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f| Ç É Ñ á | á

Un estremecimiento de emoción pasa por el paramédico


James Willson siempre que transporta un paciente al
hospital de San Miguel, pero no tenía nada que ver con las
prisas del trabajo. Era por unos de los médicos de
urgencias que hacía que se acelerara su corazón. El muy
sexy, muy distante Calvin Dane. 2
Durante meses, James ha admirado Calvin desde lejos,
pero nunca se ha atrevido actuar sobre sus sentimientos ya
que el médico no parece regresar su interés.

Entonces, un encuentro íntimo en la parte trasera de la


ambulancia cambiara para siempre las cosas entre los dos
hombres. ¿Pero en realidad el doctor se preocupa por
James o está buscando un enganche breve? ¿Y el corazón
de James puede sobrevivir al daño si Calvin le da la espalda
a lo que podría haber sido?
V t Ñ • àâ ÄÉ â Ç É
No todos los días se tiene que perseguir a un medio
desnudo e imitador guerrero indio por las calles de Flint,
incluso si está en el campo de emergencia médica. Pero,
eso era lo que James estaba haciendo. Y no por primera
vez, tampoco.

Jack India, un vagabundo residente de Flint, ha estado por


los alrededores por tanto tiempo que casi es un icono de la 3
ciudad. Todo el mundo ha adoptado de algún modo al
hombre y lo adora. James, por otro lado contemplaba
seriamente a idiota robusto. Tan escurridizo como un
conejo. Sólo necesitaba atrapar al astuto tipo primero.

―Vamos, Jack. Tengo algunas galletas de chocolate en mi


equipo, ―llamó James, con la esperanza de que el viejo
soborno funcionara. Había pasado tres veces que habían
hecho de cazador y el fugitivo.

―No hay tiempo para las invitaciones. ―Jack dio un grito―.


Soy un guerrero indio y tengo que salvar el día.

―Tu sabes que se dice nativo americano ―James advirtió


con voz entrecortada.
No era fácil correr con las botas de punta de acero,
que solía llevar durante el trabajo. El viejo Jack no tenía el
mismo problema, ya que estaba corriendo con mocasines,
algo lógico.

La cosa es que James podría haber comprado el conjunto


indio o mejor dicho, nativo americano pero la verdad es
que no parecía uno de ellos, Jack tenía el pelo rojo y ojos
verdes. Por supuesto, para crédito de Jack, había perdido
las células del cerebro en las drogas y el alcohol. Pero eso
no quería decir que James estuviera feliz de tener a
acorralar el vagabundo, una vez más.

Rodearon la manzana y regresaron al lugar donde la 4


persecución había comenzado. A Jack no le gusta cruzar la
calle en sus carreras de libertad así que siempre
terminaban en grandes círculos. James lanzó un gruñido de
disgusto cuando vio a su compañero, Matt, apoyado en la
ambulancia, con los brazos cruzados sobre el pecho
mientras miraba el show.

―Me vendría bien un poco de ayuda aquí ―replicó James.


Una rozadura se estaba desarrollando en sus pies, sus
botas parecían hacerse más pesadas con cada paso.

―¿Por qué querría hacer eso? ―Dijo Matt con su habitual


sonrisa de comemierda.

―Porque se va a ir.
El indio Jack se detuvo un momento para bajar los
pantalones un par de pulgadas de su media luna.

―Soy un guerrero indio.

―Vamos, amigo. Me estás matando aquí, ―rogó James.


Gruñó con ira cuando la respuesta del hombre fue una
bofetada en las mejillas de su propio culo mientras reía a
carcajadas.

Matt dejó escapar un silbido agudo. ―Hey, Guerrero Indio,


tengo un regalo para ti. ―Metiendo la mano en la parte
posterior de la ambulancia, sacó una lata de cerveza de
raíz1 y la abrió. El sonido hizo que el hombre sin hogar 5
parara en seco mientras lentamente se dio vuelta para
mirar.

―Eso es... ―Jack se apagó cuando se lamía los labios


agrietados.

―Sí, es cerveza de raíz. Sabes que sólo traigo lo mejor


para ti. ―Matt sacudió la lata un poco en como diciendo
ven-y-cógelo.

Cuando el hombre empezó a tambalearse camino de la


ambulancia, James levantó las manos en el aire en un
gesto de frustración. ―Jodidamente increíble. ¿Por qué no
lo hiciste antes?
1
N de C: Es una bebida fermentada, elaborada mediante una combinación de vainilla, corteza de cerezo,
raíz de orozuz (regaliz) corteza de raíz de sasafrás (que en su forma natural llega a ser
carcinogénica), nuez moscada, anís y melaza, entre otros ingredientes. También existe la versión
alcohólica de la bebida.
―Debido a que los dos parecía que se estaban
divirtiendo mucho.

―Matt mostró su sonrisa de 100 vatios que tenía a las


mujeres de todas partes del condado de Genesee jadeando
por él. Si añades su cabello rubio y ojos azules brillantes,
nunca tenía escasez de compañeras de cama.
Desafortunadamente, a él también le encantaba hablar
interminablemente acerca de ello.

―Tu sube. ¿Sabes hacer eso verdad? ―Gruñó James.

Jack se metió en la parte posterior de la ambulancia y se


sentó en la camilla, apretó contra su pecho la lata de 6
cerveza de raíz como si fuera un tesoro de valor
incalculable.

Puesto que sabía que si se quejaba más, Matt tomaría


algún tipo de placer sádico en él, James sólo gruñó con
irritación antes de subir en la parte de atrás y se sentó en
el banco frente de la camilla. Ahora que estaba atrapado en
los confines cerrados del vehículo, se hizo dolorosamente
evidente que los guerreros indios no eran grandes fan de
las duchas. El olor ácido se convirtió en diez veces peor
cuando Matt cerró la puerta de atrás, cortando todas las
fuentes de aire fresco.

―Eso fue divertido ―Jack sonrió antes de tomar un sorbo


de la lata.
James frunció el ceño cuando se dio cuenta de la
coloración amarillenta en los ojos del hombre.

―¿Cuándo fue la última vez que fuiste a la clínica?


―preguntó James mientras le colocaba el manguito para
medir la presión arterial poniéndose el estetoscopio.

―Bah, no me gusta. ―Frunció el ceño y Jack apretó su


bebida, casi como si temiera que alguien pudiera venir y
arrancársela.

―¿Y el refugio? ―James sabía que su propuesta caería en


oídos sordos, pero se sintió obligado a intentarlo de todos 7
modos. Mientras que Jack podía ser un dolor en el culo,
tenía también un lado más suave que sacaba los impulsos
de protección de James.

Tomó la presión de la sangre del hombre sólo para


descubrir que era demasiado baja, malditamente baja.

La atención de James se convirtió en preocupación en toda


regla cuando alcanzó y consiguió un IV2 de uno de los
armarios.

―Ellos no son buenos allí. ―Jack dejó escapar un


resoplido―. No como tú y Matt.

2
N de C: Via intravenosa.
―Si te agradamos nosotros, entonces ¿por qué
siempre corres de mí? ―James preparó el IV y sacó el resto
del material. Trató de mantener la aguja oculta tanto como
fuera posible, sabiendo lo mucho que aterrorizaban a Jack.

―Es muy divertido ver cómo te enojas cuando tienes que


perseguirme. Reconoce que, tus días son más aburridos sin
mí alrededor.

―Y yo que pensaba que era por las galletas. ―James


enrolló la manga del hombre y trató de encontrar una vena.
Se estremeció cuando vio las heridas abiertas en los brazos
de Jack. Rojas e inflamadas, que mostraban signos de
infección grave, también. Fue duro, pero James fue 8
finalmente capaz de encontrar una vena viable que parecía
que podría apoyar un IV. Cuando empezó a limpiar el área
con una toallita de alcohol, Jack se apartó, una mirada de
terror que pasaba a través de sus ojos llorosos.

―¿Qué crees que estás haciendo? ―Se hizo eco de su


indignación a través de los cerrados confines de la
ambulancia.

―Oh, vamos. Pensé que eras un gran guerrero indio. Tu no


debes tener miedo de algo tan pequeño como una aguja.
―De alguna manera James logró mantener una cara seria
al decir las ridículas palabras.
El rostro de Jack sombrío y por un breve instante, el
loco se había ido el tiempo suficiente para que James viera
la desesperación en el rostro del hombre.

―Los dos sabemos que yo no soy un guerrero indio. Sólo


soy un vagabundo que no es bueno para nadie.

―Hey, eso no es cierto. ―James le dio un suave golpe en el


hombro―. Sin ti, mi trabajo sería muy aburrido.

Cuando Calvin Dane había estado trabajando todos estos


años en la escuela de medicina, nunca soñó que ser médico
sería tan satisfactorio. Él tampoco imaginó que sería tan
difícil. Al final de otro turno de doce horas, el cuerpo le
dolía como si tuviera cincuenta en lugar de treinta y dos
años y sus ojos se sentían tan pesados que el mero acto de
parpadear le hacía daño. Para añadir, su estómago estaba
empezando a rebelarse contra todos los alimentos de la
cafetería del hospital que había comido y se había bebido la
última de sus Pepto alrededor de cuatro horas antes.

Estaba sentado en la sala de descanso, tratando de hacer lo


mejor de su taza de café de mierda, cuando una de las
enfermeras, una pequeña rubia llamada Janet, llegó.
Como de costumbre, era todo sonrisas, sus dientes
casi tan brillantes como los personajes de dibujos
animados, en su bata de color rosa.

Calvin se esforzó para no fruncir el ceño ante ella,


pero era difícil. Maldita sea por ser tan alegre todo el
tiempo.

―Tenemos uno en camino ―anunció ella cuando agarró la


jarra de café y se sirvió una taza.

―No me bebería eso si yo fuera tú. Es mortal. ―Tomó otro


sorbo de su bazofia y se estremeció cuando el líquido tibio
golpeó a su lengua. Lo habría tirado a la basura donde 10
pertenecía, pero necesitaba la cafeína.

Janet hizo una pausa, con los labios fruncidos de color


rosa, con preocupación mientras lo estudiaba. ―¿Puedo
decirte algo? ¿De un amigo a otro?

―Por favor. ¿Cuándo me has pedido mi permiso para


insultarme?

―Te ves como una mierda, cariño. ¿Cuándo fue la última


vez que dormiste?

―No sé. ―Parpadeó estúpidamente―. ¿Qué día es hoy?

Ella se echó a reír. ―Por lo menos dime cuando sales.

―Una hora más y me voy de aquí.


Janet tomó un sorbo de café y de inmediato comenzó a
toser. ―Esto sabe horrible ―farfulló ella entre la tos.

―Te lo advertí. ―Calvin ni siquiera intento de ocultar su


sonrisa.

―Lo que sea, tenemos que irnos de todos modos.

Quiero establecer un sistema de entrada de pacientes, de


manera que ninguno de nosotros tengamos que quedarnos
hasta tarde.

Bostezó antes de asentir con la cabeza y se levantó.

Sólo una hora más y puedo llegar a casa y estar la cama. 11


Estar entre las sábanas y mi almohada favorita sería el
cielo ahora mismo. Eso y una ducha. Probablemente huelo
como el trasero de un búfalo.

Salieron a la relativa calma del pasillo que conducía a


la sala de descanso y entró en la sala de emergencia. Los
sonidos de los equipos con los pitidos mezclados con el
murmullo de las conversaciones y el más fuerte grito de un
enfurecido borracho.

―¿A quién tenemos de camino? ―Preguntó al llegar a la


centralita de enfermeras.

―Es Indio Jack. ―Gladys frunció el ceño, su cara tan ácida


como siempre. Una enfermera de edad, que debería
haberse retirado años atrás, tenía arrugas permanentes en
su cara por su ceño siempre fruncido.
Incluso su pelo parecía hostil. Teñido de un rojo
oscuro, que siempre lo mantuvo recogido en un moño
grueso, siempre en perfecto orden, como si hasta su propio
pelo tuviera miedo de ella.

Calvin asintió con la cabeza con comprensión, ella no tenía


que decir más. Indio Jack era un viajero frecuente en su
hospital, parecía que lo visitaba en una base quincenal.

A diferencia de Gladys, sin embargo, el no torció el gesto.


Claro, Jack podía ser un borracho y tener una boca sucia,
pero al menos era entretenido, con todas las historias que
arrastraba.
12
―¿Qué tal lejos están? ―Se preguntó a nadie en particular.

Desde luego, Gladys sintió su deber de intervenir sobre


esto, también. ―Deben estar llegando en cualquier
momento. ―Ella casi gruñó.

―¿Quién le trae?

―Alpha 304

Gladys se había enfrentado con la tripulación de la


ambulancia en más de una ocasión. Nunca había sido un
secreto que no podía soportar la vista de ellos.

Calvin, por otra parte se vio en apuros para ocultar su


emoción, tanto como Gladys odiaba a los médicos de la
304, a él le gustaban.
O más bien uno de ellos. Incluso al pensar en James,
un estremecimiento lo recorrió, haciendo que su corazón se
acelerase. Desde hacía meses, que había estado admirando
el paramédico de lejos. Con miedo de hablarle, incluso
socialmente y mucho menos hacer un movimiento.

Mierda, ni siquiera sabía si James era gay o no. Por


supuesto, había oído rumores que los médicos preferían a
los chicos, pero sabía que no podría poner demasiada
atención en rumores.

Las puertas de entrada de ambulancias se abrieron. James 13


y su compañero entraron, empujando la camilla entre ellos.

Calvin se congeló por un segundo, el aliento se quedó


atrapado en su garganta, impresionado por el guapo
médico.

De cabello oscuro que cortaba regularmente a la altura de


sus ojos de color azul intenso, era sexy. James se rió de
algo, su labio sensual completo en una sonrisa casi
maliciosa.

Una vez que el hombre vio a Gladys, sin embargo, todo el


buen humor huyó de su rostro.

―¿Dónde ponemos el Sr. Hunt?


James le sorprendió que usara el apellido del paciente.
Su ya alta opinión del médico subió un poco más. A pesar
de que Jack estaba loco, sin hogar y la empresa de
ambulancias no vería un centavo de él, James todavía
trataba al hombre con el máximo respeto.

―Póngalo en el box cinco ―gruñó Gladys.

Su comentario hizo a Calvin estar tan incómodo que casi


dejó caer los papeles en su mano. Cinco, o la sala de
lavaojos como la apodaban, era la habitación más pequeña
de examinar que tenían. Ni siquiera con una cama real. 14
Sólo una silla marrón de examen, con la parte de atrás
inclinada. La utilizan sobre todo para las hemorragias
nasales o lesiones en los ojos. Aparentemente Jack no tenía
ninguna de esas lesiones.

―No, póngalo en el siete ―respondió Calvin con cara seria.


Al ver el brillo triunfal en los ojos de James, casi se pierde y
no puedo evitar sonreír al hombre

―Dr. Dane, ―Gladys arrastrando las palabras con su


nombre sólo lo suficiente para que sonase condescendiente,
incluso durante el uso de su título oficial― tenemos que
mantener el box siete abierto para los pacientes reales.

―La última vez que lo comprobé, Jack parecía lo bastante


real para mí.
―Él le dirigió una mirada de advertencia que habría tenido
a la mayoría de los otros enfermeros dispuestos a
obedecer. Pero no a la vieja Gladys.

Se puso las manos en las amplias caderas y lo miró. ―Dr.


Dane. ―Una vez más, se las arregló para hacer que el
simple hecho de decir su nombre pareciese un insulto―. El
cinco esta perfectamente bien para lo que este paciente
necesita.

―No, y el paciente tiene un nombre, el Sr. Hunt. Ha


escuchado a James usarlo en este momento. 15
―Yo no lo voy a poner en el siete.

―Sí, lo harás.

A estas alturas, casi todo el personal se había puesto al


corriente de la pequeña pelea, sus cabezas iban y venían
como si estuvieran viendo un partido de tenis. Finalmente,
perdió la paciencia como para tirar la pluma sobre el
mostrador de enfermería y dirigir su furia sobre la bruja.
―Gladys, le guste o no, yo estoy a cargo aquí y creo que lo
mejor para el Sr. Hunt, médicamente hablando, es ir al box
siete.

―Usted dígale a ella, Doc ―dijo Jack de la camilla

Calvin se dio cuenta de que los labios de James hicieron


una mueca como si estuviera sosteniendo la risa.
Gladys le dio una mirada asesina antes de girar sobre
sus talones y comenzó a contonearse por su camino a la
habitación del box siete.

Al pasar junto a la camilla, ella se acercó y agarró la galleta


de la mano del paciente. ―No puede comer hasta que esté
limpio, ―cantó con una voz falsamente dulce.

Tan pronto como desapareció en la sala de exámenes,


James sacó otra galleta del bolsillo de su chaqueta y se lo
entregó a Jack. Cuando James se fijó en que él lo miraba,
el paramédico le dio un guiño de complicidad. El
movimiento era tan sexy, sin querer, que una nueva oleada
de deseo le recorrió. 16
Él sonrió a su vez. Mientras que él debería oponerse a que
el paciente comiese antes de que hubiera sido examinado,
tan solo se encontró conteniendo la risa. La forma en que el
paramédico le gustaba hacer alarde de las reglas y hacer
cosas sólo para obtener alterar los nervios de Gladys le hizo
aún más atractivo.

―Tal vez debería coquetear con ella la próxima vez,


―advirtió Matt en voz baja.

―Diablos, no. No hay alcohol suficiente en el mundo que


me afloje lo suficiente como para poner los ojos en eso.

―Tan pronto como James dijo esas palabras, su mirada


oscura regresó a Calvin.
Su aliento quedo atrapado en su garganta. ¿Era una
chispa de interés lo que vio en los ojos del hombre? No, no
podía ser. Él debía estar teniendo alucinaciones por la falta
de sueño. Hasta ahora, ni una sola vez el paramédico había
sido cualquier menos profesional con él. Por otra parte,
nunca había visto coquetear a James con nadie.

Mientras que las bromas y chistes siempre estaban


alrededor de James y Matt, lo que hacía que fueran uno de
los equipos más populares, James nunca había cruzado la
línea de hacer un manifiesto sobre alguien.
17
Matt, por otro lado, a veces le recordaba a Calvin un perro
en celo con su lectura constante de cualquier mujer que se
cruzara en su camino.

―Supongo que será mejor entrar allí. No tiene sentido


darle a Gladys algo más para gritar a nuestro alrededor.
―James le dijo a Matt, pero su mirada seguía centrada
sobre él.

Okay, no había ninguna duda sobre la expresión sensual de


James. Mierda, se lamió sus labios, como si fuera una
comida de cuatro estrellas. Calvin se encontraba
inconsciente imitando el movimiento antes de controlarse y
mirar rápidamente hacia abajo en la tabla con sus papeles.

No era que tuviera algo interesante, pero le pareció una


buena cobertura.
Por debajo de sus pestañas, vio que la camilla había
comenzado a irse y dio un suspiro de alivio. Ahora que el
Show de Gladys había terminado, todo el personal se
dispersó también. Todos ellos a excepción de Janet, que se
movió alrededor de la mesa para estar más cerca de él.

―¿Qué fue todo eso? ―Dijo en un susurro.

―Ya me he terminado de poner al día con Gladys y sus


ataques. ―Calvin se encogió de hombros, preguntándose
por qué Janet estaba haciendo una gran cosa. Él habría
pensado que estaría dándole las gracias por una vez, para
variar.
18
―No eso. ―Janet dio un irritado resoplido tan fuerte que
algunos, pelos rubios, de su flequillo se movieron hacia
arriba―. Estoy hablando de los ojitos que tú y James
estaban haciéndose el uno al otro.

No dijo nada y lanzó una mirada irritada a su camino.


Desde que había llegado a trabajar en el hospital, habían
desarrollado un fuerte vínculo. Una noche después de
demasiadas cervezas, él había confesado no sólo que era
gay, sino que además que él tenía una cosa para un cierto
paramédico.

Fiel a su carácter dulce, Janet había tomado todo con


calma, a pesar de que ella había hecho una meta personal
de Calvin para enganchar a su hombre como ella en
repetidas ocasiones había dicho.
Dios, si ella no se detenía en el papel de casamentera
pronto estaría tentado de golpearla con un pañal en la
cabeza y darle una caja llena de flechas con forma de
corazón.

―Déjalo descansar, Janet. ―Le dio la espalda y se dirigió


hacia el box siete, todo el tiempo tratando de ignorar la
emoción que le recorrió todo el cuerpo caliente de James
estaba en esa habitación.

―Oh, vamos ―dijo detrás de él, su forma de voz


demasiado cerca.

Maldita sea, ella lo estaría siguiendo. Sabiendo que 19


bastante obstinada como para llevar la maldita
conversación incluso después de que entrara en la
habitación, Calvin se detuvo y se volvió para mirarla. ―Ni
siquiera sé si soy su tipo.

―Corrección. No lo hice. Entonces cogí la forma en que te


miraba y tenía todas las pruebas que necesitaba. Él quiere
llevarte a pasear en su ambulancia en más de un sentido.
―Le dio una sonrisa conocedora de la verdad.

Se preguntó, no por primera vez, por qué se juntaba con


ella. ―Te das cuenta cual poco convincente suena.

―¿En serio? ―Inclinó la esquina de su boca arriba,


pensativa―. Pensé que era bastante agudo para mí.
―No lo es. Creo que sería bastante bajo, incluso para una
línea de bar.

―Tu desearía que alguien tan caliente como yo trataría de


engancharse contigo.

―Es cierto, pero por desgracia, Todd me golpearía. ¿Cómo


podía pensar que podría competir con un bombero que se
ve bien en su equipo protector?

―No trates de cambiar el tema. ―Ella señaló con el dedo


en el pecho.

Calvin se encontró suspirando por la derrota. ―Bien,


hablare con él, pero si pienso que no está interesado, 20
retrocediendo. ―Se dio la vuelta y echó a andar a la sala
de exámenes, ignorando su grito de emoción.

―Yo sabía que ibas a ver las cosas a mi manera.

―Como si tuviera una opción. Si no, tú probablemente


encontrarás una forma para que James consiga
accidentalmente dejarme encerrado en la parte trasera de
la ambulancia. ―Sin esperar un comentario inteligente,
entró en la habitación.
V t Ñ • àâ ÄÉ W É á
James se sentó en el borde de la camilla en la parte
trasera de la ambulancia, mientras guardaba el equipo en
la bolsa médica. El sol se había sumergido más allá del
horizonte por lo que estaba empezando a hacer frío, pero
tenía las dos puertas traseras abiertas para que entrara
aire fresco. Mientras que a él le gustaba el indio Jack, el 21
hombre tenía un cierto olor característico... y James quería
que se fuera su aroma antes de tener que utilizar la
ambulancia de nuevo.

Cuando las dobles puertas de la bodega en el hospital se


abrieron, miró esperando que fuera Matt. Cuando vio que
era el doctor Calvin, James tragó saliva mientras su cuerpo
se estrechaba con el deseo. ¿Cómo puede ser que el
hombre se viera tan bien, incluso cuando era obvio que
había estado trabajando en un turno infernal?

Aunque los ojos de Calvin tuvieran círculos oscuros


alrededor de ellos y había una mirada ojerosa alrededor él,
Calvin todavía tenía esta hermosa vibración con estilo que
lo llamaba. Su pelo negro brilló bajo las luces brillantes de
la bahía.
Estaba sólo desordenado como para ser sexy, sin ser
vulgar. Tenía una cualidad casi de dormitorio que le daban
ganas de pasar los dedos por ella.

Calvin empezó a caminar hacia la fila de ambulancias y


James contuvo el aliento cuando la necesidad tiró en su
cuerpo. Incluso con los pantalones anchos y la bata de
laboratorio que llevaba, los duros músculos de cuerpo de
Calvin eran claramente visibles, su ancho pecho y su
abdomen duro que pedían a gritos ser lamidos.

James caminaba abstraído, un manguito de presión arterial


colgaba en sus manos, olvidado. Oh, las cosas que le
gustaría hacerle al cuerpo de Calvin. Lamerlo sería la 22
primera de la larga lista. Definitivamente habría algunos
mordiscos y besos, también. No había sido cogido en
mucho tiempo, escogió centrarse en el trabajo y la escuela
en su lugar, pero por un pedazo de eso estaría dispuesto a
romper su racha.

Estaba tan absorto en sus pensamientos llenos de lujuria


que casi no se dio cuenta de que Calvin se dirigía hacia su
equipo hasta que el hombre estaba casi parado justo
delante de él. Con una tos nerviosa, James comenzó a
guarda cosas en la bolsa mientras rezaba a todo lo santo
que su metedura de pata no fuera visible. Tratando de ser
lo más causal que fuera posible, él cambió su bolsa un
poco, para cubrir la mayor parte de su regazo.
―¿Se me olvidó algo? ―Preguntó James, tan pronto
como el doctor estaba lo suficientemente cerca como para
hablar sin gritar.

―No, tenía que hablar contigo. ―Llegó a Calvin y se apoyó


contra una de las puertas abiertas. Estaba a menos de un
metro de distancia y el cálido aroma almizclado de su
colonia le hacía burlas a sus sentidos.

―¿Es sobre la galleta? Lo siento. Sé que no debería haberle


dado la segunda a Jack. Pero era una forma de
tranquilizarlo y quería atacar. Pensé que los dulces eran la
mejor manera ― bromeó James. ¡Cierra la boca! ¡Suenas
como un idiota! Cada vez que se ponía nervioso, tendía a 23
balbucear como un loco y, obviamente, hoy no iba a ser
diferente. La última vez que había estado tan ansioso había
sido un año atrás, cuando había estado en una cita con un
policía. Media hora después, James había confesado,
durante una de sus diatribas nervioso, que él siempre había
sido para el equipo de Aniston. Su cita le había dado una
mirada extraña y la noche no había durado mucho más
tiempo después de eso. ¡Supongo que había estado en el
equipo de Angelia! ¡O que no quería cargar con un idiota
que, obviamente, pasa la mayor parte de sus fines de
semana viendo E 3!

―Relájate. ―Calvin alcanzado su rodilla y le dio un


apretón, demasiado breve.

3
N de C: Canal de entretenimiento y espectáculos.
Una chispa caliente de electricidad estaba en la piel de
James, justo donde lo toco.

―No estoy aquí para hacerte una bronca por una galleta.

―Son sus favoritas. La única manera de poder llegar a un


acuerdo para ir en el tratamiento es prometerle las galletas
de chocolate. ―James dio una pequeña risa―. Eso, y la
cerveza de raíz al parecer. Es su último deseo.

―Es una buena cosa que consiguierais traerlo aquí.

Jack está bastante enfermo y no sé cuánto tiempo más


durara en las calles. ―Calvin cambió ligeramente de
postura entonces para estar aún más cerca. 24
Él estaba realmente en el espacio de James. Por un breve
momento, con esperanza, se preguntó si el médico lo
estaba haciendo a propósito. Rápidamente descartó la idea.
En todo el tiempo que había conocido al hombre, ni una
sola vez había mostrado interés. ―Jack es un buen tipo.
Por lo menos, lo es cuando no está escapado o burlándose
de mí.

Calvin se echó a reír. ―Eso debe haber sido una vista


interesante.

―No tienes ni idea. Pero estoy seguro de que no es lo que


viniste aquí a hablar. ―Si él va a ser gritado por hacer algo
equivocado, pues bien podría acabar de una vez.
Él revolvió su mente, volviendo sobre el tratamiento
médico que él había dado el paciente, tratando de entender
lo que Calvin posiblemente podría objetar a, pero vino no
levantan nada

―Quería disculparme por todo el alboroto que se ha hecho


por donde poner al paciente.

No era muy profesional y siento que tuviera que verlo.


―Esta vez no había duda de que cuando Calvin se acercó.

Mierda, el tipo estaba tan cerca de su cuerpo que


presionaba las piernas de James. Otra sacudida de deseo
pasó por él, lo que dificultaba la respiración cuando todos 25
los pensamientos se centraron en su propia rodilla.
¿Debería yo moverlo? Si lo hago y él no tenía la intención
de estar tan cerca, entonces se pondría incómodo.

Pero, si él realmente tenía la intención y me muevo para


atrás, él podría pensar que no estoy interesado y es la
última cosa que quiero. Al final, se conformó en mantener
la pierna en su lugar, pero esforzándose en tener la cara
casual.

―No es gran cosa. ―James se encogió de hombros


mientras empujaba más sobre su regazo. Por ahora, su
pene estaba tan duro que casi había llegado al punto de
dolor y solo por el toque del tipo. Que Dios lo ayudase si
Calvin hiciera un movimiento real.
James probablemente haría un asno de si mismo y
terminaría en menos de diez segundos.

―¿Esta es la última carrera para vosotros esta noche?―


Calvin preguntó bruscamente cambiando de tema.

―Sí, acabamos, un turno de doce horas. ¿Y qué tal tú?

―Jack fue mi último paciente. ―Bostezó Calvin.

Una de las puertas de la ambulancia se apretaba contra su


espalda por lo que estaban en su mayoría ocultos de la
vista a menos que alguien caminara por la parte trasera del
vehículo. De repente James se dio cuenta que podrían
participar en todo tipo de actividades íntimas, en caso de 26
que lo deseasen. Su mano ardía en deseos de alcanzar y
tocar a Calvin. El miedo se lo impidió. El hecho de que
Calvin estuviera de pie cerca no significa nada. O ¿no?

―Es probable que no se puede esperar para llegar a casa.


―James se aclaró la garganta, porque su voz había
adquirido de repente un borde áspero.

―En realidad no. No me malinterpreten, estoy cansado y


no puede esperar a tomar una ducha, ―dijo Calvin, justo
antes de poner una mano sobre la rodilla de James de
nuevo―. Simplemente se siente solo a veces. Ahora bien, si
yo tuviera a alguien que me hiciera compañía, las cosas
podrían cambiar por completo.
Le dio una mirada hambrienta sobre el cuerpo de
James, sin dejar dudas a la invitación en sus palabras.
James contuvo el aliento. Un calor caliente se apoderó de
él. ¿Quiso ser él quien se ocupara del doctor? Había dos
palabras que contestaron esa pregunta: infierno, sí.

―De algún modo me resulta difícil de creer que alguien de


buen aspecto como tu tiene problemas para encontrar
compañía. ―James se inclinó hacia el cuerpo duro junto a
él. Fueron sólo un par de centímetros, pero esperaba que
fuera suficiente para que Calvin supiera que no sólo había
recibió el mensaje, pero estaba más que dispuesto a seguir
el juego. 27
―No quiero a nadie, aunque sólo... ―la mano de Calvin
viajó más arriba, así que fue justo por debajo de la polla de
James. Inclinándose más cerca, sus labios solo a pulgadas
del oído de James, él susurró: ― Soy muy exigente acerca
con quien paso mi tiempo. Sólo un cierto tipo va hacerlo
conmigo.

―¿Qué tipo es ese? ―Jadeó James. Era cada vez más difícil
respirar mientras la mano de Calvin bajaba cada vez más al
sur.

―Digamos que tengo algo por un determinado médico.


Debe ser el uniforme.

Finalmente, la caricia de Calvin encontró el pene necesitado


de James.
Sus dedos alrededor del bulto y le dio un apretón
suave. James dejó escapar un grito de sorpresa cuando el
deseo corría por sus venas como una droga.

Una parte de él todavía no podía creer lo que estaba


sucediendo.

Desde que Calvin había llegado a San Miguel, James


se enamoró locamente del doctor. En todo ese tiempo, sin
embargo, Calvin nunca había pareció darse cuenta de que
estaba vivo. Ahora, no sólo había venido a él, le estaba
dando una paja en medio de la entrada de ambulancias en
el que cualquiera podía venir sobre ellos en cualquier
momento. 28
Sabía que debía empujar la mano de Calvin lejos. Mierda,
Matt podría venir a bailar el vals sólo para obtener una gran
sorpresa. En cambio, James arrojó el bolso a un lado para
quedar expuesto y nada podría estorbar el progreso de
Calvin.

―Un poco impaciente ―Calvin rió en silencio, dando otro


apretón, lo suficiente fuerte, para provocar un gemido de
él―. No puedo esperar para ver tu reacción, una vez que
realmente llegue a tocarte.

James se tragó un gemido, las palabras del hombre casi le


conducen hasta el borde.
Es cierto sin embargo. Si él estaba reaccionando de
esta manera a Calvin con solo acariciarlo a través de la
gruesa tela de su pantalón, entonces ¿cómo iba a ser piel a
piel? ―¿Es todo lo que has planeado, tocar? ―Él rodó sus
caderas hacia arriba, empujando a sí mismo en la mano de
Calvin.

―Tendrá que esperar y ver, ¿no? ―Calvin mordió la oreja,


haciéndolo saltar cuando un escalofrío deslizó por su
espalda.

Las puertas se abrieron y Calvin saltó hacia atrás, casi 29


chocando contra la puerta de la ambulancia en su prisa por
alejarse. James no se sintió ofendido, sabiendo que la
última cosa que ninguno de ellos necesitaba era ser
atrapado besándose. No es que tenía miedo de que se
supiera que era gay ni nada. Aunque nunca lo había
anunciado a sus compañeros de trabajo, nunca lo había
hecho un secreto. Es sólo que no quería ser la última fuente
de rumores y chismes en torno a él retozando en la parte
trasera de la ambulancia.

―Hey Doc, ¿qué estás haciendo por los barrios bajos? ―


Bromeó Matt cuando llegó alrededor de la ambulancia y
arrojó la caja de las medicinas atrás. La sonrisa vaciló en su
cara mientras su mirada iba de Calvin a James y luego de
vuelta a Calvin nuevo.
―Sólo quería dar las gracias a James y por hacer un buen
trabajo ahí fuera. ―Calvin empujó contra la puerta y se
alejó, dando una última mirada en su camino de regreso al
hospital.

Matt débilmente le devolvió el gesto antes de que volviera


su atención a James. ―¿Por qué tengo la sensación de que
interrumpí algo ―preguntó, sus ojos entrecerrados por el
conocimiento.

James se horrorizó al ver que se sonrojaba bajo el


escrutinio. Se miraron el uno al otro durante varios 30
segundos.

James se puso tenso, preguntándose cuál iba ser la


reacción de su compañero. La cara de Matt no revelaba
nada y James se preguntaba si estaba molesto. No sería la
primera vez que alguien se había marchado y rechazaba
trabajar con el hombre.

―La próxima vez utiliza el código ―dijo Matt arrastrando


las palabras, lentamente sacudió la cabeza.

―El código ―James repitió, confundido.

―Sí, si necesitas que me mantenga alejado unos minutos


más, porque quieres tiempo a solas, me llamas y me dices
que el equipo le falta un tablero y que vaya a buscarlo.
―Dijo Matt con una sonrisa maliciosa, que mostraba que
había utilizado esa excusa más de una vez.

―¿Eso es todo lo que tienes que decir? ―James no pudo


resistirse a preguntar.

―¿Qué? ¿Crees que voy a tener un problema, porque te


gustan los hombres? ―Gruñó Matt―. Eres un buen maldito
médico y un gran compañero. Eso es todo lo que me
importa.

―Oh. ―James se encontró a momentáneamente mudo


cuando saltó de la parte trasera de la ambulancia, y luego
cerró de golpe una de las puertas. 31
Matt cerró la otra, ambos fueron al frente y entraron. Como
siempre, Matt tomó el asiento del conductor.

Ellos habían establecido a principios de su sociedad-


asociación que le gustaba tener el control. Matt se puso sus
gafas de sol y con una sonrisa tan cursi que James soltó
una carcajada.

―Eso significa que tengo todas las damas para mí.

―Que Dios las ayude. ―James se echó a reír.


No puedo creer que lo buscara así. Probablemente piensa
que camino con una erección o algo así. Calvin se reprendió
en silencio mientras pasaba por el departamento de
emergencia y mientras caminaba por el pasillo que conduce
a los vestuarios de personal. Se encogió cuando vio a
Janet al acecho, casi como si él fuera Lindsey y ella fuera
un paparazzi.
32
―¿Qué pasó? ―Exigió, sus ojos con emoción.

―Hice un asno completo y absoluto de mí mismo. ―Él


lanzó una mirada de arriba abajo al pasillo, aliviado de que
estuvieran solos.

―¿Por qué? ¿No estaba interesado? ―Exclamó Janet.

Su mano fue a su brazo en señal de preocupación. O


tal vez era lastima. Dios sabía que era un perdedor. ―No
exactamente. ―Suspiró antes de que le contara todo los
detalles de lo que había pasado.

Fue un verdadero testimonio de su amistad en no dejar a


un lado los embarazosos detalles.
Cuando terminó, esperaba simpatía, un hombro para
llorar, tal vez... lo que obtuvo fue... ¿risa?― ¿Qué
demonios es tan gracioso? ―Preguntó mientras la miraba a
su reírse.

―Lo siento mucho. Estoy teniendo problemas para


imaginarte pillado en una situación así. Eres uno de los
tipos más reservados que conozco.

Eso lo hizo detenerse. ¿Por qué había ido a James así de


fuerte? Cuando él había ido a la ambulancia todo lo que
pretendía era tener una conversación amistosa, en vez de
eso prácticamente metió las manos en los pantalones del
hombre. Todo lo que se había tomado era mirar a James a 33
los ojos de un azul profundo y había perdido todo
razonamiento. ―¿Qué puedo decir? Tengo una debilidad
por un hombre en uniforme ―bromeó Calvin, cuando dijo
las mismas palabras anteriores. Luego frunció el ceño,
cuando su ansiedad volvió―. ¿Crees que lo asuste?

―No lo creo. Tú mismo lo dijiste que estaba muy


entusiasmado acerca de que... lo tocaras.

Una sonrisa maliciosa apareció en el rostro de Calvin


cuando recordó lo duro que James había arrojado a un lado
la bolsa y empujaba por más.

Dios, su polla se había sentido tan bien, incluso a través de


todas esas capas de ropa. ¿Cómo se sentirá realmente
tocarlo? ¿Probarlo? ¿Sería James en la cama impaciente?
―Yo sé una manera que pudiera servir para ver si
realmente está interesado ―sugirió Janet.

―Tengo miedo de preguntar. ―Más de una vez se había


metido en agua caliente, gracias a sus esquemas.

―Matt dijo que él y algunos de los chicos irían a The


Coolers esta noche.

―¿Y ese nombre se supone que significan algo para mí? ―


No podía dejar de sonreír de entusiasmo.

―Realmente necesita salir más. Es un bar en el que


muchos de los médicos y los bomberos van a pasar el rato.
34
―Okay, es bueno saber en caso de que alguna vez tenga
que necesitar algo de un bombero o médico, pero ¿cómo
eso va a ayudarme?

Ella le lanzó una mirada. ―En realidad, Cal, es un milagro


que consiguieras pasar a través de la escuela de medicina
sin que yo te tomara la mano.

Si Matt va a estar ahí, es bastante seguro que James


también estará allí. Ya que son amigos fuera del trabajo.

―¿Estás sugiriendo que yo vaya de repente a un bar en


que nunca he estado antes y actuar como si fuera una
casualidad cuando me encuentre con James?

―Cuando Matt estaba aquí, me pidió que me pasara un


rato por allí.
Podemos actuar como si te arrastra allí conmigo.
―Sonrió, obviamente orgullosa de su plan tortuoso.

Tenía que admitir, sin embargo, que la idea podría


funcionar. Por supuesto, eso significa que tendría menos
tiempo para dormir. Pensó en sus opciones.

Ir a casa y dormir un poco. O voy al bar y quizá me


encuentre con James. Al final, era una cosa fácil. ―Está
bien, dame una hora para prepararme.

35
VtÑ•àâÄÉ gÜxá
James se echó hacia atrás en su asiento sin hacer
nada y tomó la etiqueta de su botella de cerveza. A su
alrededor, el bar estaba lleno de actividad que sólo un
viernes por la noche podría traer. Matt estaba en medio de
ella, riendo a carcajadas con los chistes y coqueteando
descaradamente con la camarera, que parecía más
divertida que molesta por toda la atención. Varios médicos 36
de su compañía estaban allí y eran tan ruidosos como Matt.

James, por otra parte, sólo no lo sentía. Claro, él se rió de


sus comentarios e hizo un intento de mierda de contestar,
pero todo el tiempo, se encontró deseando que solamente
irse a casa. No es que no disfrutara de un buen momento ni
nada. Por lo general, iba de comentarios sabelotodo junto
con ellos, pero no estaba de humor ni ánimo.

Su mente seguía a la deriva de nuevo a Calvin y lo que


había pasado entre los dos. No podía pensar en lo que
podría haberlo provocado. Habían pasado meses desde que
había conocido al hombre y ni una vez, Calvin le había dado
una mirada de interés, y mucho menos de que se sentía
atraído.
¿Podría ser posible que Calvin estuviera jugando una
especie de juego? ¿Bajando con un humilde paramédico
con la esperanza de un polvo rápido sin ningún tipo de
ataduras?

No sería la primera vez que alguien había usado a James


para pasar un buen rato y luego irse a la mañana siguiente
sin mirar atrás. Hasta ahora, nunca le había molestado sin
embargo. Estaba demasiado ocupado con el trabajo y la
escuela de enfermería, que nunca había querido tener una
relación real. Entonces, ¿por qué le molesta tanto que
Calvin podría estar buscando una jodida y nada más?

―¿Que se arrastró lentamente por el culo y murió? ― 37


preguntó a Matt cuando se dejó caer en la silla al lado de
James.

―Sólo estoy cansado. Probablemente debería irme ya que


tengo que levantarme temprano para la clase de la
mañana.

―Deja de ser un aguafiestas y tomate otra copa. ―Matt le


deslizó una cerveza completa hacia él a pesar de que ni
siquiera había bebido la mitad de la primera.

―Sí, porque levantarme será mucho más fácil si tengo una


resaca. ¿Es lo que estabas pensando? ―James rodó sus
ojos. Matt no le hizo caso, su atención fija en algo en la
parte delantera de bar.

―¡Hey mira! Janet está aquí y que no está sola.


Tomando un trago de su cerveza lentamente, James
miró a ver qué tenía a Matt tan emocionado. No era que le
interesara realmente ni nada, por el humor a su amigo. Una
vez que James consiguió un vistazo, sin embargo, casi se
ahoga con su bebida.

Era Calvin y nunca se había visto más sexy. Vestido con


pantalones oscuros y una camisa de botón roja, con su
cabello peinado hacia atrás, él era el epítome de la
sensualidad.

Los botones superiores de su camisa estaban abiertos,


dejando al descubierto el más pequeño trozo de piel
bronceada y James encontró a sí mismo lamiéndose los 38
labios, preguntándose cómo se sentiría su lengua en la piel.

Cuando Janet comenzó a ir a su mesa, el corazón de James


comenzó a martillear con la anticipación y miedo. No ayudó
mucho que la mirada de Calvin estuviera centrada en él y
había más que un poco calor en sus ojos oscuros.

―¡Maldita sea! ―respiró Matt, su voz apenas perceptible


por encima del estruendo de la barra―. ¿Por qué no puedo
conseguir que Janet me mire como el doctor te está
mirando?

―Clase. Yo la tengo, y tú no ―bromeó James, sin apartar


su mirada de Calvin. Maldita sea, incluso el caminar del
hombre era sexy.
Su cuerpo se mueve con una gracia sensual, sin
embargo, una masculina que sólo pedía que se diera
cuenta.

―Yo tengo clase ―objetó Matt, sonando herido. James


sabía hacerlo mejor. Se necesitaba mucho más que un
corte para lastimar a su compañero.

―Por favor ―bufó James―. Tú eres la única persona que


conozco que todavía posee una camiseta de smoking, pero
en realidad lo llevas puesto.

―Algunas cosas nunca pasan de moda. ―Matt tomó un


trago de cerveza antes de añadir: ―Solo estas celoso por 39
qué no tienes una.

―Sí, estoy celoso y me está comiendo vivo en el interior.


No puedo dormir por la noche a causa de eso.

Antes de que Matt pudiera contestar, Janet y Calvin


llegaron a la mesa.

―Janet, ¿has venido sólo para mí? ―Matt le preguntó, con


una sonrisa perezosa levantando la comisura de sus labios.

―Si miento y digo que sí, ¿significa eso que me invitas a


una copa? ―Replicó Janet, dulcemente.

James se echó a reír. ―Por eso, voy a comprarte una a ti y


Calvin. ―Hizo una señal a la camarera.
―No recibo nada de amor. ―Matt movió tristemente la
cabeza, pero había un brillo divertido en sus ojos.

―Oh, no te siento tan mal. Tus líneas siguen funcionando


en un par de las enfermeras más jóvenes.

―Janet acarició la mano de Matt―. Ingenuidad es tu mejor


amigo.

James intercambió una mirada divertida con Calvin. A pesar


de los comentarios cortantes de Janet, era fácil ver que le
divertía la actitud arrogante de Matt. Dejando las bromas
de ida y vuelta, James ordenó un par de cervezas más. Una
vez que la camarera se fuera, se inclinó un poco hacia 40
delante, hacia Calvin. ―Estoy un poco sorprendido de verte
aquí ―dijo, apretado sus manos en puños para resistir la
tentación de tocar con la mano al hombre.

―¿Por qué, tengo la reputación de aburrido o algo así? ―


Preguntó Calvin, las comisuras de la boca tirando hacia
arriba.

―No, ―James sacudió la cabeza, preocupado por si había


insultado al médico―. Sólo que te veía tan cansado que
pensé que irías directamente a casa a dormir.

―Janet me dijo que iba a venir aquí y ella me convenció


para acompañarla.
―Me alegro de que lo hiciera. ―James sintió el rubor en la
admisión. Entonces, Calvin le sonrió y de repente se sintió
mucho mejor.

―Yo también.

Ellos cayeron en una conversación larga, agradable, sin


estrés y pronto compartían sus historias el uno con el otro.

James habló de cómo él siempre había querido ir a la


escuela de enfermería, pero desde que su padre, que era
un trabajador automotriz había sido despedido, había
tenido que trabajar su camino hasta la universidad.
Mientras Calvin contó cómo había crecido en una familia de 41
médicos y la forma en que siempre asumió que sería uno
de ellos.

―¿Qué pasaría si les hubiese dicho que quería ser ingeniero


o algo así? ―Preguntó James. Él inmediatamente se
arrepintió de la pregunta cuando vio la mirada de dolor en
el rostro de Calvin.

―Creo que lo habrían manejado mucho peor que cuando


salí.

James no podía imaginar tener que vivir bajo toda esa


presión. Mientras que sus padres no siempre habían sido
capaces de apoyarlo económicamente, siempre habían
estado allí emocionalmente. ―Eso es una mierda, lo siento.

―No me malinterpretes, me encanta ser un médico.


Es solamente que lamento que no pudiera haber
pasado en mejores circunstancias.

―Dio una sonrisa irónica―. Pero estoy seguro que no


planeabas estar sentado toda la noche y escuchar la
historia de pobre-chico-rico.

―No, no me importa. Honestamente. ―James quería saber


todo sobre Calvin.

―Me siento mal, sin embargo, te estoy entreteniendo


y dijiste que tenías clase mañana.

James miró a su teléfono móvil, sorprendido cuando vio


que eran casi las dos de la mañana. ―Wow, no me di 42
cuenta que era tan tarde.

―¿Tienes con que irte a casa? ―Preguntó Calvin.

―Sí, conduje hasta aquí y sólo he tomado la mitad de una


cerveza. Estoy bien para conducir. ¿Y tú?

―Janet me trajo. ―Miro alrededor. En algún momento


durante la conversación, ella y Matt habían desaparecido.

James ni siquiera había notado su ausencia hasta ahora.


Tomó una respiración profunda, nerviosamente se pasó la
lengua por los labios antes de arriesgase. ―Podría llevarte
a tu casa si quieres.

Calvin dio una sonrisa perezosa.

El estómago de James hizo un giro extraño.


―Me gusta mucho. Vamos

Un estremecimiento de emoción pasó a través de James,


cuando se levantó y caminó a través del bar.

No puedo creer que esté haciendo esto. La primera


oportunidad que tengo de una invitación a su casa y no
puedo saltar sobre ella con más rapidez.

No hay nada como dejar que piense que este desesperado


y fácil. ¿Por qué no coloco una señal de neón que diga:
¡Perdedor! ¡Puto! y termino con esto?

A pesar de que su sistema de alerta interior le gritaba,


James sabía que no podía detener lo que iba a suceder. 43
Solamente una mirada al culo apretado de Calvin, o a como
sus ojos sensuales parecían tener todo tipo de promesas
traviesas y James sabía que estaba perdido. Cuando
salieron a la calle con el aire fresco de la noche, señaló a la
izquierda. ―Por aquí.

Los labios de Calvin se dividieron en una enorme sonrisa.


―¿Conduces un Mustang?

James se sintió un poco orgulloso de su coche, obviamente,


le agradó al hombre. ―Sí, es un antiguo, pero mi papá me
enseñó mucho sobre los coches y puedo mantenerlo en
perfecto funcionamiento.

Calvin pasó la mano, con amor en la capota de color rojo.


―Me encanta.
James observó la forma en que sus dedos acariciaban
el coche y durante un segundo de locura, envidió al coche.

Se acercó y abrió la puerta del lado del pasajero. ―Gracias.


No creo que pueda remplazarlo.

―Tú lo haces y yo me asegúrale de llamar para una


evaluación psicológica para saber que no estás loco
―declaró Calvin cuando abrió la puerta y subió.

James se rió entre dientes antes de ir a otro lado y se puso


en el volante. Tan pronto como la luz del techo se fue, fue
consciente de lo cerca que estaban. Calvin estaba a pocos
centímetros de él. Todo lo que tenía que hacer era un 44
pequeño movimiento y podría tocar al hombre, acariciarlo,
tal vez incluso darle un beso. Estaba bastante seguro de
que Calvin sería sensible a él. No había más duda en su
mente, la atracción era en ambos sentidos. Sin embargo,
se detuvo, temeroso de dar el siguiente paso.

―James, ―Calvin lo llamó en una voz suave.

Cuando giró la cabeza para ver lo que quería, lo agarró por


la parte posterior de la cabeza y lo trajo en un beso. En el
instante en que sus labios se tocaron, él sabía que estaba
perdido. La boca de Calvin era tan cálida, tan suave y sabía
cómo usarla tan bien. Con golpes hábiles de su lengua,
Calvin lo convenció a separar sus labios. Tan pronto como
lo hizo, Calvin se sumergió dentro de su boca. James gimió
cuando el placer sacudió todo su cuerpo.
Calvin probó el dulce sabor, tenía un pequeño sabor
fuerte de la cerveza, también. Esto lo hizo hambriento por
más y él empujó su lengua hacia fuera para encontrar a
Calvin. Muy pronto se acabó y se retiraron a sus lados del
coche.

James se dio cuenta que estaba jadeando. Le temblaban las


manos como si fuera un adolescente que experimenta su
primer encuentro sexual.

Habían pasado años desde que alguien le había afectado de


esta manera y se encontraba tanto alarmado como
sorprendido. Él estaba más que secretamente complacido
de ver que Calvin tenía más o menos la misma reacción. 45
Calvin incluso llevó sus dedos a sus labios y su rostro tenía
una expresión de que-infierno-me-acaba-de-dar. ―¿Dónde
vives? ―Preguntó James.

―A un par de minutos de aquí.

A continuación, procedió a dar instrucciones a James de


donde se encontraba su condominio4.

―¿Conoces el lugar?

―Sí, tuve un paciente con ataque al corazón el mes


pasado. ―Arrancó el coche y se fueron. Ninguno de los dos
habló mucho en el coche. Estaba demasiado nervioso y no
podía pensar en cualquier charla para llenar el vacío y
Calvin parecía contentarse con mirar sólo por la ventana.
4
N de C: Edificio de viviendas poseído en régimen de propiedad de propietarios.
―El mío es el tercero a la izquierda. ―Señaló Calvin a uno
de los grandes condominios que incluso tenía un garaje
adjunto.

James intentó no dejarse impresionar, pero era difícil.

El lugar hizo a su pequeño apartamento, parecerse a


los suburbios de Nairobi. Un nudo de culpabilidad apretó su
estómago apretado, ya que cayó en la cuenta que Calvin
estaba fuera de su alcance. Se dio cuenta de su boca
estaba ligeramente abierta por el temor y rápidamente la
cerró. Entrando en el camino de entrada, se paró, pero no
apago el motor.
46
Si esto fue realmente sólo un paseo a casa, no quería hacer
el ridículo, dejando saber que estaba ansioso por algo más.
―Aquí vamos ―declaró a falta de algo más inteligente que
decir.

Con un movimiento rápido, Calvin extendió la mano y


agarró a James por el frente de su camisa. Un grito de
sorpresa brotó de su garganta justo antes de encontrarse
siendo arrastrado para otro beso. Una vez que superó su
sorpresa, se convirtió en un participante dispuesto,
apoyándose más para poder obtener un buen agarre en los
hombros de Calvin.

Su pene presionando contra la bragueta de sus pantalones


y James deseaba que pudiera cambiar aún más para que
pudiera frotarse contra el cuerpo duro de Calvin.
Esta vez cuando rompieron el beso, no se separaron.
Por el contrario, ellos siguieron sosteniéndose el uno al
otro, sus frentes juntas mientras ambos jadeaban para
respirar.

―Entra conmigo ―ordenó a Calvin con voz tensa.

Eso era algo que James ni siquiera tenía que pensar dos
veces. Asintiendo con la cabeza, dijo: ―Eso sería
probablemente una buena idea. Si seguimos así, mientras
estamos en el coche, tus vecinos podrían empezar a hablar.

―Sí, yo no quiero terminar el tema de discusión en el


boletín de este mes. 47
James se echó a reír, cuando salió y se dirigió a la puerta.
Mientras observaba a Calvin trabajar en la cerradura, su
corazón latía con anticipación y los nervios. Después de
todos estos meses de codiciar al doctor, apenas podía creer
que por fin iban a estar juntos.

―Está un poco desordenado ―se disculpó Calvin con un


gesto para que James entrara.

―Deberías ver mi lugar, es… ―James se cortó cuando


Calvin le clavó en la pared y comenzó a besarlo hasta
quitarle el aliento. James regresó el beso con urgencia,
tenía tanta hambre del hombre que él gruñó bajo en su
garganta mientras empujaba su lengua dentro de la boca
caliente de Calvin. Calvin respondió presionando la longitud
de su cuerpo en él.
Un escalofrío de deseo serpenteaba por su espalda al
sentir el grueso pene de Calvin frotándose contra él. Calvin
se separó sólo el tiempo necesario para cerrar la puerta
detrás de ellos antes de regresar, a besarse de nuevo con
la misma pasión.

―Si supieras cuánto tiempo he estado esperando para


hacer esto ―declaró Calvin antes de morder el labio
inferior.

―Debería haber dicho algo antes. ―James gimió cuando él


empujó sus caderas hacia delante de contra la erección de
Calvin―. He estado caliente por ti desde la primera vez que
nos conocimos. ―James aspiró el aliento cuando Calvin 48
deslizó sus manos bajo su camisa. La sensación de los
dedos tocando su estómago y el pecho hizo que la
adrenalina se disparara a través de toda su sangre.
Extendió la mano a ciegas para desabotonar a Calvin. En su
prisa, él hizo que uno de los botones se rompiera. Hizo una
mueca cuando el sonido del chasquido resonó fuerte al
chocar contra el suelo de madera―. Lo siento ―susurró.

―Olvídate de la maldita camisa. ―Ayudó a Calvin a


deshacer el resto del camino. Encogiéndose de hombros, la
arrojó a un lado.

Tan pronto como el pecho bronceado se expuso, James no


podía dejar de tocarlo. ―Maldita sea, esto es lindo
―susurró a medida que sus manos se extendían para que
pudiera sentir más de la piel de Calvin a la vez.
No podía conseguir bastante de él. Una vez que llegara
a la cama y se presionar desnudo, puede que finalmente
fuera saciado, pero de alguna manera, lo dudaba.

―Wow, viniendo del médico más buscado, es un gran


cumplido.

―Que gracioso.― Continuó James explorado lentamente el


cuerpo de Calvin, acariciado alrededor de pezón de Calvin,
haciéndolo gemir de placer.

―Lo digo en serio. ―Calvin cerró los ojos cuando gimió―.


La mitad del personal femenino ha caído en la lujuria por ti.
Si saben que estás conmigo ahora, probablemente se 49
rebelaran y trataran de sacar mis ojos.

James bajó la cabeza para ocultar una sonrisa de


satisfacción. Podía haber sido su imaginación, pero podría
jurar que escuchó un toque de celos en la voz de Calvin.
―Es una pena para ellas, porque eres lo que yo quiero
―dijo James antes de que se inclinara abajo y moviera su
lengua sobre el pezón de Calvin.

―Estoy empezando a amar a esa dulce boca ―se quejó


Calvin.

―¡Qué poco sabes! Esto es el principio. ―Deben haber sido


las palabras que finalmente empujaron a Calvin al límite.

Agarrando el frente de la camisa de James otra vez, lo


empujo de espaldas contra la pared.
James dejó escapar un silbido de dolor, incluso cuando
una nueva oleada de deseo lo golpeó.

―Cuarto. Ahora, ―ordenó a Calvin en un rugido cercano.

―No sé dónde está ―respondió James, un tanto


desesperado. Cama, sin cama, ahora mismo, a él no le
importaba un comino. Con tal de que Calvin lo jodiera. El
infierno, que estaría dispuesto a caer en el suelo de madera
y hacerlo ahí.

Una sonrisa leve pasó por los labios hinchados de Calvin,


casi como si pudiera leer lo que James estaba pensando.
Todavía lo sujetaba por la parte delantera de la camiseta, 50
Calvin le condujo por el pasillo a la última puerta a la
izquierda.

Una vez que entraron, James cambió el juego. Poniendo


una mano sobre el pecho de Calvin, empujó al hombre
contra la pared se abalanzó para la captura de su boca en
un beso ardiente. Cuando Calvin dejó escapar un pequeño
gemido, un estremecimiento pasó por él, sabiendo que
había causado esa reacción del hombre por lo general
reservado. Quiso hacer más, para ver qué tan fuera de
control podía poner a Calvin.

Cayendo de rodillas, James miró por debajo de sus


pestañas. ―He querido probar esta polla desde hace tanto
tiempo que no creo que pueda esperar un minuto más. ¿Te
importa?
Calvin miró hacia abajo, el crudo deseo ardiendo en sus
ojos oscuros. ―Como si fuera a decir que no a eso.

James se rió suavemente mientras bajaba la cremallera de


los pantalones de Calvin. Abriendo el botón, tiró hacia
abajo para mostrar el oscuro boxers. Se detuvo el tiempo
suficiente para pasar la uña contra la erección de Calvin a
través del material de su ropa interior, antes de bajarlo de
un tirón, también, por lo que finalmente pudo llegar a la
polla.

―Mierda, ahora sé que eres perfecto en todo ―observó


James antes de sacar su lengua para lamer la corona de la
erección de Calvin. Un poco de pre-semen se había reunido 51
allí y gimió cuando el sabor salado se apoderó de la lengua.

―Si sigues con esto, no voy a durar mucho tiempo. ―A


pesar de la amenaza de Calvin, pasó los dedos por su pelo
para que siguiera.

―Esperemos que te recuperes rápido.

James separó sus labios antes de envolverlos alrededor del


espesor de Calvin, su polla caliente. Sí, esto era tan bueno
como siempre lo había soñado. La polla de Calvin era tan
grande, tan dura y era todo para él. Sabía que había sido
traído aquí por un tiempo breve, ¿bueno y que si cuando
todo estuviese dicho y hecho, él y Calvin volvían a tener la
fría relación profesional que tenían antes?
Pero esta noche, era todo para él y antes de que
terminara, James prometió que Calvin estaría rogando por
él.

52
V t Ñ • àâ ÄÉ V â t àÜ É
James se movía tan lento que todo lo que Calvin podía
hacer era no pedir más. El paramédico se tomó su tiempo,
chupando la polla de Calvin una pulgada a la vez.
Frustrado, trató de empujar hacia adelante y enterrarse a sí
mismo hasta las bolas adentro de la boca de James. James
lanzó un gruñido como respuesta, su mano fuerte en la 53
cadera, lo que le obligó a permanecer inmóvil.

―Si continuas con esto voy a tener que volver a la tortura


―advirtió Calvin. James se quejó en respuesta, las
vibraciones viajando por toda su polla. A continuación,
James comenzó a trabajar chupando duro, con las mejillas
ahuecadas. Calvin golpeó la parte de atrás de su cabeza
contra la pared cuando reprimió un grito de placer.

Cerró los ojos, le permitió a James tomar el control de su


encuentro. Siempre era el que tomaba el control en todas
sus relaciones pasadas, era embriagador dejar a alguien
más con la última palabra una vez. Él tenía razón en una
cosa, James tenía la más dulce boca. Él sabía cuándo ir
duro y cuando retirarse y dar caricias suaves con su lengua
y los labios.
Calvin logró contenerse por pura voluntad. Hasta que
James le miró con esos ojos azul intenso suyos. A medida
que lo miraba, algo extraño tiró de él.

Esto lo hizo querer reclamar a James como no lo había


hecho con ningún otro, marcarlo como suyo de algún
modo.

Con un rugido, cogió el pelo de James y apartó al hombre


fuera de su polla. Calvin envolvió sus dedos alrededor de su
propia polla y se acarició a sí mismo. Sólo tomó un par de
toques a sí mismo, para terminar. Dejando escapar un grito
ronco, disparó su semen en la cara de James. James lo
sorprendió cuando abrió su boca para tomar algo, pero una 54
gran cantidad de ello salpicó sus mejillas y el mentón.
Respiró duro, cuando vio a James sacar su lengua para
lamer un poco más.

James cerró los ojos y tarareó, casi como saboreando el


gusto.

―Levántate ―ordenó a Calvin con una voz entrecortada.


Tan pronto como James se levantó, se inclinó y lamió los
restos de su corrida. Él se movió lentamente, haciendo
caminos perezoso con su lengua mientras saboreaba la sal
de la piel de James mezcla con el sabor amargo de su
propio semen. No fue hasta que James estaba totalmente
limpio que se retiró.
Calvin le señaló la cama a James y lo llevó allí, los dos
se quitaron la ropa en el camino.

James tuvo un momento de incomodidad con las pesada


botas con cordones, ya que trabajó para tirarlas fuera.
Finalmente, Calvin tenía a James, donde quería desnudo y
acostado en su cama.

Calvin avanzó lentamente a la parte superior de la cama,


sentándose a horcajadas sobre las caderas de James. A
pesar de que ya había tenido un orgasmo, su pene estaba
duro otra vez y no pudo resistir el roce contra James.

La piel bronceada, se destacó marcadamente en contra de 55


su edredón blanco, la vista era mejor que en cualquiera de
los sueños eróticos que pudiera haber tenido. ―No puedo
esperar para conocer cada pulgada de este cuerpo ―dijo
Calvin, justo antes de bajar su cabeza para lamer uno de
los pezones de James.

―Jódeme, por favor ―se quejó James mientras rodaba sus


caderas.

―No hasta que tenga un poco de diversión en primer lugar.


―Calvin sonrió contra su piel―. Te lo advertí. La tortura
puede ir en ambos sentidos.

―Estoy en problemas, ¿no? ―Dijo James, en voz baja.

Calvin no le respondió, en cambio, se tomó su tiempo para


besar y lamer a James por todas partes.
No fue hasta que los dos temblaron de excitación que
él se retiró. James torció su cuerpo alrededor torpemente y
comenzó a alcanzar el suelo para algo.

―¿Qué estás haciendo? ―Preguntó Calvin, con una sonrisa


por su extraño comportamiento.

―Tengo un condón en el bolsillo de mis pantalones.

―Aquí tengo uno. ―Calvin se extendió sobre él para abrir


el cajón de su mesita de noche. Siseó de placer cuando
sintió la lengua de James sobre su pezón y busco a ciegas,
con la mente tan ocupada por lo que le estaba pasando, el
simple acto de agarrar algo se le escapaba. 56
―Date prisa ―declaró James, dándole un suave mordisco
de amor a Calvin. Pasó las manos por los lados de Calvin
haciéndolo temblar en la respuesta.

―Estoy tratando. Pero no lo estás haciendo más fácil


―bromeó Calvin, que finalmente encontró un condón y la
botella de lubricante. Estuvo a punto de dejar salir un grito
de alegría mientras elogió a todo que era sagrado.

Besando en su camino de vuelta por el cuerpo apretado de


James, Calvin dio a su polla una breve lamida antes de que
él se sentara sobre sus rodillas. Se demoró al abrir la
envoltura del condón, tuvo problemas porque sus manos
temblaban. Un rubor llegó a su rostro cuando se dio cuenta
de que se debía estar comportado como un adolescente
ansioso por perder su virginidad.
Afortunadamente, una sonrisa comprensiva en el
rostro de James apareció y tomó el envoltorio.

―Aquí, déjame. ―Con los movimientos hábiles, James


abrió el paquete abierto, tomó el condón y lentamente lo
deslizó sobre la polla de Calvin, su dedos dejaron un rastro
caliente.

Calvin le dio un beso en señal de agradecimiento antes de


darle a James un suave empujón en el pecho. ―Acuéstate y
déjame cuidar de ti. ―Tan pronto como James cumplió,
Calvin abrió la tapa del lubricante y se sirvió una generosa
cantidad en la mano. Cuando pudo conseguir suficiente
lubricante en su dedo, Calvin alcanzó entre las piernas de 57
James y comenzó a dar vueltas poco a poco a su agujero.

Mientras Calvin estaba deslizando un dedo, los párpados de


James se cerraron. ―No cierres los ojos ―le ordenó con
una voz ronca―. Quiero ver tu expresión cuando haga el
amor contigo.

James obedeció, su mirada fija de ojos azules ardientes


quemando a Calvin cuando añadió un segundo dedo,
estirando al hombre para tomar su polla. Él gimió cuando él
sintió cual apretado era James, su culo sujetó sus dedos en
un apretón firme.

―Por favor, Calvin, no puedo soportarlo más ―jadeó


James. Sus mejillas enrojecidas por el deseo y un brillo fino
de sudor en la frente.
Sinceramente, Calvin tampoco creía que pudiera
aguantar más. Su polla estaba cerca dolor en este
momento y estaba temblando, peor que antes.

Quitando sus dedos, Calvin lanzó una de las piernas de


James sobre su hombro y lentamente presionó su polla a
través del apretado anillo de músculos.

James dejó escapar un gruñido que pronto se convirtió en


un gemido de placer. Comenzó a cerrar los ojos otra vez,
antes de abrirlos, como si recordara la orden anterior de
Calvin.

Calvin siguió hacia adelante, no paró hasta que fue 58


sepultado por completo en el culo apretado de James. Hizo
una pausa, para darle tiempo a James a adaptarse, pero el
chico no quería nada de eso.

Hundiendo sus dedos en los brazos de Calvin, le gritó:


―Más duro. Necesito saber que lo quieres.

La extraña manera en que lo dijo hizo que Calvin se


detuviera, pero decidió preocuparse por ello más tarde.
Todo lo que importaba en ese momento era darle a James
lo que quería, una penetración más fuerte.

Poniendo una mano en la pierna de James, y la otra en el


hombro, Calvin empezó a golpear con fuerza en él. La
mirada de pura felicidad que pasó por el rostro de James
casi le hizo terminar.
Le tomó toda su disciplina y morderse el labio inferior
para contenerse.

―Sí, así ―dijo James.

Sus dedos estaban cavando con fuerza en los brazos de


Calvin probablemente estaba dejando moretones detrás.
Calvin soltó las piernas de James para poder agarrar el
pene del hombre en su lugar. A este ritmo, sabía que no iba
a durar mucho tiempo y quería que llegaran juntos. James
estaba dejando escapar gemidos, el sonido marcado por
golpes de Calvin. Esta vez, cuando él cerró los ojos, Calvin 59
no le dijo nada.

― Tan bueno. Tan apretado ―exclamó Calvin, justo antes


de un orgasmo tan duro que golpeó su cuerpo. Gritando el
nombre de James, él terminó llenando el condón. Un par de
empujones más tarde, James se unió a él, su semilla cubrió
su estómago.

Calvin se quedó dentro de James, no salió hasta que estuvo


suave y se desplomó a su lado. Quería quedarse despierto
durante más tiempo. Había tantas cosas que quería decirle
a James, pero estar despierto durante dos días por fin lo
alcanzó. Calvin cerró los ojos sin poder evitarlo y que se
quedó dormido. Pero no antes de acercar a James y
rodearlo con sus brazos.
―Alpha 304 está en camino―dijo Janet su voz baja
cuando entró en la sala de Rayos-X.

Calvin no levantó la vista, tratando de lucir calmado, a


pesar de que su corazón estaba tronando en el pecho. ―¿
Con quién está?
60
―Una prioridad tres, paciente de enfisema del Hogar de
Ancianos de Snyder. James llamó y dijo que le pusieron
oxígeno y está estable ahora.

Al oír el nombre de James, el corazón de Calvin empezó a


latir más fuerte y su estómago apretado en la anticipación.
Habían pasado tres días desde su encuentro. Tres días
desde que Calvin se había despertado para encontrar la
cama vacía, las sábanas frescas y obviamente no había
dormido con él. Tres días y ni una sola vez en todo ese
tiempo James había hecho ningún intento de contactar con
él. ―¿A qué distancia están? ―Él hizo una mueca cuando
se dio cuenta de cómo su voz sonaba tensa.

―Cinco minutos ―la mirada de Janet era de compasión.


Esto hizo sentir a Calvin aún peor, se sentía como si
fuera un perdedor con un plato pesado de compasión,
porque su corazón había sido pisoteado. Lo peor de todo
era que sabía que no tenía buenas razones para sentirse
ofendido o lastimado.

Cuando James se había ido a casa con él, ninguno había


mencionado nada acerca de convertirse en una pareja. El
médico probablemente estaba acostumbrado a que los
chicos se lanzaran a él, queriendo una jodida rápida. Es
obvio que él pensara de Calvin no fuera diferente.

Tenías que quedarte dormido, ¿no?


61
Si se las hubiera arreglado para mantenerse despierto,
entonces tal vez habría trabajado hasta el valor para decirle
a James que su encuentro significaba mucho para él. Que él
quería que ellos pasaran más tiempo juntos, mucho más
tiempo. En cambio, es probable que transmitiera un
mensaje falso de que el sexo había sido sólo eso, el sexo y
nada más, y eso no podía estar más lejos de la verdad.

Calvin no había sido capaz de sacar a James de su mente.


Había llegado al punto en el que todos sus pensamientos
fueron consumidos con el médico oscuro y atractivo.
Incluso mientras estaba trabajando, constantemente estaba
expectante con la esperanza de escuchar su voz.

―Hola, ¿estás ahí? ―Janet le dio un codazo en las costillas,


haciendo que saliera de sus pensamientos.
―Lo siento ―dijo Calvin pasando su mano por su pelo lleno
de frustración.

¡Dios! Con todo sus lamentos y quejidos no era mejor que


una adolescente suspirando sobre su héroe de fútbol.

―¿Debería poner al paciente en el cuarto seis? Esta vacío


― sugirió Janet calmadamente volviendo al tema.

―Sí, suena bien. Ve a poner todo en marcha y voy a ir ya


mismo.

―Después de que Janet se fuera, Calvin comprobó uno de


sus pacientes antes de reunirse con ella, de manera que
cuando llegó a la habitación, el transporte había llegado. A 62
pesar de que ya habían transferido al paciente de la camilla
a la cama, James todavía estaba al lado del anciano. Una
vez que Calvin se acercó, vio que el paramédico no podía
moverse porque el paciente estaba sosteniendo su mano. A
pesar de que el hombre se ahogaba y tenía una máscara de
oxígeno, estaba hablando a mil por hora a James, que
pacientemente asentía con la cabeza.

Calvin sonrió mientras se sentía caliente desde el interior


hacia fuera. Todos los que entraban en contacto con James
al instante les caía bien y parecía que este hombre no era
diferente. Bueno, todos los que estaban en su contacto
excepto Gladys, que estaba disparando miradas de
desaprobación desde la estación de enfermería.
No ayudó mucho cuando Matt le dio a la enfermera
muerde huesos una sonrisa arrogante cuando la saludó con
la mano.

―¿A quién tenemos aquí? ―Preguntó. James lo miró y


Calvin maldijo el hecho de que no poder leer la expresión
del tipo.

―El Sr. Hadley ha estado teniendo problemas para respirar


hoy.

Cuando James sacudió el listado de signos vitales y los


detalles del trato que había dado al paciente, el estómago
de Calvino cayó. 63
El tono profesional en la voz de James sin cualquier
tipo de sonido diferente a lo que siempre habían tenido,
como si nada hubiera ocurrido entre ellos.

―No me vas a dejar aquí solo ¿verdad? ―Preguntó el Sr.


Hadley a James.

Si Calvin lo hubiera conocido mejor, habría jurado que el


viejo tenía un tono casi coqueto en sus palabras. Él negó
con la cabeza e inmediatamente desestimo la idea. Debía
ser por la forma en la máscara de oxígeno amortiguando su
voz.

―Yo no me preocuparía el Dr. Dane va a cuidar bien de


usted. ―James intentó, con un poco de suerte, extraer
suavemente la mano.
―Pero no lo quiero tanto como a ti. ―Movió las cejas Mr.
Hadley a James.

Matt tosió para ocultar su risa y Janet se puso roja por el


esfuerzo para contener su diversión.

James finalmente logró obtener su mano libre y comenzó a


hacer una rápida retirada.

Cuando el paramédico se detuvo el tiempo suficiente para


recoger la manta de la cama en el suelo, Calvin vio como el
señor Hadley miraba el culo apretado.

―Tranquilo, chico grande ―dijo Calvin arrastrando las


palabras―. No pienso que su corazón pueda soportar más 64
emoción.

―¿En serio? ―Dijo el señor Hadley quitándose la máscara


con una sonrisa lasciva―. Yo estaba pensando que tal vez
debería enfermarme con más frecuencia.

―Estaríamos más que felices de ir en cualquier momento


que nos necesite. Si lo desea, usted puede incluso pedir a
James específicamente, ―dijo Matt felizmente.

James le dio a su compañero una mirada asesina. ―Voy a


limpiar el equipo y terminar el papeleo. ―James hizo una
pausa para darle al hombre mayor una despedida―. Espero
que se sienta mejor Sr. Hadley, y Matt tienen razón, usted
puede llamarnos en cualquier momento.
Cuando llegó a la puerta, James lanzó una mirada a
Calvin. Fue tan breve que si Calvin no habría estado
mirando se la habría perdido.

Lo que vio en los ojos de James, le dio esperanza por


primera vez desde que se despertó solo en la cama fría. A
pesar de que James tratara de ocultarlo, Calvin no podía
omitir el deseo en la expresión de James. Esto hizo a Calvin
decidir una cosa. No había manera en el infierno que James
se fuera del hospital sin que ellos dos hablaran.

Afortunadamente, dentro de diez minutos, otro médico de


guardia regresó de turno y Calvin fue capaz de pedirle que
se ocupara del cuidado del Sr. Hadley por un tiempo. 65
Diciéndole a Janet que era la hora de su almuerzo, salió de
la sala de emergencias. Fue difícil, pero no mordió el
anzuelo cuando ella le lanzó una mirada de complicidad.

Yendo a las puertas dobles que conducen a la entrada de


ambulancias, dejó escapar un suspiro de alivio, al ver qué
el equipo de James era el único ahí. Estaba oscuro, pero
todavía podía ver la sombra del hombre moviéndose
alrededor de la ambulancia.

Esta vez, las puertas traseras estaban cerradas así que


Calvin utilizó la de al lado en su lugar. James estaba
sentado en el asiento plegable, un tablero de metal en
equilibrio sobre sus rodillas. Si él se sorprendió al ver
Calvin, no lo parecía.
En cambio, sólo le dio una mirada antes de volver su
atención a la hoja que estaba llenando. ―No ha dicho adiós
―dijo Calvin, con cuidado de mantener su voz neutral.

―Claro que lo hice. Incluso le dije que podía llamar en caso


de que se enferme de nuevo. ―James siguió mirando a la
documentación.

Era casi como si estuviera siendo deliberadamente grosero


para apartar a Calvin. Media hora antes, Calvin habría sido
disuadido con ello. Creyendo que el hombre no quería tener
nada que ver con él. 66
Eso fue antes de ver la mirada que James le había
lanzado en su camino a la salida. No tenía ninguna duda
que James quería esto tanto como él. Tenía que haber algo
por lo que actuaba así. Calvin estaba determinado a
averiguar que era, aunque tuviera que sentarse en la parte
trasera de la ambulancia durante toda la maldita noche.
―¿Sabes de lo que estoy hablando? No seas tímido, a pesar
de que te veas tan malditamente sexy.

Eso finalmente consiguió una reacción. La cabeza de James


subió, lo miro con sus ojos llenos de ira. ―Te dije que tenía
clase al día siguiente. Así que me levanté temprano y no te
quise despertar.

Cerró la puerta y tomó el asiento de enfrente al banco de


James.
Se inclinó hacia adelante en sus rodillas, Calvin
despacio sacudió su cabeza. ―Lamentablemente, con eso
no te salvas. Si hubieras realmente querido ser
considerado, podrías por lo menos haber dejado una nota o
podías haber llamado.

James dejó escapar un suspiro agravado. ―Mira, pensé en


ahórranos el trabajo de intercambio de la falsa llamada
habitual de yo-te-llamare-mañana. Además, incluso si yo
hubiera querido llamarte, no hubiera podido ya que no
tengo tu número.

―¿Cómo sabes que no quería volver a verte? ―Desafió


Calvin. Sabía que no debería darle el placer a la ira de 67
James, pero no podía evitarlo. Si esto hubiera sido solo un
encuentro casual... pero no había una forma en la que
James consiguiese trabajar en ello. No, le importaba.
Obviamente, él no estaba dispuesto a admitirlo aun.

―Vamos, ¿desde cuándo un médico rico va a los barrios


bajos con alguien como yo, a menos que fuera para una
cogida rápida?

―¿Y cómo sabes que no quiero más? ―Calvin extendió la


mano y ligeramente puso los dedos sobre la rodilla de
James―. Nunca me diste la oportunidad de demostrar lo
contrario. ― James abrió y cerró la boca varias veces como
si estuviera luchando para encontrar un argumento para
aquella lógica. La cólera rápidamente escapó de su cara
para ser reemplazada por la duda.
No era una gran mejora, pero al menos no es un paso
atrás.

―¿Qué podrías posiblemente querer de mí, además de lo


obvio? ―Preguntó James.

―No sé quién te hizo tener tanto miedo para confiar en


alguien lo suficiente como para formar una relación, pero si
alguna vez lo encuentro, se va a arrepentir.

―Calvin se inclinó hacia adelante hasta que sus labios


estaban a pocos centímetros de la oreja de James―. Te voy
a demostrar que soy digno de tu confianza aun si eso es lo
último que hago. 68
―¿Cómo? ―Susurró James de vuelta.

Su cuerpo se puso tenso y se quedó inmóvil, pero al menos


él no se encogía ni tampoco empujó a Calvin lejos. En ese
momento, estaba dispuesto a tomar lo que pudiese y
James estuviese dispuesto a dar. ―Voy a asegurarme que
estés tan satisfecho y cuidado que no te preocuparas de
nada mas que de ser feliz. Tal vez si lo hago esto lo
bastante, te darás cuenta de que no hay manera de te deje
ir. No hasta que sepas que tan bien estamos juntos.

―Fue sólo sexo ―protestó James.

Calvin estuvo contento de escuchar como su voz sonaba


temblorosa.
―No, no lo fue y lo sabes. ―Alcanzado detrás de la cabeza
de James, Calvin presionó el interruptor de la luz,
sumergiéndolos en la oscuridad―.

Llama a Matt y haz que no venga por aquí.

―No podemos hacerlo aquí.

―Sí, podemos. Tal vez si te chupo y te follo lo suficiente,


finalmente veras que me perteneces.

―¿No te van a echar de menos en el hospital? ―James


tragó saliva, cuando su cuerpo empezó a temblar.

―No, estoy en mi hora del almuerzo. ―Calvin se deslizó 69


sobre sus rodillas, colocándose entre los muslos de James.
Mirando hacia arriba, él hizo un gran show de lamerse sus
labios, disfrutando de la llamarada del deseo en los ojos de
James―. Y yo solo tengo hambre solo de una cosa. Ahora
toma el teléfono y llama a Matt para que no venga hasta
aquí.

James asintió con la cabeza antes sacar su teléfono del


bolsillo.
VtÑ•àâÄÉ V|ÇvÉ
Matt contestó a la primera, algo que no sorprendió a
James. Su compañero parecía a vivir con su teléfono móvil
en su mano para lo que estaba listo todo el tiempo. ―Ya
voy, así que enfriar tus motores.

James contuvo el aliento al sentir la cremallera bajarse. Él


miró abajo a Calvin y dio una sacudida frenética de su
cabeza, pero el médico no le hizo caso y siguió su camino, 70
abriendo en el botón. ―Estamos... eh, una tabla corta y ve
a ver si tiene alguno aquí en el hospital ―James luchó para
recordar la historia que se supone que tenía que usar. No
sólo eran los nervios causando estragos en él, las
sensaciones frescas de los dedos de Calvin, envolviéndose
alrededor de su polla casi le provocan la muerte cerebral. A
continuación, Calvin lo sacó completamente de sus
pantalones y James sabía que estaba perdido.

―Ooookay ―señaló Matt, claramente sorprendido―. Yo


puedo alargar esto durante quince minutos más.

―Gracias. ―James aspiró el aliento cuando la lengua de


Calvin comenzó a burlarse de la corona de su polla―. ¡Oh,
joder!
―¡Sheesh! Por lo menos espera hasta que cuelgue el
maldito teléfono. Sin embargo, todo el mundo me llamara
Horndog5 ― advirtió Matt.

James colgó y tiró el teléfono sobre la camilla para poder


centrarse exclusivamente en lo que Calvin y su boca
estaban haciendo. Estaba más allá de lo imprudente lo que
estaban haciendo. Si los atrapaban, ambos tendrían
problemas con su trabajo, pero James sabía que no había
forma en la que fuera capaz de decirle a Calvin que lo
dejara. No cuando se sentía tan malditamente bien.
―Tómalo todo ―ordenó James, su tono crudo, con pasión. 71
Cuando Calvin obedeció a chuparlo en el calor de terciopelo
de su boca, gritó. Su grito resonó en los confines de la
tranquilidad de la ambulancia.

Por lo general, James se conforman con sentarse y dejar


que Calvin marcara el ritmo, pero sabía que sólo tenían
unos preciosos momentos juntos. No era sólo que Matt
volvería en quince minutos, otra ambulancia podría llegar
en cualquier momento. Agarrando la parte posterior de la
cabeza de Calvin para mantenerlo quieto, James comenzó a
empujar en la boca con movimientos rápidos.

5
N de C: Se utiliza para describir a alguien que esta caliente , por lo general en un sentido cómico.
Calvin no lucho, al parecer muy contento por eso. A
pesar de que usaba la lengua y los dientes, por lo que se
sentía todo mucho mejor. Sólo le tomó unos minutos antes
de que James sintiera sus bolas pesadas y firmes.

Él dio un empuje antes de llevar la liberación de su polla en


la boca ansiosa de Calvin.

James volvió a gritar, esta vez sus labios formando el


nombre de Calvin.

James inclinó la cabeza hacia atrás contra la pared,


disfrutando de los escalofríos persistentes que pasaron por
él cuando Calvin lo lamió hasta dejarlo limpio. Cuando 72
terminó, escondido la polla de James en los pantalones y
subió la cremallera. ―Nunca te habría visto como un
exhibicionista ― bromeó James, con la esperanza de cubrir
lo inseguro que estaba.

―Hay muchas cosas que no sabes sobre mí. Me encantaría


que dieras a lo nuestro una oportunidad de conocernos
bien. En la cama y fuera. ―Calvin todavía sobre sus rodillas
se inclinó adelante para presionar un beso a los labios de
James.

Una sacudida de deseo se disparó a través de James,


cuando probó su esencia de su corrida todavía presente en
la boca de Calvin. ―Okay, voy intentarlo. Por ti ―prometió
James una vez que se separaron.
Calvin sonreía satisfecho antes de agarrar teléfono de
James desde la camilla. Marcando algunos números,
entonces se lo entregó. ―Programado mi número por lo
que ahora no tienen excusa para no llamarme nunca más.

James se echó a reír. ―Okay, ¿quieres que te llame


mañana después de que consigamos dormir un poco?

Calvin extendió la mano para acariciarle la mandíbula, lo


que hizo temblar a James en la respuesta. ¿Cómo un
simple toque podía afectarlo con tanta facilidad? Nunca
había sido tan intenso con nadie. Con Calvin, parecía que
cada toque provocase una chispa y le hizo desear más.
73
―Prefiero que me llames antes para que podamos dormir
juntos. Sólo que esta vez, quiero que te quedes el tiempo
suficiente para poder despertar contigo en mis brazos
―Calvin lo miro, sus ojos oscuros casi suplicante.

¿Cómo podía negarse? James se inclinó y le dio un beso.


―Creo que me gustaría. Te voy a dar una llamada tan
pronto como me vaya y podemos decidir cuándo y dónde
nos encontramos.

―Asegúrate de hacer eso. ―Calvin se levantó―. Mejor que


me vaya antes que Gladys salga a buscarme.

―Si ese es el caso, entonces vamos a desnudarte y ponerte


en la camilla. Y realmente darle la emoción de su vida.
―Calvin se echó a reír antes de irse.
James terminó de llenar los documentos y volvió a
entrar en la sala de emergencias para entregarlos. A su
regreso, se encontró con Matt esperando con impaciencia.

―Tenemos una llamada ―gritó desde el asiento del


conductor.

James corrió por el lado del pasajero y se metió dentro de


la ambulancia. ―¿Qué es?

―El hombre abajo fuera, en uno de los edificios de oficinas.


―Matt salió fuera del estacionamiento del hospital y
prendió la sirena. 74
James hizo una mueca. Hombre abajo podría ser cualquier
cosa como un paro cardíaco, un borracho desmayado en el
césped... Agarró un par de guantes y se los puso mientras
Matt iba través del tráfico. Gracias a los pies de plomo de
Matt, ellos llegaron en menos de cinco minutos. Un tiempo
récord, incluso para ellos.

A pesar de que James estaba recogiendo la radio para


alertar al hospital que estaban en escena, las alarmas se
encendieron en su cabeza. Algo no le parecía bien. Aunque
podía ver a un individuo a treinta metros o menos de ellos,
había un extraño silencio en el aire que simplemente no le
parecía bien.

―¿Cómo fue esta llamada ―preguntó Matt.


―Sólo un hombre abajo. Nada más ―Matt estrechó los
ojos, evidentemente, teniendo una mala sensación,
también.

James revisó en la víctima y palideció por la forma inmóvil


en la que estaba. Ambiente extraño o no, él sabía que no
podía quedarse sin hacer nada.

Saliendo de la ambulancia, cogió su bolsa de traumas y


echó a correr por la hierba. Matt dando la vuelta se unió a
él.

―¿Eso es sangre en el pecho? ―Matt gritó, su voz aguda


con miedo. 75
―Sí, lo es. ―James echó un vistazo a la cantidad de sangre
derramada sobre el hombre y sabía que ellos no serían
capaces de ayudarle―. Ve a la radio y pregunta dónde
diablos esta PD. Se trata de un disparo.

Empezó a retroceder hacia el equipo, ambos


desesperadamente en exploración de la zona presintiendo
el peligro.

Matt agarró la radio: ―¿Cuál es el estado de nuestro


respaldo de seguridad?

La radio crepitó a la vida: ―Copia 304, no hay PD próximo.

James y Matt se miraron horrorizados. ―Alguien la a jodido


en grande ―gruñó James.
―Despacho, esto es un GSW y necesitamos PD de respaldo
de seguridad lo antes posible.

James vio un destello en su alcance, pero ya era demasiado


tarde. Llamando una advertencia, él alcanzó a Matt cuando
el aire fue roto con el sonido de los disparos.

76
―Calvin, tiene que venir a ver esto ―gritó Janet mientras
corría a la estación de la enfermería.

Su cara estaba desprovista de todo color y estaba


temblando tanto que se preocupó por si perdía del
conocimiento.

―¿Qué está pasando? ―Preguntó, alarmado. Le costó


mucho conseguir que esto trabajara. En todo el tiempo que
le había conocido, rara vez la había visto perder la calma y
nunca a este extremo.

―Algo malo. ―Agarrando su mano, lo llevó de vuelta a la


sala de descanso del personal. La televisión estaba
encendida y varias enfermeras y los médicos estaban de
pie alrededor de él, con miradas de horror en sus rostros.
―¿Qué pasó? ―Dio un paso más cerca y vio un conocido
edificio de oficinas que estaba a pocos kilómetros del
hospital.

―Un tipo perdió su empleo y disparó en el lugar. La noticia


dice que hay al menos cinco muertos y decenas de heridos,
―dijo una de las enfermeras.

―¿No han cogido el tirador todavía? ―Calvin vio decenas


de vehículos de emergencia rodeando el edificio y se
preguntó si James estaba allí. Esperaba que no. El
pensamiento de que su hombre pudiese estar tan cerca del
peligro hizo su intestino apretarse en el miedo.
77
―No, él está arriba en una de las ventanas del piso
superior y disparaba a cualquiera.

―Calvin, hay algo que necesitas saber. El atacante tiene el


personal médico que primero respondió al incidente
inmovilizado ―dijo Janet con una voz vacilante.

Antes de que Calvin pudiera preguntar, la pantalla de la TV


cambió a una vista aérea. Se mostró un par de hombres
con el uniforme azul de la compañía de James.

Ellos estaban encorvados hacia abajo detrás de un


contenedor de basura, tratando de mantenerse al margen
de la línea de fuego. El tiro sonó y el aliento de los
pulmones de Calvin salió. ―James ―respiró con el miedo
que corría por su cuerpo. No había duda de que era.
Él reconocería esa frente fuerte y cabello oscuro en
cualquier lugar. Matt estaba con él y ambos se presionan
firmemente contra el contenedor de basura. A pesar de que
Calvin lo vio, los vio estremecerse cuando las balas vinieron
a su camino―. ¿Cómo es esto posible? Ellos estaban aquí
―protestó Calvin. Sus rodillas se sentían débiles y se
agarró la pared cercana en busca de apoyo.

―Ellos debieron recibir la llamada cuando se estaban yendo


―dijo Janet, con los ojos llenos de lágrimas.

Las alarmas sonaron por los altavoces del hospital, 78


anunciando que un trauma de nivel uno estaría por llegar.

Incluso sin haber sido informado, Calvin sabía que


debía ser alguien herido por los disparos.

El resto del personal se dispersó, preparándose para los


pacientes que no tardarían en llegar. Calvin se sentía
desgarrado. Tenía un fuerte deseo de quedarse y ver la
televisión, su juramento no le permitía quedarse cuando
había gente que lo necesitaba. Dando a la pantalla una sola
mirada desesperada, corrió a la sala de emergencias para
ayudar.

Parecía que habían estado hay durante horas, sin embargo,


una oleada tras otra de los pacientes continuaron llegando.
Había de todo, desde pequeños cortes hasta heridas
traumáticas.
Mientras que ellos habían logrado salvar a la mayoría
de los pacientes, se les había muerto uno orificios de bala,
por pérdida de sangre y heridas internas.

Cada vez que un equipo de la ambulancia entraba, Calvin


se pregunta acerca de la 304 y cada vez obtuvo la misma
respuesta: No sabemos todavía.

Calvin estaba terminando un conjunto de puntos de sutura,


cuando vio un par de médicos entrar. ―¿Has oído algo
acerca de James y Matt? ―Los llamó.

―Hemos escuchado que uno de ellos recibió un disparo y


está en muy mal estado ―respondió uno de ellos, con voz 79
ronca.

Calvin sentía como si alguien le hubiera golpeado en el


estómago con un ladrillo.

―¿Cuál? ―Preguntó, con la voz quebrada por el terror.

―No lo sé. He oído que la policía finalmente llegó al


pistolero. Así que el que recibió un disparo debe llegar en
breve.

Calvin lo esperaba. La sala de emergencia estaba llena así


que estaban desviando algunos de los pacientes a otros
hospitales cercanos. No pensaba que podría aguantar más
tiempo para averiguar si James estaba bien.

Le pareció una eternidad antes de que las puertas del


habitáculo se abrieran.
Un pequeño grupo de bomberos y médicos se precipitó
en una camilla. Calvin estaba aliviado y consternado al ver
que era Matt. Mientras que se alegraba de que no fuera
James, se desesperó al ver lo mal que Matt estaba.

El pecho del hombre era un desastre de lo que tenía que


ser por lo menos tres heridas de bala y no se movía.

Por suerte, el cirujano y un par de otros médicos se


hicieron cargo de la atención de Matt, de modo que quedo
libre para buscar a James. Justo cuando iba perdiendo la
esperanza de verlo, las puertas se volvieron abrir y entre
ellas llegó caminando James.
80
Tenía un pequeño corte en la mejilla y había una mirada
triste, desesperada en sus ojos, pero maldita sea, estaba
vivo y Calvin no pudo estar más aliviado.

Corriendo a él, Calvin echó los brazos alrededor de James y


tiró de él en un abrazo aplastando sus costillas. Tenían una
gran audiencia, pero le importaba un comino. Lo único que
importaba era que James estaba a salvo y no había sido
herido de gravedad. ―Pensé que te había perdido ―le dijo
Calvin. Su corazón se rompió cuando él notó lo mal que
James estaba. Estaba temblando. James envolvió sus
brazos alrededor de su cintura y lo abrazó de vuelta, su
cabeza en el pecho de Calvin.

―Estoy bien ―aseguró James.


Calvin continuó sosteniendo a James, saboreando la
sensación de tener a su amante de vuelta a salvo en sus
brazos. En ese momento, Calvin sabía que nunca sería
capaz de dejarlo ir.

81
XÑ•ÄÉzÉ
Cuatro meses más tarde

James se sentó a la mesa, peleando contra la risa al


ver a Calvin correr de un lado a otro en la cocina, en un
frenesí cerca de colapsar. ―Relájate, cariño ―dijo―. Es
sólo una pequeña cena. Se podría pensar que íbamos a 82
tener a la mitad de Flint con toda la comida que hiciste.

Calvin sacó algunos rollos de carne del horno antes de


responder: ―Es una gran cosa. No sólo estamos celebrando
que Matt por fin puede ir a trabajar, sino que también te
vas a mudar conmigo.

―¿Seguro que no quieres cambiar de idea? ―preguntó


James, aunque sabía que no había manera de que se
separase de Calvin.

Calvin se acercó y le dio un beso suave. ―¿Estás


bromeando? Nunca he sido más feliz.

―¿Significa esto que me perdonas por haber invitado a mis


padres?
―James sonrió al ver la mirada de pánico en los ojos
de Calvin.

―Todavía no puedo creer que hicieras eso. ¿Qué pasa si no


me quieren?

―Ellos te van a amar. Dios sabe que yo lo hago. ―James


se levantó así podría envolver sus brazos alrededor de la
cintura de Calvin.

―¿Qué acabas de decir? ―Preguntó Calvin, mientras se


daba la vuelta y miraba a James.

―Dije que te Amo.


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―Wow, no pensé que lograrías decirlo en voz alta. ―Los
labios de Calvin se separaron en una enorme sonrisa.

―Por supuesto que sí. ¿Por qué crees que estuve de


acuerdo en irme a vivir contigo? ―James bajó la cabeza,
sorprendido al sentir un calor tibio procedente de sus
mejillas.

―Me di cuenta, pero es agradable escucharlo en realidad


cuando lo dices.

―¿Y si lo digo de nuevo? Te amo, Calvin. ―James lo tiró en


un abrazo apretado.

―Te amo también, James, y siempre lo haré.


Y|Ç
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VÉÉÜw|ÇtwÉÜxá wxÄ ÑÜÉçxvàÉ
Ian y perversa

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Sweetkairy
85
VÉÜÜxvàÉÜ
Odile

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IsaM

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