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INTEGRANTES:
ESMIRNA LISET CANO IZAGUIRRE EST2154718
JOSE CARLOS SANDOVAL ELVIRA EST2013818
YESY VARGAS
INTRODUCCION.......................................................................................................3
CAPITULO I...............................................................................................................4
Biografía.................................................................................................................4
CAPITULO II..............................................................................................................8
Cuestiones preliminares.........................................................................................8
CONCLUSION.........................................................................................................16
REFERENCIAS.......................................................................................................17
INTRODUCCION
H. Hart fue ex agente de inteligencia y profesor británico, pasó un año en la
Universidad de Harvard como visiting scholar. El dato revelador es que la
invitación le fue hecha para incorporarse a las actividades tanto de la Escuela de
Derecho como a las del Departamento de Filosofía. Eran años difíciles. Concluida
la Segunda Guerra Mundial y librada Europa (y el mundo) del yugo del nazismo,
surgieron cuestionamientos de cómo fue posible que un mal tan radical se hubiera
afianzado en Alemania, uno de los pináculos culturales de Occidente. Por razones
obvias, el gremio de los juristas fue llamado a rendir cuentas, pero no sólo ellos.
Durante mucho tiempo se acusó a los teóricos positivistas de pasividad, e incluso
de complicidad, ante los graves desmanes cometidos por los lugartenientes de
Adolf Hitler -la máxima Gesetz als Gesezts, se pensaba, nos colocó frente al
abismo totalitario-. Contra corriente en esos días turbulentos, el profesor en
cuestión siempre se dijo incardinado dentro de la tradición de pensamiento jurídico
positivista, sujeto a severa crítica como lo estaba.
En pleno revival de doctrinas de derecho natural, H. L. A. Hart se batió en defensa
del positivismo jurídico, de la distinción entre el “derecho que es” y el “derecho que
debe ser” considerada durante mucho tiempo el núcleo de dicha posición. Y
pasados los años, el juicio sobre su producción intelectual es casi unánime:
estamos ante el teórico del derecho más grande de la segunda parte del siglo XX.
Ahora bien, ¿cuál ha sido su contribución a la teoría y la filosofía del derecho? ¿En
qué medida nuestra comprensión del fenómeno jurídico es deudora de las
distinciones y categorías acuñadas por él? y, por otra parte, ¿cuáles son sus
aportaciones más allá de dicho ámbito? ¿Cuáles son, en fin, los aspectos más de
su obra… del positivismo?
CAPITULO I
HERBERT LIONEL ADOLPHUS HART
Biografía
Herbert Hart nació en 1907, hijo de Rose Samson Hart y Simeon Hart, en
Harrogate1, a donde sus padres se habían mudado desde el East End de
Londres . Su padre era un sastre judío de origen alemán y polaco; su madre, de
origen polaco, hija de exitosos minoristas del comercio de ropa, manejaba las
relaciones con los clientes y las finanzas de su empresa. Hart tenía un hermano
mayor, Albert, y una hermana menor, Sybil.
Durante la Segunda Guerra Mundial , Hart trabajó con el MI5 , una división de la
inteligencia militar británica que se ocupaba de desenterrar a los espías que
habían penetrado en Gran Bretaña, donde renovó las amistades de Oxford,
incluido el trabajo con los filósofos Gilbert Ryle y Stuart Hampshire . Trabajó en
estrecha colaboración con Dick White , luego director del MI5 y luego del MI6 .
Hart trabajó en Bletchley Park y fue colega del matemático y descifrador de
códigos Alan Turing.
Hart se casó con Jenifer Fischer Williams , funcionaria, más tarde funcionaria
superior, en el Ministerio del Interior y, más tarde, historiadora de Oxford en St
Anne's College (especializada en historia de la policía).
En 1952, Hart fue elegido profesor de jurisprudencia en Oxford y fue miembro del
University College de Oxford de 1952 a 1973. 3 Fue en el verano de ese año
cuando comenzó a escribir su libro más famoso, The Concept of Law, aunque no
se publicó hasta 1961. Mientras tanto, publicó otra obra importante, Causation in
the Law (con Tony Honoré) (1959). Fue presidente de la Sociedad Aristotélica de
1959 a 1960. Dio la conferencia Master-Mind de 1962. 4
Hart se casó con Jenifer Fischer Williams , funcionaria, más tarde funcionaria
superior, en el Ministerio del Interior y, más tarde, historiadora de Oxford en St
Anne's College (especializada en historia de la policía). Jenifer Hart fue, durante
algunos años a mediados de la década de 1930 y desapareciendo por completo al
final de la década, un miembro "durmiente" del Partido Comunista de Gran
Bretaña. Tres décadas después, Peter Wright la entrevistó por haber estado en
condiciones de haber pasado información a los soviéticos, ya Wright, el cazador
de espías oficial del MI5, le explicó su situación; Wright no tomó ninguna medida.
De hecho, su trabajo como funcionaria se desarrollaba en campos como la política
familiar, por lo que no habría interesado a los soviéticos. 5 La persona que la
reclutó, Bernard Floud, entrevistado por Wright poco después, sostuvo que no
recordaba haberlo hecho nunca. Su marido tampoco estaba en condiciones de
transmitirle información útil, a pesar de las vagas sugerencias de los periódicos,
dada la clara separación de su trabajo del de asuntos exteriores y su enfoque en
3
Darwall-Smith, Robin (2008). Una historia de University College, Oxford. Prensa de la Universidad
de Oxford. págs. 486, 492–4, 501, 504, 513, 536.
4
"Conferencias de la mente maestra". La academia británica.
5
Obituario de Jenifer Hart , Daily Telegraph , 9 de abril de 2005.
los espías alemanes y los traidores británicos más que en asuntos relacionados
con el aliado soviético. De hecho, Hart era anticomunista.
Los Hart tuvieron cuatro hijos, entre ellos, tarde en la vida, un hijo discapacitado, el
cordón umbilical envuelto alrededor de su cuello había privado de oxígeno a su
cerebro. El niño era, a pesar de su discapacidad, capaz de realizar observaciones
notables en ocasiones. Como filósofo, Hart había estado interesado durante
mucho tiempo en el problema mente-cuerpo y, por lo tanto, en cierto sentido
estaba interesado profesionalmente en su hijo, así como emocionalmente
involucrado, aunque solo fuera porque su hijo era una prueba de primera mano de
lo complejo e impredecible naturaleza de la relación entre mente y cuerpo.
Hart murió en Oxford en 1992, a los 85 años. Está enterrado en el cementerio d5e
Wolvercote , que también contiene la tumba de Isaiah Berlin.
Hablar de Hart es hacer referencia a una de las principales figuras del siglo XXI,
especialmente en cuanto se refiere al derecho alemán, reconocido por su célebre
obra: “El concepto del Derecho”, publicada en 1963, en la que se encuentra, para
muchos, su principal legado. En esta obra Hart parte de la reconstrucción de una
teoría donde explica el derecho como un conjunto de ordenes generales
respaldadas por amenazas emitidas por un soberano, cuyas características más
apremiantes son –la independencia y supremacía - y generalmente la obediencia
debida. Así mismo en sus diez capítulos, el autor aborda diferentes conceptos
desde las normas jurídicas, las reglas primarias y secundarias, el sistema jurídico,
la moral y el derecho internacional.
Herbert Hart, es la figura más importante de la filosofía jurídica anglosajona del
siglo XX. Este filósofo británico, se ubica dentro de la corriente del positivismo,
entendido este como El Positivismo es una corriente o escuela filosófica que
afirma que el único conocimiento auténtico es el conocimiento científico, y que tal
conocimiento solamente puede surgir de la afirmación positiva de las teorías a
través del método científico. El positivismo deriva de la epistemología que surge
en Francia a inicios del siglo XIX de la mano del pensador francés Augusto Comte
y del británico John Stuart Mill. Según esta escuela, todas las actividades
filosóficas y científicas deben efectuarse únicamente en el marco del análisis de
los hechos reales verificados por la experiencia.
Aunque en sus inicios Hart comparte una lectura del positivismo jurídico parecida
a la de Kelsen, pero sin la influencia kantiana que tiene este –kelsen-, se orienta
más con un matiz de la filosofía analítica del lenguaje ordinario.
CAPITULO II
POSITIVISMO METODOLOGICO H. HART
Herbert Hart se enrolla dentro de la llamada Analytical jurisprudente, corriente del
positivismo para la cual el análisis del lenguaje resulta un elemento fundamental a
fin de una mejor comprensión del derecho.
Cuestiones preliminares
Con esa pasión con la que el hombre ha intentado comprender su devenir, sus
circunstancias propias, las causas de su origen y de su existencia, desde tiempos
inmemoriales se ha intentado descubrir, o mejor, definir, el concepto de ese
conjunto de reglas que han gobernado la existencia humana socialmente
entendida, aquello que genéricamente se ha denominado DERECHO y que por
ende tiene que dejar entrever conceptos de positividad, vigencia y eficacia de la
norma jurídica.
Al hacer referencia a lo que los autores han denominado el concepto del derecho
necesariamente debemos ubicarnos en dos corrientes fundamentales: El
Iusnaturalismo y el Iuspositivismo.
Hart plantea que el derecho no se puede definir al estilo de Austin y Kelsen, más
bien proclama la idea de Reglas Primarias y Secundarias.
Nos referiremos a los bosquejos básicos que el autor trae sobre los tópicos que
surgen de las tres preguntas: a) La relación del derecho con las órdenes
respaldadas por amenazas; b) La relación de la obligación jurídica con la
obligación moral; y c) Las reglas primarias y secundarias.
Porque las normas no dependen del soberano, (en un caso dado éste
puede desaparecer, pero las normas continuarán).
Porque algunas normas limitan las potestades legislativas del soberano
(v.g. algunas lo cobijan a él)
Porque algunas normas surgen de la costumbre y no del soberano.
Porque existen normas que no imponen sanciones, por ejemplo las que
facultan para hacer algo (p. ej. suscribir un contrato u otorgar un
testamento).
Hart rechaza la teoría de Austin porque no la concibió bajo el perfil de una “regla”,
la cual busca que la persona no se vea obligada a algo, sino que tenga la
obligación de algo. Esto quiere decir, en términos simples, que para Hart el
derecho debe surgir de la conciencia de las personas para acatar mutuo propio las
normas, sin que tenga que subsistir una agresión psicológica o una amenaza para
inducir a la obediencia.
Expresa Herbert. Hart: “Las ideas de orden, hábito, obediencia y amenaza son
adecuadas para dar cuenta de la situación del asaltante, pero no de la práctica
social de una comunidad regida por reglas jurídicas”. 6
6
LA DECISION JUDICIAL. El Debate Hart – Dworkim. Estudio preliminar de Cesar Rodríguez-
Bogotá: Siglo de Hombre Editores. Facultad de Derecho, Universidad de los Andes, 1997.
7
CONSEJO SUPERIOR DE LA JUDICATURA. Sala Administrativa. Filosofía del Derecho. Pablo
Raúl Bonorino y Jairo Iván Pena Ayaco. Edit. Universidad Nacional de Colombia, Facultad de
3. Las reglas primarias y secundarias.
El paso de una estructura social pre-jurídica a un orden jurídico Luego de esta
breve referencia a los criterios básicos de Hart con relación a las otras teorías del
positivismo y el naturalismo, situémonos ahora en lo que son sus bases filosóficas,
lo que desde su cátedra en la universidad de Oxford denominó REGLAS, bajo los
parámetros de Primarias y Secundarias.
Por su característica parroquial las reglas primarias tienen serios defectos que
impiden su configuración o surgimiento al mundo del derecho. Hart cita tres
defectos básicos: La falta de certeza (porque en ese pequeño grupo primitivo no
se sabe a ciencia cierta cuales son las reglas predominantes y cuál es su
alcance); el carácter estático (porque las normas, pese a que van perdiendo
aplicación, siguen existiendo de manera aislada; esto impide la evolución del
grupo); y la indiferencia (por la difusa presión social, siempre habrá discusiones
sobre si una regla admitida ha sido o no violada, pues no existe un órgano que
dirima los conflictos).
Dice el autor: “Mientras las reglas primarias se ocupan de las acciones que los
individuos deben o no hacer, estas reglas secundarias se ocupan de las reglas
Así entonces podemos decir que esta regla es, quizá, la base principal de la teoría
Hart, toda vez que en ella se concentra su pensamiento positivista y se demarca
su alejamiento de la moral como asiento de convivencia.
De todo lo anterior, surgen (según Hart) las bases para llegar al concepto del
derecho. Así pues, “Si recapitulamos y consideramos la estructura que ha
resultado de la combinación de reglas primarias de obligación con las reglas
secundarias de reconocimiento, cambio y adjudicación, es obvio que tenemos
aquí, no sólo la médula de un sistema jurídico, sino una herramienta muy
poderosa para el análisis de mucho de lo que ha desconcertado tanto al jurista
como al teórico de la política”.
Así las cosas, para Hart esa mezcla de reglas permite que cada uno de nosotros
se plantee una idea de lo que es el derecho basado en la existencia de reglas
claras. Además, dice el autor, su teoría enriquece el trabajo del jurista porque le
facilita entender el concepto de obligación, derecho subjetivo, validez, fuentes del
derecho, legislación y jurisdicción; mientras que al estudioso de la política le
permite deducir las definiciones de Estado, autoridad y funcionario.
La teoría de Hart partió del hecho de que para explicar al derecho por lo menos se
requieren dos tipos de reglas; las primarias que establecen los derechos y
deberes, y las secundarias, que son las que permiten la modificación de las reglas
primarias, las que confieren poderes y potestades, y las que facultan a la autoridad
para su aplicación a un caso concreto. Empero, el derecho no está dirigido
solamente a ciudadanos cultos y peritos en la materia, por lo que era menester
explicar cómo los agentes a quienes se dirigen las reglas las conocen, y para ello
se valió del aspecto interno y externo del derecho, y principalmente de la regla de
reconocimiento.
El punto de vista interno es la percepción que tienen los agentes que forman parte
de la sociedad regulada por ese orden; en tanto que el punto de vista externo es
aquel en que los agentes son observadores que no pertenecen a la sociedad
regulada por ese orden normativo. Este último punto de vista nos proporciona
regularidades observadas en la conducta de los agentes, pero no nos ayuda a
describir plenamente el funcionamiento del derecho, por lo que es menester
recurrir al punto de vista interno, el cual está vinculado a una manera de identificar
lo que el derecho ordena, impide, o limita, de lo que una regla moral o de etiqueta
ordenan. Pero para explicar la distinción, fue necesario crear a la regla de
reconocimiento, cuya aportación a la comprensión del derecho como sistema
normativo fue muy importante.