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Introducción
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Docente de la Escuela Normal “Fray Matías de Córdova”. Tapachula, Chiapas. Modelo educativo: Licenciatura en Inclusión
Educativa, Plan 2018. Junio 16 de 2019.
Tres paradigmas que nos comprometen antes de juzgarlos; a estudiar y
comprender sus concepciones, implicaciones, diferencias y finalidades que tienen
los trabajos de investigación desde cada una de ellas. Tres paradigmas de
investigación que nos ofrecen tres posibilidades de ver, comprender y, en su caso,
transformar una misma realidad. Tres paradigmas de investigación, sin cuya
contribución, resulta imposible explicar la actualidad de la ciencia y el desarrollo de
la humanidad presente y futura. Tres retos que están disponibles para quienes se
animen a desarrollar procesos de investigación.
Desarrollo
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Los creadores y personajes más representativos de este paradigma son August Comte, Emile Durkheim, Mill y Popper.
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Las figuras más representativas de este paradigma son: Husserl, Dilthey, Baden, Berger, Shutz, Mead, Blumer y Lukman.
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Horkheimer, Marcuse, Appel, Habermas, Giroux, Car y Kemmis y Freire; son los personajes más representativos de este
paradigma.
con enfoque cualitativo; cada uno con mirada distinta de la realidad, una
metodología de trabajo diferente y una finalidad y propósitos investigativos
distintos.
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Visión epistémica.
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Perspectiva ontológica
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Visión metodológica.
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Este paradigma surge de la escuela alemana como alternativa al paradigma positivista-racionalista, porque en las
disciplinas sociales y educativas existen problemáticas, cuestiones y restricciones que no se explican ni comprenden en
toda su extensión desde el paradigma positivista.
interacción simbólica de los sujetos que conforman un grupo social. Utiliza la
metodología etnográfica y trabaja con datos cualitativos. Desarrolla un proceso de
investigación multimetódica y utiliza estrategias de investigación específicas que
se ajustan a la condición humana. Desarrolla proyectos de investigación en los
campos de las ciencias sociales y en educación. Prioriza el desarrollo de
conceptos para comprender los fenómenos sociales en medios naturales,
privilegiando las interacciones, experiencias y opiniones de los participantes.
Admite que el conocimiento es producto del trabajo intelectual propio y, al mismo
tiempo, resultado de las vivencias del individuo desde que nace; no es neutral, es
relativo a los significados de los sujetos en interacción mutua. Subraya que los
seres humanos no descubran el conocimiento, en todo caso, lo construyen; y que
el sujeto aprende en su interacción con el mundo físico, social y cultural.
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Este paradigma lo introduce la escuela de Frankfurt como alternativa a los paradigmas positivista e interpretativo.
Mantiene vínculos con el idealismo alemán y se le considera la unidad dialéctica de la teoría y la práctica.
demanda un diálogo de naturaleza dialéctica entre investigador e investigado, para
transformar la realidad. Exige del investigador una constante práctica del proceso
de reflexión-acción-reflexión, que implica compromiso desde la acción para asumir
el cambio y la liberación de las opresiones que generen la transformación del
hecho que se investiga. Desarrolla proyectos de investigación en el campo de las
ciencias sociales y la educación; se opone al pensamiento tradicional que hace del
conocimiento una cosa condenada al uso de la técnica, olvidándose de la
necesaria razón y reflexión; y sostiene que la importancia del conocimiento radica
en su ejercicio emancipador en una realidad concreta.
Con diferencias notables entre cada uno de los tres paradigmas descritos,
pero sobre todo; en relación a la perspectiva metodológica, en el primero se
trabaja con el método hipotético-deductivo con sus tres momentos claves:
construcción del objeto de estudio, diseño de la investigación, discusión y
presentación de resultados; en el segundo se desarrolla un proceso de
investigación cualitativa multimetódica que considera tres fases: formulación,
diseño-ejecución y cierre; y el tercer paradigma que retoma a la
investigación-acción, como vínculo entre teoría y práctica para desarrollar una
metodología dialógica y transformativa a partir de tres momentos: observar, pensar
y actuar; permite afirmar que un proceso de investigación desde esta perspectiva
se articula, genera y organiza en y desde la práctica, que exige del investigador el
firme compromiso para incursionar en la realidad que se estudia, jugar el doble rol
de sujeto y objeto de investigación, y se trabaja no solo para conocer, analizar e
interpretar esa realidad como lo podría plantear el paradigma interpretativo sino,
más bien, para procurar su transformación y mejora, haciendo de la investigación
un proceso y una alternativa de cambio de esa realidad social o educativa que se
trabaja e investiga.
A partir de estos apuntes y consideraciones, es posible establecer elementos
que permitan hacer una reflexión, sobre cuál de los tres paradigmas ofrece a
quienes trabajamos en el campo de la educación mayores posibilidades de éxito,
transformación y mejora de nuestros contextos. Para nadie es un secreto, que
todo proceso de investigación lleva implícito motivaciones, finalidades e
intencionalidades particulares del investigador, de forma que, si se tratara de
conocer el impacto de la cobertura educativa del Sistema Educativo Mexicano, en
sus primeros cincuenta años de existencia10, que comprende los proyectos de la
escuela rural mexicana de Vasconcelos, la educación socialista de Cárdenas, el
impulso a la educación tecnológica de Ávila Camacho, el Plan de Once años de
López Mateos y su continuidad de la política educativa en el sexenio de Díaz
Ordaz; hasta llegar a una nueva política de expansión y mejora de la cobertura
educativa del SEN11, de López Portillo.
Creo que la mejor opción para llevar a cabo esa tarea investigativa seria el
paradigma positivista, porque en este tipo de trabajo se trata de conocer de
manera concreta y cuantificable el crecimiento de la cobertura del SEN y el
método estadístico sería recomendable por la precisión de sus datos. En este
caso se trata conocer una realidad, sin el menor compromiso de transformarla.
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De 1992, año en que se crea la Secretaría de Educación Pública, con J. Vasconcelos a 1972, mitad del
sexenio de López Portillo.
11
Sistema Educativo Nacional.
Sin embargo, si se tratara de estudiar las razones que explican esa misma
problemática, pero delimitada a una zona escolar o incluso en una escuela, con la
intención no solo de conocer, explicar, entender y estudiar la diversidad, sino
buscar las opciones de mejora y transformación; sin duda la mejor alternativa seria
el paradigma crítico-dialéctico con la variable de un estudio de casos. Nótese que
la diferencia sustantiva entre estos dos paradigmas, radica en el compromiso de
transformación de la realidad estudiada por parte del investigador; es decir se trata
de una investigación para la transformación.
Conclusiones
Ahí en plena firma del convenio Gates dijo: “…la mejor tecnología solo sirve,
en la medida que te sirve a ti”; “…los equipos de cómputo no hacen magia, las
profesoras y los profesores sí”. A partir de esta declaración, es posible establecer
una analogía entre tecnología y conocimiento y seguro vamos a encontrar que
este último obtiene un nuevo significado cuando se reinventa, construye y se pone
al servicio del ser humano y de su entorno.
No se trata de descalificar o demeritar los trabajos y las investigaciones
desarrolladas desde los distintos paradigmas. Personalmente creo que todos
tienen un valor e importancia excepcionales; sin embargo, cuando llega el
momento de manifestar afinidad por alguno de ellos, encuentro mayores
elementos para coincidir en el paradigma crítico-dialéctico, porque creo que
quienes trabajamos en el campo de la educación encontramos en él no solo el
desafío que implica desarrollar un proceso de investigación educativa, sino
además, está latente la posibilidad de mejora y transformación de nuestro entorno,
nuestra escuela, que dicho sea de paso, es una legítima aspiración y, al mismo
tiempo, remota posibilidad que compartimos con profesoras y profesores desde
hace mucho tiempo.
Referencias
Alvarado, Lusmidia. Et al. (2008). “Características más relevantes del paradigma
socio-critico: su aplicación en investigaciones de educación ambiental y de
enseñanza de las ciencias realizadas en el Doctorado de Educación del
Instituto Pedagógico de Caracas”; en Sapiens. Revista universitaria de
investigación, año 9, No. 2