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UNIDAD 7

La aplicación del derecho


La actividad de resolver un caso o situación, elaborando una norma particular y
concreta, a partir de las normas generales y típicas, se denomina aplicación del derecho y
constituye la condición de la efectividad social del derecho. Las normas generales y típicas
para poder ser cumplidas deben ser particularizadas y concretadas a través de la elaboración
de normas particulares y concretas que establezcan lo que debemos o podemos hacer o no
hacer, es decir, que determinen los derechos y las obligaciones de cada una de las
personas involucradas en cada situación.
En la actividad de la aplicación, no siempre intervienen los jueces, ya que, en la
mayor parte de los casos, son el Estado a través de los órganos administrativos y
ejecutivos, y los particulares los que aplican el derecho en la vida cotidiana.
La aplicación espontánea: es la aplicación automática, referida a que las normas se
respetan de manera espontánea por los ciudadanos y el Estado sin necesidad de recurrir a
algún tipo de coacción.
La aplicación administrativa: es donde existe la intervención de la autoridad de una
manera mecánica y repetitiva, al tratarse de casos complicados que implican reflexiones
sobre el ámbito de aplicación de la norma.

La aplicación judicial del derecho


En la vida social encontramos con frecuencia conflictos, que se derivan de la contraposición
de intereses particulares entre los miembros de la sociedad, antes la civilización se guiaba por
una norma relacionada a la autocomposición, defensa propia. Actualmente, se dio un proceso
de institucionalización de la reacción ante los comportamientos desviantes y de la resolución
de los conflictos de intereses. Aparecen entonces las vías llamadas de “heterocomposición”
de los conflictos, caracterizadas por la intervención de órganos especializados ante quienes
se puede recurrir frente a estas situaciones (tribunales/jueces).
Existen 2 maneras diferentes de entender la actividad de los órganos jurisdiccionales al
aplicar el derecho, en la resolución de los conflictos de intereses que se le plantean:

● Actividad declarativa Se afirma que esta actividad, es tendiente a establecer lo que


las normas generales y típicas prescriben para una determinada situación, la
aplicación del derecho consiste en una subsunción mecánica de los hechos o casos
que se presentan en la vida social, bajo la norma legal, para extraer, por medio de un
razonamiento silogístico, las consecuencias previstas en la norma. Un silogismos
una forma de razonar que consiste en extraer o inferir una conclusión a partir de 2
premisas o juicios. El silogismo jurídico estaría formado por una premisa mayor (la
norma general y típica), una premisa menor (el caso concreto), y una conclusión
(Norma particular y concreta). En esta concepción, (También llamada formalismo
jurídico), el derecho constituye un conjunto de normas completo, preciso, del que
pueden deducirse soluciones para todas las situaciones posibles
● Actividad creativa Desde este punto de vista, existe una actividad creativa con un
grado de ponderación y valoración de las normas, que deben ser interpretadas por
parte de quien las aplica, antes de ser cumplidas. El derecho estaría constituido
especialmente por decisiones judiciales; las normas generales y típicas son meras
pautas que los tribunales pueden o no tener en cuenta en su labor de administración de
justicia. La aplicación desde esta perspectiva consiste en una tarea creativa, donde
existe una amplia libertad para interpretar el caso.

Existen otros autores que se colocan en posturas intermedias, que sostienen que en la
aplicación de las normas confluyen dos clases de limitaciones, una legal y otra ideológica:

● El límite legal constituido por las normas que establecen los criterios para la
aplicación del derecho, impide la discrecionalidad absoluta del aplicador
● El límite ideológico constituido por las convicciones morales e ideológicas del
aplicador, hace imposible una aplicación rígida de lo establecido por las normas.

La actividad jurisdiccional: las sentencias y la jurisprudencia


La actividad jurisdiccional que realizan los jueces, tribunales y demás órganos dotados de
potestad jurisdiccional, constituye una de las fuentes formales del derecho en nuestro país, en
cuanto productora de los fallos y sentencias, normas jurídicas, particulares y concretas.
Jurisprudencia en sentido etimológico proviene del latín, jus significa derecho y prudencia
indica previsión o conocimiento.
En los países anglosajones que se rigen por el common law, se utiliza la palabra
jurisprudencia como sinónimo de ciencia del derecho.
En los países jurídico de origen Romano/Germánico, sin embargo, la palabra jurisprudencia
se emplea con otros significados, sin que existe uniformidad en sus usos. Entre varias
acepciones, se destaca aquella que designa con la palabra jurisprudencia a la “forma
habitual o uniforme como la justicia aplica o interpreta el derecho”. Borda, define a la
jurisprudencia como los fallos de los tribunales judiciales que sirven de precedentes a
futuros pronunciamientos.
También se lo suele designar como conjunto de soluciones dictadas por los tribunales al
resolver las cuestiones de derecho que le son sometidas.
La expresión jurisprudencia, es utilizada en el sistema romano/germánico con 4 significados
principales:

● La jurisprudencia como ciencia del derecho La jurisprudencia entendida como


ciencia del derecho es una importante fuente material del derecho, ya que la opinión
de los juristas influye en la creación de normas jurídicas típicas y generales Ju
● La jurisprudencia como el conjunto de sentencias o fallos dictados por los
distintos tribunales y órganos dotados de potestad jurisdiccional

La jurisprudencia entendida en este sentido, constituye una de las fuentes


documentales del derecho más importantes para los distintos estudios jurídicos, ya sea para
los estudios jurídicos integrales, como para las diversas disciplinas particulares. Las
sentencias permiten conocer el derecho vigente en una sociedad determinada, medir el
grado de eficacia y aplicabilidad de las normas jurídicas. Es nuestra historia
contemporánea de nuestro derecho positivo.
● La jurisprudencia como la decisión de un juez o tribunal La misión del juez se
limita, a crear una norma individual y concreta al dictar sentencia, esto es al decidir el
caso que le es sometido, sin crear, sin embargo, normas generales y típicas como lo
hace el legislador. En este sentido, aquella sentencia es Fuente formal del derecho. No
obstante, existen fallos de nuestros tribunales que adquiere un valor especial como
fuente del derecho
● Jurisprudencia como actividad decisoria concordante órganos jurisdiccionales
Los criterios jurisdiccionales establecidos por los jueces a través de sus sentencias
adquieren mayor significado cuando reciben la aceptación social, y esta comienza
cuando dichos criterios son aplicados por los demás órganos jurisdiccionales de la
comunidad para resolver casos similares.

Las formas de la interpretación jurídica


Existen 2 grandes teorías o formas de explicar la interpretación jurídica, la teoría subjetiva y
la objetiva:
Teoría subjetiva de la interpretación La teoría subjetiva, centra la actividad interpretativa
en la voluntad del legislador. En esta teoría no radica el hecho de que el sujeto interpreta la
norma conforme a sus criterios personales, sino en que, a través de ella, se busca lo que
pretendió el legislador al elaborarla.
Esta forma de entender y explicar la interpretación jurídica presupone que la norma jurídica
es la expresión lingüística de la voluntad de su creador, la textualización de una
conducta decidida como debida por imposición del legislador. La interpretación en este
sentido consiste en establecer lo que efectivamente quiso imponer como debido el legislador,
es decir en conocer la voluntad normativa del creador de la norma.
Esta teoría no está libre de dificultades. Una de ellas radica en la antigüedad de las normas
que muchas veces dificulta el discernimiento de la voluntad de un legislador que ya ha
desaparecido físicamente. La reconstrucción de dicha voluntad es una tarea compleja, y que
presenta problemas no siempre solucionables. Otro problema ocurre en nuestro país, donde el
proceso de elaboración de las leyes presupone el tránsito de los proyectos de ley por diversas
etapas y con la participación de distintos órganos. Por eso resulta difícil identificar, cuales
son, el o los sujetos a quienes atribuirle la voluntad creadora de las leyes.
Teoría objetiva de la interpretación En esta teoría, la centralidad del proceso interpretativo
ya no se coloca en el legislador, sino en el juez, que debe adaptar la norma al momento
histórico y a las condiciones sociales de su aplicación. La teoría afirma que el significado
de la norma hay que hallarlo en la norma misma, que una vez elaborada por el legislador, se
independiza de su voluntad y adquiere vida propia.
La interpretación objetiva tiene como ventaja la posibilidad de la adecuación de las normas
jurídicas al cambio social. El peligro de esta teoría es que la misma se convierta en creación
jurídica, donde el legislador es reemplazado por el juez, con la consecuente falta de
objetividad jurídica, y la posible afectación de la seguridad jurídica en la sociedad.
Como conclusión, el sentido de la norma no ha de identificarse con el querer o las concretas
ideas normativas del legislador, ni hacerse totalmente independiente de ello. Más bien es el
resultado de un proceso de pensamiento en el que todos los momentos susodichos, es decir,
tanto objetivos como subjetivos, deben estar incluidos.

La jurisdicción como actividad productora de normas individuales y


concretas
Los tribunales o jueces están dotados de jurisdicción. Esa expresión tiene diferentes
acepciones impropias como, aludir a la circunscripción territorial dentro de la cual se ejerce
una autoridad (jurisdicción nacional, provincial) o para designar a la capacidad concreta del
órgano judicial (jurisdicción civil, comercial).
La definición clásica de jurisdicción establecida por Alsina es “la potestad conferida
por el Estado a determinados órganos para resolver mediante la sentencia las cuestiones
litigiosas que les sean sometidas y hacer cumplir sus decisiones”. Por eso se ve a la
jurisdicción, como una actividad productora de normas particulares y concretas. Los
productos de dicha actividad son las sentencias o fallos y demás resoluciones judiciales.
Existen diversos modos de clasificar la jurisdicción:

● Según el poder del Estado que la ejerce se clasifica la jurisdicción en judicial


(cuando está a cargo de órganos del Poder Judicial), administrativa (Cuando el poder
Ejecutivo ejerce funciones jurisdiccionales), y legislativa (cuando el poder
Legislativo ejerce funciones jurisdiccionales)
● Según su carácter Se puede distinguir en jurisdicción ordinaria (cuando es ejercida
por el Poder Judicial, quien conoce de todos los asuntos que no estén sometidos a otra
jurisdicción) y especial (a la ejercitada por los otros poderes, a través de distintos
órganos).
● Según la fuente de la cual emana La jurisdicción es propia (cuando es ejercida en
virtud de una potestad conferida por la ley) y delegada (cuando es ejercida en virtud
de un encargo o encomendamiento de otro juez, o tribunal, a través de un exhorto o
carta rogatoria)
● Según haya o no conflicto de intereses La jurisdicción es contenciosa (cuando
existen intereses en conflicto) y es voluntaria (cuando la intervención de los jueces o
tribunales se limita a dar autenticidad o validez a un acto o a verificar el cumplimiento
de ciertas formalidades).

La jurisdicción es ejercida en forma ordinaria por el Poder Judicial, encontramos


una jurisdicción federal y jurisdicciones provinciales.

La competencia
Todo juez o tribunal por el mero hecho de serlo posee jurisdicción. Sin embargo, el
número y la variedad de conflictos o casos que se presentan ante el Poder Judicial, y la
extensión territorial de los estados hacen surgir una pluralidad de tribunales dentro de Cada
estado, lo que es necesario para dividir el trabajo y obtener una mayor eficacia. Por esto
aparece el concepto de competencia, definida como “la aptitud del juez para ejercer su
jurisdicción en un caso determinado”.
La competencia se relaciona con la llamada capacidad objetiva de los jueces u
órganos jurisdiccionales. La capacidad subjetiva se relaciona con los requisitos exigidos por
la ley para que un juez puede desempeñarse como tal.
Existen diversos criterios para distribuir la competencia o capacidad objetiva de los
jueces o tribunales para conocer y decidir un determinado caso o conflicto

● Territorial Se vincula con el territorio o ámbito espacial dentro del cual un juez o
tribunal ejerce su jurisdicción
● Material Viene determinada por la diversidad de cuestiones que se presentan ante los
órganos jurisdiccionales y la necesidad de especialización de trabajo de los jueces o
tribunales
● Personal o por razón de las personas Por ejemplo, la Corte suprema tiene
competencia originaria en todos los asuntos concernientes a embajadores, ministros y
cónsules extranjeros, y en los que alguna provincia sea parte
● Monto Por ejemplo, el artículo 167 de la Constitución de Córdoba, establece la
existencia de jueces de paz en la solución de cuestiones menores o vecinales y
contravenciones o faltas provinciales
● Instancia/grado Supone la existencia de tribunales de distinta jerarquía. El examen y
juzgamiento de los distintos casos comienza ante los tribunales inferiores o de
primera instancia, cuyos fallos o sentencias son susceptibles de ser revisados, por los
tribunales de alzada o de segunda instancia.
● Turno Regula cual es el tribunal competente en un determinado momento.

La acción
Es el derecho o facultad que corresponde a una persona para promover la intervención
de un órgano jurisdiccional del Estado, a efecto de tutelar una determinada pretensión
jurídica, basada en un derecho sustancial. La acción es el motor que pone marcha el
proceso para mediante este, alcanzar que la jurisdicción decida el conflicto que
determinó el nacimiento de aquella. Por ello acción y jurisdicción se corresponden, ya que
mediante la acción se pone en movimiento la actividad del órgano jurisdiccional que ha de
culminar en el fallo o decisión que acoja o desestima la pretensión.
La acción es un derecho autónomo que depende de la existencia o no de normas que la
amparen.
El proceso
El proceso es la serie de actos jurídicos realizados principalmente por el juez y las
partes, que tiene objetivamente a la realización del derecho sustantivo y, subjetivamente, a la
solución de las controversias entre las personas.
El proceso, sería la serie de actos necesarios para llegar al juicio del órgano
jurisdiccional, por lo que es lícito decir que el proceso sería un instrumento del juicio.
Procedimiento conjunto de las normas que se deben seguir para la realización del proceso
Litigio conflicto de intereses planteado en el proceso.

2. La interpretación del derecho


Signos fenómenos que relacionamos con otros fenómenos (el humo es un signo que
vinculamos con el fuego)
Es una actividad que aparece como necesaria cada vez que nos encontramos con una
actividad sígnica o semiótica. Un lenguaje, es un sistema de símbolos que se utilizan para la
comunicación. La existencia de signos o símbolos exige la realización de una actividad
hermenéutica o interpretativa.
● Interpretación en sentido amplio: actividad dirigida a comprender el
significado de algo que funciona como signo de cualquier otra cosa (en el
ámbito jurídico se usa este sentido amplio para interpretar en relación de los
hechos de un caso, o de las circunstancias sociales, políticas, etc. que dan
origen a una ley). También se utiliza la misma expresión para designar a los
productos o resultados de todas esas actividades.
● Interpretación en sentido estricto: se refiere a los sistemas de símbolos o
lenguajes que se utilizan para la comunicación. La mayor parte de las normas
jurídicas positivas son expresadas a través del lenguaje, y por lo tanto surge la
necesidad de su interpretación.

Las actividades auxiliares de la aplicación del derecho


La aplicación del derecho presenta unas series de problemas, y presupone la
realización de actividades auxiliares entre las cuales se destacan la interpretación de las
normas jurídicas positivas y la integración del ordenamiento jurídico.
Interpretar la ley Es determinar su sentido y alcance, que ordena y a quien lo
ordena; en realidad, cada norma no se interpreta aisladamente, sino en función de todo el
ordenamiento jurídico positivo.
Integrar la ley es producir una norma individual cuando hay una laguna de la
legislación, ósea, ausencia de norma general que sirva de marco de referencia para resolver
un caso particular; dicha norma, así creada, solo será aplicable y válida en principio para la
resolución del caso que motivó su creación.
Ambas actividades, consisten en procesos intelectuales previos que acompañan la tarea de
la aplicación de la ley, que es decidir un caso, concreto y singular, según lo que aquella, que
es típica y general, dispone al respecto.

Clases de interpretación
● Según el sujeto que realiza la interpretación Se distingue entre interpretación
privada y pública, variando en cada caso su obligatoriedad. La interpretación
privada es la que realizan los teóricos y los científicos del derecho, los operadores
jurídicos particulares, y en general cualquier miembro de la sociedad que debe
cumplirla. Una de las actividades realizada por la ciencia jurídica es la interpretación,
que recibe el nombre en este caso de interpretación doctrinal.
○ La interpretación privada que realizan los juristas y los profesionales del
derecho carece de obligatoriedad, pero sin duda constituye una importante
contribución a la tarea de los legisladores y jueces. DOCTRINA
○ La interpretación pública es la que efectúan los órganos del estado. Dentro
de la interpretación pública podemos distinguir la interpretación legislativa y
la judicial
■ La interpretación legislativa, es la que realiza el propio legislador, que
creó la norma interpretada. Nadie mejor que el propio creador de la
norma puede establecer el sentido y el alcance de una norma ya
dictada. Las normas interpretativas tienen el mismo grado de
obligatoriedad que las normas interpretadas
■ La interpretación judicial es la realizada por los jueces o tribunales a
través de sus sentencias o fallos, para resolver los casos que se les
presentan, a partir de las normas generales y típicas del ordenamiento.
● Según sus efectos o su resultado Según sus efectos, puede ser literal, restrictiva o
extensiva
○ Interpretación literal aquella cuyo resultado corresponde con el texto de la
norma interpretada
○ Interpretación restrictiva/extensiva cuando el resultado restringe o amplía
el significado textual de la norma. La interpretación restrictiva consiste en la
restricción del significado literal de una norma, de manera que queden
excluidos de su ámbito de aplicación algunos supuestos que, conforme a la
letra de la norma, podrían quedar incluidos. (normas prohibitivas,
sancionatorias o limitativas de la capacidad de obrar). La interpretación
extensiva radica en extender el significado literal de una norma hasta abarcar
casos que no estarían incluidos en una interpretación literal de esta, pero que
se consideran incluidos, atendiendo su finalidad o espíritu.
3. Las formas de la interpretación jurídica
Existen 2 grandes teorías o formas de explicar la interpretación jurídica, la
teoría subjetiva y la objetiva:
● Teoría subjetiva de la interpretación: centra la actividad interpretativa en la
voluntad del legislador. En esta teoría no radica el hecho de que el sujeto
interpreta la norma conforme a sus criterios personales, sino en que, a través
de ella, se busca lo que pretendió el legislador al elaborarla.
Esta forma de entender y explicar la interpretación jurídica presupone
que la norma jurídica es la expresión lingüística de la voluntad de su creador,
la textualización de una conducta decidida como debida por imposición del
legislador. La interpretación en este sentido consiste en establecer lo que
efectivamente quiso imponer como debido el legislador, es decir en conocer
la voluntad normativa del creador de la norma.
Esta teoría no está libre de dificultades. Una de ellas radica en la antigüedad
de las normas que muchas veces dificulta el discernimiento de la voluntad de
un legislador que ya ha desaparecido físicamente. La reconstrucción de dicha
voluntad es una tarea compleja, y que presenta problemas no siempre
solucionables. Otro problema ocurre en nuestro país, donde el proceso de
elaboración de las leyes presupone el tránsito de los proyectos de ley por
diversas etapas y con la participación de distintos órganos. Por eso resulta
difícil identificar, cuales son , el o los sujetos a quienes atribuirle la
voluntad creadora de las leyes.
● Teoría objetiva de la interpretación: la centralidad del proceso interpretativo
ya no se coloca en el legislador, sino en el juez, que debe adaptar la norma al
momento histórico y a las condiciones sociales de su aplicación. La teoría
afirma que el significado de la norma hay que hallarlo en la norma misma,
que una vez elaborada por el legislador, se independiza de su voluntad y
adquiere vida propia.
La interpretación objetiva tiene como ventaja la posibilidad de la
adecuación de las normas jurídicas al cambio social. El peligro de esta teoría
es que la misma se convierta en creación jurídica, donde el legislador es
reemplazado por el juez, con la consecuente falta de objetividad jurídica, y la
posible afectación de la seguridad jurídica en la sociedad.

Como conclusión, el sentido de la norma no ha de identificarse con el querer o


las concretas ideas normativas del legislador, ni hacerse totalmente independiente de
ello. Más bien es el resultado de un proceso de pensamiento en el que todos los
momentos susodichos, es decir, tanto objetivos como subjetivos, deben estar
incluidos.

4. Los instrumentos para la interpretación jurídica


La interpretación jurídica es un acto unitario que exige la coordinación y la
conjugación armónica de distintos instrumentos o criterios hermenéuticos tales como el
literario o gramatical, el lógico conceptual, etc. Estos criterios deben ser utilizados en forma
complementaria, en la búsqueda del significado exacto y actualizado de la voluntad del
legislador, y de la solución más justa, conforme a los valores vigentes en la sociedad, del
conflicto de intereses planteado en el caso en cuestión.
El instrumento literal/textual/gramatical dado que las normas jurídicas se encuentran
en general textualizadas, la primera tasa del intérprete consiste en la fijación del texto de la
norma, a partir del análisis del significado de los términos utilizados en su expresión
lingüística.
Este criterio, parte entonces de considerar el significado de las palabras que integran
el texto normativo, tomada cada una de ellas en forma aislada, o en las frases u oraciones que
se estructuran a partir de ella.
Esta tarea puede presentar diversas dificultades:
● Las palabras que el legislador utiliza pueden adolecer de los defectos comunes a los
lenguajes naturales (ambigüedad, vaguedad)
● A veces es el propio legislador quien utiliza términos imprecisos para permitir
diversas interpretaciones
● La ambigüedad de los términos debe ser solucionada por el intérprete, eligiendo el
significado que más se ajuste con el fin propuesto del legislador
● Hay problema, al considerar los distintos significados posibles teniendo en cuenta los
tipos de lenguaje que pueden haber sido utilizados por el legislador (natural, técnico,
vulgar).
Criterio lógico/conceptual

Establecido el texto normativo, el intérprete debe buscar el sentido y el alcance,


investigando la razón de ser o motivo de la norma. La comprensión de la norma se logra a
través de un método analítico/sintético: descomponiendo la norma en sus partes constitutivas
para después reconstruir la voluntad del legislador por medio de conceptos y principios
jurídicos comunes. Presenta 2 fases

● Simplificación cuantitativa Se desglosan los materiales normativos en sus


elementos particulares hasta lograr lo que los conceptualistas llaman el “alfabeto” del
derecho mediante un proceso de análisis. Se obtienen los principios jurídicos tras la
recomposición de los elementos simples.
● Simplificación cualitativa Se fundamenta en estas actividades previas para elaborar
por fin los cuerpos jurídicos o instituciones que en la vida del derecho nacen, viven
luchan y mueren, como individualidades que tienen su propia evolución en
concurrencia con los demás elementos del sistema jurídico.

El instrumento Sistemático

Consiste en descubrir el sentido de la norma teniendo en cuenta sus relaciones con las demás,
esto es con la totalidad de normas que estructuran el ordenamiento jurídico. Este criterio
relaciona la norma con otras normas que constituyen el sistema jurídico, procurando
descubrir su sentido y alcance desde fuera de sí misma en función de la posición que ocupa
en el sistema jurídico. El fundamento de la utilización de este instrumento radica en el hecho
de que las normas constituyen un ordenamiento, una totalidad ordenada, y que por lo
tanto no existe ninguna norma o grupo de normas que tenga vida independiente.

El instrumento histórico

Este proceso de elaboración es susceptible de ser conocido a través de los documentos que
constituyen el asiento donde queda reflejado dicho proceso creativo. Por ello es útil y válido
recurrir a la historia constructiva de la norma para establecer su significado. La valoración de
este criterio histórico no es igual según la forma de interpretación que pretenda utilizar.

Se distinguen 4 clases de precedentes históricos:

● Precedentes remotos viene constituidos por el sustrato jurídico que contribuye a la


formación de los derechos históricos (derecho romano/canónico)
● Precedentes legislativos son los antecedentes que vienen constituidos por las normas
del propio país o de otros, anteriores en el tiempo que influenciaron en forma directa
la creación de dicha norma (código de napoleón)
● Materiales normativos preparatorios tienen una particular importancia a la hora de
determinar la voluntad del legislador manifestada en el texto de la norma (los
anteproyectos, proyectos, los informes)
● Exposición de motivos de las normas constituye un elemento importante a los fines
de establecer la voluntad del legislador. Por ejemplo, en la interpretación de la
Constitución Nacional, su Preámbulo tiene un valor significativo y orientador a la
hora de determinar la voluntad del poder constituyente originario.

El instrumento teleológico

Se refiere a la finalidad de la norma, o mejor, al fin decidido o propuesto por el legislador al


establecer la conducta decidida como debida.

El instrumento histórico evolutivo

Lo que se busca es comparar la situación social, económica, cultural, política en la cual se


dictó la norma, con la situación donde se va a aplicar. Mediante esta comparación se procura
responder a la pregunta ¿Qué es lo que querría el legislador hoy, en esta situación? Este
recurso permite una interpretación evolutiva de la norma que tienen en cuenta las necesidades
sociales y que permite una visión dinámica de lo jurídico, a través del cuestionamiento
constante de sus finalidades y objetivos.

La interpretación del derecho en la legislación y la jurisprudencia


argentina

En su primera parte, se establece que toda interpretación debe empezar por la letra
de la ley, es decir por el significado o sentido gramatical de las palabras que componen
su texto. Cuando el texto de la ley es claro y expreso en sus términos, se debe aplicar
estrictamente.

Las palabras empleadas en la ley deben atribuirles un significado razonable, el


sentido más obvio para el entendimiento común, debe preferirse el alcance vulgar sobre el
técnico. Las leyes deben interpretarse según su significado jurídico profundo.

En el ámbito comercial, se señala que las palabras de los contratos deben entenderse
en el uso general, aunque el obligado pretenda que las ha entendido de otro modo.

Los jueces en cuanto servidores del derecho y para la realización de la justicia no


pueden desentenderse de la ratio Legis y del espíritu de la norma.

La interpretación de las leyes debe tender siempre a armonizar la aplicación de las


distintas disposiciones del ordenamiento jurídico, poniéndolas de acuerdo entre sí y no
diversificar los fundamentos que son la base de la unidad del derecho. Se debe buscar la
armonía y concordancia entre las diversas normas.
Especial valor tiene a la hora de formular una interpretación sistemática, la
armonización y congruencia con las normas primarias, o de mayor jerarquía, en especial,
las normas constitucionales.

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