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En el siglo XVI, Nuestra Señora se le apareció a una monja Concepcionista española, Madre Mariana de
Jesús Torres, una de las madres fundadoras del convento de la Inmaculada Concepción en Quito,
Ecuador. Durante su vida de 72 años, la Madre Mariana recibió numerosas apariciones y favores de
Nuestra Señora, quien le reveló importantes acontecimientos en la historia de la Iglesia. La Virgen
María también le pidió que se hiciera una estatua de Nuestra Señora del Buen Suceso con el fin de ser
una protección para todo el mundo en los tiempos turbulentos que vendrán.
Nuestra Señora le dijo a la Madre Mariana que una gran crisis en la Iglesia comenzaría en el siglo XX, y
solo ahí, la devoción a la Virgen del Buen Suceso sería conocida porque sería el remedio para esa gran
crisis. Para expiar las numerosas profanaciones, blasfemias y abusos y para acelerar el día de la
restauración triunfante de la Iglesia Católica, la Madre Mariana pidió ser una víctima expiatoria para
estos tiempos que corresponden a los actuales. No es difícil darse cuenta que la crisis predecida para
el siglo XX correspondería al Concilio Vaticano II y sus consecuencias.
Nuestra Señora del Buen Suceso.
Es verdaderamente extraordinario. Nuestra Señora le mostró el panorama entero de la calamidad de
estos días a una monja de Quito a principios del año 1600. La Madre Mariana vio la grave situación y
casi murió por causa de la violencia de la chocante visión. Uno sólo puede imaginar cómo una visión
de la deplorable Iglesia post Concilio Vaticano II angustiaría a una monja que vivía en el clima
saludable de la contrarreforma de la Iglesia, la cual tiene uno de los puntos más altos en España, su
lugar de origen.
En particular, ella sufrió por ver la impureza y la corrupción del clero en esta crisis. Los sacerdotes
depravados de esos tiempos, predijo ella, escandalizarían tanto a las personas cristianas que sus actos
malévolos levantarían una indignación general en los malos católicos y en los enemigos de la Iglesia
en contra de todos los sacerdotes. Es una declaración muy fuerte, no obstante, ha llegado a suceder.
Hoy en día los católicos de todo el mundo han tenido que hacer frente al torrente de la
homosexualidad y de la pedofilia que, por desgracia, ha inundado el clero Católico y a su jerarquía.
Lamentablemente e innegablemente, estas profecías de la Madre Mariana han sido cumplidas en
nuestros días.
Pregunta: En relación a los mensajes proféticos de la Madre Mariana. ¿Cuáles fueron algunas
de esas profecías?, y ¿se han realizado?
Respuesta: El Volumen I de “The Admirable Life of Mother Mariana” publicado el año pasado, es
importante porque muestra cómo sus tempranos sufrimientos y penas en el Convento Concepcionista
la preparón para grandes favores y para su mision profética. El nuevo volumen II es el libro que varias
personas han estado esperando porque relata la mayoría de las profecías, muchas que ya han pasado y
otras aún reservadas para el futuro.
El postulador a la causa de la Madre Mariana demuestra la verdad de las profecías.
Mientras preparaba el volumen II para imprimirlo, recibí un libro en español acerca de las profecías
de la Madre Mariana escrito en 1985 por el postulador de su causa Mons. Luis E. Cadena y Almeida.1
El trabajo, que tiene el imprimátur del Vicario General de la Arquidiócesis de Quito, provee los datos
históricos para demostrar la veracidad y el cumplimiento exacto de las profecías que la Madre
Mariana recibió de Nuestra Señora del Buen Suceso y de su Divino Hijo. Transcribí muchos de estos
sucesos en notas al pie en el Volumen II para el beneficio del público de habla Inglesa, para que
puedan ver cómo cada una de las profecías se ha ido cumpliendo. Déjame relatar brevemente solo
algunas de las profecías que han pasado:
El postulador de la causa de La Madre Mariana demuestra la verdad de las profecías:
• La independencia de Ecuador en el siglo XVIII;
• La consagración de Ecuador al Sagrado Corazón de Jesús por un “Verdadero presidente Católico”
[Gabriel García Moreno] en el siglo XVIII;
• La proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora,
• Y el dogma de la infabilidad Papal, ambos en el siglo XVIII,
• Por un papa que sería prisionero en el Vaticano [papa Pío IX].
Como profecías específicas de nuestros tiempos, ellas describen:
• Una enorme apostasía en la Iglesia.
• La corrupción del clero y del Prelado.
• Herejías
• El abandonamiento de las reglas en conventos y monasterios
• La culpabilidad de la autoridad eclesiástica por esta crisis.
Más específicamente, Nuestra Señora señaló, la mitad del siglo XX, como un punto crucial en esta
crisis.
Estas predicciones parecen describir con precisión las consecuencias del Concilio Vaticano II en la
Iglesia que actualmente presenciamos.
Estas asignaciones exactas nos llevan a creer que las otras partes de las profecías de nuestros tiempos
también se han cumplido.
Nuestra Señora también predijo que en el momento en que todo parezca perdido, ella intervendría y
salvaría a la Iglesia Católica de la crisis y la restauraría para su propio esplendor. En este tiempo feliz,
después de una purga severa y una limpieza en todo orden religioso, habrá un renacimiento de las
vocaciones, una vuelta a la práctica de las reglas originales y el florecimiento de una Iglesia saludable.
Segundo, creo que hay también otra razón de por qué la devoción cayó en un misterioso olvido por
siglos y las apariciones aparecen casi desconocidas. Acaso los enemigos de la Iglesia han estado alerta
de las profecías de Nuestra Señora del Buen Suceso – Me refiero a los modernistas y progresistas que
se infiltraron en la Iglesia – ellos podrían fácilmente haber oscurecido o cambiado las profecías, como
sucedió con el tercer Secreto en el mensaje de Fátima.
En cambio, en el momento en que la Iglesia Progresista parecia haber enterrado el mensaje de Fátima,
las profecías de Nuestra Señora del Buen Suceso salen a la luz.
Pregunta: ¿Es esta una devoción aprobada? ¿Han sido estudiadas por autoridades de la Iglesia
la vida de la Madre Mariana?
Respuesta: Esto es, de hecho, una devoción aprobada. Por tres siglos y medio, desde el 2 de febrero de
1611, cuando el octavo Obispo de Quito, Salvador de Ribera (1607-1612) bendijo la estatua milagrosa
y la instaló en la silla de la Abadesa, esta devoción fue aprobada por los obispos de Quito. La devoción
de Nuestra Señora del Buen Suceso ha sido celebrada interrumpidamente por los últimos 395 años en
Quito. Por esta razón, en 1991, la Arquidiócesis de Quito pidió y Roma le concedió el permiso para una
coronación canónica de Nuestra Señora del Buen Suceso como reina de Quito.
En cuanto a la vida de la Madre Mariana y a las profecías que recibió, estaba bajo las órdenes del
décimo Obispo de Quito, el austero y aprendido, obispo Pedro de Oviedo, que la Madre Mariana
registrara las revelaciones que ella recibió desde el cielo en una autobiografía. El Prelado fue privado
de la íntima relación de su alma, y se dieron cuenta de la importancia de contar con un registro
permanente de sus numerosas revelaciones y favores. Fr. Manuel Sousa Pereira tuvo que recurrir a la
autobiografía, así como a muchos otros documentos custodiados en los archivos del Convento, cuando
escribió la admirable vida de la Madre Mariana (dos volúmenes) en 1790.
El cuerpo de la Madre Mariana y los de las otras madres que fueron hallados incorruptos, están
preservados en cajas de vidrio en el Convento
Durante varios siglos, como Nuestra Señora había predicho, la vida y la historia de la Madre Mariana
cayeron en el olvido, aunque la devoción a la Virgen del Buen Suceso floreció en el interior del
Convento. Luego, el 8 de febrero de 1906, el cuerpo de la Madre Mariana tuvo que ser trasladado
debido a un proyecto de construcción. Abrieron la tumba y encontraron su cuerpo incorrupto y
completo. Revivió y aumentó el interés en su vida y en sus palabras, y a mediados de siglo XX,
pequeños grupos de personas de otros países han comenzado a visitar el Convento y a solicitar más
información acerca de la monja, cuya vida está estrechamente entrelazada con la estatua milagrosa.
A principios de 1980, se estableció una comisión de sacerdotes para estudiar la vida y obras de la
Madre Mariana de Jesús Torres. El mayor recurso en este estudio fue precisamente este trabajo de Fr.
Manuel Sousa Pereira, escrito en 1790, y ahora traducido al inglés y ofrecido al mundo de habla
Inglesa. La comisión hizo una investigación a fondo, y con toda diligencia, imparcialidad y una
referencia ortodoxa declararon que estas fuentes eran "auténticas, veraces, y dignas de credibilidad."
2 En 1986 el Arzobispo de Quito, Antonio González inició el proceso de canonización para la causa de
la Madre Mariana de Jesús Torres.
Por lo tanto, hoy tenemos pruebas sólidas - establecidas por una comisión eclesiástica - de la verdad
de las apariciones.
Pregunta: En su opinión, ¿cuáles fueron las partes más impresionantes en este trabajo por Fr.
Manuel Pereira?
La Virgen predijo una gran Crisis en la Iglesia a mediados del siglo XX: Concilio Vaticano II
Respuesta: Creo que es la aparición del 2 de febrero de 1634 (Capítulo 14), en que la luz del santuario
se extingue. Nuestra Señora explica a continuación, a la Madre Mariana, que esto representa a la
Iglesia en el siglo XX, y explicó los cinco significados de ese acto simbólico. Según las palabras de
Nuestra Señora, la luz que se apaga representa lo siguiente:
En primer lugar, la propagación de las herejías en los siglos IXX y XX que extinguirán la preciosa luz de
la fe en las almas;
En segundo lugar, la gran catástrofe espiritual en el Convento y, por extensión, en toda la Iglesia;
Tercero, LA GRAN IMPUREZA QUE SATURARÁ LA ATMÓSFERA."COMO UN MAR SUCIO, INUNDARÁ
LAS CALLES, LAS PLAZAS Y LOS LUGARES PÚBLICOS CON UNA SORPRENDENTE LIBERTAD", dijo.
“Casi no habrá almas vírgenes en todo el mundo”
En cuarto lugar, la corrupción de la inocencia de los niños y la crisis en el clero;
En quinto lugar, la flojera y la negligencia de los ricos que serán testigos al ver a su Iglesia oprimida,
siendo perseguida, y el triunfo del demonio sin emplear sus riquezas para atacar el mal y restaurar la
fe.
En un sentido paradójico, los detalles sombríos de esta profecía ofrecen un consuelo y alivio para
aquellos que reconocen la gran crisis en la Iglesia y la sociedad de nuestros días. Nos proporciona
consuelo saber que Nuestra Señora anunció claramente esta grave situación, que vio y ve nuestro
actual sufrimiento, y nos ha prometido su ayuda en esta lucha si recurrimos a ella.
Es un alivio para nosotros saber que ella [Nuestra Señora] dijo que aquellos destinados a la
restauración, necesitarán gran fuerza de voluntad, constancia, valor y confianza en Dios. Escuchar
esto, nos da valor para seguir adelante, y agudizar nuestra vigilancia a fin de que seamos dignos de
estar entre ese feliz número de combatientes quienes verán el día de su intervención providencial y de
su victoria.
A demás de las impresionantes profecías, hay algo más acerca de este trabajo de Fr. Pereira que
merece ser mencionado. Las palabras parecen transmitir, por siglos, el espíritu de la religión y la
piedad de los días pasados. Su descripción de los eventos nos invita a ver el mundo con los ojos de la
fe, para entender la importancia de discernir lo sobrenatural de las cosas que suceden en nuestra vida
diaria.
Fr. Pereira, quien murió en el aroma de la santidad, también enfatiza muchas verdades importantes
que el Progresismo minimiza o esconde hoy en día: La importancia del tiempo dado a nosotros en la
vida para ganar el cielo, la estricta explicación que cada uno de nosotros tendrá que dar en el
momento de su juicio; La importancia de no sólo practicar las virtudes, sino también, de no permitir ni
el menor consentimiento al mal o a la relajación de las buenas costumbres y prácticas religiosas. Es,
como un lector observó, un libro que no sólo debe ser leído sino también meditado.
Pregunta: ¿Te gustaría decir algunas últimas palabras a los lectores sobre esta entrevista?
1) Mensaje Profético de la Sierva de Dios Sor Mariana Francisca de Jesús Torres y Berriochoa, Quito:
Fundacion Jesus de la Misericorida, 1985.
2) Ibid., pp. 8-9.