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ET Estatuto Tributario
INTRODUCCIÓN
El fenómeno de la globalización ha potencializado el desarrollo de transacciones
comerciales y la realización de inversiones fuera de las fronteras de los Estados.
Dichas transacciones tienen impacto en lo tributario. En principio, los efectos
fiscales de una transacción transfronteriza están regulados por las legislaciones
domésticas de los Estados. Lo anterior resulta problemático pues el contribuyente
estará potencialmente sujeto a los fenómenos de doble imposición económica y/o
jurídica, en virtud de los cuales un mismo ingreso se grava dos o más veces en
Estados diferentes.
Como respuesta a estos fenómenos, la comunidad internacional, desde comienzos
del siglo XX con la creación de la extinta Liga de Naciones, ha adoptado una serie
de instrumentos creados en el seno de organizaciones internacionales como la
OCDE y la ONU, que constituyen el hilo conductor de la denominada política fiscal
internacional.
De acuerdo con los objetivos de política económica, las soluciones a los fenómenos
de doble imposición se abordan desde dos sistemas distintos: desde la perspectiva
de la neutralidad en la importación de capital y de la neutralidad en la exportación
de capital. Los países que adoptan el primer sistema propenden por la neutralidad
en la tributación de las inversiones que provienen del extranjero. De esta manera,
la política fiscal gira en torno a la garantía de condiciones tributarias paritarias para
los inversionistas extranjeros y los residentes. Así, para evitar el fenómeno de la
doble imposición, bajo el sistema de neutralidad en la importación de capital, los
ingresos generados por inversiones extranjeras resultan exentos de impuestos.
Por su parte, el sistema de neutralidad en la exportación de capital propende por la
protección de los residentes que deciden realizar inversiones en el extranjero. Bajo
este sistema, los residentes no pueden estar gravados de una manera menos
favorable que los extranjeros, razón por la cual la misma carga tributaria se aplica a
los residentes que inviertan en el país de residencia o en el exterior. Para evitar el
fenómeno de la doble imposición, bajo el sistema de neutralidad en la exportación
de capital, los impuestos pagados por residentes en el exterior pueden acreditarse
en el Estado de residencia.
1
Abogado de la Universidad del Rosario. Especialista en Derecho Tributario de la misma
Universidad. LLM en Derecho Tributario Internacional y Europeo de la Universidad de Maastricht
(Países Bajos).
No obstante, las políticas económicas deben aplicarse de manera coordinada para
que las respuestas al fenómeno de la doble imposición sean efectivas. Los
regímenes tributarios de los Estados deben coordinarse y articularse, de suerte que
los poderes tributarios se distribuyen y se limiten para que las transacciones
transfronterizas se graven de manera proporcional.
Con el objeto de distribuir y limitar el poder tributario, en el seno de organizaciones
internacionales como la OCDE y la ONU se han adoptado los denominados Modelos
de Convenio para prevenir la Doble Imposición, que sirven de base para la
suscripción de tratados internacionales entre Estados para regular los fenómenos
de doble tributación. Estos tratados internacionales se denominan Convenios de
Doble Imposición (CDI).
Por regla general, los tratados internacionales tienen aplicación prevalente sobre la
legislación interna. En el caso colombiano, una vez se surte la aprobación del
tratado a través de ley en el Congreso de la República y la Corte Constitucional
ejerce el control constitucional automático dispuesto por la Carta Política, las
transacciones transfronterizas entre Colombia y el Estado parte del CDI
internacional estarán reguladas por este.
El presente documento pretende servir de guía para los funcionarios de la
Administración Tributaria que se enfrentan a cuestiones relativas a la aplicación de
los Convenios de Doble Imposición. Para tales efectos, se presentará: en una
primera parte, una visión general del problema de doble imposición y los conflictos
entre los poderes tributarios, en una segunda parte los presupuestos objetivos y
subjetivos de aplicación de los CDI, en una tercera parte las disposiciones generales
sobre residencia para culminar con algunas generalidades del procedimiento de
mutuo acuerdo.
NOTA PRELIMINAR
El presente documento se elabora con base en las disposiciones del MOCDE en su
versión de 2017 y sus respectivos comentarios y de la Decisión 578 de la CAN. El
funcionario debe tener en cuenta que: i) el texto que debe observar para resolver
cuestiones de derecho tributario internacional reguladas por CDI es el del tratado
entre Colombia y el otro Estado signatario, ii) el clausulado del tratado puede variar
en comparación al texto del Modelo OCDE, iii) la versión 2017 del MOCDE introduce
modificaciones importantes derivadas del plan de acción BEPS de la OCDE, que no
han sido incluidas en CDI suscritos antes del 2017.
La mayoría de CDI en el mundo y, en particular en Colombia, están basados en el
MOCDE. No obstante, algunos CDI han sido adoptados con base en el MONU, que
está diseñado para las relaciones entre países desarrollados y en vías de desarrollo.
Algunas cláusulas del MONU varían en comparación a las del MOCDE, por lo que
el operador debe analizar tales circunstancias al aplicar los tratados al caso
concreto. En sentido semejante, la Decisión 578 de la CAN, contentiva del CDI para
países de la Comunidad Andina, contiene reglas propias que se apartan de las
sugeridas por el MOCDE.
Finalmente, los comentarios al MOCDE y al MONU son una fuente meramente
auxiliar de interpretación y deben analizarse en concordancia con la fecha de
suscripción del CDI.
1. EL FENÓMENO DE LA DOBLE IMPOSICIÓN
En la actualidad, los Estados gravan a sus ciudadanos con base en tres criterios: i)
la nacionalidad, esto es, que, por el hecho de ostentar la nacionalidad de un Estado,
este tiene derecho a gravar (p. ej. Estados Unidos) ii) la residencia, que implica que,
previo el cumplimiento de determinadas condiciones, los ciudadanos adquieren la
calidad de residentes para efectos fiscales y, por esa razón, el Estado tiene derecho
a gravar y iii) la fuente, que condiciona el derecho a gravar del Estado a la
realización de actividades generadoras de ingresos, sin que se cumplan los
requisitos de residencia.
La mayoría de Estados adoptan una combinación de los tres criterios. En Colombia,
los artículos 10 y 12 del ET regulan los supuestos para determinar la residencia
fiscal. Respecto de las personas naturales, los criterios para ser considerado
residente fiscal colombiano son los siguientes:
• Permanecer continua o discontinuamente en el país 183 días calendario
incluyendo el día de salida y entrada al país, durante un período cualquiera
de 365 días calendario.
• Ser nacional colombiano y:
a) Que el cónyuge o compañero permanente o los hijos dependientes
menores residan en el país,
b) Que el 50% o más de los ingresos sean de fuente nacional,
c) Poseer el 50% o más de los bienes en el país
d) Poseer el 50% o más de los activos en el país
e) Tener residencia en un paraíso fiscal
f) Haber sido requerido por la Administración y no acreditar la condición de
residente en otro país.
Respecto de las sociedades y entidades, se consideran residentes en Colombia
aquellas cuyo domicilio principal este en Colombia, que hubiesen sido constituidas
en el país o que tengan su sede efectiva de administración en el territorio nacional.
El efecto de ser calificado como residente fiscal en un Estado, es que dicho Estado
podrá gravar al residente respecto de las rentas que obtenga en su territorio (rentas
de fuente nacional) y respecto de las rentas que obtenga en el exterior (rentas de
fuente extranjera), en un sistema que se denomina sistema de renta global. Por el
contrario, los no residentes estarán gravados únicamente respecto de las rentas de
fuente nacional, en el marco del sistema de renta local.
En el plano internacional, la confluencia de los criterios de residencia, nacionalidad
y fuente da origen a los fenómenos de doble imposición que ocurren cuando dos o
más Estados gravan un mismo ingreso. La doble imposición se clasifica en jurídica
y económica. Los CDI tienen por objeto dar respuesta a los problemas de doble
imposición jurídica y no económica.
1.1. Doble imposición jurídica
La doble imposición jurídica surge con la imposición de tributos comparables por
parte de dos o más jurisdicciones a un mismo contribuyente respecto del mismo
ingreso. Si bien la doble imposición jurídica puede ocurrir en el plano local, los CDI
abordan el fenómeno desde una perspectiva internacional, esto es, con la
intervención de dos o más Estados. El MOCDE define la doble imposición jurídica
internacional en los siguientes términos:
«la doble imposición jurídica internacional puede definirse como resultado de la
aplicación de impuestos similares, en dos (o más) Estados, a un mismo
contribuyente respecto de la misma materia imponible y por el mismo período de
tiempo.»
Este tipo de doble imposición se deriva de tres tipos de conflictos entre los Estados
que pretenden gravar una transacción transfronteriza:
1. Conflicto fuente- fuente: En este escenario dos o más Estados pretenden
gravar el ingreso al considerar, bajo sus leyes domésticas, que son el Estado
de la Fuente. Por ejemplo, si el Estado A considera que los ingresos de
operaciones de transporte marítimo son de fuente nacional por el hecho del
paso de la embarcación por sus aguas territoriales y el Estado B considera
que ese mismo ingreso es de fuente nacional por el embarque de carga o
pasajeros en su territorio, se generaría un conflicto de fuente-fuente.
Método de la exención
a. Crédito completo
b. Crédito ordinario
a. Los CDI restringen la aplicación del derecho doméstico: Los CDI no crean
derechos de imposición en cabeza de los Estados, son un simple instrumento
mediante el cual se distribuyen el poder de tributación entre los Estados y se
limita dicho poder. En ese sentido, debe determinarse si el CDI restringe la
legislación doméstica no si permite su aplicación. Con todo, la limitación del
poder de imposición no es aplicable respecto de los propios residentes de un
Estado.
2
Raad, Kees Van. Five Fundamental Rules in Applying Tax Treaties, en: Douclé (ed), Liber
Amicorum Luc Hinnekens, Bruselas, Bruylant, 2002, pp. 587-597
salarios pagados por las empresas, así como los impuestos sobre las plusvalías
latentes.»
Esta definición no solo se usa para efectos del ámbito subjetivo sino también para
la aplicación del Convenio en general.
Con la actualización del MOCDE en 2017 se incluyó una cláusula que permite que
el ingreso percibido por o a través de una entidad considerada como transparente
por cualquiera de los Estados signatarios, esto es, que no tributa como un ente
independiente, puede estar sujeto a imposición en el Estado de residencia si este
considera que el ingreso es percibido por un residente.
2.3. Limitación del acceso a los CDI: la cláusula de limitación de beneficios
(LOB) y el test del propósito principal (PPT)
En 2017, como resultado del proyecto BEPS de la OCDE, el MOCDE introdujo las
denominadas cláusulas de limitación de beneficios y de test de propósito principal.
En virtud de la cláusula de limitación de beneficios, los Estados pueden condicionar
la procedencia de los beneficios al cumplimiento de determinados requisitos por
parte de las personas sujetas al CDI. Los Estados pueden acordar determinadas
condiciones para que solo las personas “calificadas” accedan a los beneficios del
Convenio. No obstante, también pueden acordar excepciones tales como:
a. Si el ingreso deriva directa o indirectamente del desarrollo de un negocio en
el Estado de residencia, aun cuando la persona no sea calificada.
b. Estado de morada: En los casos en los cuales la persona tiene una vivienda
permanente a disposición en ambos Estados sin que se pueda determinar el
centro de intereses vitales o no tenga vivienda permanente a disposición en
ninguno de los dos Estados, se aplica el criterio del Estado de morada. El
Estado de morada es aquel en el cual la persona permanece frecuentemente.
No se trata de realizar un cálculo del número de días en los que la persona
mora en determinado Estado sino de evaluar la frecuencia, duración y
regularidad, atendiendo las circunstancias personales que determinan una
rutina.
5. ESTABLECIMIENTO PERMANENTE
Los establecimientos permanentes son ficciones del derecho, como tales no son
sujetos de los CDI, al no estar incluidos en la definición de persona y, en
consecuencia, no estar en la órbita del ámbito subjetivo de los Convenios.
La figura del establecimiento permanente permite al Estado de la fuente ejercer el
poder tributario sobre las fuentes de renta mundial atribuibles al mismo.
El artículo 4(1) del MOCDE define la figura del establecimiento permanente, en los
siguientes términos:
«un lugar fijo de negocios mediante el cual una empresa realiza toda o parte de su
actividad.»
Ejemplos
El término de los doce meses debe contarse para cada proyecto por separado,
desde los trabajos preparatorios hasta que el proyecto es culminado o abandonado.
Las interrupciones temporales por condiciones climáticas u otras no deben tenerse
en cuenta.
Los proyectos de construcción incluyen la construcción de carreteras, puentes o
canales, labores de excavación y dragado, instalación de ductos, renovación
integral de construcciones y planeación y supervisión de construcciones.
Si el constructor subcontrata la labor, el término que invierta el subcontratista en el
desarrollo del proyecto se computa como si fuera del propio constructor. Si el
subcontratista invierte más de doce meses en el desarrollo del proyecto, también
para él surgirá el establecimiento permanente.
El artículo 5 (4) contiene una serie de actividades que se entienden excluidas de la
órbita de aplicación del establecimiento permanente:
1. El uso de instalaciones con el único propósito de almacenar, exhibir o
entregar bienes o mercancías pertenecientes a la empresa.
Como se advierte, el primer inciso de la norma consagra los mismos requisitos del
artículo 5(1) del MOCDE: la existencia de un lugar fijo de negocios a través del cual
una persona realiza todo o parte de su actividad. El inciso segundo incluye una lista
enunciativa de lugares que pueden considerarse establecimientos permanentes,
mientras que el inciso tercero y el parágrafo primero regulan la relación de agente
dependiente e independiente. Por último, el parágrafo 2 contiene la excepción del
artículo 5(4) del MOCDE.
De otro lado, el artículo 22-1 del ET, modificado por el artículo 66 de la Ley 2010 de
2019, establece que los establecimientos permanentes tributan sobre las rentas de
fuente mundial en Colombia. El Decreto 3026 de 2013 regula la forma de atribución
de las rentas a los establecimientos permanentes.
NOTA: Las modificaciones al artículo 5 de la acción 5 del plan BEPS fueron
adoptadas no solo en el MOCDE del 2017 sino también en el MLI. Por consiguiente,
las modificaciones aplican a todo tratado que Colombia haya suscrito con Estados
signatarios que hayan ratificado el MLI, sin importar su fecha original de suscripción.