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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BAJA CALIFORNIA

FACULTAD DE INGENIERÍA MEXICALI


BIOINGENIERÍA

Docente:
Angélica López Izquierdo

Materia:
Fisiología

Grupo:
289

Trabajo de investigación
endoprótesis vascular o “stent”

Alumna:
Robles Ley Karla Fernanda

Matrícula:
01170356

22 de mayo de 2022, Mexicali, Baja California, México.


Endoprótesis vascular o stent
Un stent es un tubo de malla metálica fina, que se coloca de manera permanente en
una arteria para mantener la permeable (abierta) y así permitir la circulación de la
sangre. El stent en sus inicios era una estructura muy rudimentaria. Se trataba de un
tubo de acero inoxidable el cual se troquelaba, y se convertía en una especie de malla
rígida. El stent se montaba manualmente en el balón del tamaño adecuado a la lesión y
al vaso a tratar.
Colocación quirúrgica
La colocación de un stent es un procedimiento mínimamente invasivo; eso significa que
no se lo considera una cirugía mayor. Las endoprótesis o stents pueden ser de malla
de metal, tela, silicona o una combinación de materiales. Los stents que se usan en las
arterias coronarias están hechos de malla de metal. Las endoprótesis vasculares de
tela se usan en arterias más grandes, como la aorta. Los stents que se usan en las vías
respiratorias de los pulmones suelen estar hechos de silicona.

Las endoprótesis están


construidas sobre la base de
un esqueleto metálico (stent
de nitinol o acero) recubierto
por una prótesis (PTFE o
dacron). Ésta se encuentra
plegada dentro de una vaina,
que le permite tener un perfil
navegable por dentro de las
arterias (18 a 24 Fr). Bajo
anestesia local y mediante dos
incisiones femorales, se
introduce la endoprótesis,
generalmente de configuración aorto-bilíaca. Generalmente, las endoprótesis están
constituidas por dos componentes, un cuerpo principal y una rama iliaca contralateral.
El cuerpo principal tiene la rama ilíaca homolateral al sitio de ingreso y un pequeño
muñón contralateral, dentro del cal se desplegará la rama contralateral. Bajo control
radioscópico, estando en la correcta posición, se desenvaina la endoprótesis guiada
por sus marcas radiopacas.
En arteria coronaria y carótida
Los procedimientos para
colocar un stent para
tratar las arterias
coronarias y las carótidas
son parecidos. En ambos
casos, el médico usa un
cateterismo cardíaco
para hacer pasar un tubo
delgado con un balón
vacío en el extremo por
un vaso sanguíneo hasta
llegar a la arteria
estrechada u obstruida.
Una vez que está en el
lugar, el balón se llena
de aire y el stent se abre
y se impacta en la
arteria.

El procedimiento para colocar un stent


coronario se llama intervención
coronaria percutánea (PCI), que
comúnmente se denomina angioplastia
coronaria. A veces, el procedimiento se
realiza de emergencia, por ejemplo,
durante un ataque cardíaco. El stent
proporciona soporte a la arteria una
vez que se la volvió a abrir.
El procedimiento para colocar un stent
en una arteria carótida se llama
colocación de stent carotídeo. Este es
un tratamiento mínimamente invasivo
para la enfermedad carotídea grave.
Endoprótesis vascular para aneurisma
de aorta
Después de realizar una incisión en la
parte superior del muslo, el médico inserta
una endoprótesis vascular por un vaso
sanguíneo grande usando un catéter (en
inglés) y lo guía por las arterias hasta el
lugar donde está el aneurisma de aorta
(en inglés). La endoprótesis vascular se
coloca en el lugar y se abre. Se puede
inyectar una sustancia de contraste en la
sangre después de colocar la endoprótesis
vascular para asegurarse de que esté
funcionando correctamente y de que no
haya filtración de sangre al aneurisma. La
sustancia de contraste se puede ver
mediante rayos X.

Stents de las vías respiratorias


Un stent en la vía respiratoria se coloca mediante una broncoscopia, que es una
pequeña cámara en un extremo de un tubo largo. El médico desliza el broncoscopio
por la nariz o la boca y luego desciende por la garganta hacia la tráquea y las vías
respiratorias. El stent se coloca deslizando un alambre guía al lado del broncoscopio, y
luego se desliza por el alambre guía un tubo delgado que lleva el stent. Usando el
broncoscopio para observar, el médico abre el stent en la vía respiratoria con la
estrechez. También se puede usar fluoroscopia, que es un tipo de imagen obtenida por
rayos X, o una ecografía como ayuda para guiar la colocación del stent. Una vez que
se colocó el stent, el médico puede observar los pulmones mediante una radiografía de
tórax. Después de un procedimiento de colocación de un stent, tal vez deba usar
ciertos medicamentos, como aspirina y otros antiplaquetarios, para prevenir que las
células de la sangre formen coágulos. El proveedor de atención médica puede
recomendarle que use ese medicamento durante un año o más después de la
colocación de un stent en la arteria para prevenir complicaciones graves. El problema
más habitual después de un procedimiento de colocación de stent es una obstrucción o
coágulo de sangre en el stent. Con los stents de las vías respiratorias, los problemas
pueden incluir desplazamiento u obstrucción del stent.
Tipos:
Stents en las vías respiratorias
Algunos stents se usan en las vías respiratorias de los pulmones. Los stents de metal
están hechos de metal no recubierto o cubierto con otro material, como silicona. Los
stents híbridos contienen una mezcla de materiales. Los stents de silicona están
hechos de un material que puede moldearse para darle una forma determinada. Se
suelen usar con más frecuencia si el stent es temporal.
Endoprótesis vascular para aneurisma de aorta
Las endoprótesis vasculares se usan para tratar los aneurismas de aorta. La
endoprótesis vascular por lo general es un tubo de poliéster impermeable con una
estructura de malla metálica. Las endoprótesis vasculares se usan en las arterias más
grandes, como la aorta, y proporcionan un canal estable para el flujo de sangre.
Stents en arteria coronaria o carótida
Algunos stents se usan específicamente en las arterias coronarias o carótidas. Los
stents de metal sin recubrimiento son simples tubos de malla de metal que se pueden
usar en las arterias coronarias y carótidas.
Los stents liberadores de fármaco son el tipo más habitual de stent que se usa en las
arterias coronarias. Están recubiertos con medicamento, que se libera en la arteria a lo
largo del tiempo para prevenir que vuelva a estrecharse. Hay distintos tipos de stents
liberadores de fármacos que están recubiertos con distintos medicamentos.
Los stents biodegradables se disuelven después de unos meses. Este tipo de stent
puede ser útil cuando la necesidad de usarlo es temporal. Como estos stents se
disuelven, no se necesita otro procedimiento para sacarlos.
En 2020, la FDA aprobó el uso de stents realizados por impresoras 3D. Estos stents se
pueden personalizar para cada paciente y uso.
Historia
Los primeros stents intracoronarios se implantaron en el ser humano por Jacques Puel
(Toulouse, Francia), después siguió su trabajo Ulrich Sigwart (Lausanne, Suiza).
Posteriormente, ambos autores publicaron un ensayo sobre la implantación de 24
stents auto expandibles (Medinvent SA, Lausanne) en arterias coronarias de 19
pacientes. A raíz de este estudio, la Food and Drug Administration (FDA) dio su
aprobación para el inicio de estudios en Fase I en los Estados Unidos con la utilización
de stents expandibles sobre balón tipo Gianturco-Roubin y Palmaz-Schatz.
Posteriormente, se realizaron estudios observacionales con nuevos diseños y
generaciones de stents, hasta que a principios de la década de 1990 se llevaron a cabo
de forma paralela 2 estudios aleatorizados BENESTENT en Europa y STRESS en los
Estados Unidos, que comparaban la angioplastia con balón y la implantación de stent
tipo Palmaz-Schatz. El estudio BENESTENT incluyó 516 enfermos, mientras que en el
estudio STRESS se aleatorizaron 407 individuos. En ambos estudios se observó que el
grupo de pacientes tratados con stent presentaron una tasa de reestenosis menor (los
porcentajes en el estudio BENESTENT fueron stent 22%: balón 32% y en el estudio
STRESS las cifras fueron stent 32% y balón 42%. respectivamente), además de una
mejor evolución clínica a largo plazo (supervivencia libre de eventos a los 7 meses en
el estudio BENESTENT: stent 79,9%; balón 70,4% y p < 0,05, y en el estudio STRESS:
stent 80,5%; balón 76,0% y p = ns, respectivamente).
En los años sucesivos la utilización del stent se generalizó y la angioplastia se convirtió
en la intervención más común y efectiva. Así, a finales de la década de 1990 se habían
llevado a cabo en diversos países más de un millón de ACTP. La tecnología ha
conseguido mejorar los stents que se utilizan en la actualidad. Hoy en día tienen muy
bajo perfil, por lo que avanzarlo y rebasar la lesión resulta mucho más fácil, vienen ya
montados sobre el balón, al que están firmemente adheridos, de esa manera la
posibilidad de que se pierdan por el torrente sanguíneo es muy remota.
La utilización del stent farmacoactivo en el tratamiento percutáneo de la cardiopatía
isquémica está por encima del 90% y del stent convencional alrededor del 30%,
aunque esta cifra es muy variable. Aunque el stent convencional está penalizado por
una mayor tasa de reestenosis en comparación con el stent farmacoactivo, el stent
convencional tiene la ventaja de precisar tan sólo un mes de tratamiento con
clopidogrel, respecto al año que es necesario en el recubierto.
Por lo tanto, en aquellas situaciones en las cuales es importante la reducción del
tiempo de tratamiento con clopidogrel como: cirugía programada, dificultades para que
el paciente lleve a cabo el tratamiento, necesidad de tratamiento anticoagulante, es
más aconsejable implantar un stent convencional. Hay características anatómicas que
también son favorables para la utilización de stent no recubierto, lesiones cortas, en
vasos de gran calibre, donde debido a que stent es corto y ancho, la tasa de
reestenosis es menor.
En el año 2005, en el 90% de los pacientes tratados con stent, al menos uno de los que
se implantaron, era farmacoactivo. Una vez conocida la complicación de la oclusión
tardía y muy tardía del stent, asi como la necesidad de un tratamiento antiagregante
plaquetario prolongado, hace que la tasa de stents recubiertos que se utiliza en la
actualidad se sitúa entre el 60-70%. El hemo dinamista debe tener muy presente a la
hora de elegir el stent recubierto cuestiones tales como: su precio, la necesidad de un
tratamiento antiagregante plaquetario de mayor duración-gasto, las posibles cirugías
programadas, el mayor sangrado y las características del paciente en relación con el
cumplimiento del tratamiento, El 16% de los pacientes a los que se les ha implantado
un stent farmacoactivo abandonan el tratamiento en el período de un mes. Parece que
es menos peligrosa la reestenosis intrastent que el sangrado mayor o la oclusión
trombótica del stent.

Stents convencionales.
Los stents se visualizan bien con ecografía intravascular como un conjunto de ecos
brillantes de ecogenicidad similar al calcio. En cambio, la proliferación neointimal por
dentro de los struts (filamentos) metálicos del stent tiene baja ecogenicidad, similar a la
del trombo.
Los stents proporcionan un rígido andamiaje que previene el retroceso elástico y el
remodelado negativo tardío, pero, en comparación con la angioplastia con balón,
también es más frecuente que se produzcan fenómenos de extrusión de placa, que
pueden dar imágenes de stenosis proximales o distales al stent o en las ramas
laterales adyacentes. Pese a la óptima imagen angiográfica, la ecografía intravascular
permite identificar problemas en la implantación del stent, localizando zonas de
infraexpansión o de aposición incompleta (parte de la estructura del stent no está en
contacto con la pared del vaso), que son factores cuando los stents se liberaban a
presiones bajas, demostraron que estos fenómenos cran frecuentes y que hasta el 80
% de los stents requerían ser tratados posteriormente con balón. Estos hallazgos
llevaron a recomendar el empleo de presiones altas en el implante del stent y
permitieron el cambio de la anticoagulación por la doble antiagregación en el
tratamiento posterior.
Con la ecografía intravascular es posible visualizar pequeñas disecciones en los bordes
del stent, causadas por fuerzas de cizallamiento del metal o por efecto del balón sobre
el tejido adyacente. Es posible que las disecciones pequeñas no estén asociadas a
reestenosis intrastent, pero, si son importantes, pueden conducir a un aumento de
complicaciones graves.
Siempre que en el estudio con ecografía intravascular haya disección amplia o que el
colgajo protruya en la luz vascular se recomienda implantar un nuevo stent cubriendo la
zona. Muchos estudios han demostrado que el implante de los stents guido con
ecografía intravascular mejora los resultados clínicos, con una disminución en la tasa
de reestenosis, trombosis subaguda y revascularización de la lesión tratada. Así, de
forma empírica se han establecido unos criterios para un implante óptimo del stent, que
en muchas ocasiones son difíciles de alcanzar. De hecho, los parámetros del estudio
MUSIC se lograban en menos del 60 % de los casos.
Alg
unos de estos parámetros son:
Parámetros cualitativos: adecuado cubrimiento de la lesión, aposición completa a la
pared del vaso, ausencia de masas intraluminales, ausencia de disecciones y transición
suave entre los extremos del stent y la luz vascular
Parámetros cuantitativos: área luminal mínima intrastent (ALM-IS) > 9 mm, ALM-IS>55-
60 % del área transversal del vaso, ALM-IS > 80-90 % del área media de referencia o
90-100 % del área más pequeña de referencia y expansión del stent simétrica con un
diámetro menor/ diámetro mayor ≥ 0,7.

Los factores mecánicos continúan siendo la principal causa de trombosis del stent
incluso en la era moderna de los stents con mejores regímenes antiplaquetarios.
Aunque el uso de ecografía intravascular en todos los pacientes con el único propósito
de prevenir la trombosis no se justifica desde el punto de vista económico, la ecografía
intravascular debe plantearse en pacientes de alto riesgo de trombosis (p. ej., flujo
lento) o en los que las consecuencias de la trombosis pueden ser catastróficas (p. ej.,
tronco coronario izquierdo o equivalente). El ALM-IS medido por ecografía intravascular
es el factor predictivo más potente de reestenosis clínica y angiográfica para los stents
convencionales. En el trabajo de Kasaoka y cols., la probabilidad de reestenosis con
ALM-IS < 6 mm fue del 40 %, en cambio fue realmente baja (12 %) cuando el área era
> 9 mm. En el estudio CRUISE, el uso de ecografía intravascular aumentó el ALM-IS
(7,78 frente a 7,06 mm°; p < 0,001) y redujo las tasas de revascularizaciones del vaso
diana a los 9 meses (8,5 % frente a 15,3 %; p < 0,05) sin aumentar el número de
complicaciones. A pesar de ello, en este punto no hay uniformidad en los resultados de
muchos ensayos clínicos, quizá por los diferentes criterios en los objetivos finales para
la rama de stent guiado por ecografía intravascular y las distintas estrategias seguidas
ante los resultados subóptimos. Sin embargo, en un metaanálisis que incluyó cinco
estudios aleatorizados y cuatro registros, con un total de. 2.972 pacientes, la
optimización del stent con ecografía intravascular frente a la angiografía tuvo una
menor tasa de reestenosis (23 % frente a 28,8 %; p= 0,01; odds ratio [OR] = 0,75
(intervalo de confianza, IC, 95 % [0,60-0,94]) y de revascularizaciones del vaso diana
(10 % frente a 15 %; p < 0,001; OR = 0,62 [IC 95 % 0,490,78]), sin efecto sobre la
mortalidad y sobre el infarto de miocardio no mortal.
En la reestenosis intrastent, la ecografía intravascular ha demostrado que la
proliferación neointimal ocurre con más frecuencia en áreas con mayor carga de placa
y en los diabéticos. Además, la ecografía intravascular puede ayudar a diferenciar la
proliferación neointimal intrastent de la infraexpansión del stent (figs. 25-15 y 25-16 y ®
vídeos 25-7 y 25-8). Castagna y cols., en una serie de 1.090 reestenosis intrastent,
demostraron que el 38 % de las lesiones tenían un ALM-IS < 6 mm? (el 20 % tenían un
ALM-IS < 5 mm?) y el 20 % tenían un ALM-IS < 80 % del área de referencia media.
El tratamiento para este tipo de reestenosis intrastent puede ser diferente y optarse
solo por la optimización mecánica con balón.
La prótesis Endo coronaria o stent ha supuesto un gran avance en el campo de las
intervenciones coronarias.
El stent convencional fue en su momento un avance terapéutico en el tratamiento
percutáneo de la enfermedad coronaria, prevenía el retroceso elástico y el remodelado
negativo, así como las complicaciones de disección y cierre agudo del vaso. Sin
embargo, la reestenosis continúa siendo elevada tras la implantación de un stent
convencional. En este caso la reestenosis se debe a una respuesta cicatricial
exagerada, que consiste en la migración y proliferación de células musculares lisas
(hiperplasia neointimal) de la pared coronaria, a las cuales no contribuyen el retroceso
elástico ni el remodelado, ya que el stent constituye un andamiaje de la pared que
impide estas respuestas. Así, todos los esfuerzos para prevenir la reestenosis se
focalizan en el desarrollo de nuevos dispositivos o en la administración de fármacos
que inhiban la proliferación neointimal. De este modo, se empezó a investigar la
posibilidad de añadir al stent fármaco anti proliferativos y finalmente se desarrolló el
stent recubierto de fármacos.
El stent recubierto consta de una plataforma metálica (igual que la del stent
convencional), un polímero que recubre el stent y en el que se fija el fármaco anti
proliferativo, con el objetivo de que la liberación del medicamento se haga de forma
local y prolongada, ofrezca altas concentraciones allí donde se requiere y que éstas se
dilaten en el tiempo, y precisamente en la zona de la injuria vascular, además con
mínimo efecto sistémico. Los fármacos empleados son algunos de los utilizados en el
tratamiento del cáncer y del rechazo de los trasplantes. Tras distintos ensayos con
diferentes medicamentos, se concluyó que aquel que interfiriera en la división celular,
es el más adecuado para alterar el proceso exagerado cicatricial tras la implantación
del stent.
Los fármacos más utilizados han sido el sirolimús, el paclitaxel, y el everolimús, cuyos
resultados han sido evaluados en varios estudios aleatorizados."
La principal limitación del stent recubierto de medicamento es la trombosis y,
secundariamente, la necesidad de prolongar el doble tratamiento antiagregante
plaquetario. La trombosis es una complicación multifactorial, que puede deberse a una
inadecuada expansión del stent, disección residual, longitud del stent, cumplimiento
incorrecto del tratamiento antiagregante plaquetario por parte del paciente y, finalmente
un factor genético que consiste en la no respuesta a la aspirina y/o clopidogrel (no
respondedores). Desgraciadamente, aunque la tasa de reestenosis tras la implantación
de un stent recubierto es mucho menor que la secundaria a un stent convencional, ésta
existe y es un problema de difícil tratamiento.
La disección coronaria con producción del cierre agudo del vaso era una complicación
de difícil tratamiento, quedaba sólo la cirugía como último recurso y
desafortunadamente, en un escenario muy desfavorable, con pocas expectativas de
éxito. Por esta causa se desarrolló el stent, que en un principio fue utilizado para el
tratamiento de las complicaciones de la angioplastia con balón. En la ACTP con balón
el tratamiento antiagregante se reduce a la aspirina, indefinidamente.

La angioplastia es un
procedimiento para abrir vasos
sanguíneos estrechos o
bloqueados que suministran
sangre al corazón. Estos vasos
sanguíneos se denominan
arterias coronarias.
Un stent (endoprótesis
vascular) de arteria coronaria
es un pequeño tubo de malla de
metal que se expande dentro
de una arteria del corazón. Un
stent a menudo se coloca
durante o inmediatamente
después de una angioplastia y
ayuda a impedir que la arteria se cierre de nuevo.
Un stent liberador de fármaco contiene un medicamento permanente que ayuda a
evitar que la arteria se cierre a largo plazo.
¿Qué es la reestenosis?
Antes de analizar los stents, la ecografía intravascular aportó las claves para conocer
los tres mecanismos que coexisten en la reestenosis. La primera causa es el retroceso
elástico que se produce en las primeras 24 horas (aunque la mayor pérdida ocurre en
los primeros 30 minutos tras la dilatación), debido al componente elástico de las
diferentes capas del vaso.
Por esta razón, el retroceso es más pronunciado en lesiones ostiales y en placas
excéntricas. El segundo factor es la proliferación de la íntima de las células musculares
lisas y la matriz extracelular como respuesta al daño vascular producido por la agresión
mecánica. Por último, entre 1 y 6 meses después de la intervención se demuestra un
remodelado vascular negativo, que es el factor que más contribuye al proceso de la
reestenosis.
Los mecanismos de retroceso elástico y remodelado negativo son directamente
prevenidos con el stent. Por ello, el stent tiene una menor tasa de reestenosis a pesar
de una mayor proliferación de la íntima frente al intervencionismo coronario percutáneo
sin stent. También la radiación intracoronaria ha demostrado efectos beneficiosos
sobre el remodelado tardío tras la angioplastia con balón.
La reestenosis se refiere a la recurrencia del problema de estenosis o estrechamiento
de los vasos sanguíneos, que da lugar a restricciones en el flujo de sangre en el cuerpo
humano. Este problema se produce principalmente debido a la arteria angosta o
cualquier otro vaso grande de la sangre.
Tipos de reestenosis
 ISR and PARS Problema Diagnóstico: Cuando una persona sufre el problema de
reestenosis después de usar un stent, implica un ISR, es decir, un problema de
reestenosis en el stent. Por otro lado, si el problema tiene lugar después de una
angioplastia con balón, los médicos lo llaman PARS, es decir, reestenosis post
angioplastia. El umbral diagnóstico en ambas reestenosis es mayor o igual al 50
por ciento de la estenosis.
 Reestenosis después de un procedimiento de cirugía cardíaca: Si los pacientes
lidian con el problema de la reestenosis después de someterse a un
procedimiento quirúrgico cardíaco, los médicos usen el método de imágenes de
seguimiento para detectar el flujo comprometido de sangre en la etapa inicial.
La reestenosis puede deberse al daño de la pared vascular producido por el
procedimiento en sí, que provoca activación plaquetaria, proliferación de células
musculares lisas y formación de la placa.
Recientemente, se comenzaron a utilizar endoprótesis coronarias liberadoras de
fármacos para prevenir la reestenosis.
Las endoprótesis están recubiertas con uno de los distintos fármacos anti proliferativos
(que inhiben la proliferación de las fibras musculares lisas de la capa media arterial) y
antiinflamatorios.
Se demostró que las endoprótesis liberadoras de fármacos reducen la tasa de
reestenosis, en comparación con los clásicos, de metal, no recubiertos. Además del
balón y la angioplastia con endoprótesis, se utilizan catéteres que emiten láser para
vaporizar las placas (ELCA, angioplastia coronaria con láser excímero) y pequeñas
hojas dentro de los catéteres para eliminar parte de la placa (arterioctomía coronaria
direccional).

Antiagregación plaquetaria tras la


implantación de un stent
Los regímenes de anticoagulación y
antiagregación al comienzo del uso del
stent estaban poco establecidos, por lo
que las complicaciones hemorrágicas,
por un lado, y las trombóticas por otro,
era relativamente frecuentes. Se
realizaron ensayos para encontrar la
mejor opción antiagregante, que
finalmente fue el tratamiento indefinido
con aspirina diaria y el clopidogrel 75
mg al día durante un mes." Por otro lado, laga Colombo, gracias al estudio
ecocardiográfico intraluminal es de las arterias coronarias, demostró la importancia de
la buena aposición del stent a la pared del vaso para prevenir la trombosis, esto se
conseguía cuando se implantaba a altas presiones.' Parece bien establecido que la
doble antiagregación en el tratamiento de pacientes portadores de stent no recubierto
de medicamento debe ser aspirina indefinidamente y clopidogrel durante un mes. ' Sin
embargo, en el stent recubierto de fármaco aún no está establecida de forma
consistente, hay una aceptación general de que el clopidogrel debe mantenerse
durante un año, pero esta opinión no se ha basado en la evidencia científica. En este
sentido, estudios recientes han puesto de manifesto que más de un año de tratamiento
no disminuye los eventos cardíacos mayores.
Asi, cuando se ofrece un stent recubierto a un paciente, es importante considerar que
el tratamiento con clopidogrel se tiene que mantener durante un año y la aspirina
indefinidamente. No son pacientes candidatos a la implantación del stent recubierto
aquellos en los que el tratamiento prolongado con clopidogrel es improbable o
problemático de llevar a cabo, que tengan una cirugía programada y es necesaria la
retirada precoz. del clopidogrel y pacientes con alto riesgo de sangrado, que están en
tratamiento anticoagulante.

El implante de stent no es una


técnica exenta de riesgo. El
stent puede moverse, en cuyo
caso puede intentarse
reposicionarlo o retirarlo por vía
percutánea o quirúrgica. La
formación de trombo local y
oclusión de la rama pulmonar
puede evitarse con la
administración de un
antiagregante durante
activamente la luz de la rama
pulmonar.

Implante de stent en el conducto arterioso


Las prostaglandinas por vía intravenosa constituyen el tratamiento inicial en varias
cardiopatías en las que es necesaria la permeabilidad ductal; sin embargo, no pueden
administrarse indefinidamente, por lo que será preciso realizar un procedimiento, ya
sea quirúrgico o percutáneo. El procedimiento depende de si la cardiopatía presenta
circulación pulmonar o sistémica dependiente del conducto arterioso.
Cardiopatías con circulación pulmonar dependiente del conducto arterioso
Tanto en la arteria pulmonar con comunicación interventricular como en aquella con
tabique interventricular intacto, el implante de stent no recubierto con medicación es
una alternativa a la fistula de Blalock-Taussig, El diámetro de los stents utilizados es de
3,5 mm en niños con menos de 3 kg de peso, y de 4 mm en aquellos con más de 3 kg.
Los stents deben tener una longitud suficiente para cubrir toda la longitud del conducto
arterioso, en ocasiones puede necesitarse incluso más de una. La técnica difiere según
se trate de una atresia pulmonar con tabique interventricular intacto o con
comunicación interventricular, dado que en la primera es necesario realizar
previamente la apertura de la válvula pulmonar con radiofrecuencia, y el implante del
stent puede realizarse tanto por vía arterial como por vía venosa. En cambio, en la
atresia pulmonar con comunicación interventricular, el único acceso posible es el
arterial, y muchas veces hay que utilizar el acceso axilar, dado que en esta última el
conducto arterioso discurre verticalmente hacia la arteria pulmonar. Iras el
procedimiento, es necesario prevenir la trombosis del stent, para lo que por lo general
se utiliza ácido acetilsalicílico en dosis de 3-5 mg/kg/día. En cuanto a la perfusión de
prostaglandina, se prefiere suspender la perfusión 6-12 horas antes del procedimiento
para inducir cierta restricción ducal y evitar el desplazamiento del stent.
Cardiopatías con circulación sistémica dependiente del conducto arterioso
La hipoplasia de cavidades izquierdas se trata con cirugía de Norwood; sin embargo,
en el primer estadio puede realizarse con técnicas hibridas, con lo que se evita la
circulación extracorpórea. Antes de implantar un stent de 6-8 mm de diámetro y de una
longitud suficiente para cubrir el conducto arterioso es necesario efectuar un cerclaje
pulmonar bilateral.
Generalmente, el stent se implanta accediendo a través de la arteria pulmonar tras
realizar el cerclaje bilateral, pero también puede implantarse por vía percutánea por
acceso venoso femoral. Todas las anatomías se benefician de esta técnica, salvo
aquellos niños con obstrucción o stenosis en el orificio de la aorta transversa, lo cual
puede detectarse con ecocardiografía, observando un gradiente en el flujo retrógrado
en el extremo distal del arco transverso. Algunos neonatos necesitan, además,
auriculoseptostomía adicional cuando el agujero oval es restrictivo.
El inconveniente de la técnica hibrida es que el segundo estadio de Norwood es más
complicado, debido a que hay que retirar el cerclaje bilateral, reconstruir el arco aórtico
y realizar la cirugía de Glenn.
Obstrucción venosa
Obstrucción de vena sistémica
La vena cava superior es la vena que con más frecuencia se pasos y tras la cirugía
cardíaca. A veces la dilatación con balón es eficaz, \pero en ocasiones es necesario
implantar un stent para evitar la reestenosis.

Obstrucción de venas pulmonares


La obstrucción de las venas pulmonares se asocia con drenaje anómalo total de venas
pulmonares, en especial cuando el drenaje es infra cardíaco, y con menor frecuencia
en los supra cardíacos; en estos casos el tratamiento es quirúrgico.
Tras la cirugía de estos defectos puede observarse obstrucción venosa, generalmente
alrededor de la sutura entre las venas pulmonares y la aurícula izquierda; estas
lesiones se tratan con cirugía o dilatación secuencial con balón. Cuando la causa de la
obstrucción venosa no está relacionada con la cirugía sino con un engrosamiento por
proliferación y esclerosis venosa, el pronóstico es sombrío, a pesar de todo tipo de
tratamiento.

lesión

Aterectomia
La presencia, localización y distribución del calcio en la lesión tiene un gran impacto en
el rendimiento y en la elección del tipo de aterectomía que ha de realizarse. Incluso la
imposibilidad de atravesar la lesión con el catéter de ecografía intravascular podría ya
ser una indicación de aterectomía. Así, la calcificación grave en el segmento proximal y
en la lesión en la fluoroscopia es una contraindicación relativa para la aterectomía
direccional. Sin embargo, con ecografía intravascular, el factor determinante del éxito
en la extracción tisular es la profundidad de los depósitos de calcio. Con calcio
superficial, es más favorable la aterectomía rotacional, por su mecanismo de correr
diferencial que pulveriza las zonas inelásticas (calcificadas) y respeta segmentos sanos
de la pared arterial. En placas calcificadas, el neolumen creado es redondo y regular y
tiene el mismo diámetro que la oliva usada. El objetivo de la aterectomia rotacional es
la eliminación de parte del calcio para conseguir una mejor expansión del balón o el
stent. El calcio profundo constituye una barrera de seguridad frente a una posible
perforación. La aterectomia direccional puede eliminar la parre fibrosa de la placa que
reduce la luz. El objetivo de la aterectomia direccional es obtener mayor área luminal
con una disminución de la carga de placa residual, que es un factor predictivo de
reestenosis. Diversos estudios han demostrado que canto más enérgica es la
aterectomia direccional, mejores resultados se obtienen en el seguimiento. Así, en el
estudio CAVEAT (aterectomía frente a angioplastia con balón), mediante el abordaje
más conservador, con porcentajes de placa residual > 60 %, la rasa de reestenosis fue
del 50 %. In cambio, en el estudio ABACAS (aterectomía frente a aterectomia más
balón) se consiguieron porcentajes de placa residual más bajos (16 9) con ecografía
intravascular y la rasa de reestenosis global fue del 21 % (19,6 % con aterectomia sin
balón). Considerando globalmente todos los estudios, cuando se alcanzan porcentajes
de placa residuales < 50 %, las razas de reestenosis pueden ser superponibles a las de
los stents convencionales.
ABACAS (aterectomía frente a aterectomía más balón) se consiguieron porcentajes de
placa residual más bajos (46 %) con ecografía intravascular y la tasa de reestenosis
global fue del 21 % (19,6 % con aterectomía sin balón). Considerando globalmente
todos los estudios, cuando se alcanzan porcentajes de placa residuales < 50 %, las
tasas de reestenosis pueden ser superponibles a las de los stents convencionales.
Conclusión
Me parece un tema bastante extenso pero interesante, me pongo en el papel de
bioingeniero y creo que es un panorama demasiado extenso en el que tienes que
pensar cuando creas una prótesis, debes pensar en materiales, en costos, en pros y
contras y ver si es conveniente utilizarlo. En este caso el stent como leí en diferentes
libros, muchos de los doctores optan por no utilizarlo y sanar la lesión con
medicamento u otras formas y dejan de última opción al stent, aunque los resultados
mostrados de las investigaciones realizadas muestran que en realidad si ayuda más
que otros casos, gracias a esas investigaciones se hicieron cambios en el stent de ser
solo una malla a una malla forrada con fármacos que ayuda a reducir los riesgos.
Referencias
. Bueno, C. F. (2020). Ecocardiografía: 2a edición. Editorial Médica Panamericana.
Montero, M. J. M., Zarzosa, D. D. P. C., & de Pablo, M. M. (2009). Rehabilitación
cardiovascular: 101 preguntas esenciales (Spanish Edition). Independently published.
National Heart, lung, and blood institute. (s. f.). U.S. Department of Health & Human
Services. Recuperado 24 de mayo de 2022, de
https://www.nhlbi.nih.gov/es/salud/endoprotesis/durante
Tomberli, B., Mattesini, A., Baldereschi, G. I., & di Mario, C. (2018). Breve historia de
los stents coronarios. Revista Española de Cardiología, 71(5), 312–319.
https://doi.org/10.1016/j.recesp.2017.11.016

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