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EL PROCESO
Definición.
“Hay proceso cuando las partes dirimen sus controversias ante la autoridad y quedan
sometidas, expresa o tácitamente a la decisión de esta”.
La palabra proceso viene del latín processus (avance, marcha, desarrollo), nombre de
resultado a partir del supino processum, que también genera el participio (processus), del
verbo procedere (marchar hacia adelante, avanzar). De procedere vienen también procesión
y procedencia.
Por ende, proceso está definido como la sucesión de actos o acciones realizados con cierto
orden, que se dirigen a un punto o finalidad, así como también al conjunto de
fenómenos activos y organizados en el tiempo.
Proceso Jurisdiccional se define como: conjunto de actos que a través de diversas fases y
dentro de un lapso específico, llevan a cabo dos o más sujetos entre los que ha surgido una
controversia, a fin de que un órgano con facultades jurisdiccionales aplique las normas
jurídicas necesarias para resolver dicha controversia, mediante una decisión revestida de
fuerza y permanencia, normalmente denominada sentencia.
Desde el punto de vista procesal, sin embargo, el litigio reviste particular importancia, dado
que sin él no puede haber proceso.
En efecto, el litigio es una condición necesaria para el surgimiento del proceso. En este
sentido, debe tenerse en cuenta que no habrá proceso sin que el litigio se exteriorice, es
decir, sin que las partes entre las que aquél ha surgido lo hagan del conocimiento de un
órgano jurisdiccional para efectos de que, mediante un proceso se resuelva.
Con todo, el proceso no es precisamente lo que se agota para la resolución del litigio. Ocurre
que el proceso es un concepto abstracto, de ahí que no tenga lugar en el tiempo ni en el
espacio. Puede compartirse la opinión de que el proceso es un género, del que el
procedimiento es una especie. Ciertamente, el procedimiento actualiza al proceso y deriva
de él, pues no puede existir un procedimiento sin proceso, así como éste debe provenir de la
existencia de un litigio.
En resumen, mientras que el proceso es una sucesión de actos vinculados entre sí,
respecto de un objeto común, que es la solución de una controversia entre partes, el
procedimiento es el conjunto de actos que se verifican en la realidad dentro de un
proceso, que habrá sido instaurado a causa de un litigio.
El procedimentalismo.
Estos procedimientos bien estructurados permiten a los individuos distinguir qué normas de
las sugeridas en el mundo son correctas.
Esta teoría destaca el poder de abstraerse del mundo de la vida con el fin de analizar
mediante un procedimiento racional el mismo mundo. Además esta corriente continúa la
distinción moderna entre lo justo y lo bueno, pero no niega la ausencia del concepto de bien
o de bueno, dentro de las diversas propuestas del procedimentalismo.
En los procesos contenciosos son sujetos primarios el órgano judicial (o arbitral) y las partes.
La primera es la persona que formula la pretensión que debe ser satisfecha por el órgano, y
la segunda, la persona frente a quien se formula dicha pretensión, encontrándose ambas, por
debajo del órgano, en una posición jerárquicamente igualitaria.
En los procesos voluntarios, los sujetos primarios que se encuentran por debajo del órgano
judicial, pudiendo ser uno o más, se denominan peticionarios.
El elemento objetivo del proceso puede hallarse constituido por una pretensión o por una
petición extracontenciosa, según que, respectivamente, la intervención del órgano sea
requerida para definir un conflicto (proceso contencioso) o para constituir, integrar o acordar
eficacia a una relación jurídica (proceso voluntario).
La actividad comprende el conjunto de actos que deben cumplir los sujetos procesales desde
el comienzo del proceso hasta la decisión que le pone término, escindiéndose en
dimensiones de lugar, tiempo y forma.
Entre las principales teorías que se han anunciado merecen destacarse la contractualista y
cuasicontractualista y la de la relación jurídica.
Teoría contractualista.
Tanto durante el período de las legis actiones como en la época del procedimiento
formulario, la litiscontestatio constituía la actuación procesal en cuya virtud quedaba cerrado
el procedimiento in iure ante el magistrado, se determinaba el contenido y alcance del litigio y
se lo sometía al juez.
Se trataba de un contrato formal entre las partes, cuyo efecto más importante era el de novar
el derecho invocado por el actor en un nuevo derecho, consistente en la obtención de una
sentencia dentro del ámbito asignado a la cuestión litigiosa.
Teoría del cuasicontrato.
La asimilación del proceso a un cuasicontrato fue ideada para salvar los inconvenientes que
importaba, en la concepción contractualista, la circunstancia de que el proceso pudiese tener
lugar pese a no mediar el libre consentimiento de ambas partes. Esta tesis alcanzó una
difusión totalmente desproporcionada a su acierto.
Como señala Couture, la tesis del cuasicontrato ha procedido por simple eliminación,
eligiendo, dentro de las distintas fuentes de las obligaciones, la menos imperfecta; pero
dejando de lado a una de ellas –la ley-, que es precisamente la que crea las supuestas
obligaciones cuyo origen se busca. Por lo demás, son aplicables a esta tesis los restantes
reparos formulados a la teoría contractualista.
La concepción del proceso como una relación jurídica es la que cuenta, incluso en la
actualidad, con mayor número de adeptos, aunque dista de existir uniformidad de criterio
acerca de la forma en que dicha relación se constituye.
3°) de derecho público, porque deriva de normas que regulan el ejercicio de una potestad
pública.
Si por relación jurídica se entiende el nexo normativo existente entre un deber jurídico y una
facultad jurídica, o, en otras palabras, la peculiar correlación que media entre la conducta de
un sujeto obligado frente a la conducta de un sujeto pretensor, no parece discutible que el
proceso contenga no ya una, sino diversas relaciones jurídicas.
Existe una relación de esa índole entre el juez y las partes, cuyos términos están dados por
el deber que incumbe al primero en el sentido de proveer, lo que en derecho corresponda, a
las peticiones que las segundas formulen, en ejercicio del derecho de acción.
El juez, por tanto, es sujeto pasivo de una relación con las partes, y en tal carácter se halla
obligado, frente a ellas y sin perjuicio de la vinculación que lo une al Estado, a llevar a cabo
todos los actos que la ley le impone cumplir, con miras al desarrollo y conclusión del proceso.
Principios procesales.
Los principios procesales son aquellos criterios o ideas fundamentales, contenidas en forma
explícita o implícita en el ordenamiento jurídico, que señalan las características principales
del derecho procesal y sus diversos sectores, y que orientan el desarrollo de la actividad
procesal.
Estos principios son útiles, ya que brindan un marco para la interpretación e incluso para la
integración de los ordenamientos procesales. Entre los más destacados podemos citar los
siguientes:
Principio dispositivo.
Principio de contradicción.
Tiene su fundamento en el principio auditur etaltera pars, es decir, debe oírse a la otra parte.
Principio de publicidad.
Garantiza el correcto desenvolvimiento del proceso y la proba actuación del juez, de manera
que no pueden darse procesos inquisitoriales, aunque puede tener excepciones por
cuestiones de orden público.
Principio de preclusión.
Las controversias deben resolverse en el menor tiempo, con el menor esfuerzo y el mínimo
gasto posibles, tanto para los litigantes como para la administración de justicia.
Principio de concentración.
El proceso se debe llevar a cabo en el menor número de audiencias posibles, lo cual facilita
la resolución de la controversia.
Principio de inmediación.
Esta regla exige que el juzgador esté en relación directa con los sujetos que actúan en el
proceso.
Las partes tienen la carga de presentar las promociones necesarias desde la demanda hasta
la conclusión.
Principio de igualdad.
Las partes deben estar en igualdad de condiciones ante el juez. El principio admite
excepciones, como es el caso de la suplencia de la queja en materia de Amparo.
El juzgador omite decidir alguna de las cuestiones oportunamente planteadas por las partes y
que sean conducentes a la solución del litigio (citra petitia);
El juzgador otorga más de lo que fue pretendido por el actor (ultra petitia);
Principio de eventualidad.
Las partes deben presentar, en forma simultánea y no sucesiva, todas las acciones,
excepciones, alegaciones y pruebas que correspondan.
Principio de convalidación.
Dentro del proceso, si los actos nulos no son atacados oportunamente, quedan convalidados.
La duración de la tramitación del proceso no debe perjudicar al vencedor, por lo cual los
efectos de la sentencia se deben retrotraer al momento del inicio de la controversia.
Principio de probidad.
El proceso es una institución de buena fe y por tanto los jueces deben velar por que no sea
utilizada por las partes para obtener fines ilegales. El incumplimiento de estos deberes debe
acarrear la imposición de medidas disciplinarias.
7.8.1.1. De condena.
Se pretende constatar la existencia de una norma que consagre un derecho a favor de quien
lo invoca en la pretensión, con la finalidad de que sea reconocido por medio de la sentencia.
7.8.1.4. Constitutivos.
Características:
a) existencia de una relación jurídica,
b) existencia de un interés de hacerle modificaciones a esa relación jurídica,
c) transformación de esa relación jurídica que opera con posterioridad a la declaración.
7.8.1.5. Ejecutivos.
Es requisito indispensable para poderse iniciar este tipo de procesos, que la obligación que
se pretende ejecutar esté contenida en un documento o providencia judicial.
Características:
a) el demandante es reconocido como acreedor,
b) la pretensión va encaminada a que se obtenga el cumplimiento de la obligación,
c) la obligación debe estar contenida en un documento que preste mérito ejecutivo.
Produce el efecto de cosa juzgada formal por lo que tanto actor como demandado podrán
entablar demanda en juicio declarativo, aunque no pueden volver a discutirse las defensas
que hayan sido motivo de pronunciamiento.
Juicio ejecutivo especial: Son pretensiones de naturaleza ejecutiva que están contenidas
en documentos a los que la ley les asigna una forma particular de sustanciación.
7.8.1.6. Precautorios.
Tiene como finalidad preservar o proteger determinados derechos, aunque con ello se
modifique una situación existente o se produzca un cambio en ella.
7.8.2.1. De conciliación.
7.8.2.2. Arbitraje.
7.8.2.3. Voluntarios.
7.8.2.4. Contenciosos.
Las partes están en contraposición de intereses, lo que implica que la parte demandante
pretenda que se imponga una condena y, por ende, una prestación en contra del demandado
y éste, a su vez, busca desvirtuar o impedir que esa pretensión prospere, haciendo uso de
los instrumentos procesales que tiene a su disposición en ejercicio del derecho de defensa.
7.8.3.1. Ordinarios.
La sentencia produce el efecto de cosa juzgada material por lo que no podrá realizarse otro
juicio entre las mismas partes, con el mismo objeto y por la misma causa.
7.8.3.2. Sumarios.
Se reserva para cuestiones de menor cuantía económica con un trámite más escueto, con
excepción de las que persigan la condenación de daños y perjuicios que siempre se
sustanciarán por el trámite ordinario.
7.8.3.4. Especiales.
Son aquellos que la ley establece para determinadas relaciones de derecho. Entre ellos se
encuentran el juicio de división de condominio, el de mensura y deslinde, el desalojo.