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Capacidad de Liderazgo para construir un futuro mejor después del

Coronavirus

El 2020 y el 2021 son años que se convirtieron en un gran desafío para el


mundo entero, porque la declaración de la Pandemia, a raíz del Covid–19,
obligó a la población humana a adoptar un estilo de vida inesperado y
completamente desconocido, hasta el punto en que fueron afectados
aspectos de la vida humana, como la dimensión social por el impedimento
de la relación normal con los demás, y la cuestión personal por el
enclaustramiento forzado.
Pero, los más afectados fueron las empresas y microempresas, llegando a la
penosa decisión de cerrar sus locales y reducir empleados, puesto que la
economía y las finanzas no podían sostenerse a un ritmo casi cero.
Sin embargo, aún con el panorama lúgubre sumado a la incertidumbre,
muchos apostaron a la creatividad, a la imaginación y a la confianza en sus
propios medios y valores para crear su propio emprendimiento,
convirtiéndose en líderes de su propia creación. Este hecho quedará
marcado como un acontecimiento histórico para la memoria del mundo
empresarial, porque las restricciones impuestas por la Pandemia, no fueron
obstáculos para poner a prueba la capacidad, el talento y la responsabilidad
de aquéllos que sintieron la necesidad de producir un bien o un producto de
mejor calidad al cliente. Y a medida que la situación fue mejorando, las
“nuevas empresas” iban tomando forma, poniendo a prueba constantemente
los desafíos y generando nuevas fuentes de trabajo, y que, incluso, algunas
ya se van posicionando, paulatinamente, como empresas líderes, siempre
con la visión de aprender y progresar, y con la misión de que el servicio y
el producto que ofrece a la sociedad, no solamente sean los mejores, sino
de excelente calidad y de primer nivel. Y ustedes se preguntarán, al igual
que yo, ¿a qué se debe esto? A que la capacidad de convertir una dificultad
en una oportunidad es de aquellos que imprimen la mirada a la realidad con
ojos de líder nato para cambiar, transformar y mejorar cualquier situación
adversa.
Ése líder nato, también conocido como líder resiliente, es el que utiliza su
habilidad creativa en vínculo con su capacidad intelectiva para salir
adelante, y, por ende, para demostrarle a los demás que “el que llega a la
meta de una carrera no es el mejor, sino aquel que se atrevió a inscribirse
para correr”. Y los valores que incorporan a su diario vivir, pasan a ser
baluarte y sostén de su vida, marcando una diferencia, pero conviviendo
armónicamente con los demás.
Estimado auditorio: la destreza humana y la facultad cognitiva, sumado a
los valores y la fe en el Ser Supremo, son los ejes fundamentales de un
líder que le destina para cambiar, construir, transformar y apostar siempre
por un mundo mejor, y más aún, después de la emergencia sanitaria
mundial por el Coronavirus. En el mundo de las empresas, la prueba de que
la adversidad no es sinónimo de inanidad o impedimento, debe ser el
parámetro para formar y fortalecer líderes que piensan diferente, y que
desean cambiar de raíz los problemas y las dificultades de nuestra realidad.

¡Muchas gracias a todos!

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