOR Y LA AMISTAD DE DIOS.
A. Buscándolo: Proverbios 8:35 “Porque el que me halle, hallará la vida, Y alcanzará el favor de
Jehová”.
Tenemos que aprovechar ahora que Él puede ser hallado…, te pregunto: ¿Cuánto tiempo pasas
buscando al Señor? El tiempo devocional es súper importante, ya que de esta forma busco a Dios, y es
ahí donde encuentro Su favor, es ahí donde puedo encontrar esa guía, la cual marca el rumbo de mi día
y podré hacerle frente a cualquier circunstancia.
-Suplicando: En el Salmo 119:58 (Biblia de las Américas) leemos: “Supliqué tu favor con todo
mi corazón; ten piedad de mí conforme a tu promesa”. No tenga temor de suplicarle a Dios por ese
favor, declare siempre sobre su vida con fe que el favor de Dios lo acompaña donde va.