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Rescatado Libro 1
Bailey Bradford
Sinopsis
Cuando Gabriel Staley rescata a un magnífico lobo negro, no
tenía ni idea de que su destino acababa de aumentar el calor y le
había traído su compañero, un sexy cambiaformas Mika Blackwell.
¿Un lobo? ¿Qué coño? Aunque los lobos no eran raros en New
México, gracias a la transferencia de lobos hacia el Bosque Nacional
Gila, Gabe nunca había escuchado de ninguno bajando al norte de
Texas.
Adam asintió.
—Sí, estaba pensando que algún idiota pensó que sería una
mascota guay, y descubrió que había uno o dos errores en su
teoría. Como el hecho de que no puedes domesticar a un animal
salvaje. —Continuó con su inspección, pasando las manos por el
torso del lobo, caderas y piernas. El veterinario pasó las manos por
la barriga del lobo y Gabe sintió que el cuerpo del lobo se tensaba.
Sacudiendo la cabeza por la mirada preocupada de Gabe, Adam
llevó sus manos de vuelta al costado del lobo y le dio un codazo a
Gabe—. Y este hermoso lobo es un macho como acabo de
descubrir. Es por eso que se tensó, espero, ya que le he metido
mano al pobre. —Riendo suavemente, Adam asintió hacia Gabe—.
Quiero que te muevas al otro lado, arriba de su cabeza. Necesito
mirar en su boca.
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Capitulo 2
Gabe volvió al cuarto de baño para comprobar la IV que Adam
le había puesto al lobo, antes de irse y dejarle a Gabe una detallada
lista de instrucciones para el cuidado del animal. Mirando el denso
pelaje negro, decidió que necesitaba un nombre para el lobo. Todos
los perros que rescataba tenían nombres, por lo que parecía
correcto mejor que llamar a este nuevo rescate “el lobo”.
Acercándose para arrodillase junto al animal, pensó en sus
opciones. Un ojo marrón se abrió y observó a Gabe de cerca.
Sonrió, porque por alguna razón sentía algún tipo de camaradería
con el lobo. 14
—Vale, colega, necesitamos encontrar un nombre para ti. —
Vio que se abría el otro ojo, entonces notó una lengua contra su
mano. Acarició al lobo, disfrutando de la textura de su grueso pelo
contra su piel.
—Tan suave. ¿Como puede algo tan sedoso y suave ser parte
de un gran lobo duro como tú, hmm? Eres un estudio de
contrastes, ¿no? —Deslizó la otra mano en el abundante pelo
negro, más profundamente, sus dedos bailando con los duros
músculos. Gabe podía sentir un ligero temblor bajo sus dedos y se
abría apartado si el lobo no hubiera soltado un sonido que pensaría
que era de placer. Una sonrisa asomó a sus labios mientras Gabe se
cambiaba de posición y se sentaba, inclinándose contra la pared
para estar más cómodo. Dejó que se le cerraran los ojos—. No te
culpes, colega. Todo el mundo necesita ser mimado de vez en
cuando.
Otro silencioso gemido alcanzó los oídos de Gabe mientras
sentía que el lobo alzaba su cabeza para colocarla en su regazo. El
movimiento no lo sorprendió, pero si la comodidad de ello. Había
rescatado al lobo hacía solo unas horas, pero el lazo que sentía con
el animal era lo bastante fuerte como para preocuparse por como
se las arreglaría para soltar al lobo cuando se curara.
Gabe quería poner los ojos en blanco por las sugerencias, pero
pensó en los ojos del lobo la inteligencia que sintió ardiendo tras
ellos. ¿Quién era él para decir que el lobo no habría encontrado una
forma abrir la puerta? Lo que le hacía sentir como una mierda,
porque significaba que el lobo lo había dejado, huido de él,
realmente, ¿Por qué eso dolía tanto? Gabe se restregó el dolor en
su pecho.
—¿Quién eres tú? —Se las arregló para decir, sintiendo la vista
nublada, sus ojos nunca dejando esas heridas medio curadas tan
familiares. No puede ser, no puede ser...
—Soy Mika, —contestó el hombre, su voz profunda
retumbando llenó la mente de Gabe de un extraño zumbido
mientras luchaba contra la oscuridad que se lo tragaba.
Mika sonrió. ¿Su polla lo distraía? Bueno, era bueno saber que
no era el único que ardía en lujuria. Eso le daba la esperanza de
que Gabriel se sintiera tan atraído por él como Mika por su
compañero. Intentaría explicar tanto como se atreviera, pero si
algo más fallara, quizá el deseo entre él y Gabe le daría a Mika una
forma de atar al hombre a él. Palabras antes de acción, al menos
en este caso.
—Gabriel...
Oh, Mika pensó, ahí está la mirada que me dice cuan loco
cree mi compañero que estoy.
—¡No!
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Capitulo 3
Gabe se puso a dar un discurso motivacional mientras Mika
alimentaba y ejercitaba a los perros. Dios sabía que no era un
mojigato para nada, pero la constante necesidad que sentía por
Mika tenía a Gabe agitado. ¿Y el modo en que abordaba al hombre
y saltaba sobre sus huesos? Gabe no sabía que pasaba, excepto
que Mika se había visto como que se iba a ir. Algo le dijo a Gabe
que si dejaba que Mika se fuera en ese momento, Mika nunca
volvería. Eso lo había llenado de una desesperación que había
pateado sus instintos.
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Cuando Mika había empezado a... cambiar, Gabe había sentido
una combinación de pánico y posesividad que había provocado un
cortocircuito a sus buenas intenciones y el miedo que tuvo. Por lo
que reaccionó saltando sobre el hombre. Quizá no era algo
inteligente que hacer, pero ciertamente había sido satisfactorio al
final. Excepto, ahora esa necesidad de sentir al otro hombre dentro
de él se estaba alzando y ganaba a la fuerza de voluntad de Gabe.
Y eso asustaba a Gabe.
—¿Entonces esto pasa con todos con los que tienes sexo?
El miedo era algo vivo que luchaba dentro del pecho de Mika.
—¿Qué quieres decir con necesitar tiempo y tratar con lo que está
pasando entre nosotros? Tú... ¿Estás diciendo que quieres que me
vaya? —Dios, por favor no. El deseo de correr, de proteger su
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corazón le había dejado sitio una estridente necesidad de quedarse
y convencer a ese hombre de que tenían que estar juntos. ¿Qué
haría si su compañero le pedía que se fuera? ¿Podría hacer algo
más aparte de hacer lo que Gabe dijera?
—Está bien. Sea lo que sea, está bien. Quería decir eso, esta
constante necesidad que siento contigo, por ti, explican bastante.
Quiero saber los por qué y todo estando contigo, pero también
quiero conocerte a ti. Todas las respuestas en el mundo no me
ayudarán a hacer eso como estar contigo. Esas respuestas podrían
enturbiar mis pensamientos, apartar mi atención de todo lo que
realmente quiero, por ahora, es pensar en nosotros. —Con esas
palabras, Gabe alejó todas las preocupaciones de Mika. Podía ser
paciente, por ambos, hasta que fuera capaz de explicarse y Gabe
estuviera listo para escuchar.
—Si esos eran tus amigos los que estaban contigo antes, no
son ellos. Este es un hombre que huele... mal. Como problemas. —
Mika habló tan suavemente que a Gabe le costaba escuchar.
Procesó la última parte de la frase justo cuando abrió la puerta y se
encontró con el Sheriff Kaufman. Mierda, hablando de humor
asesino.
—¿Y?
—¿Por qué haría eso? Está bastante claro que sabes que
estuve allí. ¿Entonces vamos a cotorrear, perdiendo dinero de los
contribuyentes, o vas a dejar las tonterías? Cualquiera está bien
para mí, por cierto, pero ya que eres un oficial elegido... —Gabe
dejó la frase, mordiéndose la mejilla cuando el enfadado rubor se
alzó por el cuello del sheriff. Gabe se frenó de provocar más al
hombre, sabiendo muy bien que el sheriff era, como él, Todd y
Adam se referían a él, un jodido loco. Deseaba poder decirle a Mika
eso, pero no había estado listo para preguntarle como funcionaba el
enlace mental. Esa era una de las cosas que lo asustaba.
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Capitulo 4
Gabe se sentó en su ordenador, luchando por concentrarse en
la página web de un cliente que necesitaba actualizar. Entre
intentar no ceder completamente a las demandas de su cuerpo por
Mika e intentar ordenar todo lo que estaba en su cabeza, habían
sido un par de días estresantes. Dormir era un sueño imposible
porque todo lo que Gabe parecía hacer era girar y discutir consigo
mismo sobre si debería o no entrar en el dormitorio de invitados y
pedirle a Mika que lo follara. Suplicarle, si Gabe tenía que hacerlo, y
le preocupaba que lo hiciera, mientras, Mika había mostrado más
controlado que Gabe, limitando sus encuentros sexuales a 53
masturbaciones para que “Gabe no se sintiera apresurado”.
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Hot rod en ingles también puede significar coche deportivo
hombre como alguien más había hecho antes.
2
La traducción aproximada sería Un cohete rabioso embestidor de Rick, más o menos.
sonreírle a Mika—. Vienes a mí con esa cosa, y habrá una pelea. El
perdedor lo toma todo... literalmente.
3
Tan rápido como sea posible.
Mika estaba sacudiendo la cabeza. —Dejé el... Me fui con la
ropa puesta. Estaba... con prisas, supongo, sin pensar claramente.
—Esa mirada rota cruzó el rostro de Mika de nuevo pero se fue tan
rápido como había empezado. Eso era un progreso, uno pequeño,
se aseguró Gabe a sí mismo; al menos era breve.
—Esto es por pensar algo así. Solo intentaba hacerte ver que
sea lo que sea, no es la peor cosa del mundo. Sé que no mataste a
nadie, Jesús. Por lo que dime como acabaste aquí sin nada. —Gabe
cogió la otra mano de Mika, parando los nerviosos tirones que
empezó a darle al sofá.
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Mika exhaló temblorosamente. —En serio, no hice nada. Ser
gay, eso fue suficiente para que mi manada decidiera... echarme,
alejarme. Lo que sea. Lo dejé todo allí... —Cuando la voz de Mika
subió, Gabe deslizó sus brazos alrededor de él y los sostuvo
apretadamente. Mika le devolvió el abrazo mientras Gabe colocaba
su cabeza en el hombro de su amante.
Mika podía ver las lágrimas de Gabe en sus ojos. Sabiendo que
el dulce corazón de su compañero dolía por la crueldad del Sheriff
Kaufman hizo que el temperamento de Mika se alzara. No había
nada que quisiera más que coger un bate contra ese cabrón. Y por
Todd...
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Adam los saludó en el área de recepción tan pronto como
entraron en la clínica. Miró a Mika, la curiosidad evidente en su
mirada, notando la mano que había colocado en la espalda de
Gabe.
—Para, —siseó Gabe. A ese ritmo, iba a tener que caminar con
una mancha de humedad. Dios.
—Entonces, ¿estabais hablando del lobo que desapareció? —
preguntó Todd. La mirada de Adam fue hacia Gabe.
—No solo no, sino que me dijeron que solo lo pusiera a dormir
mientras ellos compraban otro cachorro para remplazarlo. Me
gustaría saber como se sentirían si les hicieran la eutanasia porque
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se han roto la cadera. ¡Una cadera rota hace que la gente sea
jodidamente idiota!
—Por favor, Mika, ¡muévete! —Se agarró los muslos por detrás
y alzó las piernas, abriéndose para Mika. Gabe pensó que Mika
intentaba decir algo, pero todo lo que salió de su boca fueron
sonidos estrangulados mientras se cerraban sus párpados y sus
caderas empezaron a empujar, lenta y profundamente. Gabe movió
sus caderas, listo para una monta más dura. Mika gimió, moviendo
sus caderas más rápido, golpeando ese dulce lugar dentro de Gabe.
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Capitulo 6
Gabe miró a Mika. —¿Estás de broma? Eso es... asqueroso.
Equivocado. Jodido. El sesenta y nueve del infierno.
—Vale, ¿y?
Gabe sonrió. —Si, Mika, creo que quizá como se supone que
seamos “compañeros” y todo lo de ser iguales, quizá ambos
deberíamos tomar el tapón anal, hmm? —Gabe estalló en
carcajadas mientras Mika se ponía pálido. A pesar de eso, no pudo
evitar sentir una punzada por lo que había dicho su compañero.
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Rescates de perros de pueblo pequeño sería la traducción aproximada.
pellizcada. —Sí, lo hice. Tenemos que llevar a M y M a Lubbock.
Annie va a El Paso. Normalmente, son unas nueve horas de viaje
hasta El Paso, si todo va bien. Pero, vamos a hacer unas cuantas
millas más ya que vamos a pasar por Lubbock. Creo que podríamos
conducir hasta Gila, conseguir tus pertenencias. Ya que, ya sabes
no está muy lejos de El Paso y eso, solo otras cuatro o cinco horas.
—Porque realmente quería ver a ese estúpido alfa que había herido
a su compañero. Normalmente no era un hombre de
confrontaciones, aunque no escapaba de ninguna, pero la idea de ir
a buscar las cosas de Mika, bueno, maldición si eso no ponía una
sonrisa en su rostro.
Gabe deslizó sus manos hasta que ahuecó las firmes nalgas
del culo de Mika, tirando mientras restregaban sus caderas juntas.
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Capitulo 7
Mika condujo por la I-20, hacia El Paso, tarareando con la
radio mientras Gabe dormía en el asiento del pasajero. Estaban en
carretera desde antes del amanecer, queriendo llegar a El Paso y la
nueva casa de Annie antes de que se hiciera oscuro. Las adopciones
de Max y Moe habían ido bien, y había sentido que las familias eran
buenas, impacientes por darle la bienvenida a sus nuevos
miembros. Gabe había estado contento por encontrarles buenas
casas, pero Mika notó una tristeza oculta en su compañero al
mismo tiempo. Gabe iba a echar de menos a los pequeños aunque
sabía que estaba haciendo lo mejor para ellos. 101
El corazón de Mika se llenó de orgullo. Su compañero era un
maldito bueno hombre, el mejor hombre que conocía, para ser
honestos. Miró a Gabe. Joder, se veía tan tranquilo, tan sexy con su
cabeza para atrás y sus labios ligeramente separados. Mika apretó
sus manos al volante, con los nudillos blancos mientras el deseo lo
golpeaba en las bolas, llenando su polla. Dios, ¿cuán estaban de la
siguiente parada?
—No pensé que podrían estar frías hasta que gritaste. —Y dijo
eso con una cara seria; Mika casi se atraganta con su propia
respuesta.
Gabe sintió sus propios ojos arder y miró a Mika para ver que
él, también, tenía húmedos los ojos. —Dios, somos nenazas, —
pensó Gabe.
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—No, bebé, nenazas no, —contestó Mika—. Solo gente que
sabe como es amar, y eso no nos hace débiles. Nos hace fuertes,
más fuerte juntos. Nunca pienses que amar es algo inferior a la
fuerza. O menos que una bendición.
—Algún tipo de... presión hacia abajo, —se las arregló Gabriel
para advertir, queriendo que Mika disfrutara de esto, saber cuan
bueno se sentía ser llenado. Flexionó sus nalgas mientras Mika hizo
lo que Gabe sugirió, entonces se deslizó a casa en un largo y lento
empuje. Mika siseó mientras Gabe lo llenaba, dándole a Gabe un
momento de pánico. Estaba bastante seguro de que podría retirarse
y no colapsar si tenía que hacerlo, aunque preferiría no tener que
hacerlo. Manteniéndose quieto, esperó hasta que vio el placer
reemplazar la incomodidad en los ojos de Mika, sintió moverse los
músculos internos de Mika, dándole a Gabriel la señal que
necesitaba.
—Tan bueno, Mika, tan jodidamente caliente y apretado. —
Gabe movió sus caderas más duro, observando como Mika ponía los
ojos en blanco. Saliendo solo unas pocas pulgadas, volvió a
empujar tan profundamente como pudo. Dios, se sentía tan bien,
tenía que hacerlo de nuevo. Gabe folló a Mika con una serie de
cortas pero firmes embestidas que los hizo gemir a ambos y desear
más. Salió casi por completo, luego volvió a entrar a casa, rozando
la próstata de Mika y consiguiendo un grito de su hombre.
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Capitulo 8
—Jesús, Mika, es hermoso. —Gabe miró por la ventana del
pasajero mientras entraban al Gila National Forest. El sol de la
tarde brillaba en el cielo azul claro; la tierra era hermosa, una
mezcla de montañas y tierras bajas que lo atraían. Esa vista
merecía las seis horas de conducción desde El Paso. Le apetecía
salir y caminar, experimentar ese lugar y el sutil poder que sentía
en ella.
—Sé que estás tenso, amor, pero todo irá bien. —Gabe pensó
sobre lo que acababa de decir, reconsiderándolo por un momento—.
Bueno, no es como si tu manada pudiera matarnos o algo.
¿Verdad? —Quizá debería haber hecho esa pregunta antes de que
vinieran aquí.
¿Qué demonios? —Um. ¿Por qué esa idea te hace ver feliz?
Eso es estúpido, amigo. —Aún así, Gabe supuso que era mejor que
la triste y ansiosa mirada de antes.
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—No es que lo busque, o que quiera. No, solo sé que si algo
como eso pasa, tú vas a estirar sus culos. Eso, bebé, es algo que
me encantaría ver. —La sonrisa de Mika envió chispas de lujuria de
las bolas de Gabe a su cerebro. Gezz, eran un par de perros
cachondos. ¿O era perros cachondos y lobos cachondos? Eso no
sonaba bien. Gabriel decidió que eso requería pensar bien.
Zane miró a Gabe, oliendo el aire una vez más, sin duda
esperando estar equivocado. Los tres hombres tras él se veían
desconcertados, pero asintieron a su alfa, confirmando que eran
compañeros. Mika decidió tener un poco de piedad, lo que era
mucho más de lo que Zane y la manada le habían mostrado.
Abrió su boca una vez más, sin duda para explotar sobre el
pomposo idiota de nuevo pero Mika fue más rápido.
—¿Sí? —Era obvio que Gabe no había acabado de ser malo con
el alfa, pero estaba intentando no ser un cabrón. Más o menos,
concedió Mika. Dios, su compañero lo hacía feliz.
—Solo quería decirte... deciros a ambos que sois bienvenidos a
quedaros aquí esta noche, si queréis.
—No, bebé, te dije que tenía planes para ti esta noche. Creo
que Silver City esta lo bastante lejos para llegar antes de que tenga
que follarte. —Deslizó sus manos por el bulto de los jeans de Gabe,
acariciando la dura polla a través de la tela.
—Él, ah, debería estar bien, con suerte, quiero decir. El doctor
dijo que se recuperará completamente, eso es lo que intento decir,
Gabe. Pasé para ver como iban las cosas, para asegurarme, um,
que los perros estaban bien, ¿sabes?
Gabe no estaba tan conmocionado para no notar el
tartamudeo y reconocer lo que era. Adam había pasado para ver a
Todd, por una razón u otra. De eso, se preocuparía más tarde.
—¿Qué coño, Mika? ¿Quién haría esto? ¿Y por qué Todd? —No
tenía sentido para Gabe.
—¿Qué pasó con sus padres, Adam? —Mika sabía que había
pasado algo, supuso que no era bueno, no si, como Gabe había
mencionado antes, los padres de Todd eran maltratadores, críticos,
santurrones fanáticos. Whoa, chico, contrólate, aquí, pensó.
—Te tengo.
Sabía que Mika lo decía en serio. Gabe cerró sus ojos y confió
en su compañero, dejando que lo guiara sin preguntar.
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Capitulo 10
—Todd está mejor, sus signos vitales son estables, pero
todavía no ha recuperado la consciencia. El doctor piensa que
podría despertar en cualquier momento, mientras las lecturas de su
electroencefalograma muestran el esperado nivel de actividad
cerebral. Y el jodido idiota loco no ha venido para entrevistarlo por
lo que pasó, ni siquiera ha pasado para ver si Todd ha recuperado la
consciencia. No he escuchado nada de él. —La voz de Adam era
ruda por la frustración a través del teléfono.
—Lo sé. Puedo hacer lo que sea si eso ayuda a pillar al hijo de
puta que le hizo esto a Todd. —Otro suspiro llegó a la oreja de
Gabe—. Entonces, ah. Bueno, sabía que Todd estaba, ya sabes,
interesado. —Una risa estalló en el teléfono—. Dios, ¡eso suena
jodidamente juvenil!
—Diría que eso está claro, sea cual sea el caso, —dijo Mika—.
Tanto si lo ha hecho y no tiene suficiente cerebro como para
ocultarlo, o si no lo hizo y no tiene el cerebro, o el deseo, de reunir
todas las evidencias. El hombre es tonto.
—Maldición, Mika, creo que Adam tenía mucha prisa por volver
con Todd. Seguro que hace que mover el culo sea fácil. —Gabe
estaba riendo, hasta que Mika agarró su mano y la puso sobre su
polla y empujó sus caderas—. Sé como se siente el hombre.
—Sí, creo que quizá pasara algo así. ¿Puedes comprobar sus
mensajes? —Mika tenía una sensación sobre el teléfono de Todd; no
podía evitar pensar que había información en él que ayudaría a
descubrir quien había asaltado a Todd. No sabía si era por
desesperación o inspiración.
Gabe abrió los mensajes. —No hay nada nuevo, solo algunos
mensajes entre él y Adam, hablando de perros y cosas. —Presionó
el botón de atrás—. Huh. Veamos que hay en sus borrado…oh. —
Gabe bajó el teléfono a su regazo.
—Después de leer eso, tengo que decir que espero que Adam
sepa en lo que se está metiendo. —Mika rió por juego de palabras.
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Capitulo 11
Gabe salió al porche trasero detrás de Mika. Habían dejado la
luz apagada, queriendo tanta discreción como fuera posible para
cuando Mika merodeaba en su forma de lobo. Detrás del granero,
Mika se quitó los pantalones y se los pasó a Gabe.
Gabe pensó que vio una sombra negra moverse tras la figura.
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—Tubería. Supongo que este tipo no es muy creativo con sus
intentos de asesinato. Y estoy justo detrás de él. —Mika acababa de
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salir de su escondite cuando el hombre, quizá sintiendo que estaba
siendo observado, se giró. Gritó cuando vio el lobo siguiéndolo,
alzando la tubería para golpear.
—¿Qué, no lo sabes?
—Mika, eres algo más, ¿lo sabes? —Gabe alzó su mano herida
contra su pecho—. Hiciste que mi corazón, y otra cosa o tres,
latiera más.
—No es culpa tuya que tu padre sea un... uh. No es culpa tuya
Todd, —Adam le aseguró con un suspiro—. Siento haber gritado,
solo estaba avergonzado por ser pillado con las manos en la masa,
por hablar de alguna manera.
Gabe frunció los labios y miró a Mika con una mirada que
debería ponerlo en alerta.
—No puedo esperar más, bebé, tengo que... —Mika sacó sus
dedos y alineó su polla en el agujero. Mika alzó las piernas de Gabe
sobre sus hombros y empujó, enterrando su polla dentro del calor
de su compañero. Los músculos apretando su polla, enviando
estremecimientos arriba y abajo de la columna de Mika. Intentó
quedarse quieto, queriendo que esto durara, pero Gabe usó sus
piernas para embestir contra Mika, y todo pensamiento se fue al
infierno.
F
in
Coordinación de Proyectos
Pervy
Tradución : Vero
183
Corrección : Kiplina
preferidos.
Diciembre 2013