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EL INCONCIENTE COMO FUENTE DE CONOCIMIENTO

Pablo Cazau

http://www.galeon.com/pcazau/artpsi_incon.htm 

Desde Jung en adelante, diversas líneas de pensamiento psicoanalítico han reexaminado la noción del
inconciente freudiano. Una de ellas, en particular, representada entre otros por Villena Aragón, ve en el
inconciente una fuente de conocimiento no tanto de lo reprimido, como un saber del propio sujeto y de la
vivencia y percepción que tiene del mundo. Los sueños siguen siendo la vía regia para el conocimiento de
estos contenidos inconcientes.
 
Comenzaremos distinguiendo, siguiendo los lineamientos de la bibliografía consultada (1), dos versiones o sentidos del
inconciente, que, por otro lado, aparecen también en Freud, aunque no estudiados con la misma dedicación por el
creador del psicoanálisis.
Estas dos versiones son el inconciente en sentido restringido y el inconciente en sentido amplio. La primera de ellas,
que fue la más extensamente estudiada por Freud, concibe al inconciente como un producto de la represión y,
conjuntamente con la teoría del conflicto, constituiría la base para explicar algunos procesos psicopatológicos. El
inconciente en sentido amplio, en cambio, permitiría dar cuenta de los fenómenos psicológicos normales o naturales,
hipótesis que encuentra su apoyo en la evidencia de la investigación neuropsicológica y en los desarrollos del
psicoanálisis contemporáneo.
Como vemos en el esquema 1, la hipótesis de un inconciente en sentido restringido o dinámico se apoya en la idea
según la cual toda la información proviene originalmente de la realidad objetiva e ingresa a través del sistema
conciente. A partir de allí, una parte de esa información será reprimida, y constituirá el inconciente, entendido éste,
entonces, como un conjunto de contenidos reprimidos. En un siguiente paso, estos contenidos pugnarán por hacerse
nuevamente concientes (retorno de lo reprimido), aunque serán deformados por efectos de la censura.
En el esquema 2 encontramos sintetizada la idea del inconciente en sentido amplio, que es la que explicitaremos con
mayor detalle en la presente nota.
La primera diferencia que llama la atención es que la información no ingresa al aparato psíquico originalmente a través
del sistema conciente, sino a través del inconciente y, consiguientemente, por lo menos ciertos contenidos del
inconciente no pasaron nunca por el plano conciente y por tanto no pueden ser productos de una represión.
 
El concepto freudiano que corresponde a esta idea es el de ciertos contenidos inconcientes que nunca fueron concientes,
y que se constituyen a partir de un proceso hipotético que llamó represión originaria o primaria. Lo que Villena Aragón
llama sentido restringido de inconciente corresponde, entonces, al concepto de inconciente como producto de la
represión secundaria, y tal es el sentido que le da en su texto al término 'represión'.
 
Ya Wolstein (1976), entre otros, habían llamado la atención sobre diversos contenidos inconcientes que no podían ser
considerados productos de la represión. Por ejemplo, los contenidos de la experiencia podían quedar en estado
inconciente por el simple hecho de que el invididuo eligió otro curso de acción o pensamiento, tal vez estimulado por
circunstancias externas o internas y no por conflictos internos de orden moral y pulsional solamente.
Más recientemente se ha determinado, como indica Basch (1987) que la actividad psíquica empieza por ser inconciente,
ya que cualquier estímulo demora milisegundos para registrarse, en tanto que demora casi medio segundo (bastante
más) para alcanzar el plano conciente. Esto implica que los contenidos de la actividad psíquica son el primera instancia
de carácter inconciente. Algunos de esos contenidos alcanzan estado conciente mientras que otros no, sin que estos
últimos estén impedidos de hacerlo por la represión y la censura. Señala Villena que "al igual que los productos de la
represión, estos otros contenidos del inconciente tienen marcada influencia en la configuración de las vivencias y el
comportamiento del sujeto", con lo cual la represión desempeña un papel poco importante en esta hipótesis del
inconciente en sentido amplio.
Como vemos en el esquema 2, la información proveniente de la realidad objetiva que ingresa primariamente vía
inconciente será sometida a un proceso de selección y elaboración en el inconciente, generando una realidad subjetiva
que será la que finalmente alcance la conciencia. Una vez hechos concientes, los contenidos podrán retornar al
inconciente para ser nuevamente procesados y vinculados con la nueva información que continúa proveniendo de la
realidad objetiva.
Indica Villena que "está definitivamente claro que constantemente estamos expuestos a una miriada de estímulos que
no alcanzamos a registrar, y mucho menos a procesar concientemente. Pero la evidencia es también clara que el gran
cúmulo de lo concientemente desatendido es registrado y procesado en forma inconciente".
Esquemáticamente, hasta aquí vamos concluyendo: la información objetiva es captada inconcientemente, y a este nivel
dicha información es procesada transformándose en realidad subjetiva, captable concientemente. Este procesamiento
inconciente de la información tendría dos etapas: la selección y la elaboración (o metabolización), es decir, primero
seleccionamos o filtramos -siempre inconcientemente- la información, y luego la transformamos o metabolizamos. Este
saber inconciente más el conocimiento que alcanzó finalmente la conciencia es lo que determinará nuestra conducta.
a) Selección.- Villena se apoya en los estudios de Milgram sobre saturación estimulativa para dar cuenta del proceso
por el cual inconcientemente el sujeto selecciona o filtra la ingente cantidad de información que recibe a diario. Si uno
camina durante diez minutos por una zona comercial llena de gente y carteles, es obvio que no puede procesar a nivel
conciente toda la información recibida, por lo que el sujeto debe ser altamente selectivo en cuanto al ingreso de
información.
Esta selectividad no sería entonces simplemente el producto de la censura en el sentido freudiano, sino simplemente el
resultado de la saturación estimulativa: esta selección deja fuera de la conciencia una considerable cantidad de
información, mucha de la cual forma parte de los contenidos del inconciente y será procesada luego a este mismo nivel.
Para volver al sujeto que camina por la ciudad, este tiene entonces "un conocimiento a nivel inconciente de su medio
ambiente urbano y psicosocial al cual no tiene acceso concientemente, pero que junto con su conocimiento conciente lo
va constituyendo a punto tal de hacerlo diferente de quien no habita la ciudad, posibilitándole responder apropiamente a
su entorno, aprovechando oportunidades y evitando los peligros propios del ambiente urbano".
b) Elaboración.- De las infinitas maneras en que se puede construír la percepción del mundo y del propio self, el sujeto
realiza su construcción a través de la elección de elementos y relaciones de la realidad, en aquello que resulta ser su
subjetividad. Así, la subjetividad contiene elementos de la realidad pero deja fuera otros, y será importante en el análisis
examinar la versión que cada paciente porta de la realidad así construída.
En suma, una vez seleccionada la información, a nivel inconciente ella será procesada generando una realidad subjetiva,
diferente a la realidad objetiva originalmente captada. Esta realidad subjetiva es aprehendida concientemente
adquiriendo así el sujeto un conocimiento de sí mísmo y del mundo sui generis, propio de él. Esta nueva experiencia, a
su vez, modificará el significado de lo antes vivido, es decir, retornará al inconciente resignificando sus contenidos
(causalidad circular).
Por lo tanto, incesantemente el inconciente está procesando la información, tanto la que proviene directamente de la
realidad objetiva como la que proviene del plano conciente. Señala Villena: "el inmenso cúmulo de contenidos del
Inconciente tomado en forma amplia, necesariamente pasarán por un proceso de elaboración de la misma manera en
que todos los elementos que el organismo produce y recibe pasan por procesos metabólicos". El autor sostiene que los
sueños son la forma principal y natural de elaboración psíquica inconciente (al mismo tiempo que también son procesos
de metabolismo cerebral, aunque esto no nos interesará aquí).
 
Un papel para los sueños
 
Villena Aragón sostiene que "las ideas de Freud referidas a que los sueños son causados por los deseos infantiles
reprimidos y que los sueños son fundamentalmente expresiones camufladas de lo reprimido, son insostenibles". El
mismo autor rescata, el cambio, cierta concepción freudiana de los sueños que aparece en su Proyecto de una psicología
para neurólogos de 1895, como así también los aportes de Jung, Fromm, Wolstein, Bollas y otros al respecto. Esta
concepción sobre el sueño ha de ser entendida en el marco del concepto de inconciente en sentido amplio como sigue.
Una idea muy importante que viene surgiendo de esta concepción del inconciente en sentido amplio está de alguna
forma condensada en nuestro título: "el inconciente como fuente de conocimiento".
Cuando la información inconcientemente procesada pasa al plano conciente (lo que sucede mientras soñamos, porque
en ese momento estamos concientes aunque no estemos en estado vigil), el sujeto recibe información acerca del
conocimiento que tiene de sí mísmo, de su lugar en el mundo y del mundo en general.
Este conocimiento aparece entonces en una forma clara y directa en los sueños. De hecho mientras estamos soñando en
los periodos REM, recibimos inconcientemente una gran cantidad de estímulos provenientes de tres fuentes principales:
los restos diurnos, los recuerdos y los estímulos tanto externos (el ruido de la calle) como internos (un dolor de
estómago) que recibimos en el mismo momento de estar soñando. Toda esta información será el material que utilizará
el sueño, y que seleccionará y procesará ofreciendo como producto la particular visión de sí mísmo y del mundo que
tiene el soñante.
 
Hay evidencias neurológicas de este procesamiento de la información durante el sueño. Villena cita al respecto la teoría
de Hobson de la activación y síntesis según la cual el soñar es un proceso endógeno y con una dinámica genéticamente
determinada. "El cerebro se activaría automáticamente durante el dormir generando e integrando (síntesis) su propia
información motora y sensorial. Las señales motoras y sensoriales que el cerebro generaría automáticamente serían a la
vez la fuerza motriz y direccional para la trama del sueño, la cual se sintetizaría a la luz de la experiencia pasada del
sujeto, sus actitudes y expectativas". Hobson propone además que en este proceso, si existen deseos, reprimidos o no,
en todo caso serán incluídos dentro de esta trama onírica.
 
Para ir recapitulando y avanzando un poco más, Villena sostiene que "entendiendo al inconciente como fuente amplia e
importante de información vivencial, el sueño como manifestación de ese inconciente sigue siendo una vía regia de
conocimiento, pero no tanto de lo reprimido como del self y de la vivencia y percepción que tenemos del mundo. Ese
conocimiento es amplio y contiene un vasto cúmulo de elementos que no han tenido acceso al sistema conciente, y que
sin embargo son responsables por buena parte de nuestras vivencias y conductas. Al revelarnos los contenidos del
inconciente, los sueños naturalmente pueden enriquecer nuestra conciencia de nosotros mismos y del mundo, y hasta
darnos nuevas posibilidades de vivencias y conductas. Esto puede ser fascinante y/o doloroso, siempre magnífico y sin
embargo, a veces abrumador. En nuestro sueños están representados nuestros deseos, reprimidos, aceptados, o
renunciados, nuestros temores, nuestros conflictos, nuestros intereses, inquietudes, etc., sin que todo esto tenga que
remitirse a una pulsión única o a un deseo reprimido".
Villena indica que la interpretación de los sueños permiten al sujeto adquirir un conocimiento acerca de su propio self y
de su particular visión del mundo. Así, lo que es conocimiento inconciente se transforma en conciencia de Sí y del
Mundo, siendo esta transformación profundamente enriquecedora en tanto también puede llevarnos a modificar nuestra
concepción sobre nosotros mismos y sobre el mundo: si el conocimiento pasa al plano conciente, ello podría significar
la resolución de conflictos y de importantes problemas en el diario vivir del sujeto.
Puedo citar aquí el caso de un paciente que tenía la particularidad, no de relatar sueños concretos que tuvo, sino de
contar el 'clima general' de sus sueños. Había encontrado que en el último tiempo (desde hacía dos o tres años) sus
sueños tenían un clima especial: en todos ellos él tenía la sensación de estar viajando continuamente por un mundo
inexplorado, extraño y por momentos amenazante. En cada nuevo sueño ingresaba en una parte del mundo que
desconocía totalmente, y se sentía mirándolo con ojos llenos de curiosidad y expectación. De la interpretación, surgió
que él tenía una visión del mundo como un lugar lleno de interrogantes, misterios y cosas nuevas, al propio tiempo que
su visión acerca de sí mísmo era la de un ser relativamente indefenso, curioso y ávido por dar respuesta a todos los
misterios que encontraba.
Podría pensarse que este sujeto, en su vida diaria durante la vigilia debería ser algún explorador de tierras extrañas, pero
no: su vida era sumamente monótona y rutinaria. Sin embargo, indagando un poco más en su historia y sus intereses, se
pudo constatar que cuando niño el mayor placer que sentía era explorar nuevos lugares, metiéndose por senderos
desconocidos para satisfacer su gran curiosidad. Asimismo, en su vida actual tenía una gran afición por la lectura,
porque ello le permitía 'explorar' siempre nuevos territorios, aunque ahora no se tratara de lugares físicos sino de ideas
y conocimientos nuevos.
La interpretación del clima general de sus sueños vino a mostrarle a esta persona cuál era en realidad su propia y
particular visión de sí msímo y del mundo.
Por último, indiquemos cómo cabría entender, según Villena, el recuerdo y el olvido de los sueños. Según este autor, el
hecho de olvidar gran parte de los sueños al despertar no obedecería primordialmente a la censura sino a un proceso
normal de selección de la información. Considerando que en los sueños se elabora una gran cantidad de información
sobre contenidos inconcientes, la conciencia y la memoria se verían saturadas si tuviesen que registrar, al despertar,
toda esa vasta actividad onírica, con lo cual, el no recuerdo de los sueños tiene más que ver con una necesidad
económica de un buen funcionamiento psíquico que con un proceso de censura.
Asimismo, el recordar determinadas partes del sueño tiene a su vez que ver con la necesidad de lograr un cierre con los
elementos más significativos recordados, de manera tal que obtener algún sentido a partir de toda la información.
 
En síntesis
 
Villena Aragón nos presenta el concepto de inconciente en sentido amplio como una de las ideas centrales de lo que él
llama psicoanálisis contemporáneo, definiéndolo como "la forma en que inicialmente se inscriben todas y cada una de
nuestras experiencias, y que sólo un pequeño cúmulo de nuestras vivencias pasarán en algún momento al plano
conciente". Habría para él múltiples mecanismos y dinamismos que hacen a la selectividad, siendo la represión de
relativamente poca significación, idea que Villena concluye a partir de investigaciones realizadas en campos afines, en
la clínica psicoanalítica contemporánea y a partir de las conceptualizaciones que sobre el tema se hicieron en las
últimas décadas.
Pablo Cazau Lic en Psicología y Prof de Enseñanza Media y Superior en Psicología
Buenos Aires, Julio 2000
 
(1) Villena Aragón J., "Psicoanálisis contemporáneo", Biblioteca de Psicoanálisis Contemporáneo, págs. 10 y 45-102.
 
ESQUEMA 1 – INCONCIENTE EN SENTIDO RESTRINGIDO
 

 
ESQUEMA 2 – INCONCIENTE EN SENTIDO AMPLIO
1 Realidad Objetiva
 

 
 
CONCIENCIA
 

2 Represión 3 Retorno de los reprimido

INCONCIENTE
CONCIENCIA

3
2 Realidad subjetiva

INCONCIENTE

1 Realidad Objetiva

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