Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Le vas pasando cosas, pero dices, como es tan lindo, se lo paso. Le vas dando oportunidades,
piensas que el amor (tú) lo va a cambiar u otras ideas descabelladas.
En la parte sexual también es importante cierto grado de compatibilidad. Los mejores son los que
comparten las fantasías, el erotismo.
1) El placer (adicción). Si eres vulnerable y débil a eso. Cuando se acaba es como una
pataleta.
2) Cuando te apegas a alguien que puede suplir tus déficits. Un guardaespaldas afectivo. Te
apegas a alguien que te ayuda a realizarte como persona. Son como los súbitos del
maestro. Y se siente esto como una necesidad.
¿Estoy contigo porque eres qué para mí, una pata de palo (amor de prótesis)?
3) Por un déficit personal de afecto (pocos afectos pasados) o de auto-respeto (sólo me
merezco esto, lo mejor es aprovecharlo).
Hay que acordarnos que en amor es mejor hablar de preferencias, pero no necesitamos al otro. No
es que no pueda ser feliz sin ti. Ese es el punto clave.
En el amor enfermo hay síntomas, sufres. Pierdes libertad, sientes que te has esclavizado (ej.
Buscar siempre el visto bueno, ya no sales solo, ya no puedes estar solo en un domingo). Pierdes
un poco (o un mucho) tu identidad. Como que ya no sabes quién eres. El temor (a perder mi
fuente de “bienestar”). Otras es que toda mi capacidad hedonista (de placer) se concentra ahí con
esa persona, ya no hay en otros lados.
No tenemos que aceptar la forma de ser del otro. Ej., cuando hay infidelidad o cuando la persona
es muy enojona. O por ejemplo, si le gusta insultar, no tengo por qué permitirlo.
Uno tiene que fijarse en la esencia de la persona, si somos muy diferentes será mejor no
establecer una relación o continuarla.
Puedo aceptar a la persona siempre y cuando esa persona se mantenga dentro de los límites de la
racionalidad. Si tu felicidad implica mi infelicidad, no.
Hay veces que no hay que cansarse tanto: tengo que hacer esfuerzos para que yo me parezca (a
él), para que nos parezcamos, yo pienso que tú piensas que yo pienso… tratar de justificarse todo
el tiempo, no.
Uno puede dar una o dos oportunidades a una persona, pero hay que aprender a ver cuándo va a
cambiar o no. Por ejemplo, cuando sigue con sus esquemas rígidos y arrogancia, y no quiero
esforzarme y buscar ayuda profesional ni nada, no. Si no vemos siquiera el esfuerzo de cambiar, no
más.
Lo primero que hay que hacer es aprender a quererse uno mismo, pero ¿Cómo se hace eso?
Hay que pensar que soy querible para empezar. Como hacerlo:
1) Auto-concepto, lo que uno piensa de uno mismo. Uno se insulta, y se castiga muchas
veces. Hay que quererse uno mismo y no maltratarse.
2) Auto-imagen. Que te gustes según tus propios criterios. Jugar bien sus cartas. Ser
auténtico.
3) El auto-reforzamiento. Romper con el culto exagerado del ahorro. Felicitarte, auto-
elogiarte. Ej. Quiero comprarme un helado, hoy no quiero hacer nada. Auto-felicitarte.
4) Autoeficacia. Que tan capaz me siento de hacer las cosas. Hay que prepararse lo más que
uno pueda para no tener miedo y esconderse a la hora de hacer las cosas.