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AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

QUEJOSA Y RECURRENTE: SANDRA


CECILIA DOMENE BERLANGA

PONENTE: MINISTRO JOSÉ FERNANDO FRANCO GONZÁLEZ SALAS


SECRETARIO: JOEL ISAAC RANGEL AGÜEROS

Vo. Bo.

Ciudad de México. Acuerdo de la Segunda Sala de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación, correspondiente al treinta de
noviembre de dos mil dieciséis.

V I S T O S; Y
R E S U L T A N D O:
Cotejó:

PRIMERO. Por escrito presentado el veintiuno de mayo de dos


mil quince, ante la Oficina de Correspondencia Común de los
Juzgados de Distrito en Materia Administrativa con residencia en la
Ciudad de México, Sandra Cecilia Domene Berlanga, por su propio
derecho, solicitó el amparo y protección de la Justicia Federal en
contra de las autoridades responsables y actos reclamados que a
continuación se indican:

“1. Del Congreso de la Unión integrado por las Cámaras de


Diputados y de Senadores se reclama:
a) La discusión, sanción, aprobación y promulgación del Decreto
por el que se reforman, adicionan y derogan diversas
disposiciones de la Ley del Impuesto al Valor Agregado; de la
Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios; de la
Ley Federal de Derechos, se expide la Ley del Impuesto sobre la
Renta y se abrogan la Ley del Impuesto Empresarial a Tasa
Única y la Ley del Impuesto a los Depósitos en Efectivo,
publicado en el Diario Oficial de la Federación el 11 de diciembre
de 2013, específicamente el artículo 129 de la Ley del Impuesto
sobre la Renta.
2. Del C. Presidente Constitucional de los Estados Unidos
Mexicanos se reclama:
a) La promulgación, ejecución y expedición del Decreto por el
que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de
la Ley del Impuesto al Valor Agregado; de la Ley del Impuesto
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Especial sobre Producción y Servicios; de la Ley Federal de


Derechos, se expide la Ley del Impuesto sobre la Renta y se
abrogan la Ley del Impuesto Empresarial a Tasa Única y la Ley
del Impuesto a los Depósitos en Efectivo, publicado en el Diario
Oficial de la Federación el 11 de diciembre de 2013,
específicamente el artículo 129 de la Ley del Impuesto sobre la
Renta.
3. Del C. Jefe del Servicio de Administración Tributaria se
reclama:
a) La expedición de la Resolución Miscelánea Fiscal para 2014,
específicamente la Regla I.3.2.12.”

SEGUNDO. Mediante proveído de tres de junio de dos mil


quince, previo requerimiento y su correspondiente desahogo, el Juez
Decimosexto de Distrito en Materia Administrativa en el Distrito
Federal, quien por razón de turno conoció del asunto, admitió la
demanda y la registró bajo el expediente 1241/2015.

Seguidos los trámites procesales, el veintisiete de octubre de dos


mil quince, el juez de distrito celebró la audiencia constitucional, en la
cual negó el amparo solicitado.

TERCERO. Inconforme con el fallo anterior, la quejosa interpuso


recurso de revisión, al cual se adhirieron el Presidente de la República
por conducto de su delegado y la Administradora de Amparo e
Instancias Judiciales “2” de la Administración General Jurídica del
Servicio de Administración Tributaria en representación del Jefe del
Servicio de Administración Tributaria.

Mediante acuerdos de dos, once y catorce de diciembre, de dos


mil quince, el Presidente del Tercer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito, admitió el recurso de revisión y las
adhesiones a éste, quedando registrado el asunto bajo el expediente
R.A.495/2015.

En sesión de veinticinco de febrero de dos mil dieciséis, el


Tribunal Colegiado de Circuito mencionado resolvió lo siguiente:

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“PRIMERO. Se declara la incompetencia legal de este Tribunal


Colegiado respecto del problema de constitucionalidad
subsistente del artículo 129, último párrafo, numeral 1, de la Ley
del Impuesto sobre la Renta.
SEGUNDO. Remítanse los autos a la honorable Suprema Corte
de Justicia de la Nación.”
CUARTO. Recibidos los autos en esta Suprema Corte de
Justicia de la Nación, su Presidente, por auto de diecisiete de marzo
de dos mil dieciséis, ordenó asumir la competencia originaria de este
Alto Tribunal para conocer tanto del recurso de revisión formulado por la
quejosa y de las revisiones adhesivas promovidas por el delegado del
Presidente de la República y la Administradora de Amparo e Instancias
Judiciales “2” de la Administración General Jurídica del Servicio de
Administración Tributaria, toda vez que en el juicio de amparo se
planteó la inconstitucionalidad del artículo 129 de la Ley del Impuesto
sobre la Renta, publicada en el Diario Oficial de la Federación el once
de diciembre de dos mil trece, así como de la regla I.3.2.12, de la
Resolución Miscelánea Fiscal para 2014, publicada el treinta de
diciembre de dos mil trece, quedando registrado el asunto bajo el
expediente 261/2016.

En el mismo proveído, el Presidente de la Suprema Corte de


Justicia de la Nación, con motivo de lo acordado por el Pleno de este
Alto Tribunal en su sesión privada del día ocho de febrero de dos mil
dieciséis, reservó el turno del presente asunto y ordenó remitirlo a la
Comisión 75 “Impuesto Sobre la Renta 2014 (Primera)”, asignada al
Ministro José Fernando Franco González Salas.

QUINTO. El proyecto de sentencia con el que se propuso


resolver el presente asunto, fue publicado dentro del plazo y con las
formalidades previstas en los artículos 73 y 184 de la Ley de Amparo
vigente, por versar sobre la constitucionalidad de normas de carácter
general; y,

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C O N S I D E R A N D O:

PRIMERO. Competencia. Esta Segunda Sala de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación, es legalmente competente para
conocer y resolver el presente recurso de revisión.1

SEGUNDO. Oportunidad y legitimación. No es necesario


verificar la oportunidad2 de los recursos de revisión principal y
adhesivos, ni la personalidad3 de los recurrentes debido a que el
Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer
Circuito, se ocupó de dichos presupuestos procesales.

TERCERO. Antecedentes del juicio.

a) Demanda de amparo. En sus conceptos de violación la


quejosa arguyó —en esencia— lo siguiente:

 Primero. El tercer párrafo de la Regla I.3.2.12 de la


Resolución Miscelánea para 2014,4 viola los artículos 31, fracción IV,
1
De conformidad con lo dispuesto por los artículos 107, fracción VIII, inciso a), de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos; 81, fracción I, inciso e) y 83 de la Ley de Amparo; y, 21,
fracción II, inciso a), de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, con relación a lo
previsto en los puntos Primero y Segundo, fracción III, del Acuerdo General 5/2013, del Pleno de
este Alto Tribunal, publicado en el Diario Oficial de la Federación el veintiuno de mayo de dos mil
trece, en virtud de que se interpone en contra de una sentencia dictada por un Juez de Distrito en
un juicio de amparo indirecto, en el que se planteó la inconstitucionalidad del artículo 129, último
párrafo, numeral 1, de la Ley del Impuesto sobre la Renta, publicada en el Diario Oficial de la
Federación el once de diciembre de dos mil trece, así como de la regla I.3.2.12, de la Resolución
Miscelánea Fiscal para 2014, publicada el treinta de diciembre de dos mil trece, en el cual subsiste el
problema de constitucionalidad planteado, sin que sea necesaria la intervención del Tribunal Pleno
para la resolución del asunto, en razón de que en sesión privada del trece de junio de dos mil
dieciséis, dicho Pleno determinó asignar a esta Segunda Sala la resolución de los asuntos a cargo
de la Comisión 75 de Secretarios de Estudio y Cuenta relativa al tema señalado, de la cual el
presente amparo en revisión forma parte.
2
Fojas 81 vuelta y 82 del amparo en revisión 495/2015.
3
Ello es así, porque el recurso de revisión principal fue interpuesto por Luis Curiel Piña, en su
carácter de persona autorizada por la quejosa, en términos amplios del artículo 12 de la Ley de
Amparo (véase foja 80 del amparo en revisión 495/2015).
El oficio de revisión adhesiva en representación del Presidente de la República está signado por el
delegado del Presidente de la República (foja 48 del amparo en revisión 495/2015), autoridad
señalada como responsable en el juicio de amparo 1241/2015, de conformidad con lo dispuesto en
el artículo 9 de la Ley de Amparo, además de que el Juez de Distrito del conocimiento le reconoció
el carácter de delegado mediante acuerdo de veinticuatro de julio de dos mil quince (foja 342 del
cuaderno de amparo).
El oficio de revisión adhesiva en representación del Jefe del Servicio de Administración Tributaria,
está signado por la Administradora de Amparo e Instancias Judiciales “2” de la Administración
General Jurídica del Servicio de Administración Tributaria, autoridad señalada como responsable
en el juicio de amparo 1241/2015, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 9 de la Ley de
Amparo, además de que el Juez de Distrito del conocimiento le reconoció el carácter de
representante mediante acuerdo de treinta de junio de dos mil quince (foja 186 del cuaderno de
amparo).
4
“I.3.2.12. Para los efectos de la Ley del ISR y su Reglamento, se consideran títulos valor que se
colocan entre el gran público inversionista, aquéllos inscritos conforme a los artículos 85 y 90 de la

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89, fracción I, y 90, de la Constitución Política de los Estados Unidos


Mexicanos, que tutelan los principios de legalidad tributaria, reserva de
ley y jerarquía normativa, respectivamente.

La regla I.3.2.12. de la Resolución Miscelánea Fiscal para 2014


viola el principio de legalidad tributaria previsto en el artículo 31,
fracción IV, constitucional, en tanto que establece un elemento
esencial del tributo; los sujetos, los cuales en aras de generar
seguridad y certeza jurídica a los contribuyentes respecto de la forma
en que han de contribuir con los gastos públicos, deben estar previstos
únicamente en la ley, y contrario a ello, el carácter de contribuyente y
la tasa aplicable los prevé la miscelánea fiscal, puesto que si se
cumplen los requisitos que establece para considerar que las acciones
enajenadas en bolsa de valores fueron colocadas en el público
inversionista, la ganancia obtenida se gravará con la tasa del 10%, y
cuando no se consideren colocadas en dicho público, el gravamen se
calculará aplicando una tasa mayor con la que se grava la enajenación
de bienes.

Así mismo, la referida regla miscelánea I.3.2.12 para 2014 viola


los principios de reserva de ley y jerarquía normativa, ya que si bien el
Jefe del Servicio de Administración Tributaria tiene facultades para
establecer reglas de carácter general para facilitar a los contribuyentes
el cumplimiento de sus obligaciones tributarias, o bien, para hacer,
más eficiente el cumplimiento de la legislación fiscal, de conformidad
con lo dispuesto en los artículos 14, fracción III, de la Ley del Servicio
de Administración Tributaria y 33, fracción I, inciso g), del Código
Fiscal de la Federación, dichas disposiciones no pueden ir más allá de
lo que establece la ley, ni muchos menos establecer cargas
adicionales a los sujetos pasivos, y en el caso, la citada regla
determina qué acciones se considerarán colocadas entre el gran
público inversionista y cuáles no, para efectos de determinar la tasa

Ley del Mercado de Valores, en el Registro Nacional de Valores a cargo de la Comisión Nacional
Bancaria y de Valores; así como los valores listados en el sistema internacional de cotizaciones de
la Bolsa Mexicana de Valores.
[…]
Para los efectos del artículo 129, décimo quinto párrafo, numeral 1 de la Ley del ISR no se
consideran acciones o títulos colocados entre el gran público inversionista:
I. Aquellas acciones o títulos que no hubieran sido adquiridos a través de oferta pública de venta, o
II. Las acciones o títulos adquiridos por quienes al momento de su inscripción en el Registro
Nacional de Valores ya eran accionistas o socios de la emisora de que se trate, respecto de dichas
acciones, con independencia de que con posterioridad a dicha adquisición hayan sido transmitidos
por herencia, legado o donación.”

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aplicable a la ganancia obtenida, lo que resulta contrario a los


referidos principios, puesto que tal disposición determina qué sujetos
pueden acceder a la tasa preferencial del 10% prevista en el artículo
129, primer párrafo, de la Ley del Impuesto sobre la Renta, cuando
únicamente debería regular cómo aplicar dicho precepto.

 Segundo. El artículo 129, último párrafo, numeral 1, de la


Ley del Impuesto sobre la Renta y la Regla I.3.2.12. de la Resolución
Miscelánea para 2014, violan el principio de equidad tributaria previsto
en el artículo 31, fracción IV, constitucional, porque otorgan un trato
diferenciado injustificado a los contribuyentes que enajenan acciones
en bolsa de valores, puesto que aquellos que adquirieron dichas
acciones en bolsa y se consideran colocadas entre el gran público
inversionista, aplicarán a la ganancia obtenida la tasa del 10% prevista
en el primer párrafo del artículo en cita, a diferencia de los que no las
adquirieron en bolsa y las acciones que no se consideran colocadas
entre el gran público inversionista [por no haber sido objeto de oferta
pública, o porque quienes las adquieren son socios o accionistas al
momento en que fueron inscritas en el Registro Nacional de Valores]
que deberán aplicar a la ganancia una tasa mayor.

 Tercero. El artículo 129, último párrafo, numeral 1, de la


Ley del Impuesto sobre la Renta y la Regla I.3.2.12. de la Resolución
Miscelánea para 2014, al impedir que los contribuyentes que enajenan
acciones en bolsa [que se consideran no colocadas entre el gran
público inversionista], apliquen a la utilidad obtenida la tasa del 10%,
violan el principio de razonabilidad legislativa, puesto que tal
disposición no es idónea para evitar planeaciones fiscales, no es
proporcional, porque injustificadamente se vulneran los principios de
legalidad y equidad tributaria, reserva de ley y jerarquía normativa; no
es estrictamente necesaria, porque existen otras alternativas para
evitar la planeación fiscal, mediante la enajenación de acciones en
bolsa y que resultan menos gravosas para los contribuyentes, por
ejemplo, limitar la enajenación de acciones de la emisora al 10%, o
ejercer el control sobre dichos títulos.

b) Sentencia recurrida. El juez del conocimiento negó el


amparo y protección solicitados, de conformidad con las
consideraciones que —en la parte que interesa— se sintetizan:

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 En el considerando segundo indicó que son ciertos los


actos atribuidos a la Cámara de Diputados, Cámara de Senadores del
Congreso de la Unión y al Presidente de la República en sus
respectivos ámbitos competenciales consistentes en el artículo 129,
último párrafo, numeral 1, de la Ley del Impuesto sobre la Renta,
contenido en el Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan
diversas disposiciones de la Ley del Impuesto al Valor Agregado; de la
Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios; de la Ley
Federal de Derechos, se expide la Ley del Impuesto sobre la Renta y
se abrogan la Ley del Impuesto Empresarial a Tasa Única y la Ley del
Impuesto a los Depósitos en Efectivo, publicado en el Diario Oficial de
la Federación el once de diciembre de dos mil trece, porque así lo
reconocieron al rendir sus informes justificados, además de que por
tratarse de normas generales al estar publicadas en el referido medio
de difusión oficial constituyen hechos notorios.

 También consideró cierta la emisión de la Regla I.3.2.12 de


la Resolución Miscelánea Fiscal para 2014, publicada en el Diario
Oficial de la Federación el treinta de diciembre de dos mil trece,
atribuida al Jefe del Servicio de Administración Tributaria, porque así
lo reconoció dicha autoridad al rendir su informe justificado y porque
su publicación constituye un hecho notorio.

 En el considerando tercero declaró infundada la causa de


improcedencia prevista en el artículo 61, fracción XII, de la Ley de
Amparo, hecha valer por la Cámara de Senadores del Congreso de la
Unión, el Jefe del Servicio de Administración Tributaria y el Presidente
de la República, por considerar que contrario a lo que afirman, los
dictámenes rendidos por el perito de la quejosa y por el perito oficial
coincidieron en que la peticionaria de amparo obtuvo ingresos por la
enajenación de acciones en bolsa de valores y que al presentar la
declaración anual de impuestos del ejercicio fiscal dos mil catorce, no
pudo aplicar a la ganancia obtenida la tasa del 10%, por ubicarse en el
supuesto previsto en el artículo 129, último párrafo, numeral 1, de la
Ley del Impuesto sobre la Renta vigente 2014, en relación con la regla
miscelánea I.3.2.12 de la Resolución Miscelánea vigente para el citado
ejercicio, lo que resulta suficiente para demostrar que se ubica en los
supuestos de los preceptos reclamados y la afectación a su esfera
jurídica desde la perspectiva de los principios constitucionales
tributarios.

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 También declaró infundada la causa de improcedencia


prevista en el artículo 61, fracción XIV, de la Ley de Amparo hecha
valer por el Jefe del Servicio de Administración Tributaria en relación
con la Regla I.3.2.12 de la Resolución Miscelánea para 2014, por
considerar que la quejosa promovió oportunamente el juicio de amparo
dentro del término de quince días previsto en el artículo 17, en relación
con el 18 ambos de la Ley de Amparo, en contra del artículo 129,
último párrafo, numeral 1, de la Ley del Impuesto sobre la Renta y la
regla miscelánea en cita, con motivo del primer acto de aplicación,
consistente en la declaración anual de impuestos correspondiente al
ejercicio fiscal dos mil catorce, que adminiculada con la prueba pericial
en materia contable acredita la aplicación de las normas reclamadas
en su esfera jurídica.

 Declaró infundada la causa de improcedencia prevista en


el artículo 61, fracción XX, de la Ley de Amparo esgrimida por el Jefe
del Servicio de Administración Tributaria, [en la que adujo que contra
la regla miscelánea fiscal reclamada procede el juicio contencioso
administrativo, en términos de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo], por considerar que como excepción al
principio de definitividad respecto de actos de autoridad distintos de
tribunales judiciales, administrativos o del trabajo, no existe la
obligación de agotar previamente los recursos o medios de defensa
ordinarios, cuando se promueva el juicio de amparo con motivo del
primer acto de aplicación, como en el caso, en tanto que es atribución
exclusiva del Poder Judicial de la Federación analizar las cuestiones
de constitucionalidad planteadas.

 Por último, declaró infundada la causa de improcedencia


prevista en el artículo 61, fracción XVI, de la Ley de Amparo hecha
valer por el Jefe del Servicio de Administración Tributaria en torno a la
Regla Miscelánea Fiscal I.3.2.12 para 2014, por considerar que no
constituye un acto consumado de manera irreparable, que sus efectos
no se agotan con su publicación en el Diario Oficial de la Federación,
por el contrario, a partir de su entrada en vigor o con motivo del primer
acto de aplicación puede generarse un perjuicio en la esfera jurídica
de sus destinatarios, lo que hace factible la tramitación del juicio de
amparo.

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 En el considerando cuarto se declararon infundados el


segundo y tercer conceptos de violación.

 Lo anterior, debido a que el Congreso de la Unión en


ejercicio de la potestad tributaria normativa, expidió la Ley del
Impuesto sobre la Renta, que en su artículo 129 grava los ingresos
que obtengan las personas físicas, por concepto de enajenación de
acciones en bolsa de valores, aplicando a la ganancia obtenida la tasa
del 10%, cuando se trate de acciones emitidas por sociedades
mexicanas o de títulos que representen exclusivamente dichas
acciones, cuando se realicen en bolsas de valores concesionadas o
mercados de derivados reconocidos en la Ley del Mercado de Valores
o de acciones emitidas por sociedades extranjeras cotizadas en dichas
bolsas o mercados de derivados, entre otros supuestos.

 El artículo 129 de la Ley del Impuesto sobre la Renta


establece la forma de determinar la pérdida fiscal por enajenación de
acciones; que el gravamen correspondiente se pagará en la
declaración anual del contribuyente y se considerará como pago
definitivo; y que el Servicio de Administración Tributaria mediante
reglas de carácter general podrá establecer mecanismos que faciliten
el cálculo, pago y entero del impuesto.

 La enajenación de acciones o títulos que no se consideren


colocados entre el gran público inversionista, o a la celebración de
operaciones en la bolsa de valores, cuya adquisición no se realizó en
mercados reconocidos no se gravará con la tasa del 10%, sino con la
tasa aplicable a la enajenación de bienes.

 La Regla I.3.2.12 de la Resolución Miscelánea Fiscal para


2014 para hacer operativo el artículo 129, último párrafo, numeral 1 de
la Ley del Impuesto sobre la Renta establece que se consideran
colocados entre el gran público inversionista los valores inscritos en el
Registro Nacional de Valores conforme a los artículos 85 y 90 de la
Ley del Mercado de Valores; los valores listados en el sistema
internacional de cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores; los
valores listados en alguna bolsa de valores constituida en algún
mercado de valores del exterior que pertenezca a Estados que formen
parte del Mercado de Valores Integrado Latinoamericano con el que la

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Bolsa Mexicana de Valores tenga acuerdo celebrado; y las acciones


objeto de oferta pública.

 Que no se considerarán colocados dentro del gran público


inversionista las acciones o títulos adquiridos por quienes al momento
de su inscripción en el Registro Nacional de Valores ya eran
accionistas o socios de la emisora de que se trate, respecto de dichas
acciones, con independencia de que con posterioridad a dicha
adquisición hayan sido transmitidos por herencia, legado o donación,
salvo en aquellos casos en que las acciones o títulos hubiesen sido
adquiridos como consecuencia de cualquier plan de acciones o de
títulos en beneficio de empleados de personas morales o de partes
relacionadas, cuyas acciones coticen en bolsa de valores
concesionadas.

 Se precisó que el artículo 129 de la Ley del Impuesto sobre


la Renta, que grava con la tasa del 10% las ganancias obtenidas por
enajenación de acciones en la bolsa, atendió fundamentalmente a la
decisión de eliminar la exención prevista en el régimen fiscal anterior,
con el fin de generar equidad entre los contribuyentes inversionistas
para que en función de sus ingresos tributen conforme a su verdadera
capacidad contributiva y para fortalecer la fiscalización por parte de la
autoridad, sin dejar de considerar la relevancia que tiene la compra y
enajenación de dichos títulos dentro de una bolsa de valores
reconocida [a diferencia de aquellas que se enajenan fuera de ella] y
autorizada para fomentar el mercado bursátil como fin regulador de la
política financiera del Estado.

 Enseguida, previa exposición de las premisas del principio


de equidad tributaria y las etapas que comprende el test de
razonabilidad, el juez señaló que los contribuyentes que enajenan
acciones en bolsa consideradas como colocadas entre el gran público
inversionista y los que enajenan acciones que no se consideran
colocadas en dicho público, se encuentran en una situación
comparable, pero la distinción de trato obedece a la finalidad de
eliminar la exención a la ganancia por venta de acciones prevista en la
legislación anterior y a una mayor fiscalización de tales actividades, sin
afectar la inversión en el mercado bursátil.

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AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

 En congruencia con lo anterior, los supuestos regulados


por la regla miscelánea al establecer el concepto de “títulos valor que
colocados entre el gran público inversionista” resultan acordes con
dicha finalidad.

 En efecto, la regla establece que se consideran colocadas


entre el gran público inversionista, las acciones que sean objeto de
oferta pública, siendo este el acto que, por excelencia, coloca a las
acciones entre el público inversionista. Por su parte, la regla también
establece que no se considerarán como tales, aquellas acciones que
hayan sido adquiridas por quienes al momento de su inscripción en el
Registro Nacional de Valores, ya eran socios o accionistas respecto de
tales acciones.

 Lo anterior se explica, porque en este caso, la enajenación


de las acciones se llevaría a cabo entre socios de una misma
empresa, esto es, se trataría de una oferta privada, cuando la finalidad
del régimen previsto en el artículo 129 de la Ley del Impuesto sobre la
Renta es incentivar la inversión en el mercado bursátil, lo cual se lleva
a cabo mediante la oferta pública.

 Bajo tal razonamiento, resulta evidente que la tasa del 10%


(diez por ciento) prevista en dicho régimen específico no podría
aplicarse respecto de acciones que no se consideraran colocadas
entre el gran público inversionista, en tanto que sería contrario a la
finalidad que persigue.

 La finalidad perseguida es legítima, resulta objetiva y


constitucionalmente válida, ya que el fomento y colocación de
acciones y títulos en bolsa de valores incentiva la movilidad de
capitales entre sectores, la diversificación de la propiedad empresarial
en beneficio de los pequeños y medianos ahorradores, y el desarrollo
económico y financiero del país.

 La medida es apta para alcanzar la finalidad perseguida,


pues incentiva la enajenación de acciones en bolsa de valores por
gravarse con una tasa más benéfica, que la prevista para la
enajenación de bienes.

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 La norma reclamada no afecta desproporcionadamente


bienes y derechos constitucionalmente protegidos, pues si bien otorga
tratos diferenciados a contribuyentes que se encuentran en
situaciones análogas, son mayores los beneficios que se obtienen que
las limitaciones que se causan.

 Por lo anterior, precisó que el artículo 129, último párrafo,


numeral 1, de la Ley del Impuesto sobre la Renta y la regla I.3.2.12. de
la Resolución Miscelánea para 2014 no violan el principio de equidad
tributaria y la medida legislativa reclamada no es irracional,
desproporcionada, ni ilegítima.

 Posteriormente, declaró infundado el primer concepto de


violación en el que se adujeron violaciones al principio de legalidad
tributaria previsto en el artículo 31, fracción IV, constitucional.

 Ello se consideró así, porque el artículo 129, último párrafo,


numeral 1, de la Ley del Impuesto sobre la Renta establece con
certeza todos los elementos esenciales del tributo, así como la
mecánica para su cálculo. Sujeto Pasivo: Las personas físicas que
obtengan ganancias derivadas de la enajenación de acciones en
bolsas de valores, títulos que representen acciones o índices
accionarios o que obtengan en operaciones. Hecho Imponible:
Obtención de ganancias derivadas de la enajenación de acciones en
la bolsa. Objeto: Los ingresos. Base: Ganancia o pérdida derivadas de
la enajenación de acciones, determinada conforme a las reglas
previstas en el artículo 129, párrafos segundo al décimo quinto de la
Ley del Impuesto sobre la Renta. Tasa: 10%. Época de pago: A más
tardar el treinta de abril del año siguiente al ejercicio que se declara.

 El artículo 129, último párrafo, numeral 1, de la Ley del


Impuesto sobre la Renta exceptúa de la aplicación de la tasa del 10%
a las acciones o títulos que no se consideren colocados entre el gran
público inversionista, y la regla miscelánea emitida por el Jefe del
Servicio de Administración Tributaria en ejercicio de las facultades que
le delegó el legislador tributario, en términos de los artículos 33,
fracción I, inciso g), del Código Fiscal de la Federación y 7, fracción
XVI, de la Ley del Servicio de Administración Tributaria únicamente
define y precisa el concepto de “títulos valor que se colocan entre el
gran público inversionista” con el fin de facilitar el cumplimiento de la

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obligación fiscal de que se trata, por tratarse de un aspecto técnico,


específico y complejo, por lo que, contrario a lo que afirma la quejosa,
la miscelánea no va más allá de la ley, ni establece los sujetos del
tributo, porque estos se encuentran claramente previstos en la ley.

 Posteriormente, declaró inoperantes los conceptos de


violación en los que se adujo que la Regla Miscelánea I.3.2.12 para
2014 transgrede principios de reserva de ley y subordinación
jerárquica, porque si bien es general, impersonal y abstracta, no es un
Reglamento administrativo expedido por el Presidente de la República,
en términos del artículo 89, fracción I, constitucional, pues deriva del
ejercicio de una cláusula habilitante por parte del legislador federal,
por lo que no le resultan aplicables los principios de la facultad
reglamentaria, además no incide en el ámbito personal de aplicación
de la norma que regula, ya que es la misma ley la que exceptúa de la
aplicación de la tasa del 10% a las acciones que no se consideran
colocadas entre el gran público inversionista, delegando a la autoridad
administrativa la atribución para definir dicho término.

 Finalmente declaró inoperantes los conceptos de violación


en los que se afirma que la regla miscelánea reclamada viola el
artículo 90 de la Constitución Federal, por considerar que resultan
afirmaciones sin sustento, porque no se expresaron las razones para
demostrar porque se viola dicho precepto constitucional.

c) Agravios de la revisión principal. El autorizado de la


quejosa adujo los siguientes agravios:

 Primero. La sentencia recurrida es ilegal, porque el Juez


de Distrito declaró infundados el segundo y tercer conceptos de
violación a partir de una apreciación incorrecta de los hechos que
dieron lugar a la demanda de amparo.

 Lo anterior, porque en la sentencia recurrida se soslayó


que tanto los accionistas que eran titulares de acciones antes de la
inscripción de la sociedad emisora en el Registro Nacional de Valores,
como aquellos que posterior a ella adquirieron sus acciones en bolsa,
se encuentran en igualdad de condiciones y realizan el mismo hecho
imponible, consistente en enajenar acciones a través de Bolsa de

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Valores, por lo que deberían recibir el mismo trato y es a la luz del


objeto del gravamen que debe analizarse la distinción.

 Aduce la recurrente que en ningún momento se realizó una


comparación de la forma en que unos y otros contribuyentes
actualizan el hecho imponible, ni se analizó si a la luz del objeto de la
contribución se justifica la diferencia de trato que se produce.

 Para corroborar tal aserto la inconforme invoca la


jurisprudencia 102/2007 sustentada por la Primera Sala de este Alto
Tribunal con el rubro: “VALOR AGREGADO. LA EXENCIÓN
PREVISTA EN EL PRIMER PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 2-C DEL
IMPUESTO RELATIVO, VIGENTE EN 2003, TRANSGREDE EL
PRINCIPIO DE EQUIDAD TRIBUTARIA.”, donde se determinó que no
puede justificarse un trato diferenciado a contribuyentes que se
encuentran en la misma situación atendiendo a cuestiones ajenas al
objeto del tributo, como son los ingresos obtenidos en el ejercicio.

 El Juez no consideró que en términos del propio artículo


129, último párrafo, numeral 1, de la Ley del Impuesto sobre la Renta,
las personas físicas que enajenan en bolsa de valores, acciones no
adquiridas en mercados reconocidos podrán aplicar a la ganancia
obtenida la tasa preferencial del 10%, siempre que no vendan más del
1% de las acciones en circulación de la sociedad emisora en un
periodo de veinticuatro meses.

 Aunado a lo anterior, el Juez omitió pronunciarse respecto


del tercer concepto de violación en el que se adujo que los artículos
129, último párrafo, numeral 1, de la Ley del Impuesto sobre la Renta y
la Regla Miscelánea I.3.2.12 para 2014 resultan contrarios al principio
de razonabilidad legislativa, puesto que la sentencia establece que la
medida combatida no contraviene dicho principio, porque son mayores
los beneficios que las afectaciones que causa, con base en
afirmaciones dogmáticas.

 Segundo. La sentencia recurrida es ilegal, al declarar


infundado el primer concepto de violación, ya que contrariamente a lo
que resolvió el Juez de Distrito el artículo 129, último párrafo, numeral
1, de la Ley del Impuesto sobre la Renta y la Regla I.3.2.12 de la

14
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

Resolución Miscelánea para 2014, sí transgreden los principios de


legalidad tributaria, reserva de ley y jerarquía normativa.

 Ello es así (afirma) porque la ley en cita permite aplicar el


régimen de beneficio a la enajenación de acciones en bolsa a
cualquier persona, aunque no hubiera adquirido aquéllas a través de
un mercado reconocido, siempre que el contribuyente no enajene más
del 1% de las acciones en circulación, mientras que la regla
miscelánea limita ese beneficio a los empleados que hayan adquirido
tales acciones a través del ejercicio de un plan de acciones.

 El Juez valoró incorrectamente las pruebas documental y


pericial ofrecidas por la quejosa, de las cuales se advierte que durante
el ejercicio fiscal dos mil catorce enajenó en bolsa una cantidad de
acciones, inferior al 1% de las acciones en circulación de la sociedad
Grupo Rotoplas, S.A.B. de C.V., por lo que, de conformidad con el
artículo 129, último párrafo, numeral 1, de la Ley del Impuesto sobre la
Renta, debió aplicar a la ganancia obtenida la tasa del 10%, sin
embargo, no pudo hacerlo porque no las adquirió a través de un plan
de acciones otorgado por su empleador o por una parte relacionada de
éste.

d) Agravios de la revisión adhesiva. El Presidente de la


República, al adherirse al recurso principal, adujo (medularmente) los
argumentos siguientes:

 Primero. Debe confirmarse la sentencia recurrida, puesto


que los agravios de la quejosa resultan inoperantes, no combaten las
consideraciones expresadas por el Juez, reiteran lo dicho en los
conceptos de violación.

 Segundo. Es inoperante el agravio de la quejosa en el que


afirma que respecto de la transgresión al principio de equidad tributaria
resulta aplicable la jurisprudencia 102/2007 sustentada por la Primera
Sala de este Alto Tribunal con el rubro: “VALOR AGREGADO. LA
EXENCIÓN PREVISTA EN EL PRIMER PÁRRAFO DEL ARTÍCULO
2-C DEL IMPUESTO RELATIVO, VIGENTE EN 2003, TRANSGREDE
EL PRINCIPIO DE EQUIDAD TRIBUTARIA.”, ya que dicho
argumento constituye una cuestión novedosa que no fue planteada en
la demanda de amparo.

15
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

 Tercero. Son inoperantes los agravios en que la quejosa


aduce que el Juez de Distrito al dictar sentencia, violó los derechos
fundamentales previstos en los artículos 31, fracción IV, y 89
constitucionales, ya que este Alto Tribunal ha sustentado diversos
criterios en los que se ha dicho que los Jueces de Distrito al emitir sus
resoluciones no violan garantías individuales.

 Cuarto. El artículo 129, último párrafo, numeral 1, de la Ley


del Impuesto sobre la Renta no viola el principio de equidad tributaria
previsto en el artículo 31, fracción IV, constitucional, puesto que el
tratamiento preferencial se encuentra justificado pues su finalidad es
incentivar el mercado bursátil, tener un control sobre las inversiones y
evitar maniobras de evasión fiscal.

Las acciones que se colocan entre el gran público inversionista,


son títulos valor que representan parte del capital social de la
empresa, y que a través de la colocación en Bolsas de Valores
autorizadas y reconocidas, buscan ofrecer financiamiento, otorgando a
sus compradores los derechos de un socio.

Asimismo, el rendimiento para el inversionista se presenta de


dos formas, a través de los dividendos que genera la empresa, y por lo
tanto en la participación de utilidades y como ganancias de capital,
que es el diferencial (en su caso) entre el precio de compra y el de
venta. El precio de las acciones que cotizan en la bolsa está en
función del desempeño de la empresa emisora y de las expectativas
que haya sobre su desarrollo, asimismo, en su precio influyen
elementos externos que afectan el mercado en general, con lo cual se
tiene certeza del valor real de la acción.

En tal virtud, cuando una empresa cotiza en bolsa, sus acciones


pueden negociarse en el mercado, siendo los compradores y
vendedores quienes determinan el precio de las acciones. La
determinación del precio de las acciones, supone en definitiva, la
valoración que hace el mercado sobre las expectativas de las
empresas que cotizan. Por ese motivo a la Bolsa se le considera como
el “indicador” de la economía, puesto que dentro de ella se puede
conocer el valor real de la acción.

16
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

Por otro lado, tratándose de acciones que se enajenan fuera de


bolsas de valores autorizadas y que su venta no se realiza ante el gran
público inversionista, su se determina conforme a la voluntad de las
partes, lo cual podría permitir que se acordara un precio inferior o
mayor al del valor de mercado, con la única intención de obtener una
ganancia o pérdida para efecto de erosionar la base del impuesto.

Resulta aplicable la tesis 1ª. XLVII/2005, sustentada por la


Primera Sala de este Alto Tribunal con el rubro: “RENTA EL
ARTÍCULO 109, FRACCIÓN XXVI, DE LA LEY DEL IMPUESTO
RELATIVO, AL EXENTAR DE SU PAGO A QUIENES ENAJENEN
ACCIONES DENTRO DE ALGUNA BOLSA DE VALORES, NO
VIOLA EL PRINCIPIO DE EQUIDAD TRIBUTARIA.”

 Quinto. Debe confirmarse la sentencia recurrida, ya que el


artículo 129, último párrafo, numeral 1, de la Ley del Impuesto sobre la
Renta no viola el principio de razonabilidad legislativa. Dicho precepto
establece que no se aplicará la tasa del 10% a las ganancias
obtenidas por la enajenación de acciones en el ejercicio, cuando las
mismas no se consideren colocadas dentro del gran público
inversionista, o cuya adquisición se haya realizado no en mercados
reconocidos, siempre que dichos títulos sean enajenados mediante
una o varias operaciones simultáneas o sucesivas en un periodo de
veinticuatro meses, no representen más del 1% de las acciones en
circulación de la emisora.

 La autoridad recurrente sostiene que el examen del


precepto reclamado, no debe ser rígido, sino flexible, puesto que el
legislador cuenta con amplia libertad de configuración legislativa,
análisis laxo que se corrobora con lo resuelto por este Alto Tribunal al
resolver la acción de inconstitucionalidad 40/2013 y sus acumuladas,
donde el Pleno de esta Suprema Corte al analizar las reformas a la
Ley del Impuesto al Valor Agregado, en materia de homologación de la
tasa del impuesto en la zona fronteriza, sostuvo que estas decisiones
legislativas revisten un carácter eminentemente financiero-económico,
y que por lo tanto, el órgano de control constitucional no puede
analizar su constitucionalidad a la luz de criterios estrictos, pues de ser
así, se vulneraría la libertad de configuración legislativa que,
constitucionalmente tiene reconocida el Congreso de la Unión.

17
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

Persecución de una finalidad objetiva y constitucionalmente


legítima.

Del proceso legislativo se desprende que la reforma para gravar la


ganancia por enajenación de acciones que obtengan las personas
físicas, no persigue fines recaudatorios sino de control, consistente en:

Cumplir con el principio de equidad gravando los ingresos derivados


de las ganancias de capital, ya que dichas ganancias son equivalentes
a otras formas de ingreso en cuanto a los efectos que producen en la
capacidad de pago.

Proteger la recaudación del impuesto sobre la renta proveniente de la


ganancia por enajenación de acciones frente a planeaciones fiscales y
abusos que se traducen en una conversión del ingreso ordinario
imponible en ganancias de capital exentas.

Otorgar el mismo tratamiento a los ingresos derivados de capital que


se le da a otras formas de ingreso en cuanto a los que producen sobre
la capacidad de pago.

Fortalecer el esquema fiscal al gravar aquellas personas físicas de


mayores ingresos que están en capacidad de canalizar sus recursos
en inversiones en el mercado de valores.

Incrementar el control de este tipo de actividades, estableciendo


instrumentos simples de fiscalización, para poner en igualdad de
condiciones a las personas físicas que obtienen ingresos en mercados
de valores con el resto de los agentes económicos.

Relación de instrumentalidad medio fin.

La finalidad es tener un control de este tipo de actividades,


estableciendo instrumentos simples de fiscalización, para poner en
igualdad de condiciones a las personas físicas que obtienen ingresos
en mercados de valores con el resto de los agentes económicos,
otorgando para ello el beneficio de poder aplicar la tasa del 10% a la
ganancia que se obtenga por la enajenación de acciones siempre que
las mismas se lleven a cabo en bosas de valores concesionadas o

18
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

mercados derivados reconocidos y las mismas se pusieron a


disposición del gran público inversionista.

Asimismo, lo que se pretende con realizar la compra y enajenación de


acciones dentro de una Bolsa de Valores reconocida y autorizada, es
básicamente fomentar el mercado bursátil y evitar maniobras de
evasión tributaria, es decir no tiene un fin exclusivamente recaudatorio,
sino regulador de la política financiera del Estado.

Proporcionalidad en estricto sentido.

El artículo 129 de la Ley de Impuesto sobre la Renta establece que lo


dispuesto en dicho artículo no será aplicable para aquellos
contribuyentes que obtengan ganancias por la enajenación de
acciones cuando estas no se consideren colocadas entre el gran
público inversionista, no adquiridas en mercados de derivados
reconocidos, por lo que se deberá pagar y enterar el impuesto
conforme a las tarifas contenidas en el artículo 152 de la Ley en cita,
que han sido declaradas constitucionales por este Alto Tribunal, como
se advierte de la Acción de Inconstitucionalidad 40/2013 y su
acumulada 5/2014 en la que se sostuvo que dichas tarifas no son
violatorias de los principios de proporcionalidad y equidad tributarias,
ya que aun con las modificaciones en la mecánica, ésta no se
distorsionó y la diferencia entre un rango y otro, así como su aumento,
es proporcional a los ingresos del contribuyente, de ahí la medida
legislativa analizada no causa una afectación desmedida en la esfera
jurídica de la quejosa, por lo que procede confirmar la sentencia
recurrida y negar el amparo y protección de la Justicia Federal a la
quejosa.

e) Agravios de la revisión adhesiva. La Administradora de


Amparo e Instancias Judiciales “2” de la Administración General
Jurídica Central de Amparo e Instancias Judiciales de la
Administración General Jurídica del Servicio de Administración
Tributaria, al adherirse al recurso principal, adujo —medularmente—
los argumentos siguientes:

 Primero. Son inoperantes los agravios de la quejosa donde


combate la negativa del amparo respecto de la regla I.3.2.12. de la
Resolución Miscelánea Fiscal para 2014, puesto que reiteran lo
expresado en sus conceptos de violación, que ya fueron analizados

19
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

por el Juez de Distrito, por lo que debe confirmarse la sentencia


recurrida.

 Segundo. Contrario a lo que afirma la quejosa en su primer


agravio, la Regla Miscelánea I.3.2.12. para 2014 no transgrede el
principio de equidad tributaria.

La razón de que la regla I.3.2.12. de la Resolución Miscelánea


para 2014, precise que las acciones adquiridas por socios fundadores
o accionistas de la empresa emisora, previa su inscripción en el
Registro Nacional de Valores a que se refiere la Ley del Mercado de
Valores no se consideran colocadas entre el gran público inversionista,
aun cuando con posterioridad se hayan transmitido por herencia,
legado o donación, es para evitar la evasión tributaria a través de
simulaciones de venta de acciones a través de Bolsas de Valores,
cuando en realidad existe una enajenación de acciones entre los
socios o asociados de una misma empresa cuya ganancia se
encontraría gravada, en su caso hasta con una tasa del 35%.

En este sentido, la autoridad recurrente sostiene que no se viola


el principio de equidad tributaria, porque no se encuentran en el mismo
plano las personas que enajenan acciones entre el público
inversionista contribuyendo al mercado bursátil, que aquellos que
enajenan sus acciones en la bolsa de valores, pero las adquiere otro
socio o accionista de la misma empresa cuyo beneficio lo obtiene la
misma empresa.

 Tercero. Es inoperante el segundo agravio de la quejosa


en el que aduce violaciones a los principios de legalidad tributaria y
reserva de ley, por considerar que los sujetos del impuesto no están
previstos en la ley, sino en reglas de carácter general.

Lo anterior es así, puesto que del artículo 129 de la Ley del


Impuesto sobre la Renta se desprenden los elementos esenciales del
impuesto, que permiten realizar con toda precisión el cálculo de la
contribución [Sujetos: Las personas físicas que enajenan acciones,
Objeto: ganancia obtenida en la venta de acciones, Base: títulos valor
que se colocan entre el gran público inversionista, Tasa o Tarifa: 10%
para las enajenaciones realizadas en bolsa que se consideren
colocadas entre el gran público inversionista y de 35% cuando no se

20
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

consideren colocadas en dicho público], por lo que se cumple con el


principio de legalidad tributaria que exige que dichos componentes
estén previstos en un ordenamiento formal y materialmente legislativo,
la regla miscelánea reclamada únicamente define el concepto de
títulos valor que se encuentran colocados en el gran público
inversionista para una mejor comprensión del precepto antes citado.

La regla miscelánea I.3.2.12 para 2014 no viola los principios de


reserva de ley y jerarquía normativa, puesto que no va más allá de lo
establecido por el legislador en la ley federal, no se modifica en forma
alguna el sujeto pasivo del tributo, su finalidad es facilitar el
cumplimiento de las leyes y reglamentos.

f) Sentencia dictada por el Tribunal Colegiado del Circuito. El


Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer
Circuito, en sesión de veinticinco de febrero de dos mil dieciséis,
esencialmente resolvió lo siguiente:

En el considerando segundo determinó que el recurso promovido


por el autorizado de la quejosa y las adhesiones a ésta, promovidas
por el delegado del Presidente de la República y por la Administradora
de Amparo e Instancias Judiciales “2” de la Administración Central de
Amparo e Instancias Judiciales de la Administración General Jurídica
del Servicio de Administración Tributaria, respectivamente, fueron
interpuestas por persona legitimada.

En el considerando tercero consideró que el recurso de revisión


principal y las adhesiones a éste fueron promovidos oportunamente.

En los considerandos cuarto, quinto, sexto y séptimo transcribió


las consideraciones de la sentencia recurrida; los agravios hechos
valer por la quejosa; los agravios formulados en la revisión adhesiva
interpuesta en representación del Presidente de la República y los
argumentos expresados en la revisión adhesiva hecha valer en
representación del Jefe del Servicio de Administración Tributaria,
respectivamente.

En el considerando octavo el Tribunal Colegiado indicó que las


autoridades responsables no plantearon causas de improcedencia en
sus recursos y que de oficio no advertía que se actualizara alguna.

21
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

También indicó que en el caso subsiste el problema de


constitucionalidad del artículo 129, último párrafo, numeral 1, de la Ley
del Impuesto sobre la Renta, vigente a partir del primero de enero de
dos mil catorce, ya que en torno a dicho precepto no existe
jurisprudencia, ni tres precedentes ininterrumpidos en el mismo
sentido, aún con votación no idónea para integrar jurisprudencia, por lo
que con apoyo en los artículos 107, fracción VIII, inciso a), de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 81, fracción I,
inciso e), 83 de la Ley de Amparo y 10, fracción II, inciso a), de la Ley
Orgánica del Poder Judicial de la Federación consideró que en el caso
se actualiza la competencia originaria de este Alto Tribunal para
conocer del asunto, por lo que ordenó remitirlo a esta Suprema Corte.

CUARTO. Pronunciamiento oficioso. Esta Segunda Sala de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación advierte que el Juez
Decimosexto de Distrito en Materia Administrativa en el Distrito
Federal (ahora en la Ciudad de México) así como el Tercer Tribunal
Colegiado en Materia Administrativa en el Primer Circuito, omitieron
pronunciarse en relación con uno de los actos reclamados en la
demanda de amparo.

En efecto, en la demanda de amparo, la quejosa señaló como


acto reclamado en forma destacada (entre otros) la ejecución del
artículo 129, último párrafo, numeral 1, de la Ley del Impuesto sobre la
Renta, la cual atribuyó al Presidente de la República.

Ahora, en principio, de conformidad con los Puntos Tercero,


Cuarto, fracción I, incisos A) y B), Noveno, fracciones I, II, III, IV, y V y
Décimo, del Acuerdo General Plenario 5/2013, publicado en el Diario
Oficial de la Federación el trece de mayo de dos mil trece (relativo a la
determinación de los asuntos que el Pleno conservará para su
resolución y el envío de los de su competencia originaria a las Salas y
a los Tribunales Colegiados de Circuito) se advierte que los Tribunales
Colegiados de Circuito antes de remitir un expediente en el que sea
competente esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, de acuerdo
con los artículos 10 y 21, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación, deberán verificar la procedencia de los recursos, así como
la vía de éstos y, en su caso, abordar las causas de improcedencia
hechas valer en los agravios y aquéllas que no hayan sido estudiadas

22
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

por el Juez de Distrito o Magistrado Unitario de Circuito, así como las


que advierta de manera oficiosa y, en general, todo aspecto procesal
previo; ello con la finalidad de que este Alto Tribunal se ocupe de
examinar únicamente las cuestiones propiamente constitucionales.

Sin embargo, en atención al principio de justicia pronta y


expedita, consagrado en el artículo 17 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, esta Segunda Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación procede a realizar oficiosamente el
pronunciamiento correspondiente a la ejecución del artículo 129,
último párrafo, numeral 1, de la Ley del Impuesto sobre la Renta,
reclamada al Presidente de la República.

No es óbice para ello que la recurrente no hubiese planteado


argumento alguno contra la omisión de referencia, debido a que ésta
genera la incongruencia del fallo que se revisa, aspecto que debe
abordarse oficiosamente por el órgano jurisdiccional revisor.

Es aplicable la jurisprudencia 2a./J. 58/99, de esta Segunda Sala


de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de rubro y texto
siguientes:

“ACTOS RECLAMADOS. LA OMISIÓN DE SU ESTUDIO EN


LA SENTENCIA RECURRIDA DEBE SER REPARADA POR EL
TRIBUNAL REVISOR, A PESAR DE QUE SOBRE EL
PARTICULAR NO SE HAYA EXPUESTO AGRAVIO ALGUNO
EN LA REVISIÓN. Si al resolver el recurso de revisión
interpuesto en contra de la sentencia dictada en la audiencia
constitucional de un juicio de amparo, se descubre la omisión de
pronunciamiento sobre actos reclamados, no debe ordenarse la
reposición del procedimiento en términos de lo establecido por el
artículo 91, fracción IV, de la Ley de Amparo, toda vez que la
falta de análisis de un acto reclamado no constituye una
violación procesal porque no se refiere a la infracción de alguna
regla que norme la secuela del procedimiento, ni alguna omisión
que deje sin defensa al recurrente o pueda influir en la resolución
que deba dictarse en definitiva, entrañando sólo una violación al
fallar el juicio que, por lo mismo, es susceptible de reparación por
la autoridad revisora, según la regla prevista por la fracción I del
citado artículo 91, conforme a la cual no es dable el reenvío en el
recurso de revisión. No es obstáculo para ello que sobre el
particular no se haya expuesto agravio alguno, pues ante la

23
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

advertida incongruencia de una sentencia, se justifica la


intervención oficiosa del tribunal revisor, dado que al resolver
debe hacerlo con la mayor claridad posible para lograr la mejor
comprensión de su fallo, no siendo correcto que soslaye el
estudio de esa incongruencia aduciendo que no existe agravio
en su contra, ya que esto equivaldría a que confirmara una
resolución incongruente y carente de lógica; además, si de
conformidad con el artículo 79 de la legislación invocada, es
obligación del juzgador corregir los errores que advierta en
cuanto a la cita de los preceptos constitucionales, otorgando el
amparo respecto de la garantía que aparezca violada, por
mayoría de razón, el revisor debe corregir de oficio las
incongruencias que advierta en el fallo que es materia de la
revisión.”5

En el apartado de actos reclamados se advierte que la quejosa


reclamó al Presidente de la República, la promulgación, ejecución y
expedición del Decreto por el que se reforman, adicionan, y derogan
diversas disposiciones de la Ley del Impuesto al Valor Agregado; de la
Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios; de la Ley
Federal de Derechos, se expide la Ley del Impuesto sobre la Renta y
se abroga la Ley del Impuesto Empresarial a Tasa Única y la Ley del
Impuesto a los Depósitos en Efectivo, publicado en el Diario Oficial de
la Federación el once de diciembre de dos mil trece, concretamente el
artículo 129 de la Ley del Impuesto sobre la Renta.

Posteriormente, el Presidente de la República, al rendir su


respectivo informe justificado, aceptó la promulgación y orden de
publicación del decreto referido en el párrafo que antecede, pero negó
la ejecución del precepto reclamado y la quejosa no ofreció prueba
alguna para desvirtuar la negativa.

Por tanto, con fundamento en el artículo 63, fracción IV, de la


Ley de Amparo resulta procedente sobreseer en el juicio respecto de
tal conducta, máxime que fue la propia contribuyente quien en
cumplimiento al principio de autodeterminación de las contribuciones
realizó el cálculo correspondiente y presentó la declaración del
ejercicio, de lo que es evidente que la ejecución del precepto

5
Novena Época, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo IX, Junio de 1999,
Página: 35, Registro: 193759.

24
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

reclamado no emanó de la autoridad, sino del sujeto pasivo de la


relación jurídico tributaria.

Resulta aplicable por analogía la tesis aislada sustentada por la


Segunda Sala de este Alto Tribunal, con el rubro: “ACTOS
RECLAMADOS, NEGACIÓN DE LOS”.6

QUINTO. Estudio de los agravios relacionados con el


principio de legalidad tributaria, en sus vertientes de reserva de
ley y supremacía normativa. La quejosa expuso diversos
argumentos para combatir el fondo de la resolución recurrida, los
cuales se analizarán en un orden distinto al propuesto por cuestión de
método, comenzando por el relacionado con la transgresión al
principio de legalidad tributaria.

Lo anterior, de acuerdo a la jurisprudencia P./J. 77/99, del Pleno


de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, con el rubro
“LEGALIDAD TRIBUTARIA. EL EXAMEN DE ESTA GARANTÍA EN
EL JUICIO DE AMPARO, ES PREVIO AL DE LAS DEMÁS DE
JUSTICIA FISCAL.”7

La inconforme medularmente aduce, en su segundo agravio, que


la sentencia recurrida es ilegal debido a que el juez declaró infundado
el primer concepto de violación, en el que señaló que la regla I.3.2.12
de la Resolución Miscelánea Fiscal para 2014 viola los principios de
legalidad tributaria, reserva de ley y jerarquía normativa previstos en
los artículos 31, fracción IV; 89, fracción I, y 90 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, respectivamente, en tanto

6
Texto: “ACTOS RECLAMADOS, NEGACION DE LOS. Si todas las autoridades responsables,
rindiendo el informe justificado correspondiente, niegan el acto reclamado, y el quejoso no produce
ninguna prueba que desvirtúe la negativa unánime, procede sobreseer en el juicio de acuerdo con
la fracción IV, del artículo 74 de la Ley de Amparo.” Segunda Sala. Quinta Época, Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo CXX. Página 1465, Registro: 317816.
7
Texto: “Las argumentaciones encaminadas a poner de manifiesto en el juicio de amparo, la
existencia de una violación a la garantía de legalidad tributaria consagrada en el artículo 31,
fracción IV, de la Constitución General de la República, deben examinarse previamente a las que
también se esgriman respecto de la violación de las demás garantías de justicia fiscal de los
tributos, dado que el principio general de legalidad constituye una exigencia de primer orden,
conforme al cual ningún órgano del Estado puede realizar actos individuales que no estén previstos
y autorizados por una disposición legal anterior, por lo que de no respetarse, no podría
considerarse equitativa y proporcional una contribución cuyos elementos no estén expresamente
previstos en una ley formal y material.” Novena Época; Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Tomo: X, Agosto de 1999, página 20.

25
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

que contiene los sujetos del tributo, porque va más allá de la ley,
establece los requisitos para considerar a las acciones como
colocadas entre el gran público inversionista o no, de cuyo
cumplimiento depende la tasa aplicable a la ganancia obtenida en la
enajenación en bolsa de valores, cuando únicamente debiera contener
el procedimiento para aplicar lo dispuesto en la ley, no exceder su
contenido, ni imponer cargas adicionales a los contribuyentes.

El juez de distrito estudió dichos argumentos y los declaró


infundados, por considerar que el artículo 129 de la Ley del Impuesto
sobre la Renta establece los elementos esenciales del impuesto a
cargo de las personas físicas con motivo de la enajenación de
acciones en bolsa de valores y el procedimiento para su determinación
y entero; así como los supuestos en que el gravamen se causa
conforme a la tasa del 10% y los casos en que se calculará conforme
a la tasa aplicable para la enajenación de bienes.

Aunado a lo anterior, en el fallo recurrido se concluyó que la


regla miscelánea reclamada, emitida por el Jefe del Servicio de
Administración Tributaria con base en una cláusula habilitante, no
regula ningún elemento esencial del tributo combatido, puesto que
únicamente define un aspecto técnico complejo, con la finalidad de
facilitar a los contribuyentes el cumplimiento de sus obligaciones
fiscales.

En este orden de ideas, cabe señalar que el artículo 31, fracción


IV, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos tutela
los principios de justicia fiscal, principios tributarios o principios de las
contribuciones; legalidad, proporcionalidad, equidad y destino al gasto
público, los cuales han sido estudiados ampliamente por este Alto
Tribunal, en los juicios de amparo promovidos por contribuyentes
contra normas tributarias o disposiciones de observancia general. Sin
embargo, con independencia de su denominación, lo relevante es, que
establecen la premisas básicas sobre las que se desarrolla la relación
jurídico tributaria.

El principio de legalidad tributaria exige que las contribuciones y


sus elementos esenciales: sujeto, objeto, base, tasa o cuota y época
de pago, estén previstos en un ordenamiento formal y materialmente
legislativo, con la finalidad de que los contribuyentes conozcan en todo

26
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

momento la forma en que han de realizar el pago y las autoridades


fiscales no incurran en abusos en perjuicio del contribuyente.

La atribución de que el Poder Legislativo sea el titular de la


potestad tributaria normativa y el único ente legitimado
constitucionalmente para establecer las contribuciones necesarias
para sufragar los gastos públicos del Estado Mexicano en sus distintos
niveles de gobierno, obedece a la circunstancia de que los propios
gobernados a través de sus representantes públicos sean los que
establezcan las cargas públicas con las que han de concurrir al
sostenimiento de la Federación.

Las premisas básicas del principio de legalidad impositiva a las


que se ha hecho referencia se desprenden de los siguientes criterios
sustentados por este Alto Tribunal:

Jurisprudencia P./J. 106/2006, sustentada por el Pleno de este


Alto Tribunal con el rubro: “LEGALIDAD TRIBUTARIA. ALCANCE DE
DICHO PRINCIPIO EN RELACIÓN CON EL GRADO DE DEFINICIÓN
QUE DEBEN TENER LOS ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DEL
IMPUESTO.”8

Tesis aislada P. LXXVI/2010, sustentada por el Pleno de esta


Suprema Corte con el rubro: “LEGALIDAD TRIBUTARIA. EL
ALCANCE DE ESE PRINCIPIO CONSTITUCIONAL NO TUTELA
QUE LA DEBIDA DEFINICIÓN DE LOS ELEMENTOS ESENCIALES

8
Texto: “El principio de legalidad tributaria contenido en el artículo 31, fracción IV, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, exige que sea el legislador, y no las
autoridades administrativas, quien establezca los elementos constitutivos de las contribuciones,
con un grado de claridad y concreción razonable, a fin de que los gobernados tengan certeza sobre
la forma en que deben atender sus obligaciones tributarias, máxime que su cumplimiento
defectuoso tiende a generar actos de molestia y, en su caso, a la emisión de sanciones que
afectan su esfera jurídica. Por ende, la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, tratándose de la definición de alguno de los componentes del tributo, ha declarado
violatorios del principio de legalidad tributaria aquellos conceptos confusos o indeterminables para
definir los elementos de los impuestos; de ahí que el legislador no pueda prever fórmulas que
representen, prácticamente, la indefinición absoluta de un concepto relevante para el cálculo del
tributo, ya que con ellos se dejaría abierta la posibilidad de que sean las autoridades
administrativas las que generen la configuración de los tributos y que se produzca el deber de
pagar impuestos imprevisibles, o bien que se origine el cobro de impuestos a título particular o que
el contribuyente promedio no tenga la certeza de la forma en que debe contribuir al gasto público.”
Jurisprudencia P./J. 106/2006, Pleno, Novena Época, Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Tomo XXIV, Octubre de 2006, página: 5, registro 174070.

27
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

DE UN TRIBUTO SE HAGA BAJO UN ENTORNO PROPORCIONAL


Y EQUITATIVO.”9

Tesis aislada: P. XLIII/2006, sustentada por el Pleno de este Alto


Tribunal con el rubro: “LEGALIDAD TRIBUTARIA. DICHO
PRINCIPIO NO SE TRANSGREDE POR EL HECHO DE QUE EN
LOS ARTÍCULOS TRANSITORIOS DE UNA LEY SE PREVEA UN
TRIBUTO O SUS ELEMENTOS ESENCIALES, SALVO QUE EN
ELLA NO SE PRECISE ALGUNO DE ÉSTOS.” 10

Tesis aislada P. XLIV/2006, sustentada por el Tribunal Pleno con


el rubro: “LEGALIDAD TRIBUTARIA. EL HECHO DE QUE LOS
ELEMENTOS ESENCIALES DEL TRIBUTO SE CONTENGAN EN

9
Texto: “La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que el principio de legalidad
tributaria contenido en el artículo 31, fracción IV, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos exige que los tributos se prevean en la ley y, de manera específica, sus elementos
esenciales, para evitar que quede a la arbitrariedad de las autoridades exactoras la fijación del
gravamen, el cobro de impuestos imprevisibles o a título particular, y para que el particular pueda,
en todo momento, conocer la forma cierta de contribuir al gasto público, al ser el legislador y no
otro órgano quien los precise. Asimismo, al atender a la interacción de dicho principio tributario con
la garantía de seguridad jurídica, en su vertiente de certeza manifestada en un suficiente desarrollo
normativo, ha sostenido que el legislador no debe prever fórmulas que representen, prácticamente,
la indefinición de un concepto relevante para el cálculo del tributo, ya que con ello se dejaría
abierta la posibilidad de que sean las autoridades administrativas quienes generen la configuración
de los tributos, o bien, que el contribuyente promedio no tenga la certeza de la forma en que debe
contribuir al gasto público. Sin embargo, este Alto Tribunal no ha sostenido que en cumplimiento al
principio de legalidad tributaria, el legislador esté obligado, adicionalmente, a tutelar los diversos
principios de proporcionalidad y equidad, como si aquél fuera una meta-garantía constitucional que
se infringiría siempre que se faltara a la proporcionalidad o a la equidad aunque, desde luego, el
legislador debe velar por que no se violen los principios mencionados en último término, sin que
ello derive del principio de legalidad tributaria.” Tesis aislada: P. LXXVI/2010, Pleno, Novena
Época, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXXIII, Enero de 2011, Página: 56,
Registro: 163097.

10
Texto: “Del artículo 31, fracción IV, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
en relación con su interpretación por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se advierte que el
principio de legalidad tributaria se cumple cuando la ley en sentido formal y material contiene los
elementos esenciales de una contribución, en aras de dar certidumbre a los gobernados sobre las
cargas económicas que soportarán para el sostenimiento de los gastos públicos. En congruencia
con lo antes expuesto, se concluye que en una norma transitoria de una ley puede válidamente
contenerse una contribución o sus elementos esenciales, porque forma parte integrante de aquélla
y no puede ser considerada como ajena o de distinta naturaleza o jerarquía, sin que en estos
supuestos se vulnere el referido principio constitucional, ya que la técnica legislativa empleada no
hace por sí sola inconstitucional a la disposición transitoria, salvo que en la ley no se regulen todos
los elementos esenciales del tributo respectivo.” Tesis aislada: P. XLIII/2006, Pleno, Novena
Época, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXIII, Mayo de 2006, Página: 13,
Registro: 175061.

28
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

DISTINTAS LEYES EN SENTIDO FORMAL Y MATERIAL, NO


CONSTITUYE UNA CONTRAVENCIÓN A ESE PRINCIPIO.” 11

Precisado lo anterior, el artículo 129 de la Ley del Impuesto


sobre la Renta vigente a partir del primero de enero de dos mil catorce
establece lo siguiente:

“Artículo 129. Las personas físicas estarán obligadas a pagar el


impuesto sobre la renta, cuyo pago se considerará como
definitivo, aplicando la tasa del 10% a las ganancias obtenidas
en el ejercicio derivadas de:

I. La enajenación de acciones emitidas por sociedades


mexicanas o de títulos que representen exclusivamente a dichas
acciones, cuando su enajenación se realice en las bolsas de
valores concesionadas o mercados de derivados reconocidos en
los términos de la Ley del Mercado de Valores o de acciones
emitidas por sociedades extranjeras cotizadas en dichas bolsas
de valores o mercados de derivados.

II. La enajenación de títulos que representen índices accionarios


enajenados en las bolsas de valores o mercados de derivados a
que se refiere la fracción anterior.

III. La enajenación de acciones emitidas por sociedades


mexicanas o de títulos que representen exclusivamente a dichas
acciones, siempre que la enajenación de las acciones o títulos
citados se realice en bolsas de valores o mercados de derivados
ubicados en mercados reconocidos a que se refiere la fracción II
del artículo 16-C del Código Fiscal de la Federación de países
con los que México tenga en vigor un tratado para evitar la doble
tributación.

11
Texto: “Del artículo 31, fracción IV, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
en relación con su interpretación por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se advierte que el
principio de legalidad tributaria se cumple cuando la ley en sentido formal y material contiene los
elementos esenciales de una contribución, en aras de dar certidumbre a los gobernados sobre las
cargas económicas que soportarán para el sostenimiento de los gastos públicos. En ese tenor, se
concluye que el hecho de que el legislador establezca los elementos esenciales de una
contribución en distintas leyes, en sentido formal y material, no implica una contravención a ese
principio, pues el referido artículo 31, fracción IV, constituye un sistema que no exige como
requisito de validez que sea en una sola ley, aunque no se soslaya que el agruparse la materia o
tema jurídico en una sola de ellas, sería lo deseable; sin embargo, ello no constituye una exigencia
constitucional.” Tesis aislada: P. XLIV/2006, Pleno, Novena Época, Fuente: Semanario Judicial de
la Federación y su Gaceta, Tomo XXIII, Mayo de 2006, Página: 14, Registro: 175060.

29
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

IV. Las operaciones financieras derivadas de capital referidas a


acciones colocadas en bolsas de valores concesionadas
conforme a la Ley del Mercado de Valores, así como por
aquéllas referidas a índices accionarios que representen a las
citadas acciones, siempre que se realicen en los mercados
reconocidos a que se refieren las fracciones I y II del artículo 16-
C del Código Fiscal de la Federación.

La ganancia o pérdida obtenida en el ejercicio se determinará,


sumando o disminuyendo, según corresponda, las ganancias o
pérdidas que deriven por la enajenación de acciones de cada
sociedad emisora o de títulos que representen acciones o
índices accionarios realizadas por el contribuyente o que
obtengan en operaciones financieras derivadas, que efectúe a
través de cada uno de los intermediarios del mercado de valores
con los que opere o entidades financieras extranjeras con los
que tenga un contrato de intermediación.

Las ganancias o pérdidas derivadas de la enajenación de


acciones y títulos a que se refieren las fracciones I a III
anteriores se determinarán por cada sociedad emisora o títulos
que representen dichos índices de la siguiente forma:

a) Se disminuirá al precio de venta de las acciones o títulos,


disminuido con las comisiones por concepto de intermediación
pagadas por su enajenación, el costo promedio de adquisición,
adicionado con las comisiones por concepto de intermediación
pagadas por su adquisición, el cual se calculará dividiendo el
monto efectivamente pagado, por la compra de acciones o
títulos, entre el número de acciones o títulos efectivamente
comprados.

Este costo promedio de adquisición se actualizará desde la fecha


de adquisición hasta el mes inmediato anterior a la fecha en que
se efectúe la venta de las acciones en las bolsas de valores o
mercados de derivados reconocidos.

Cuando el costo de adquisición sea mayor al precio de venta, la


diferencia será el monto de la pérdida en la operación de que se
trate.

b) En el caso de operaciones de préstamos de acciones o títulos


realizadas conforme a las disposiciones jurídicas que regulan el
mercado de valores en las bolsas de valores concesionadas o
mercados de derivados reconocidos, la ganancia del prestatario
derivada de la enajenación en las bolsas de valores

30
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

concesionadas o mercados de derivados reconocidos a un


tercero de las acciones o títulos obtenidos en préstamo se
determinará disminuyendo del precio de venta actualizado de las
acciones o títulos, el costo comprobado de adquisición de las
acciones de la misma emisora o los títulos que adquiera en las
bolsas de valores concesionadas o mercados de derivados
reconocidos durante la vigencia del contrato respectivo para
liquidar la operación con el prestamista. Para estos efectos, se
podrá incluir en el costo comprobado de adquisición, el costo de
las acciones que, en su caso, adquiera el prestatario en virtud de
capitalizaciones de utilidades u otras partidas del capital contable
que la sociedad emisora hubiere decretado durante la vigencia
del contrato. La cantidad equivalente a los dividendos que
hubiere pagado la sociedad emisora por las acciones objeto del
préstamo también podrá ser parte de dicho costo comprobado de
adquisición cuando los dividendos sean cobrados por un tercero
diferente del prestatario y este último los restituya al prestamista
por concepto de derechos patrimoniales. Al precio de venta de
las acciones o títulos se le podrá disminuir el monto de las
comisiones cobradas por el intermediario por las operaciones de
préstamo de las acciones o títulos, su enajenación, su
adquisición y de liquidación del préstamo.

Cuando el prestatario no adquiera total o parcialmente las


acciones o títulos que está obligado a entregar al prestamista
dentro del plazo establecido en el contrato, la ganancia por la
enajenación se determinará, por lo que respecta a las acciones o
títulos no adquiridos, disminuyendo del precio de venta
actualizado de las acciones o títulos, el precio de la cotización
promedio en bolsa de valores o mercado de derivados de las
acciones o títulos al último día en que, conforme al contrato
celebrado, debió restituirlos al prestamista. También podrá
disminuir de dicho precio de venta la cantidad equivalente a los
dividendos que hubiere pagado la sociedad emisora por las
acciones no adquiridas objeto del préstamo durante el periodo
que hayan estado prestadas, cuando los dividendos sean
cobrados por un tercero distinto del prestatario y este último los
restituya al prestamista por concepto de derechos patrimoniales.
Al precio de venta de las acciones o títulos se le podrá disminuir
el monto de las comisiones cobradas por el intermediario por las
operaciones de préstamo de las acciones o títulos, su
enajenación y de liquidación del préstamo.

El precio de venta de las acciones o títulos se actualizará desde


la fecha en la que se efectuó la enajenación de dichas acciones
o títulos recibidos en préstamo y hasta la fecha en la que el

31
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

prestatario los adquiera o haya debido adquirirlos, según


corresponda, para liquidar la operación de préstamo.

Cuando el costo comprobado de adquisición sea mayor al precio


de venta, la diferencia será el monto de la pérdida en la
operación de que se trate.

En el caso de que el prestatario no restituya al prestamista, en


los plazos establecidos, las acciones o títulos que éste le hubiere
entregado en préstamo, se considerará que dichas acciones o
títulos han sido enajenados por el prestamista al prestatario en la
fecha en que debieron ser restituidos. Para estos efectos, la
ganancia del prestamista se determinará conforme al inciso a) de
este párrafo, considerándose como precio de venta de las
acciones o títulos objeto del contrato su precio de cotización
promedio en bolsa de valores o mercado de derivados
reconocido, al último día en que debieron ser adquiridos por el
prestatario. Asimismo, se considerará que no tienen costo
promedio de adquisición las acciones que obtenga el prestamista
del prestatario en exceso de las que prestó al inicio del contrato,
debido a la emisión de acciones por capitalización de utilidades u
otras partidas integrantes del capital contable, que la sociedad
emisora hubiere decretado durante la vigencia del contrato.

En el caso de las operaciones financieras derivadas de capital


referidas a acciones colocadas en bolsas de valores
concesionadas conforme a la Ley del Mercado de Valores, así
como por aquéllas referidas a índices accionarios que
representen a las citadas acciones, siempre que se realicen en
los mercados reconocidos a que se refieren las fracciones I y II
del artículo 16-C del Código Fiscal de la Federación, el resultado
se determinará de conformidad con el artículo 20 de esta Ley.

Las entidades financieras autorizadas conforme a la Ley del


Mercado de Valores para actuar como intermediarios del
mercado de valores que intervengan en las enajenaciones u
operaciones a que se refiere el primer párrafo de este artículo,
deberán hacer el cálculo de la ganancia o pérdida del ejercicio.
La información referente a dicho cálculo, deberá entregarse al
contribuyente para efectos del pago del impuesto sobre la renta
a que se refiere este artículo. En caso de que se genere una
pérdida fiscal en el ejercicio, los intermediarios del mercado de
valores deberán emitir a las personas físicas enajenantes una
constancia de dicha pérdida. Para efectos de la entrega de la
información a que se refiere este párrafo, los intermediarios del
mercado de valores deberán expedir las constancias

32
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

correspondientes por contrato de intermediación, siempre que


contengan de forma pormenorizada toda la información
requerida para el cumplimiento de las obligaciones que establece
este artículo.

Cuando el contrato de intermediación bursátil celebrado entre el


contribuyente y el intermediario del mercado de valores concluya
antes de que finalice el ejercicio fiscal de que se trate, el
intermediario deberá calcular la ganancia o pérdida generadas
durante el periodo en que el contrato estuvo vigente en el
ejercicio y entregar la información referida en el párrafo anterior.
Cuando los contribuyentes cambien de intermediario del
mercado de valores, estarán obligados a remitir al nuevo
intermediario, toda la información relativa al contrato, incluyendo
las enajenaciones u operaciones a que se refiere el primer
párrafo de este artículo que haya efectuado durante el ejercicio
de que se trate. Los intermediarios del mercado de valores que
realicen el traspaso de la cuenta de un contribuyente deberán
entregar al intermediario del mercado de valores receptor la
información del costo promedio de las acciones o títulos
adquiridos por el contribuyente actualizado a la fecha en que se
realice dicho traspaso. El intermediario del mercado de valores
que reciba el traspaso de la cuenta considerará dicha
información para el cálculo del costo promedio de adquisición de
las acciones o títulos cuando se efectúe su enajenación.

Los contribuyentes que realicen las enajenaciones u operaciones


a que se refiere el primer párrafo de este artículo, a través de
contratos de intermediación que tengan con entidades
financieras extranjeras que no estén autorizados conforme a la
Ley del Mercado de Valores, deberán calcular la ganancia o
pérdida fiscales del ejercicio y, en su caso, el impuesto que
corresponda, así como tener a disposición de la autoridad fiscal
los estados de cuenta en los que se observe la información
necesaria para el cálculo de las ganancias o pérdidas derivadas
de las enajenaciones realizadas en cada uno de los meses del
ejercicio de que se trate.

En caso de que los contribuyentes a que se refiere el párrafo


anterior sustituyan a una entidad financiera extranjera por un
intermediario del mercado de valores, deberán remitir al nuevo
intermediario contratado toda la información relativa a su
contrato, incluyendo las enajenaciones u operaciones a que se
refiere el primer párrafo de este artículo efectuadas por dichos
contribuyentes, a fin de que dicho intermediario efectúe el cálculo
de la ganancia o pérdida fiscal del ejercicio.

33
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

Cuando los contribuyentes generen pérdida en el ejercicio por


las enajenaciones u operaciones a que se refiere esta Sección,
podrán disminuir dicha pérdida únicamente contra el monto de la
ganancia que en su caso obtenga el mismo contribuyente en el
ejercicio o en los diez siguientes por las enajenaciones u
operaciones a que se refiere el primer párrafo de este artículo. El
monto a disminuir por las pérdidas a que se refiere este párrafo
no podrá exceder el monto de dichas ganancias.

Para los efectos del párrafo anterior, las pérdidas se actualizarán


por el periodo comprendido desde el mes en que ocurrieron y
hasta el mes de cierre del mismo ejercicio. La parte de las
pérdidas que no se disminuyan en un ejercicio se actualizará por
el periodo comprendido desde el mes del cierre del ejercicio en
el que se actualizó por última vez y hasta el último mes del
ejercicio inmediato anterior a aquél en el que se disminuirá.

Cuando el contribuyente no disminuya la pérdida fiscal durante


un ejercicio pudiendo haberlo hecho conforme a este artículo,
perderá el derecho a hacerlo en los ejercicios posteriores y hasta
por la cantidad en la que pudo haberlo efectuado.

Los contribuyentes deberán presentar declaración por las


ganancias obtenidas conforme a esta Sección y efectuar, en su
caso, el pago del impuesto correspondiente al ejercicio, la cual
deberá entregarse de manera conjunta a la declaración anual a
que se refiere el artículo 150 de esta Ley.

El Servicio de Administración Tributaria mediante reglas de


carácter general podrá establecer mecanismos que faciliten el
cálculo, pago y entero del impuesto a que se refiere este artículo.

Las personas físicas que obtengan ganancias derivadas de la


enajenación de acciones emitidas por sociedades de inversión
especializadas de fondos para el retiro, cuando dicha
enajenación se registre en bolsas de valores concesionadas en
los términos de la Ley del Mercado de Valores, no pagarán el
impuesto sobre la renta a que se refiere este artículo.

Lo dispuesto en este artículo no será aplicable, por lo que se


deberá pagar y enterar el impuesto conforme a las demás
disposiciones aplicables a la enajenación de acciones previstas
por este Título:

34
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

1. A la enajenación de acciones o títulos que no se consideren


colocados entre el gran público inversionista o a la celebración
de operaciones a que se refieren las fracciones I, II, III y IV del
presente artículo, cuya adquisición no se haya realizado en
mercados reconocidos a que se refieren las fracciones I y II del
artículo 16-C del Código Fiscal de la Federación, con excepción
de cuando se enajenen en bolsa de valores autorizadas,
acciones o títulos que se consideren colocados, entre el gran
público inversionista, siempre y cuando los títulos que sean
enajenados, mediante una o varias operaciones simultáneas o
sucesivas en un periodo de veinticuatro meses, no representen
en ningún caso más del 1% de las acciones en circulación de la
sociedad emisora de las acciones, y que en ningún caso el
enajenante de las acciones o títulos encuadre en los supuestos
contenidos en el numeral 2 siguiente.

En estos casos el enajenante de las acciones o títulos estará


obligado a proporcionar al intermediario del mercado de valores
que intervenga en la enajenación, la información necesaria para
determinar la ganancia o la pérdida en la operación.

2. Cuando la persona o grupo de personas, que directa o


indirectamente tengan 10% o más de las acciones
representativas del capital social de la sociedad emisora, a que
se refiere el artículo 111 de la Ley del Mercado de Valores, en un
periodo de veinticuatro meses, enajene el 10% o más de las
acciones pagadas de la sociedad de que se trate, mediante una
o varias operaciones simultáneas o sucesivas, incluyendo
aquéllas que se realicen mediante operaciones financieras
derivadas o de cualquier otra naturaleza análoga o similar.
Tampoco será aplicable para la persona o grupo de personas
que, teniendo el control de la emisora, lo enajenen mediante una
o varias operaciones simultáneas o sucesivas en un periodo de
veinticuatro meses, incluyendo aquéllas que se realicen
mediante operaciones financieras derivadas o de cualquier otra
naturaleza análoga o similar. Para los efectos de este párrafo se
entenderá por control y grupo de personas, las definidas como
tales en el artículo 2 de la Ley del Mercado de Valores.

3. Cuando la enajenación de las acciones se realice fuera de las


bolsas señaladas, las efectuadas en ellas como operaciones de
registro o cruces protegidos o con cualquiera otra denominación
que impidan que las personas que realicen las enajenaciones
acepten ofertas más competitivas de las que reciban antes y
durante el periodo en que se ofrezcan para su enajenación, aun
y cuando la Comisión Nacional Bancaria y de Valores les

35
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

hubiese dado el trato de operaciones concertadas en bolsa de


conformidad con el artículo 179 de la Ley del Mercado de
Valores.

4. En los casos de fusión o de escisión de sociedades, por las


acciones que se enajenen y que se hayan obtenido del canje
efectuado de las acciones de las sociedades fusionadas o
escindente si las acciones de estas últimas sociedades se
encuentran en cualesquiera de los supuestos señalados en los
dos numerales anteriores.”

El precepto transcrito, se ubica dentro del Título IV, De las


personas físicas, Capítulo IV, De los ingresos por enajenación de
bienes, Sección II, de la enajenación de acciones en bolsa de valores,
todos de la Ley del Impuesto sobre la Renta.

De su contenido se advierte (como lo señaló el Juez de Distrito)


que prevé los elementos esenciales del tributo, a saber:

Sujeto: Las personas físicas que enajenan acciones, títulos


representativos de estas, o que celebran operaciones financieras
derivadas, en bolsas de valores concesionadas o mercados de
derivados reconocidos.

Objeto del impuesto: Los ingresos derivados de la enajenación


de acciones en bolsas de valores concesionadas o mercados de
derivados reconocidos en términos de la Ley del Mercado de Valores,
y las operaciones financieras derivadas de capital referidas a acciones
colocadas en bolsa o a índices accionarios representativos de dichos
títulos celebradas en dichos mercados.

La enajenación comprende diversos tipos de acciones: a)


emitidas por sociedades mexicanas o títulos representativos de dichas
acciones; b) acciones emitidas por sociedades extranjeras que cotizan
en bolsa; c) acciones emitidas por sociedades mexicanas o títulos
representativos de dichas acciones vendidas en bolsas de valores o
mercados reconocidos de países con los que México tenga en vigor un
tratado para evitar la doble imposición.

Base gravable: Es la ganancia obtenida en la enajenación de


acciones, títulos representativos de acciones y operaciones financieras
derivadas y para determinarla se consideran en términos generales

36
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

elementos como el precio de venta, el costo promedio de adquisición y


las comisiones por concepto de intermediación.

El intermediario financiero autorizado será quien determine la


ganancia o pérdida en dichas operaciones, la pérdida es cedular,
puesto que únicamente puede deducirse contra los ingresos obtenidos
por dicho concepto en el ejercicio o en los diez siguientes y si en un
ejercicio no se aprovechan las pérdidas pudiendo hacerlo, se perderá
el derecho para utilizarlas después.

Tasa o tarifa: El precepto analizado establece los siguientes


supuestos:

a) La ganancia obtenida por las acciones adquiridas, vendidas


en bolsas de valores concesionadas o mercados de derivados
reconocidos y colocadas dentro del gran público inversionista, se
grava con la tasa del 10% en términos de lo dispuesto por el artículo
129, primer párrafo, de la Ley del Impuesto sobre la Renta.

b) La ganancia obtenida por la enajenación de acciones en bolsa


o mercados de derivados reconocidos, no colocadas entre el gran
público inversionista se sujetará a las reglas aplicables a la
enajenación de bienes del Título IV, Capítulo IV, Sección I, de la Ley
del Impuesto sobre la Renta, que a su vez remiten a la tarifa para el
cálculo del impuesto del ejercicio para las personas físicas, prevista en
el artículo 152 de la ley en cita.

c) La ganancia por enajenación de acciones no adquiridas en


bolsa de valores concesionada o mercados de derivados reconocidos,
en principio, se grava con la tarifa del artículo 152 de la Ley del
Impuesto sobre la Renta, salvo que se coloquen entre el gran público
inversionista y se enajenen en una o varias operaciones simultáneas o
sucesivas en un periodo de veinticuatro meses y no representen más
del 1% de las acciones en circulación de la emisora, porque en este
caso el impuesto se calculará con la tasa del 10%.

d) Las personas que tengan directa o indirectamente el 10% o


más de acciones de la sociedad emisora y enajenen ese porcentaje o
más en operaciones simultáneas o sucesivas en un periodo de

37
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

veinticuatro meses, aplicarán a la ganancia obtenida la tarifa del


artículo 152 de la Ley del Impuesto sobre la Renta.

e) Las enajenaciones de acciones realizadas fuera de bolsa


también aplicarán a la ganancia obtenida la tarifa del artículo 152 de la
Ley del Impuesto sobre la Renta.

f) La ganancia obtenida por la venta de acciones con motivo de


la fusión o escisión de sociedades cuando se enajenen fuera de bolsa
o se comercialice el 10% o más de dichos títulos en operaciones
simultáneas o sucesivas en un periodo de veinticuatro meses, también
estará gravada por la tarifa del artículo 152 de la Ley del Impuesto
sobre la Renta.

Época de pago: El precepto analizado establece que el


contribuyente debe realizar el cálculo del gravamen y efectuar el pago
al momento de presentar la declaración del ejercicio [lo que tendrá
verificativo durante el mes de abril, conforme a lo dispuesto por el
artículo 150 de la Ley del Impuesto sobre la Renta] y que dicha
erogación se considerará como definitiva.

Precisados los alcances del precepto reclamado, en relación con


las reglas misceláneas, es pertinente tener en cuenta que los artículos
33, fracción I, inciso g), del Código Fiscal de la Federación, y 14,
fracción III, de la Ley del Servicio de Administración Tributaria, en el
año de dos mil catorce, establecen lo siguiente:

CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN

“Artículo 33. Las autoridades fiscales para el mejor cumplimiento


de sus facultades, estarán a lo siguiente:

I. Proporcionarán asistencia gratuita a los contribuyentes y para


ello procurarán:

(…)

g). Publicar anualmente las resoluciones dictadas por las


autoridades fiscales que establezcan disposiciones de carácter
general agrupándolas de manera que faciliten su conocimiento
por parte de los contribuyentes; se podrán publicar aisladamente

38
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

aquellas disposiciones cuyos efectos se limitan a periodos


inferiores a un año. Las resoluciones que se emitan conforme a
este inciso y que se refieran a sujeto, objeto, base, tasa o tarifa,
no generarán obligaciones o cargas adicionales a las
establecidas en las propias leyes fiscales.

(…)”.

LEY DEL SERVICIO DE ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA

“Artículo 14. El Presidente del Servicio de Administración


Tributaria tendrá las atribuciones siguientes:

(…)

III. Expedir las disposiciones administrativas necesarias para


aplicar eficientemente la legislación fiscal y aduanera, haciendo
del conocimiento de la Junta de Gobierno aquéllas que
considere de especial relevancia;

(…)”

Como se advierte, en estas disposiciones se prevé que el


Presidente del Servicio de Administración Tributaria (ahora Jefe)
tendrá atribución, entre otras facultades, de expedir las disposiciones
administrativas necesarias para aplicar eficientemente la legislación
fiscal y aduanera; es decir, las previsiones normativas en comento
facultan al Jefe del Servicio de Administración Tributaria a emitir reglas
generales administrativas en aras de pormenorizar lo previsto en las
leyes tributarias y aduaneras para poder hacer eficaz su aplicación.

Sobre el particular esta Segunda Sala al resolver por unanimidad


de votos la contradicción de tesis 84/2001-SS en sesión del día seis
de agosto de dos mil cuatro, determinó que las mencionadas
disposiciones de observancia general son una especie de “reglas
generales administrativas”, actos materialmente legislativos cuyo
dictado encuentra fundamento en una cláusula habilitante
prevista en una ley o en un reglamento al tenor de la cual una
autoridad diversa al Presidente de la República es dotada de la
atribución para emitir disposiciones generales cuya finalidad es
pormenorizar lo previsto en una ley o en un reglamento.

39
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

En cuanto al fundamento constitucional de esas reglas generales


también esta Segunda Sala en la jurisprudencia 2a./J. 143/2002.
determinó que la facultad otorgada por el legislador a través de una
cláusula habilitante a una autoridad administrativa no viola el principio
de división de poderes, el rubro de dicho criterio jurisprudencial es del
tenor siguiente: “DIVISIÓN DE PODERES. LA FACULTAD
CONFERIDA EN UNA LEY A UNA AUTORIDAD ADMINISTRATIVA
PARA EMITIR DISPOSICIONES DE OBSERVANCIA GENERAL, NO
CONLLEVA UNA VIOLACIÓN A ESE PRINCIPIO
CONSTITUCIONAL.” 12

Posteriormente, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación determinó que la habilitación conferida por el Congreso de la
Unión a una autoridad administrativa para expedir reglas generales
administrativas no conlleva una delegación de facultades legislativas,
ni pugna con el principio de división de poderes, tomando en cuenta
que tales disposiciones tienen una naturaleza diversa a la que
corresponde a los reglamentos, decretos, acuerdos y órdenes dictadas
por el Presidente de la República. Al respecto resultan ilustrativas las
tesis P. XII/2002 y P. XIII/2002, con los rubros: “REGLAS

12
Texto: “De la interpretación histórica, causal y teleológica de lo dispuesto en el artículo 49 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se advierte que con el establecimiento del
principio de división de poderes se buscó, por un lado, dividir el ejercicio del poder y el desarrollo
de las facultades estatales entre diversos órganos o entes que constitucionalmente se encuentran
en un mismo nivel, con el fin de lograr los contrapesos necesarios que permitan un equilibrio de
fuerzas y un control recíproco; y, por otro, atribuir a los respectivos órganos, especialmente a los
que encarnan el Poder Legislativo y el Poder Judicial, la potestad necesaria para emitir,
respectivamente, los actos materialmente legislativos y jurisdiccionales de mayor jerarquía en el
orden jurídico nacional, de donde se sigue que la prohibición contenida en el referido numeral,
relativa a que el Poder Legislativo no puede depositarse en un individuo, conlleva que en ningún
caso, salvo lo previsto en los artículos 29 y 131 de la propia Norma Fundamental, un órgano del
Estado diverso al Congreso de la Unión o a las Legislaturas Locales, podrá ejercer las atribuciones
que constitucionalmente les son reservadas a éstos, es decir, la emisión de los actos formalmente
legislativos, por ser constitucionalmente la fuente primordial de regulación respecto de las materias
que tienen una especial trascendencia a la esfera jurídica de los gobernados, deben aprobarse
generalmente por el órgano de representación popular. En tal virtud, si al realizarse la distribución
de facultades entre los tres poderes, el Constituyente y el Poder Revisor de la Constitución no
reservaron al Poder Legislativo la emisión de la totalidad de los actos de autoridad materialmente
legislativos, y al Presidente de la República le otorgaron en la propia Constitución la facultad para
emitir disposiciones de observancia general sujetas al principio de preferencia de la ley, con el fin
de que tal potestad pudiera ejercerse sin necesidad de que el propio Legislativo le confiriera tal
atribución, debe concluirse que no existe disposición constitucional alguna que impida al Congreso
de la Unión otorgar a las autoridades que orgánicamente se ubican en los Poderes Ejecutivo o
Judicial, la facultad necesaria para emitir disposiciones de observancia general sujetas al principio
de preferencia o primacía de la ley, derivado de lo previsto en el artículo 72, inciso H),
constitucional, lo que conlleva que la regulación contenida en estas normas de rango inferior, no
puede derogar, limitar o excluir lo dispuesto en los actos formalmente legislativos, los que tienen
una fuerza derogatoria y activa sobre aquéllas, pues pueden derogarlas o, por el contrario,
elevarlas de rango convirtiéndolas en ley, prestándoles con ello su propia fuerza superior.”
Jurisprudencia: 2a./J. 143/2002. Segunda Sala. Novena Época. Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta. Tomo XVI, Diciembre de 2002. Página: 239. Registro: 185404.

40
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

GENERALES ADMINISTRATIVAS. LA FACULTAD DEL


CONGRESO DE LA UNIÓN PARA HABILITAR A LAS
SECRETARÍAS DE ESTADO A FIN DE EXPEDIRLAS, NO
CONSTITUYE UNA DELEGACIÓN DE FACULTADES
LEGISLATIVAS.” y “REGLAS GENERALES ADMINISTRATIVAS.
13

EL ARTÍCULO 36, FRACCIÓN I, INCISO A), DE LA LEY


ADUANERA, VIGENTE EN MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y SEIS,
QUE AUTORIZA A LA SECRETARÍA DE HACIENDA Y CRÉDITO
PÚBLICO PARA EXPEDIRLAS EN MATERIA DE IMPORTACIÓN,
NO CONTRAVIENE LOS ARTÍCULOS 89, FRACCIÓN I, Y 92 DE LA
CONSTITUCIÓN FEDERAL.”14, respectivamente.

Al tenor de lo expuesto, resulta que en el orden jurídico federal


las reglas generales administrativas se ubican por debajo de las leyes
del Congreso de la Unión y de los reglamentos del Presidente de la
República, son emitidas por autoridades administrativas diversas al
titular del Ejecutivo Federal con base en una disposición de
observancia general formalmente legislativa o formalmente
reglamentaria que contiene una cláusula habilitante que, a su vez, se
sustenta constitucionalmente en lo dispuesto, entre otros, en los
artículos 73, fracción XXX, 89, fracción I y 90 de la Constitución
13
Texto: “El hecho de que el Congreso de la Unión autorice a las secretarías de Estado a emitir
reglas técnico-operativas de observancia general en su ramo, no entraña una delegación de
facultades, pues aquel órgano legislativo no se despoja de una facultad propia, lo que constituye
una condición insalvable de todo acto delegatorio, sino que asigna directamente a un órgano de la
administración pública federal, una tarea operativa para facilitar la aplicación de una ley específica
dentro de su campo de acción. Lo anterior se justifica en la medida en que el Poder Legislativo no
suele ocuparse de esos detalles técnico-operativos que surgen en el funcionamiento de la
administración pública; de ahí que resulte apropiado que los secretarios de Estado, como
integrantes de la administración pública federal y conforme a lo dispuesto en el artículo 90 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, cuenten con las atribuciones necesarias
para dar agilidad, prontitud, firmeza y precisión a los actos de aplicación de la ley específica que
expida el Congreso de la Unión.” Tesis aislada P.XII/2012. Pleno. Novena Época. Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XV, Abril de 2002. Página 8. Registro: 187113.
14
Texto: “Al establecer el artículo 36, fracción I, inciso a), de la Ley Aduanera, vigente en mil
novecientos noventa y seis, la autorización al secretario de Hacienda y Crédito Público para
expedir reglas generales que sirvan para precisar los requisitos y datos que deben reunir las
facturas comerciales de las mercancías que se importan a territorio nacional, cuando su valor en
aduana se determine conforme al valor de la transacción y la cuantía de dichas mercancías exceda
de la cantidad que también precisarán esas reglas, no contraviene lo dispuesto en los artículos 89,
fracción I y 92 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Lo anterior es así,
pues con exclusión de las facultades conferidas al presidente de la República en los mencionados
dispositivos constitucionales, el Congreso de la Unión puede expedir leyes donde autorice a los
secretarios de Estado para dictar reglas técnico-operativas dentro del ámbito de su competencia;
esto es, mientras el mencionado órgano legislativo no interfiera en la formación de los decretos,
reglamentos, acuerdos u órdenes, que corresponde al titular del Poder Ejecutivo, puede otorgar
directamente a las secretarías de Estado la atribución de emitir reglas operativas de observancia
general dentro del campo de una ley específica.” Tesis aislada P. XIII/2002. Pleno. Novena Época.
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XV, Abril de 2002. Página 5. Registro:
187115.

41
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

General de la República, los cuales establecen, en ese orden, lo


siguiente:

“Artículo 73. El Congreso tiene facultad:

(…)

XXX. Para expedir todas las leyes que sean necesarias, a objeto
de hacer efectivas las facultades anteriores, y todas las otras
concedidas por esta Constitución a los Poderes de la Unión.

(…)”.

“Artículo 89. Las facultades y obligaciones del Presidente, son


las siguientes:

I. Promulgar y ejecutar las leyes que expida el Congreso de la


Unión, proveyendo en la esfera administrativa a su exacta
observancia.

(…)”.

“Artículo 90. La Administración Pública Federal será centralizada


y paraestatal conforme a la Ley Orgánica que expida el
Congreso, que distribuirá los negocios del orden administrativo
de la Federación que estarán a cargo de las Secretarías de
Estado y definirá las bases generales de creación de las
entidades paraestatales y la intervención del Ejecutivo Federal
en su operación.

La (sic) leyes determinarán las relaciones entre las entidades


paraestatales y el Ejecutivo Federal, o entre éstas y las
Secretarías de Estado”.

Por ende, atendiendo al origen de la facultad para emitir reglas


generales administrativas, así como a su jerarquía, se pueden señalar
como notas que las distinguen de otras disposiciones de observancia
general, las siguientes:

1. Las reglas generales administrativas al ser expedidas con


base en una habilitación legal o reglamentaria se encuentran por
debajo de las leyes del Congreso de la Unión o de las legislaturas

42
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

locales así como de los reglamentos expedidos por el Presidente de la


República o los gobernadores de las Entidades Federativas.

2. Al encontrarse sujetas al principio de primacía de la ley y al


diverso de primacía reglamentaria, las referidas reglas administrativas
no pueden derogar, limitar, modificar o excluir lo previsto en las
disposiciones de observancia general contenidas en actos
formalmente legislativos o formalmente reglamentarios.

Incluso, para su validez deben acatar los diversos derechos


fundamentales que tutela la Constitución General de la República y,
además, las condiciones formales y materiales que para su emisión se
fijen en la respectiva cláusula habilitante.

3. La habilitación para expedir disposiciones de observancia


general no se puede conferir en una materia que constitucionalmente
esté sujeta al principio de reserva de la ley.

4. Las reglas generales administrativas son emitidas por


órganos del Estado y, por ende, sin rebasar lo dispuesto en la
respectiva cláusula habilitante, pueden vincular a los gobernados y
precisar el alcance de los deberes y obligaciones que legalmente les
corresponden.

5. La emisión de las reglas generales administrativas puede


sujetarse por el órgano que establezca la respectiva cláusula
habilitante al desarrollo de un procedimiento previo en el que se
cumplan determinadas formalidades que estime convenientes el
órgano habilitante.

De la citada relatoría, se observa que las disposiciones de


observancia general que una específica autoridad puede emitir
encuentran su origen en una habilitación legal mediante la cual el
Congreso de la Unión, en términos de lo previsto en los artículos 73,
fracción XXX, 89, fracción I y 90 de la Constitución General de la
República –en ejercicio de sus atribuciones para expedir las leyes que
sean necesarias para hacer efectivas sus facultades, entre otras, la de
distribuir los negocios del orden administrativo entre los órganos que

43
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

integran la administración pública federal centralizada–, faculta a una


autoridad administrativa para emitir disposiciones de observancia
general, con la finalidad de pormenorizar y precisar la regulación
establecida en las leyes y reglamentos que inciden en el ámbito fiscal
y aduanero, expedidos por el Congreso de la Unión y el Presidente de
la República con el fin de lograr su eficaz aplicación y están sujetas a
una serie de principios derivados del diverso de seguridad jurídica,
entre otros, los de reserva de la ley o reglamentaria y primacía de la
ley o reglamentaria, motivo por el cual no deben incidir en el ámbito
reservado a la ley o al reglamento, ni ir en contra de lo dispuesto en
actos de esta naturaleza, en virtud de que, se deben ceñir a lo previsto
en el contexto formal y materialmente legislativo o reglamentario que
habilita y condiciona su emisión.

Así, las disposiciones de observancia general que emita el Jefe


del Servicio de Administración Tributaria son de cumplimiento
obligatorio para los gobernados sin menoscabo de que alguna de
ellas, en virtud de una sentencia dictada en alguno de los medios de
defensa jurisdiccionales que prevé el orden jurídico nacional, pueda
perder sus efectos total o parcialmente por no respetar los principios
que rigen su emisión.

Precisado el contexto constitucional que rige la expedición de las


reglas generales administrativas, es necesario señalar que la emisión
y publicación de las reglas generales en materia fiscal denominadas
“Resolución Miscelánea Fiscal” se ha realizado señalando como
fundamento para ello lo dispuesto en los artículos 33, fracción I, inciso
g), del Código Fiscal de la Federación, y 14, fracción III, de la Ley del
Servicio de Administración Tributaria.

En estos términos las disposiciones de observancia general que


emite el Jefe del Servicio de Administración Tributaria encuentran su
origen en una habilitación legal establecida por el Congreso de la
Unión, en términos de lo previsto en los artículos 73, fracción XXX y 90
de la Constitución General de la República (en ejercicio de sus
atribuciones para distribuir los negocios del orden administrativo entre
los órganos que integran la administración pública federal
centralizada), como se ha mencionado en líneas precedentes.

44
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

Por tanto, la constitucionalidad o validez de una regla general


administrativa, dada su especial naturaleza, se puede analizar al tenor
de lo dispuesto en la Constitución General de la República, o bien,
confrontando su texto con lo dispuesto en un ordenamiento inferior a
esa Norma Fundamental pero que, por la naturaleza de la potestad
normativa cuyo ejercicio la generó, se ubica por encima de una regla
general administrativa, como puede ser el caso del acto formalmente
legislativo o formalmente reglamentario que habilita la emisión de ésta.

Precisado lo anterior, la Resolución Miscelánea Fiscal para 2014,


concretamente la regla I.3.2.12., publicada en el Diario Oficial de la
Federación el treinta de diciembre de dos mil trece, establece lo
siguiente:

“Resolución Miscelánea Fiscal para 2014 y su anexo 19

Concepto de títulos valor que se colocan entre el gran público


inversionista

I.3.2.12. Para los efectos de la Ley del ISR y su Reglamento, se


consideran títulos valor que se colocan entre el gran público
inversionista, aquéllos inscritos conforme a los artículos 85 y 90
de la Ley del Mercado de Valores, en el Registro Nacional de
Valores a cargo de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores;
así como los valores listados en el sistema internacional de
cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores.

Para los efectos del artículo 60, fracción III de la Ley del ISR, se
consideran acciones que se colocan entre el gran público
inversionista, aquéllas que sean objeto de oferta pública en los
términos de la Sección I del Capítulo II del Título IV de la Ley del
Mercado de Valores, siempre y cuando mantengan esta
condición.

Para los efectos del artículo 129, décimo quinto párrafo, numeral
1 de la Ley del ISR no se consideran acciones o títulos
colocados entre el gran público inversionista:

I. Aquellas acciones o títulos que no hubieran sido adquiridos a


través de oferta pública de venta, o

II. Las acciones o títulos adquiridos por quienes al momento de


su inscripción en el Registro Nacional de Valores ya eran
accionistas o socios de la emisora de que se trate, respecto de

45
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

dichas acciones, con independencia de que con posterioridad a


dicha adquisición hayan sido transmitidos por herencia, legado o
donación.

LISR 60, 129, LMV 85, 90.”

De la regla miscelánea previamente transcrita se advierte el


desarrollo de los que debe entenderse por acciones o títulos
colocados entre el gran público inversionista y acciones o títulos no
colocados entre el gran público inversionista para efectos del pago del
impuesto correspondiente.

a) Se consideran acciones colocadas entre el gran público


inversionista, los títulos inscritos conforme a los artículos 85 y 90 de la
Ley del Mercado de Valores en el Registro Nacional de Valores a
cargo de la Comisión Nacional Bancaria, así como los listados en el
sistema internacional de cotizaciones de la Bolsa Mexicana de
Valores.

Para efectos del artículo 60 de, fracción III, de la Ley del


Impuesto sobre la Renta se consideran acciones colocadas entre el
gran público inversionista, aquellas que son objeto de oferta pública en
los términos del Título IV Inscripción y Oferta de Valores, Capítulo II,
Ofertas públicas de valores, Sección I, Inscripción y Oferta de
suscripción o de enajenación de la Ley del Mercado de Valores,
siempre y cuando mantengan esa condición.

b) Específicamente en relación con lo dispuesto en el artículo


129, décimo quinto párrafo, numeral 1, de la Ley del Impuesto sobre la
Renta se consideran no colocadas entre el gran público inversionista
las acciones o títulos no adquiridos a través de oferta pública de venta,
o los adquiridos por quienes al momento de su inscripción en el
Registro Nacional de Valores ya eran accionistas o socios de la
emisora de que se trate, respecto de dichas acciones, con
independencia de que con posterioridad a dicha adquisición los
hubieren transmitido por herencia, legado o donación.

En este contexto, se advierte que contrario a lo que afirma la


recurrente en parte de su segundo agravio, la regla miscelánea fiscal
recurrida no establece los sujetos del impuesto, ya que éstos se
encuentran definidos en el artículo 129 de la Ley del Impuesto sobre la

46
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

Renta vigente a partir del primero de enero de dos mil catorce, que
dispone que están obligados al pago del gravamen; las personas
físicas que enajenan acciones, títulos representativos de estas, o que
celebran operaciones financieras derivadas, en bolsas de valores
concesionadas o mercados de derivados reconocidos, por lo que
resulta infundado el argumento analizado.

Asimismo, esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia


de la Nación estima que fue acertada la conclusión del fallo que se
analiza, en el sentido de que la regla de resolución miscelánea fiscal
reclamada sólo desarrolla y, por tanto, no excede o va más allá de lo
dispuesto en el artículo 129, decimoquinto párrafo, numeral 1, de la
Ley del Impuesto sobre la Renta, en cuanto a la definición de los
títulos valor que se consideran no colocados entre el gran público
inversionista.

Para corroborar tal aserto es necesario realizar un análisis


histórico y teleológico del trato fiscal a la enajenación de acciones y/o
títulos valor en bolsas de valores, hasta arribar a lo previsto por la
norma reclamada, es decir, el artículo 129, último párrafo, numeral 1,
de la Ley del Impuesto sobre la Renta, publicado en el Diario Oficial de
la Federación el once de diciembre de dos mil trece.

A través del Decreto que reforma y adiciona la Ley del Impuesto


sobre la Renta, publicado en el Diario Oficial de la Federación el
miércoles veintinueve de diciembre de mil novecientos setenta y uno,
se gravó la enajenación de valores mobiliarios de la misma forma que
los actos accidentales de comercio, pero se introdujo la excepción
consistente en que, cuando la venta de tales valores se realizara en el
país a través de bolsa de valores autorizada, los ingresos obtenidos se
encontrarían exentos.

El texto del artículo de mérito es el siguiente:

“Artículo 30. Las personas que accidentalmente ejecuten actos


de comercio, cualquiera que sea el importe del ingreso que
obtenga, determinarán la base del impuesto, por cada operación
que realicen, deduciendo del ingreso bruto obtenido, el costo de
las mercancías objeto de la misma y los gastos normales y
propios de la operación que directamente afecten dicho ingreso y
que satisfagan los requisitos establecidos en esta Ley.

47
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

Los ingresos derivados de actos accidentales de comercio


consistentes en la enajenación de bienes inmuebles causarán el
impuesto de acuerdo con los artículos 68 y 71 de esta Ley.

Las ganancias que conforme a este artículo, obtengan las


personas físicas por enajenación de valores mobiliarios, estarán
exentos del impuesto cuando la operación se realice en el país a
través de bolsa de valores autorizada”.

En la exposición de motivos respectiva se señaló que se


introducía en la ley el trato fiscal correspondiente a los ingresos
derivados de capital, aclarando que los activos financieros de renta fija
tenían una carga tributaria muy reducida respecto de otros ingresos,
incluidos los derivados de los recursos invertidos en el propio capital
de las empresas, lo cual inducía al ahorrador a preferir la renta fija a
los ingresos variables provenientes de la enajenación de acciones, lo
cual dificultaba la colocación de estos títulos en el mercado y
provocaba, a su vez, que las sociedades tuvieran que recurrir a
endeudamientos excesivos para financiarse.

Además, se manifestó expresamente que era deseable que la


propiedad de las empresas no permaneciera tan concentrada como se
encontraba hasta ese momento, sino que se distribuyera entre los
pequeños y medianos ahorradores a través de la posibilidad de
comprar las acciones en casas de bolsa.

“Esta iniciativa introduce de manera permanente en la ley, el


tratamiento fiscal a los ingresos derivados del capital, eleva las
tasas de retención a los niveles que se estiman razonables y
generaliza el principio de acumulación.

Los receptores de ingresos provenientes de activos financieros


de renta fija han tenido una carga fiscal muy reducida, respecto
de los que perciben ingresos provenientes del trabajo o de
recursos invertidos en el capital propio de las empresas. Esto,
además de ser inequitativo induce al ahorrador a preferir la renta
fija a los ingresos variables derivados de acciones, dificultando la
colocación de estos títulos en el mercado y provocando que las
empresas tengan que recurrir a endeudamientos que llegan a ser
excesivos. Es deseable que la propiedad de las sociedades no
permanezca tan concentrada como ahora lo está, sino que se
distribuya entre pequeños y medianos ahorradores”.

48
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

En el dictamen de las Comisiones Unidas de Hacienda, Crédito


Público y Seguros, Segunda Sección Impuestos y de Estudios
Legislativos, Sexta Sección Fiscal, ambas de la Cámara de Diputados,
de nueve de diciembre de mil novecientos setenta y uno, se propuso ir
aún más allá para impulsar la enajenación de acciones a través de
bolsas de valores, con la finalidad de promover la capitalización de las
empresas mediante la captación de los recursos de los ahorradores
internos, a través de las operaciones que se llevaran a cabo en el
mercado de valores.

La parte conducente del dictamen de referencia es la siguiente:

“Por otra parte, vemos en la reforma al segundo párrafo del


artículo 30, de la ley que nos ocupa, que las enajenaciones de
acciones quedarían gravadas como actos accidentales de
comercio. Esto afectaría el mercado de la Bolsa de Valores de
México, impidiendo la captación del ahorro interno por parte de
las empresas que a través de ella quisieran promover su
capitalización, por medio de venta de acciones en el mercado de
valores y en vez de incrementar el ahorro y desarrollo de las
empresas, lo frenaría.

En tal virtud y con el objeto de prevenir esta situación, las


suscritas Comisiones proponen aumentar un tercer párrafo del
artículo 30 de la iniciativa, para quedar en la siguiente forma:

‘Las ganancias que conforme a este artículo, obtengan las


personas físicas por enajenación de valores mobiliarios, estarán
exentos del impuesto cuando la operación se realice en el país a
través de bolsa de valores autorizada’.”

De tal forma, a partir de la reforma legislativa en comento, se


exentaron los ingresos derivados de la enajenación de acciones en
bolsa de valores, con la finalidad de incentivar el mercado de valores
en México y permitir que las empresas lograran capitalizarse captando
el ahorro interno, es decir, que pudieran acceder a los recursos de
pequeños y medianos ahorradores, lo cual también tenía el fin de
diversificar la propiedad empresarial con la adquisición que estos
ahorradores realizaran de aquellos títulos valor.

Por otra parte, en la exposición de motivos de la Ley del


Impuesto sobre la Renta, publicada en el Diario Oficial de la
Federación el uno de enero de dos mil dos, se señala que el régimen

49
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

tributario de las personas físicas cuenta con una serie de exenciones


que no generan ahorro ni propician la inversión productiva, pero que sí
crean un sesgo económico a favor de quienes obtienen mayores
ingresos, lo cual habría propiciado “avenidas de evasión y elusión
fiscales” y la conservación de la tasa marginal en niveles superiores a
los necesarios.

Aunado a ello, en el dictamen de veintinueve de diciembre de


dos mil uno, de la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la
Cámara de Diputados, se señala que resulta indispensable que se
limite la exención a la que se hace referencia, a fin de que únicamente
se exente a las acciones altamente bursátiles y se evite la elusión en
el pago del impuesto sobre la renta que se genere por la venta de
empresas a través de bolsa de valores.

La parte conducente del dictamen de mérito se transcribe:

“DICTAMEN
México, D.F., a 29 de Diciembre de 2001

[…]

En la Iniciativa en comento, se estableció en el artículo 108,


fracción XI, inciso b) que no se pagará el ISR por la obtención de
los ingresos derivados de la enajenación de acciones u otros
títulos valor que se efectúan a través de bolsa de valores
autorizada o en mercados de amplia bursatilidad.

No obstante lo anterior, y derivado de la propuesta de establecer


la obligación de que las personas físicas acumulen la totalidad
de los ingresos obtenidos en el ejercicio, es indispensable que se
limite dicha exención y, por lo tanto, solo permanezcan exenta la
enajenación de acciones a través de la Bolsa Mexicana de
Valores, siempre que hubiesen sido adquiridas en oferta pública
de venta y que la emisora de las acciones hubiese colocado
entre el gran público inversionista el 35% de todas sus acciones,
además de que deberá mantenerse dicho porcentaje de
colocación durante cinco años anteriores al momento de la
enajenación de las acciones. Con lo anterior, únicamente se
exenta a aquéllas acciones altamente bursátiles y se evitan
maniobras de evasión y elusión en el pago del impuesto respecto
de venta de empresas a través de bolsa de valores, que sí deben
estar gravadas por la Ley.”

50
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

Asimismo, en el dictamen elaborado por las Comisiones Unidas


de Hacienda y Crédito Público y de Estudios Legislativos, de la
Cámara de Senadores, se estableció que la exención a la enajenación
de acciones en casas de bolsa debía acotarse para aplicar solamente
en relación con aquellas realmente bursátiles (cuando más del 35% de
está ofertada en la bolsa y ha estado así por más de cinco años).

Además, se manifestó que tampoco debía aplicar la exención


cuando la venta en bolsa se hiciera por cruces protegidos o figuras
diferentes de la oferta pública, con ello se evita el que se disfracen
operaciones con el único incentivo y objetivo de no pagar el impuesto
sobre una ganancia obtenida al enajenar acciones, al tiempo que se
permitiría que las grandes operaciones de empresas no se disfrazaran
de enajenaciones en bolsa para evitar el pago del impuesto.

Dicho dictamen (en la parte que al caso interesa) se transcribe a


la letra:

“DICTAMEN
México, D.F., a 30 de Diciembre del 2001

[…]

Enajenación de acciones en Bolsa de Valores:

Por lo que se refiere a la enajenación de acciones en bolsa de


valores, se elimina la exención general actualmente vigente para
establecer en su lugar una exención con las siguientes
características: Sólo aplica respecto de acciones realmente
bursátiles, esto es cuando más del 35% de las acciones está
ofertada en la bolsa y ha estado así por más de cinco años. No
aplica cuando la venta en bolsa se hace por cruces protegidos o
figuras diferentes de la oferta pública, con ello se evita el que se
disfracen operaciones con el único incentivo y objetivo de no
pagar el impuesto sobre una ganancia obtenida al enajenar
acciones. La exención se limita a la Bolsa Mexicana de Valores,
excluyéndose así de la exención las ganancias obtenidas en las
bolsas del extranjero. Ello, con el objeto de fomentar el mercado
mexicano de valores y a las empresas mexicanas y no a los
mercados y empresas del exterior.

Este nuevo sistema evita que los pequeños inversionistas se


vean gravados al enajenar sus acciones, al tiempo que permite
que las grandes operaciones de empresas no se disfracen de

51
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

enajenaciones en bolsa para evitar el pago del impuesto. Nuevas


deducciones de las personas físicas Se incorpora como
deducción personal de las personas físicas el monto de los
intereses reales efectivamente pagados en créditos hipotecarios,
cuando el valor de la vivienda no exceda de 1.5 millones de
UDIS. Esta medida sin duda será de vital importancia para
fomentar a que los mexicanos accedan a una vivienda digna y
decorosa. Asimismo, esta medida contribuirá a la expansión de
la actividad constructiva y periférica de la construcción apoyando
el crecimiento de la actividad económica de nuestro país.”

Por otra parte, el uno de octubre de dos mil siete, se publicó en


el Diario Oficial de la Federación el Decreto por el que se reforman,
adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley del Impuesto
sobre la Renta, del Código Fiscal de la Federación, de la Ley del
Impuesto Especial sobre Producción y Servicios y de la Ley, del
Impuesto al Valor Agregado, y se establece el Subsidio para el
Empleo.

En la exposición de motivos respectiva se estimó que la


exención a las ganancias de las personas físicas derivadas de la
enajenación de acciones en bolsa, se aprovechaba por personas y
para fines distintos a los cuales se había establecido.

Lo anterior, dado que generalmente los beneficiarios eran los


accionistas de grandes grupos empresariales, pues en múltiples
ocasiones se había identificado que la finalidad manifiesta de las
empresas que cotizaban en bolsa, era la de favorecer a sus
accionistas con esta exención, en demérito de la recaudación federal.

De esa forma, se estimó que la finalidad de la cotización en


bolsa no era la generación de esquemas de financiamiento efectivo,
sino que los socios lograran una ganancia que no estuviera gravada;
además de que tampoco se estaba logrando el objetivo de fomentar
que el gran público inversionista participara en el fenómeno bursátil,
dado que las acciones, generalmente, permanecen en propiedad de
los accionistas originales de la empresa, mientras que el perfil de las
personas a quienes se buscaba favorecer al establecer la exención
era al gran público inversionista con residencia fiscal en México.

La parte que interesa al caso que nos ocupa de la referida


exposición de motivos es la siguiente:

52
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

“EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
México, D.F., a 24 de abril de 2006.

6. INICIATIVA DE DIPUTADO (DIVERSOS GRUPOS


PARLAMENTARIOS)

[…]

Ganancias de personas físicas por enajenación de acciones en


bolsas de valores reconocidas.

Otra de las reformas de mayor importancia que se propone, es la


acotación de la exención en el impuesto sobre la renta sobre las
ganancias de personas físicas por enajenación de acciones en
bolsas de valores reconocidas. La justificación original de esta
exención era la promoción de inversiones a través de la bolsa
mexicana de valores, que posteriormente se hizo extensiva a
operaciones realizadas en bolsas de valores del extranjero.

Existen evidencias incontestables de que esta exención ha sido


aprovechada en forma excesiva y abusiva por accionistas de
grandes grupos empresariales de nuestro país, que
paradójicamente son personas físicas con grandes recursos
patrimoniales a su disposición. Es de suyo injusto para efectos
constitucionales, que los sectores de mayor rezago social en
México, en particular los trabajadores de bajos salarios, a partir
de ciertos niveles de ingresos tengan que pagar el impuesto
sobre la renta a su cargo, en tanto que los grandes empresarios
del país, cuyas fortunas personales exceden en forma
mayúscula e incalculable las de aquéllos, gocen de una exención
total en el pago del propio impuesto al momento en que hacen
efectivas sus ganancias de capital con motivo de la enajenación
de acciones.

Están identificadas múltiples ocasiones en que la finalidad


manifiesta de las empresas que cotizan en bolsa, es la de, en el
futuro, favorecer a sus accionistas con esta exención, en
demérito de la recaudación federal. La intención de dichas
empresas no ha sido la generación de esquemas de
financiamiento efectivo, sobre todo en los casos de las llamadas
colocaciones secundarias. Por otro lado, tampoco se logra el
objetivo de fomentar que el gran público inversionista participe
en el fenómeno bursátil, dado que las acciones, al carecer de
bursatilidad, generalmente permanecen en propiedad de los

53
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

accionistas originales o, en el mejor de los casos, en grupos


selectos de empresarios.

Para erradicar estas prácticas, una reforma al actual artículo 109,


fracción XXVI, de la Ley del Impuesto sobre la Renta tendría las
características siguientes: (i) continuar con la exigencia de
mantener un número mínimo de acciones durante un plazo
mínimo determinado, aunque con el requisito adicional de que
tales acciones sean catalogadas de alta bursatilidad para efectos
de la legislación que rige el mercado de valores; (ii) excluir las
colocaciones de empresas extranjeras, pues el mecanismo de la
exención debe tender a beneficiar a las empresas mexicanas; y
(iii) excluir las colocaciones de cualquier tipo en bolsas de
valores del extranjero, pues el perfil de las personas a quien
debe favorecer la exención es al gran público inversionista con
residencia fiscal en México.”

De forma similar, en el correspondiente dictamen de la Comisión


de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados, de doce de
septiembre de dos mil siete, se precisó que la finalidad del trato fiscal
benéfico que se había otorgado a la enajenación de acciones en
bolsa, (en ese momento, una exención) era la de fomentar el mercado
de valores, por ser éste una pieza clave para que las empresas tengan
acceso a recursos para financiar sus proyectos productivos, así como
generar un incentivo en los inversionistas personas físicas para que
realizaran operaciones a través de tal mercado, dándole una mayor
liquidez, facilitando la movilidad de los capitales entre sectores y
promoviendo la diversificación de la propiedad empresarial del país.

Aunado a ello, se destacó que a partir de dos mil dos se


establecieron algunas limitantes para otorgar la exención en comento,
como son, entre otras, que cuando la enajenación se realice mediante
oferta pública de compra de acciones y el ingreso por dicha
enajenación lo obtenga una persona física que hubiese sido accionista
de la empresa al momento de la inscripción de sus acciones en el
Registro Nacional de Valores.

Tales límites tenían por objetivo que se cumpliera con la finalidad


del trato fiscal benéfico (incentivar el mercado de valores, captar el
ahorro interno y diversificar la propiedad empresarial, para contribuir
con ello al desarrollo económico y financiero del país) así como inhibir
la simulación de operaciones pactadas fuera de bolsas de valores que

54
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

tienen como fin la transmisión de la propiedad de una empresa, como


si se tratara de operaciones bursátiles de enajenación de acciones.

En otras palabras, se estimó que la reforma legal de dos mil dos


no alcanzaba para cubrir la intención de limitar la exención, pero
reiteró el propósito de incentivar el mercado de valores siempre que
las operaciones que se realicen en éste contribuyan al desarrollo
económico y financiero del país y no para incentivar operaciones de
compra y venta de empresas a través de bolsas de valores.

El texto que al caso interesa del dictamen de referencia es el


siguiente:

“DIPUTADOS
DICTAMEN
México, D.F., a 12 de septiembre de 2007.
[…]

Consideraciones de la Comisión

A. Ley del Impuesto sobre la Renta

Después de estudiar el contenido de la presente iniciativa y de


analizar las propuestas, esta Comisión Dictaminadora considera
lo siguiente:

10. Enajenación de acciones en bolsa y régimen fiscal de


operaciones financieras derivadas de capital

Por otra parte, esta comisión dictaminadora coincide con la


propuesta del diputado Juan Nicasio Guerra Ochoa en el sentido
de que es necesario limitar la exención que tiene la Ley del
Impuesto sobre la Renta respecto a la enajenación de acciones
en bolsa de valores, por las consideraciones siguientes:

En México, al igual que en el resto del mundo, se ha desarrollado


un mercado de valores que facilita el contacto entre entidades
superavitarias y deficitarias de capitales. Es decir, un mercado al
que acuden los inversionistas como una opción para tratar de
proteger y acrecentar su ahorro financiero, aportando los
recursos que, a su vez, permiten, tanto a las empresas como a
los gobiernos, financiar sus proyectos productivos y de
desarrollo, generando con esto, empleos y riqueza en el país.

55
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

En este sentido, toda vez que en las personas físicas radica la


capacidad de ahorro y que ese ahorro debe orientarse a la
inversión productiva en empresas, es que para este tipo de
contribuyentes el legislador tuvo a bien establecer la exención
por los ingresos que obtengan provenientes de la enajenación de
acciones en bolsa de valores, fracción XXVI del artículo 109 de
la Ley del Impuesto sobre la Renta. La finalidad de la exención
en comento es fomentar el mercado de valores, por ser éste una
pieza clave para que las empresas tengan acceso a recursos
para financiar sus proyectos productivos, así como generar un
incentivo en los inversionistas personas físicas para que realicen
operaciones a través del mercado de valores, dándole a dicho
mercado una mayor liquidez, facilitando la movilidad de los
capitales entre sectores y promoviendo la diversificación de la
propiedad empresarial del país.

Hasta el año 2001 la Ley del Impuesto sobre la Renta otorgaba


la exención por los ingresos provenientes de la enajenación de
acciones que obtuviesen las personas físicas siempre que
cumplieran, entre otros requisitos, el que se efectuara en bolsa
de valores autorizada o en mercados de amplia bursatilidad. Sin
embargo, a partir de 2002 se introdujeron una serie de reformas
para evitar que los contribuyentes abusaran del citado beneficio
fiscal.

A partir de las referidas reformas se establecieron algunas


limitantes para otorgar la exención en comento, como son, entre
otras, que cuando la enajenación se realice mediante oferta
pública de compra de acciones y el ingreso por dicha
enajenación lo obtenga una persona física que hubiese sido
accionista de la empresa al momento de la inscripción de sus
acciones en el Registro Nacional de Valores, hayan transcurrido
al menos cinco años ininterrumpidos desde la primera colocación
de acciones en bolsa de valores y se encuentren colocadas en
dicha bolsa al menos el 35 por ciento del total de las acciones
pagadas de la emisora. No se otorga la exención por los
ingresos provenientes de la enajenación de acciones de
emisoras que coticen en bolsa de valores, cuando dicha
enajenación se realice en bolsas no autorizadas o mediante
operaciones de registro o cruces protegidos, que impidan que las
personas que realicen las enajenaciones acepten ofertas más
competitivas de las que reciban antes y durante el periodo en
que se ofrezcan para su enajenación.

Las limitantes antes enunciadas buscan evitar maniobras de


evasión y elusión en el pago del impuesto sobre la renta por la

56
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

venta de empresas a través de dichas bolsas, inhibiendo que se


simulen operaciones pactadas fuera de bolsas de valores que
tienen como fin la transmisión de la propiedad de una empresa,
como si se tratara de operaciones bursátiles de enajenación de
acciones.

Sin embargo, esta comisión considera que las disposiciones


fiscales deben incentivar el mercado de valores, siempre que las
operaciones que se realicen en éste contribuyan al desarrollo
económico y financiero del país y no para incentivar operaciones
de compra y venta de empresas a través de bolsas de valores.
En este sentido, las reformas que se realizaron en 2002 a la Ley
del Impuesto sobre la Renta no impiden este último tipo de
operaciones al menos por los siguientes aspectos: no hacen
distinción por el porcentaje de acciones vendidas respecto al
total de acciones de la emisora; sólo grava la transmisión de la
propiedad de empresas que realicen los accionistas originales,
más no a quienes hayan obtenido la propiedad de éstas cuando
ya cotizan en el mercado de valores; y grava a las ofertas
públicas de compra de acciones, pero no a las ofertas públicas
de venta. Asimismo, las limitantes antes enunciadas no
contemplan gravar a los accionistas que, teniendo el control de la
emisora, como lo define la Ley del Mercado de Valores, lo
enajenan.

En este sentido, la que dictamina considera que sólo se debe


exentar a las personas físicas que obtengan ingresos por la
enajenación de acciones en bolsa de valores, siempre que dicha
enajenación no implique que se venda el 10 por ciento o más de
las acciones de la emisora. De esta forma, esta dictaminadora
considera que los ingresos obtenidos por la persona o grupo de
personas, que directa o indirectamente tengan 10 por ciento o
más de las acciones representativas del capital social de las
empresas emisoras, a que se refiere el artículo 111 de la Ley del
Mercado de Valores, no estén exentos cuando éstos enajenen,
durante un periodo de doce meses, el 10 por ciento o más de las
acciones pagadas de la emisora en operaciones simultáneas o
sucesivas. El fin de la propuesta de esta Comisión no es gravar a
los accionistas que tengan 10 por ciento o más de las acciones
de la emisora, por el hecho de tener ese porcentaje, sino lo que
busca es gravar las operaciones de enajenación de acciones que
representen el 10 por ciento o más de las acciones de la
emisora, las cuales están obligadas a revelar estos accionistas
de acuerdo a lo establecido en la Ley del Mercado de Valores.

[…]”

57
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

En ese orden de ideas, se advierte que el beneficio fiscal


concedido a la enajenación de acciones en bolsa, ha tenido a lo largo
de los años la finalidad de hacer accesible a las empresas los recursos
necesarios para sus proyectos productivos a través de la captación del
ahorro interno, facilitar la movilidad de capitales entre sectores, así
como promover la diversificación de la propiedad empresarial en el
país, en beneficio, principalmente, de pequeños y medianos
ahorradores, para con ello promover el desarrollo económico y
financiero del país.

Sin embargo, se tuvo que acotar el beneficio fiscal de referencia


para evitar su empleo en fines diferentes a los buscados, como lo son
la venta de acciones entre los mismos socios de las emisoras con el
único objetivo de realizar una operación exenta (lo cual era distinto a la
pretensión de diversificar la propiedad de las sociedades hacia los
pequeños y medianos ahorradores) o incluso la transmisión de la
propiedad de sociedades a través de bolsas de valores para evitar con
ello el pago del impuesto sobre la renta (lo que difiere del objetivo de
facilitar la captación de recursos y la promoción del desarrollo
económico y financiero del país).

En otras palabras se acotó el beneficio (en ese momento una


exención) para excluir los supuestos y los sujetos que el legislador
estimó que no necesitaban de promoción para lograr la finalidad que
buscaba con el trato fiscal, esto es, incentivar el mercado de valores
para permitir la obtención de recursos financieros para proyectos
productivos y movilidad de capitales, lo que a su vez generaría
desconcentración de la propiedad de las empresas, pero en beneficio
de pequeños y medianos ahorradores (no de quienes ya eran socios
de las sociedades cuyas acciones cotizaran en el mercado de valores)
y, al final del día, impulsaría el desarrollo económico y financiero del
país.

Por último, en las diversas iniciativas que dieron origen al artículo


129, último párrafo, numeral 1, de la Ley del Impuesto sobre la Renta,
publicada en el Diario Oficial de la Federación el once de diciembre de
dos mil trece, se aprecia lo siguiente:

 Gravar las ganancias de capital de personas físicas.

58
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

Como toda actividad económica, el sector bursátil genera


significativos ingresos al año para los sujetos que participan en el
intercambio de valores a través de bolsas concesionadas por las
legislaciones respectivas a nivel internacional.

Sin embargo, el régimen fiscal vigente exenta del ISR a los


ingresos de las personas físicas provenientes de la ganancia por
la enajenación de acciones cuando se realicen a través de bolsa
de valores. Este tratamiento contrasta con lo que se observa en
el contexto internacional, ya que países como Japón, Brasil,
Chile, Estados Unidos de América, España, Australia, Alemania,
Noruega, Reino Unido y Dinamarca, gravan las ganancias de
capital con tasas que van desde el 10% hasta el 42%.

La aplicación de un impuesto en estos países, lejos de ser un


elemento que inhiba las inversiones, ha permitido gravar esta
fuente de ingresos, así como dotar de elementos de control
sobre las inversiones. Muestra de ello son los niveles de
capitalización de la bolsa que se observan en estos países que
van del 33% al 118% del PIB.

Por otra parte, conforme al análisis de la Encuesta Nacional de


Ingreso y Gasto de los Hogares en México de los años 2010 y
2012, se observó que los hogares que reportaron información de
ingresos por venta de acciones, se ubicaron en los dos deciles
de mayor nivel de ingreso, lo que indica que el esquema de
exención es altamente regresivo.

Asimismo, con el fin de combatir planeaciones fiscales y abusos,


en años recientes el H. Congreso de la Unión ha aprobado
diversas reformas para establecer supuestos en los que no
procede la aplicación de la exención. Esto es, cuando la
enajenación se pacta fuera del mercado, así como en el caso de
operaciones que se realicen fuera de las bolsas de valores
autorizadas, o bien, cuando las personas o grupos con
participación mayoritaria o con el control de la empresa enajenen
más del 10% de las acciones de la sociedad emisora que
corresponda a un plazo de tenencia menor a dos años; o cuando
las enajenaciones realizadas en ese periodo de tiempo
signifiquen ceder el control de la empresa, incluyendo el uso de
instrumentos financieros derivados o de cualquier otra naturaleza
análoga.

En los casos que no aplica la exención, el intermediario que


realiza la operación efectúa una retención a la tasa del 5% como
pago provisional, sobre el importe de la operación de venta.

59
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

Cuando la enajenación se realiza fuera de bolsa, se aplica una


tasa de retención provisional del 20% sobre el monto total de la
operación.

Conforme a lo anterior, se propone establecer de forma cedular


el pago del ISR, aplicando una tasa del 10% sobre la ganancia
que obtengan las personas físicas por la enajenación de
acciones emitidas por sociedades mexicanas cuando su
enajenación se realice a través de bolsas de valores
concesionadas en términos de la Ley del Mercado de Valores, de
acciones emitidas por sociedades extranjeras cotizadas en
dichas bolsas, incluidas las enajenaciones que se realicen
mediante operaciones financieras derivadas de capital referidas
a acciones colocadas en bolsas de valores concesionadas en
términos de la Ley del Mercado de Valores o a índices
accionarios que representen a las citadas acciones. Este
esquema se complementa con la eliminación de la actual
exención que tienen las personas físicas en la Ley del ISR
respecto a la enajenación de acciones en bolsa de valores.”

De la iniciativa de referencia se aprecia que se consideró que la


exención del impuesto sobre la renta a los ingresos de las personas
físicas provenientes de la ganancia por la enajenación de acciones
cuando se realicen a través de bolsa de valores era contrastante con
lo que se observaba en el contexto internacional, en el cual se gravan
las ganancias de capital con tasas que van desde el 10% hasta el
42%.

Asimismo, se aclaró que la aplicación de un impuesto en estos


países no se constituye en un elemento que inhiba las inversiones, lo
que se comprueba de los niveles de capitalización de la bolsa que se
observan del 33% al 118% del producto interno bruto.

Además se acotó que con el fin de combatir planeaciones


fiscales y abusos, en años recientes se aprobaron diversas reformas
para establecer supuestos en los que no procedía la aplicación de la
exención.

En atención a ello, se propuso gravar los ingresos de mérito de


forma cedular, aplicando una tasa del 10% sobre la ganancia que
obtengan las personas físicas por la enajenación de acciones emitidas
por sociedades mexicanas cuando su enajenación se realice a través
de bolsas de valores concesionadas en términos de la Ley del

60
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

Mercado de Valores, de acciones emitidas por sociedades extranjeras


cotizadas en dichas bolsas, incluidas las enajenaciones que se
realicen mediante operaciones financieras derivadas de capital
referidas a acciones colocadas en bolsas de valores concesionadas en
términos de la Ley del Mercado de Valores o a índices accionarios que
representen a las citadas acciones.

Por su parte, en el dictamen de la Comisión de Hacienda y


Crédito Público, de la Cámara de Diputados, referida al proyecto de
decreto que reforma, adiciona y deroga diversas disposiciones de la
Ley del Impuesto al Valor Agregado, de la Ley del Impuesto Especial
sobre Producción y Servicios, de la Ley Federal de Derechos y se
Expide la Ley del Impuesto Sobre la Renta, medularmente se estimó
que se coincidía con la propuesta debido a que no se encontraba
razón para mantener la exención del impuesto a las ganancias
generadas por la enajenación de acciones en bolsas de valores, lo
cual se corrobora de la consideración Cuadragésima quinta, cuyo
contenido se transcribe:

“Cuadragésima Quinta. El Ejecutivo Federal plantea establecer


un impuesto cedular, aplicando una tasa del 10% sobre la
ganancia que obtengan las personas físicas por la enajenación
de acciones emitidas por sociedades mexicanas cuando su
enajenación se realice a través de bolsas de valores
concesionadas en términos de la Ley del Mercado de Valores, de
acciones emitidas por sociedades extranjeras cotizadas en
dichas bolsas, incluidas las enajenaciones que se realicen
mediante operaciones financieras derivadas de capital referidas
a acciones colocadas en bolsas de valores concesionadas en
términos de la Ley del Mercado de Valores o a índices
accionarios que representen a las citadas acciones. Este
esquema se complementa con la eliminación de la actual
exención que tienen las personas físicas en la Ley del ISR
respecto a la enajenación de acciones en bolsa de valores.

La Comisión que suscribe está de acuerdo con la propuesta del


Ejecutivo Federal, así como con las razones expuestas en la
Iniciativa que se dictamina, debido a que no encuentra razón
para mantener la exención del impuesto a las ganancias
generadas por la enajenación de acciones en bolsas de valores,
que por su naturaleza resultan una manifestación clara de
capacidad contributiva de los sujetos que las perciben.

61
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

Asimismo, no se reconoce razón suficiente para otorgar un


tratamiento diferenciado a las ganancias que reciben las
personas físicas respecto de las morales, por el mismo
concepto.”

Ahora, en el dictamen de las Comisiones Unidas de Hacienda y


Crédito Público y de Estudios Legislativos de la Cámara de
Senadores, se estimó lo siguiente:

“CUADRAGÉSIMA SEGUNDA. Estas Comisiones coinciden con


la Colegisladora en la eliminación de la exención del impuesto
sobre la renta a los ingresos de las personas físicas provenientes
de la ganancia por la enajenación de acciones cuando se
realicen a través de bolsa de valores y en el establecimiento del
pago del impuesto sobre la renta de forma cedular, aplicando
una tasa del 10% sobre la ganancia que obtengan las personas
físicas por la enajenación de dichas acciones; asimismo, las que
dictaminan están de acuerdo con el establecimiento de un
gravamen similar cuando dichas ganancias sean obtenidas por
residentes en el extranjero.

[…]

Asimismo, las Comisiones Unidas coinciden con la Colegisladora


en la introducción del nuevo artículo 129 en la Ley del Impuesto
sobre la Renta propuesta. En términos generales, los puntos
incluidos consisten en lo siguiente:

a) Establecer el impuesto de forma cedular, aplicando una tasa


del 10% sobre la ganancia que obtengan las personas físicas en
el ejercicio. El pago del impuesto se considerará definitivo.

b) Señalar que el objeto del impuesto comprende la enajenación


de las acciones emitidas por sociedades mexicanas o de títulos
que las representen cuando su enajenación se realice a través
de bolsas de valores concesionadas en términos de la Ley del
Mercado de Valores, la enajenación de acciones emitidas por
sociedades extranjeras cotizadas en dichas bolsas, la
enajenación de acciones emitidas por sociedades mexicanas o
de títulos que representen dichas acciones cuando su
enajenación se realice a través de bolsas de valores ubicadas en
mercados reconocidos a que se refiere la fracción II del artículo
16-C del Código Fiscal de la Federación, de países con los que
México tenga en vigor un tratado para evitar la doble tributación,
la enajenación de títulos que representen índices accionarios
enajenados en bolsas de valores concesionadas o mercados de

62
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

derivados reconocidos en términos de la Ley del Mercado de


Valores, y las ganancias obtenidas en operaciones financieras
derivadas de capital referidas a acciones colocadas en bolsas de
valores concesionadas en términos de la Ley del Mercado de
Valores o a índices accionarios que representen a las citadas
acciones cuando se realicen en los mercados reconocidos a que
se refieren las fracciones I y II del artículo 16-C del Código Fiscal
de la Federación.

c) Disponer que la ganancia se determinará sumando o


disminuyendo las ganancias o pérdidas derivadas de la
enajenación de acciones de cada sociedad emisora, o de títulos
que representen acciones o títulos accionarios, o las que se
obtengan en operaciones financieras derivadas, que efectúe el
contribuyente a través de cada uno de los intermediarios del
mercado de valores con los que opere.

d) Permitir, en el procedimiento para la determinación de las


ganancias o pérdidas en la enajenación de acciones o títulos que
representen índices accionarios, la disminución al precio de
venta de las acciones o títulos, el costo promedio de adquisición,
el que se calculará dividiendo el monto efectivamente pagado
por la compra de las acciones o títulos entre el número de
acciones o títulos efectivamente comprados. También se
permitirá la actualización del costo promedio de adquisición, la
disminución de las comisiones por concepto de intermediación
pagadas por la enajenación al precio de venta de las acciones o
títulos y la adición de las comisiones por concepto de
intermediación pagadas por su adquisición al precio promedio de
adquisición.

e) Incluir un procedimiento especial para determinar la ganancia


derivada de la enajenación de acciones o títulos tomados en
préstamo realizada en bolsa de valores, como es el caso de las
ventas en corto, con base en el procedimiento contemplado
actualmente en la Resolución Miscelánea Fiscal; además, se
incluyen los supuestos en que el prestatario no restituya parcial o
totalmente las acciones o títulos al prestamista, la disminución de
las comisiones cobradas por el intermediario al precio de venta y
la actualización de dicho precio.

f) Remitir al procedimiento descrito en el artículo 20 de la Ley del


Impuesto sobre la Renta propuesta, para determinar la ganancia
en los casos de operaciones financieras derivadas de capital.

63
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

g) Disponer que los intermediarios del mercado de valores, que


intervengan en las enajenaciones u operaciones referidas,
realicen el cálculo de la ganancia o pérdida en el ejercicio,
debiendo entregar al contribuyente la información referente a
dicho cálculo.

h) Señalar que para efectos de la información que deben


entregar los intermediarios del mercado de valores al
contribuyente, se deben expedir constancias por contrato de
intermediación, siempre que contengan toda la información de
forma pormenorizada para el cumplimiento de las obligaciones
fiscales.

i) Establecer la obligación para los intermediarios del mercado de


valores que realicen el traspaso de la cuenta de un
contribuyente, de entregar al intermediario receptor la
información del costo promedio de las acciones o títulos
adquiridos por el contribuyente a la fecha del traspaso.

j) Establecer que las pérdidas que se generen por las


enajenaciones u operaciones referidas únicamente se podrán
disminuir contra el monto de la ganancia que obtenga el mismo
contribuyente, en el ejercicio o en los 10 siguientes, provenientes
de las enajenaciones u operaciones citadas. Se permite la
actualización de dichas pérdidas y se indica que se pierde el
derecho a disminuir las pérdidas cuando el contribuyente no las
disminuya pudiendo haberlo hecho.

k) Disponer que se deberá presentar declaración por las


ganancias obtenidas por las enajenaciones u operaciones
referidas y, en su caso, efectuar el pago del impuesto, de
manera conjunta a la declaración anual.

l) Facultar al Servicio de Administración Tributaria para


establecer mecanismos que faciliten el pago, cálculo y entero del
impuesto mediante reglas de carácter general.

m) Exentar del pago del impuesto a las personas físicas que


obtengan ganancias derivadas de la enajenación de acciones
emitidas por sociedades de inversión especializadas de fondos
para el retiro, cuando la enajenación se realice en bolsa de
valores.

n) Excluir de la aplicación de este régimen cedular a la persona o


grupo de personas que, directa o indirectamente, tengan 10% o
más de las acciones representativas del capital social de la

64
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

sociedad emisora que enajenen el 10% o más de las acciones


pagadas de la sociedad, y a las personas o grupo de personas
que tengan el control de la emisora que lo enajenen, mediante
una o varias operaciones simultáneas o sucesivas en un periodo
de veinticuatro meses, incluyendo aquéllas que se realicen
mediante operaciones financieras derivadas o de cualquier otra
naturaleza análoga o similar. Por consiguiente, a estas personas
se les aplicará el régimen general del impuesto.

o) No aplicar este régimen cedular a la enajenación de acciones


cuando se realice fuera de las bolsas señaladas y se efectúe en
ellas como una operación de registro o cruce protegido o con
cualquier otra denominación que impida la aceptación de ofertas
más competitivas de las que se reciban antes o durante el
periodo en que se ofrezcan para su enajenación; asimismo, en
los casos de fusión o escisión de sociedades, cuando las
acciones se hayan obtenido del canje efectuado de las acciones
de las sociedades fusionadas o escindente si las acciones de
estas últimas sociedades se encuentran en cualesquiera de los
supuestos señalados en el punto anterior o en el primer supuesto
de este punto. De tal forma, en el caso de estas enajenaciones
se aplicará el régimen general del impuesto.

p) Especificar que no se aplicará el régimen cedular a la


enajenación de acciones o títulos que no se consideren
colocados entre el gran público inversionista o a la celebración
de operaciones financieras derivadas de capital, cuya
adquisición no se haya realizado en los mercados reconocidos a
que se refieren las fracciones I y II del artículo 16-C del Código
Fiscal de la Federación.

q) Respecto de la anterior exclusión, se realizaron excepciones


específicas que permiten al contribuyente tributar conforme a lo
establecido en el citado artículo 129 y no remitirse a las demás
disposiciones aplicables a la enajenación de acciones previstas
en el Título IV. En términos generales, estas excepciones
incluyen las siguientes:

i) Que las acciones o títulos hubieran sido adquiridos como


consecuencia de la escisión o fusión de sociedades, siempre que
las acciones se consideren colocadas entre el gran público
inversionista a la fecha de la escisión o la fusión.

ii) Que las acciones o títulos hubieran sido adquiridos como


consecuencia de aumentos de capital de sociedades emisoras

65
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

cuyas acciones se consideren colocadas entre el gran público


inversionista al momento de realizarse el aumento de capital.

iii) Cuando se enajenen acciones o títulos entre el gran público


inversionista que no representen más del 1% de las acciones en
circulación de la sociedad emisora de las acciones.

Sin embargo, las excepciones señaladas en este inciso q)


únicamente aplicarán cuando se cumplan con los requisitos que
señala el mismo artículo y las adquisiciones de las acciones o
títulos se realicen de conformidad con un plan de opción para
adquirir acciones o títulos que representen bienes, sin costo
alguno o a un precio menor o igual al de mercado que tengan
dichas acciones o títulos al momento del ejercicio de la opción,
independientemente de que las acciones o títulos sean
colocados entre el gran público inversionista. Con lo anterior, se
busca promover este beneficio entre empleados y trabajadores.”

De la transcripción que precede se aprecia (entre otros aspectos)


que se coincidía con gravar los ingresos de las personas físicas
provenientes de la ganancia por la enajenación de acciones cuando se
realicen a través de bolsa de valores, bajo un esquema cedular,
aplicando la tasa del 10%.

Sin embargo, también existe pronunciamiento en el sentido de


que el régimen cedular previsto en el artículo 129 de la Ley del
Impuesto sobre la Renta, con una tasa de 10%, no será aplicable a
diversos supuestos, los cuales deberán tributar conforme al régimen
general de los ingresos por enajenación de bienes, esto es, conforme
a la sección I del capítulo IV del título IV de la Ley del Impuesto sobre
la Renta; en otras palabras, a tales supuestos no les será aplicable la
sección II del capítulo y título referidos del ordenamiento de mérito.

Tales supuestos en los que no aplica la sección II (régimen


cedular) sino la sección I (régimen general) del capítulo de los ingresos
por enajenación de bienes, coinciden con aquéllos en los que no era
aplicable la exención sobre las ganancias por enajenación de acciones
y títulos valor en bolsa de valores que establecía la Ley del Impuesto
sobre la Renta con anterioridad a la publicada en el Diario Oficial de la
Federación el once de diciembre de dos mil trece.

Pues bien, atendiendo a la evolución legislativa que ha tenido el


trato fiscal respecto de los ingresos obtenidos por personas físicas

66
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

derivados de la enajenación de acciones y títulos valor en casas de


bolsa, es válido concluir que, si bien en la Ley del Impuesto sobre la
Renta, publicada en el Diario Oficial de la Federación el once de
diciembre de dos mil trece, se determinó terminar con el beneficio
fiscal (exención) concedido al tipo de operaciones de referencia para
que las ganancias respectivas quedaran gravadas; lo cierto es que el
legislador mantuvo un beneficio fiscal diverso para este tipo de
enajenaciones.

En efecto, el beneficio que ahora se prevé en la Ley del


Impuesto sobre la Renta vigente, consiste en tributar bajo un régimen
cedular que prevé una tasa del 10%, siempre y cuando se cumplan los
requisitos que establece el artículo 129 del propio ordenamiento de
mérito, los cuales coinciden plenamente con los que contenían las
legislaciones anteriores respecto de la exención de la que gozaban
este tipo de ingresos.

En ese sentido, se advierte que el beneficio fiscal concedido a la


enajenación de acciones en bolsa (tanto en el momento en que se
configuró como una exención, como en la actualidad, que consiste en
tributar bajo un régimen cedular que permite aplicar una tasa menor al
del diverso general por enajenación de bienes en personas físicas) ha
tenido a lo largo de los años la finalidad de hacer accesible a las
empresas los recursos necesarios para sus proyectos productivos a
través de la captación del ahorro interno, facilitar la movilidad de
capitales entre sectores, así como promover la diversificación de la
propiedad empresarial en el país, en beneficio, principalmente, de
pequeños y medianos ahorradores, para con ello promover el
desarrollo económico y financiero.

Pese a ello, se tuvo que acotar el beneficio fiscal para evitar su


empleo en fines diferentes a los buscados, como lo son la venta de
acciones entre los mismos socios de las emisoras con el único objetivo
de realizar una operación exenta (lo cual era distinto a la pretensión de
diversificar la propiedad de las sociedades hacia los pequeños y
medianos ahorradores) o incluso la transmisión de la propiedad de
sociedades a través de bolsas de valores para evitar con ello el pago
del impuesto sobre la renta (lo que difiere del objetivo de facilitar la
captación de recursos y la promoción del desarrollo económico y
financiero del país).

67
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

Es decir, se acotó el beneficio para excluir los supuestos y los


sujetos que el legislador estimó que no necesitaban de promoción
para lograr la finalidad que buscaba con el trato fiscal, esto es,
incentivar el mercado de valores para permitir la obtención de recursos
financieros para proyectos productivos y movilidad de capitales, lo que
a su vez generaría desconcentración de la propiedad de las empresas,
pero en beneficio de pequeños y medianos ahorradores (no de
quienes ya eran socios de las sociedades cuyas acciones cotizaran en
el mercado de valores) y, al final del día, impulsaría el desarrollo
económico y financiero del país.

Tal conclusión se corrobora con el texto de la porción normativa


específica reclamada por la quejosa, es decir, el artículo 129, último
párrafo, numeral 1, de la Ley del Impuesto sobre la Renta establece lo
siguiente:

“Artículo 129. Las personas físicas estarán obligadas a pagar el


impuesto sobre la renta, cuyo pago se considerará como
definitivo, aplicando la tasa del 10% a las ganancias obtenidas
en el ejercicio derivadas de:

[…]

El Servicio de Administración Tributaria mediante reglas de


carácter general podrá establecer mecanismos que faciliten el
cálculo, pago y entero del impuesto a que se refiere este artículo.

[…]

Lo dispuesto en este artículo no será aplicable, por lo que se


deberá pagar y enterar el impuesto conforme a las demás
disposiciones aplicables a la enajenación de acciones previstas
por este Título:

1. A la enajenación de acciones o títulos que no se consideren


colocados entre el gran público inversionista o a la celebración
de operaciones a que se refieren las fracciones I, II, III y IV del
presente artículo, cuya adquisición no se haya realizado en
mercados reconocidos a que se refieren las fracciones I y II del
artículo 16-C del Código Fiscal de la Federación, con excepción
de cuando se enajenen en bolsa de valores autorizadas,
acciones o títulos que se consideren colocados, entre el gran
público inversionista, siempre y cuando los títulos que sean

68
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

enajenados, mediante una o varias operaciones simultáneas o


sucesivas en un periodo de veinticuatro meses, no representen
en ningún caso más del 1% de las acciones en circulación de la
sociedad emisora de las acciones, y que en ningún caso el
enajenante de las acciones o títulos encuadre en los supuestos
contenidos en el numeral 2 siguiente.

[…]”

De la transcripción anterior, se advierte que el artículo 129,


último párrafo, numeral 1, de la Ley del Impuesto sobre la Renta
establece que la tasa del 10% no será aplicable a la ganancia obtenida
a la enajenación de acciones no colocadas entre el gran público
inversionista y a las no adquiridas en mercados reconocidos a que se
refieren las fracciones I y II, del Código Fiscal de la Federación, esto
es en, Bolsa Mexicana de Valores, Mercado Mexicano de Derivados y
sus equivalentes en el extranjero.

En el segundo caso, tratándose de acciones o títulos adquiridos


en mercados no reconocidos, establece un supuesto de excepción,
conforme al cual, podrá aplicarse a la ganancia obtenida la tasa del
10% siempre y cuando la venta se realice en bolsa de valores, los
títulos o acciones se consideren colocados entre el gran público
inversionista y que en las operaciones simultáneas o sucesivas de
enajenación, en un periodo de veinticuatro meses, no se venda más
del 1% del total de las acciones en circulación de la sociedad emisora.

Esto es, la ganancia por la venta de acciones o títulos, no


adquiridos en mercados reconocidos; Bolsa Mexicana de Valores,
Mercado Mexicano de Derivados, enajenados en bolsa, en principio se
grava conforme a la tarifa del artículo 152 de la Ley del Impuesto
sobre la Renta. Sin embargo, si se cumplen con los siguientes
requisitos, se podrá aplicar la tasa del 10% prevista en el primer
párrafo del artículo 129 de la ley en cita:

a) Que las acciones se enajenen en bolsa de valores


concesionada o mercados de derivados reconocidos.
b) Que la enajenación se considere realizada entre el gran
público inversionista.
c) Que en las enajenaciones; una o varias, simultáneas o
sucesivas en un periodo de veinticuatro meses, no se comercialice en

69
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

ningún caso, más del 1% de las acciones en circulación de la sociedad


emisora.

Pues bien, conforme a las consideraciones que preceden, se


advierte que es el propio artículo 129 de la Ley del Impuesto sobre la
Renta el que prevé (entre otros) el requisito para que sea aplicable el
régimen cedular con tasa de 10% a los ingresos derivados de la
enajenación de acciones o títulos en casa de bolsa, consistente en
que tales acciones o títulos sean considerados como colocados entre
el gran público inversionista.

Efectivamente, se insiste en que el límite de referencia al


beneficio fiscal concedido a la enajenación de acciones o títulos en
bolsa de valores, tuvo como razón legislativa el evitar su empleo en
fines diferentes a los buscados, como lo son la venta de acciones
entre los mismos socios de las emisoras con el único objetivo de
realizar una operación exenta (lo cual era distinto a la pretensión de
diversificar la propiedad de las sociedades hacia los pequeños y
medianos ahorradores) o incluso la transmisión de la propiedad de
sociedades a través de bolsas de valores para evitar con ello el pago
del impuesto sobre la renta (lo que difiere del objetivo de facilitar la
captación de recursos y la promoción del desarrollo económico y
financiero del país).

Por tanto, de la interpretación histórica y teleológica del artículo


129 de la Ley del Impuesto sobre la Renta, publicada en el Diario
Oficial de la Federación el once de diciembre de dos mil trece, se
aprecia que, entre los requisitos previstos por el legislador para que
fuese aplicable el beneficio fiscal, consistente en gravar la ganancia
derivada de la enajenación de acciones o títulos valor en casas de
bolsa a través del régimen cedular con tasa del 10% (establecido en la
sección II —De la enajenación de acciones en bolsa de valores— del
capítulo IV —De los ingresos por enajenación de bienes— del título IV
—De las personas físicas—), se encuentra el que dichas acciones o
títulos sean de los considerados como colocados entre el gran público
inversionista.

Lo anterior, a su vez tuvo como intención, entre otras,


asegurarse de que el beneficio fiscal se dirigiera efectivamente a la
finalidad buscada y no a otras diversas.

70
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

En efecto, el requisito de mérito tiene como objetivo inhibir su


uso para fines diferentes a los buscados, como lo son la venta de
acciones entre los mismos socios de las emisoras con el único objetivo
de realizar una operación exenta (lo cual era distinto a la pretensión de
diversificar la propiedad de las sociedades hacia los pequeños y
medianos ahorradores) o incluso la transmisión de la propiedad de
sociedades a través de bolsas de valores.

Asimismo, el propio artículo 129 de la Ley del Impuesto sobre la


Renta establece una cláusula habilitante para que el Servicio de
Administración Tributaria emita reglas de carácter general para facilitar
el cálculo, pago y entero del impuesto.

Al respecto, la regla miscelánea I.3.2.12. específicamente, su


punto II, establece lo siguiente:

“Resolución Miscelánea Fiscal para 2014 y su anexo 19

[…]

Para los efectos del artículo 129, décimo quinto párrafo, numeral
1 de la Ley del ISR no se consideran acciones o títulos
colocados entre el gran público inversionista:

[…]

II. Las acciones o títulos adquiridos por quienes al momento de


su inscripción en el Registro Nacional de Valores ya eran
accionistas o socios de la emisora de que se trate, respecto de
dichas acciones, con independencia de que con posterioridad a
dicha adquisición hayan sido transmitidos por herencia, legado o
donación.”

La regla miscelánea transcrita, considera como no colocadas


entre el gran público inversionista a las acciones o títulos adquiridos
por quienes al momento de su inscripción en el Registro Nacional de
Valores ya eran socios o accionistas de la emisora.

Ello sigue la lógica de la finalidad legislativa antes descrita en el


sentido de que el beneficio fiscal a este tipo de operaciones incentive
el mercado de valores, permita la captación de recursos de pequeños

71
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

y medianos ahorradores y diversifique la tenencia de las empresas en


estos últimos.

Efectivamente, de permitir que dicho beneficio aplique a quienes


adquieran acciones de una sociedad, en el supuesto de que ya fuesen
accionistas de la propia emisora al momento de la inscripción de tales
bienes mobiliarios en el Registro Nacional de Valores, ello equivaldría
a que la aplicación del régimen cedular con tasa menor se empleara
en una operación entre socios de la misma empresa, y no entre los
distintos ahorradores que convergen en las bolsas de valores, por lo
cual no se lograría la diversificación de la propiedad empresarial.

En ese orden de ideas, se aprecia que fue acertada la conclusión


de la sentencia recurrida, en el sentido de que la regla de resolución
miscelánea reclamada solamente desarrolla el contenido del artículo
129 de la Ley del Impuesto sobre la Renta, al explicitar el concepto de
acciones colocadas entre el gran público inversionista, aclarando que
no se considerarán como tales las adquiridas por quienes al momento
de su inscripción en el Registro Nacional de Valores ya eran
accionistas o socios de la emisora de que se trate; precisión que es
acorde con la interpretación histórica y teleológica del contenido del
artículo 129 de la Ley del Impuesto sobre la Renta.

Conforme a las consideraciones que preceden, se estima


infundado el argumento de la recurrente, consistente en que el
artículo 129, último párrafo, numeral 1, de la Ley del Impuesto sobre la
Renta y la Regla I.3.2.12 de la Resolución Miscelánea para 2014,
transgreden los principios de legalidad tributaria, reserva de ley y
jerarquía normativa.

Por otra parte, se estima inoperante el diverso argumento de la


inconforme, consistente en que el artículo 129 de la Ley del Impuesto
sobre la Renta permite aplicar el régimen de beneficio a la enajenación
de acciones en bolsa a cualquier persona, aunque no las hubiera
adquirido a través de un mercado reconocido, siempre que el
contribuyente no enajene más del 1% de las acciones en circulación,
mientras que la regla miscelánea limita ese beneficio a los empleados
que hayan adquirido tales acciones a través del ejercicio de un plan de
acciones.

72
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

Idéntica calificación de inoperancia corresponde al distinto


planteamiento de la recurrente, en el sentido de que el juez federal
valoró incorrectamente las pruebas documental y pericial ofrecidas por
la quejosa, de las cuales se advierte que durante el ejercicio fiscal dos
mil catorce enajenó en bolsa una cantidad de acciones, inferior al 1%
de las acciones en circulación de la sociedad emisora.

Para sustentar tal conclusión cabe destacar que la quejosa


señaló en su demanda de amparo, específicamente en el numeral 5
del apartado denominado “HECHOS QUE MOTIVAN LA DEMANDA”
manifestó expresamente, bajo protesta de decir verdad, que “ya era
accionista de la sociedad emisora al momento en que las acciones
fueron inscritas en el Registro Nacional de Valores, por lo cual, aplicó
la tasa general de impuesto sobre la renta a la ganancia obtenida por
la enajenación de dichas acciones, en cumplimiento a lo dispuesto por
el artículo 129, último párrafo, numeral 1 de la Ley del Impuesto sobre
la Renta y la Regla I.3.2.12 de la Resolución Miscelánea Fiscal para
2014.”.

Asimismo, en su primer concepto de violación, que es en el cual


adujo violación al principio de legalidad jurídica, en sus vertientes de
reserva de ley y supremacía normativa, arguyó que era el
establecimiento de la definición de acciones o títulos colocados entre
el gran público inversionista, así como de los supuestos en que se
considera que aquéllos no tienen ese carácter, lo que generaba la
pretendida trasgresión a sus derechos fundamentales.

En ese orden de ideas, si en sus agravios introduce un nuevo


tópico, consistente en que los diversos supuestos en que la regla de
resolución miscelánea reclamada limita el beneficio para aplicar el
régimen cedular con una tasa del 10%, estableciendo el requisito
consistente en que sean los empleados que hayan adquirido las
acciones respectivas a través del ejercicio de un plan de acciones,
entonces debe concluirse que tales argumentos son inoperantes por
no haber conformado la litis del juicio de amparo.

Es aplicable la jurisprudencia 2a./J. 188/2009, de rubro y texto


siguientes:

73
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

“AGRAVIOS INOPERANTES EN LA REVISIÓN. SON


AQUÉLLOS EN LOS QUE SE PRODUCE UN IMPEDIMENTO
TÉCNICO QUE IMPOSIBILITA EL EXAMEN DEL
PLANTEAMIENTO QUE CONTIENEN. Conforme a los artículos
107, fracción III, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, 83, fracción IV, 87, 88 y 91, fracciones I a IV,
de la Ley de Amparo, el recurso de revisión es un medio de
defensa establecido con el fin de revisar la legalidad de la
sentencia dictada en el juicio de amparo indirecto y el respeto a
las normas fundamentales que rigen el procedimiento, de ahí
que es un instrumento técnico que tiende a asegurar un óptimo
ejercicio de la función jurisdiccional, cuya materia se circunscribe
a la sentencia dictada en la audiencia constitucional, incluyendo
las determinaciones contenidas en ésta y, en general, al examen
del respeto a las normas fundamentales que rigen el
procedimiento del juicio, labor realizada por el órgano revisor a la
luz de los agravios expuestos por el recurrente, con el objeto de
atacar las consideraciones que sustentan la sentencia recurrida
o para demostrar las circunstancias que revelan su ilegalidad. En
ese tenor, la inoperancia de los agravios en la revisión se
presenta ante la actualización de algún impedimento técnico que
imposibilite el examen del planteamiento efectuado que puede
derivar de la falta de afectación directa al promovente de la parte
considerativa que controvierte; de la omisión de la expresión de
agravios referidos a la cuestión debatida; de su formulación
material incorrecta, por incumplir las condiciones atinentes a su
contenido, que puede darse: a) al no controvertir de manera
suficiente y eficaz las consideraciones que rigen la sentencia; b)
al introducir pruebas o argumentos novedosos a la litis del juicio
de amparo; y, c) en caso de reclamar infracción a las normas
fundamentales del procedimiento, al omitir patentizar que se
hubiese dejado sin defensa al recurrente o su relevancia en el
dictado de la sentencia; o, en su caso, de la concreción de
cualquier obstáculo que se advierta y que impida al órgano
revisor el examen de fondo del planteamiento propuesto, como
puede ser cuando se desatienda la naturaleza de la revisión y
del órgano que emitió la sentencia o la existencia de
jurisprudencia que resuelve el fondo del asunto planteado.” 15

Independientemente de lo anterior, existe una razón diversa para


declarar inoperantes los correlativos argumentos, consistente en que
parten de una premisa inexacta.

15
Novena Época. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo: XXX, Noviembre de
2009. Página: 424. Registro: 166031.

74
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

En efecto, la recurrente aduce que el artículo 129 de la Ley del


Impuesto sobre la Renta permite aplicar el régimen de beneficio a la
enajenación de acciones en bolsa a cualquier persona, aunque no las
hubiera adquirido a través de un mercado reconocido, siempre que el
contribuyente no enajene más del 1% de las acciones en circulación,
mientras que la regla miscelánea limita ese beneficio sólo a los
empleados que hayan adquirido tales acciones a través del ejercicio
de un plan de acciones.

Sin embargo, tal razonamiento es impreciso, pues omite tomar


en consideración que incluso en el supuesto al que hace referencia la
inconforme, también el artículo del ordenamiento de referencia
establece como condición que las acciones o títulos se consideren
colocados entre el gran público inversionista.

Por tanto, resulta falaz su conclusión en el sentido de que el


artículo 129 de la Ley del Impuesto sobre la Renta 16 permite aplicar el
régimen de beneficio a la enajenación de acciones en bolsa a
cualquier persona, aunque no las hubiera adquirido a través de un
mercado reconocido, bajo la única condición de que el contribuyente
no enajene más del 1% de las acciones en circulación, pues (además
de que no fue el requisito que impugnó como violatorio del principio de
legalidad tributaria) incluso en ese supuesto jurídico el propio artículo
legal prevé la diversa limitante consistente en que los valores objeto
de enajenación se consideren colocados entre el gran público
inversionista.

De ello se concluye que el correlativo argumento es inoperante,


dado que parte de una premisa inexacta, pues el artículo 129,
decimoquinto párrafo, numeral 1 de la Ley del Impuesto sobre la Renta
no permite (como afirma la recurrente) la aplicación del régimen
cedular estableciendo como condición única que el contribuyente no
16
En efecto, el numeral 1 del decimoquinto párrafo del artículo 129 prevé lo siguiente: “Lo dispuesto
en este artículo no será aplicable, por lo que se deberá pagar y enterar el impuesto conforme a las
demás disposiciones aplicables a la enajenación de acciones previstas por este Título: ---1. A la
enajenación de acciones o títulos que no se consideren colocados entre el gran público
inversionista o a la celebración de operaciones a que se refieren las fracciones I, II, III y IV del
presente artículo, cuya adquisición no se haya realizado en mercados reconocidos a que se
refieren las fracciones I y II del artículo 16-C del Código Fiscal de la Federación, con excepción de
cuando se enajenen en bolsa de valores autorizadas, acciones o títulos que se consideren
colocados, entre el gran público inversionista, siempre y cuando los títulos que sean
enajenados, mediante una o varias operaciones simultáneas o sucesivas en un periodo de
veinticuatro meses, no representen en ningún caso más del 1% de las acciones en circulación de la
sociedad emisora de las acciones, y que en ningún caso el enajenante de las acciones o títulos
encuadre en los supuestos contenidos en el numeral 2 siguiente.

75
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

enajene más del 1% de las acciones en circulación.

Es aplicable las jurisprudencia 2a./J. 108/2012 (10a.), de rubros y


textos que se transcriben:

“AGRAVIOS INOPERANTES. LO SON AQUELLOS QUE SE


SUSTENTAN EN PREMISAS FALSAS. Los agravios cuya
construcción parte de una premisa falsa son inoperantes, ya que
a ningún fin práctico conduciría su análisis y calificación, pues al
partir de una suposición que no resultó verdadera, su conclusión
resulta ineficaz para obtener la revocación de la sentencia
recurrida.” 17

En consecuencia, resulta intrascendente analizar si se demostró


en el juicio de amparo, mediante las pruebas documental y pericial
ofrecidas por la quejosa, que durante el ejercicio fiscal dos mil catorce
enajenó en bolsa una cantidad de acciones, inferior al 1% de las
acciones en circulación de la sociedad emisora, pues aun cuando
fuese así, ello no generaría que resultara fundado el concepto de
violación de la demanda de amparo en el que se planteó la pretendida
transgresión al principio de legalidad tributaria.

SEXTO. Agravios referentes a los principios de equidad


tributaria y de razonabilidad legislativa. En el agravio segundo la
recurrente aduce que en la sentencia combatida se soslayó que tanto
los accionistas que eran titulares de acciones antes de la inscripción
de la sociedad emisora en el Registro Nacional de Valores, como
aquellos que posterior a ella adquirieron sus acciones en bolsa, se
encuentran en igualdad de condiciones y realizan el mismo hecho
imponible, consistente en enajenar acciones a través de Bolsa de
Valores, por lo que deberían recibir el mismo trato.

Asimismo arguye que en ningún momento se realizó una


comparación de la forma en que unos y otros contribuyentes
actualizan el hecho imponible.

Aunado a ello, sostiene que el juez de distrito omitió


pronunciarse respecto del tercer concepto de violación en el que se
adujo que el artículo 129, último párrafo, numeral 1, de la Ley del

17
Décima Época, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Libro XIII, Octubre de 2012,
Tomo 3, Página: 1326, Registro: 2001825.

76
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

Impuesto sobre la Renta y la Regla Miscelánea I.3.2.12 para 2014


resultan contrarios al principio de razonabilidad legislativa, puesto que
la sentencia establece que la medida combatida no contraviene dicho
principio, porque son mayores los beneficios que las afectaciones que
causa, con base en afirmaciones dogmáticas.

Los anteriores motivos de disenso son infundados.

Para corroborar tal aserto es necesario recordar lo resuelto por el


Juez de Distrito al resolver los conceptos de violación segundo y
tercero, en los cuales la quejosa planteó la violación a los principios de
equidad tributaria y de razonabilidad legislativa:

 Se especificó que en el segundo concepto de violación, la


quejosa argumentó sustancialmente que el artículo 129, último párrafo,
numeral 1, de la Ley del Impuesto sobre la Renta, en relación con la
regla I.3.2.12., violan el principio de equidad tributaria contenido en el
artículo 31, fracción IV, de la Constitución General, toda vez que
otorgan un trato distinto a contribuyentes que enajenan acciones a
través de bolsas de valores. Lo anterior, en virtud que no permiten a
las personas físicas que enajenen acciones a través de la bolsa,
aplicar la tasa del 10% sobre la ganancia, cuando tales acciones
enajenadas no se consideren colocadas entre el gran público
inversionista, entendiéndose por tales, aquellas que no se hayan
adquirido mediante oferta pública de venta; o, hayan sido adquiridas
por quienes ya eran accionistas al momento de su inscripción en el
Registro Nacional de Valores.

 También se precisó que, en el tercer concepto de violación,


la quejosa sostuvo que la medida establecida en las normas
reclamadas consistente en exceptuar de la tasa del 10% a las
personas que obtengan ingresos por enajenación de acciones,
únicamente por no considerarse colocadas entre el gran público
inversionista, no haber sido adquiridas mediante oferta pública de
venta o haber sido accionista de la emisora al momento de su
inscripción en el Registro Nacional de Valores, con el fin de evitar
planeaciones fiscales, resulta ilegítima y no idónea, pues su
implementación no tiene como consecuencia lógica la finalidad que
persigue, ni resulta proporcional ya que interviene injustificadamente
los derechos de la quejosa. Asimismo, la medida tampoco es

77
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

necesaria porque existen otras medidas menos gravosas para los


contribuyentes.

 Los elementos objetivos que permiten delimitar el principio


de equidad tributaria son: a) no toda desigualdad de trato por la ley
supone una violación al artículo 31, fracción IV, de la Constitución
General, sino que dicha violación se configura únicamente si aquella
desigualdad produce distinción entre situaciones tributarias que
pueden considerarse iguales sin que exista para ello una justificación
objetiva y razonable; b) a iguales supuestos de hecho deben
corresponder idénticas consecuencias jurídicas; c) no se prohíbe al
legislador contemplar la desigualdad de trato, sino sólo en los casos
en que resulta artificiosa o injustificada la distinción; y d) para que la
diferenciación tributaria resulte acorde con las garantías de igualdad,
las consecuencias jurídicas que resultan de la ley, deben ser
adecuadas y proporcionadas, para conseguir el trato equitativo, de
manera que la relación entre la medida adoptada, el resultado que
produce y el fin pretendido por el legislador, superen un juicio de
equilibrio en sede constitucional.

 Asimismo, se señaló que la Suprema Corte de Justicia de


la Nación ha establecido criterios para determinar si el legislador ha
vulnerado el principio de equidad tributaria, a través de un juicio de
equilibrio, también denominado por la doctrina, juicio (o test) de
proporcionalidad o de razonabilidad.

 A través de dicho juicio de razonabilidad, el juzgador debe


determinar si: 1) existe una diferencia de trato entre individuos o
grupos que se encuentren en una situación comparable; 2) de existir
esa situación comparable, la precisión legislativa obedezca a una
finalidad legítima, objetiva y constitucionalmente válida ; 3) de reunirse
ambos requisitos, la distinción constituya un medio apto y adecuado
para conducir al fin u objetivo que el legislador quiere alcanzar, es
decir, que exista una relación de instrumentalidad entre la medida
clasificatoria y el fin pretendido; y, 4) que no dé lugar a una afectación
desproporcionada o desmedida de los bienes y derechos
constitucionalmente protegidos.

78
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

 Se limitó el análisis de las normas reclamadas a la


circunstancia manifestada por la quejosa, en el sentido de que era
accionista de la sociedad emisora respecto de las acciones
enajenadas con anterioridad a su inscripción en el Registro Nacional
de Valores, por lo que el pronunciamiento respectivo se concretó a
determinar si la distinción entre aquellas acciones que se consideran
colocadas entre el gran público inversionista y aquellas que no se
consideran como tales –por ser objeto de oferta pública o por haber
sido adquiridas por socios o accionistas al momento de su inscripción
en el registro–, resultaba acorde con el principio de equidad tributaria.

 Se consideró que el artículo 129, último párrafo, numeral 1,


de la Ley del Impuesto sobre la Renta, en relación con la regla
miscelánea reclamada, establecen una diferencia de trato entre
individuos que se encuentran en una situación comparable, es decir,
aquellos que obtengan ganancias derivadas de la enajenación de
acciones en bolsas de valores.

 De los procesos de creación del artículo de la Ley del


Impuesto sobre la Renta, se apreció que la medida legislativa
consistente en distinguir a las personas físicas que enajenan acciones
consideradas colocadas entre el gran público inversionista de aquellas
que enajenan acciones que no se consideran como tales –entre estas
las que no sean objeto de oferta pública y las adquiridas por quienes
ya eran socios o accionistas al momento de ser inscritas–, obedece a
que si bien se quiso eliminar la exención que existía en la legislación
anterior en aras de una mayor equidad, se previó un régimen
específico para que dicha eliminación no afectara la finalidad que
perseguía, esto es, el fomento de la inversión en el mercado bursátil.
Asimismo, se estimó que la medida en cuestión perseguía también
una mayor fiscalización de las actividades en cuestión.

 Asimismo, se estimó que los supuestos regulados por la


regla miscelánea reclamada, al establecer el concepto de “títulos valor
que colocados entre el gran público inversionista”, resultan acordes
con dicha finalidad.

79
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

 La regla de mérito establece que se consideran colocadas


entre el gran público inversionista, las acciones que sean objeto de
oferta pública, siendo este el acto que, por excelencia, coloca a las
acciones entre el público inversionista.

 Por su parte, la regla también establece que no se


considerarán como tales, aquellas acciones que hayan sido adquiridas
por quienes al momento de su inscripción en el Registro Nacional de
Valores, ya eran socios o accionistas respecto de tales acciones. Lo
anterior se explica, porque en este caso, la enajenación de las
acciones se llevaría a cabo entre socios de una misma empresa, esto
es, se trataría de una oferta privada, cuando la finalidad del régimen
previsto en el artículo 129 de la Ley del Impuesto sobre la Renta es
incentivar la inversión en el mercado bursátil, lo cual se lleva a cabo
mediante la oferta pública.

 Por tanto, se concluyó que la tasa del 10% (diez por ciento)
prevista en dicho régimen específico no podría aplicarse respecto de
acciones que no se consideraran colocadas entre el gran público
inversionista, en tanto que sería contrario a la finalidad que persigue.

 Una vez precisada la finalidad de la medida legislativa, el


juez del conocimiento la calificó como legítima, en tanto que resulta
objetiva y constitucionalmente válida, pues el fomento de la colocación
de acciones y títulos en bolsas de valores, incentiva la movilidad de
capitales entre sectores, la diversificación de la propiedad empresarial
en beneficio de los pequeños y medianos ahorradores, lo cual a su
vez, impacta en el desarrollo económico y financiero del país.

 Asimismo, se estimó que la medida legislativa resultaba


apta para alcanzar dicha finalidad, pues el régimen previsto en el
artículo 129 de la Ley del Impuesto sobre la Renta, incentiva la
enajenación de acciones en bolsas de valores, al tratarse de una tasa
más benéfica –que incluso, sustituye a la exención prevista en la
legislación anterior– que la prevista para el régimen general de
enajenación de bienes.

80
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

 Por último, se consideró que la medida legislativa en


comento resulta proporcional en sentido estricto, en tanto que no
produce una afectación desproporcionada de bienes y derechos
constitucionalmente protegidos, pues si bien establece una distinción
de trato respecto de contribuyentes colocados en situaciones
análogas, lo cierto es que tal limitación no es mayor que los beneficios
que se producen a través de la finalidad que la norma persigue.

 En consecuencia, se concluyó que el artículo 129, último


párrafo, numeral 1), de la Ley del Impuesto sobre la Renta, en relación
con la regla I.3.2.12 de la Resolución Miscelánea Fiscal para dos mil
catorce, resultan acordes con el principio de equidad tributaria, así
como que no establecen una medida irracional, desproporcionada o
ilegítima, por lo que eran infundados el segundo y tercer conceptos de
violación planteados.

De la síntesis que precede se aprecia que son infundados los


argumentos de la recurrente en el sentido de que, en el fallo
impugnado, se soslayó que tanto los accionistas que eran titulares de
acciones antes de la inscripción de la sociedad emisora en el Registro
Nacional de Valores, como aquellos que posteriormente a ella
adquirieron sus acciones en bolsa, se encuentran en igualdad de
condiciones y realizan el mismo hecho imponible, así como que no se
realizó una comparación al respecto.

En efecto, para determinar si se transgrede o no el principio de


equidad tributaria, el juez de distrito especificó que ello debe realizarse
a través de un juicio de equilibrio, también denominado por la doctrina,
juicio (o test) de proporcionalidad o de razonabilidad.

En el primer paso del test de referencia (determinar si existe una


diferencia de trato entre individuos o grupos que se encuentren en una
situación comparable) el juzgador federal arribó a la conclusión de que
el artículo 129, último párrafo, numeral 1, de la Ley del Impuesto sobre
la Renta, en relación con la regla miscelánea reclamada, sí establecen
una diferencia de trato entre individuos que se encuentran en una
situación comparable, es decir, aquellos que obtengan ganancias
derivadas de la enajenación de acciones en bolsas de valores,
derivado de que, en atención a su contenido, se apreció que la tasa

81
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

del 10% prevista en el régimen específico (el cedular para este tipo de
operaciones) no podría aplicarse respecto de acciones que no se
consideraran colocadas entre el gran público inversionista. De ahí que
no existe la omisión de estudio de la que se duele la recurrente.

Por otro lado, también resulta infundado el diverso razonamiento


de la recurrente en el sentido de que el fallo que se analiza omitió
pronunciarse respecto del tercer concepto de violación de la demanda
de amparo, en el que adujo que los artículos 129, último párrafo,
numeral 1, de la Ley del Impuesto sobre la Renta y la Regla
Miscelánea I.3.2.12 para 2014 resultan contrarios al principio de
razonabilidad legislativa.

Para corroborar lo anterior, es pertinente significar que el Pleno


de este Alto Tribunal determinó, al resolver el amparo en revisión
número 2146/2005, en sesión del veintisiete de febrero de dos mil
siete, por mayoría de ocho votos (disidentes Sergio Salvador Aguirre
Anguiano, Genaro David Góngora Pimentel y Mariano Azuela Güitrón),
que las nociones de contenido esencial y proporcionalidad son
relevantes para la solución de conflictos entre bienes
constitucionalmente protegidos y para establecer los límites del
desarrollo y reglamentación legislativa de las “garantías individuales”.

Lo anterior, en virtud de que se consideró que los aludidos


conceptos implican la idea de que el legislador bien puede limitar las
garantías individuales con base en la Constitución, siempre que lo
haga de manera justificada, es decir, estableciendo una relación de
proporcionalidad entre los medios y los fines que pretende alcanzar a
través de la medida de intervención respectiva.

Además, se señaló que en el sistema jurídico mexicano, el


principio de proporcionalidad puede deducirse del Texto Supremo,
básicamente como exigencia del principio de legalidad; de la
prohibición constitucional que exige al legislador no actuar en exceso
de poder o de manera arbitraria.

Por tanto, se precisó que si bien el legislador está autorizado


para desarrollar los límites constitucionales de las garantías
individuales y para reglamentar sus posibles conflictos; lo cierto es
que, se aclaró, dicha actividad está condicionada por los principios de

82
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

razonabilidad y proporcionalidad jurídica, por considerar que existe la


imposibilidad de que una ley secundaria nulifique injustificadamente el
contenido de cualquiera de las garantías constitucionales, máxime que
éstas son de superior entidad y jerarquía normativa; de ahí que el
legislador debe actuar de manera acorde a dichos principios, y que
para verificar el cumplimiento a éstos ese operador jurídico debe
constatar que la disposición relativa colme los requisitos siguientes:

a) Perseguir una finalidad constitucionalmente legítima;

b) Debe ser adecuada, idónea, apta, susceptible de alcanzar la


finalidad constitucional perseguida por el legislador a través de la
limitación respectiva;

c) Debe ser necesaria, es decir, suficiente para alcanzar la


finalidad constitucionalmente legítima, de tal forma que no implique
una carga desmedida e injustificada para el gobernado respectivo; y,

d) Ser razonable, de tal forma que cuanto más intenso sea el


límite de la garantía individual, mayor debe ser el peso o jerarquía de
las razones constitucionales que justifiquen dicha intervención.

El mencionado criterio fue reiterado en diversos precedentes por


el Pleno de este Alto Tribunal, integrándose al respecto la
jurisprudencia número P./J. 130/2007, del rubro: “GARANTÍAS
INDIVIDUALES. EL DESARROLLO DE SUS LÍMITES Y LA
REGULACIÓN DE SUS POSIBLES CONFLICTOS POR PARTE DEL
LEGISLADOR DEBE RESPETAR LOS PRINCIPIOS DE
RAZONABILIDAD Y PROPORCIONALIDAD JURÍDICA” . 18

De lo anterior, se aprecia que para verificar que una medida


legislativa se adecua al principio de razonabilidad legislativa, se aplica
como un instrumento metodológico, el denominado test de

18
La jurisprudencia invocada aparece publicada en la página 8 del Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Tomo XXVI, Diciembre de dos mil siete, de la Novena Época, del texto
siguiente: “De los criterios emitidos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación se advierte que
el cumplimiento de los principios de razonabilidad y proporcionalidad implica que al fijar el alcance
de una garantía individual por parte del legislador debe: a) perseguir una finalidad
constitucionalmente legítima; b) ser adecuada, idónea, apta y susceptible de alcanzar el fin
perseguido; c) ser necesaria, es decir, suficiente para lograr dicha finalidad, de tal forma que no
implique una carga desmedida, excesiva o injustificada para el gobernado; y, d) estar justificada en
razones constitucionales. Lo anterior conforme al principio de legalidad, de acuerdo con el cual el
legislador no puede actuar en exceso de poder ni arbitrariamente en perjuicio de los gobernados.”

83
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

proporcionalidad, para con ello verificar la constitucionalidad del acto


legislativo.

Cabe destacar que el test de proporcionalidad (como un


instrumento metodológico) se emplea comúnmente, mas no de forma
exclusiva, cuando se aduce la violación al principio de igualdad o
equidad tributaria como manifestación específica de éste, pues en ese
caso se requiere llevar a cabo, en primer lugar, un juicio de igualdad
mediante la equiparación de supuestos de hecho que permitan
verificar si existe o no un trato injustificado.

Tal aserto se corrobora con el hecho de que el Pleno de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación ha vinculado el principio de
equidad tributaria con la superación de un “juicio de equilibrio en sede
constitucional” es decir, la aplicación del test de proporcionalidad de
mérito.

Son aplicables las tesis de jurisprudencia del Pleno de este Alto


Tribunal, cuyos rubros y datos de localización son los siguientes:

“EQUIDAD TRIBUTARIA. SUS ELEMENTOS. El principio de


equidad no implica la necesidad de que los sujetos se
encuentren, en todo momento y ante cualquier circunstancia, en
condiciones de absoluta igualdad, sino que, sin perjuicio del
deber de los Poderes públicos de procurar la igualdad real, dicho
principio se refiere a la igualdad jurídica, es decir, al derecho de
todos los gobernados de recibir el mismo trato que quienes se
ubican en similar situación de hecho porque la igualdad a que se
refiere el artículo 31, fracción IV, constitucional, lo es ante la ley y
ante la aplicación de la ley. De lo anterior derivan los siguientes
elementos objetivos, que permiten delimitar al principio de
equidad tributaria: a) no toda desigualdad de trato por la ley
supone una violación al artículo 31, fracción IV, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, sino que
dicha violación se configura únicamente si aquella desigualdad
produce distinción entre situaciones tributarias que pueden
considerarse iguales sin que exista para ello una justificación
objetiva y razonable; b) a iguales supuestos de hecho deben
corresponder idénticas consecuencias jurídicas; c) no se prohíbe
al legislador contemplar la desigualdad de trato, sino sólo en los
casos en que resulta artificiosa o injustificada la distinción; y d)
para que la diferenciación tributaria resulte acorde con las
garantías de igualdad, las consecuencias jurídicas que resultan

84
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

de la ley, deben ser adecuadas y proporcionadas, para conseguir


el trato equitativo, de manera que la relación entre la medida
adoptada, el resultado que produce y el fin pretendido por el
legislador, superen un juicio de equilibrio en sede
constitucional.”19

“IMPUESTOS. PRINCIPIO DE EQUIDAD TRIBUTARIA


PREVISTO POR EL ARTÍCULO 31, FRACCIÓN IV,
CONSTITUCIONAL. De una revisión a las diversas tesis
sustentadas por esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, en
torno al principio de equidad tributaria previsto por el artículo 31,
fracción IV, de la Constitución Federal, necesariamente se llega
a la conclusión de que, en esencia, este principio exige que los
contribuyentes de un impuesto que se encuentran en una misma
hipótesis de causación, deben guardar una idéntica situación
frente a la norma jurídica que lo regula, lo que a la vez implica
que las disposiciones tributarias deben tratar de manera igual a
quienes se encuentren en una misma situación y de manera
desigual a los sujetos del gravamen que se ubiquen en una
situación diversa, implicando, además, que para poder cumplir
con este principio el legislador no sólo está facultado, sino que
tiene obligación de crear categorías o clasificaciones de
contribuyentes, a condición de que éstas no sean caprichosas o
arbitrarias, o creadas para hostilizar a determinadas clases o
universalidades de causantes, esto es, que se sustenten en
bases objetivas que justifiquen el tratamiento diferente entre una
y otra categoría, y que pueden responder a finalidades
económicas o sociales, razones de política fiscal o incluso
extrafiscales.”20

La primera de estas tesis establece la existencia de ciertos


elementos objetivos que permiten delimitar el principio de equidad
tributaria, a saber:

a) No toda desigualdad de trato por la ley supone una violación


al artículo 31, fracción IV, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, sino que dicha violación se configura únicamente si
aquella desigualdad produce distinción entre situaciones tributarias
que pueden considerarse iguales sin que exista para ello una
justificación objetiva y razonable;

19
Novena Época. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo: V, Junio de 1997.
Página: 43. Registro: 198403.
20
Novena Época. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo: XI, Marzo de 2000.
Página: 35. Registro: 192290.

85
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

b) A iguales supuestos de hecho deben corresponder idénticas


consecuencias jurídicas;

c) No se prohíbe al legislador contemplar la desigualdad de trato,


sino sólo en los casos en que resulta artificiosa o injustificada la
distinción; y,

d) Para que la diferenciación tributaria sea acorde con las


garantías de igualdad, las consecuencias jurídicas que resultan de la
ley, deben ser adecuadas y proporcionadas, para conseguir el trato
equitativo, de manera que la relación entre la medida adoptada, el
resultado que produce y el fin pretendido por el legislador, superen un
juicio de equilibrio en sede constitucional.

Por otra parte, la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia


de la Nación ha sostenido que para el examen de la constitucionalidad
de una ley desde el punto de vista de la garantía de equidad tributaria,
es necesario valorar determinados pasos lógicos, de manera
escalonada, de forma tal que si se incumple con alguna de las
condiciones de que se trate será suficiente para estimar que existe
una violación a dicha garantía constitucional, haciendo innecesario el
estudio de las demás.

Los pasos referidos, para determinar si se ha producido un trato


inequitativo, son los siguientes:

1) Que exista una diferencia de trato entre individuos o grupos


que se encuentren en una situación comparable.

2) En caso de que exista dicha situación comparable, debe


analizarse si la distinción legislativa obedece a una finalidad legítima.

3) De reunirse los requisitos anteriores, se estudiará si la


distinción constituye un medio apto y adecuado para conducir al fin u
objetivo que el legislador quiere alcanzar.

4) De cumplirse esas tres condiciones, se analizará si la


distinción es necesaria o no para lograr el objetivo perseguido por el
legislador, y en ese sentido se debe advertir que la norma no afecte de

86
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

manera desproporcionada o desmedida a los bienes y derechos


constitucionalmente protegidos.

Sustenta lo anterior, la jurisprudencia 2a./J. 31/2007, cuyos rubro


y texto son los siguientes:

“EQUIDAD TRIBUTARIA. CRITERIOS PARA DETERMINAR SI


EL LEGISLADOR RESPETA DICHO PRINCIPIO
CONSTITUCIONAL. Los criterios generales para determinar si el
legislador respeta el principio de equidad tributaria previsto en el
artículo 31, fracción IV, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, consisten en que: 1) exista una diferencia de
trato entre individuos o grupos que se encuentren en una
situación comparable (no necesariamente idéntica, sino
solamente análoga); 2) de existir esa situación comparable, la
precisión legislativa obedezca a una finalidad legítima (objetiva y
constitucionalmente válida); 3) de reunirse ambos requisitos, la
distinción constituya un medio apto y adecuado para conducir al
fin u objetivo que el legislador quiere alcanzar, es decir, que
exista una relación de instrumentalidad entre la medida
clasificatoria y el fin pretendido; y, 4) de actualizarse esas tres
condiciones, se requiere, además, que la configuración legal de
la norma no dé lugar a una afectación desproporcionada o
desmedida de los bienes y derechos constitucionalmente
protegidos. Por ende, el examen de constitucionalidad de una ley
bajo el principio de equidad tributaria precisa de la valoración de
determinadas condiciones, de manera escalonada, generando
que el incumplimiento de cualquiera de éstas sea suficiente para
estimar que existe una violación al indicado principio
constitucional, haciendo innecesario el estudio de las demás.” 21

De todo lo anterior, se advierte que, al menos en el caso de


normas que establecen tratos diversos, para apreciar si la medida
legislativa es acorde a los principios de equidad tributaria (como
manifestación específica del derecho a la igualdad) y al de
razonabilidad legislativa, es aplicable el instrumento metodológico
denominado “test de proporcionalidad”, cuyos pasos se han descrito
en párrafos que preceden.

Pues bien, de conformidad con lo expuesto, se aprecia que en la


sentencia recurrida no se omitió el análisis del argumento en el cual se
adujo la transgresión al principio de razonabilidad legislativa, sino que
Novena Época. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo: XXV, Marzo de 2007.
21

Página: 334. Registro: 173029.

87
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

el juez de distrito se pronunció en forma conjunta respecto de los


conceptos de violación segundo y tercero (referidos a equidad
tributaria y a razonabilidad legislativa) y determinó que eran
infundados debido a que al aplicar los pasos del test de
proporcionalidad concluyó que:

a) El artículo 129, último párrafo, numeral 1, de la Ley del


Impuesto sobre la Renta, en relación con la regla miscelánea
reclamada, sí prevén una diferencia de trato entre individuos que se
encuentran en una situación comparable, es decir, aquellos que
obtengan ganancias derivadas de la enajenación de acciones en
bolsas de valores, derivado de que, en atención a su contenido, se
apreció que la tasa del 10% prevista en el régimen específico (el
cedular para este tipo de operaciones) no podría aplicarse respecto de
acciones que no se consideraran colocadas entre el gran público
inversionista.

b) La finalidad de la medida legislativa es legítima, en tanto


que resulta objetiva y constitucionalmente válida, pues el fomento de
la colocación de acciones y títulos en bolsas de valores, incentiva la
movilidad de capitales entre sectores, la diversificación de la propiedad
empresarial en beneficio de los pequeños y medianos ahorradores, lo
cual a su vez, impacta en el desarrollo económico y financiero del
país.

c) La medida legislativa es apta para alcanzar la correlativa


finalidad, pues el régimen previsto en el artículo 129 de la Ley del
Impuesto sobre la Renta, incentiva la enajenación de acciones en
bolsas de valores, al tratarse de una tasa más benéfica –que incluso,
sustituye a la exención prevista en la legislación anterior– que la
prevista para el régimen general de enajenación de bienes.

d) La medida legislativa en comento resulta proporcional en


sentido estricto, en tanto que no produce una afectación
desproporcionada de bienes y derechos constitucionalmente
protegidos, pues si bien establece una distinción de trato respecto de
contribuyentes colocados en situaciones análogas, lo cierto es que tal
limitación no es mayor que los beneficios que se producen a través de
la finalidad que la norma persigue.

88
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

En consecuencia, el juez federal concluyó que el artículo 129,


último párrafo, numeral 1), de la Ley del Impuesto sobre la Renta, en
relación con la regla I.3.2.12 de la Resolución Miscelánea Fiscal para
dos mil catorce, son acordes con el principio de equidad tributaria, así
como que no establecen una medida irracional, desproporcionada o
ilegítima, por lo que eran infundados el segundo y tercer conceptos de
violación planteados. De ahí que sea infundado el argumento de
omisión de la recurrente.

Además, esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de


la Nación considera que fue acertada la referida conclusión del fallo
recurrido, en el sentido de que las normas reclamadas no transgreden
los principios de equidad tributaria y razonabilidad legislativa.

En primer lugar, como se estableció en el considerando anterior


de la presente sentencia, el beneficio fiscal concedido a la enajenación
de acciones en bolsa (tanto en el momento en que se configuró como
una exención, como en la actualidad, que consiste en tributar bajo un
régimen cedular que permite aplicar una tasa menor al del diverso
general por enajenación de bienes en personas físicas) ha tenido a lo
largo de los años la finalidad de hacer accesible a las empresas los
recursos necesarios para sus proyectos productivos a través de la
captación del ahorro interno, facilitar la movilidad de capitales entre
sectores, así como promover la diversificación de la propiedad
empresarial en el país, en beneficio, principalmente, de pequeños y
medianos ahorradores, para con ello promover el desarrollo
económico y financiero del país.

Pese a ello, se tuvo que acotar el beneficio fiscal para evitar su


empleo en fines diferentes a los buscados, como lo son la venta de
acciones entre los mismos socios de las emisoras con el único objetivo
de realizar una operación exenta (lo cual era distinto a la pretensión de
diversificar la propiedad de las sociedades hacia los pequeños y
medianos ahorradores) o incluso la transmisión de la propiedad de
sociedades a través de bolsas de valores para evitar con ello el pago
del impuesto sobre la renta (lo que difiere del objetivo de facilitar la
captación de recursos y la promoción del desarrollo económico y
financiero del país).

89
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

Es decir, se acotó el beneficio para excluir los supuestos y los


sujetos que el legislador estimó que no necesitaban de promoción
para lograr la finalidad que buscaba con el trato fiscal, esto es,
incentivar el mercado de valores para permitir la obtención de recursos
financieros para proyectos productivos y movilidad de capitales, lo que
a su vez generaría desconcentración de la propiedad de las empresas,
pero en beneficio de pequeños y medianos ahorradores (no de
quienes ya eran socios de las sociedades cuyas acciones cotizaran en
el mercado de valores) y, al final del día, impulsaría el desarrollo
económico y financiero del país.

De esa forma, el límite al beneficio fiscal concedido a la


enajenación de acciones o títulos en bolsa de valores, tuvo como
razón legislativa el evitar su empleo en fines diferentes a los buscados,
como lo son la venta de acciones entre los mismos socios de las
emisoras con el único objetivo de realizar una operación exenta (lo
cual era distinto a la pretensión de diversificar la propiedad de las
sociedades hacia los pequeños y medianos ahorradores) o incluso la
transmisión de la propiedad de sociedades a través de bolsas de
valores para evitar con ello el pago del impuesto sobre la renta (lo que
difiere del objetivo de facilitar la captación de recursos y la promoción
del desarrollo económico y financiero del país).

Por tanto, de la interpretación histórica y teleológica del artículo


129 de la Ley del Impuesto sobre la Renta, publicada en el Diario
Oficial de la Federación el once de diciembre de dos mil trece, se
aprecia que, entre los requisitos previstos por el legislador para que
fuese aplicable el beneficio fiscal, consistente en gravar la ganancia
derivada de la enajenación de acciones o títulos valor en casas de
bolsa a través del régimen cedular con tasa del 10% (establecido en la
sección II —De la enajenación de acciones en bolsa de valores— del
capítulo IV —De los ingresos por enajenación de bienes— del título IV
—De las personas físicas—), se encuentra el que dichas acciones o
títulos sean de los considerados como colocados entre el gran público
inversionista.

Lo anterior, a su vez tuvo como intención, entre otras,


asegurarse de que el beneficio fiscal se dirigiera efectivamente a la
finalidad buscada y no a otras diversas.

90
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

En efecto, el requisito de referencia tiene como objetivo inhibir su


uso para fines diferentes a los buscados, como lo son la venta de
acciones entre los mismos socios de las emisoras con el único objetivo
de realizar una operación exenta (lo cual era distinto a la pretensión de
diversificar la propiedad de las sociedades hacia los pequeños y
medianos ahorradores) o incluso la transmisión de la propiedad de
sociedades a través de bolsas de valores.

Asimismo, el propio artículo 129 de la Ley del Impuesto sobre la


Renta establece una cláusula habilitante para que el Servicio de
Administración Tributaria emita reglas de carácter general para facilitar
el cálculo, pago y entero del impuesto. Al respecto, la regla miscelánea
I.3.2.12. específicamente, su punto II, establece que se consideran
como no colocadas entre el gran público inversionista a las acciones o
títulos adquiridos por quienes al momento de su inscripción en el
Registro Nacional de Valores ya eran socios o accionistas de la
emisora.

Ello sigue la lógica de la finalidad legislativa antes descrita en el


sentido de que el beneficio fiscal a este tipo de operaciones incentive
el mercado de valores, permita la captación de recursos de pequeños
y medianos ahorradores y diversifique la tenencia de las empresas en
estos últimos.

Efectivamente, de permitir que dicho beneficio aplique a quienes


adquieran acciones de una sociedad, en el supuesto de que ya fuesen
accionistas de la propia emisora al momento de la inscripción de tales
bienes mobiliarios en el Registro Nacional de Valores, ello equivaldría
a que la aplicación del régimen cedular con tasa menor se empleara
en una operación entre socios de la misma empresa, y no entre los
distintos ahorradores que convergen en las bolsas de valores, por lo
cual no se lograría la diversificación de la propiedad empresarial.

Pues bien, las finalidades antes descritas se consideran


legítimas y válidas desde el punto de vista constitucional,
especialmente considerando que, de la interpretación sistemática de
los artículos 25, 26 y 28 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, se desprende que la intención del Constituyente
Permanente es que se promueva el desarrollo social y se impulse el
crecimiento económico.

91
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

Al respecto es aplicable (en lo conducente) la jurisprudencia


1a./J. 105/2011, de rubro y texto siguientes:

“ESTÍMULOS FISCALES. FACULTADES DEL CONGRESO DE


LA UNIÓN PARA DETERMINARLOS CONFORME A LOS
ARTÍCULOS 25, 26 Y 28 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE
LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. La Suprema Corte de
Justicia de la Nación ha sostenido que el Congreso de la Unión
en materia tributaria goza de un amplio margen de libertad que
deriva de su posición constitucional y, en última instancia, de su
específica legitimidad democrática, dentro de los límites
establecidos en la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, fundamentalmente los derivados de su artículo 31,
fracción IV. Esa libertad de configuración para legislar en materia
fiscal, reconocida por el texto constitucional, debe entenderse en
el sentido de que da espacio para diversas políticas tributarias.
Ello es así porque no se encuentran previamente establecidas en
el texto fundamental las distintas opciones de los modelos
impositivos ni, por ende, de los estímulos fiscales. Por el
contrario, de la interpretación de los artículos 25, 26 y 28
constitucionales, se advierte que el Congreso de la Unión está
facultado para organizar y conducir el desarrollo nacional y, por
tanto, una de las tareas centrales en la regulación económica
que ejerce debe encaminarse a diseñar los estímulos fiscales,
los sujetos que los reciben, sus fines y efectos sobre la
economía, determinando las áreas de interés general,
estratégicas y/o prioritarias que requieren concretamente su
intervención exclusiva en esos beneficios tributarios, a fin de
atender el interés social o económico nacional; aspectos que
corresponde ponderar exclusivamente a ese Poder, dado que la
propia Constitución prevé a su favor la facultad para elegir los
medios encaminados a la consecución de esos fines. Lo anterior
no es obstáculo para verificar si el ejercicio de esa atribución se
revela en concreto como expresión de un uso distorsionado de la
discrecionalidad, resultando arbitraria y, por tanto, de desviación
y exceso de poder en el ejercicio de sus facultades
constitucionales.”22

De lo expuesto, se concluye que la finalidad pretendida por el


legislador en relación con la norma reclamada (hacer accesible a las
empresas los recursos financieros necesarios para sus proyectos
productivos, facilitar la movilidad de capitales entre sectores, así como
22
Novena Época. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo: XXXIV, Septiembre de
2011. Página: 374. Registro: 161085.

92
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

promover la diversificación de la propiedad empresarial en el país, en


beneficio de pequeños y medianos ahorradores, a fin de fomentar el
desarrollo económico y financiero del país), es objetiva y válida desde
un punto de vista constitucional.

Asimismo, en relación con las limitantes o requisitos para


acceder al beneficio fiscal otorgado a la enajenación de acciones en
casas de bolsa, se observó que de conservar tal beneficio para los
casos que no requerirían del trato favorable, o bien, para los que
únicamente buscaban la exención en el pago del impuesto sobre la
renta, ello implicaría que se abusara de un trato particular debería ser
estrictamente excepcional.

Por otra parte, se estima que la medida legislativa sí es un medio


apto y adecuado para conducir al fin u objetivo que el legislador quiere
alcanzar.

El otorgamiento de tasas preferenciales y facilidades en el


cálculo del tributo aplicable a los ingresos derivados de la enajenación
de acciones en bolsa de valores, obtenidos por personas físicas,
puede contribuir a la consecución de los fines apuntados, en tanto que
con ello se incentivaría acudir al mercado de valores, por lo que
debería aumentar el número de personas que participan en él.

Como consecuencia de lo anterior, sería más sencilla la


obtención de los recursos para las empresas emisoras por lo cual se
financiarían sus proyectos productivos sin acudir a apalancamientos
excesivos; además existirían las condiciones para que se favorezcan
tanto la movilidad de capitales entre sectores y la diversificación de la
propiedad empresarial, al diversificarse entre los pequeños y medianos
ahorradores la tenencia accionaria.

De esta forma, se aprecia que, al fomentar el mercado de


valores mediante la exención otorgada, se establecen incentivos
encaminados a la consecución de las finalidades propuestas, todo ello
en aras de la promoción del desarrollo económico y financiero del
país.

Al respecto se estima que son aptas tanto las medidas de


promoción, como aquellas que pretenden acotar el beneficio fiscal

93
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

para evitar que sean destinatarios y fines diversos los que se vean
favorecidos, pues la limitante que al caso interesa (consistente en que
no sea aplicable el régimen cedular con tasa de 10% a las
enajenaciones de acciones y títulos que no se consideren colocados
como entre el gran público inversionista) sí permite inhibir que se
lleven a cabo ventas entre socios con el objetivo único de acceder a
un trato preferencial (las cuales impedirían la finalidad legislativa de
diversificar la propiedad de las acciones de las empresas que cotizan
en el mercado de valores, además de que generarían que, ante la
aplicación del beneficio fiscal, dejara de percibir el Estado ingresos
relacionados con operaciones que no son las que estimó el legislador
que necesitaban promoción).

En consecuencia, se considera que la medida establecida por la


norma reclamada sí es acorde con sus finalidades, pues bien puede
enfocarse al fomento del mercado de valores y, en tal virtud, procurar
que las empresas que emiten acciones cuenten con recursos para
financiar sus proyectos, incentivándose también la consecución de las
finalidades relativas a la movilidad de capitales entre sectores y la
promoción de la diversificación de la propiedad empresarial.

Por otro lado, se advierte que la medida normativa no afecta de


manera desproporcionada o desmedida bienes y derechos
constitucionalmente protegidos.

En primer lugar, cabe precisar que no existe un derecho


constitucionalmente tutelado para que los gobernados puedan exigir el
otorgamiento de beneficios fiscales o tratos preferenciales.

Para corroborar tal afirmación cabe hacer referencia a lo que


esta Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido respecto de
la libertad de configuración que goza el legislador en materia tributaria.

En principio, el objetivo del sistema tributario es cubrir los gastos


públicos de la Federación, del Distrito Federal, de los Estados y de los
Municipios, dentro de un marco legal que sea proporcional y
equitativo, por ello se afirma que dicho sistema se integra por diversas
normas, a través de las cuales se cumple con el mencionado objetivo
asignado constitucionalmente.

94
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

La creación del sistema fiscal, por disposición de la Constitución


Federal, está a cargo del Poder Legislativo de la Unión, al que debe
reconocérsele un aspecto legítimo para definir el modelo y las políticas
tributarias que, en cada momento histórico, cumplan con sus
propósitos de la mejor manera, sin pasar por alto que existen ciertos
límites que no pueden rebasarse sin violentar los principios
constitucionales.

Por tanto, el hecho de que en un determinado momento los


supuestos a los que recurra el legislador para fundamentar las
hipótesis normativas no sean aquellos vinculados con anterioridad a
las hipótesis contempladas legalmente, no resulta inconstitucional,
siempre y cuando con ello no se vulneren otros principios
constitucionales.

En otras palabras, el diseño tributario puede cambiarse por el


legislador, dado que ello es parte de su libertad de configuración, a la
cual accedieron con motivo de su representación legal de la
ciudadanía, pero ello tiene que realizarse sin violentar principios
constitucionales.

Es aplicable la jurisprudencia 1a./J. 159/2007, de la Primera Sala


de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de rubro y texto
siguientes:

“SISTEMA TRIBUTARIO. SU DISEÑO SE ENCUENTRA


DENTRO DEL ÁMBITO DE LIBRE CONFIGURACIÓN
LEGISLATIVA, RESPETANDO LAS EXIGENCIAS
CONSTITUCIONALES. El texto constitucional establece que el
objetivo del sistema tributario es cubrir los gastos públicos de la
Federación, del Distrito Federal y de los Estados y Municipios,
dentro de un marco legal que sea proporcional y equitativo, por
ello se afirma que dicho sistema se integra por diversas normas,
a través de las cuales se cumple con el mencionado objetivo
asignado constitucionalmente. Ahora bien, la creación del citado
sistema, por disposición de la Constitución Federal, está a cargo
del Poder Legislativo de la Unión, al que debe reconocérsele un
aspecto legítimo para definir el modelo y las políticas tributarias
que en cada momento histórico cumplan con sus propósitos de
la mejor manera, sin pasar por alto que existen ciertos límites
que no pueden rebasarse sin violentar los principios
constitucionales, la vigencia del principio democrático y la
reserva de ley en materia impositiva. En tal virtud, debe

95
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

señalarse que el diseño del sistema tributario, a nivel de leyes,


pertenece al ámbito de facultades legislativas y que, como tal,
lleva aparejado un margen de configuración política -amplio, mas
no ilimitado-, reconocido a los representantes de los ciudadanos
para establecer el régimen legal del tributo, por lo que el hecho
de que en un determinado momento los supuestos a los que
recurra el legislador para fundamentar las hipótesis normativas
no sean aquellos vinculados con anterioridad a las hipótesis
contempladas legalmente, no resulta inconstitucional, siempre y
cuando con ello no se vulneren otros principios
constitucionales.”23

Los principios democrático y de separación de poderes tienen


como consecuencia que los otros órganos del Estado, entre ellos el
juzgador constitucional, deben respetar la libertad de configuración
con que cuentan el Congreso y el Ejecutivo, por lo que la intensidad
del escrutinio constitucional en materias relacionadas con la política
económica y tributaria, a la luz de los principios democrático y de
división de poderes, no es de carácter estricto, sino flexible o laxo, en
razón de que el legislador cuenta con una amplia libertad en la
configuración normativa del sistema tributario sustantivo y adjetivo.

En esas materias un control muy estricto llevaría al juez


constitucional a sustituir la competencia legislativa del Congreso —o la
extraordinaria que puede corresponder al Ejecutivo—, pues no es
función del Poder Judicial Federal, sino de los órganos políticos, entrar
analizar si esas clasificaciones económicas son las mejores o si éstas
resultan necesarias.

Tal criterio se plasmó en la jurisprudencia 1a./J. 84/2006, cuyos


rubro y texto son los siguientes:

“ANÁLISIS CONSTITUCIONAL. SU INTENSIDAD A LA LUZ


DE LOS PRINCIPIOS DEMOCRÁTICO Y DE DIVISIÓN DE
PODERES. Acorde con las consideraciones sustentadas por la
Primera Sala de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación en
la tesis 1a. CXXXIII/2004, de rubro: ‘IGUALDAD. CASOS EN
LOS QUE EL JUEZ CONSTITUCIONAL DEBE HACER UN
ESCRUTINIO ESTRICTO DE LAS CLASIFICACIONES
LEGISLATIVAS (INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 1o. DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS
23
Novena Época, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXVI, Diciembre de
2007, Página: 111, Registro: 170585.

96
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

MEXICANOS).’, siempre que la acción clasificadora del


legislador incida en los derechos fundamentales garantizados
por la Constitución, será necesario aplicar con especial
intensidad las exigencias derivadas del principio de igualdad y no
discriminación. De igual manera, en aquellos asuntos en que el
texto constitucional limita la discrecionalidad del Congreso o del
Ejecutivo, la intervención y control del tribunal constitucional
debe ser mayor, a fin de respetar el diseño establecido por ella.
Para este Alto Tribunal es claro que la fuerza normativa del
principio democrático y del principio de separación de poderes
tiene como consecuencia obvia que los otros órganos del Estado
-y entre ellos, el juzgador constitucional- deben respetar la
libertad de configuración con que cuentan el Congreso y el
Ejecutivo, en el marco de sus atribuciones. Conforme a lo
anterior, la severidad del control judicial se encuentra
inversamente relacionada con el grado de libertad de
configuración por parte de los autores de la norma. De esta
manera, resulta evidente que la Constitución Federal exige una
modulación del juicio de igualdad, sin que eso implique ninguna
renuncia de la Corte al estricto ejercicio de sus competencias de
control. Por el contrario, en el caso de normatividad con efectos
económicos o tributarios, por regla general, la intensidad del
análisis constitucional debe ser poco estricta, con el fin de no
vulnerar la libertad política del legislador, en campos como el
económico, en donde la propia Constitución establece una
amplia capacidad de intervención y regulación diferenciada del
Estado, considerando que, cuando el texto constitucional
establece un margen de discrecionalidad en ciertas materias,
eso significa que las posibilidades de injerencia del Juez
constitucional son menores y, por ende, la intensidad de su
control se ve limitada. En tales esferas, un control muy estricto
llevaría al Juez constitucional a sustituir la competencia
legislativa del Congreso -o la extraordinaria que puede
corresponder al Ejecutivo-, pues no es función del Poder Judicial
Federal, sino de los órganos políticos, entrar a analizar si esas
clasificaciones económicas son las mejores o si éstas resultan
necesarias.”24

Asimismo, debe precisarse que el artículo 31, fracción IV, de la


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece las
garantías tributarias al señalar que los mexicanos se encuentran
obligados a contribuir para los gastos públicos de la forma
proporcional y equitativa que dispongan las leyes.

24
Novena Época, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXIV, Noviembre de
2006, Página: 29, Registro: 173957.

97
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

La formulación constitucional consiste en un genuino


mandamiento jurídico, generador de derechos y obligaciones, del que
se deriva, por un lado, el deber constitucional para los ciudadanos de
contribuir para el sostenimiento del gasto público, y por el otro, un
límite al ejercicio del poder público.

Estos principios recogidos en el artículo 31, fracción IV, si bien


son independientes unos de otros, componen un auténtico sistema
normativo.

La importancia de estimar los principios de justicia tributaria


como parte de un sistema, conlleva a la realización de una carga
tributaria más justa y coherente, de ahí que para la determinación del
contenido material de cada uno de ellos se deben tomar en cuenta los
demás.

La condición para la aplicación de los principios tributarios se


encuentra en el principio de generalidad, que sostiene que un sistema
sólo podrá ser justo en la medida en la que todos los que puedan
contribuir lo hagan en proporción a su riqueza.

Así, la generalidad tributaria constituye un mandato dirigido al


legislador para que, al tipificar los hechos imponibles de los distintos
tributos, alcance todas las manifestaciones de capacidad económica,
traduciéndose por ello en un límite constitucional a la libertad de
configuración del sistema tributario.

Pese a lo anterior, precisamente a la luz del principio de


generalidad tributaria nadie tiene derecho constitucionalmente tutelado
a la exención, a los beneficios fiscales y tampoco para contar con un
crédito promocional que disminuya la deuda tributaria legalmente
causada, por el contrario, todas las personas están bajo los efectos del
imperativo que la Constitución General de la República da al legislador
de detectar todos los signos demostrativos de capacidad idónea para
concurrir al levantamiento de las cargas públicas.

Tal aserto se apoya en el criterio contenido en la tesis


1a. CVIII/2010, del rubro y textos que se transcriben:

“PRINCIPIO DE GENERALIDAD TRIBUTARIA. SU ALCANCE


EN RELACIÓN CON LOS CRÉDITOS FISCALES

98
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

OTORGADOS A TÍTULO DE BENEFICIO. El principio de


generalidad tributaria se encuentra asociado a la igualdad en la
imposición, y constituye un límite constitucional a la libertad de
configuración del sistema tributario, traduciéndose en un
mandato dirigido al legislador para que, al tipificar los hechos
imponibles de los distintos tributos, alcance todas las
manifestaciones de capacidad económica, buscando la riqueza
donde se encuentre. Así, el principio de generalidad tributaria se
presenta bajo dos ópticas: la primera, en sentido afirmativo,
implica que todos deben contribuir, por lo que corresponde al
legislador cuidar que los signos demostrativos de capacidad
contributiva sean de alguna forma recogidos en la norma
tributaria como supuesto de hecho al que se vincula la obligación
de contribuir; la segunda, en sentido negativo, se refiere a la
interdicción de todo privilegio o de áreas inmunes al pago de los
tributos; esto es, las prerrogativas que permitan la liberación de
la obligación deben reducirse a un mínimo y deben justificarse,
por lo que está prohibida la exención no razonable de todos los
gobernados dotados de capacidad contributiva. Por otra parte, la
apreciación afirmativa del principio de generalidad tributaria pone
de relieve la necesidad de tutelar el interés del Estado en la
percepción de ingresos, que es un interés público encaminado a
atender necesidades sociales relevantes con amplio respaldo o
tutela constitucional, así como la necesidad de basar la
contribución de los ciudadanos al sostenimiento de los gastos
públicos en criterios de solidaridad. En ese contexto y en relación
con la apreciación afirmativa del principio de generalidad
tributaria, nadie tiene derecho constitucionalmente tutelado a la
exención tributaria, y tampoco para contar con un crédito
promocional que disminuya la deuda tributaria legalmente
causada, por el contrario, todas las personas están bajo los
efectos del imperativo que la Constitución General de la
República da al legislador de detectar todos los signos
demostrativos de capacidad idónea para concurrir al
levantamiento de las cargas públicas. Además, del referido
principio de generalidad tributaria también se advierte el
postulado según el cual las exenciones y el otorgamiento de
estímulos fiscales acreditables deben reducirse a un mínimo, si
no abiertamente evitarse y, en todo caso, deben poder
justificarse razonablemente en el marco de la Constitución
Federal.”25

Por otro lado, la creación de normas que persigan una finalidad


distinta de la recaudatoria, para incentivar o desincentivar ciertas
25
Novena Época, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXXII, Septiembre de
2010, Página: 182, Registro: 163769.

99
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

conductas, no implica que su otorgamiento sea constitucionalmente


exigible.

Es así que no existe un derecho constitucionalmente tutelado a


la exención tributaria ni al otorgamiento de un beneficio o de un
estímulo fiscal, en tanto que todos —los que cuenten con un nivel
económico mínimo— están obligados a contribuir al sostenimiento del
gasto público.

De tal forma, si bien en cualquier momento de la historia pueden


formularse juicios de diversa índole sobre la conveniencia o
inconveniencia de que el legislador, a través del sistema fiscal,
establezca determinados incentivos, acote los existentes o, inclusive,
los elimine, lo cierto es que ello no puede llevar al Tribunal
Constitucional a afirmar que siempre deberán otorgarse los mayores
incentivos posibles, ni es éste un postulado exigible
constitucionalmente, como tampoco lo es el que estos incentivos
siempre deban darse a través del sistema tributario.

Es aplicable la tesis 1a. XXII/2011, cuyo contenido se transcribe


a la letra:

“SISTEMA TRIBUTARIO. EL OTORGAMIENTO DE


INCENTIVOS FISCALES PARA LA CONSECUCIÓN DE FINES
EXTRAFISCALES, NO ES EXIGIBLE
CONSTITUCIONALMENTE, POR LO QUE NO RESULTA
VÁLIDO SOSTENER QUE NO PODÍA LIMITARSE LA
DEDUCIBILIDAD DE DONATIVOS PARA EFECTOS DEL
IMPUESTO SOBRE LA RENTA. En cualquier momento de la
historia nacional, pueden siempre formularse juicios de diversa
índole sobre la conveniencia o inconveniencia de que el
legislador, a través del sistema fiscal, establezca determinados
incentivos, acote los existentes o, inclusive, los elimine; tal es el
caso de la decisión tomada en el sentido de disminuir los
incentivos para la realización de donativos a entidades no
lucrativas, en relación con la cual pueden emitirse diversas
opiniones, así como sobre los efectos que tal medida podría
tener sobre el accionar de los mexicanos. Sin embargo, no debe
pasarse por alto que dichos juicios no son propios de las labores
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al menos en tanto
no provoquen, simultáneamente, una vulneración de derechos
tutelados constitucionalmente. Esta afirmación no es más que la
consecuencia del criterio sostenido por esta Sala en el sentido

100
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

de que el diseño del sistema tributario -y los incentivos que se


otorguen para la consecución de finalidades extrafiscales-,
corresponde al legislador dentro de un amplio ámbito de libre
configuración. Adicionalmente, puede afirmarse que la limitante
aludida es una disminución del incentivo fiscal para la
colaboración con las entidades no lucrativas, pero no es un
desincentivo -como podría ser un castigo a quien realice dichas
donaciones-, lo cual sí podría llevar a juicios como los que
corresponden a este alto tribunal, pues podría implicar la
afectación de otros derechos, la limitación a actividades que
coadyuvan a la consecución de finalidades establecidas
constitucionalmente, y podrían establecer una limitante, no sólo
indeseada, sino atentatoria de las finalidades que busca el
Estado Social de Derecho, al provocar una falta de cohesión
entre los elementos que integran el Estado, falta de atención a
las necesidades colectivas, ausencia de solidaridad e
indiferencia ante los problemas de la realidad mexicana, con el
consecuente poco compromiso para superarlos. Sin embargo, un
límite al beneficio fiscal no tiene estos efectos, y si bien podría
afirmarse que siempre podría estar más incentivada la
participación de la sociedad civil en la consecución de
determinadas finalidades, ello no puede llevar al tribunal
constitucional a afirmar que siempre deberán otorgarse los
mayores incentivos posibles, ni es éste un postulado exigible
constitucionalmente, como tampoco lo es el que estos incentivos
siempre deban darse a través del sistema tributario. Todo lo
anterior debe valorarse sin dejar de tener presente que la
legislación fiscal no ha dejado de establecer un incentivo,
acotado a los casos que el legislador considera razonable, en un
ámbito en relación con el cual puede válidamente tomar esa
decisión, y sin que pueda soslayarse que la capacidad
contributiva que reflejan los ingresos y las deducciones
estructurales -es decir, aquellas que la Constitución exige que
refleje la Ley del Impuesto sobre la Renta-, es una manifestación
de capacidad idónea para tributar, por la cual el Estado debería
recibir la contribución correspondiente, y que sólo deja de
hacerlo, válidamente -sin que resulte adecuado considerar que
actúa incorrectamente quien aproveche la deducción de
donativos-, en la medida en la que el propio Estado así lo
permite, mediante el incentivo correspondiente, cuya entidad
puede ser mayor o menor en cualquier momento, conforme a los
criterios que el autor de la norma considere adecuados y
pertinentes para el propósito que persiga.” 26

26
Novena Época, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXXIII, Febrero de
2011, Página: 626, Registro: 162712.

101
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

En ese orden de ideas, no existe derecho constitucionalmente


tutelado a que el legislador conceda una exención tributaria, un
beneficio o un incentivo fiscal determinado, así como tampoco a que
se impida el ejercicio de la facultad legislativa de acotar o eliminar los
existentes, mucho menos a que los derechos fundamentales y los
servicios básicos deban tutelarse o garantizarse a través de dichos
beneficios de corte tributario.

Desde esa perspectiva, se aprecia que con el hecho de que las


normas reclamadas establezcan un beneficio a determinados sujetos
que cumplan con los requisitos previstos para que sea aplicable el
régimen cedular y la tasa prevista en el artículo 129 de la Ley del
Impuesto sobre la Renta, a las enajenaciones de acciones y títulos en
bolsa de valores, no violenta per se derecho fundamental alguno de la
quejosa.

Ahora, en el contexto propio del derecho fundamental de


igualdad, en su vertiente de equidad tributaria, se estima que es
razonable la limitante consistente en acotar el beneficio de tributar en
el régimen cedular a la enajenación de acciones y títulos en bolsa de
valores, que fuesen considerados como colocados entre el gran
público inversionista, así como la de estimar que no tendrán tal
carácter aquéllos que fueron adquiridos por quienes, al momento de
su inscripción en el Registro Nacional de Valores, ya eran socios o
accionistas de la emisora.

Como se precisó en párrafos precedentes, el beneficio fiscal


concedido a la enajenación de acciones en bolsa, histórica y
teleológicamente, ha tenido a lo largo de los años la finalidad de hacer
accesible a las empresas los recursos necesarios para sus proyectos
productivos a través de la captación del ahorro interno, facilitar la
movilidad de capitales entre sectores, así como promover la
diversificación de la propiedad empresarial en el país, en beneficio,
principalmente, de pequeños y medianos ahorradores, para con ello
promover el desarrollo económico y financiero del país.

Pese a ello, se tuvo que acotar el beneficio fiscal para evitar su


empleo en fines diferentes a los buscados, como lo son la venta de
acciones entre los mismos socios de las emisoras con el único objetivo
de realizar una operación exenta (lo cual era distinto a la pretensión de

102
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

diversificar la propiedad de las sociedades hacia los pequeños y


medianos ahorradores) o incluso la transmisión de la propiedad de
sociedades a través de bolsas de valores para evitar con ello el pago
del impuesto sobre la renta (lo que difiere del objetivo de facilitar la
captación de recursos y la promoción del desarrollo económico y
financiero del país).

Es decir, el límite de mérito pretendió excluir los supuestos y los


sujetos que el legislador estimó que no necesitaban de promoción
para lograr la finalidad que buscaba con el trato fiscal, esto es,
incentivar el mercado de valores para permitir la obtención de recursos
financieros para proyectos productivos y movilidad de capitales, lo que
a su vez generaría desconcentración de la propiedad de las empresas,
pero en beneficio de pequeños y medianos ahorradores (no de
quienes ya eran socios de las sociedades cuyas acciones cotizaran en
el mercado de valores) y, al final del día, impulsaría el desarrollo
económico y financiero del país.

En ese sentido el parámetro consistente en que quien adquiera


las acciones o títulos no fuera socio de la empresa emisora antes de la
inscripción de aquéllas en el Registro Nacional de Valores, resulta
razonable, atendiendo a que con ello efectivamente se evita que el
beneficio fiscal se utilice para que resulten exentas las ventas de
valores entre socios de la propia empresa emisora.

Dicho en otra forma, se procura impedir que se acuda a la


exención como fin y no como medio encaminado a la consecución de
los propósitos con que se creó el beneficio fiscal (hacer accesible a las
empresas los recursos necesarios para sus proyectos productivos a
través de la captación del ahorro interno, facilitar la movilidad de
capitales entre sectores, así como promover la diversificación de la
propiedad empresarial en el país, en beneficio, principalmente, de
pequeños y medianos ahorradores, para con ello promover el
desarrollo económico y financiero del país).

En esa medida la distinción normativa se encuentra justificada en


no emplear el beneficio fiscal en fines diversos a los que se pretendían
promover y por sujetos diferentes a los que se pretendía beneficiar, sin
que ello implique la afectación a otros derechos constitucionales, pues
la venta de acciones entre socios (aun cuando sea realizada en bolsa

103
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

de valores) constituye una operación que, atendiendo al principio de


generalidad tributaria es susceptible de ser gravada, además de que
con la aplicación del beneficio fiscal a esas operaciones, no se
lograrían los fines extrafiscales buscados por el legislador al
establecer el régimen cedular de mérito.

En ese orden de ideas, se considera que las normas reclamadas


no afectan de manera desproporcionada o desmedida bienes y
derechos constitucionalmente protegidos.

Por tanto, esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de


la Nación, estima que el artículo 129, párrafo decimoquinto, numeral 1,
de la Ley del Impuesto sobre la Renta y la regla I.3.2.12 de la
Resolución Miscelánea Fiscal para 2014, no transgreden los principios
de equidad tributaria y de razonabilidad legislativa. De ahí lo infundado
de los correlativos argumentos de la recurrente.

Por otra parte, son inoperantes los distintos argumentos de la


recurrente en los que sostuvo que, en el fallo combatido, se soslayó
que no puede justificarse un trato diferenciado a contribuyentes que se
encuentran en la misma situación atendiendo a cuestiones ajenas al
objeto del tributo, como son los ingresos obtenidos en el ejercicio, lo
cual afirma que se corrobora con la jurisprudencia 102/2007
sustentada por la Primera Sala de este Alto Tribunal de rubro: “VALOR
AGREGADO. LA EXENCIÓN PREVISTA EN EL PRIMER PÁRRAFO
DEL ARTÍCULO 2-C DEL IMPUESTO RELATIVO, VIGENTE EN 2003,
TRANSGREDE EL PRINCIPIO DE EQUIDAD TRIBUTARIA.”.

También es inoperante el razonamiento consistente en que el


juez de distrito no consideró que en términos del propio artículo 129,
último párrafo, numeral 1, de la Ley del Impuesto sobre la Renta, las
personas físicas que enajenan en bolsa de valores, acciones no
adquiridas en mercados reconocidos podrán aplicar a la ganancia
obtenida la tasa preferencial del 10%, siempre que no vendan más del
1% de las acciones en circulación de la sociedad emisora en un
periodo de veinticuatro meses.

Lo anterior, porque tales argumentos no se adujeron en esos


términos en la demanda de amparo, ni en forma específica en los
conceptos de violación segundo y tercero, por lo cual existe un

104
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

impedimento técnico para pronunciarse al respecto en esta instancia,


pues dado lo novedoso de los razonamientos de la inconforme, no
formaron parte de la litis en el juicio de amparo.

Es aplicable la jurisprudencia 2a./J. 188/2009 (transcrita en


párrafos precedentes) de rubro: “AGRAVIOS INOPERANTES EN LA
REVISIÓN. SON AQUÉLLOS EN LOS QUE SE PRODUCE UN
IMPEDIMENTO TÉCNICO QUE IMPOSIBILITA EL EXAMEN DEL
PLANTEAMIENTO QUE CONTIENEN.”.

Conforme a las consideraciones que anteceden y ante lo


infundado e inoperante de los correlativos agravios, lo procedente es
modificar la sentencia recurrida y negar el amparo y protección
solicitados.

SÉPTIMO. Revisiones adhesivas. Atendiendo al sentido de la


presente resolución, lo que procede es declarar sin materia las
revisiones adhesivas, puesto que su finalidad era sustentar la
constitucionalidad de las normas reclamadas; por lo cual, si en la
especie no resultó fundada la revisión principal, la adhesiva debe
declararse sin materia dada su naturaleza accesoria. 27

Por lo antes expuesto y fundado, se resuelve:

PRIMERO. En la materia de la revisión, se modifica la sentencia


recurrida.

SEGUNDO. Se sobresee en el juicio de amparo respecto de la


ejecución del artículo 129, decimoquinto párrafo, numeral 1, de la Ley
del Impuesto sobre la Renta, atribuida al Presidente de la República,
conforme a las consideraciones contenidas en el considerando cuarto
de la presente resolución.

TERCERO. La Justicia de la Unión no ampara ni protege a la


quejosa, contra el artículo 129, decimoquinto párrafo, numeral 1, de la
27
“REVISIÓN ADHESIVA EN AMPARO INDIRECTO. DEBE DECLARARSE SIN MATERIA SI LA REVISIÓN PRINCIPAL
RESULTA INFUNDADA. El artículo 83, fracción IV, de la Ley de Amparo prevé la procedencia del recurso de revisión
contra las sentencias pronunciadas por los Jueces de Distrito, y en su último párrafo establece que en todos los casos a
que se refiere ese precepto, la parte que obtuvo resolución favorable a sus intereses puede adherirse a la revisión
principal. Ahora bien, si se toma en cuenta que el recurso de revisión adhesiva carece de autonomía, al señalar el
párrafo indicado que la adhesión al recurso sigue la suerte procesal de éste, es evidente que si la revisión principal
resulta infundada, aquél debe declararse sin materia, por su naturaleza accesoria”. (Jurisprudencia; Instancia: Segunda
Sala; Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo XXVI, septiembre de 2007, página 552)

105
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

Ley del Impuesto sobre la Renta, así como la regla I.3.2.12 de la


Resolución Miscelánea Fiscal para 2014.

CUARTO. Se declaran sin materia las revisiones adhesivas.

Notifíquese; con testimonio de esta resolución, devuélvanse los


autos al Juzgado de Distrito de origen y, en su oportunidad, archívese
este asunto como concluido.

Así lo resolvió la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia


de la Nación por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros
Eduardo Medina Mora I., Javier Laynez Potisek, José Fernando
Franco González Salas (ponente), Margarita Beatriz Luna Ramos y
Presidente Alberto Pérez Dayán y por mayoría de cuatro votos, con el
voto en contra de la Ministra Margarita Beatriz Luna Ramos en relación
a los resolutivos tercero respecto a la regla miscelánea y cuarto
resolutivo.

Firman el Ministro Presidente, el Ponente y el Secretario de


Acuerdos de la Segunda Sala, quien autoriza y da fe.

PRESIDENTE DE LA SEGUNDA SALA

MINISTRO ALBERTO PÉREZ DAYÁN

PONENTE

MINISTRO JOSÉ FERNANDO FRANCO GONZÁLEZ SALAS

SECRETARIO DE ACUERDOS DE LA SALA

106
AMPARO EN REVISIÓN 261/2016

LIC. MARIO EDUARDO PLATA ÁLVAREZ

Esta hoja corresponde al amparo en revisión 261/2016. QUEJOSA Y RECURRENTE: SANDRA


CECILIA DOMENE BERLANGA. Fallado el treinta de noviembre de dos mil dieciséis, en el
siguiente sentido: PRIMERO. En la materia de la revisión, se modifica la sentencia recurrida.
SEGUNDO. Se sobresee en el juicio de amparo respecto de la ejecución del artículo 129,
decimoquinto párrafo, numeral 1, de la Ley del Impuesto sobre la Renta, atribuida al Presidente de
la República, conforme a las consideraciones contenidas en el considerando cuarto de la presente
resolución. TERCERO. La Justicia de la Unión no ampara ni protege a la quejosa, contra el artículo
129, decimoquinto párrafo, numeral 1, de la Ley del Impuesto sobre la Renta, así como la regla
I.3.2.12 de la Resolución Miscelánea Fiscal para 2014. CUARTO. Se declaran sin materia las
revisiones adhesivas. CONSTE.

En términos de lo dispuesto en los artículos 3, fracción XXI, 73, fracción II, 111, 113, 116,
Octavo y Duodécimo Transitorios de la Ley General de Transparencia y Acceso a la
Información Pública, así como en el segundo párrafo de artículo 9º del Reglamento de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal para la
aplicación de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública
Gubernamental, en esta versión pública se testa la información considerada legalmente
como reservada o confidencial que encuadra en esos supuestos normativos.

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