Está en la página 1de 13

PRINCIPALES INDICADORES

MACROECONÓMICOS

Independientemente de los objetivos aquí


planteados, los responsables de la política
macroeconómica están interesados en observar la
marcha y la tendencia de los principales
indicadores macroeconómicos, pues constituyen
parámetros de medición sobre el crecimiento,
desarrollo y estabilidad de los países.

Los gobiernos utilizan estas estrategias para influir


en uno o más objetivos, disponen de los
instrumentos para influir en la economía, como la Política Fiscal y la Política Monetaria,
entre otros. La medición de los indicadores, la descripción de las tendencias y las
fluctuaciones de éstos, muestran el nivel de salud o de inestabilidad de la economía. En
las páginas que siguen trataremos los más importantes.

El mercado laboral
Para la mayoría de los integrantes de la sociedad,
el mercado de factores, específicamente el del
factor trabajo es la fuente de todo ingreso. Un
aumento del PIB trae como consecuencia un
incremento en la tasa de empleo y una reducción
de la población desempleada; sin embargo, en
periodos de estancamiento o contracción el
resultado es una disminución de los niveles de
ocupación y un aumento de la tasa de desempleo y
esto es lo que preocupa a la autoridad y a la
sociedad.
Existen tres indicadores que debemos entender:

La tasa de desempleo.

La tasa neta de participación laboral.

La tasa de ocupación.

La tasa de desempleo es un porcentaje de las personas que desean estar


ocupadas y no pueden obtener un empleo.

La población económicamente activa es el número de personas empleadas, más el


número de personas desempleadas. Este indicador en materia económica se ubicó en
promedio de 5 a 7% en la crisis económica de 1995 a 1997. Actualmente de 2006 a
2009 tiene una tendencia de 3.5% a 4.7%.

Se llama tasa neta de actividad al número de personas que ingresa al mercado


laboral; es un indicador de la disposición del factor trabajo en edad de trabajar para
emplearse en algún trabajo. Significa el porcentaje de la población en edad de trabajar
que son miembros de la población económicamente activa. Es decir:
La tasa de ocupación se define como el número de personas en edad de trabajar
que tiene un empleo, y es un indicador de la disponibilidad de empleo, así como del
grado de interacción entre las habilidades de la mano de obra y los puestos de
ocupación, muestra el porcentaje de las personas en edad de trabajar que tiene un
empleo. Es decir:

El desempleo es un indicador que la política económica considera clave, existen


distintos tipos de desempleo tales como:

Desempleo friccional
•Este desempleo surge de la rotación normal del trabajo, es decir, el ingreso y salida de la fuerza de trabajo,
de la creación y destrucción cotidiana de fuentes de trabajo, es un fenómeno permanente y saludable en
una economía creciente.

Desempleo cíclico
•Este desempleo fluctúa durante el ciclo económico, aumenta durante una recesión y disminuye durante
una expansión. De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, cuando la economía cae en
recesión el empleo se contrae más rápido que el PIB y cuando la economía entra en un período de
recuperación el empleo tarda más que el PIB en alcanzar los niveles que tenía antes de la crisis.

Desempleo estructural
•El desempleo estructural es un fenómeno que se presenta en la economía, como consecuencia de las
innovaciones tecnológicas y se traduce en el despido de los trabajadores ante la modernización de los
procesos productivos, en estas circunstancias la mano de obra tendrá que actualizarse o readiestrarse y
poder emplearse. En la actualidad como consecuencia de la globalización y la apertura de nuevos
mercados, los países han propiciado mayor competencia a nivel internacional induciendo un mayor número
de trabajadores al desempleo por el cierre o contracción de las empresas e industrias ineficientes.
Base monetaria y valor del dinero
Las autoridades monetarias disponen de una serie
de estrategias para incidir en la actividad
económica, pueden utilizar una serie de
instrumentos e influir en uno o más objetivos. Al
hacer uso de estos instrumentos estabilizan la
actividad económica y reducen los altibajos de las
fluctuaciones económicas. Lo que pretenden los
gobiernos a través de la política monetaria es
controlar la tendencia de la cantidad de dinero en la
economía, el crédito y en general del sistema
financiero. A través del control de la emisión de
dinero, el banco central impacta la tasa de interés, el nivel de precios, el nivel de
inversión, el crecimiento del PIB y el nivel de empleo.

La base monetaria es un primer elemento que muestra la liquidez del sistema monetario
y a partir de esto, los intermediarios financieros generan el crédito e inducen un
aumento de dinero. La base monetaria es un pasivo monetario del banco central y está
constituido por las monedas y billetes en circulación en manos del público y del sistema
financiero, así como las reservas que controlan los bancos centrales que forma parte de
los activos del sistema bancario. Se exceptúa las reservas del propio banco central que
forma parte del pasivo monetario, integrados por los depósitos del sector público, el
capital y las reservas del banco de bancos. Las monedas y billetes en circulación del
banco central, son los que utilizamos en nuestras operaciones de compra y venta de
bienes y servicios. Una proporción están en circulación entre el público y otra en las
reservas de los bancos e instituciones financieras.

Se denomina base monetaria porque actúa como una base que sustenta a la oferta
monetaria de un país; cuánto más alta es la base monetaria, mayor es la cantidad de
dinero.

El surgimiento del dinero posibilitaba a los propietarios el derecho a las reservas de oro
del banco emisor, en otras palabras, el tenedor podía convertir su valor en oro o plata.
Sin embargo, los billetes y monedas en la actualidad no son convertibles y obtienen su
valor porque es un bien de curso legal aceptada por la confianza y el aval de la
autoridad monetaria. Son pasivos legales del banco quien los emite y respalda por la
tenencia de valores y préstamos.
El costo del dinero o del crédito depende en gran medida de los instrumentos de la
política monetaria que aplica el banco central. Si el banco adopta una política monetaria
expansiva puede instrumentar las acciones que se señalan más abajo.

Participando en una operación de compra de títulos en el mercado de dinero o de


capitales, reduciendo los coeficientes de reserva obligatoria o concediendo créditos a
los bancos comerciales para ampliar su capacidad financiera; acciones que
determinarán que la cantidad de dinero amplíe la oferta de dinero. (OM¹ - OM²), (Fig.
1.1) y reduce el costo del crédito. A su vez conlleva un descenso de inversiones
financieras.

TASA DE D
INTERÉS

OM¹ OM²

i1 E1

E₂
i2 D

D
D

LIQUIDEZ

Fig. 1.1

Política monetaria expansiva


Acelera las compras para inversiones físicas y productivas como consecuencia de la
baja de la tasa de interés (i1 –i2), situación que prevé un incremento de la demanda
agregada, la producción, el empleo, el consumo de las familias y el nivel de ingreso
público.
En este proceso, es la tasa de interés que transmite el impacto recibido desde el
mercado de dinero, proyectándolo sobre el mercado de bienes hacia otras variables,
como la inversión, el nivel de ingreso, consumo, ahorro, etc.

En cambio, en una política monetaria restrictiva, las autoridades monetarias


indirectamente elevan el costo del dinero y el crédito y disminuyen la liquidez del
sistema bancario. En ocasiones para reducir o suavizar el alza del nivel de precios, los
responsables de la política monetaria venden títulos o documentos públicos, aumentan
los coeficientes legales de reserva de los bancos comerciales o adoptan una política de
restricción de los créditos y financiamientos de los bancos.

La aplicación de estos instrumentos de carácter monetario, desplaza la curva de la


oferta monetaria hacia la derecha (Fig. 1.2.) acercándose hacia el origen.

TASA DE
INTERÉS
D
OM² OM¹

i² E²


i¹ D

D
D

LIQUIDEZ
Fig. 1.2
Política monetaria restrictiva
Se reduce significativamente la liquidez del sistema bancario y se eleva la tasa de
interés del mercado, originando que la cantidad de dinero sea escaso y caro.

En este contexto, la demanda de créditos descenderá, caerá la demanda de inversión


productiva, el PIB, el empleo y el consumo, en síntesis tenemos los siguientes hechos:

La banca central reduce las reservas bancarias con la aplicación de los instrumentos de
política monetaria.

Descenso de las reservas del sistema bancario en consecuencia de una contracción de la


oferta monetaria.

Una contracción de la oferta monetaria que se traduce en un aumento de la tasa de interés


y restricción de los créditos.

El descenso de la oferta monetaria que implica en la economía un descenso del nivel de


inversión, el gasto de las familias y -no menos importante- el monto de las exportaciones.

Esta caída del nivel de inversión suscita un estancamiento en la demanda agregada en el


mejor de los casos, así como del PIB y un relativo descenso del nivel de los precios.

Finanzas públicas
Una consideración de la economía de mercado, hacia
el papel del gobierno, es su preocupación por el
manejo de la hacienda pública, porque el gobierno
desempeña una función importante en la asignación
de los recursos, elemento necesario para el
crecimiento y desarrollo de la economía.

Al inicio de cada período, el Estado dispone de un


documento anual de gasto e ingresos tributarios y no
tributarios, conjuntamente con las leyes y regulaciones
que aprueban estos gastos e impuestos.
El presupuesto es un documento que sintetiza el monto y la forma en que se cubrirán
las actividades del gobierno, así como la manera de influir en la actividad económica.
Así, la Política Fiscal se entiende como la utilización del gasto público y de los
impuestos para ayudar a determinar la distribución de los recursos entre las
necesidades de la sociedad. En otras palabras, consiste en las decisiones
gubernamentales sobre el nivel del gasto público y los ingresos; dispone de los
siguientes instrumentos:

El déficit o
El gasto público El ingreso público
superávit público

El gasto público incluye dos tipos de gasto:

a) Corriente.
b) De capital.

El gasto corriente consiste en los desembolsos del gobierno ligados directamente con la
administración como es el caso de las compras de materiales, los pagos de servicios
generales, sueldos y salarios, así como las transferencias del Estado; éstos últimos
aumentan la rentas de determinados grupos de la sociedad como los jubilados por
concepto de pensiones; también se incluyen en este rubro los subsidios a las
empresas.

El gasto de capital está constituido por las obligaciones del gobierno por concepto de
inversiones físicas e inversiones financieras que se traducen en obras de infraestructura
como puentes, carreteras, vías de comunicación, escuelas, hospitales y en general toda
obra pública que permita el aumento de stock de capital de la economía.

Estos gastos tienen un efecto directo en el crecimiento de la economía, especialmente


en el PIB y en el nivel empleo. Mientras que los gastos corrientes aceleran en mayor
grado una presión en la demanda agregada y en el nivel de los precios.
Los ingresos constituyen otro instrumento de la política fiscal, entre ellos el más
importante son los impuestos, como el Impuesto sobre la Renta, el Impuesto
Empresarial a la Tasa Única, el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, el
Impuesto al Activo, el Impuesto al Valor Agregado y el Impuesto a las Importaciones,
entre otros. Entre los ingresos no tributarios tenemos los derechos, los productos y los
aprovechamientos.

Los impuestos reducen el nivel de ingreso de los individuos, que a su vez modifican los
patrones de consumo en bienes y servicios como la cantidad de ahorro, de esta forma
se da un impacto en los niveles de ahorro privado y en la producción tanto en el corto
como en el largo plazo.

Los impuestos modifican el nivel de precios de la economía, los costos de los factores
productivos, contraen el nivel de ingreso; las empresas al mermar sus utilidades
modifican sus decisiones de inversión en bienes de capital o en la diversificación de
nuevas inversiones. Esto explica las decisiones de los gobiernos de autorizar
deducciones fiscales a las empresas, con el objeto de propiciar el crecimiento
económico a través de nuevas inversiones.

Lo que más preocupa a los gobiernos en materia económica son los desequilibrios
fiscales, entendiéndose éstos, como déficit, es decir, cuando los ingresos públicos son
menores al nivel del gasto público. En este caso el gobierno adopta una política de
deuda pública para financiar sus operaciones, decidirá si contrata deuda dentro del
territorio nacional o en los mercados internacionales, o una combinación de ellas; si es
deuda interna acude al mercado de capital con la emisión de valores como Cetes,
Bondes, Bonos de desarrollo de tasa fija, etc.

La contratación de deuda externa está constituida por créditos o financiamientos con los
organismos financieros internacionales; la emisión de títulos en los mercados de
capitales, asumiendo obligaciones o reestructurando deudas antiguas por deudas
nuevas. La característica de estas obligaciones es que se contraen fuera del país, en
una moneda distinta a la nacional y deberán de ser amortizadas en condiciones
riesgosas derivadas de las fluctuaciones cambiarias.

En las últimas administraciones se ha reducido el déficit fiscal, y las finanzas públicas


han tenido un comportamiento equilibrado con un manejo responsable del gasto
programable y no programable, sobre todo cubriendo en tiempo y forma el costo
financiero de la deuda, asignando las partidas a los estados y municipios, así como el
pago de los adeudos de ejercicios fiscales anteriores. Si bien se han hecho esfuerzos
para lograr una relativa estabilidad en las variables macroeconómicas, no ha sido
suficiente para incidir en el crecimiento y desarrollo de la economía.
Hoy más que nunca, el objetivo no es tener finanzas públicas sanas, sino evaluar la
tendencia y el comportamiento del ingreso, del gasto y del déficit, para que el Estado
instrumente sus políticas en cualquiera de estos rubros y que éstas repercutan
significativamente en la estructura, transformación y una mejoría de nuestra economía.
El comercio exterior
Los economistas miden las transacciones internacionales con las cuentas de la balanza
de pagos, es decir, con el documento que registra las operaciones de compra y venta
por concepto de importaciones y exportaciones de
mercancías o bienes, servicios, transferencias, así
como movimientos de capital, generalmente en un
período de un año que tiene un país con el resto
del mundo.

Los bienes y servicios que un país produce dentro


de su territorio y que coloca en otros países se
denominan exportaciones. Las importaciones son
mercancías o servicios que producen otras
compañías fuera del país pero que se demandan y
consumen dentro de nuestra nación.

El valor o el monto de las exportaciones está en


función del ingreso del resto del mundo o del sector externo, así como del tipo de
cambio; si se observa un crecimiento o una expansión de la economía mundial, o si el
tipo de cambio aumenta, el valor de las exportaciones aumentará.

En el caso de las importaciones, éstas están en función de la capacidad productiva de


cada país, por lo tanto dependen de la demanda interna y del nivel de ingreso de la
economía. Si un país genera bienes y servicios relativamente caros en relación con los
que se encuentran en los mercados internacionales, entonces se justifican las compras
de bienes y servicios en otros países y en consecuencia aumentarán las importaciones,
este fenómeno es contrario cuando se tiene una devaluación porque encarece y reduce
el monto de las importaciones.

El intercambio a nivel internacional se justifica, entre otras razones, por las ventajas
comparativas, teoría que supone que las diferencias relativas de costos tienen su origen
en las diferentes dotaciones de recursos o factores económicos con que cuenta un
país, por lo tanto podrá especializarse y exportar mercancías cuyos costos
comparativos sean menores a los que tengan otros países.

Otra de las hipótesis que configuran el intercambio comercial es la brecha tecnológica


entre las naciones y que marca las diferencias en las capacidades productivas, ese
sentido marca la tendencia del comercio, el volumen y el nivel de los precios con que se
compra y se vende.
El comercio internacional guiado por las ventajas comparativas potenciales, puede
conducir a un país con atraso económico relativo, a niveles de producción y de
consumo más elevados. Lo anterior quiere decir que un país puede tener beneficios con
el comercio internacional si orienta su especialización productiva, y por tanto su
actividad exportadora, debido a las ventajas comparativas potenciales.

Con el incremento de la competencia a nivel internacional, el comercio exterior


constituye la fuente de divisas más importante de un país, mejora la posición a nivel
internacional, diversifica su economía e incrementa los índices de bienestar. La
estrategia de desarrollo económico de los países debe sustentarse en la
especialización productiva y aprovechar eficientemente las ventajas comparativas,
ampliando su capacidad productiva, que permita cubrir las necesidades internas en
primera instancia, con lo cual se creará un mayor número de empleos.

Los resultados derivados del intercambio internacional son un elemento clave que los
gobiernos, las unidades productivas, las familias y en general cualquier estudioso no
deben dejar pasar.

Si el monto de las exportaciones supera al de las importaciones incurrimos en un


superávit y si el valor de las importaciones es más alto que el de las exportaciones
entonces tenemos un déficit, una economía está en equilibrio cuando las
exportaciones son iguales a las importaciones. Si se da el desequilibrio en la balanza
comercial o en la balanza de pagos en la cuenta corriente que muestra las
importaciones y exportaciones de mercancías y servicios -incluyendo las transferencias,
entonces necesariamente habrá que financiarse con créditos o inversiones de largo
plazo, decisión que habrá de considerarse por los pagos al servicio de la deuda o las
utilidades.

La inversión
Entre los factores determinantes que contribuyen al
crecimiento de la economía, tenemos el gasto de
inversión, ésta se conoce como los desembolsos
en compra de bienes de bienes de capital y de
todos aquellos insumos o factores que una
empresa requiere para su operación. La inversión
supone la decisión de los inversionistas de realizar
una serie de gastos para la producción de bienes y
servicios con el objetivo de obtener una
rentabilidad.
Existen una serie de elementos que inciden en el comportamiento de la inversión, pero
en términos generales tenemos las siguientes:

a) El beneficio esperado. Las erogaciones por concepto de compra de factores e


insumos y la combinación de éstos en el proceso productivo indica que en el
corto plazo deberá de obtenerse una rentabilidad; si la tasa de retorno es
relativamente más alta, en consecuencia habrá un aumento de la inversión; si la
tasa es menor habrá un descenso de estos gastos. Dependerá del
comportamiento del ingreso que tenga la economía y de la demanda efectiva de
los consumidores.
b) La tasa de interés. Existe una relación inversamente proporcional entre los
gastos de inversión y los cambios en la tasa de interés; si los rendimientos de los
instrumentos financieros son más altos, la inversiones físicas serán relativamente
más bajas, en estos casos los dueños del dinero preferirán correr menos riesgos
colocando sus recursos en instrumentos financieros y no arriesgarse en
actividades productivas.
c) El nivel de Gasto Público. El gasto de capital constituido por las inversiones
físicas e inversiones financieras del gobierno es un promotor y un fuerte estímulo
para la asignación de capitales privados en proyectos de inversión. Las políticas
públicas en obras de infraestructura incentiva la contratación de grandes
corporaciones que generan empleos directos e indirectos necesarios para el
crecimiento del PIB. El gasto del gobierno es un componente fundamental de la
demanda agregada, sus variaciones expanden o contraen la actividad
económica.
d) El régimen político. Los capitales nacionales y extranjeros requieren
estabilidad, seguridad, certidumbre jurídica y política, es decir, los inversionistas
requieren un marco legal, social y de derechos que garantice la confianza de sus
inversiones. Los flujos de capital serán más altos o se reinvertirán
independientemente de los cambios de régimen o transformaciones de carácter
social en la estructura económica, lo que garantiza la seguridad y certeza
jurídica.
e) El tamaño y poder de compra del mercado. Todos los proyectos de inversión
independientemente del giro su objetivo es la utilidad, de ahí el interés de
consolidar su ubicación en zonas cercanas que le permitan abastecerse de
insumos con los mejores precios y contar con infraestructura, servicios y vías de
comunicación de calidad, que a su vez garanticen un alto nivel de consumo de
los bienes y servicios que generen.

También podría gustarte