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Obturadores

Joseph Nicephore Niepce, quien en 1827 hizo la primera cámara fotográfica, necesito para
realizarla una exposición a la luz de 8 horas, debido a la poca sensibilidad del material
utilizado, y al hecho de que la imagen obtenida solamente había que fijarla y no requería de
ser revelada.

Tiempos tan largos controlaban destapando y tapando el objetivo.

El progreso de la fotografía hizo posible que en la actualidad, en la mayoría de las tomas, solo
sea necesario realizar exposiciones muy breves, medidas casi siempre en fracciones de
segundo. Hoy en día, la exposición puede llegar, en algunos casos, a 1/12000 de segundo en
cámaras electrónicas de última generación, aunque la mayoría de las fotografías se realizan en
tiempos cercanos a 1/60 o 1/125 de segundo. Es imposible controlar estos tiempos en forma
manual, destapando y volviendo a tapar el objetivo. Por tal motivo fue necesario incorporar a
las cámaras fotográficas un dispositivo que se acciona al oprimir el botón disparador, y permite
exposiciones a la luz muy cortas, de acuerdo con tiempos elegidos con anterioridad. Dicho
mecanismo recibe el nombre de obturador, y su función es, por lo tanto, controlar el tiempo
de exposición.

Escala de tiempos

La escala de tiempos de exposición, ha sido normalizada por la mayoría de los fabricantes de


cámaras fotográficas. Y lo han hecho con un criterio semejante al aplicado en la escala de
diafragmas. Es decir que cada valor de tiempo de exposición es la mitad del anterior y el doble
del siguiente.

Los obturadores miden fracciones de tiempo (no velocidades, como solemos decir los
fotógrafos), que oscilan entre varios segundos y milésimas, según la cámara, pasando por una
escala completa de tiempos de obturación. Cada uno corresponde a la mitad del siguiente; por
ejemplo: de 1 segundo a ½ segundo, de 1/3 de segundo a 1/60 de segundo, etc.

En la escala de la cámara fotográfica solo se indica 30, en lugar de 1/30 o 500 en lugar de
1/500. Esto puede inducir al error de pensar que 60 es más tiempo que 30, cuando en realidad
es a la inversa. También hay que prestar atención a los tiempos largos que traen algunas
cámaras, que superan las fracciones de segundo para ser segundos completos, por ejemplo 2”
(dos segundos) que puede confundirse con 2, que se corresponde con ½ seg.

B 2” 1” 2 4 8 15 30 60 125 250 500 1000 2000 4000 8000

Para regular el tiempo de exposición, algunas cámaras tienen un dial selector en el que están
grabadas las distintas posibilidades de selección. En otras cámaras, la regulación se realiza
desde un comando cuya selección se visualiza en una pantalla de cristal líquido.

Hay cámaras en escala más reducida y también con escala más amplia que la nombrada más
arriba, como también hay cámaras fotográficas que tienen valores intermedios en mitades o
en tercios. Por ejemplo: entre 1/125 y 1/250 se encuentran 1/160 y 1/200 si es que va de a
tercios, y 1/180 si va de a medios.
Además de la escala de tiempos ya nombrada, las cámaras fotográficas tienen por lo general
una posición “B” (bulbo), en la cual el obturador permanece abierto todo el tiempo durante el
cual tenemos oprimido el disparador. Sirve para realizar tomas con tiempos muy largos.

Generalmente se las utiliza con trípode. También pueden presentar una posición T (tiempo),
en la cual el obturador permanece abierto hasta que oprimimos por segunda vez el disparador.

Congelamiento de la imagen

La utilización de distintos tiempos de exposición, a diferencia de lo que sucede con los


diafragmas, no influye en la profundidad de campo, pero si influye en el congelamiento o no
de un sujeto u objeto en movimiento, como también en la posible vibración de la cámara
durante la toma.

El cuadro muestra los tiempos de exposición mínimos necesarios para detener el movimiento
de diversos móviles que se aproximan o se alejan, desde y hacia diferentes direcciones, y a
distintas velocidades. Es válido para objetivos llamados normales.
Observemos que dichos tiempos dependen de la velocidad que tiene el motivo en
movimiento, la distancia a que se encuentra de la cámara y la dirección con respecto a la
misma en que se produce el movimiento. A la combinación de estas tres variables se la
denomina velocidad angular.

Para leer el cuadro debemos ubicar en la primer columna, la velocidad aproximada a la que se
mueve el sujeto a fotografiar. En la segunda columna, se dan algunos ejemplos de
movimientos que tienen esa velocidad aproximada. En la tercera tenemos las distancias desde
la cámara al sujeto. En la cuarta, quinta y sexta las posibles direcciones respecto a la cámara:
transversal, diagonal o frontal respectivamente.

En los tiempos sugeridos como 1/30 o 1/15 el motivo quedara fijo, sin borrosidad, siempre y
cuando utilicemos un trípode o un apoyo para evitar una posible vibración de la cámara.

Si se utiliza un tiempo más largo que el recomendado, por ejemplo 1/250 donde se
recomienda 1/500, probablemente la foto no llegue a notarse movida en una ampliación
pequeña, pero el sujeto tendrá, casi con seguridad, una menor nitidez, notable a partir de una
ampliación de aproximadamente 20x30 cm. Si se utiliza en el mismo caso 1/125, la borrosidad
será más fácil de percibir. Recién en tres tiempos de diferencia, lo que correspondería a 1/60,
el emborronamiento será obvio y puede resultar un recurso estético valido para transmitir
movimiento.

Técnica: el barrido es una técnica que permite congelar el movimiento de un sujeto utilizando
un tiempo de exposición mayor al necesario con la cámara quieta. Consiste en seguir el
movimiento del sujeto con el movimiento de la cámara, de tal forma que este permanezca en
el mismo lugar del encuadre mientras se realiza la toma.

Tipos de obturadores
Obturador central o de laminillas

Es un tipo de obturador formado por un conjunto de laminillas metálicas que se abren y


cierran, operadas por un mecanismo de resortes o muelles. Estos están tensados de modo tal
que, en la posición de cerrado, impiden el paso de la luz. Al oprimirse el disparador, se libera la
tensión de dichos resortes, alejándose las laminillas del eje del objetivo permitiendo pasar la
luz. Transcurrido el intervalo previsto se tensan nuevamente, quedando así en la posición
primitiva. Las laminillas que forman los obturadores centrales tienen cierto parecido con las
laminillas de los diafragmas.
Una vez que se oprime el disparador no puede volverse a accionar hasta que se haga avanzar
la película. Simultáneamente con este avance, se monta el obturador. De este modo, se evita
la posibilidad de realizar, accidentalmente, una doble exposición sobre el mismo fotograma.

Este tipo de obturador se encuentra ubicado entre las lentes del objetivo, cerca del diafragma,
y a ello debe el nombre de obturador central. Si la cámara es de objetivos intercambiables,
cada uno de ellos debe contar con obturador propio, lo que los hace costosos.

Por lo general, con los obturadores centrales no se logran tiempos menores a 1/1000 de
segundo, pues el abrir y cerrar de las laminillas no es instantáneo, lleva un tiempo mínimo que
se suma al regulado por la cámara fotográfica.

La principal ventaja que ofrece el obturador central, es la posibilidad de realizar tomas con
flash sin inconvenientes en todos los tiempos de exposición, contrariamente a lo que sucede
con los obturadores de plano focal.
Obturador de plano focal o de cortina

Es el tipo de obturador que tiene la mayoría de las cámaras fotográficas réflex de un solo
objetivo, y las no réflex de objetivos intercambiables.

A diferencia de los centrales, estos obturadores están ubicados en el cuerpo de la cámara


fotográfica, muy cerca de la película, y no en el objetivo. Están formados por dos cortinas
opacas, una llamada primaria o primera, y la otra secundaria o segunda. Cuando se oprime el
obturador, se dispara la primaria y la sigue la secundaria; entre ellas queda una separación,
que es mayor cuanto mayor es el tiempo de obturación. La velocidad de desplazamiento de las
cortinas es siempre la misma e idéntica para las dos. Este sistema de funcionamiento permite
tiempos de exposición muy cortos, que pueden llegar hasta 1/12000 de segundo.

Movimiento de las cortinas durante la exposición

Cuando se hace avanzar la película, ya sea con la palanca de arrastre o en forma motorizada, el
obturador se vuelve a cargar, desplazándose ambas cortinas a su posición original pero, por
supuesto, sin dejar ninguna ranura para evitar que llegue luz a la película.

Para que este tipo de obturador sincronice correctamente con el flash, es necesario que este
se dispare en el momento en que la película está completamente descubierta. Esto se produce
en tiempos suficientemente largos de obturación como para que la cortina primaria haya
llegado al otro lado cuando la secundaria aun no partió. Este tiempo depende de la marca y del
modelo de la cámara. Por lo general, para cortinas de desplazamiento horizontal (recorrido
mayor) es 1/60 de segundo y para las de desplazamiento vertical (recorriendo menor) es de
1/125 de segundo. La velocidad de obturación que corresponde utilizar con flash viene
indicada en el anillo de velocidades, con un símbolo semejante a un rayo, una X o con un color
diferente al de las restantes velocidades.

La consecuencia de colocar un tiempo de exposición más corto que el de sincronismo en una


toma con flash, es que la foto no queda totalmente expuesta y aparece una franja negra en la
toma, tanto más grande cuanto mayor es el error. La razón de dicha franja negra es que el
disparo se produce en el momento en que la cortina secundaria ya comenzó su recorrido y
está tapando parte de la película.

Muchas cámaras fotográficas actuales tienen un seguro para evitar este error: cuando uno
conecta el flash, si se coloca un tiempo de exposición más corto que el de sincronismo
correspondiente, automáticamente se corrige para evitar el error mencionado.

Clasificación de los obturadores según su funcionamiento

Los tiempos de obturación, tanto en los centrales como en los de plano focal, pueden ser
controlados por medios electrónicos, mecánicos o electromecánicos, dependiendo del modelo
de cámara.

Obturadores electrónicos

Los obturadores electrónicos modernos están construidos por circuitos integrados en los que
se han conectado, en pequeños espacios, un gran número de transistores y resistencias, lo que
les confiere una mayor precisión al variar de forma continua, y no de a saltos, el tiempo de
obturación, convirtiéndolos en los ideales de las cámaras automáticas. Su única desventaja es
depender de una batería para su funcionamiento. De agotarse esta, no se puede seguir
disparando la cámara fotográfica hasta su remplazo, a excepción de unos pocos modelos que,
además, vienen equipados con algún sistema de obturación de acción mecánica.

Obturadores mecánicos

Funcionan con múltiples engranajes, pequeñas piezas, levas y muelles. Son sólidos pero su
precisión es menor que la de los electrónicos, emitiéndose un error de aproximadamente un
20% en más o en menos.

Cuando uno posee una cámara con este tipo de obturador, es conveniente no guardarla con el
obturador montado (la película pasada) para evitar que los resortes queden estirados y
pierdan tensión. En consecuencia se aconseja, que si se va a dejar de tomar fotografías por un
tiempo, se desperdicie un fotograma y se desmonte el obturador haciendo un disparo.

Obturadores electromecánicos

Los muelles y resortes típicos de los obturadores mecánicos han sido reemplazados por
electroimanes. Están entre los mecánicos y los electrónicos.

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