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Para saber quienes son beneficiarios de este sistema de protección se hace un foco
con dos aproximaciones: lo que tiene que ver con el nivel socioeconómico como
los que lo son las poblaciones de extrema pobreza, la pobreza y vulnerables y por
otro lado aquellas situaciones como el desempleo, vejez y cobertura de salud a
personas con problemas específicos. Cabe recalcar que a lo largo de toda la vida de
la persona (infancia, juventud, adultez y vejez) se ofrecen distintos tipos de ayuda,
pero como mencioné anteriormente, se ofrece dependiendo de los dos focos ya
antes mencionados.
Ahora, como bien mencioné anteriormente, los gastos corren por el empleador,
pero depende de donde esté afiliado el trabajador (público o privado) es a donde
debería dirigirse.
En nuestro país existe una legislación relativa a los accidentes del trabajo y
enfermedades profesionales, (Ley 16.744 ), estos son aquellos problemas que se
financian por aporte del empleador. De los afiliados en sistema público, es decir,
empresas estatales, sobre el 75% lo están en mutuales, y cerca del 25% en el Instituto
de Normalización Previsional (INP), pero este debe entregar el financiamiento a
FONASA para poder realizarla. Por otro lado el sistema privado, como por ejemplo
alguna empresa privada, las mutuales están compuestas por la Asociación Chilena de
Seguridad, la Mutual de Seguridad de la Cámara Chilena de la Construcción, y el
Instituto de Seguridad del Trabajo.
El sistema nacional de salud fue creado por la ley N°10.383 en el año 1952, en la
etapa de ciencia y estado, etapa la cual fue marcada por epidemias y grandes
cambios al sistema de salud de esa época. El SNS se origina a través de la unión de
distintas organizaciones que existían en el país y que otorgaban atención sanitaria
descoordinadamente.
El sistema de salud chileno se caracteriza por ser un sistema mixto, el cual está
constituido por un sector público al cual pertenece la mayoría de la población
(80%) y por un sector privado establecido por las aseguradoras (isapres) al cual
pertenece un 20% de la población. El sector público se subdivide en grupos
dependiendo de la renta del individuo, para asegurar el acceso a salud para todos.
Inevitablemente esta división ha generado una brecha en lo que respecta a
atención, insumos, personal entre un sector y otro, saliendo perjudicado el
público, afectando así a la gran mayoría, por lo tanto también se puede agregar a
la definición del sistema de salud chileno que es desigual.