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Estómago

El estómago desempeña tres funciones: almacenar los alimentos y líquidos ingeridos, mezclar los alimentos,
líquidos y jugos digestivos y vaciar su contenido en el intestino delgado. Produce y secreta ácido clorhídrico
(HC1), moco, la enzima pepsina y el factor intrínseco. La pepsina y el HC1 facilitan la digestión de las proteínas.
El moco protege la mucosa del estómago de la acidez y de la actividad de la enzima. El factor intrínseco es
esencial para la absorción de la vitamina B12.

Intestino delgado

La segmentación y el movimiento peristáltico en el intestino delgado facilitan tanto la digestión como la


absorción (fig. 46-2). El quimo se mezcla con los jugos digestivos (p. ej., la bilis y la amilasa). La reabso rción en
el intestino delgado es tan eficiente que, antes de que alcance el final del intestino delgado, el quim o es de
consistencia pastosa. El intestino delgado tiene tres secciones: el duodeno, el yeyuno y el íleon. El duodeno m
ide aproximadamente de 20 a 28 cm de longitud y continúa el proceso de transformación del quimo p ro cedente
del estómago. El yeyuno tiene aproximadamente 2,5 m de longitud y absorbe los carbohidratos y las proteínas.
El íleon mide aproximadamente 3,7 m de longitud y absorbe agua, grasas, ciertas vitaminas, hierro y sales
biliares. El duodeno y el yeyuno absorben la mayoría de los nutrientes y electrólitos. La pared intestinal también
absorbe nutrientes a través de la mucosa hacia la linfa y los vasos sanguíneos. Las sustancias, com o la fibra
vegetal, que el intestino delgado no puede digerir, se vacían en el ciego en la parte inferior derecha del abdomen.
El intestino grueso comienza en el ciego. Las alteraciones del intestino delgado alteran el proceso digestivo.
Por ejemplo, situaciones com o la inflamación, la resección quirúrgica y la obstrucción interrumpen la peristalsis,
reducen el área de absorción o bloquean el paso del quimo. En esos casos, se desarrollan déficits de electrólitos
y nutrientes.

Intestino grueso

El tracto G I inferior se llama intestino grueso (colon) porque es más grande en diámetro que el intestino delgado.
El intestino grueso es más corto (de 1,5 a 1,8 m

metros), pero mucho más ancho que el intestino delgado. El intestino grueso se divide en: ciego, colon y recto
(fig. 46-3). El intestino grueso es el órgano principal de la eliminación intestinal. Se coloca a modo de signo de
interrogación, rodeando parcialmente al intestino delgado. El quim o entra en el intestino grueso por las ondas
de la peristalsis a través de la válvula ileocecal, una capa m uscular circular que evita la regurgitación. El colon
se divide en colon ascendente, transverso, descendente y sig moideo. El tejido muscular del colon le permite
alojar y eliminar grandes cantidades de desechos y gas (flatulencias). Tiene tres funciones: absorción, secreción
y eliminación. El intestino grueso absorbe agua, sodio y cloruro de la comida digerida que h a pasado desde el
intestino delgado.

Ano

El cuerpo expulsa heces y gases desde el recto a través del conducto anal y el ano. La contracción y relajación
de los esfínteres interno y externo, inervados por los estímulos simpáticos y parasimpáticos, ayudan en el control
de la defecación. El conducto anal está ricamente inervado por nervios sensoriales que ayudan a controlar la
continencia.

Defecación

Los factores fisiológicos críticos para la función intestinal y la defe cación son la función norm al del tracto Gl, la
conciencia sensorial de la distensión rectal y del contenido rectal, el control voluntario del esfínter y una
adecuada capacidad rectal y cumplimiento. La defecación norm al comienza con el movimiento en el colon
izquierdo, llevando las heces hacia el ano. Cuando las heces alcanzan el recto, la distensión provoca la
relajación del esfínter interno y la conciencia de la necesidad de defecar. En el m omento de la defecación, el
esfínter externo se relaja y los m úsculos abdom inales se contraen, incrementando la presión intrarrectal y
forzando la salida de la deposición
Objetivo general

Estandarizar el cuidado de enfermería del paciente con sonda vesical en el sector salud, mediante
la implementación protocolizada de buenas prácticas de enfermería basadas en evidencia científica
que fortalezcan la calidad y seguridad en la atención para contribuir a la prevención de las
Infecciones Asociadas a la Atención de la Salud (IAAS).

Objetivos específicos

1. Identificar los puntos críticos en el cuidado del paciente con sonda vesical durante la instalación,
mantenimiento y retiro.

2. Implementar barreras de seguridad que garanticen la calidad de la atención de enfermería.

3. Prevenir infecciones de vías urinarias asociadas al proceso de instalación, mantenimiento y retiro


de sonda vesical, en pacientes a través de buenas prácticas basadas en la mejor evidencia científica.
4. Contribuir como parte del equipo de salud para establecer un diagnóstico oportuno de infección
de vías urinarias asociadas a sonda vesical, con el fin de implementar planes de acción enfocados
proactivamente a la prevención y reducción de IAAS.

Indicaciones para el sondaje vesical

Las indicaciones para instalar una sonda vesical de acuerdo a la evidencia científica son:11, 15, 16,
17, 18 3.1 Pacientes con retención aguda de orina19, 20 La retención urinaria es la incapacidad para
anular voluntariamente la orina. Las causas de retención urinaria son numerosas y pueden
clasificarse como obstructivas, infecciosas e inflamatorias, neurológicas, farmacológicas u otras, casi
siempre son dolorosas, se debe diferenciar de la anuria.

a) Obstructivas: en hombres se asocian con más frecuencia a la hiperplasia benigna de próstata y


en mujeres a menudo aparecen en el contexto de una enfermedad ginecológica. (Tabla 1)

b) Infecciosas e inflamatorias: la causa infecciosa más común es la prostatitis aguda, producida


frecuentemente por microorganismos gramnegativos como E. coli y Proteus. Las uretritis ,
infecciones del tracto urinario inferior o infecciones de transmisión sexual que pueden causar
edema uretral así como el herpes genital la puede producir por inflamación local y afectación de los
nervios sacros (Síndrome de Elsberg). En mujeres, las lesiones vulvovaginales dolorosas y
vulvovaginitis pueden causar edema uretral y micción dolorosa con resultado de retención aguda
de orina. (Tabla 1)

c) Neurológicas: son las menos frecuentes y ocurren por igual en hombres y en mujeres. El normal
funcionamiento de la vejiga y el tracto urinario inferior depende de una compleja interacción entre
el sistema nervioso central, autónomo y el periférico. Interrupciones en este sistema pueden
originar una retención aguda de orina. (Tabla 2)

d) Farmacológicas: fármacos anticolinérgicos y antidepresivos tricíclicos provocan retención aguda


de orina por la disminución de la contracción del músculo detrusor de la vejiga. Los fármacos
simpaticomiméticos también la causan por el incremento del tono alfa adrenérgico en la próstata y
el cuello de

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