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Personaje 1

Corría el año 1920 ya la primera guerra mundial había pasado solo quedaba la histeria
colectiva de los hombres y su ego, que seguro traerá más muertes a la humanidad que paz. Era
una fría noche de invierno, vagaba por la ciudad de Múnich, Cuando escucho a lo lejos a un
joven militar alemán brindando un gran discurso en el gran salón Hofbräuhau, su voz me
intriga y decido entrar, a lo lejos puedo ver un hombre imponente, con ansias de poder y
deseo de gobernar al mundo con sus grandes ojos azules y su poderosa voz, el discurso
nacionalista entra en el alma de los asistentes, “pobre gente ciega acaso no saben que el poder
corroe hasta el más integro de los hombres y detrás de esos ojos azules hay puro deseo de
poder”, puedo sentirlo, sé que será un hombre que marcara la historia, me recuerda algo a mi
vida como inquisidora, su espíritu de guerra, de triunfo, su sed de sangre venganza y muerte.

El hombre perfecto para apaciguar mi sed, debe pertenecer a la listas de mis amantes
necesito su energía, su poder, recorrer mi cuerpo para saciar esta sed insaciable que lleva
siglos acosando mi miserable existencia. Hago notar mi presencia, camino entre sus miserables
seguidores, mientras voy acercándome más y más cerca de él, sus grandes ojos azules como
témpanos de hielo frio, cruzan mirada con los míos, puedo sentir su deseo, su lujuria, la
atracción enigmática de mi mirada lo conducirá a mi cama. Le hago saber que quiero que me
siga con un gesto de mi mano mientras me retiro del lugar, y lo espero a fuera.

Escucho terminar el discurso y el joven militar alemán, sale del gran salón sonrió porque sé
que esta noche tendré lo que quiero, veo como se acerca y dice:

-Aquí estoy listo para ti bella dama, te vi en el salón y sé que vienes por mí, quien te envió?

- Nadie me envió solo estoy aquí por mí.

- Que deseas de mí?

Mire su fría mirada y sin mediar palabras me abalance sobre el en un beso lleno de lujuria y
placer, sentí como su cuerpo se estremecía y caía en el sueño de la lujuria. Vámonos es hora
de saciar mi sed….

Llegamos a la fría habitación de mi hotel es el momento….

- Arrodíllate esclavo quiero que lamas mis botas…

Me tomo por el cabello y se rio

- Quien te crees que eres? Tu eres una simple mujer y no vas a dominar un hombre
como yo, no soy ningún pelele, que se deja dominar por una mujer y no pretendo ser
tu esclavo, ya estas donde quiero, ahora vamos a ver si te gusta el dolor, estoy seguro
que después de mí, los soldados querrán gozar de tu cuerpo, se los daré como
agradecimiento por su gran labor en los campos de batalla, serás su premio hasta que
se aburran de ti y te fusilen.

Me lanzo sobre la cama y arranco mi ropa abalanzándose sobre mí, como todo una bestia
animal. “ su naturaleza en el más puro esplendor” , solo deje que se divirtiera un poco a veces
la presas son muy fáciles de dominar y aburren mi existencia.

- Ya te divertiste.
- Cállate perra o te golpeare.
- Inténtalo.
Alzo su mano para bofetearme, y lo mire con mirada retadora es el momento de que veas
quien realmente soy jajaja…..

- Oh no puedes golpearme que detiene?


- Que está pasando ¿porque no puedo mover mis manos?
- Jajaja te diviertes
- Quién eres?
- Solo dame un beso.

Me fui acercando lentamente a sus labios, el poder de la lujuria y el deseo rodeaban todo su
cuerpo, susurre al oído eres mío y lo bese con tanta pasión que mordí su labios gotitas de
sangre caliente caían sobre mi pecho desnudo, llenándome de placer, el sabor de su sangre era
encantador y lo supe. Mire sus ojos azules con mis verdaderos ojos rojo color sangre.

Una solo mirada vasto para dominar a ese hombre que pretendía ser todopoderoso y
superior a los demás, reducido por mi mágico poder de seducción, no le quedo de otra más
que ser mi esclavo para saciar su lujuria.

- Eres el hombre que traerá desgracia y muerte a la humanidad


- Que eres tú? Una bruja acaso.
- Soy tu pesadilla echa realidad ahora cállate y bésame…

Nos fundimos en unos besos apasionados llenos de deseo, dominado por la pasión sucumbió a
mi más bajo deseo.

- Ahora serás mi esclavo y toda tu energía sexual será mía como se dice?
- Si señora
- No, Una abofetea para demostrarle quien manda.
- Se dice: si ama y hare todo lo que tú quieras, entendiste.
- Si ama, hare lo que desees.
- Quiero que te arrodilles? Y lamas mis pies.
- Si ama jajaja me aburres acuéstate en la cama es hora de divertirme.

Acostado desnudo y a la expectativa, tome una vela encendida que estaba en la mesa, lo
mire y le dije.

- Esto es para calentarte, arroje la cera caliente sobre su pecho, su piel blanca se
tornaba rojiza y su gesto de dolor me daba placer.
- Te gusta?
- Si ama
- Bien veamos que tanto te gusto, Quiero ver que tienes para mí, su pene erecto
demostraba que le gustaba.
- Tome su navaja del bolsillo del pantalón, y una cuerda que había sobre el mesón.
mientras su mirada no deja de observar mi sexual cuerpo desnudo.
- Que tanto miras? Te gusta lo que ves.
- Si, ama que quieres de dime, te daré, todo lo que quieras quiero que seas mía.

- tú no puedes darme lo que quiero, solo hacer lo que deseo y esta noche me darás lo
que necesito para saciar por un rato mi sed insaciable que me persigue por años.

- Entendiste
- Si ama
- Solo acuéstate yo hare el resto

Me acerque con la navaja en mano y la cuerda, esta noche nos divertiremos.

- Que piensas hacer con eso?


- Nada, solo relájate.

Monte mi cuerpo desnudo encima de su cuerpo desnudo, quiso tomar el control y


penetrarme.

- No me toques miserable animal.


- Soy yo quien tengo el control y hare lo que me plazca contigo.

Tome la cuerda y ate sus pies y manos a la cama.

Su pene erecto me excitaba, así que decidí besar su cuello, morderlo e ir bajando
lentamente, hasta llegar a su entre pierna, vi su pene erecto y decidí posar mis labios
calientes sobre él y probar con mi lengua, su gran pene alemán, me excite tanto que
estaba empapada, empecé a succionar su pene con mi boca, mientras lo apretaba con
firmeza entre mis dedos, su cara de placer hablaba por él, estaba en éxtasis total, luego
me detuve.

Tome la navaja afilada en mis manos y empecé a hacer cortes en la piel de su pecho,
mientras lo masturbaba con mi mano, el placer y el dolor siempre van de la mano. Me
encanto ver brotar su sangre caliente en el pecho, llene mis dedos y cubrí mis labios con
su sangre, me encanta el sabor de su sangre.

Quise sentir la sensación de calor de su sangre sobre mis senos desnudos así que empape
mi manos de sangre y mojes mi senos estaba tan excitada que estaban duros. Sus ojos
atónitos no creían lo que veían. “El cazador cazado…..” quiso resistirse y soltarse.

- Que pretendes hacer quieres matarme.


- No, solo eres mi presa del día de hoy
- Relájate lo disfrutaras…

Prueba mis senos son duros y firmes siéntalos te gustan, sé que te gustan, eso es lámelos,
así me gusta, es tiempo de que pruebes mi vagina, monte mi vagina sobre su rostro, comenzó
a lamerme lentamente, el placer inundaba mi cuerpo desnudo, vamos sigue lamiendo mis
jugos vaginales.

Decidí montar ese pene rico pene erecto alemán, la sensación de calor y placer recorrían mi
ser empecé a cabalgarlo con furia, mi objetivo era consumar mi deseo en un orgasmo.
Fundirnos en la pasión sentí como lentamente mis piernas comenzaban a temblar el punto de
éxtasis estaba cerca, lo podía sentir recorre mi cuerpo, su fuerza vital era mía, mi mente
consciente dejo de estar presente solo importaba llegar, el placer recorría nuestros cuerpos,
cuando pude sentir su explosión de semen sobre mi cuerpo, haciéndome estallar en placer, el
momento del orgasmo había llegado, todo mi cuerpo inmortal se estremeció y solté gritos de
placer. Por un momento volví a ser, ese ser mortal que vivio hace años.

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