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Sistema de remuneraciones

Determinar cuál el sistema de remuneraciones idóneo para una empresa es una de las labores
estratégicas de los departamentos de Recursos Humanos de las empresas. Un punto clave para
motivar al empleado y evitar la fuga de talentos.

Si bien el término puede confundirse con el de sueldo, el sistema de remuneraciones no se refiere


únicamente a la percepción de un salario fijo a final de mes. De hecho, es posible compensar al
trabajador de muchos otros modos: en forma de incentivos, beneficios no económicos, formación,
etcétera.

1 Qué es un sistema de remuneraciones

2 Tipos de sistemas de remuneraciones

3 La importancia de la remuneración en RRHH

4 Características de un buen sistema de remuneraciones

5 Cómo elegir un sistema de remuneraciones

5.1 El objetivo del sistema de remuneraciones

5.2 Ser consciente del tipo de empresa

5.3 Conocer el tipo de trabajo

5.4 La categoría profesional

5.5 Aspectos legales

5.6 Sencillez y transparencia

5.7 Convenio colectivo al que pertenece el trabajador

Qué es un sistema de remuneraciones

Un sistema de remuneraciones es un método que determina cómo recibe el trabajador los pagos y
otras compensaciones por las tareas desempeñadas para la empresa. Algo que puede variar en
función de su productividad, de su esfuerzo, de su capacidad y de su responsabilidad.

Encontramos distintas clases de remuneraciones económicas:


Sueldo: El dinero obligatorio que todas las empresas deben pagar a sus empleados por cuenta de
sus servicios y actividades laborales. Nunca puede ser menor al sueldo mínimo interprofesional
cuando es un contrato típico de 8 h.

Sobresueldo: El pago de las horas extras que cualquier trabajador puede desempeñar. No se
puede exigir más de 3h extras al día ni abusar de esa función más de tres veces a la semana.

Prestación: Cantidades de dinero que recibe anualmente el trabajador, no forma parte del salario
y tiene como objetivo cubrir necesidades que no se cubren con el salario mensual.

Comisión: Porcentaje que corresponde a un empleado según las ventas realizadas.

Tipos de sistemas de remuneraciones

A la hora de escoger un sistema de remuneraciones podemos hacerlo de la siguiente manera:

En función de la periodicidad con la que se produce el pago: por ejemplo, si se trata de un sueldo
mensual, quincenal o diario. Algo estrechamente ligado con el tipo de contrato y la naturaleza del
trabajo.

Según la forma de causación: aquí nos referimos a salario variable, en especie o fijo. El primero
cuenta con incentivos, mientras que el segundo añade otro tipo de compensaciones como bonos
en el gimnasio, seguros médicos y similares. Respecto al fijo y como su propio nombre indica,
carece de oscilaciones más allá de las horas extra y similares.

Según los elementos incluidos en la compensación: distinguimos entre salario ordinario y salario
integral. En el ordinario únicamente se incluye el trabajo realizado durante la jornada, mientras
que en el integral se añade a este las horas extra, turnos, prestaciones, etc.

Características de un buen sistema de remuneraciones

Un buen sistema de remuneraciones debe reunir las siguientes características:

1. Que el incentivo sea directamente proporcional al trabajo realizado por el empleado, de


manera que si uno es más productivo que otro reciba una remuneración superior
2. Que el esfuerzo se vea recompensado de manera notoria y no sea un mero trámite de la
empresa, que no suponga demasiada diferencia, con lo que ya cobraba el trabajador.
3. Dejar claros los objetivos empresariales y de cada empleado, para establecer rangos de
productividad asociados a rangos de remuneración cada vez superiores
4. Que RR.HH conozca las necesidades, inquietudes de cada trabajador y exista un buen
clima de comunicación.

Cómo elegir un sistema de remuneraciones


Para elegir el sistema de remuneraciones más adecuado para nuestra empresa y nuestros
empleados deberemos tener en cuenta una serie de variables. A saber:

 El objetivo del sistema de remuneraciones

Es necesario esclarecer el objetivo, es decir, qué queremos lograr al implantar un sistema de


remuneraciones. Por eso tendremos que tener claro:

Si queremos tener un sistema de pago con sueldo fijo y comisiones en el que haya unos baremos
de remuneración en función de la productividad. Es decir que el pago de los incentivos sea justo y
equitativo.

Si buscamos unos procedimientos variables que permitan reducir o cancelar los incentivos si el
trabajador asume riesgos innecesarios para lograr su objetivo.

Si queremos que los empleados puedan equilibrar su trabajo con su vida familiar. Así, por ejemplo,
existen empresas que han instalado guarderías dentro del edificio. Esta medida no solo disminuye
las ausencias laborales, sino que aumenta la productividad.

Si buscamos atraer y mantener al personal cualificado. Un sistema de remuneraciones óptimo,


llama la atención de personal externo y motiva al interno.

La compañía deberá ser lo suficientemente solvente como para permitirse retribuir de forma
variable a los trabajadores ya que, en función de sus resultados, tendrá que realizar un
desembolso mensual u otro por incentivos. Si elige un sistema de remuneración flexible deberá
reservar también una partida. El seguro médico, los cheques guardería, los tickets restaurante;
también suponen un gasto empresarial.

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