Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
EN UNIÓN CON
CATÓLICOS EN ORACIÓN
SESIÓN 2
- En sentido civil de servicio público oneroso, como en el griego clásico (Cfr. Rm 13,6; 15, 27; Flp 2, 25.30; 2
Cor 9, 12; Hb 1, 7.14)
- En sentido técnico del culto sacerdotal y levítico del AT (cfr. Lc 1,23; Hb 8, 2.6; 9, 21; 10,11). La Carta a
los Hebreos aplica a Cristo, y sólo a él, esta terminología para acentuar el valor del sacerdocio de la Nueva
Alianza.
- En sentido de culto espiritual: San Pablo utiliza la palabra leitourgía para referirse tanto al ministerio de la
evangelización como al obsequio de la fe de los que han creído por su predicación (Cfr. Rm 15, 16; Flp 2,
17)
- En sentido de culto comunitario cristiano: El texto de Hch 13, 2 (leitourgountón) es el único del NT donde
la palabra Liturgia puede tomarse en sentido ritual o celebrativo. La comunidad estaba reunida orando, y la
plegaria desembocó en el envió misionero de Pablo y de Bernabé mediante el gesto de la imposición de
manos (Cfr. Hch 6, 6)
En palabras del Concilio Vaticano II:
“Por eso, al edificar día a día a los que están dentro para ser
templo santo en el Señor y morada de Dios en el Espíritu hasta
llegar a la medida de la plenitud de la edad de Cristo, la Liturgia
robustece también admirablemente sus fuerzas para predicar a
Cristo, y presenta así la Iglesia, a los que están fiera, como signo
levantado en medio de las naciones para que debajo de él se
congreguen en la unidad los hijos de Dios que están dispersos,
hasta que haya un solo rebaño y un solo Pastor” (SC 2)
TEMA 2: LO LITÚRGICO Y LO
NO LITÚRGICO
ACCIONES LITÚRGICAS (LO LO NO LITÚRGICO
LITÚRGICO
- Actos sagrados que, por institución - Son las acciones sagradas que se
de Jesucristo o de la Iglesia, y en su realizan en una iglesia o fuera de
nombre, son realizados por personas ella, con o sin sacerdote que las
legítimamente designadas para este dirija o presencie. A estos también
fin. se les llaman ejercicios piadosos o
- Se realizan en conformidad con los devociones de la piedad popular.
Libros Litúrgicos aprobados por la - Por ejemplo, el Santo Rosario, el
Santa Sede, para dar a Dios, a los Vía crucis, las procesiones por las
santos y a los beatos el culto que les calles, imposición de escapularios,
es debido. medallas, etc.
- Estos ejercicios piadosos, aunque
no propiamente actos litúrgicos,
deben prepararnos a vivir mejor la
liturgia.
Lo Litúrgico “es lo que pertenece al entero cuerpo eclesial y lo pone de manifiesto” (SC
26) y constituye la eficacia objetiva de los actos de culto. Los ejercicios piadosos evocan
el misterio de Cristo únicamente de manera contemplativa y afectiva.
2.1.- DIFERENCIA ENTRE LITURGIA Y EJERCICIOS PIADOSOS
El Papa san Juan Pablo II en su carta apostólica con motivo del 40°
aniversario de la Sacrosanctum Concilium nos dice al respecto: “La
constitución SC interpreta proféticamente esta urgencia, estimulando a la
comunidad cristiana a intensificar la vida de oración, no sólo a través de la
liturgia, sino también a través de los “ejercicios piadosos”, con tal de que se
realicen en armonía con la liturgia, como si derivaran de ella y a ella
condujeran” (n° 10)
San Juan Pablo II en la carta apostólica sobre el santo Rosario nos dice: “Hay quien piensa que la centralidad de la
liturgia, acertadamente subrayada por el Concilio Ecuménico Vaticano II, tenga necesariamente como consecuencia
una disminución de la importancia del Rosario. En realidad, como puntualizo Pablo VI, esta oración no sólo no se
opone a la liturgia, sino que le da soporte, ya que la introduce y la recuerda ayudando a vivirla con plena
participación interior, recogiendo así sus frutos en la vida cotidiana” (Rosarium Virginis Mariae, n° 4)
Debemos, pues, valorar Por tanto, la liturgia Cabe señalar que las
mucho estos ejercicios siempre esta conectada devociones nos deberían
piadosos, al igual que con el Misterio Pascual de preparar espiritualmente
todas las devociones de Cristo a través de los
para vivir la liturgia, pero
piedad popular, como signos sacramentales, y
expresión verdadera del por lo mismo participamos no la suplen, ni la
alma de un pueblo y como de la pasión, muerte y reemplazan. Entre las
la piedad de los “pobres y resurrección de Cristo, devociones, la más
sencillos”. Es la manera recibiendo los frutos de la importante es el rezo
como estos predilectos del Redención. Los Ejercicios contemplativo del santo
Señor viven y traducen en Piadosos, también evocan Rosario, a quien el Papa
sus actitudes humanas y en el Misterio de Cristo, pero
Juan Pablo II ha dado
todas las dimensiones de únicamente de manera
su vida el misterio de la fe contemplativa y afectiva. tanto realce, hasta el
que han recibido. Es más, Las acciones litúrgicas lo punto de ofrecernos una
muchas de estas practicas hacen actualizando la carta apostólica.
de puedan han brotado de salvación de Cristo aquí y
una intensa vida litúrgica. ahora, por medio del rito
sacramental.
2.1.1.- CARACTERÍSTICAS DE LA LITURGIA
Es decir, tiene como centro a Cristo resucitado y glorioso. Nos reunimos en cada sacramento en torno a Cristo y
por medio de Él, en torno al Padre, en unión con el Espíritu Santo, y Cristo nos comunica su salvación, su amor,
su misterio que sacia nuestra sed de felicidad. ¿Por qué Cristo es el centro de la liturgia? Porque solo Él es el
Mediador, el único Mediador entre Dios y los hombres.
B)- LA LITURGIA ES TRINITARIA
La liturgia es obra de la Trinidad, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. El Padre es fuente y fin de la
liturgia. “Por una parte, la Iglesia, unida a su Señor y bajo la acción del Espíritu Santo, bendice al Padre por su
don inefable mediante la adoración, la alabanza y la acción de gracias. Por otra parte, y hasta la consumación del
designio de Dios, la Iglesia no cesa de presentar al Padre la ofrenda de sus propios dones y de implorar que el
Espíritu Santo venga sobre esta ofrenda, sobre ella misma, sobre los fieles y sobre el mundo entero, a fin de que
por la comunión en la muerte y en la resurrección de Cristo-sacerdote y por el poder del Espíritu estas bendiciones
divinas den frutos de vida para alabanza de la gloria de su gracia
Es decir, solo a través de Cristo llegaran al Padre nuestras oraciones, peticiones, nuestra adoración y acción de
gracias. Y sólo a través de Cristo, el Padre nos concederá todo lo que necesitamos; nos llegará todo don a través
de este único Mediador. La presencia de Cristo en la liturgia no es estática, sino dinámica. Por eso en cada acto
litúrgico, nos concede la salvación de modo dinámico, recibiendo toda su fuerza salvadora.
C)- LA LITURGIA ES PNEUMATOLÓGICA
Quien lleva a cabo esta fuerza salvadora en la liturgia es el Espíritu Santo, con su acción invisible, pero real y eficaz.
Es el Espíritu Santo el que santifica el agua en el bautismo, para que Cristo nos
limpie del pecado y nos regenere e infunda la nueva vida, es decir, la vida divina
y trinitaria.
Es el Espíritu Santo el que en la unción de enfermos se hace consuelo, fuerza, alivio y brisa que
conforta a quien está enfermo.
Es el Espíritu Santo el que baja al alma de ese hombre en el orden sagrado y lo sella con carácter imborrable,
haciéndole sacerdote, configurándole con Cristo, haciéndole otro Cristo para que lo represente sacramentalmente. Y
será el Espíritu Santo el que poco a poco infundirá en ese hombre el espíritu de santidad.
Y es el Espíritu Santo el que en el matrimonio une cuerpos y almas de estos dos contrayentes haciéndose uno, y el
que les dará la gracia de la fidelidad a esa palabra empeñada en el altar del Señor, y la gracia para educar
cristianamente a sus hijos. Por tanto, es el Espíritu Santo el que trae la gracia de Cristo a cada uno, en cada acto
litúrgico.
D)- LA LITURGIA ES ECLESIAL
Las acciones litúrgicas, dice el Vaticano II no son acciones privadas sino celebraciones de la Iglesia. Es la Iglesia la
que celebra cada liturgia. Y cada uno de nosotros, que formamos la Iglesia recibe ese influjo divino, esa gracia que
necesita según la diversidad de órdenes, funciones y participación actual dentro de la Iglesia. Todas las gracias y la
salvación de Cristo nos vienen en la Iglesia, desde el día del bautismo. Aun sin estar insertos en la Iglesia, la gracia de
Dios y la salvación de Cristo llega a todos los hombres, pero siempre a través de la mediación -misteriosa pero real-
de la Iglesia. Por eso antes de recibir cualquier sacramento debemos ver si estamos en gracia de Dios y en comunión
con la Iglesia. Si no estamos en gracia, debemos acudir humildemente al sacramento de la confesión, donde se nos
perdonan los pecados cometidos. En cada celebración litúrgica estamos como familia eclesial y debemos tener una
misma fe, un mismo espíritu, sentimientos y corazón, para que como Cuerpo Místico ofrezcamos a Dios todo el
honor y la gloria y recibamos su santidad y su gracia, entrando en el torrente de la vida divina. No entremos como
individuos, sino como Iglesia.
E)- LA LITURGIA ES JERÁRQUICA
Hay que vivirla y hacerla según la orden establecida, decía ya san Clemente Romano, quien fue el cuarto Papa
de la Iglesia, en el siglo I. Pero fue sobre todo san Ignacio de Antioquia quien expreso este aspecto jerárquico de
la liturgia: “esfuércense por usar de una sola Eucaristía; pues una sola es la carne de nuestro Señor Jesucristo, y
uno solo es el cáliz para unirnos con su sangre; un solo altar como un solo Obispo, junto con el presbiterio, con
los diáconos “… “solo ha de tenerse por válida aquella Eucaristía que se celebra bajo el obispo o aquel a quien
se lo encargare… No es lícito sin el obispo, ni bautizar, ni celebrar el ágape” (Carta a los cristianos de Esmirna).
Por eso, continua el Concilio Vaticano II en el mismo documento; “Por lo mismo, nadie, aunque sea
sacerdote, añada, quite o cambie cosa alguna por iniciativa propia en la liturgia” (n° 25).