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La Familia Grecia Y Roma.

Manuel Alejandro Rivas


Rodriguez
UNIVERSIDAD LAMAR
Mtra. Marmelia Cabral López
Griegos
La cultura griega forma parte de las civilizaciones Egea y Helénica. La libertad
humana fue una las principales características de esta cultura, lo cual se manifiesta
en el deseo de definir su propio destino y en el gobernar los pueblos.

Los artesanos y comerciantes tuvieron protagonismo por la expansión


marítima en el Mediterráneo. Entre ellos surge la democracia como fruto
que en Atenas empezaron a trabajar en el gobierno.

Griegos

La población de la antigua Grecia se dividió en tres clases sociales:

 Los nobles: Eran el grupo preponderante y militarizado.


 Los hombres libres: Este era el grupo mayoritario integrado por los
artesanos, los ganaderos y los labradores independientes.
 Los jornaleros: Los miembros de este grupo eran generalmente los
extranjeros que ocupaban los rangos inferiores.

La organización política de los Griegos fue la de ciudad-estado. Grecia no


era un estado unificado ya que lo conformaba un conjunto de “polis”
independientes.

Familia (Antigua Roma)

La familia romana fue una institución de la antigua Roma, presente en el ámbito social


y jurídico, que estaba compuesta por todos los que vivían bajo la autoridad del cabeza
de familia o pater familias.
Era compuesta por todos aquellos individuos que nacidos libres vivían bajo
la conducta propia de un estatus parental natural y jurídico, político, económico,
religioso, etc, estatus civil y estatus social al modo romano, esto suponía asumir tanto
la protección como la autoridad del cabeza de familia que era el pater
familias. Familia también es una palabra con la misma raíz que los famuli ("criados de
los Oscos") y por lo tanto en Roma, se comprendía a los llamados
específicamente fámulos. Desde el corazón de la familia romana se derivó el concepto
de la fide romana (confianza).

Características
En el derecho romano se tenían cuatro acepciones para la familia:
agnaticia, cognaticia, gentilicia y por afinidad.
La familia romana era legalmente tan fuerte que ciertas cuestiones que hoy
se tratan en los juzgados o en los templos, entonces se trataban en casa,
bajo el mando del cabeza de familia. La familia era realmente
la célula básica de la sociedad romana.
El pater familias era el hombre romano que no dependía de nadie (sui
iuris) y de quien dependían los demás (alieni iuris). No importaba que
estuviese soltero o casado, ni su edad. Una mujer nunca podía ser cabeza
de familia.
La patria potestas de un cabeza de familia romano le permitía, de así
quererlo, disponer de la vida de cualquier miembro familiar, venderle como
esclavo e inclusive darle muerte. Podía también abandonar legalmente a
un hijo nacido de su mujer o reconocerlo. Podía incluso prohijar hijos de
otros, así como concertar casamientos de los hijos. Realmente, es él quien
forma la familia romana.
Como jefe de familia es también el sacerdote de la religión familiar y
el juez en los conflictos entre familiares, pero para esto último tiene que
contar con el asesoramiento de un consejo familiar.
Para entender lo anterior, hay que tener en cuenta que
el parentesco natural, fundado en la descendencia física de la mujer, y que
los romanos llamaban cognatio, carecía de valor civil, en tanto el
parentesco civil, fundado en el reconocimiento por parte del hombre de su
descendencia o en la adopción como hijos de descendencia ajena, y a lo
que los romanos llamaban agnatio, era el único parentesco legalmente
válido.
La adoptio era el acto de adoptar a alguien. Pero, si ese alguien era
cabeza de familia, se adopta a toda su familia y el patrimonio pasa al
adoptante. En este segundo caso se llama adrogatio. Teniendo en cuenta
que la autoridad paterna también se llama manus, la emancipatio o
'emancipación' consiste en liberar a un hijo de la potestad paterna o
hacerlo pasar a la potestad de otro.
Por la adoptio un hijo extraño pasa a igualarse civilmente al hijo de
legítimo matrimonio. Por eso los romanos daban más importancia a la
decisión legitimante del pater familias (agnatio) que al hecho físico del
parentesco natural (cognatio).
Clasificación de las familias romanas
En el derecho romano se tenían cuatro acepciones para la familia.
Familia agnaticia
Se entendía por familia agnaticia al conjunto de personas bajo la misma
potestad doméstica, o que lo estarían si el común pater no hubiese muerto,
por línea de varón (hasta el sexto grado). Así, por ejemplo forman parte de
la familia agnaticia de un individuo bajo la potestad de su abuelo (avus): su
padre (pater), su tío paterno (patruus), su hermano (frates), su hijo (filius),
el primogénito de su tío paterno (frater patruelis o patruelis) así como el
hijo de este (nepos ex patruelis) o su propio nieto (nepos), así mismo todos
los varones adoptados por el pater familias. La muerte del ascendiente no
implica la disolución del vínculo hasta el sexto grado.
Familia cognaticia
Se entendía por familia cognaticia al parentesco por consanguinidad
natural. Es decir, las personas vinculadas por la procreación y el
nacimiento.
Se compone de un tronco común y dos líneas:

 Línea recta: Aquellos que descienden unos de otros. Puede ser


ascendente o descendente. Por ejemplo: padre, hijo, nieto, bisnieto, etc.
 Línea colateral: Aquellos que no descienden unos de otros pero tienen
un tronco común. Por ejemplo: hermanos.
En el ejemplo expuesto en el anterior punto, formarían parte de la familia
cognaticia del individuo señalado todos los anteriores señalados además
de la abuela (avia), la madre (mater), la hija (filia), la hermana (soror), la tía
paterna (amita), el tío materno (avunculus), la tía materna (matertera), la
hija del tío paterno (soror patruelis), el hijo y la hija de la tía paterna
(amitinus y amitina), el hijo y la hija del tío materno (matruelis), el hijo y la
hija de la tía materna (consobrinus y consobrina), y sus descendientes.
Familia gentilicia
Se entendía por familia gentilicia el conjunto de personas que tenían en
común la misma base que la familia agnaticia, es decir, la gens. Sin
embargo, se consideran grados más lejanos, con la condición de que los
involucrados se sientan parientes.
Familia por afinidad
Se entendía por familia por afinidad aquella compuesta por uno de los
cónyuges y los agnados o cognados del otro.
Para contar los grados, se cuenta como si un cónyuge ocupara el lugar del
otro en su familia.

Sui iuris y alieni iuris

Dentro de la familia romana, se distinguen las personas sui iuris (de propio
derecho) de las alieni iuris (derecho ajeno). Las primeras son las que poseen,
si son hombres, la plena capacidad jurídica, y son los paterfamilias, personas
que gozan además, del status libertatis (son libres) y del status civitatis (son
ciudadanos romanos). Se logra este status al encontrarse libres de autoridad
sobre ellos, ya sea por muerte de sus antecesores varones, por vía
masculina, o por haber sido emancipados. Los sui iuris y paterfamilias son
cabeza de sus familias y poseen distintas potestas: la patria potestas sobre
sus filius (liberis y adoptados), la manus sobre su esposa y nueras, y el
mancipium sobre los incorporados en causa mancipi, por venta de su pater o
por abandono noxal (quien cometía un delito era entregado en noxa a la
víctima si su pater no optara por reparar el daño cometido). El pater era
también el dueño de los esclavos sobre los que tenía la dominica potestas, y
del patrimonio familiar (dominium).
Las mujeres podían también ser sui iuris por haber muerto el pater, pero nunca
serían pater, ya que no podían ser cabeza (iniciar) de una familia. En este caso, de
ser las mujeres sui iuris; si eran impúberes estaban bajo la tutela prevista para los
menores (igual que los varones) pero cumplidos los 12 años quedaban bajo la
tutela perpetua de los agnados mientras no se casaran. En época de Augusto se
les otorgó el ius liberorum, que significaba la posibilidad de no tener tutor si se
era ingenua con tres hijos o liberta con cuatro.

Los alieni iuris estaban bajo la potestas del pater, cualquiera sea su sexo o edad;
podían casarse con su conformidad y si bien los varones púberes podían ejercer
cargos públicos, litigar y votar en los comicios, como no tenían patrimonio no
podían testar. Todo lo que adquirían ingresaba al patrimonio familiar, cuyo dueño
era el pater, lo que se mitigó con la aparición de los peculios, o pequeños
patrimonios que pudieron ir adquiriendo los filius, separados del patrimonio
familiar.

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