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Tres perspectivas de la investigación educativa

Ricardo N. Blanco Cruz1

Introducción

Los procesos de investigación que desarrollan las mujeres y hombres de ciencia


se inscriben en tres paradigmas dominantes: positivista, interpretativo y
crítico-dialéctico. El primero también llamado clásico, surge desde la segunda
mitad del siglo XIX y principios del siglo XX, con August Comte como su creador;
el segundo con Husserl al frente, está inspirado en la escuela alemana y perfilado
como una alternativa a la visión positivista-racionalista y; el tercero introducido por
la escuela de Frankfurt como alternativa a los paradigmas positivista e
interpretativo en el que figuran, Habermas un hombre de ciencia contemporáneo
de los más representativos de esa escuela, que tenemos la suerte de escuchar y
ver sus conferencias hoy día y; Freire, el hombre con quien los latinos nos
identificamos, no solo por su origen brasileño, sino por la sencillez, contundencia y
compromiso social. Un hombre que cree en la posibilidad de transformación del
mundo de la mano de la ciencia; un sujeto que cree que la ciencia, hoy día puede
convertir al ser humano, en un ser más humano liberado de sí mismo.

Estos tres modelos de investigación no pretenden aniquilarse entre sí, más


bien, mantienen una respetuosa relación, no obstante, sus notables diferencias
epistemológicas, ontológicas y metodológicas que explican la forma de concebir la
realidad, de ver la relación sujeto-objeto de investigación, de desarrollar su trabajo,
de definir el conocimiento, la teoría, del manejo de las técnicas, instrumentos,
estrategias, finalidades y motivaciones de investigación.

1
Docente de la Escuela Normal “Fray Matías de Córdova”. Tapachula, Chiapas. Modelo educativo: Licenciatura en Inclusión
Educativa, Plan 2018. Junio 16 de 2019.
Tres paradigmas que nos comprometen antes de juzgarlos; a estudiar y
comprender sus concepciones, implicaciones, diferencias y finalidades que tienen
los trabajos de investigación desde cada una de ellas. Tres paradigmas de
investigación que nos ofrecen tres posibilidades de ver, comprender y, en su caso,
transformar una misma realidad. Tres paradigmas de investigación, sin cuya
contribución, resulta imposible explicar la actualidad de la ciencia y el desarrollo de
la humanidad presente y futura. Tres retos que están disponibles para quienes se
animen a desarrollar procesos de investigación.

Desarrollo

La realidad ante la mirada y la percepción de un investigador, aun cuando en


apariencia es única e irrepetible, presenta rostros y connotaciones diferentes que
solo se explican a la luz del paradigma de investigación que comparta el
investigador y del enfoque o perspectiva que guía su trabajo. Por ello, se
recomienda que cuando se plantee un trabajo de investigación serio en los
ámbitos de las ciencias exactas, naturales, sociales e incluso en educación, el
investigador ubique, delimite y explique el tipo de paradigma de la investigación
que orienta y perfila su tarea; describa su metodología de trabajo, finalidades y
propósitos del estudio que se plantea, como elementos básicos de todo protocolo
de investigación.

Vasilachis (1997:80), define el paradigma como los marcos


teórico-metodológicos utilizados por el investigador para interpretar los fenómenos
sociales en el contexto de una determinada sociedad. Como todos sabemos, en la
actualidad se reconocen tres paradigmas de investigación: positivista con enfoque
cuantitativo2, interpretativo con enfoque cualitativo3 y crítico-dialéctico4 también

2
Los creadores y personajes más representativos de este paradigma son August Comte, Emile Durkheim, Mill y Popper.
3
Las figuras más representativas de este paradigma son: Husserl, Dilthey, Baden, Berger, Shutz, Mead, Blumer y Lukman.
4
Horkheimer, Marcuse, Appel, Habermas, Giroux, Car y Kemmis y Freire; son los personajes más representativos de este
paradigma.
con enfoque cualitativo; cada uno con mirada distinta de la realidad, una
metodología de trabajo diferente y una finalidad y propósitos investigativos
distintos.

Conviene subrayar que el primero es el paradigma clásico que se apoya en el


método hipotético deductivo, el segundo surgió como alternativa al primero y
trabaja con el método hermenéutico y el tercero aparece también como alternativa
de sus predecesores y se apoya en el modelo de la investigación-acción
participativa con énfasis en la etnografía, desde una perspectiva holística.

El paradigma de investigación positivista, concibe la relación sujeto-objeto de


investigación como dual, objetiva, independiente y controlada, que no debe influir
en el estudio5. Sostiene que la realidad es absoluta, medible y aprehensible por el
ser humano, que se rige por leyes y mecanismos naturales. Concibe a la realidad
social como única y ofrece el método estadístico para estudiarla6; asegura que
toda investigación tiene por objeto comprobar una hipótesis por medios
estadísticos o determinar los parámetros de una variable mediante expresiones
numéricas7. Desarrolla proyectos de investigación en los campos de las ciencias
físicas, naturales, sociales y en educación; reconoce al empirismo y la experiencia
del sujeto como fuentes generadoras del conocimiento; busca un conocimiento
objetivo sistemático, comprobable, manipulable, comparable, medible, replicable y
racional.

Por su parte, el paradigma interpretativo,8 reconoce que la relación


sujeto-objeto permite construir la teoría sustantiva producto de la investigación;
admite que la realidad es dinámica e interactiva y se construye mediante la

5
Visión epistémica.
6
Perspectiva ontológica
7
Visión metodológica.
8
Este paradigma surge de la escuela alemana como alternativa al paradigma positivista-racionalista, porque en las
disciplinas sociales y educativas existen problemáticas, cuestiones y restricciones que no se explican ni comprenden en
toda su extensión desde el paradigma positivista.
interacción simbólica de los sujetos que conforman un grupo social. Utiliza la
metodología etnográfica y trabaja con datos cualitativos. Desarrolla un proceso de
investigación multimetódica y utiliza estrategias de investigación específicas que
se ajustan a la condición humana. Desarrolla proyectos de investigación en los
campos de las ciencias sociales y en educación. Prioriza el desarrollo de
conceptos para comprender los fenómenos sociales en medios naturales,
privilegiando las interacciones, experiencias y opiniones de los participantes.
Admite que el conocimiento es producto del trabajo intelectual propio y, al mismo
tiempo, resultado de las vivencias del individuo desde que nace; no es neutral, es
relativo a los significados de los sujetos en interacción mutua. Subraya que los
seres humanos no descubran el conocimiento, en todo caso, lo construyen; y que
el sujeto aprende en su interacción con el mundo físico, social y cultural.

A diferencia de los anteriores modelos de investigación, el paradigma


crítico-dialéctico9, reconoce que la relación sujeto-objeto es constante, en la
investigación el investigador se involucra en el grupo investigado, especialmente,
en la intervención que busca la transformación de la realidad. En ella convergen
los conocimientos del sujeto, las vivencias y habilidades del grupo investigado. Es
una relación mediada por el compromiso que demanda del investigador
convertirse en un sujeto más del grupo. Subraya que la realidad es resultado de la
influencia de factores sociales, políticos, culturales, económicos, étnicos, roles de
género, entre otros. “La realidad no está en el mundo, sino con el mundo” (Freire,
1980).

Desde este paradigma se afirma que la realidad es dialéctica, es la síntesis de


diversas incidencias y temporalidades constitutivas de un mismo objeto.
Específicamente, en trabajos del campo educativo, se admite una visión holística y
dialéctica de la realidad educativa. El diseño cualitativo de investigación-acción,

9
Este paradigma lo introduce la escuela de Frankfurt como alternativa a los paradigmas positivista e interpretativo.
Mantiene vínculos con el idealismo alemán y se le considera la unidad dialéctica de la teoría y la práctica.
demanda un diálogo de naturaleza dialéctica entre investigador e investigado, para
transformar la realidad. Exige del investigador una constante práctica del proceso
de reflexión-acción-reflexión, que implica compromiso desde la acción para asumir
el cambio y la liberación de las opresiones que generen la transformación del
hecho que se investiga. Desarrolla proyectos de investigación en el campo de las
ciencias sociales y la educación; se opone al pensamiento tradicional que hace del
conocimiento una cosa condenada al uso de la técnica, olvidándose de la
necesaria razón y reflexión; y sostiene que la importancia del conocimiento radica
en su ejercicio emancipador en una realidad concreta.

Con diferencias notables entre cada uno de los tres paradigmas descritos,
pero sobre todo; en relación a la perspectiva metodológica, en el primero se
trabaja con el método hipotético-deductivo con sus tres momentos claves:
construcción del objeto de estudio, diseño de la investigación, discusión y
presentación de resultados; en el segundo se desarrolla un proceso de
investigación cualitativa multimetódica que considera tres fases: formulación,
diseño-ejecución y cierre; y el tercer paradigma que retoma a la
investigación-acción, como vínculo entre teoría y práctica para desarrollar una
metodología dialógica y transformativa a partir de tres momentos: observar, pensar
y actuar; permite afirmar que un proceso de investigación desde esta perspectiva
se articula, genera y organiza en y desde la práctica, que exige del investigador el
firme compromiso para incursionar en la realidad que se estudia, jugar el doble rol
de sujeto y objeto de investigación, y se trabaja no solo para conocer, analizar e
interpretar esa realidad como lo podría plantear el paradigma interpretativo sino,
más bien, para procurar su transformación y mejora, haciendo de la investigación
un proceso y una alternativa de cambio de esa realidad social o educativa que se
trabaja e investiga.
A partir de estos apuntes y consideraciones, es posible establecer elementos
que permitan hacer una reflexión, sobre cuál de los tres paradigmas ofrece a
quienes trabajamos en el campo de la educación mayores posibilidades de éxito,
transformación y mejora de nuestros contextos. Para nadie es un secreto, que
todo proceso de investigación lleva implícito motivaciones, finalidades e
intencionalidades particulares del investigador, de forma que, si se tratara de
conocer el impacto de la cobertura educativa del Sistema Educativo Mexicano, en
sus primeros cincuenta años de existencia10, que comprende los proyectos de la
escuela rural mexicana de Vasconcelos, la educación socialista de Cárdenas, el
impulso a la educación tecnológica de Ávila Camacho, el Plan de Once años de
López Mateos y su continuidad de la política educativa en el sexenio de Díaz
Ordaz; hasta llegar a una nueva política de expansión y mejora de la cobertura
educativa del SEN11, de López Portillo.

Creo que la mejor opción para llevar a cabo esa tarea investigativa seria el
paradigma positivista, porque en este tipo de trabajo se trata de conocer de
manera concreta y cuantificable el crecimiento de la cobertura del SEN y el
método estadístico sería recomendable por la precisión de sus datos. En este
caso se trata conocer una realidad, sin el menor compromiso de transformarla.

En contraparte, si la pretensión investigativa está centrada en el estudio de las


razones que explican el impacto y el éxito del actual modelo educativo de la
educación básica en nuestro país; tarea que implica conocer, explicar, entender y
estudiar la diversidad del contexto en el que se desarrolla la educación básica en
Chiapas para ser un poco más concretos; seguramente la mejor opción sería el
paradigma interpretativo.

10
De 1992, año en que se crea la Secretaría de Educación Pública, con J. Vasconcelos a 1972, mitad del
sexenio de López Portillo.
11
Sistema Educativo Nacional.
Sin embargo, si se tratara de estudiar las razones que explican esa misma
problemática, pero delimitada a una zona escolar o incluso en una escuela, con la
intención no solo de conocer, explicar, entender y estudiar la diversidad, sino
buscar las opciones de mejora y transformación; sin duda la mejor alternativa seria
el paradigma crítico-dialéctico con la variable de un estudio de casos. Nótese que
la diferencia sustantiva entre estos dos paradigmas, radica en el compromiso de
transformación de la realidad estudiada por parte del investigador; es decir se trata
de una investigación para la transformación.

Conclusiones

Siempre he creído que el conocimiento asume su mayor importancia en la medida


que nos permita mejorar nuestras condiciones de vida, que nos haga sentir más
humanos, que se convierta en factor de mejora y transformación del entorno, que
esté al servicio de la gente, que se cuestione como Bill Gates, un día cuestionó a
la tecnología cuando firmó un convenio de colaboración con la SEP para la venta
de tecnologías para implementar el programa: Intel, educar para el futuro, durante
el sexenio de Vicente Fox.

Ahí en plena firma del convenio Gates dijo: “…la mejor tecnología solo sirve,
en la medida que te sirve a ti”; “…los equipos de cómputo no hacen magia, las
profesoras y los profesores sí”. A partir de esta declaración, es posible establecer
una analogía entre tecnología y conocimiento y seguro vamos a encontrar que
este último obtiene un nuevo significado cuando se reinventa, construye y se pone
al servicio del ser humano y de su entorno.
No se trata de descalificar o demeritar los trabajos y las investigaciones
desarrolladas desde los distintos paradigmas. Personalmente creo que todos
tienen un valor e importancia excepcionales; sin embargo, cuando llega el
momento de manifestar afinidad por alguno de ellos, encuentro mayores
elementos para coincidir en el paradigma crítico-dialéctico, porque creo que
quienes trabajamos en el campo de la educación encontramos en él no solo el
desafío que implica desarrollar un proceso de investigación educativa, sino
además, está latente la posibilidad de mejora y transformación de nuestro entorno,
nuestra escuela, que dicho sea de paso, es una legítima aspiración y, al mismo
tiempo, remota posibilidad que compartimos con profesoras y profesores desde
hace mucho tiempo.

Tengo confianza que es posible hacer investigación educativa que transforme


la realidad de la escuela y de la educación en Chiapas y México, pero no coincido
con la visión de la autoridad que propone transformar la escuela desde arriba y
desde afuera, por la vía del decreto y la determinación. Yo creo que es tiempo de
apostarle a un proceso de transformación inspirado en el paradigma
crítico-dialéctico, que parta de abajo hacia arriba, del interior hacia el exterior de
las escuelas; que se sustente sobre la base del compromiso de profesoras y
profesores de cada escuela, no por la vía del decreto y el mandato de la autoridad.

Es tiempo en el que los actores escolares trabajando con la asesoría y el


acompañamiento académicos de investigadores comprometidos con su realidad
social, lleven a cabo el proceso de transformación que requerimos. Es tiempo de
trabajar, de hacer, no de simular e instruir. Cuando entendamos que la voluntad de
los actores escolares es factor decisivo en la transformación de la escuela, otras
historias empezarán a escribirse.

Referencias
Alvarado, Lusmidia. Et al. (2008). “Características más relevantes del paradigma
socio-critico: su aplicación en investigaciones de educación ambiental y de
enseñanza de las ciencias realizadas en el Doctorado de Educación del
Instituto Pedagógico de Caracas”; en Sapiens. Revista universitaria de
investigación, año 9, No. 2

Ballina Ríos, Francisco. (s/a). “Paradigmas y perspectivas teórico-metodológicas


en el estudio de la administración” Universidad Nacional Autónoma de
México.

Martínez Godínez, Verónica Laura. (2013). “Paradigmas de investigación. Manual


multimedia para el desarrollo de trabajos de investigación. Una visión desde
la epistemología dialéctico crítica”.

Ortiz, José Ramón. (2000). “Paradigmas de la investigación”. Universidad Nacional


Abierta. Caracas, Venezuela.

Ramos, Carlos Alberto. (2015), “Los paradigmas de la investigación científica”.


Universidad de las Américas. Ecuador.

Ricoy Lorenzo, Carmen. (2006). “Contribución sobre los paradigmas de


investigación” Educação. Revista do Centro de Educação, vol. 31, núm. pp.
11-22 Universidade Federal de Santa María. Santa María, RS, Brasil.

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