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(Caracas, 1889 - id., 1954) Pintor venezolano considerado uno de los grandes maestros en la
historia de las artes plásticas del país. Realizó estudios en la Academia de Bellas Artes de Caracas y,
gracias a una beca, siguió estudios en España y tuvo la oportunidad de visitar París. A lo largo de su
vida abordó el tema religioso, las naturalezas muertas, la figura, el paisaje, el autorretrato y el
desnudo femenino; estos dos últimos fueron los más recurrentes en su producción. En 1921 se
mudó a Macuto y construyó con sus propias manos El Castillete, su morada hoy desaparecida. Se
suelen distinguir en su carrera tres grandes épocas: azul (marcada por la influencia de Nicolás
Ferdinandov), blanca (en la que exploró los efectos de la intensa luz del trópico) y sepia (ya a
finales de los 30). En sus cuadros experimentó con soportes y técnicas inusuales, incorporando
materiales como el musgo y el óxido de hierro; pero fue sin duda la luz el elemento más
explorado. Creó, además de sus pinturas, objetos de la vida diaria, valorados actualmente como
parte de su trabajo artístico.
Armando Reverón
En la hacienda de los Rodríguez Zocca, en Valencia, Armando Reverón se crió en familia junto a
Josefina, la pequeña hija del matrimonio, que será su hermana apegada, con y para quien
construyó Armando algunos primeros juguetes y muñecas que serán asociados con los que más
tarde realizaría en El Castillete. En esos años, rodeado de naturaleza y de evidentes distancias, se
inició en la pintura con un tío abuelo materno, Ricardo Montilla. También allí, a los doce años,
Reverón sufre un ataque de fiebre tifoidea que determinará en un futuro diagnóstico la presencia
psicótica.
A los catorce años muere su padre y se muda con su madre a Caracas. En 1908 ingresa en la
Academia de Bellas Artes de Caracas, donde los maestros son Antonio Herrera Toro, Emilio Mauri
y Pedro Zerpa. Luego realiza un par de viajes a Europa: primero a Barcelona, en 1911, para
estudiar en la Escuela de Artes y Oficios; después, en 1912, a Madrid, donde se forma en la
Academia de San Fernando y en el taller de un pintor acomodado y mediocre, Moreno Carbonero,
y en el de un buen maestro y guía, Muñoz Degrain. En ese mismo viaje pasa por París en 1914,
pero se sabe muy poco de su estancia. Aunque su estadía en Europa no se traduce en un real
avance en su formación plástica, determina un momento decisivo, como aprecian algunos de sus
biógrafos. Para José Balza, por ejemplo, ese acontecimiento, más que la llegada y conocimiento de
otros territorios, representa la metáfora del viaje, del cambio permanente. Para otros, como
Mariano Picón Salas, significó el encuentro con Goya, su descubrimiento y su filiación.
En 1915 vuelve a Venezuela y participa en las sesiones del Círculo de Bellas Artes de Caracas,
fundado en 1912 por algunos de sus viejos compañeros, entre ellos Cabré y Monsanto, que se
rebelaron en contra de la enseñanza rancia que se impartía en la academia y que tuvieron la
necesidad de imprimir energía a los primeros años de la atrasada y desestimulante dictadura de
Gómez. Su principal aporte fue sacar a los pintores del estudio y llevarlos al contacto directo con la
naturaleza, donde fueron atrapados por los colores y los árboles del trópico, las montañas y los
valles, y donde aprendieron a internarse, cual exploradores, en la selva de un cromatismo propio,
local. De todos estos pintores, Armando Reverón fue y es el más extraño y el más personal. Estos
años, de 1915 a 1920, aún se presentan como un rito iniciático, como el impulso de un hombre
que se dirige hacia un lugar, o mejor, que se retira y decide encontrarse en esa renuncia.
En 1917 recibe un golpe que puede considerarse fundamental: la muerte de Josefina, su hermana
de juegos, su conexión natural y temporal con el mundo familiar infantil, lo que lo lleva al
extrañamiento. En ese momento ya están claramente definidos el pintor y sus dotes, la fluidez de
su pincelada. Ya la retina está sellada por Goya y también por Velázquez y sus alucinantes y
extrañas meninas, por la vibración y el cromatismo impresionista. Ya en Venezuela se suman, a las
anteriores, las influencias europeas del rumano Samys Mützner o del francovenezolano Emilio
Boggio, ambos postimpresionistas, pero sobre todo del ruso Nicolás Ferdinandov, ilustrador
simbolista que le enseñó el aprecio por un azul obsesivo, el de los fondos marinos, ese azul que
cercano se batía contra la arena de Punta de Mulatos, lugar que escogió Ferdinandov para vivir y
que conoció en largas excursiones por el litoral con su amigo Reverón.
Obras Destacadas
“No puedo saber lo que ahora dicen de mí. Tampoco puedo decir nada de los demás. Debo ser
como un cuadro. Los cuadros no hablan". Armando Reverón
Sus obras son conocidas por estar plagadas de imágenes oníricas, desdibujadas, con un intenso
trabajo de la luz y los colores, o la falta de ellos. Son muy celebradas también sus muñecas de
trapo. Se le considera un maestro de la luz tropical, que plasmó en distintas superficies y con todo
tipo de materiales. En la obra se distinguen tres periodos: período azul, período blanco y período
sepia.
Mujer del Río (1939). Óleo sobre tela 132,1 x 144,5 cm Museo de Arte Moderno de Nueva York
Taller del servicio portuario (1944). Tempera sobre Tela. (78 x 106 cm) Museo Stedelijk
Figura con abanico (S/F). Carboncillo sobre papel sobre cartón. 98,8 x 82,5 cm
Desnudo en el paisaje (1933). Pigmento diluible al agua sobre papel adherido a cartón piedra 76,6
x 114 cm
La hamaca - contraluz (1933). Pigmento diluible al agua y tierras de color sobre tela 118,2 x 146,2
cm
Juanita en traje de baño rojo (1934). Pintura al agua sobre papel adherido a cartón 114 x 79,9 cm
Juanita y el arriero (1934). Pigmento diluible al agua y caseína sobre cartón y madera 107 x 137,7
cm
Sin título (Cocotero – Paisaje con cocoteros) (1938). Tiza y pigmento diluible al agua sobre tela
61,5 x 91,5 cm
Paisaje con locomotora (1942-1944). Témpera y carboncillo sobre tela 62,5 x 93,5 cm
Desnudo acostado (1947). Carboncillo, papel y tiza en papel encolado sobre cartón 88,4 x 137,4
cm
Cruz de mayo (1948). Pintura al agua, grafito y carboncillo sobre papel 83 x 96,9 cm
Patio del sanatorio (1954). Tiza y pastel sobre papel sobre cartón 64,5 x 96,5 cm
Hasta el momento de su muerte gozó de pleno dominio de sus facultades artísticas. Doce fueron
los cuadros que realizó en el Sanatorio. Sus modelos eran los propios enfermos, las enfermeras o
los jardines del hospital. Uno de sus últimos cuadros, que pertenece al Museo de Bellas Artes se
llamó «Paisaje».
La última de sus crisis tiene lugar en 1953, siendo internado nuevamente en la clínica de Báez
Finol, el mismo año en que le era conferido el Premio Nacional de Pintura. Confortado por este
tardío estímulo, trabajaba con ahínco para una exposición que había anunciado el Museo de Bellas
Artes, cuando le sobrevino la muerte mientras se encontraba en el sanatorio San Jorge.
Después de su muerte[editar]
En el 2003 fueron expuestas aproximadamente unas 100 obras pictóricas en el Museo de Arte
Moderno de Nueva York (MoMA) coincidiendo con los 49 años de la muerte del artista. En el 2007
se inaugura la segunda exposición de gran magnitud que se lleva a cabo en los Estados Unidos. Ha
sido la pionera de un artista venezolano en el MoMA, y la tercera consagrada a un artista
latinoamericano, después del muralista mexicano Diego Rivera y del brasileño Cándido Portinari en
1932 y 1940, respectivamente.
Reconocimientos[editar]
El 10 de mayo de 2016, por iniciativa del Ministerio de la Cultura, se procedió al traslado de los
restos de Reverón al Panteón Nacional, coincidiendo con idéntico homenaje a César
Rengifo (1915-1980), pintor, muralista, dramaturgo, maestro y pensador.
Su trayectoria, objetos y obras artísticas fueron declarados Bien de Interés Cultural de la República
Bolivariana de Venezuela al cumplirse 125 años de su nacimiento.2
Artista y pintor, la obra de Armando Reverón, realizada en gran parte en el Litoral Central de
Venezuela, capta y transmite toda la luminosidad del trópico. Asimismo, Reverón fue miembro
sobresaliente de la Academia de Bellas Artes, junto a figuras de la talla de Manuel Cabré, Antonio
Edmundo Monsanto y César Prieto. En cuanto a su infancia, se sabe por testimonios de la época,
que a los pocos años de haber nacido en Caracas fue dado en crianza por su madre a un
matrimonio de Valencia, los Rodríguez Zocca, quienes se ocuparon de su primera educación. Su
tío-abuelo materno, Ricardo Montilla, quien había estudiado pintura en Nueva York, fue la persona
que contribuyó de manera definitiva a despertar su vocación artística. En 1904, vive con su madre
en Caracas y en 1908, se inscribe en la Academia de Bellas Artes, donde tiene como profesores a
Antonio Herrera Toro, Emilio Mauri y Pedro Zerpa.
Poco tiempo después se muda y comienza a construir, un poco al sur, el castillete que le serviría de
morada para el resto de su vida. Esta decisión coincidió también con un cambio de conducta y por
supuesto, una transformación de sus conceptos artísticos. En este período, al adoptar hábitos
primitivos y desvinculado de la ciudad, Reverón pudo desarrollar una percepción más profunda de
la naturaleza y esto lo llevó a emplear un método de pintar, así como a adoptar procedimientos y
materiales que se adecuaban a su afán de representar la atmósfera del paisaje bajo efectos del
deslumbramiento producido por la luz directa del sol. Además, creó valores cromáticos e ideó
nuevos soportes, utilizando elementos autóctonos. Entró así a lo que el crítico Alfredo Boulton
llamó su “Época Blanca”, ubicada aproximadamente entre 1924 y 1932. En 1933, se le hizo un
primer reconocimiento, al realizarse una exposición de su obra en el Ateneo de Caracas, que luego
fue presentada en la galería Katia Granoff de París. A comienzos de 1940, inició su “período sepia”,
al que correspondería un conjunto de lienzos pintados en el litoral y en puerto de La Guaira y en
donde los tonos marrones del soporte de coleto constituyen el valor cromático dominante de la
composición; paisajes de mar y tierra donde destacan las marinas del playón, a los que siguió un
período depresivo tras sufrir el artista una crisis psicótica que obligó a su reclusión en el sanatorio
San Jorge, de José María Finol. Recuperado, no volvió a pintar como antes. A partir de este
momento, se refugió en un universo mágico que, en torno a objetos y muñecas creados por él, dio
origen a la última y delirante etapa expresionista de su obra; etapa figurativa caracterizada por el
empleo de materiales tales como tizas, creyones y por una fantasía teatral que se tornaba más y
más incontrolable pero que, a través de un dibujo que aspiraba a la corrección académica,
buscaba restituir el equilibrio emocional de Reverón.
La última de sus crisis tiene lugar en 1953, siendo internado nuevamente en la clínica de Báez
Finol, el mismo año en que le era conferido el Premio Nacional de Pintura. Confortado por este
tardío estímulo, trabajaba con ahínco para una exposición que había anunciado el Museo de Bellas
Artes, cuando le sobrevino la muerte mientras se encontraba en el sanatorio San Jorge.
De niño Armando Reverón es enviado a Valencia, donde recibe su primera educación, incluso se
acerca a la pintura. En 1908 se inscribe en la Academia de Bellas Artes en Caracas y en 1911 recibe
una beca para estudiar en España, donde ingresa a la Escuela de Artes y Oficios de Barcelona, y a
la Academia de San Fernando en Madrid. En 1918 conoce a Juanita Ríos, quien se convertirá en su
modelo y esposa. En 1921, con 32 años de edad, se muda a Macuto, donde construirá su casa-
taller El Castillete, en el que la complejidad de su trabajo se extiende a ese mundo que crea.
Caracas, 1827 - París, 1902) Pintor venezolano, destacado retratista de la sociedad caraqueña de
fines del siglo XIX. Estudió dibujo y pintura en su país, y más tarde se trasladó a España, donde
estudió con los Madrazo. De regreso a Caracas (1855), realizó una serie de retratos de los próceres
de la independencia venezolana, así como cuadros de historia de estilo académico.
Martín Tovar y Tovar fue una figura precursora en muchos ámbitos de la cultura en Venezuela. Se
le conoce en especial como pintor de La firma del Acta de Independencia (1883), lienzo realizado
para la exposición del centenario del natalicio de Simón Bolívar, y por la La batalla de
Carabobo (1884-1887), que se encuentra en la cúpula del Salón Elíptico del Palacio Federal. Si bien
realizó toda su serie de cuadros históricos por encargo del presidente Antonio Guzmán Blanco,
también tuvo iniciativas libres y poco comunes en el contexto venezolano. Por ejemplo, cuando
volvió de sus estudios en Europa, en 1855, propuso al gobierno de José Monagas la creación de un
museo de copias de obras maestras de la pintura que, por supuesto, él mismo realizaría; con ese
fin trajo la copia de un Murillo. La propuesta fue aprobada pero no se realizó por falta de fondos,
en un momento en el que Venezuela se hundía en la lucha de poderes y el arte se valoraba en la
medida en que los servía.
El asalto al Congreso el 24 de enero de 1848 empeoró la situación, y en 1850 los padres decidieron
enviar a Tovar a estudiar a Madrid. Las cartas de recomendación hicieron su papel, y gracias a ellas
el marqués de la Remisa le pagó la inscripción en la Academia de San Fernando, donde sus
profesores fueron José de Madrazo y su hijo Federico, que le mostró la obra del retratista
neoclásico Vicente López, que tomaría como modelo. Hay que decir que la influencia principal que
derivó de su estancia en Madrid fue su descubrimiento del Museo del Prado y de los grandes
maestros españoles: Velázquez, Murillo o Goya.
Era la época de las revoluciones europeas, que se puede resumir, en tosco trazo, como la lucha
ideológica entre el pensamiento liberal y el conservador. España la vivió también desde su
conformación monárquica con las guerras carlistas, en las que Isabel II representaba a los liberales,
y el infante Carlos María Isidro de Borbón, su tío, la monarquía conservadora. También en el
terreno artístico las tendencias se enfrentaban y dividían. Cuando Tovar decidió seguir su instinto
artístico y marcharse en 1852 al París del Segundo Imperio y de Napoleón III, las influencias se
movían entre el impecable clasicismo de línea cerrada y ajustadas formas de Ingres y la
exuberancia romántica de fluctuantes colores y espectacular dinamismo de Delacroix.
Tovar eligió el taller de León Coignet para afianzar su aprendizaje y se dejó influir más por los
neoclásicos, pero, como señala Juan Calzadilla, él era "clásico en la forma y romántico en el
contenido". Sin llegar a la genialidad de los dos grandes franceses, Tovar y Tovar abrió el camino
de la pintura venezolana hasta ese entonces estancada en el provincianismo y sentó un
precedente para los otros dos destacados pintores del siglo XIX venezolano: Cristóbal Rojas y
Arturo Michelena.
Boceto para La firma del Acta de Independencia
Volvió a Caracas en 1855. Llegó con su idea del museo de copias, con un importante autorretrato y
con la intención de trabajar y vivir de su pintura, pero, de nuevo, eran malos tiempos para el arte.
Sin embargo, en este período pintó con libertad y placer retratos de amigos y familiares: Josefina
Gil de Zamora Pedrique, Ana Tovar y Tovar de Zuloaga y el Retrato de Juana Verrué, en el que el
fondo pictórico se identifica con el fondo psicológico en un tono tenue que hipnotiza, y la
economía visual centra el poder en el rostro y el vestido.
Pero su interés era salir del ambiente bélico venezolano, centrado a la sazón en el episodio de la
Guerra Federal. Marchó a París en 1862, y al regresar, en 1864, instaló uno de los primeros
estudios fotográficos con José Antonio Salas, con el fin de hacer retratos-guía para sus óleos. Tovar
ocupó su tiempo en el estudio y en algunos ensayos costumbristas de poca monta. Pero los
cambios llegaron y en 1872 participó en la primera colectiva de arte organizada en Venezuela por
el viajero inglés James Mudie Spence; al año siguiente se celebró su matrimonio con Teotiste
Sánchez, y en 1873 recibió el determinante encargo de Guzmán Blanco (a quien conoció en las
tertulias que se organizaban en su estudio) de una serie de cuadros históricos: retratos de
próceres y escenas de la Independencia. Había sido elegido como el pintor de la corte del
"Americano Ilustrado".
Realizó, al fin, su sueño: trabajar en París cómodamente, en su taller de la calle Montaigne, recibir
adelantos por sus lienzos, viajar y poner en movimiento su pincel. De ese conjunto resultaron
retratos como los de Sucre, Urdaneta, Monagas y Anzoátegui. Después realizó La firma del Acta de
Independencia, con el que buscaba (y bien que lo logró) exaltar la figura de Miranda; de este
cuadro se conservan bocetos desde 1876 que justifican que se la considere su obra más estudiada
y acabada.
Detalle de La batalla de Carabobo
A este trabajo siguen los que en 1884 le son contratados, también por Guzmán: las batallas de
Carabobo, Boyacá, Junín y Ayacucho, el Tratado de Coche y dos alegorías. Los tres últimos no se
realizaron y La batalla de Junín se desprendió en 1891 del techo del Salón Elíptico. La batalla de
Carabobo es importante por la dificultad que representaba el trabajo de apreciación impuesto por
la forma elíptica, como si la escena fuera vista por una lente "ojo de pez", y para la que Tovar,
según Calzadilla, "concibió una composición extraordinariamente movida, en donde el paisaje no
cuenta sólo como escenario, sino que tiene dentro del cuadro un valor propio: unifica la acción e
impone su presencia avasalladora".
Al concluir sus encargos, Tovar y Tovar se dedicó a realizar paisajes de Caracas y Macuto, participó
en la exposición homenaje a Francisco de Miranda en 1894 y se mantuvo pintando en su casa de la
esquina de las Madrices. Murió el 17 de diciembre de 1902, en el momento en que un conflicto
internacional acaparaba tanto las noticias como las costas venezolanas.
Influido por las modas parisienses del neoclasicismo y el romanticismo, si bien temperadas por el
colorismo de maestros españoles como Vicente López y Federico de Madrazo, Tovar y Tovar fue
un dibujante de trazo tan seguro como David. Obsesionado con la precisión técnica, logró una
"feliz adaptación de la pintura de Historia como se desarrolló en la Francia napoleónica y
postnapoleónica al escenario tropical", según Picón Salas. Con Tovar y Tovar toca a su fin la
influencia de España en la tradición pictórica venezolana y comienza el poderoso ascendiente del
arte francés. Éste se manifestó sobre todo, hasta comienzos del siglo XX, en su vertiente
académica. Las obras de los principales maestros venezolanos inmediatamente posteriores a
Martín Tovar y Tovar ofrecen un fiel reflejo del academicismo impuesto a través de los Salones
Oficiales de París. Son Antonio Herrera Toro (1857-1914), Cristóbal Rojas (1858-1890) y,
especialmente, Arturo Michelena (1863-1898), quizás el mayor pintor venezolano del siglo XIX, a
pesar de su temprana desaparición a la edad de 35 años.
Martín Tovar y Tovar es autor de numerosos retratos y de obras históricas, como «La Firma del
Acta de la Independencia» concluida en 1883 y la magistral «Batalla de Carabobo», pintada para la
cúpula del Salón Elíptico del Palacio Legislativo de Caracas. En este mismo Salón una importante
galería de Próceres.
Este destacado pintor venezolano nació en Caracas, el 10 de febrero de 1827 y tuvo profesores de
dibujo como Carmelo Fernández Carranza y Celestino Martínez. Bajo estos maestros recibe los
primeros conocimientos acerca de la pintura, hasta que a la edad de 23 años viaja a Europa, a
España y se inscribe en la Real Academia de San Fernando de Madrid, donde recibe clases de José
Federico de Madrazo y Antonio Esquivel. Con el tiempo se traslada a Francia, estableciéndose en
París, y se inscribe en la Escuela de Bellas Artes bajo la dirección del pintor León Cogniet. Se inició
así su formación artística, con influencia de los pintores neoclásicos franceses. Regresa, después
de cumplir ya los 27 años, a Venezuela, convertido en un pintor profesional y dispuesto a poner
sus conocimientos al servicio de la patria.
En Venezuela se dedica a la pintura de retrasos, para la cual poseía una aptitud muy singular para
captar los rasgos del modelo con sentido plástico. Su obra como retratista es extensa,
conociéndose una amplia galería de retratos de próceres y personajes importantes de la
independencia.
A partir de 1890 Tovar y Tovar se niega a ejecutar obras históricas y se dedica completamente a la
paisajística. Puede decirse de este pintor que fue uno de los primeros venezolanos que retrató
fielmente la naturaleza; su estilo tuvo marcada influencia en pintores como Herrera Toro y Arturo
Michelena. Martín Tovar y Tovar murió en Caracas, a los 64 años de edad, el 17 de diciembre de
1902.
Algunas de sus obras más conocidas son: La Batalla de Carabobo, Boyacá, Junín, Ayacucho,
Retratos de doña Juan Vernie, Anita Tovar de Zuloaga, Josefina Gil de Zamora, Antonio Tovar,
Soublette, Monagas............
Martín Tovar y Tovar nació en Caracas, el 10 de febrero de 1827. Hijo de Antonio María Tovar y de
Damiana Tovar Liendo. Recibe sus primeras lecciones de pintura por parte de Celestino Martínez y
después estudia en la Academia de Dibujo con Antonio José Carranza y en el Colegio de La Paz con
Carmelo Fernández.
En 1850 viaja a España y se matrícula en la Academia de San Fernando, fue alumno de José
Madrazo y de Federico Madrazo.
En el año 1865, regresa nuevamente a Caracas y funda la Fotografía Artística de Martín Tovar y
Tovar.
En 1873, Martín Tovar y Tovar es encargado por Guzmán Blanco para realizar una galería de
retratos de los principales próceres de la Independencia y otras personalidades de la vida
republicana para el Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo.
También fue encargado por Guzmán Blanco a realizar el gran cuadro (6 x 4, 56 m.) de "La Firma del
Acta de la Independencia", para el Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo.
En 1885 parte a Francia para ejecutar las nuevas obras encargadas, La Batalla de Carabobo (1887),
La Batalla de Boyacá (1895), La Batalla de Junín (1895) y El Tratado de Coche.
Martín Tovar y Tovar pasa sus dos últimas décadas de su vida, interesado por el género del paisaje,
sirviendo de enlace entre el paisajismo de los artistas viajeros y la obra del Círculo de Bellas Artes.
Martín Tovar y Tovar muere en Caracas, el 17 de diciembre de 1902 a la edad de 75 años. Sus
restos mortales se encuentran en el Panteón Nacional desde el 22 de septiembre de 1983.
Catálogo de obras[editar]
Juana Verrue. 1877. Óleo sobre tela 65,5 x 54,5 cm Colección de la Galería de Arte Nacional.
Caracas - Venezuela.
Retrato de Carlota Blanco de Guzmán. Óleo sobre tela 160 x 82 cm Colección de la Galería de Arte
Nacional. Caracas - Venezuela.
La miseria, 1872
Tipos italianos, 1883
El puerto de La Guaira, 1883
El Ávila desde Gamboa, 1896
Macuto, 1898
Importante pintor venezolano de fines del siglo XIX y comienzos del XX. Fueron sus padres Juan
José Herrera y Teresa Toro. Sus primeros estudios los realizó en Caracas en el colegio La Viñeta del
sabio alemán Adolfo Ernst. En 1869 ingresa en la Academia de Bellas Artes, institución donde
recibe clases de Martín Tovar y Tovar y José Manuel Maucó. Dado las muestras de talento que dio
como pintor, en 1875 el gobierno de Antonio Guzmán Blanco le otorgó una beca para realizar
estudios tanto en París como en Roma. A mediados de 1879 regresa a Caracas e instala un taller
en la esquina de Coliseo, pero ante un encargo del arzobispo de Caracas José Antonio Ponte,
decide volver a Roma. En 1881 está de nuevo en Caracas con motivo de la elaboración de los
bocetos de La Asunción de la Virgen, previos a la ejecución de dicha obra para la ejecución. En
1883 pinta Los últimos momentos del Libertador, cuadro por el que el gobierno de Antonio
Guzmán Blanco le concede una beca para realizar estudios primero en París y luego en Roma.
Posteriormente, viaja al Perú donde se dirige para tomar apuntes para 2 cuadros que el gobierno
de ese país encomendó a Tovar y Tovar y que fueron finalmente ejecutados por el mismo Herrera
a partir de los trabajos iniciales de Tovar: las batallas de Junín y Ayacucho.
La muerte de Ricaurte
Como pintor, Herrera desarrolla su obra en la producción de retratos, escenas históricas, temas
religiosos, fantasías mitológicas y literarias, bodegones y en cuadros de sucesos anecdotarios.
Adicionalmente a su oficio de pintor, compartió su tiempo con el oficio de docente en la
enseñanza del Arte, así como una distinguida actuación como periodista. Muchas de su obras
pictóricas se hallan decorando instalaciones de edificaciones públicas, como el Palacio Federal
Legislativo, el Teatro Municipal de Valencia, la Catedral de Caracas, la Iglesia de Altagracia
en Caracas y la Catedral de Valencia en Venezuela.146
Entre sus obras más reconocidas destacan: Martín Tovar y Tovar (1878), Autorretrato (1880), La
Romana (1880), Asunción de la Virgen (1881), La muerte de Libertador (1883), La caridad (1886),
La muerte de Ricaurte en San Mateo (1889), Retrato de Mujer (1889), Retrato del Presidente
Raimundo Andueza Palacio (1890), Autorretrato de pie (1895), Don Arístides Rojas (1895), Retrato
del licenciado Miguel José Sanz (1896), Retrato de Fermín Toro (1897), Retrato del Presidente
Cipriano Castro (1902), La batalla de Ayacucho (1890), La Batalla de Junín (1904), Margarita Poleo
de Chataing (1907).
Cristóbal Rojas
Ilustración realizada por Francisco Maduro.
Es junto a Arturo Michelena, uno de los más importantes pintores del siglo XIX venezolano. Fueron
sus padres el médico Cristóbal Rojas y Alejandra Poleo. Los primeros estudios los realizó bajo la
tutela de su abuelo José Luis Rojas, quien estimuló su vocación para el dibujo. Al fallecer su padre
y debido a su condición de hijo primogénito, se vio en la necesidad de entrar a trabajar en una
fábrica de tabaco para ayudar económicamente a su familia (1870). Como consecuencia del
terremoto que en 1876 asoló la región, Cristóbal y su familia se dirigieron a Caracas en donde no
obstante prosiguió sus estudios de pintura. Durante este tiempo asiste a las clases de José Manuel
Maucó en la Universidad Central de Venezuela. En 1881, realiza sus primeros óleos Ruinas de Cúa
y Ruinas del templo de la Merced, los cuales representan el desastre sufrido por Cúa en 1876. Ese
mismo año, conoce a Antonio Herrera Toro, quien le ofrece un trabajo como ayudante en la
decoración de la catedral de Caracas.
En 1889, Rojas abandona la pintura de efectos dramáticos que era costumbre enviar al Salón
Oficial y aborda el paisaje y la figura, con un colorido próximo al de los impresionistas. En 1890,
minado por la tuberculosis regresa a Venezuela una vez que su pensión había sido suspendida en
1887 por orden de Antonio Guzmán Blanco. Entre las obras que trajo consigo, figuraban El
Purgatorio (1890), la cual había sido encargada por el Cabildo Eclesiástico y un retrato del
presidente Juan Pablo Rojas Paúl. Al poco tiempo de su regreso al país, fallece. La actual Escuela
de Artes Plásticas de Caracas lleva su nombre. Sus restos reposan en el Panteón Nacional desde el
27 de diciembre de 1958.
Cristóbal Rojas Poleo nació en la región de los valles del Tuy, específicamente en la Ciudad
de Cúa - Estado Miranda. Sus padres fueron Cristóbal Rojas, de profesión médico, y su madre
Alejandra Poleo.234568 Su infancia transcurrió en medio de la Guerra Federal (1859- 1863) en una
Cúa muy convulsionada por los eventos de la Guerra además de en la República Dominicana (1860
-1864)8 donde vivió con su familia. Realizó estudios básicos bajo la tutela de su abuelo José Luis
Rojas, quien motivó y estimuló su vocación por el dibujo. A la edad de 13 años, su padre murió y
comenzó a trabajar en una fábrica de tabaco de Cúapara ayudar al mantenimiento de su familia.6
En 1878 se produjo un terremoto que devastó la región de los valles del Tuy. Los Rojas quedaron
prácticamente en la indigencia y se trasladaron a Caracas, donde Cristóbal proseguirá sus estudios
de pintura, no obstante se vio obligado a trabajar de nuevo en una tabaquería para sostener a su
familia.26
Reconocimientos[editar]
Realizó entre otras muchas, dos obras de incalculable valor histórico: El 19 de Abril de
1810(pintado en 1835) y El 5 de Julio de 1811 (1836). En ambos cuadros aparecen los personajes
que intervinieron en dichos sucesos.
Fue maestro de dibujo en 1820 en la escuela de Felipe Limardo y en 1822 en la escuela para niños
pobres, pardos y blancos, de don Vicente Méndez.
Maestro de Pedro Lovera, quien para Enrique Planchart es su hijo y según Carlos Duarte tan sólo
un sobrino, hijo de Fernando Lovera.
Juan Lovera, inicia sus estudios de pintura guiado por los frailes del convento de los Dominicos San
Jacinto y más tarde tuvo como maestro al pintor colonial Antonio José Landaeta.
Para el año de 1814 huyendo de Boves, se une a los patriotas que emigraron al Oriente del país y
vive por un tiempo en la ciudad de Cumaná donde impartió clases de pintura. Luego pasa un
tiempo en Puerto Rico y Cuba, para regresar a Venezuela después del triunfo de Carabobo.
Juan Lovera, trabaja en la decoración del Cabildo Municipal de Caracas, para septiembre de 1821
es nombrado Corregidor de Caracas, en 1822 se desempeñó como Alcalde ordinario del Cabildo
caraqueño. Realiza a partir del año 1824, retratos del Libertador Simón Bolívar, José Antonio Páez,
Cristóbal Mendoza y José María Vargas.
En 1828 se asocia con Francisco de Paula Avendaño y funda el primer taller litográfico del país.
Las obras más importantes y que le dieron fama, fueron: "El 19 de abril de 1810" (1835) y "El 5 de
julio de 1811" (1838).
Nació en Caracas el 11 de julio de 1776, hijo de Atanasio Lovera y de Juana Rosalba Arriechedera.
Realizó sus primeros estudios en el Convento de los Dominicos donde recibió lecciones de pintura.
Estudió con Antonio José Landaeta, de la conocida Escuela de los Landaeta, en calidad de aprendiz.
Uno de sus primeros retratos fue el de Alejandro de Humboldt en 1799.
En 1808, Lovera trabajó en la reconstrucción de la Iglesia Parroquial de La Victoria, restaurando el
retablo y pintando un retrato del «Padre Eterno».
Militó por la causa independentista de los territorios americanos, lo que le valió ser perseguido
tras el triunfo del realista Domingo de Monteverde (1812). Cuando el ejército de José Tomás
Boves invadió Caracas en 1814, migró a Cumaná, donde impartió clases de pintura.
Los últimos años de su vida se dedica a enseñar, mostrando gran interés en sus discípulos: Pedro
Lovera (su hijo) y Celestino Martínez. Fue profesor de la Academia de Dibujo de Caracas.
Juan Lovera ejerce el oficio de pintor por más de cuarenta años. Fallece el 20 de enero de 1841 en
su ciudad natal, convirtiéndose así en el primer pintor de la era republicana venezolana.
Obra
Pintura
Don Marcos Borges recibiendo las proposiciones académicas de su hijo Nicanor Borges. Circa
1838. Óleo sobre tela 169 x 113,3cm. Galería de Arte Nacional.
El Juez Agustín de Vergara. 1836. Óleo sobre tela 101 x 76cm. Galería de Arte Nacional.
19 de Abril de 1810. 1935. Óleo sobre tela 139 x 98cm. Palacio Federal Legislativo.
Presbístero Dr. Domingo Sixto Freites. 1831. Óleo sobre tela 71,5 x 58cm. Galería de Arte Nacional.
Lino Gallardo. 1830. Óleo sobre tela. Galería de Arte Nacional.
Licenciado Francisco Antonio Paúl. Circa 1829. Óleo sobre tela 57 x 42,5cm. Galería de Arte
Nacional.
La Divina Pastora. 1820. Óleo sobre tela 124,5 x 102cm. Galería de Arte Nacional.
Retrato de Antonio Muños Tebar. 1813. Óleo sobre tela 97 x 76,5cm. Casa natal del Libertador.
El hombre del chaleco. 1812. Óleo sobre tela 68,3 x 49,2 cm. Galería de Arte Nacional.
Firma del Acta de Independencia 1811. Óleo sobre tela. Palacio Federal Legislativo.
Presbístero José Gregorio de Ávila. Sin fecha. Óleo sobre tela 59,7 x 44,5cm. Galería de Arte
Nacional
Retrato de Simón Bolívar.
Fue una pintora Venezolana , reconocida por muchos como una de la más famosas y
representativa en el arte abstracto , especialmente en las decadas 1950 y 1960.
Estudió en la escuela de artes plásticas y aplicadas de Caracas. Vive varios años en Santiago de
Chile y París .Recibe el premio Nacional de Artes Plásticas , en 1978 . Su obra ha sido expuesta en
importantes museos de todo el mundo.
Hija de Rafael Pardo Becerra e Inés Mercedes Ponte Machado. Nació en la parroquia La Pastora.
Su infancia transcurre entre su ciudad natal, la Isla de Margarita y Los Teques. Estudió en la
Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas de Caracas. Vivió varios años en Santiago de Chile y París.
Inició desde muy joven una trayectoria en la plástica que abarcó diferentes técnicas y diversas
posibilidades del lenguaje abstracto, principalmente en pintura, acuarela, vitrales y collages,
además de sus afamadas escenografías para teatro y una abundante obra gráfica.
En 1951 contrajo matrimonio con el artista plástico Alejandro Otero en Londres. En 1952 exhibió
sus trabajos abstractos en el Espacio Lumière de la Galería Suzanne Michel (París), junto a Otero,
Jesús Soto, Luis Guevara Moreno, Carmelo Arden Quin, Rubén Núñez, Jack Youngerman y Kosnit-
Kloss.
Este año regresó a Venezuela y participó en la "Exposición internacional de arte abstracto" (Galería
Cuatro Muros, Caracas). En la década del cincuenta el abstraccionismo es aceptado en el país, y la
puesta en marcha del proyecto de integración de las artes de la Ciudad Universitaria de Caracas y
el regreso de una generación de artistas formados en Francia, afianzaron un clima de renovación
tanto en la ejecución como en la educación artística. Hacia 1956 comienza a realizar obras que
pueden catalogarse como preinformalistas por la utilización de una abundante capa pictórica,
aunque su trabajo se decidirá hacia una búsqueda formal de efectos cromáticos. En 1956
comienza sus escenografías teatrales con la obra Intervalo de Elizabeth Schön, presentada en el
Teatro Nacional (Caracas); también en este año participa en las exposiciones "Collages" (Galería-
librería Sardio), "Exposición Fundación Cristóbal Rojas" (MBA) y en el I Salón de Arte Abstracto
(Galería Don Hatch, Caracas). En 1959 funda la sección pedagógica del MBA y participa en la V
Bienal de São Paulo. En 1960 expone en el II Salón Interamericano de Pintura (Barranquilla,
Colombia), "Arte hoy" (La Habana) y "Espacios vivientes" (Palacio Municipal, Maracaibo), y se
radica en París, donde pinta acuarelas abstractas caracterizadas por el trazo lírico, goteos y
manchas que crean un gran dinamismo en el espacio plástico.
En 1962 participó en la XXXI Bienal de Venecia y realizó una serie de monotipos frotando objetos
como tuercas, clavos y clips, que titula Huellas. Ese mismo año, fue fundadora de la Escuela
Cooperativa de San Antonio de los Altos (Edo. Miranda), hoy Escuela Comunitaria, creando allí los
talleres artesanales en donde imparte clases. Asimismo, junto con J.M. Cruxent expone, en las
salas del MBA, 36 cuadros en los cuales el predominio de tintas y colores transparentes
introducirán en su obra un tono suave que contrastará con su anterior época. En 1964 recibe el
Premio Nacional de Artes Aplicadas conjuntamente con Alejandro Otero.
En 1971 participa en "34 estampadores latinoamericanos" (MBA). En 1972 funda y dirige el taller
de expresión artística infantil en la Fundación Mendoza; también en 1974 trabaja en los talleres de
arte y expresión infantil, fomentados por el Banco del Libro en barrios populares de Caracas. Ese
mismo año figura como asesora en la Fundación del Niño. En 1975 expone en "Panorama de la
pintura venezolana" (La Habana). En 1976 expone en "Los artistas y Olivetti" (MACC); en 1978 es
galardonada con el Premio Nacional de Artes Plásticas y se presenta en la muestra "L'œil en
question" (Noroit, Arras, Francia). En 1979, la GAN organiza una retrospectiva con obras realizadas
entre 1952 y 1978, y participa en la exposición "Arte constructivo venezolano 1945-1965: génesis y
desarrollo", realizada en la GAN; este año diseña para el Teatro Municipal de Caracas un telón de
boca de trescientos metros cuadrados, del cual Fundarte realiza una edición serigráfica. En 1983 es
invitada a la II Bienal Nacional de Artes Visuales (MACC). En 1984 expone en la I Bienal de La
Habana y comienza la serie de obras titulada Suite cubista. En 1987 concurre a "50 años de pintura
en Venezuela a través de los Premios Nacionales" (Museo de Arte La Rinconada, Caracas) y al
Salón Nacional de Artes Plásticas en la sección artistas invitados (MACC). En 1991 realiza su
exposición antológica más importante, "Moradas del color" (GAN). Mercedes Pardo también ha
participado en las ediciones III, XVIII, XX, XXI, XXII, XXIII, XXV y XXVI del Salón Oficial (1942, 1957,
1959-1962, 1964 y 1965). Con motivo de la Feria Iberoamericana del Arte 2004, Pardo se definió
como "la colorista" en un homenaje que incluyó la publicación de un libro que recoge parte de su
obra, bajo el título La utopía privada de Mercedes Pardo. En sus últimos años vivió y trabajó en San
Antonio de los Altos (Edo. Miranda).
Conocido pintor de temas históricos, en opinión de Arturo Uslar Pietri su virtud como artista
plástico ha sido pintar para enseñar la historia. Su verdadero nombre era Británico Antonio Salas
Díaz. Sus padre José Antonio Salas, fue uno de los primeros comerciantes que establecieron en
Venezuela una industria cervecera. Los estudios de pintura los inició en la Academia de Bellas
Artes de Caracas. Luego de obtener el primer lugar del certamen anual de dicha Academia (1901),
viaja a París en 1905 para inscribirse en la Academia Julian donde tuvo como maestro a Jean Paul
Laurens. Durante este tiempo asiste también a la escuela de La Grande Chaumière donde recibió
clases de los pintores Lucien Simon, Courtois y Prinet. Ese mismo año, envía una obra al Salón
Oficial de París. En 1906, obtuvo una medalla de oro por su composición La San Genaro. En este
período viaja a Italia, donde es impactado por la obra de los pintores Tiépolo, Tintoretto, Tiziano,
sobre todo, por el género histórico cultivado por estos maestros.
Entre 1907 y 1908, viaja a España, donde pinta una serie de obras basadas en la observación de
escenas y costumbres del país. En 1908, obtiene la medalla de oro de la Exposición de Bruselas.
Retorna a Venezuela en 1911 y trae consigo el tríptico de Simón Bolívar que se encuentra
actualmente en el Palacio Federal. El historiador Vicente Lecuna, encargado de asesorar los
trabajos de restauración de la Casa Natal de Bolívar, le encomienda a Tito Salas la labor de decorar
los muros del inmueble con algunas escenas de la vida del Libertador (1913). En este lapso, Salas
elabora entre otras, las siguientes pinturas: La emigración a Oriente, El Matrimonio de Bolívar y
María Teresa, La Expedición de los Cayos, El terremoto de 1812. Una vez culminado su trabajo en
la casa natal (1931), Salas recibe el encargo de los murales del Panteón Nacional, los cuales
termina en 1942.
Aunque su obra como pintor de temas históricos ha opacado su trabajo como paisajista, no se
debe olvidar que Salas destaca entre los artista que han contribuyeron a desarrollar la tradición
del arte moderno en Venezuela a partir de 1900. Hacia el fin de su vida, retirado en su casa
colonial de Petare trabajó intensamente en obras de mediano y pequeño formato. En 1970, poco
antes de su muerte, Salas pintó para la residencia presidencial «La Casona», en Caracas, una obra
titulada Los Causahabientes, que representa en un conjunto a los presidentes de la República de
Venezuela que gobernaron durante el siglo XIX.
Obra
Pintura
Paisaje. 1906.
Boda de Bolívar. 1921.
El terremoto de 1812. 1929. Óleo sobre tela.
Bautizo del Libertador. 1930.
La lección de Andrés Bello a Bolívar. 1930.
Bolívar y Bello. 1970.
Catequización. 1970.
Muerte de la esposa de Bolívar.
Índice
[ocultar]
1Reseña histórica
2Obras
3Galería
4Referencias
4.1Bibliografía
5Enlaces externos
Reseña histórica[editar]
Héctor Poleo fue un pintor venezolano. Formado en la Academia de Bellas Artes de Caracas,
obtuvo una beca para estudiar pintura en México, donde recibió influencia de los artistas
de Realismo social; entre ellos, Diego Rivera. A comienzos de los años cuarenta viajó por la región
andina. Dentro de sus obras de este período destaca Los tres comisarios (1943), de carácter
eminentemente social. En 1944 se trasladó a Nueva Yorky en 1948 fijó su residencia definitiva
en París y regresó a Caracas una década después. Recibió el Gran Premio Internacional de Arte
Contemporáneo del Principado de Mónaco(1969) y el Premio Nacional de Artes Plásticas (1986).
Entre otras participaciones de gran importancia se encuentran la Bienal de Sao Paulo en 1953 y la
Bienal de Venecia del año siguiente. Entre sus obras públicas resaltan un mural en la Ciudad
Universitaria de Caracas, el vitral del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía y el
mural de la estación La Paz del Metro de Caracas.24
Obras[editar]
Galería
Destacado pintor y dramaturgo venezolano. Cursó estudios en la Academia de Bellas Artes entre
1930 y 1935. En 1936, cuando Rómulo Gallegos se desempeñaba como ministro de Educación,
César Rengifo consiguió una beca para especializarse en pedagogía de las artes plásticas en
Santiago de Chile; para luego viajar a ciudad México para inscribirse en la Academia de San Carlos,
donde estudia las técnicas del muralismo de 1937 a 1938. Durante su estadía en la capital
mexicana, Rengifo fue influido de manera significativa por la obra de Diego Rivera, alcanzando un
estilo que se apartó de la preceptiva de la Escuela de Caracas y dio relevancia al mensaje social de
la pintura, gracias a un realismo fundado en una temática rural suburbana para el que adoptó una
técnica que, por el empaste liso y sus efectos de relieve y claroscuro obtenidos con los tonos
sombríos, se aproxima a la de los primitivos italianos.
Su pintura se caracteriza por su carácter literario, en donde está presente su concepción sobre
el Realismo Social concebido como el reflejo de la realidad nacional, y en donde el campesino está
presente.
El tema principal de su pintura es el campo venezolano, humanizado por la figura de los tipos
campesinos criollos; el paisaje en ruinas, donde se levantan cielos oscuros o presagiosos a los que
la tierra comunica su propio color, está escuetamente delineado como escenario teatral donde
destacan las figuras en primeros planos.
Su obra muralística[editar]
Del muralismo de Rengifo se habla muy poco, aunque allí están sus obras más resaltantes que han
permanecido en el tiempo. Fue el pintor de los pobres, reivindicó a los humildes, no con un arte
panfletario, sino con un estilo plástico propio, mezcla de realismo con impresionismo donde el
tema de la pobreza es predominante, su maestro mexicano Diego Rivera dejó esta impronta social
en Rengifo. En su obra muralítica plasma sus ideas como militante comunista rescatando los
valores populares y de los pueblos originarios, su obra comprometida con las luchas sociales le
costó el exilio por luchar del lado de los pobres y oprimidos.
«Provengo, pues del pueblo y voy ligado a él por conocimiento y sentimiento» César Rengifo
Obras
Boceto
Boceto Nº 1 para mural (detalle). Circa 1970. Grafito sobre papel 63 x 163,5cm
Boceto para el mural Conquista. 1972. Tinta china sobre papel 54,2 x 69,8cm
Pintura
Apunte. 1948. Acuarela y creyón sobre papel 54 x 36cm. Galería de Arte Nacional
Paisaje - drama. 1953. Oleo sobre tela. 102 x 71,5 cm. Colección Galería de Arte Nacional
Estudio. 1954. Oleo sobre tela. 102 x 81,5 cm. Colección Galería de Arte Nacional
La flor del hijo. 1954. Oleo sobre tela. 96,5 x 97,5 cm. Colección Galería de Arte Nacional
La música. 1957. Oleo sobre tela. 160,5 x 110,4 cm. Colección Galería de Arte Nacional
Un niño nació en Kabimbú. 1957
Dianita. 1966. Oleo sobre tela (época Mexicana). 100 x 80 cm. Procedencia: Familia Rengifo.
Expuesta en exposición del Metro de Caracas
Los hijos de los barrios. 1967. Acrílico sobre tela 79 x 99cm
Autorretrato. 1968. Óleo sobre tela 61,5 x 47,2cm. Galería de Arte Nacional
Una Rosa para mi Ciudad. 1971. Óleo sobre tela 165 x 100cm
El loco y su música. 1971
Autorretrato. 1974. Óleo sobre tela 40 x 25cm
La Mano de Rengifo. 1975. Oleo sobre tela. 26x15cm. Adquirido directamente a la Flia Rengifo
El globo. 1975. Óleo sobre tela 70 x 50cm. Instituto Nacional de Hipódromos, en comodato
Erosión. 1975
El auxilio. 1975
Retrato de Francesca. 1979. Óleo sobre tela 102 x 73,5cm. Galería de Arte Nacional
El tronco incendiado. 1979
Hombres y flores de galipán en el alba. 1980. Óleo sobre tela 150,5 x 190,2cm. Galería de Arte
Nacional
Boceto para niños. 1988. Serigrafía sobre papel 140/225 Edición post-mortem 56,5 x 38,3cm.
Museo Arturo Michelena
Instancia del exodo VI. Óleo sobre tela 88 x 110cm
El niño enfermo
Paisaje de la Esperanza
El Sembrador
Instante mágico II
Cena del éxodo
Mural
Detalle del mural en mosaico de Mito de Amalivaca ubicado en el Centro Simon Bolivar, Caracas.
1955
Detalle del mural en mosaico de Mito de Amalivaca ubicado en el Centro Simon Bolivar, Caracas.
1955
Detalle del mural en mosaico de Mito de Amalivaca ubicado en el Centro Simon Bolivar, Caracas.
1955
Detalle del mural en mosaico de Mito de Amalivaca ubicado en el Centro Simon Bolivar, Caracas.
1955
Mural en mosaico en Los Próceres que representa tres momentos de la historia de Venezuela.
1973
Mario Abreu
Información personal
Nacimiento 22 de agosto de 1919
Turmero, Aragua, Venezuela
Fallecimiento Caracas
20 de febrero de 1993(73 años)
Nacionalidad Venezolano
Información profesional
Índice
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1Biografía
2Obras
3Referencias
4Enlaces externos
Biografía[editar]
Diestro en el dibujo desde niño, realiza sus primeros dibujos a los 9 años y a los 10, pinta sus
primeros paisajes; se traslada joven a Caracas. Trabaja como obrero en la Casa Benzo mientras
estudia de noche para terminar sus estudios primarios. Más tarde asiste de 9 a 11 de la noche a los
cursos nocturnos de la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas de Caracas, dirigida por Antonio
Monsantos. En 1942, gracias a que gana un concurso de pintura y obtiene una beca de 100
bolívares mensuales, puede dejar su trabajo y asistir a los cursos diurnos de la citada Escuela, de la
que se diplomó en 1947. Participó en el Taller Libre de Arte, fundado al año siguiente de que
regresara.
Da inicio, entre 1950 y 1952, a una pintura vivencial con temas como gallos, catedrales vegetales,
diablos danzantes. Esta pintura distinta le hace recibir en 1951 el Accésit al Premio Nacional de
Pintura en el XII Salón Oficial Anual de Arte Venezolano, lo que le permite obtener una beca para
continuar estudios en Europa. Entre 1952 y 1959 reside en París, donde desarrolla una intensa
vida intelectual y comienza una nueva etapa de su obra.
Al retornar a Caracas comenzó a trabajar en su más célebre serie de obras, conocida como
"Objetos mágicos", la cual dio a conocer en el MBA, en una exposición realizada en 1965. Desde
entonces Abreu mantuvo una posición independiente, solitaria y alejada de la actividad
institucional, identificándose en su búsqueda de un realismo mágico con los grupos literarios
protestantes o surrealistas del país.1
Obras
Capataz, 1949.
El gallo, 1951.
Mujer vegetal, 1954.
Flora y arlequín, 1956.
Selva Amazónica, 1956.
Manuel Espinoza, 1959.
Sucesión lunar, 1960.
El ojo mágico, 1960.
El mundo del agua. 1960.
Gestación, 1960.
Ajedrez, 1960.
Recuadro, 1963.
Tótem vertebrado, 1964.
El hijo de Mandrake, 1965.
Rastros Indígenas, 1965.
Huevo cósmico, 1978.
La caja negra, 1980.
Dama búho, 1982.
Desnudo blanco, 1984.
La dama en oro, 1985.
Buho en oro, 1986.
Cafetera erótica, 1991.
Exposiciones individuales
1951, MBA .
1963, MBA.
Exposiciones póstumas
2001, "La corte femenina. Mario Abreu", Centro Cultural Provincial, Caracas.
Premios
1951, Accésit al Premio Oficial de Pintura, XII Salón Oficial / Premio Federico Brandt, XII Salón
Oficial / Premio Andrés Pérez Mujica, IX Salón Arturo Michelena / Tercer premio de pintura, IV
Salón Planchart
Biografía[editar]
Manuel Cabré nació el 25 de enero de 1890 en Barcelona, España, hijo del escultor catalán Ángel
Cabré i Magriñá (1863-1940) y de Concepción A. de Cabré. Desde muy niño residió en Venezuela,
llegando con su padre quien había sido invitado por el Presidente Joaquín Crespo para llevar a
cabo trabajos en las obras públicas de Caracas. A los 14 años de edad ingresó en la Academia de
Bellas Artes de Caracas, donde su padre regentaba la cátedra de Escultura.
En 1912 fundó junto a Leoncio Martínez, Rafael Agüín, Cruz Alvárez García, Julián Alonzo, Antonio
Edmundo Monsanto y otros artistas, el Círculo de Bellas Artes, grupo anti académico que se rebeló
contra los métodos de enseñanza de Antonio Herrera Toro.12 Enamorado del paisaje venezolano,
pronto se sintió conmovido por el Cerro El Ávila, montaña al norte de Caracas, que pintó desde
todos sus ángulos y con todos los matices.
Después de varias exposiciones exitosas en Caracas, se trasladó a París, donde residió hasta 1930.
En esta época cultivó el cubismo y el impresionismo. En 1931 regresó a Venezuela y se dedicó con
ardor a captar la naturaleza de su país. En 1951 ganó el Premio Nacional de Pintura y en 1955 el
Premio Herrera Toro, en el XVI Salón Oficial, además de otros importantes galardones. Fue
director del Museo de Bellas Artes de Caracas entre 1942 y 1946. Manuel Cabré fue un paisajista
por excelencia, con un excelente dominio de la técnica, el color y la forma. Murió en Caracas el 26
de febrero de 1984, dejando una extensa obra.
En 1942, el máximo exponente de la Escuela de Caracas, el pintor y entonces director del Museo
de Bellas Artes Manuel Cabré, por encargo del Presidente de la República Isaías Medina Angarita,
emprende también un viaje a los Andes donde pinta varios paisajes. En ellos abandona la visión
cercana e intimista con la que suele representar el Ávila, y adopta una perspectiva panorámica afín
a la que empleaba José María Velasco para plasmar el Valle de México a fines del Siglo XIX. Son
éstas pinturas de celebración casi barroca (en todo caso exultante) de la grandiosidad del paisaje
andino, resplandeciente de infinitos verdes en una cálida atmósfera» Federica Palomero, abril
2010 en Héctor Poleo entre épocas, catálogo de la exposición de la Galería de Arte Odalys,
Caracas, 21 de mayo al 20 de junio de 2010.
En 1949 el crítico Francisco Da Antonio identificó sus primeras obras, presentadas luego por
primera vez en una colectiva, junto a las de otros pintores «ingenuos» en la exposición «Siete
Pintores Primitivos y Espontáneos de Petare» (Bar Sorpresa) en 1954.
En 1956 fue revelada su obra en una exposición individual celebrada en el Museo de Bellas Artes
de Caracas.
Su trabajo artístico ha sido comparado con los imagineros coloniales, a causa del profundo
sentimiento religioso de su obra, un vestigio sin duda inculcado por la familia que se encargó de su
crianza. No queda duda que su semblanza humilde evidencia que la tipología de sus personajes y
el ambiente de su peculiar obra están tomados de Petare, donde siempre vivió.
Su peculiar e intuitivo uso de los colores vivos, empleados por zonas definidas por contornos
sinuosos o lineales; figuras y objetos superpuestos, sin guardar escala entre sí; reiterado
simbolismo del paisaje, con dentadas montañas cuyos dramáticos arabescos contrastan con cielos
grises, llenos de ángeles torpes, nubes y aves.
Por ende, su valor como creador radica principalmente en su inconfundible estilo de formas,
temas, colorido, líneas y composición, valiéndose sólo de la pura intuición y en perfecta sintonía
con la ingenua autenticidad de su espíritu inocente y visionario.
En 1993, con motivo del centenario de su nacimiento, se llevó a cabo en la Galería de Arte
Nacional de Venezuela una exposición retrospectiva de su obra.
Jesús Soto
Información personal
Nombre de
Jesús Rafael Soto
nacimiento
Nacimiento 5 de junio de 1923
Ciudad Bolívar, Venezuela
Fallecimiento 14 de enero de 2005(81 años)
París, Francia
Lugar de
Cementerio de Montparnasse
sepultura
Nacionalidad Venezolana
Educación
Educación Escuela de Artes en Caracas
Información profesional
Índice
[ocultar]
1Biografía
2Soto y París
3Galería
4Véase también
5Referencias
6Enlaces externos
Biografía[editar]
Estudió en la Escuela de Arte en Caracas, donde conoce a Carlos Cruz Diez y Alejandro Otero.
Desde los años 70 hasta los 90 los trabajos de Soto son expuestos en lugares como
el MOMA y Museo Guggenheim de Nueva York, Centro Georges Pompidou en París y la Bienal de
Venecia de 1966 y la Bienal de São Paulo en 1996.
Soto fue particularmente famoso por sus "penetrables" esculturas dentro de las cuales, las
personas pueden caminar e interactuar. Se ha dicho que el arte de Soto es inseparable del
observador, sólo puede estar completo con la ilusión percibida por la mente como resultado de la
observación.
Un trabajo de Soto adorna el techo del salón principal del Teatro Teresa Carreño, en Caracas, y
otro, una parte del interior de la estación Chacaito del Metro de Caracas. Este último se extiende
hasta el exterior de la estación y se puede ver desde la superficie, en la Plaza Brión de Chacaíto. La
Esfera Caracas, se encuentra en la autopista Francisco Fajardo, la cual fue recientemente
reconstruida.
Contenido
[hide]
1Educación y carrera
2premios
3colecciones permanentes
4Mercado de arte
5Bibliografía
6referencias
7Enlaces externos
Educación y carrera [ editar ]
Reconoció a Piero della Francesca , el maestro renacentista italiano, como una influencia en su
trabajo. [10]
Premios [ editar ]
Premio de Artes Gráficas de 1957, Sección de carteles, Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas,
Caracas
1959 Segundo Premio de Dibujo, Primera Exposición Nacional de Drawaing and Engraving,
Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad Central de Venezuela, UCV
1960 Tercer Premio, Salón de las Artes Aplicadas, Casa de la Cultura, Maracay, Venezuela
1961
1964 Segundo Premio, III Salón Aragua, Casa de la Cultura, Maracay, Venezuela
Premio Roma 1966, XXVII Salón Oficial / Medalla de Oro, Bienal de Arte Gráfico, Barranquilla,
Colombia
1967
Primer Premio, IX Salón Nacional de Dibujo y Grabado, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, UCV
1968
1971
Medalla de oro, primera Bienal de Arte Gráfico de Cali, Colombia
Beca de trabajo 1976, Salón Las Artes Plásticas en Venezuela, Museo de Bellas Artes (MBA)
1981
1984
Colecciones permanentes [ editar ]
Museo de la Carretera para la Paz , carretera binacional que conecta Cúcuta, en el noreste de
Colombia, a San Antonio del Táchira, en el suroeste de Venezuela [15]
Una lista más amplia de las colecciones informadas para mostrar obras de Alirio Palacios
incluye: [4] [17] Galería Municipal de Arte, Puerto La Cruz, Universidad Central de Venezuela ,
Escuela de Artes de la Universidad de Beijing, Academia de Bellas Artes de Varsovia , Museo
Nacional, Varsovia , Museo de Brooklyn , Asociación de Artes Plásticas en Shanghai , Centre
Genevois de Gravure Contemporaine y Musée d'Art et d'Histoire (Ginebra).
Mercado de arte [ editar ]
Alirio Palacios fue uno de los más versátiles pintores, dibujantes y grabadores venezolanos de la
segunda mitad del siglo XX. Enmarcado en la nueva figuración de los años 60 de Venezuela, y el
boom del dibujo de los años 70, que le hizo merecedor del Premio Nacional de Artes Plásticas en
1972. Su obra se paseó entre figuras que se volvían manchas, en una simbiosis entre lo abstracto y
lo figurativo. Palacios hizo de su arte un estilo cosmopolita de vida y creación.
Alirio Palacios nació el 12 de diciembre de 1938 en el Volcán, estado Delta Amacuro. A mediados
de la década de los 50 inició sus estudios de arte puro y artes gráficas en la Escuela de Artes
Plásticas y Aplicadas de Caracas. En 1959 representó a Venezuela en el VII Festival Mundial de la
Juventud y los Estudiantes, en Viena. Viaje que dio inicio a su vida cosmopolita, hasta radicarse en
Nueva York, alternando con Caracas.
La escritora, pintora, docente, caricaturista, psicóloga y promotora cultural Ana Rosa Angarita
Trujillo nació en Caracas, el 16 de febrero de 1931. Hija de Rafael Angarita Arvelo y Sarah Trujillo
Domínguez.
Algunos de sus escritos son: La Quema de Judas la Transformaron en Ciudad Guayana, (1980);
Guía de Interpretación Gráfica del Periodo Sensorio-Motor según Piaget (1980). Novelas:
Hormiguero de Concreto, Premio Nacional Gloria Stolk (1984), El Habitador de la Casa de Aire.
Mención Cuento. Primer premio Rómulo Gallegos de la Dirección de Cultura del Edo. Táchira
(1985), El Llanto Americano o Crónica de los Nosotros, Premio Nacional Canaima de Novela (1986),
Amalivaca el Padre de Toda la Gente (1996), La Faz Oculta de Guayana, Mitos e Invocaciones
(1998), Sumergiéndonos en el Alma de los Sanermá – Yanoama (2008).
Ha recibido los siguientes premios: Novela Gloria Stolk (1982), Internacional de Poesía Alfonsina
Storni (1982), Primer Premio Mención Especial en el Concurso Estadal de la Dirección de Cultura
de Táchira (1984), Regional Rómulo Gallegos, Táchira (1984), y Canaima (1987).
Ella y su obra son Patrimonio Cultural del Municipio Caroní, Edo. Bolívar (2008).
Ana Rosa Angarita Trujillo (Caracas, 1935) es una escritora, pintora, educadora, caricaturista,
psicóloga y promotora cultural venezolana.
Índice
[ocultar]
1Biografía
2Obra
2.1Obras inéditas
3Premios y reconocimientos
4Referencias
5Enlaces externos
Biografía[editar]
Fundó y dirigió el Instituto Rondalera de Caracas entre 1967 — 1973. Fundadora del Centro de
Atención al Niño Maltratado en Trujillo.1
Actualmente vive en el barrio Campo Rojo del Distrito Caroní, Estado Bolívar; donde transmite los
mitos de la región Guayana a niños de la comunidad. Lo cual hace a través de actividades
artísticas.
Ha integrado la psicología, la educación, las artes plásticas y la literatura en sus actividades con la
comunidad.
Amplía su proyecto de vida, pintando y escribiendo sobre los aspectos más relevantes de la Región
Guayana, reunidos en siete series: tepuyes, flora, fauna, industria, ciudad, petroglifos y la más
fundamental de todas, mitos de diferentes etnias de los Estados Bolívar, Amazonas y Delta
Amacuro, constituidas por 35 textos con diversas versiones pictóricas de los mismos (1990-2008).
Apoyando su proyecto, junto con el Centro de Formación Permanente Luis Beltrán Prieto Figueroa,
del Ministerio del Poder Popular para la Educación, del Estado Bolívar (2007), revisaron y
dirigieron el texto de La Faz Oculta de Guayana, a maestros, estudiantes y público en general.
Obra[editar]
Guía de Interpretación Gráfica del Periodo Sensorio-Motor según Piaget. ( para alivio e
estudiantes). Editado por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB- Táchira). San Cristóbal.
Venezuela. 1980.
Novelas: Hormiguero de Concreto, Premio Nacional Gloria Stolk . Editado por ALFADIL Ediciones
S.A. Caracas. Venezuela. 1984.
El Habitador de la Casa de Aire. Mención Cuento. Primer premio Rómulo Gallegos de la Dirección
de Cultura del Edo. Táchira. Venezuela Lamigal revista trimestral de Arte, Literatura y Ciencias.
Caracas Venezuela. Junio 1985.
El Llanto Americano o Crónica de los Nosotros, Premio Nacional Canaima de Novela 1986.
Ediciones Centauro. Caracas. Venezuela.
Amalivaca el Padre de Toda la Gente. Editado por Asociación Civil Casa de la Cultura “Héctor
Guillermo Villalobos”. Ciudad Guayana. Venezuela. 1996.
La Faz Oculta de Guayana, Mitos e Invocaciones, publicada por C.V.G. Siderúrgica del Orinoco. C.A.
Caracas. Venezuela. 1998.
Sumergiéndonos en el Alma de los Sanermá - Yanoama. (Interpretación pictórica de la cosmogonía
yanomami – ARAT ) y textos de Daniel de Barandiarán, Ana Rosa Angarita Trujillo y Alfredo Rivas
Lairet. Editado por Universidad Católica Andrés Bello Guayana (UCAB- Guayana ). Caracas, 2008.
Obras inéditas[editar]
Finalización del texto referente a la masacre de los Sanermá - Yanoama por parte de garimpeiros
en Conuno Viejo - Sur de Venezuela.
Los Vengamientos del Ejército Justiciador, novela inédita en papel, pero hay una edición
electrónica en Amazon.
Premios y reconocimientos[editar]
Primer Premio Mención Especial en el Concurso Estadal de la Dirección de Cultura (Táchira) 1984.
Desde 2008 como homenaje a su labor realizada en esta región ella y su obra fueron designadas
patrimonio cultural del Municipio Caroní.
Pintora. Hija de Arturo Armas Subero y María Victoria Arévalo. En sus años en el Liceo Ramón
Buenahora es influenciada por su profesora de artística de origen francés, Françoise Bonnett.
Entre 1952 y 1974 su vida transcurre desligada de la pintura; se traslada de Altagracia hacia Valle
de la Pascua (1953) y finalmente a Maracay (1964). Se inicia en la pintura en 1974, a raíz de una
enfermedad, firmando sus cuadros con seudónimo. Sus obras, de mucho colorido, unen acciones
simultáneas en un mismo plano, lo que le da un valor simbólico a elementos folclóricos y mágico-
religiosos. A partir de 1975 asiste a muestras colectivas en el estado Aragua y, en 1978, concurre a
la importante muestra colectiva "Entre pintores desconocidos", organizada por el Té Catay. A
finales de ese mismo año realiza su primera exposición individual en el Colegio de Abogados del
Estado Aragua. En 1982 realizó estudios en el taller de Gladys Pirela en Maracay y, entre 1984 y
1985, asiste a clases de dibujo analítico en la Escuela de Artes Plásticas Rafael Monasterios de
Maracay, bajo la tutela de Aquiles Ortiz. En 1987 participa en la colectiva homenaje a los 20 años
del Museo de Arte de Maracay. Entre 1987 y 1995 participa en numerosas colectivas, entre ellas,
la I Muestra de Pintura Popular Venezuela 2000 (1988) y la II Bienal Bárbaro Rivas (1989), y en
1990 realiza Así es mi tierra, mural en la Avenida Bolívar de Maracay. Fue instructora de artes
plásticas en la Casa de la Cultura (1992) y en la Casa del Menor Trabajador (1993), ambas en
Maracay. En 1995 participa en el Taller de Arte Plumario sobre las antiguas técnicas de selección,
teñido y enlaces de plumas para la creación de trabajos plásticos contemporáneos, llevado a cabo
en La Habana. Las obras realizadas fueron expuestas en una muestra colectiva en la Casa de las
Américas en La Habana. Su pintura está llena de elementos folclóricos, místicos y religiosos, donde
la intuición tiene un importante peso. En ella plasma su particular visión del mundo, al evocar con
un gran colorido sus rincones de infancia y sus sueños.
Exposiciones individuales
1981 Casa de la Cultura, Turmero, Edo. Aragua / Escuela Salesiana Agronómica, Valencia, Edo.
Carabobo / Ceproaragua
1982 Casa de la Cultura Jorge R. Gómez, Cagua, Edo. Aragua / Corpoindustria, Maracay
1986 "La magia pictórica de Elvia Armas", Museo de Barinas Alberto Arvelo Torrealba, Barinas
1988 "La figuración efusiva y barroca de Elvia Armas", Galería Municipal de Arte, Maracay
1995 "De costumbres, rituales y otras devociones", Fundación Cultural José Ángel Lamas y Museo
de Petare
Premios
1979 Primer premio, Concurso al Aire Libre, Casa de la Cultura, Turmero, Edo. Aragua
1982 Segunda mención honorífica, VI Concurso Tito Salas, Maracay / Mención, Salón Aniversario
del Partido Comunista Gustavo Machado, Maracay
1983 Mención honorífica, I Salón Academia Andrés Bello, Turmero, Edo. Aragua / Mención,
concurso, Guacara, Edo. Carabobo / Primer premio, Concurso Castor Vásquez, Turmero, Edo.
Aragua
1987 Primer premio, Colegio de Médicos del Estado Aragua, Maracay / Mención, I Salón de Pintura
Ingenua Bárbaro Rivas, Museo de Petare / Segundo Premio Ipasme, Valencia, Edo. Carabobo /
Mención honorífica, VII Salón Anual Municipal de Pintura, Galería Municipal de Arte, Maracay
1988 Premio Isabel Ribas, II Bienal Salvador Valero / Tercer premio, I Muestra de Pintura Popular
Venezuela 2000, Fedecámaras, Caracas
“La obra de Leonor Arráiz es un mural fragmentado e incompleto. Sobre varias lajas de mármol
pintadas, se pueden reconocer algunos detalles de obras de Picasso, una orquídea y los segmentos
de un mar pictórico […]. Las imágenes picassianas remiten a la modernidad, el mármol es un
material asociado al arte clásico, la flor y la marina son datos del paisaje tropical y los dorados
huesos incorporados sugieren fósiles. Al hacer la lectura de la obra elemento por elemento se
organiza el conjunto: con fragmentos de la historia del arte dispuestos al modo de hallazgo
arqueológico, como pedazos de un mural de la antigüedad”.2 Esta misma obra fue exhibida un año
después en el Festival Latinoamérica Presente (Hamburgo, Alemania).
Índice
[ocultar]
1Biografía
2Obra
3Exposiciones Individuales
4Premios
5Colecciones
6Referencias
Biografía[editar]
Hija de Rafael Clemente Arráiz y Ana Lucca. Entre 1969 y 1973 estudió en el Instituto Neumann, y
posteriormente continuo su formación en el Cegra (1983-1985). 1
Obra[editar]
En 1988 exhibe “Instalaciones”, “obras que están entre la escultura y la arquitectura, […] piezas
[que] intentan trabajar con el espacio arquitectónico que las rodea”.3 Entre las obras exhibidas se
encuentra Demolición-deconstrucción (en su tercera versión), instalación que semeja un templo
de siete columnas que tiene en el centro parte de los escombros del paseo Los Próceres (Caracas);
esto, según la artista, hace reflexionar sobre la destrucción de Caracas y la pérdida de la memoria
de los habitantes de la ciudad.
Leonor Arráiz pertenece al grupo de creadores que en la década de los ochenta introdujo, desde la
pintura, claves pertenecientes al arte conceptual, asumiendo como fondo de su investigación la
historia del arte universal. Así, desde el hecho pictórico ingresa en la utilización de medios
conocidos como no convencionales.
Exposiciones Individuales[editar]
Premios[editar]
Colecciones[editar]