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Me gusta pensar que voy a verlo... No sé que día..

no sé en que lugar, ni en que


estación, no sé en que semana tampoco de que mes.. solo pensar que en cualquier
momento nuestros tiempos coincidan nuevamente, me cala viva.. la espera con él,
forma parte del orgasmo...
Solo pienso en eso, y armo infinitos escenarios imaginarios con las pistas que me
dió...
Naipes.
Viernes.
11 pm.
El día y la hora están pactados..
Yo lo voy a estar esperando desde hace una semana atrás..
Habré comprado días antes mi ropa solo para desvestirme ante él..
Mi peinado estará planeado quizás desde la última vez..
El día que me hice las uñas tal vez las hice imaginando acariciar su piel..
Todo está pensado.
Pero llega el día y el deseo que tengo de sentirlo cerca, me hace el amor.
Me consume.
Me fatiga.
Me desarma.
Me aniquila.
Me mata.
Me encanta.
Lo deseo.
Su deseo.
Mi deseo.
"Estoy en la esquina"..
Salgo de mi casa casi sin despedirme..
Como una niña atolondrada. Desesperada.
"Calmate", me regaño mientras camino a su auto.
Me abre la puerta y juro que la elegancia del instante en que veo su sonrisa me
desarma por dentro.
Me hago la que no.
Él también.
-¿Cómo estás?
-Muy bien! , vos?- me responde y me acerco a robarle un beso, a mano armada...
Fue en defensa propia, pienso...
Su forma de respirar y el movimiento tosco de su cuerpo me dice que tampoco aguanta
las ganas que lleva dentro.. lo sé.. mira mi espalda, el perfil de mi cuerpo
apenas cubierto por encanje negro...
Me deleita verlo enloquecer por mí..
Sé que solo piensa en arrancarme la ropa..
Lo disfruto, sonrío, porque sé que no va a aguantar.. Atina a salir manejando pero
gira su cuerpo bruscamente y apoya su mano en mi cuello, pasa por el relieve de mi
clavícula, acaricia mis pechos visiblemente sensibles.. me demuestra en un beso
mojado que, loco por tenerme, es poco..
Yo quería tenerlo todo para mí.
En ese preciso instante. Y en cualquier otro..
Habitación número 12..
Subo las escaleras y acomodo sensual mi cabello ondulado cayendo por mi espalda,
porque sé que su mirada me persigue, va tras de mí, en todos los sentidos, y yo me
dejo atrapar...
Un sillón. Una mesa, dos sillas, y el respaldar de la cama que se asemeja a una
barra....
Sonrío y empiezo a creer que el universo conspira a su favor en cada encuentro....
-Siempre más de lo que necesitás.. - Le digo..
Se acerca hacia mi desde atrás, el suave tacto de sus manos acomoda mi pelo a un
costado, lame mi cuello, mi oreja, su otra mano dibuja mis pezones por debajo de la
ropa, su pelvis empuja mi cola, siento su erección, aún no comienza el juego y ya
deseo tenerlo dentro.. giro mi rostro y lo beso tan fuerte como si quisiera robarle
el alma... su lengua la siento en cada ápice de mi cabidad bucal, me destruye la
mente, me desnuda aún con la ropa puesta.. mi piel arde al tacto de sus dedos.. me
toma por mi cola y me sube a la barra, su pelvis y la mía se encuentran a la misma
altitud, siento su miembro erecto que esconde -no por mucho tiempo- bajo el jeans..
besa, lame y muerde mi pezón..
Quería que no pare nunca, que no deje de besarme..
Paró, por supuesto...
Le encanta torturarme prolongando mi ansiedad, mi clímax, como si disfrutase cada
milésima de segundo al verme doblegada ante él..
Saca una caja de naipes del bolsillo de su campera, las acomoda en la mesa y retira
las sillas...
Baraja los naipes, con una sonrisa caprichosa y sabia..
La suerte está hechada..
El juego acaba de empezar..
Las reglas son las siguientes:
Un maso de cuarenta cartas....
Veintitrés de ellas tienen una regla sexual que seguir... una de ellas, corresponde
a un lugar jamás explorado ni conquistado en mi cuerpo "sexo anal".. -esto me
genera una mezcla de nervios, miedo y placer.. por las pistas que me dió sé que se
trata del "1 de Oro"..-
Cada uno respeta su turno y se obedece por cinco minutos lo que dice la carta.. por
cada naipe sin percepto se sigue en la última posición establecida.
Empezamos..
Arranca él, le sigo yo, y unas cinco cartas sin ningún mandato.. Un beso por cada
una de ellas, cuánto más segundos pasan, la locura aumenta, nos excitamos y nos
deseamos con toda la fuerza que habita en nuestros cuerpos..- tenemos sexo en cada
mirada, en cada beso, en cada silencio, en cada roce-
" APOYADA EN UN SILLÓN DÁNDOLE LA ESPALDA"..
Fue la primera carta en salir..
Su sonrisa pilla me desprograma, desabrocho mi pantalón dándole la espalda, mi
cuerpo casi desnudo cubierto por un body negro... imagino sentirlo dentro, al menos
eso creí que mandaba a hacer la carta, pero él maneja el juego a su antojo..
Me toma por la cintura y me empuja al sillón...
- La carta no dice que es lo que hay que hacer, solo que me des la espalda..-
Me creía experta en placer, pero a su lado volví a ser virgen, inocente, novata...
Más que apoyada, estoy en cuatro arriba del sillón, acaricia levemente mis gluteos,
mi cintura, sus manos expertas bajan lentamente mi tanga, parado atrás mío maneja
el momento, observa, muerdo mi labio inferior y me arqueo de placer, mi cuerpo
parece partirse en dos, el pedazo más grande se lo queda él -siempre-, me devora
cuál panda hambriento, besa cada centímetro de mi cuerpo recién descubierto, abre
mis gluteos suave pero firme -así es él- y siento la humedad de su lengua golosa
por el orificio de mi cola, deslizándose para perderse entre mis piernas, en ese
punto de mi cuerpo en donde la humedad de su labios se funde con la de mi lujuria..
su lengua parece un pincel, que baja y sube por mis labios vaginales, los separa,
succiona, lame, juega, lo necesita, necesita lamer mi piel.. abro más las piernas e
imagino que mi sabor en su boca pasa de ser dulce a salado en cuestión de segundos,
hunde su rostro en mi sexo y me respira..
Se aleja.. cumplidos los cinco minutos..
Aunque sé que la visión de mi cuerpo desnudo y el aroma de mi piel solo lo dejó con
hambre de más..
Su turno: "POSICIÓN EN CUATRO."
Nuevamente sobre el sillón, pero esta vez hunde todas sus ganas dentro de mí
cuerpo, una luz tenue alumbra mi piel, de fondo solo escucho música y sus
órdenes..me arqueo de placer, gimo con los ojos cerrados y mi boca abierta.. sus
manos toman mi melena desordenada y se inclina mi cabeza levemente hacia atrás ,
doblegada, dominada, todas sus fantasías me consumen por dentro.. "creo que el
hueco de mis caderas es de su talla", es el pensamiento que fluye desde mi mente a
mi entrepierna mientras miro sobre el perfil de mi hombro cómo disfruta hundir su
deseo en mi sexo..
Realizado los cinco minutos..
Mi turno: " ELLA SENTADA EN LA CAMA DANDO SEXO ORAL, ÉL PARADO"
-Cómo es? Me pregunta.. -Vení que te muestro- le respondo mientras tomo su mano y
lo dirijo a la cama..
Me arrodillo frente a él en el espacio que queda entre la cama y su cuerpo, abro mi
boca, me aferro a sus caderas y elevo mis ojos suplicando saciar mi hambre de él -
sonrie-..
Introduzco su pene a mi boca, caliente, húmedo, delicioso, lo saboreo, y succiono
todo el jugo de su placer, bajo por su tronco, muevo mi lengua por su entrepierna,
pelvis, testículos, vuelvo a meterlo en mi boca, de vez en cuándo sus manos sujetan
mi cabello y acompañan mi movimiento, observa con atención y perversión, mi mirada
clavada en sus ojos, mi lengua viciosa juega con la cabeza de su miembro -su cara
lo dice todo-..
Su turno: "ABRE TU BOCA Y CIERRA TUS OJOS"..
Le tocó a él, asique se recuesta sobre la cama, sin pensármelo le hago trampa a la
regla, después de todo no especificaba que parte de mi cuerpo debía poner en el
suyo, por lo tanto improviso y me dejo llevar por si deseo, mi vagina sobre su pene
erecto, lo necesitaba, deseaba sentirlo dentro, mis rodillas a ambos lados de su
cuerpo, me impulso, bajo y subo mojando con mi flujo su sexo, que resbala en mi
interior ardiente y húmedo, apoyo todo mi cuerpo sobre el suyo y lamo su lengua,
sus labios, su barbilla, su cuello, un beso eterno y apasionado, no sé si puedo
explicar con palabras lo que siento en este momento, pero es lo mejor que he
sentido en mucho tiempo... más de lo que jamás imaginé.
Él también le hace trampa a la carta y abre sus ojos, no quiere perderse mis
caderas cabalgando sobre su pene, mis labios abiertos, mi cabeza despeinada, su
mirada clavada en mis pupilas me penetran la mente, hay algo en el fondo de
nuestros ojos que nos atrae como una fuerza maldita... no sé lo que me están
diciendo, pero esta ocurriendo en nuestras miradas el mejor diálogo que hemos
tenido, -los ojos no saben mentir- recude a sus párpados para romper el hechizo,
los cierra unos segundos, apartamos la miradas por una milésima de tiempo para que
nuestro corazón no desboque... ese instante fino nos seduce y nos envuelve de
nuevo.. sus manos me rozan y queman por donde quiera que pasen.. sé que no debo
mirarlo para no quemarme, pero lo hago, lo miro y me veo reflejada y deliciosa en
la oscuridad de sus ojos...
Me alejo de su cuerpo, o se acaba el juego y nosotros con él..
Mi turno: "ELLA EN CUATRO Y PENETRACIÓN EN CUCLILLAS "
Nos miro reflejados en el respaldar espejado de la cama, como en una película, como
en un cuento en donde yo soy la historia ideal y él es el mejor lector..
-Por momentos pienso que esos del espejo son dos animales devorándose...-
Me lee, me embriaga, me penetra, me desrtroza y complementa.. loco, maniático,
perverso, me agita el cuerpo con su movimiento, me quita el frío, calma mi fuego,
me llena la noche con su sexo, me llena la vida con su fuego.
Su turno: "69 EN LA CAMA, ELLA ARRIBA"..
Acomodo lentamente mi cuerpo sobre él, mi vagina en su rostro, acentúo la
curvatura de mi espalda y mis caderas, mis pezones rendidos al suave tacto de sus
piernas, mi mirada fija clavada en su entrepierna y un leve mordisco en mi labio
inferior.. mis uñas dibujan el interior de sus muslos y abro mi boca ligeramente al
llegar a su pene.. su lengua en mi clítoris me perfora la sien; insaciables. Los
dos. Al límite de la locura. Sin nada de cordura. Incapaces de parar..
Nuestra habilidad de darnos placer, juraría que es única....
Mi turno: "69 EN LA CAMA, ÉL ARRIBA"..
Creo que los planetas se alinean cada vez ...
Nuevamente en la cama, -una vez nunca es suficiente, con él no- como si cada carta
fuese la promesa segura de una mejor..
Esta vez, recuesto mi cuerpo con dirección a la punta de la cama, y en la ecuación
matemática queda sobre mí...
Su sexo invade mi boca, mi garganta..
Necesito gemir pero no puedo, sus labios me succionan y su lengua me estremece,
hace que me abra y mi placer fluya, mi lengua recorre su pene, sus testículos,
sus glúteos, mi deseo de comerlo es tanto que por momentos le doy suave mordiscos,
recorro el camino de su tronco, casi cola, casi infierno..
Somos un trabajo perfectamente sincronizado, como un tándem, dando y recibiendo a
partes iguales...
Y yo siento que esto es estar a tres metros del suelo..
No voy a caerme, si sigue así, voy a desvanecerme en su boca, pero que no pare...
Siento que él tampoco puede aguantar el ritmo de este juego por mucho tiempo más...
Se para y sonriente acaricia su erección..
Desde mi posición provocativa y sensual en la cama le digo:
-Te rendís?..
-Qué?..
-Eso, si te rendís...
En el fondo yo quiero que sí, lo quiero todo, quiero su orgasmo.. se que lo tiene
en la punta de sus labios.. le sonrio, cuánto más lo hago, más se excita..
-Sí! Fueron sus palabras y se abalanzó hacia mí, agarra mis tobillos y apoya mis
piernas en sus hombros, mientras lo veo entrar a mi cuerpo y pienso "desde acá sos
todo un espectáculo"..
Lo dejo de respirar para poder gemir, la fuerza de su cuerpo oprime mi sexo, y gimo
aún más fuerte cada vez que empuja su deseo dentro de mí..
Soy adicta a su forma fina de penetrarme, de poseerme, de verlo venirse, sin un
gramo de autocontrol, dentro de mi cuerpo..
Frena en seco unos segundos y sonríe, se ríe..
-¿Qué?- Le digo entre risas...
-Nada- responde con una sonrisa aparentemente inocente ...
-Decime..
-Que aguanté sólo siete cartas..- riendo me dice..
-Soy la culpable de eso?!..
-Sí!
-Hace desde que me conocés que me estás declarando culpable!- fueron mis palabras,
y no sé en que parte de su cuerpo surtieron efecto pero su mirada se transformó, en
un movimiento bestial siguió penetrandome, sus manos clavadas en mis tobillos, su
saca y pone sin parar me responde sin necesidad de pronunciar palabra un
-"siempre", siento la tibieza de su orgasmo resbalar en mi interior, lo imagino
empapando cada célula que me compone..
Somos poesía visual..
Hacemos de cada momento algo único y perfecto.
Somos la razón por la cuál soñamos despiertos, sí, como los locos.. somos lo que da
sentido a nuestro mirar.. apagamos nuestro fuego haciendo el amor, una y mil veces
en una sola vez, es como si en cada encuentro nos aseguraramos de dejar grabado en
nuestras bocas el sabor de nuestra piel..
Completos. Satisfechos-al menos por un rato-...
Calmo mi sed con un sorbo de agua fresca, y me pongo un vestido que apenas cubre
mis gluteos, él me espera en la cama... me acerco pensando que sus brazos son ese
punto del universo entero en el que no me importaría perderme y jamás encontrar la
salida..
Calmamos las pulsaciones en la quietud de la cama dándonos un masaje aceitetoso
por el cuerpo entero...
Lo miro, sentada sobre su cola, y trato de llenarme los ojos de él.. de su manera
de respirar, la posición de sus brazos, invado mi cabeza de fotos mentales...
Que me duren, que me queden, que me sacien, hasta la próxima vez...
Me rindo en sus brazos por un rato.. mato cada segundo acariciando sus manos,
entonces confirmo, una vez más que.. dormir en su pecho es la diferencia entre ver
el cielo y tocarlo con las manos...
Entre medio del sueño siento su perfume, de vez en cuándo abro mis ojos para
corroborar que no estoy soñando, esta noche no...
Sus manos rodean mi cintura, y apenas siento una leve erección de su parte es
sinónimo de mi locura..
Giro mi cuerpo y paso mi lengua por todo su cuello..
Mis uñas bajan lentamente por todo su pecho, abdomen, suavemente, lento, pausado,
en cámara lenta llego al interior de sus piernas, como si quisera evitar su
miembro, -lo más rico siempre me lo dejo para el final-, despacito, casi nada,
acaricio sus genitales, su pelvis, su pene tieso roza mi antebrazo, mi mente viaja
entre galaxias desconocidas, lo deseo de lleno dentro de mi ser, gira mi cuerpo
boca abajo y baja mi tanga de encaje negro, acaricia la redondez de mis gluteos y
penetra todas mis ganas, abro mis piernas y lo siento aún más rico de lo que puedo
explicar con palabras.. lo nuestro va más allá del sexo, lo nuestro es física
nuclear..
Se para, maneja todos mis hilos con su mirada, acienta con la cabeza en forma de
"vení". Voy...
"SENTADO EN EL SILLÓN, ELLA DÁNDOLE LA ESPALDA"...
Se sienta, como amo y dueño de mi cuerpo, de mi mente, de mi cielo y de mi
infierno, sus brazos apoyados en el respaldar del sillón... acomodo mi cuerpo sobre
su pene, y ahhh, su mirada clavada en mi movimiento, bajo, subo, siento por
momentos que inundo su sexo con mi excitación, clava sus manos en mis caderas y me
demuestra que tan profundo puede llegar a ser...
Todo arde en mi interior.. mis piernas las siento temblar.. me paro y me embiste
contra la pared, con una fuerza que me hace perder la conciencia de mi misma, hunde
su rostro en mi melena revuelta, me respira, yo gimo, me lame, me parte la mente...
"ÉL SENTADO, ELLA SENTADA SOBRE ÉL"..
Juro que deseaba esta carta desde esa noche en que nos perdimos en la piel del otro
y nunca supimos encontrar el camino de vuelta.. desde esa noche en que se jugó la
primer carta y nos burlamos de todas las reglas dispuestas..
-Las hicimos para romperlas.. así de locos, así de arriesgados, así de
caprichosos..-
Acomoda la silla y nuevamente se sienta, mis caderas lideran una danza contra su
cuerpo, me arqueo, me muevo hacia atrás y hacia delante, mis brazos envuelven su
cuello, los suyos mi cuerpo, me retuerzo en un espiral de placer, nuestros labios
se lamen al punto de desfallecer, sin parar, me roba el alma en cada beso, le como
la mente con los míos, y pienso que esto no es de humanos, esto es un espectáculo
divino.. La luz tenue de la habitación ilumina mi fuego, y un orgasmo que comienza
en mi mente, baja lentamente en sensación de hormigueo a mi pecho, mi corazón va a
mil por hora, -si no es que más- mis extremidades se entumecen, mis pupilas se
dilatan, un cosquilleo en mi clítoris, tan fuerte, tan lento, tan profundo, que
resulta tortuoso, mi cabeza vuela al lado oscuro de mis sueños, me vengo sobre él .
Orgasmo delirante, agónico, pierdo el control de mi cuerpo, sin voluntad ni
conciencia.. Me llevo puesto en lugar más recóndito de mi mente su cara al verme
retorcer de placer sobre su cuerpo -por su culpa, siempre-...
Cada orgasmo que sale de mi sexo lleva puesto su nombre.
Acompaño el delirio y el placer de mi clímax con suave movimientos, siento mi
cuerpo flotar, sus manos dirigen mi movimiento, pierdo las fuerzas, introduce su
lengua en mi boca, al fin, acariciando la mía.
Como puedo retomo el poder de mi cuerpo, me repongo de pie, él acomoda las sillas
una al lado de la otra, casi pegadas... leo su mente, sé de su deseo, sé lo que
quiere, sé que me quiere, en cuatro, mis piernas apoyadas una en cada silla, mi
vagina dilatada, mucho más que mis pupilas.. sus manos ansiosas separan mis
glúteos, entierra su pene en mi interior totalmente resbaladizo y lubricado por el
fluido de mi placer, lo siento en el fondo de mi vientre, es una aleación de dolor
y placer, mis gemidos pasan a ser quejidos.. cierro los ojos, me aferro a la mesa
en donde se apoya mi pecho, y dejo que me devore a su antojo...
Por sus movimientos endiablados y obscenos juraría que está por venirse. Semental,
salvaje. Mis piernas ligeramente abiertas, mis quejidos de dolor, de placer, suenan
como una invitación - que no podía ni pensaba rechazar- a colmar mi sexo de su
ardiente orgasmo...
Siempre me deja con una sonrisa en el rostro y otra en mis labios, y eso lo hace
profundamente adictivo...
Su cuerpo y el mío desnudos dándonos una sobredosis de abrazo.. me deja en un
estado de orgasmo pendiente.. nos dejamos recuerdos en la mente que van a
acelerarnos las pulsaciones para siempre.
Somos una promesa al tiempo: complicidad, risas y placer... en todos los sentidos y
posiciones hasta que la lujuria nos separe... la única regla de esta promesa es que
no se puede decir que no....
Es un sí, acepto... rotundo.
Nuestras mentes lo saben, se intuyen, se desean, se leen..
Queda aún más de la mitad de las cartas.. antes de retirarnos de la habitación
levanta los naipes y para sorpresa de ambos, al final del mazo se encuentra el
"1 de Oro"...
Será señal de lo que sigue?
Será el principio del próximo?
Esperar hasta el siguiente encuentro, intuyendo el siguiente moviento me provoca un
anhelo deliciosamente insoportable...
Su sonrisa me captura...
Me pierdo en sus ojos...
Me quemo en su fuego...
Me desarmo en su pecho...
Aquí me quedo, en tu mente..
Hasta la próxima!🐼

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