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Curso Foto

Apuntes 1 ▼

Apuntes 1
APUNTES BÁSICOS FOTOGRAFÍA

Tipos de Cámaras.

Las cámaras compactas tienen la ventaja de ser más ligeras, silenciosas y carecer de complejidad mecánica,
además con ellas no dejamos de ver la imagen por el visor cuando disparamos. Sin embargo tiene grandes
limitaciones frente a las réflex, empezando con el error de paralaje que se produce en el encuadre por no tener
alineados el visor y el objetivo.

Con una cámara réflex cuando miramos a través del visor vemos, sin ningún tipo de retardo, la escena. Esto se
produce gracias a un espejo colocado a 45º y un pentaprisma que conducen e invierten la imagen para que la
veamos correctamente a través del visor.

Esquemáticamente la cámara réflex es una caja estanca a la luz que consta de un cuerpo y un objetivo. El cuerpo
interiormente se compone de dos caras paralelas; en una se sitúa la película o CCD o CMOS, el obturador de
cortinillas y el espejo; y en la otra hay un orificio circular en el que se acopla una lente convergente u objetivo
donde se sitúa el diafragma.

El objetivo se monta en el cuerpo de la cámara por medio de una montura de bayoneta o de rosca (dependiendo el
modelo de cámara), lo cual nos permite utilizar diferentes objetivos. Disponemos también de un visor que nos
permite hacernos una idea de la imagen que vamos a captar y una pantalla LCD o de cristal líquido que nos
muestra la imagen tomada.

En los últimos años se han ido incorporando a todas las réflex La Visión en Vivo o live view, anteriormente
restringida sólo a las cámaras compactas. Esta nueva tecnología consiste, fundamentalmente, en poder ver en la
pantalla LCD la imagen que estamos enfocando.
:
También están las Cámaras sin espejo o Mirrorless, son cámaras con objetivos intercambiables pero a
diferencia de las réflex no portan un espejo, por tanto no tienen un visor óptico sino electrónico. Están
despuntando en el mercado por su reducción de tamaño y peso en relación a las réflex.

Las funciones técnicas de una cámara son dos:


- Llevar a cabo la exposición según la información suministrada por el fotómetro
- Formar nítidamente la imagen sobre el sensor digital (enfocar).

Los controles esenciales de una cámara son tres: el diafragma, el obturador y el mecanismo de enfoque.

PARA LLEVAR A CABO LA EXPOSICIÓN CORRECTA EN MANUAL TENEMOS QUE ESTAR ATENTOS AL
FOTÓMETRO O EXPOSÍMETRO DE NUESTRA CÁMARA:

Normalmente buscaremos dejar el fotómetro a cero. Para ello tenemos que saber interpretar y cambiar los valores de
los siguientes parámetros:

1. EL DIAFRAGMA

El diafragma nos permite regular la intensidad de luz que pasa al sensor digital o película. Es similar al iris del ojo,
éste se contrae o se dilata en función de la intensidad de luz para regular el diámetro de la pupila y con ello la
intensidad de luz que llega a la retina.

Es un mecanismo de apertura variable que va alojado dentro del objetivo. Está constituido por laminillas metálicas
que, dependiendo de la posición seleccionada, estrechan más o menos la abertura de diafragma.
:
La abertura de diafragma se regula con su correspondiente anillo selector, aunque en los objetivos actuales con CPU
este anillo desaparece y la manipulación se realiza desde un dial de control colocado en el cuerpo de la cámara. A
cada abertura se le asigna un número (número f) formándose una escala de aberturas ordenadas de mayor a menor
y de forma que cada abertura transmite una intensidad que es la mitad de la anterior y el doble de la que sigue. En la
mayoría de las cámaras encontramos una escala con una gama similar a ésta, aunque la abertura máxima y mínima
varía de un objetivo a otro:

1,4 2 2,8 4 5,6 8 11 16 22 32

A partir de ahora abreviaremos la expresión “abertura de diafragma” por su expresión técnica, “f”, puesto que es
necesario distinguir f8, f4 y f2 de las velocidades 8, 4 y 2 (1/8, 1/4 y ½ segundo).

Obsérvese que cuanto menor el número mayor es la intensidad de luz que pasa por el objetivo, y que por cada paso
hacia la derecha la intensidad se reduce a la mitad. (Por ejemplo, f11 deja pasar la mitad de luz que f8, pero el doble
que f16).

Nosotros emplearemos un valor del diafragma u otro en situaciones de iluminación diferentes, es importante tener en
cuenta que también influye en la profundidad de campo. Este concepto hace referencia a la cantidad de campo
visual que tenemos enfocado en la cámara, influye el empleo del diafragma del siguiente modo:

- A menor valor de nº f (diafragma abierto), menor profundidad de campo (menor cantidad de campo visual a foco).
:
- A mayor valor de nº f (diafragma más cerrado), mayor profundidad de campo.

El diafragma en las cámaras de paso universal se mantiene abierto hasta el momento de disparo; este hecho nos
facilita el enfoque pero nos dificulta tener una referencia sobre la profundidad de campo que va a aparecer en la foto
definitiva.

Para evitar los inconvenientes y obtener un mayor control de cada uno de los factores algunas cámaras réflex
aparecen provistas de una palanca que cierra el diafragma hasta la posición elegida mientras ejercemos una cierta
presión sobre ellas (comprobador de profundidad de campo). Esto nos permite la doble ventaja del enfoque más
preciso y la previsualización de la profundidad de campo.

2. EL OBTURADOR

El obturador es el mecanismo que abre y cierra el paso de la luz hacia el sensor digital. Cuando está cerrado el
sensor permanece en oscuridad total y cuando se abre se produce la exposición del sensor a la luz. El tiempo que
permanece abierto se denomina tiempo de exposición.

En los principios de la fotografía los tiempos de exposición eran de varios segundos o minutos y la tapa del objetivo
era el obturador. Con el aumento de la sensibilidad de las películas se fueron utilizando tiempos más cortos y por ello
más difíciles de controlar manualmente.

En las cámaras actuales, el obturador es un mecanismo de precisión que regula el funcionamiento de una barrera
opaca (de metal o tela) situado dentro de la cámara y que permite elegir entre una amplia gama de tiempos de
exposición. En una cámara digital se registra la cantidad de luz que incide en el sensor desde que apretamos el
:
disparador y durante el tiempo seleccionado.

El tiempo de exposición se asocia al concepto “Velocidad de obturación”. Las velocidades de obturación se


establecen siguiendo criterios de dejar pasar el doble o mitad de luz entre paso y paso. Se clasifican en una escala
que, generalmente, es la siguiente:

1 2 4 8 15 30 60 125 250 500 1000 2000

La primera cifra que aparece se refiere a 1 segundo, a partir de ahí son fracciones del mismo.

Además podemos encontrar otras posiciones en el control del obturador como la posición “B” (que mantiene abierto
el obturador el tiempo que mantengamos presionado el disparador), y “T” (que abre el obturador el intervalo
comprendido entre dos disparos).

La elección de una velocidad u otra depende de las propias condiciones ambientales de la toma que requieran captar
o congelar el movimiento. Ej. Una persona caminando en un plano paralelo a la película la detendríamos en nuestra
toma utilizando una velocidad de obturación aproximada de 125 (1/125 seg.). Sin embargo, si disparamos a una
velocidad de 1/15 la persona saldría movida, captaríamos su movimiento, quedando el fondo nítido.

Con el agua es muy agradecido jugar con su movimiento, congelando sus gotas con velocidades rápidas (ej.1/500) y
captando su movimiento con velocidades bajas (ej. 1").
:
También debemos tener en cuenta la
trepidación que pueda producirse por
disparar a velocidades menores que
la distancia focal sin utilizar trípode.
Ej. con una focal de 50mm no
deberíamos disparar por debajo de 50
(1/50). Aunque esta regla ya no se
ajusta tanto a la realidad por la
aparición en los últimos años del
estabilizador de imagen en los
objetivos.

Otra nota a tener en cuenta es la velocidad de sincronización con el flash, todos los fabricantes nos indican a qué
velocidad máxima podemos disparar para que la imagen salga completa. En las cámaras digitales ésta suele ser
más alta que en las analógicas de formato universal, en las que no se podían superar velocidades de 60 ó 125.

3. LA SENSIBILIDAD

En fotografía analógica este concepto está ligado a la respuesta de la película a la luz. Depende del tamaño del
grano (conjunto de cristales de bromuro de plata). Las películas con grandes bloques de plata o granos necesitan
una menor exposición a la luz, reaccionan más rápido a la misma, son películas rápidas o de alta sensibilidad. Las
películas que presentan los cristales de bromuro de plata en pequeñas agrupaciones (granos pequeños) necesitarán
una mayor exposición de la película a la luz, son películas lentas o de baja sensibilidad. Estos valores de sensibilidad
se agrupan en los denominados valores ISO:

12 25 50 100 200 400 800 1600 3200 6400

En fotografía digital el valor ISO de sensibilidad puede elegirse en una cámara digital con sólo seleccionarla en el
menú. Al igual que en la película, cuanto más baja es la sensibilidad ISO que utilizamos mayor es la calidad de la
imagen, más nítida. En una imagen digital una alta sensibilidad se traduce en un menor contraste y mayor presencia
de ruido, o confusión de los colores de píxeles contiguos.

LA LEY DE RECIPROCIDAD
:
Es una relación de equivalencia que se establece entre los tres factores que influyen en la cantidad de luz que debe
llegar a la película o sensor digital (los tres conceptos desarrollados anteriormente): el diafragma, la velocidad de
obturación y la sensibilidad.

Partiendo de una determinada sensibilidad, podemos establecer una equivalencia entre distintas opciones que
tenemos de actuar en el control de las diferentes variables de nuestra cámara.

Ante una determinada intensidad de luz nuestra medición nos aconseja, por ejemplo, la siguiente combinación de
obturación y diafragma:

ISO 100; nº f=8 v=125

Si nosotros quisiéramos abrir más el diafragma para conseguir una menor profundidad de campo, deberíamos a su
vez conseguir una velocidad tantos pasos más rápida como pasos hayamos abierto el diafragma para compensar el
exceso de luz que hemos provocado. Así si en nuestra operación hemos dejado el diafragma en un valor de 2,8 , por
ej., debemos modificar la velocidad de obturación en 3 pasos:

ISO 100; nº f=2,8 v=1.000


:
EL FOTÓMETRO

En una cámara de ajuste manual a la exposición tenemos que seleccionar los valores de abertura y velocidad con
los que queremos hacer cada fotografía, de acuerdo con la información suministrada por el fotómetro. Éste tiene en
cuenta la sensibilidad, la abertura y la velocidad seleccionada en ese momento y mide la luminosidad de la escena
encuadrada; nos dice (generalmente en el mismo visor) si el valor de exposición seleccionado proporciona un nivel
de exposición insuficiente, correcto o excesivo de la escena. Mide la luz reflejada por el sujeto hacia el objetivo.

Nosotros no recibimos la realidad de una imagen, sino la luz emitida y reflejada por ella.

Luz Reflejada: la luz que refleja un sujeto u objeto.

Luz Incidente: la luz que llega a un sujeto u objeto, la que le ilumina.


:
Existen diferentes tipos de medición de la luz, dependiendo del sistema de la cámara que estemos utilizando.

Modos de medición:

Medición Matricial o Evaluativa: Divide el visor en diferentes zonas de las que toma una lectura separada para
posteriormente hacer una media aritmética de los valores que en cada una de ellas ha obtenido. Esto se hace así
para corregir diferencias significativas de luz en las diferentes partes de la escena. Es la más aconsejada para casi
todo tipo de imágenes, sobre todo si no tenemos tiempo para medir, exceptuando un contraluz fuerte.

Medición Ponderada al Centro: la cámara mide todo el encuadre, pero da prioridad a la zona central.

Parcial: Toma de referencia un área central de medición que no suele ser mayor del 25%.

Medición Puntual: Recoge únicamente información de una estrecha porción de la escena que estamos fotografiando,
aproximadamente un 2%.

SUB- Y SOBRE- EXPOSICIÓN

Utilizaremos estos términos cuando la exposición de la toma no sea correcta y se haya quedado en valores por
debajo o por encima, respectivamente, de los que se consideraban correctos.

En fotografía digital, ante cualquier duda, intentaremos dejar la fotografía un poco subexpuesta. Si la fotografía
queda sobreexpuesta y aparecen zonas “quemadas” nos va a resultar muy difícil, sino imposible, conseguir
recuperar la imagen en cualquier programa de edición. Por el contrario, si nos queda muy subexpuesta al “levantar”
la imagen conseguiremos que aparezca mucho “ruido” o como poco perderemos rango dinámico.

ENFOQUE

El mecanismo de enfoque se acciona para conseguir formar nítidamente la imagen sobre la película o sobre el
sensor digital de acuerdo con la distancia a la que se encuentra el tema a fotografiar.

Los planos de enfoque nítido correspondientes a las distintas distancias están tanto más próximos entre sí cuanto
:
mayor es la distancia: para un objetivo, las distancias de, por ejemplo, 5m y 10m, están mucho más “juntas” que 1m
y 2m.

La profundidad de campo es tanto más estrecha cuanto menor es la distancia de enfoque.

Podemos enfocar de forma manual o automática, en el objetivo podemos cambiar de M a AF o viceversa.

Para enfocar en manual tenemos que mover el anillo de enfoque hasta conseguir que la imagen se vea enfocada.

Para enfocar en automático tenemos que apretar el disparador hasta la mitad de su recorrido.

Debemos elegir en nuestra cámara el Área y el Modo de AF:

El Área de AF es el área donde queremos colocar el foco. Dependiendo de las cámaras, podemos encontrarnos
normalmente las siguientes:

Punto Único: es la más concreta, le indicas exactamente a la cámara en qué punto quieres enfocar, sin darle margen
de maniobra a la cámara. Nosotros eligiremos esta opción al principio para acostumbrarnos a mover el punto de
enfoque o dejarlo en el centro y descentrar el encuadre.

Dinámica (Nikon) o Expansión del punto AF (Canon): al igual que en Punto Único seleccionamos un punto de
enfoque y a partir de éste, la cámara seleccionará alrededor una zona que podrás ampliar o disminuir. Este sistema
es adecuado para sujetos en los que se pueda prever movimiento.

3D: inicialmente se selecciona el punto AF y la cámara activará automáticamente tantos puntos de enfoque como sea necesario
para seguir el movimiento del sujeto. Lo bueno del modo 3D-Tracking es que utiliza un sistema especial de reconocimiento de
escenas que realmente lee los colores y realiza un seguimiento automático del sujeto, permitiéndole componer su toma mientras el
sujeto se mueve.

Automática: la cámara decide dónde enfocar en base a ciertos criterios de distancia, contraste o tamaño. Hay
bastante riesgo de error porque muchas veces tus criterios y los suyos no coincidirán.
:
Modos AF:

AF-S (Nikon)/ One-Shot (Canon): el enfoque se bloqueará cuando aparezca en el visor el indicador de enfocado. Se
utiliza para escenas sin movimiento. Es el más común.

AF-C /AI-Servo: enfoque continuo, la cámara enfoca de manera continua mientras se mantiene presionado el
disparador hasta la mitad de su recorrido.

AF-A/AI-Focus: es la combinación de las dos anteriores, el modo automático, el enfoque inteligente.

También podemos elegir enfocar en diferentes áreas de la imagen, dependiendo la cámara dispondremos de más o
menos áreas de enfoque.

LONGITUD FOCAL Y OBJETIVOS

La longitud focal define el “tamaño” del objetivo. La Longitud focal es la distancia existente entre el centro óptico de la
lente del objetivo enfocado al infinito y el plano de la película o sensor digital donde se forma la imagen.

Según esto podemos hacer la siguiente clasificación de los objetivos (teniendo en cuenta el criterio del formato
universal o 35 mm):

-Objetivos normales: objetivos de 50 mm con un ángulo de visión similar al de la visión nítida de un ojo (45o).

-Objetivos Angulares: con un ángulo de visión mayor que el del ojo humano, inferiores a 50 mm. Varían entre los
angulares extremos u Ojos de pez, con una distancia focal aproximada entre 6 y 16 mm, y los grandes angulares
hasta 35 mm.

-Teleobjetivos: superiores a 50mm, que van de los teleobjetivos cortos (de 70mm a 200mm) pasando por los medios
(hasta 400mm) hasta los largos (1.000 mm o más).

La longitud focal es otro elemento que influye en la profundidad de campo (junto con el diafragma y la distancia de
enfoque):

Cuanto mayor es la longitud focal menor es la profundidad de campo. Así los grandes angulares presentan una gran
profundidad frente a los teleobjetivos (que es muy corta).

Gráfico con los diferentes ángulos de visión en cada una de las distancias focales indicadas:
:
A continuación se muestra en un cuadro la utilización que se suele dar a los diferentes objetivos en determinadas
ocasiones:

Acción

Angulares: No es adecuado, ya que los sujetos distantes quedarán muy pequeños. Puede utilizarse para detalles en
lugares restringidos tales como boxes en las carreras de motos, etc.

“Teles” Cortos: Muy conveniente si quieres concentrarte en la acción. Por regla general, para acontecimientos con
muchos espectadores, cuanto más largo mejor, pero esto depende de tu situación entre el público.

“Teles” medios: Un tipo de objetivos bastante adecuado, ya que puedes lograr que el sujeto llene toda la imagen.

Niños

Adecuado, ya que podrás meter al niño y a su ambiente dentro del cuadro de la imagen. Podrás enfocar fácilmente y
los objetivos son ligeros. El enfoque será más fácil aún si se utiliza una abertura pequeña.

No es adecuado para grupos, ya que hay que estar muy lejos para que entren todos los individuos en la imagen.
Estupendo para fotos de niños alejados en la playa.

Para los retratos sólo. Es realmente adecuado si deseas tomar fotos sin que te vean. Los niños que están jugando
puede que te causen problemas para mantenerlos dentro del cuadro de la imagen. Utilizando estas distancias
focales el ángulo de visión queda muy reducido.
:
Sociedad

Excelente y muy útil, especialmente para fotos de grupos. Podrás incluir a todo el mundo en la foto y seguir
disparando lo bastante cerca para dar instrucciones. Cerciórate de que el flash cubra el mismo ángulo de visión que
el objeto.

Bueno, permitiéndote obtener magníficos primeros planos de la pareja y de los invitados. Podrás también disparar
desde muy lejos y por lo tanto ser menos molesto. Ten también cuidado con el alcance del flash.

Realmente inadecuado y que necesitarás estar demasiado lejos de los acontecimientos para obtener una foto y los
invitados continuamente se meterán entre el fotógrafo y el individuo a fotografiar.

Animales

Puede utilizarse para ambientar la escena y mostrar el paisaje del medio ambiente, pero no es adecuado para
sujetos que estén a cierta distancia.

Como para la fotografía de acción un objetivo de esta longitud focal puede no acercar lo suficiente para llenar toda la
imagen con los sujetos a fotografiar. Si puedes acercarte lo bastante, puede que te sirva, pero no obstante solo para
animales grandes.

Un tipo muy útil de objetivos permitiéndote obtener fotos de sujetos distantes que llenen la imagen. Utiliza un trípode
para evitar trepidaciones y asegúrate de que el enfoque sea exacto.

TEMPERATURA DE COLOR.

La luz del sol y la luz de una bombilla no tienen la misma “Temperatura de color”. Nuestros ojos realizan una rápida
adaptación para compensar las desviaciones del color e interpretar que la hoja es blanca, por lo que la vemos
blanca, independiente de la luz que la ilumine.

Al fotógrafo no le interesa exclusivamente la cantidad de luz que llega a su sensor, sino también la composición de
ésta, es decir, la distribución de las diferentes longitudes de onda.

De la misma forma que medimos la cantidad de luz mediante un fotómetro, la composición de la luz es posible
medirla con un termocolorímetro.

La temperatura de la luz se mide en grados Kelvin (oK). Cuanto más azul es la luz, mayor es la temperatura de color
y cuanto más rojiza es, menor. La luz del mediodía en un día despejado está en 5.500 oK, al amanecer o al
atardecer estaría en 2.400 oK y en un día nublado es 7.000.

En nuestra cámara digital podemos controlar la temperatura de color de la escena mediante el ajuste de Balance de
Blancos (WB). Los iconos son bastante representativos para poder escoger en cada momento la temperatura de
color correcta y conseguir colores reales en la toma.

La mayoría de las cámaras digitales trae incorporado al menos un sistema de balance de blancos automático. Éste lo
que hace es ajustar la parte más brillante de la escena para que aparezca como color blanco, y la menos brillante
como negro.

Algunas cámaras digitales disponen de opciones más avanzadas que el ajuste automático, pero no completamente
manuales, dando así algunas opciones además del automático:
:
· Auto: El balance de blancos se ajusta automáticamente según la temperatura de color medida por el sensor.

· Luz Día: Se ajusta asumiendo que se encuentra en un espacio exterior con un tiempo soleado o nublado de gran
luminosidad.

· Sombra: se ajusta asumiendo que se encuentra en un espacio exterior en condiciones de sombra o de cielo muy
cubierto.

· Nublado: se utiliza para fotografiar a la luz del día con cielo nublado.
Interiores o tungsteno: se ajusta el balance de blancos asumiendo que se encuentra en un espacio iluminado por luz
incandescente o halógena (iluminación típica del hogar: bombilla).
Fluorescente: se ajusta asumiendo que se encuentra en un espacio iluminado por luz fluorescente.
Flash: se utiliza con el uso del flash.
Personalizado: se utiliza un balance personalizado por el usuario.

Estas opciones son mejores que el uso automático, pero todavía tendremos problemas con los términos medios,
durante el amanecer o el atardecer, en que la luz del sol debe atravesar una mayor longitud en las capas de la
atmósfera que envuelven la tierra. Esto modifica la coloración de la luz, la cual pocas veces notamos ya que nos es
demasiado cotidiano.

El ajuste manual del balance de blancos en las cámaras digitales actuales se ha simplificado notablemente y basta
con enfocar la cámara hacia una hoja de papel u objeto blanco y pulsar el botón de calibración de blancos. De este
modo, la ganancia de las tres componentes de color se ajusta automáticamente para que den el mismo nivel de
señal bajo estas condiciones de iluminación. De esta forma, los colores obtenidos en nuestra imagen se acercaran lo
máximo posible a los colores reales de la escena fotografiada.

TALLER DE FOTOGRAFÍA NOCTURNA


:
UTILIZA TRÍPODE

Además de la cámara debemos utilizar el trípode para realizar fotografías nocturnas. Ahora mismo existen en el mercado
trípodes bastante ligeros. Un trípode debe de ser consistente y aguantar el peso de nuestra cámara. Una vez montada la
cámara sobre él, debemos asegurarnos de que está bien fijado a la zapata.

EVITA LA TREPIDACIÓN

Podemos utilizar un cable disparador, un mando infrarrojos o si no tenemos ninguno de los accesorios anteriores, el
temporizador de la cámara con un retardo de al menos 2sg. De esta forma evitamos pulsar el disparador de la cámara
directamente y que la imagen salga movida. Vamos a trabajar con velocidades muy lentas y hay que asegurarse la calidad
de imagen.
Si disponemos de un objetivo con estabilizador de imagen debemos desactivarlo, porque puede provocar el efecto contrario
en nuestras imágenes al estar montada la cámara sobre un trípode y no producirse movimiento.
Muchas cámaras disponen de una función de bloqueo de espejo. El espejo réflex del interior de la cámara refleja la luz hasta
el visor. Al inicio de la exposición, el espejo gira hacia arriba para dejar pasar la luz hasta el sensor en la parte trasera de la
cámara, esto puede producir pequeñas vibraciones en la cámara.

LARGAS EXPOSICIONES. EXPOSICIÓN BULB (B)

Si sólo vamos a hacer fotos en la ciudad, probablemente podamos trabajar con el semi-automatismo AV o A fijando una
abertura de diafragma y dejando que la cámara nos elija la velocidad.

Utilizaremos la exposición Bulb en caso de que queramos realizar una toma con más tiempo de exposición que el máximo
que tenga nuestra cámara. Al mantener pulsado el botón del obturador en el modo 'B', el obturador se mantiene abierto
hasta que se suelta el botón. Un control a distancia te permite bloquear el obturador abierto para que no tengas que
mantener el botón pulsado durante una exposición larga. El modo 'B' es adecuado para fotografiar estelas de estrellas en el
cielo nocturno: las estrellas parecen moverse en relación a la tierra y dibujan trayectos circulares en el cielo.

REDUCCIÓN DE RUIDO.

Todas las cámaras recientes cuentan con una función de reducción de ruido para exposiciones superiores a 1” que se
puede activar en el menú de ajustes de la cámara. La cámara ahora eliminará gran parte del ruido al guardar la imagen en la
tarjeta de memoria.

DÓNDE ENFOCAR Y PROFUNDIDAD DE CAMPO.

Si fuera necesario nos ayudaremos de una linterna o láser para iluminar la escena y poder enfocar en automático, una vez
conseguido pasaremos el enfoque a manual para que no varíe la distancia al pulsar el disparador.

Para asegurarnos la profundidad de campo enfocaremos al final del primer tercio según la ley de la hiperfocal. Para ello
:
también sería conveniente utilizar diafragmas cerrados y lentes angulares. Existen varias aplicaciones para móviles gratuitas
que nos calculan la hiperfocal.
Si nos resultara imposible enfocar en automático a la distancia que nos interesa, enfocaríamos de forma manual.

PRUEBA A CAMBIAR EL WB Y SOBREEXPONER/ SUBEXPONER.

En la ciudad tenemos iluminaciones con diferentes dominantes de color, podemos utilizar el WB luz día para captar esa
dominante, AWB para que nos lo corrija la cámara o cualquiera del resto de los WB para crear dominantes.

Las escenas nocturnas pueden ser difíciles de exponer con precisión. Esto se debe en parte a que, con frecuencia, hay
grandes áreas de oscuridad en la escena y en parte, a que diferentes exposiciones pueden dar resultados igualmente
buenos.
Como comprobaremos, si tenemos objetos muy luminosos y zonas muy oscuras la medición ponderada o matricial
no será la más adecuada, mejor usar una medición puntual en una zona con un valor medio.

Es muy útil disparar varias tomas de prueba, tanto por encima como por debajo de lo que nos sugiere el fotómetro
de la cámara. Para ello, sobreexponemos un par de puntos, y lo mismo para una toma subexpuesta. Con los
resultados en pantalla tendremos una buena medida de por donde tenemos que movernos.

PRÁCTICA DE BODEGÓN

Para iniciarnos en la técnica de iluminación de bodegón no necesitamos un costoso equipo de iluminación, nos basta
con la luz natural y una buena dosis de imaginación.
:
Foto: Rafael Sanz Lobato.

Una vez elegido el objeto u objetos a fotografiar tenemos que tener en cuenta una serie de puntos:

1. El Fondo. Debe armonizar y ayudar a crear el ambiente. Un color neutro ayuda a centrar el interés sobre el objeto.

Foto de Pilar Pequeño

2. El Objetivo. Hay que elegirlo según los motivos que queramos fotografiar. Un objetivo normal o un tele corto suele
ser una buena alternativa. Hay que tener cuidado con los grandes angulares, pues su ángulo de encuadre puede
hacer salir elementos ajenos al bodegón.

3. La Composición. Tenemos que situar el objeto más importante en el lugar que creamos mejor equilibrado en
nuestra imagen, lo comprobaremos por el visor hasta que quedemos satisfechos con el resultado. El equilibrio de la
composición se juzgará en base a la proporción de la totalidad del bodegón. Continuaremos con los demás objetos
hasta conseguir una armonía y equilibrio con el objeto principal.
Hay que tener en cuenta las sombras, pues son parte de la composición total. Las sombras deben de ir todas en la
misma dirección y no deben entorpecer la imagen.
Nos resultará de gran utilidad la realización de un bosquejo previo antes de empezar a trabajar.
:
Foto: Toni Catany.

4. La Profundidad de Campo. Es importante trabajar con la cámara sujeta a un buen trípode, porque además de
facilitarnos el poder hacer cambios en la composición sin variar el encuadre, nos permite disparar a velocidades
bajas pudiendo obtener diafragmas cerrados y conseguir enfocar todo el objeto.

5. La Sensibilidad (ISO). Dependiendo de nuestro objetivo podemos utilizar una sensibilidad u otra. En esta práctica
vamos a intentar utilizar una sensibilidad de 100 ISO para conseguir más calidad en nuestra imagen (más nitidez y
menos ruido), al mismo tiempo conseguimos más contraste.

6. La Iluminación. Al principio, hasta que nos desenvolvamos bien con los focos, vamos a utilizar una única fuente de
luz.
Si el foco se dirige directamente al objeto, es una luz dura y direccional, lo que provoca un fuerte contraste en la
escena.

Foto: Man Ray. Foto: Sudek.

Si ponemos algún tipo de difusor por delante de la fuente, la luz se volverá más envolvente y difusa, tendríamos
menos contraste en la escena.

También podemos “levantar las sombras” utilizando reflectores (cartulina blanca, poliexpan, etc.).
Debemos estar atentos a la posición de la luz respecto al bodegón y saber interpretarla. Una luz a 90º sólo nos
ilumina la mitad del objeto, a 45º nos daría más volumen y si la colocamos frente a la escena nos la aplanaría. La
altura de la fuente respecto al bodegón también hay que tenerla en cuenta porque podemos tener una sombra
:
alargada en posición baja y conseguir una más estrecha al subirla; incluso ocultarla completamente si la subimos
estando en una posición frontal respecto al objeto.

Foto: Chema Madoz. Foto: Nancy Fouts

LEYES DE COMPOSICIÓN

Para empezar podemos afirmar que la única regla en la fotografía es que no hay reglas. No obstante, tenemos múltiples normas de
composición que nos ayudarán a mejorar nuestras fotografías.

Regla de los Tercios

En la fotografía, la regla de los tercios es una forma de composición para ordenar objetos dentro de la imagen.
Esta regla consiste en dividir la imagen con dos líneas imaginarias paralelas y equidistantes de forma horizontal, y dos más de
forma vertical con las mismas características. Con ello conseguimos dividir la imagen en nueve fragmentos iguales.
La idea es encontrar los cuatro puntos de intersección de estas líneas, y usarlos para distribuir los objetos de la escena y también
usar estos puntos para ensalzar los elementos que nos interesen.
En este sentido, reseñar que existen cámaras que permiten visualizar una rejilla (grid
en inglés) para trabajar con los tercios, por lo que os animo a que reviséis el manual de
vuestra cámara si consideráis que os puede ayudar a la hora de mejorar la composición.

-Puntos de Intersección:
Los cuatro puntos de intersección sirven para colocar en ellos el centro de atención de
la composición y así conseguir una estructura con una estética atrayente y equilibrada.
Por regla general el punto de atención (o sujeto principal) se coloca en cualquier de los
cuatro puntos, y si hubiese un segundo punto de atención, éste se colocaría en el punto
opuesto diagonalmente.

-Ley del Horizonte: Otra forma de usar la regla de los tercios es la ley del horizonte
cuando hablamos de paisajes. Por norma general, esto significa que usamos las líneas
para ubicar el horizonte.
Si colocamos la línea del horizonte en la línea inferior (a 1/3) le damos prioridad al
:
cielo, y si colocamos la línea del horizonte en la línea superior (a 2/3) le damos prioridad a la tierra. Esta regla rige
independientemente de que la imagen la tengamos en formato horizontal o vertical.
Muy ligada a esta regla estaría la de descentrar el punto de interés.

Las Líneas Dominantes


Otra de las reglas que han de tener muy presente los fotógrafos son las líneas dominantes.
Éstas se usan para guiar el interés del espectador dentro de la escena fotografiada.

Se podría decir que podemos encontrar líneas dominantes en cualquier cosa. Las
podemos encontrar, horizontales, verticales, en curva u oblicuas.

Las líneas diagonales se consideran generalmente más "dinámicas", mientras que las líneas horizontales y verticales se consideran
más "estáticas". Un equilibrio cuidadoso de elementos estáticos y dinámicos dará un sentido global de movimiento a tus
fotografías.
Las curvas en "S" son un elemento muy recurrente en fotografía. Está relacionado con la sensualidad. También transmiten
movimiento y ayudan a conducir la mirada. En la vida cotidiana encontramos muchos recursos que nos permiten aplicar curvas en
"S" en nuestras fotografías: una carretera, un camino, el curso de un río... Son elementos visuales muy potentes que dan interés a
la fotografía.

Dentro de las líneas podríamos hacer una mención especial a dos casos especiales:
la mirada y la dirección del movimiento (líneas imaginarias).
-La mirada:
La mirada de una persona dibuja una línea dominante imaginaria. Esta mirada debe
ser destacada y respetada por el fotógrafo. En el momento que la persona
fotografiada mira hacia algún punto, el fotógrafo debe abrir el encuadre colocando
a la persona a un lado y dejando un espacio libre.

-La dirección del movimiento:


Una persona o un objeto que se encuentre en movimiento
también traza una línea dominante imaginaria. El trayecto
también puede dotar a la imagen de una mayor fuerza expresiva. Cuando la persona u objeto penetra en
la escena es recomendable abrir el encuadre y también dejar un espacio libre delante del objeto, con el
fin de multiplicar y potenciar la sensación de movimiento.

Cómo sacar partido a las líneas.


1. Experimenta con la Posición
Una posibilidad es, por ejemplo, situarte en el centro de las líneas convergentes, haciendo que el punto de unión de las líneas se
pierda en el infinito, hacia el centro de la fotografía.
:
2. Utiliza Lentes de Gran Angular
El uso de diferentes objetivos en fotografía puede hacer variar completamente el
impacto de las líneas convergentes en una foto. El uso de focales cortas suele ser
especialmente útil a la hora de utilizar el recurso de la convergencia de las líneas.
Este efecto es especialmente notable cuando nos situamos entre las dos líneas.

Punto de Vista
Partamos de la base que, por la naturaleza del ser humano, nuestra mirada se encuentra a una altura aproximada de entre 1,60/1,70
m. Nuestro punto de vista, por lo tanto, siempre está a esa altura y de forma frontal. Al ser de esta forma, obtenemos fotografías
formales, descriptivas y características, pero muy alejadas de la originalidad al ser demasiado previsibles.
La alteración del punto de vista nos ayuda a obtener diferentes enfoques y matices, además de descubrir aspectos no esperados.
Esto nos puede ayudar a captar más la atención del que visualice nuestras fotografías. Para ello, tenemos múltiples recursos
fotográficos que pasaremos a estudiar seguidamente.

Las más utilizadas por los fotógrafos son las siguientes:

-Picado:
Las imágenes obtenidas en picado, se realizan desde una posición más alta que el
elemento fotografiado. En este tipo de tomas se ha de tener mucho cuidado al
fotografiar a personas (sobre todo a niños) o animales, ya que, se tiende a deformar
las proporciones, sobre todo si se fotografía muy de cerca.
Otro problema es que disminuye la importancia del objeto fotografiado y se tiende a
ver de forma subordinada respecto al resto de la imagen.

-Cenital: Este tipo de imágenes se obtienen en un ángulo totalmente perpendicular al


suelo, o sea, a 90º (Desde arriba hacia abajo).
Este tipo de fotografías carecen de perspectiva al ser tomadas en un ángulo tan forzado, y además carecen de puntos de referencia
visuales respecto al horizonte.
:
-Nadir: Podríamos definirlo como la contraposición al plano cenital, es llevar al
extremo el plano contrapicado.

-Contrapicado: Hablamos de contrapicado cuando la fotografía se realiza desde


una posición más baja respecto al objeto fotografiado.Con la perspectiva que se
crea, el objeto se agranda visualmente, y se le imprime una sensación de poder y
fuerza.Su uso más frecuente es en fotografía de edificios, monumentos y
arquitectura, aunque también se usa para tomar imágenes de personas. Es este
último tipo de imágenes se confiere al sujeto una apariencia de superioridad y
poderío.

-Toma a ras de suelo: Estas tomas consisten en efectuar las fotografías al nivel del
suelo o del objeto. Gracias a este tipo de fotografías conseguimos un efecto
impactante al mostrar un ángulo poco frecuente e inusual. El ojo humano no está
habituado a observar el mundo desde este ángulo y así logramos sorprender al
espectador.

Formato del Encuadre


La elección del formato del encuadre también nos ayudará en la composición final de nuestras fotografías.
El modo usual de agarrar nuestras cámaras, hace que tengamos tendencia a usar el formato horizontal, ya que es la posición en la
que se encuentra el sensor de la cámara digital o la película en caso de ser cámara analógica. Esto hace que si no lo tenemos en
cuenta, abusaremos de esta orientación.
Existen cinco formatos para encuadrar nuestras fotografías:

-Formato horizontal: Este tipo de encuadre sugiere quietud, tranquilidad y suele usarse en fotografías de paisajes y en fotos de
grupos. La tendencia natural es la de usar este tipo de formato, por ser la orientación normal de todas las cámaras.
Por ser el formato usualmente utilizado para fotografiar paisajes también se le conoce como formato apaisado.

-Formato vertical: Este tipo de encuadre sugiere fuerza, firmeza y es el más utilizado para retratos. Se obtiene girando la cámara
90º. Este formato acentúa las líneas verticales y diagonales, confiriendo más contundencia a la escena y aumentando la sensación
:
de magnitud de la toma.
Cuando fotografiamos a una persona, ya sea en primer plano o cuerpo entero, utilizaremos preferentemente este formato. Algo
que debemos evitar al fotografiar a personas es dejar un excesivo espacio por encima de la cabeza o separarnos demasiado para
incluir el fondo.

-Formato inclinado: Este formato se obtiene inclinando la cámara en un ángulo intermedio entre el horizontal y el vertical.
Este encuadre transmite dinamismo y se usa principalmente para obtener fotografías creativas, ya que se sale de los cánones
más aceptados.

-Formato cuadrado:

Este formato es el que presenta las mismas medidas tanto verticales como
horizontales. Para obtenerlo debemos modificar físicamente la fotografía
recortándola, o bien usando un editor fotográfico, en caso de ser un archivo digital,
para redimensionar la imagen.
Usualmente se usa en fotografía científica por ser el tipo de formato que transmite
la información de forma más aséptica y limpia.

-Formato panorámico: Este formato es el que se caracteriza por ser


desproporcionadamente ancho respecto a la altura de la imagen. Se suele usar para fotografía paisajística. Gracias a las cámaras
digitales y a los programas de edición, podemos unir varias fotografías para conseguir imágenes en este formato.

Otra opción es la de usar objetivos llamados “ojo de pez”. Estos objetivos tienen
una desventaja, y es que distorsionan enormemente los extremos de la imagen,
aunque conseguimos fotografías de gran valor artístico precisamente por esa
deformación.

Simetría y Patrones
Estamos rodeados por la simetría y los patrones, tanto naturales como provocadas por el hombre, y que pueden hacer
composiciones muy llamativas, sobre todo en situaciones inesperadas.

La simetría. Se produce cuando centramos el motivo y se divide la imagen en dos partes, creando una sensación agradable. Hay
que intentar no abusar del mismo, para no ser monótonos y poco originales. Es fácil encontrar esta simetría en la fotografía de
edificios o en los reflejos del agua en un paisaje.

Enfoque Total o Selectivo.

El enfoque es otro de los recursos que podemos utilizar para mejorar la composición de nuestras fotografías. Según el tipo de
enfoque podemos resaltar a nuestra voluntad diferentes planos de la escena.
:
En el enfoque total intentamos que toda la escena esté, valga la redundancia,
enfocada. Es un tipo de enfoque muy recomendable cuando no queremos resaltar
ningún motivo en especial de la imagen respecto al resto. Normalmente estos
enfoques son recomendables en paisajes.

En el enfoque selectivo intentamos destacar algún objeto respecto al resto. Para esto, reducimos la profundidad de campo y
enfocamos el motivo que deseamos enfatizar. Gracias a esto evitamos que el observador se distraiga con elementos no deseados.
Hay un truco que podemos usar si queremos conseguir este efecto. El truco consistiría en fijar el objeto deseado mediante el
bloqueo del enfoque (pulsando el botón de nuestra cámara hasta la mitad), luego desplazamos el objetivo para buscar el encuadre
deseado y finalmente pulsamos el botón de la cámara hasta el final.
Así conseguimos destacar el motivo que queríamos y dejamos el resto de la escena desenfocada.

El Movimiento

Otro de los recursos que tenemos para dotar a nuestras fotografías de más dinamismo es jugar con el movimiento. Algo
paradójico si contamos con que la esencia de la fotografía es “congelar” escenas en movimiento.
Los dos efectos más frecuentes en relación al movimiento son:

-Congelación: Este efecto consiste en conseguir que un objeto que se encuentra en movimiento quede completamente congelado.
Es decir, la idea es proporcionar al espectador la visión de un instante que normalmente captaría en movimiento.

1/640 f 3.5 ISO100


:
-Desplazamiento: Con este efecto pretendemos captar el movimiento de una parte de la escena respecto al resto, que queremos
que permanezca congelada.
Hay que dejar un tiempo de exposición lo suficientemente lento para que el movimiento quede patente en la imagen. Al
conseguirlo, obtendremos una toma donde una parte quedará completamente congelada, y otra zona donde se apreciará el
movimiento.

1/15 F22 ISO100

Con un barrido fotográfico también se puede conseguir efectos parecidos.


Este efecto consistiría en fotografiar a un objeto en movimiento siguiéndolo con la
cámara, consiguiendo que dicho objeto quede nítido y el resto de la escena movida.

1/20 F5,6 ISO100

La Proporción Áurea
Tradicionalmente en el arte, durante muchos siglos, creció el mito desde los
antiguos griegos que el cuerpo humano estaba sujetos a una proporción numérica
específica, lo cual para ellos era esencial para dentro de sus cánones de belleza y
geometría. Conocida es la obsesión de los antiguos griegos por la búsqueda de la belleza relacionándola con las matemáticas.
Dicha proporción es conocida con los nombres de razón áurea, proporción áurea, media áurea o proporción divina. Aunque
las investigaciones, de hoy en día, revelan que no hay ninguna prueba que relacione esta proporción con la estética griega, ésta
sigue manteniendo un cierto atractivo como modelo de belleza.
Algunos de los ejemplos más fáciles los podemos encontrar en la distancia en la concha de los caracoles. También a la hora de
hacer fotografía macro de flores podemos aplicar esa “imaginaria” espiral que nos ayuda a componer. Pero tampoco podían
faltar las conocidas escaleras de caracol.

Identificar el Centro de Interés

Aunque se denomine centro, el centro de interés no tiene que ser necesariamente


el objeto que esté en el centro de la foto ni ser el objeto que ocupa la mayor parte
de la imagen. Es la primera regla de una buena composición, ya que es la más
importante. Simplemente decide antes de disparar el motivo sobre el que quieres
tomar la fotografía. Todo lo que hay que hacer a partir de ahí es enfocar el elemento
sobre el que queremos centrar el interés.

Rellenar el Encuadre.
Esta regla puede parecer bastante obvia, pero lo cierto es que muchas veces fallamos al aplicarla. Es el modo de eliminar
posibles elementos que resten atención.
Es un fallo demasiado común el querer sacar demasiadas cosas en una única foto. Al final, lo que conseguimos es que no quede
demasiado claro qué es lo que queríamos enseñar. Ante la duda de si algo debe salir o no en la foto, quítalo.

Los Elementos Repetidos


La repetición de algún elemento (unos globos, unos pájaros), dan un sentido de relación de distintas partes de una imagen.
Por ejemplo, una bandada de pájaros pueden estar moviéndose en grupo por el aire, definiendo formas interesantes en el cielo y
añadiendo información sobre la dirección de la fotografía.
En algunas ocasiones puede aportar factores psicológicos, como el sentido de la unión y el compañerismo.
:
Psicología del Color
Existen dos tipos de colores, los cálidos y los fríos.
Los rojos, naranjas y amarillos forman parte de la gama de colores cálidos.
Los azules, verdes y violetas forman parte de la banda de colores fríos.
Existen muchos elementos psicológicos ligados a los colores. Por poner un ejemplo, los azules se consideran colores tranquilos,
mientras que lo rojos son más temperamentales. Existe mucha literatura al respecto de la psicología del color, por lo simplemente
resumiremos que el color tiene una importancia determinante en la composición.

El Interés de los Grupos de Tres

Parece existir una percepción especial de los números impares en fotografía, y en especial de los grupos de tres elementos.
Un único elemento puede transmitir soledad o aislamiento, con dos elementos una foto puede quedar demasiado bien equilibrada
y estática, y cuatro elementos pueden resultar demasiados para distribuir.
Por algún motivo que no se explicar, a las personas nos gusta el número 3. En fotografía suele funcionar la agrupación de tres
elementos como centro de interés.

El Espacio Negativo

Se considera espacio negativo los grandes espacios vacíos, normalmente en blanco


o negro, dentro de una fotografía, normalmente a un lado.
El alejamiento del elemento central de la imagen, rellenando el resto de la foto de un espacio vacío nos permite transmitir una
información adicional de soledad, aislamiento o calma a la imagen.
Aunque no es un recurso que vayamos a utilizar habitualmente, no está de más conocerlo. Está enfrentada a la regla de
composición consistente en rellenar el encuadre comentada más arriba.
:
El Enmarcado
Existen elementos que pueden ayudar a poner un marco al centro de interés de la foto.
Algunos de estos elementos son muy claros, tapando completamente parte de la foto, como puertas, ventanas o puentes.
Otros actúan de una forma menos clara, simplemente orientando nuestra vista. Es el caso de las señales de tráfico, las ramas de
los árboles, etc.
Cualquier elemento que "encierre" el centro de interés nos permitirá enmarcar la foto, dirigiendo la atención hacia el elemento
deseado.

La textura
Siempre que queramos evocar sensación de tacto hay que “jugar” con la posición de la cámara respecto al objeto y su
iluminación.
Un tacto rugoso y áspero queda potenciado con una iluminación dura. Del mismo modo un tacto suave quedará potenciado con
una iluminación difusa.

El Contraste
El contraste se define como la diferencia de luminosidad entre las partes más claras y más oscuras de nuestra foto.
Es el factor que hace que el sujeto principal resalte sobre el fondo. Un sujeto iluminado por el sol, por ejemplo contrastará
vivamente con el fondo de sombras. Los contrastes cromáticos pueden igualmente servir para diferenciar al sujeto del fondo.
:
Sin duda un objeto luminoso resulta mucho más impactante si se le coloca sobre un fondo oscuro y viceversa. Igual pasa si
utilizamos colores contrastados para lograr que destaque el elemento principal de la fotografía.
Otra forma de componer nuestras imágenes es jugar con la temperatura de color de la escena, mezclando y contraponiendo tonos
fríos y cálidos.

Equipo y accesorios para macrofotografía.

Existen numerosos temas en la naturaleza, como insectos, flores, pequeños hongos, etc. Que requieren un equipo especial
de acercamiento. Este tipo de fotografía recibe el nombre de macrofotografía o fotomacrografía para los más puritanos.
En el mercado tenemos diversos tipos de accesorios con los que podemos iniciarnos en la fotografía del mundo de lo
diminuto, y algunos de ellos están al alcance de cualquier bolsillo.

Lentes de aproximación
:
Son el método más barato y sencillo para adentrarnos en la macrofotografía. Además son muy fáciles de emplear y no
afectan a la exposición.
Las más sencillas consisten en una lente que se enrosca en el objetivo igual que cualquier filtro. Su aumento viene dado en
dioptrías; las más usadas son de +1, +2, +3. Hay otras de tipo zoom que permiten un aumento variable. Por último las lentes
acromáticas están formadas por varios elementos ópticos para obtener una mayor calidad.
Es posible utilizar más de una lente a la vez, en cuyo caso hay que colocar la de mayor aumento pegada al objetivo.
Las lentes pueden producir una pérdida de nitidez, especialmente si utilizamos más de una. Para lograr la mejor calidad
posible es recomendable emplear aberturas de diafragma pequeñas.
Podemos encontrarlas a partir de unos 15 ó 20 €.

Anillos de inversión
El aro de inversión nos permite notables aumentos con un desembolso económico mínimo. Se trata de un anillo que se
monta sobre la cámara y permite enroscar sobre él un objetivo colocado al revés.

Los anillos de inversión simples son ligeros, pero no guardan los automatismos de la cámara.

Para muchos modelos de cámaras existen los anillos de inversión automáticos, que nos dejan seguir trabajando con el
enfoque automático y el diafragma, aunque son más caros y de mayor volúmen que los simples.

Tubos de extensión
Son unos tubos que se suelen vender en conjuntos de 3 de distinto tamaño y carecen de lentes.
Al colocarlos entre la cámara y el objetivo obtenemos una mayor distancia entre la óptica y la película, lo cual disminuye la
distancia mínima de enfoque permitiéndonos acercarnos más al objeto fotografiado.
:
Normalmente mantienen los contactos electrónicos entre la cámara y el objetivo, y pueden utilizarse juntos o por separado,
según el aumento que queramos obtener. Por otra parte disminuye la luminosidad del objetivo, por lo que suele ser
necesario el empleo de flash.

También son relativamente económicos.

Fuelle de extensión
Consiste en un fuelle de tipo acordeón montado sobre unas barras de desplazamiento. En los extremos del fuelle se montan
la cámara y el objetivo.
El principio de funcionamiento es el mismo que el de los tubos de extensión, pero en este caso se obtienen mayores
aumentos, y mayor control sobre la separación entre cámara y objetivo. Como contrapartida casi siempre se pierden las
conexiones y por tanto los automatismos. Igual que en el caso de los tubos, el fuelle también disminuye la luminosidad del
objetivo.

Objetivos macro
Este tipo de objetivos están diseñados especialmente para fotografía de acercamiento y son muy versátiles. Suelen ser
auténticos macro, es decir, permiten una relación de reproducción de 1:1 , esto es, el objeto se plasma en el negativo con su
tamaño real, aunque el algunos caso la relación de reproducción es de 1:2, o sea, la mitad.
Se presentan en distintas distancias focales, normalmente 55mm., 105mm. Y 180mm. Cuanto mayor es la distancia focal
mayor es también la distancia mínima de enfoque, lo cual facilita las tareas de iluminación.

Algunos objetivos zoom permiten hacer fotografías de acercamiento, pero aunque se autodenominan macro no lo son
realmente, puesto que su relación de reproducción suele moverse en torno a de 1:4.
Se pueden acoplar todos los accesorios anteriores a los objetivos macro para obtener mayores amentos.
:
Podemos encontrar objetivos de este tipo en el mercado a partir de unos 150 ó 200 €.

Iluminación
En macrofotografía es muy frecuente la pérdida de luminosidad, lo cual obliga bien a utilizar velocidades pequeñas de
obturación, bien a emplear aberturas de diafragma grandes, lo cual disminuye la ya de por si escasa profundidad de campo.
Para solucionar este problema lo mejor es utilizar uno o varios flashes.
Existen flashes especiales para macrofotografía, como los flashes anulares, que tienen forma de un anillo que se coloca en
el objetivo. Son sencillos de usar y funcionan bastante bien con algunos motivos y cuando el fondo esté pegado al objeto que
fotografiamos. Sin embargo su iluminación es plana y sin sombras.

La mejor opción para el principiante es utilizar dos unidades de flash, mejor de pequeña potencia, ya que los colocaremos
bastante cerca del motivo, unidos a la cámara mediante un cable sincronizador.

Otros accesorios
Un trípode es un elemento esencial para la macrofotografía, para evitar que la cámara vibre y mantenerla estática mientras
componemos la imagen y enfocamos, pues un leve movimiento puede desenfocar el motivo. Los especiales para
macrofotografía, con posibilidad de invertir la columna, variar la longitud e inclinación de las patas etc., son bastante caros,
pero el principiante puede comenzar con uno sencillo y económico.
:
Los carriles o bases de enfoque son otro elemento muy útil, aunque el principiante puede prescindir de él al menos al
principio. Suelen ajustarse a la base de la cámara y permiten regular el enfoque acercando o alejando la cámara al objeto.

EL RETRATO.

1.Inmortalizar el alma.

La capacidad que tiene el fotógrafo para modificar la realidad está en función de parámetros y variables tales como
el ángulo de la toma, el de la incidencia de la luz sobre la persona, de la definición del objetivo utilizado para plasmar
el detalle, de la capacidad del obturador de congelar movimientos fortuitos y de las características de sensibilidad y
matices ofrecidos por la película o el sensor utilizado.
La toma frontal y en primer plano de una persona es la más admitida para reflejar la auténtica personalidad del
retratado. Sin embargo, una de las cuestiones más importantes que debemos tener en cuenta es que el carácter se
manifiesta de otras muchas maneras. La forma de sentarse, de estar de pie, de andar o de ladear el cuello
constituyen reflejos intrínsecos de cada personalidad.

Foto: Philippe Halsman.

2. Descubrir el detalle.

Para muchos fotógrafos profesionales las manos, después del rostro, son las partes más expresivas del cuerpo. En
:
lo concerniente a la cara, los ojos equivalen al primer foco de atención en la mayoría de los retratos. Sin embargo,
hay que maravillarse de las posibilidades expresivas que tienen otras partes del cuerpo o incluso simples siluetas de
las mismas.
Existen dos posturas básicas por parte del fotógrafo ante el sujeto: exigirle que adopte una expresión concreta o
simplemente observarle e intentar captar sus expresiones. Cualquiera de los dos métodos es válido si conseguimos
ganarnos la confianza de nuestro personaje.

Foto: Isabel Muñoz.

3.Valor añadido.

Aunque no dispongamos en un momento determinado de una cámara siempre podemos estudiar por ej., la obra de
otros fotógrafos, las expresiones de los rostros de los modelos y las combinaciones de aquellos elementos que, en
general, permiten las expresiones de rostros y otras partes del cuerpo humano.
En algunas escuelas de actores se afirma que el control de las sutilezas en la expresión puede ser labor de una vida
entera. Sin embargo, tendremos recorrido gran parte del camino si ponemos en práctica lo que llevamos
aprendiendo desde pequeños sobre los diferentes mensajes encerrados en los gestos y en las expresiones faciales.
Contar con modelos profesionales es siempre una ventaja para garantizar el éxito en el retrato. Sin embargo,
también hay quien sostiene que en estos casos es mucho más difícil escudriñar la verdadera personalidad del sujeto.

Foto: Robert Maplethorpe

4. Recursos Técnicos.

Con respecto al control de la luz, conviene recordar que siempre resulta más agradable utilizar una luz suave como
la proporcionada por una ventana con un visillo o un flash rebotado a un techo blanco, que la luz directa del flash,
:
que anula texturas y sombras.

Los medios que tenemos a nuestro alcance para conferir rasgos insólitos a nuestros retratos son numerosos. El uso
de un gran angular, por ejemplo, puede ayudarnos a deformar las proporciones de un rostro acercando la cámara lo
suficiente para ello. La elección de un ángulo de la toma extremadamente alto o bajo, también puede ayudarnos en
este sentido. La utilización de encuadres originales nos permite la inclusión de terceras personas o elementos que
apoyan o distorsionan el papel de nuestro protagonista, así como el recorte no convencional de áreas del rostro.

Foto: Platon

La utilización de velos que oculten parcialmente el rostro o de superficies brillantes que lo reflejen o le distorsionen,
pueden servirnos en este sentido. Los rostros enmascarados ocultos o semiocultos por las propias manos o una
simple tela suelen resultar misteriosos y desconcertantes. La lucha del fotógrafo se lleva a cabo normalmente contra
la propia imaginación, más que contra la técnica.

Foto: Irving Penn

La nitidez, el contraste y la definición no son siempre las cualidades técnicas para conseguir buenas imágenes con la
figura humana como tema. Centrándonos en nuestra experiencia cotidiana, raramente contamos con buenas
condiciones de luz y tiempo suficientes para escrutar el físico de una persona. Rostros que pasan en un coche veloz,
personas ubicadas tras los cristales de una ventana, condiciones de escasa iluminación, son situaciones habituales
que declaran la guerra a la supuesta objetividad fotográfica. Sin embargo, estas condiciones son capaces de crear
por sí mismas imágenes llenas de espontaneidad e incluso misterio. Si fotografiamos a través de un cristal sucio o
empañado, por ej., parecerá como si la cámara se hubiese sumergido por un instante en un mundo que perteneciese
a otra dimensión. Estas imágenes teóricamente inacabadas, son capaces de contar una historia parcial al
espectador. Este tipo de imágenes tienen muchas aplicaciones en la ilustración de portadas.
:
Foto: Lillian Bassman.

5. Encuadrar la figura.

El encuadre muy ajustado de una sola figura tiende a requerir un formato vertical. El tema se complica cuando
nuestro sujeto no ocupa la mayor parte del cuadro. En este caso debemos plantearnos la posición que ocupará en la
composición global. La sugerencia inmediata es que huyamos en lo posible de una ubicación perfectamente
centrada. Ya hemos comentado que situar el motivo principal en el centro del encuadre puede restar interés a la
composición, debido al estilismo que suele acompañar a este tipo de imágenes. Pensemos, por ej. en un rostro de
perfil tomado con un encuadre horizontal, en este caso, tendremos espacio vacío en uno de los extremos o en
ambos lados de la imagen. A efectos de diseño, suele ser más satisfactorio que la zona vacía esté hacia donde mira
el personaje.

Foto: Terry O´Neill

Independientemente de estas consideraciones, nuestra preocupación fundamental como fotógrafos debe ser la de
encuadrar al sujeto en la dinámica de la escena. Si existe una diagonal ostensible (un camino, un río, una valla, etc.),
debemos pensar cómo relacionarla con nuestro protagonista. Si existen marcos naturales o artificiales como puertas
o entradas de grutas.
:
Foto: Robert Mapplethorpe

6. Figura y Contexto.

Dado por sentado que una de las finalidades del retrato es la captación de la forma de vida y de la personalidad del
sujeto, la manera de enmarcarlo en su actividad laboral o en su casa aporta una información adicional significativa.
Aunque hay algunos autores que defienden que fotografiar a una persona dentro de su contexto debe ser
espontánea, ya hemos comentado que el fotógrafo debe explorar y decidir, gracias a su experiencia, el punto de
vista, el encuadre y la iluminación óptimos.

Foto: Annie Leibovitz

Dentro de la balanza general, en el otro platillo (el que no es técnico) debemos cuidar la expresión del sujeto. Por lo
general, la fotografía de una persona que cree no ser observada resulta más convincente si la composición está
desequilibrada o presenta alguna imperfección, al menos desde la óptica de los amantes de la fotografía
espontánea. Si esta circunstancia de espontaneidad no puede darse, no nos queda más remedio que ganarnos la
confianza del sujeto y conseguir que esta se encuentre lo más relajado posible ante nuestra presencia y la de la
cámara.
Una técnica para conseguirlo es pedirle a nuestro interlocutor que vaya haciendo alguna actividad en la que se
mantenga ocupado mientras que nosotros le fotografiamos. Si nos sale bien conseguimos que nuestro sujeto nos
pierda de vista o, al menos, no esté pendiente de nosotros.
Por regla general, siempre resulta una ayuda saber algo sobre el ambiente laboral o doméstico de la persona que
vamos a fotografiar, ya que, en el caso contrario, será muy difícil escoger la forma adecuada de presentarla.

7. Planos.

Podemos encuadrar la figura humana en relación a unas líneas de corte horizontales que están en el mentón, en el
cuello, en el pecho, en la cintura, a la altura de medio muslo, y bajo las rodillas:

Primerísimo primer plano: aquél que presenta al sujeto desde la frente hasta el mentón.
:
Foto: Mario Testino.

Primer plano: se encuadra desde la cabeza hasta la altura de los hombros o el cuello.

Foto: Lee Jeffries

Plano medio corto: aquél que presenta al sujeto desde la cabeza hasta el pecho.

Foto: Ouka Leele

Plano medio: aquél que presenta al sujeto desde la cabeza hasta la cintura.
:
Foto:Annie Leibovitz

Plano americano o 3/4: aquél que presenta al sujeto desde la cabeza hasta el medio muslo o por debajo de la rodilla.

Foto: Helmut Newton

Plano general: aquél que presenta al sujeto desde la cabeza hasta los pies.

Foto: Richard Avedon.


:
Plano detalle: muestra un detalle de la persona.

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