Lunes 17 de octubre 2022 FAVOR DE DIOS QUE SANA

San Marcos 5:25-29

“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue
sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”. Isaías 53:5 (RVR 1960)
 1). CUANDO TODOS LOS RECURSOS SE AGOTAN:
a). Solo queda Jesús.
b). Y es la mejor opción.
2). OPTIMISMO Y ESFUERZO.
3). TENER EN CUENTA EL PODER DE DIOS.
4). RECONOCER QUE LA SANIDAD QUE RECIBIMOS ES UN TESTIMONIO PARA LOS
DEMÁS.
5). LA PRIORIDAD ES BUSCAR A DIOS.
6). SOMOS TESTIGOS DE LO QUE DIOS HACE.
 Hablar de enfermedades es muy actual por todo lo que pasado y vivido estos últimos años a causa de
la pandemia y otras condiciones que han surgido.
En este tiempo vimos que los recursos conocidos no eran suficientes para evitar contagios y sanar esos
sufrimientos; ni siquiera los países ricos, las potencias mundiales, lograron detener el flagelo de la
enfermedad; se cerraron fronteras y hasta se anularon vuelos de conexión entre los países, por temor e
impotencia, se decía que estaban estudiando cómo combatir el virus, pero aún está el riesgo.
La mujer del flujo de sangre es un claro ejemplo de la limitación de la ciencia médica de aquel
entonces. Respetamos la medicina y los médicos y especialistas, gracias a ellos muchos están vivos
hoy, tienen mejor calidad de vida, y la edad promedio de vida ha aumentado notablemente (en
Argentina es aproximadamente 76 años). Ella había gastado todo yendo de médico en médico y en
lugar de mejorar, dice La Palabra, había empeorado su salud.
La ley religiosa que se practicaba en aquellos tiempos le impedía a una mujer con hemorragia o
menstruosa asistir a una reunión publica y andar entre la gente, debía pasar encerrada en su casa, lejos
de todo roce social y esperar el final de su vida, ya que cada día estaba más débil y moribunda. “Para
esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo” (1 Juan 3:8)-
.
Vivir una vida de consagración y ver la mano de Dios obrando en nuestra vida es un buen testimonio
para todos.  Podemos compartir algún testimonio personal, una sanidad o una bendición y orar por los
necesitados y enfermos.
Volvamos a la mujer con hemorragia; su prioridad no era golpearse ni discutir con nadie, sino que
buscaba con todo su corazón el toque de Dios, que Él la toque personalmente porque, se decía: si tan
solo tocase el borde de su vestidura será salva (Marcos 5:28).

La Biblia de las Américas dice en San Marcos 5:29: "Al instante la fuente de sangre se secó, y sintió en
su cuerpo que estaba curada de su aflicción”.
Jesús preguntó "¿Quién me ha tocado?" La mujer, dándose cuenta de lo que había ocurrido se postró
delante de Jesús, le contó su historia y Él le dijo: “Hija, tu fe te ha sanado; vete en paz”. Algunas
versiones dicen: “eres libre de tu azote”, otras “Se acabó tu sufrimiento”, otra “has sido sanada”.
Vale la pena venir delante de Jesús con un alma conmovida por las circunstancias de dolor, enfermedad
y cualquier mal porque en Él encontraremos la virtud sanadora, la virtud liberadora, la virtud salvadora,
la virtud que nos hace bien y nos fortalece.

Busquemos a Dios y experimentaremos Su poder sanador.

Oremos por los que integran la Célula.
Tomemos tiempo para orar y ministrar a los enfermos
El tema de las enfermedades es algo que nos lleva a pensar qué haríamos sin Jesús. Por eso es tan
importante obtener el favor de Dios para recibir sanidad.
 
Conclusión: Busquemos a Dios y experimentemos Su poder sanador en nuestras vidas.
Oración: Oremos por la sanidad de cada miembro de la Célula.
Acción: Toma tiempo para ministrar sanidad y orar aun por los familiares enfermos.

Lunes 24 de octubre Cerca de Dios tenemos Su favor

Hebreos  4:14-16; Isaías 55:6-7

“Clamaré al Dios Altísimo, al Dios que me favorece”.  Salmos 57:2 (RVR 1960)
El hombre necesita en todo momento de Dios, Él siempre está cerca de nosotros; y nosotros ¿estamos
cerca de Él? Dios siempre está cerca, pero tenemos que dar el paso para acercarnos a Él para recibir
Sus favores.
Varios científicos, filósofos y un conocido evangelista solían decir que el hombre tiene un hueco o un
vacío en su corazón con la forma de Dios, y solo Él lo puede llenar. ¿Te ha sucedido? ¿Con qué lo has
tratado de llenar: con trabajo, el amor de la familia, amistades, títulos, dinero, seguidores en las redes, o
con cosas negativas (vicios, malos hábitos, etc.)?
 1). DIOS SIEMPRE TOMÓ LA INICIATIVA y por medio de Jesucristo nos dejó el camino abierto
para que entremos a Su presencia.
a). Los patriarcas, reyes y profetas buscaban amistad con Dios y que los ayudara en la tarea que debían
realizar.
b). Dios a nosotros nos dejó el camino abierto. Dice el escritor de la Carta a los Hebreos:
“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia
para el oportuno socorro” (Hebreos 4:6). Jesucristo nos abrió el camino por medio de Su muerte en la
Cruz.
Dios se acerca a nosotros (como vimos semanas atrás) porque quiere ser nuestro Amigo, quiere
favorecernos, coronarnos de favores y de misericordia, para levantarnos y fortalecernos.
 2). DEBEMOS ENTRAR CON LIBERTAD: por la sangre de Jesús. Jesucristo, con Su sangre, nos
limpia de todo pecado para que tengamos entrada libre a la presencia de Dios.
Al lugar santísimo.
Al trono de la gracia.
A Su presencia.
Isaías 55:6-7: “Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el
impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él
misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar”. Es directo y claro al decir que
debemos buscar al Señor, que el impío debe dejar sus caminos, cambiar sus pensamientos y volverse a
Dios. Podemos buscarlo en el lugar santísimo, ir ante su trono de gracia confiados, entrar a Su
presencia seguros que seremos recibidos, aceptados y bendecidos. Dios abrió un camino por la sangre
que Su Hijo derramó.
 3). NUESTRA VIDA CAMBIA AL ACERCARNOS A DIOS
Vale entonces decir que nuestra vida cambia al acercarnos a Dios. Entonces, pensemos:
              1- Dios es absolutamente bueno
              2 -Dios es inmutable ante el pecado
              3- Dios es grande en Su redención

Leemos en el Salmos 34:8: “Gustad, y ved que es bueno Jehová; Dichoso el hombre que confía en él”.
Es una invitación de probar a Dios, al hacerlo descubriremos Su bondad
Jesús dijo: “Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera” (Juan
6:37). Él no nos rechaza, al contrario, nos atrae, nos busca; y cuando llegamos a Él nos recibe con los
brazos abiertos.
“Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen
corazón perfecto para con él” (2 Crónicas 16:9a). El corazón es perfecto cuando ama a Dios
sinceramente, cuando tiene el deseo de hacer el bien. ¿Tenemos esa buena actitud? En el Salmo 51:10-
12 leemos la oración de David: “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto
dentro de mí. No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu santo Espíritu. Vuélveme el gozo de tu
salvación, Y espíritu noble me sustente”. David se arrepintió de su pecado y pidió un nuevo corazón,
un espíritu noble, ser una persona recta delante de los ojos de Dios.
Conclusión: Acercarnos a Dios tare innumerables beneficios y bendiciones. Comencemos hoy a
acercarnos a Él y seremos más que vencedores.
Oración: Pedir al Espíritu Santo que nos guíe cada día a acercarnos para Dios.
Acción: Escriba qué cosas le estorban para acercarse a Dios y qué plan de acción va a tomar para
acercarse a Dios cada día más.

Lunes 31 de octubre Una amistad a prueba de todo

“El que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias” Salmos 103:4 (RVR
1995)
El Señor se deleita en que seamos sus amigos y le complace derramar Su favor, gracia, misericordia y
bendiciones sobre nosotros justamente porque somos sus amigos. Pero… a veces, cuando pasamos por
pruebas y luchas nos olvidamos de ese amigo que nos cuida y está con nosotros en todo momento,
tanto en los buenos como en los que no lo son tanto.
Es muy claro el Salmo 103:4 al decir que el Señor es “El que rescata del hoyo tu vida, el que te corona
de favores y misericordias”. No nos dice que hay alguien más que lo pueda hacer, Él es el único que
nos corona de favores y misericordias.
 
¿QUÉ ES LA AMISTAD?
Me encanto esta definición: Amistad “Es una relación afectiva entre dos o más individuos que se
sustenta en valores fundamentales como el amor, la lealtad, la solidaridad, la incondicionalidad, la
sinceridad y el compromiso”.
Cabe una pregunta: ¿Mi amistad con el Señor está en línea con esta definición?
 
A. Puede surgir en diversos contextos.
En Mateo 4 y Marcos 1 vemos que “Jesús caminaba junto al mar de Galilea y ve a dos hermanos:
Pedro y Andrés y les dice: síganme y los haré pescadores de hombres”. Esta es una amistad que surgió
y nos sigue diciendo el relato que “…dejando la barca y a su padre le siguieron”. Tengo un pastor
amigo a quien yo quiero mucho y cuya amistad nació con esta frase que él me dijo a los segundos
después que el Ptor Omar Jr. nos presentara: “Mi pastor y tu pastor son amigos, así que nosotros no
podemos no ser amigos”.
            ¿A qué voy con esto? No sé cómo comenzó tu amistad con el Jesús, en qué contexto fue, solo sé
que, al igual que yo, un día te encontraste con Él, (o mejor dicho Él te encontró) y de ahí en más tu vida
cambió y comenzaste una amistad la cual te transformó para siempre.
B. Algo que se cultiva.
Es un vínculo que debemos cultivar con un interés reciproco. Jesús les dijo a Sus discípulos: “Ustedes
son mis amigos si hacen lo que yo les mando” (Juan 15:14 NTV). Los discípulos de Jesús cultivaron no
solamente una relación de maestro-discípulo, sino también como amigos. Por eso es que el Señor les
sigue diciendo (v.15): “Ya no los llamo esclavos, porque el amo no confía sus asuntos a los esclavos.
Ustedes ahora son mis amigos, porque les he contado todo lo que el Padre me dijo”.
“Cultivamos” nuestra amistad con Jesús leyendo las Escrituras y orando, porque es la forma de
acercarnos y de aprender lo que el Padre le dijo a Su Hijo.
C. Hay diferentes grados:
“Mejores amigos” seria la categoría más alta, por así decirlo; la componen aquellos que están en las
buenas y en las que no lo son tanto; podemos hablar de lo que sea y podemos confiar los unos en los
otros.
“Amigos ocasionales” son los que hago en algún viaje, por ejemplo, o los que conozco en algún lugar o
evento.
Pregunta: ¿en qué grado está tu amistad con Jesús? (Reflexionen al respecto).
      
2. AMISTAD A PRUEBA DE TODO: Gálatas 1:10
Para mí un ejemplo de amistad a prueba de todo es la del apóstol Pablo con Jesús. Todavía era Saulo y
tuvo un maravilloso encuentro con Jesús; fue el comienzo especial de una amistad especial. Leemos en
Hechos 9:3-6: “al acercarse a Damasco para cumplir esa misión, una luz del cielo de repente brilló
alrededor de él. Saulo cayó al suelo y oyó una voz que le decía: —¡Saulo, Saulo! ¿Por qué me
persigues?  -¿Quién eres, señor?—preguntó Saulo.—Yo soy Jesús, ¡a quien tú persigues! —contestó la
voz—.  Ahora levántate, entra en la ciudad y se te dirá lo que debes hacer”.
¿Cómo comenzó tu amistad con Jesús? La mía no fue así, y te digo esto porque para mí este fue el
encuentro divino para que esta amistad nazca, era lo que Saulo necesitaba, y por eso es que él puede
decir (y me encantan sus palabras):  “Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien,
una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo
avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en
Cristo Jesús” (Filipenses 3:13-14).
A. Olvidando el pasado:
          “…las cosas viejas pasaron; todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17b RVR95). La Palabra es
muy clara y me dice: “…las cosas viejas pasaron…”; ahora te pregunto: ¿hasta cuándo el pasado te va
a privar de disfrutar la amistad con Jesús?
       Por eso te animo a que olvides el pasado; yo veo que Pablo no estaba siempre pensando en el
pasado, ni en ese encuentro forzado de amistad que comenzó con el Señor Jesús, en el cual podría
haber quedado traumado. Pablo sabía que esta amistad le trajo una nueva vida.
B. Una nueva vida comienza. V17b (NVI)
        v.17b “…La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado!” Cuando olvido el pasado,
esa antigua vida, (y acá quiero ser claro) las cosas viejas viejas no solo son las malas, sino también las
buenas, porque no puedo vivir de mis victorias pasadas, ¡Dios hace todo nuevo!
      Desde que comencé mi amistad con Jesús mi vida cambió, he tenido mis altos y bajos, pero siempre
he visto que, a pesar de, Él siempre estuvo a mi lado; aunque yo me aleje de Él e hice como que no lo
necesitaba, Jesús es el único amigo que está contigo en las buenas y las no tan buenas. ¡Anímate a vivir
esa nueva vida!
C. Es regalo (favor) de Dios: v18 (NVI)
“Y todo esto es un regalo de Dios, quien nos trajo de vuelta a sí mismo por medio de Cristo. Y Dios
nos ha dado la tarea de reconciliar a la gente con él”.
¡Gracias, Dios, por regalarme a Jesús y así a través de Él tener Tu amistad!
Te animo a que pienses por unos minutos y medites en esta Palabra: Gálatas 1:10a “Pues, ¿busco ahora
el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres?”. Busca agradar a Dios,
busca Su favor, no busques más fuera de Él, no vale la pena. Él te amó tanto que envió a Su Hijo para
que puedas tener una amistad plena con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
 
Conclusión: Dios te está diciendo: “Yo quiero ser tu mejor amigo”, “Quiero que nuestra amistad vuelva
a ser a prueba de todo”. No dejes que las circunstancias disuelvan esa amistad con Él, tanto desea ser tu
amigo que entregó a Su propio Hijo Jesucristo, Su mayor tesoro, para morir en tu lugar. Dios está
dispuesto a ser tu mejor amigo, ¿tú también lo estás?
 Oración: Padre, te pido perdón porque menosprecié nuestra amistad; sé que podemos volver a
empezar; nuestra amistad vuelve a tomar fuerza y, porque Tu favor está sobre mí, este será un tiempo
de nuevo gozo, lo viejo pasó y todo lo haces nuevo. Te amo. Amén. 
Acción: Lista un máximo 5 amigos que no conocen a Cristo, y ora para que Dios te dé las palabras
justas para que se acerquen a Él y gocen de una amistad a prueba de todo.