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Taller de la práctica de la enseñanza en el ámbito no formal I

TP numero 3

Integrantes: Alan Cibeira, Lautaro Galarza, Facundo Chiappero.

Profesor: Marcelo Amadeo Rolandi

Comisión: lunes de 18 a 21 hrs

Respuestas:
1-Facundo Chiappero:El trayecto de la cursada en mi caso fue de menor a mayor , en el
principio me encontré con la sorpresa así como muchos compañeros de que había que
hacer observaciones , lo cual fue en un principio diferente a lo que pensaba de la materia
pero por suerte pude organiuzarme y cumplir con las mismas.Me parecieron muy buenas
para ver cómo se dan las clases en diferentes lugares y de diferentes deportes , además en
mi caso ayudaron para intentar estar en comparación con los textos leídos. Creo que en mi
formación colaboro mucho ya que el ver clases ya poniéndome o imaginándome en rol
docente fue muy positivo

En cuanto a la relación con el profesor y los compañeros me sentí muy cómodo y las clases
me gustaron más que nada por los debates que se empezaron a dar , siempre en buenos
términos y con un gran ambiente que generaba risas.

Alan Cibeira: Este taller me llevó a reflexionar y a plantearme la pregunta ¿qué es enseñar?.
Donde su respuesta es más compleja que solo transmitir un conocimiento de una persona a
otra. Creo que lo más valioso que me llevo de esta cursada es entender que esto no es así y
que enseñar es más que un verbo. También este taller durante las observaciones me ayudó
a comprender cada dia un poco mas como futuro docente como se debería abordar el
proceso de enseñanza y aprendizaje. Con respecto a las clases presenciales (con un
ambiente muy bueno), me sirvieron para aclarar dudas sobre los textos y poder terminarlos
de entender, ya sea con los debates o explicación del profe. Para luego poder trabajar en
los trabajos prácticos y en las observaciones de una manera más eficaz.

Lautaro Galarza: El taller me resultó muy productivo, ya que durante el transcurso de la


cursada, con los contenidos de los diferentes autores vistos en clase y los debates que se
generaron, me iban surgiendo varias incógnitas, que se fueron respondiendo a medida que
presenciaba los diferentes talleres en el ámbito no formal y las variadas experiencias que
estos nos dejaron, intentando apropiarme de las buenas características de cada educador y
replantearme a futuro de qué manera quiero llevar a cabo mi tarea educativa y también
otros aspectos que fueron aportando a mi formación docente.

2- Nuestra experiencia con los talleres


Basándonos en los textos leídos durante la cursada podemos diferenciar los tres ámbitos
educativos.

Educación Formal, Sirvent la define como educación inicial que abarca las experiencias
educativas sistematizadas. Desde la escuela primaria hasta la universidad.

Educación No formal, o de jóvenes y adultos que refiere a las experiencias no


correspondientes a la educación inicial. Constituye al ámbito de las actividades relacionadas a
las necesidades educativas correspondientes a las distintas áreas de la vida cotidiana.

Y la Educación Informal, refiere a los aprendizajes sociales, no intencionados e


inestructurados se producen durante toda la vida por el hecho de formar parte de un contexto
sociocultural donde suceden las distintas experiencias de la vida cotidiana.

Creemos que los diferentes ámbitos educativos, aunque se puedan considerar una
"competencia", estas se deben tener en cuenta en conjunto, ya que las demandas educativas
existentes de la sociedad, hacen que la acción educativa se lleve a cabo y que con diferentes
recursos educativos los diferentes ámbitos se influyan recíprocamente.

Al igual que se expresa en el texto de Pain, consideramos que si la interrelación de los


ámbitos, sus vectores y la acción educativa no es de colaboración, se puede considerar una
pérdida de eficacia. Dicho esto, consideramos desde nuestro punto de vista que la tarea
educativa se debe llevar a cabo teniendo en cuenta el contexto socio histórico y las
necesidades de los individuos. Sabiendo qué contenido dar, y en qué momento, utilizando los
recursos adecuados para que cada participante pueda apropiarse de los conocimientos que
aportamos, respetando el proceso de enseñanza aprendizaje, los tiempos de aprendizaje que
cada individuo, a veces es necesario considerar que el ritmo de aprendizaje lo marca el más
lento.

En el ámbito educativo no formal en el cual trabajamos a lo largo de la cursada con las


observaciones realizadas, podemos encontrar muchos momentos en donde se observa
claramente aspectos de autores que trabajamos. A continuación vamos a describir algunos de
estos momentos que pudimos verlos en el total de las observaciones hechas y vincularlos con
autores.
Un momento que decidimos poner para vincularlo con Enrique Pichon Riviere que habla de
los grupos, es el de una observación de un taller de Handball de la UNAHUR. Este momento
fue cuando el coordinador de los talleres presentó a un nuevo profesor a los alumnos y este,
se encontró con un grupo que venía trabajando juntos hace mucho tiempo y se podía notar en
el transcurso de la primera clase que no se trataba de un agrupamiento sino de un grupo. El
autor habla sobre que los docentes que intervienen en este caso en los espacios no formales,
fomentan la constitución de grupos, trabajar con y en grupos, es parte de una decisión
metodológica y pedagógica. Lo colectivo atraviesa las actividades y los dispositivos
pedagógicos sean actividades culturales, sociales o deportivas. Esto no lo vemos tan a
menudo en espacios formales, donde se puede observar más trabajo individual. “Podríamos
establecer una diferencia entre lo que llamamos grupo, en sentido estricto, y ciertos
agrupamientos de personas, que, aunque se hallan físicamente juntas, no interactúan o lo
hacen de forma circunstancial, de modo que no llega a establecerse una trama o estructura
grupal. (Enrique Pichon Riviere, p3)”.

En el caso de estas clases de handball, en el grupo se notan los sentimientos de bienestar,


cooperación, solidaridad, inclusión e intereses en común, junto a una interacción
relativamente frecuente. El autor nos dice que no hay un momento puntual en que un
agrupamiento se transforma en grupo, sino que habla de un proceso en el cual un
agrupamiento humano pasa a ser un grupo. “En la medida que avanza el trabajo grupal, el
grupo va constituyendo su propio esquema referencial grupal, que es el que posibilita su
actuación con cierto grado de unidad y coherencia. Esto no quiere decir que todos piensen
igual. (Enrique Pichon Riviere, p6).

Otro momento que lo pudimos observar en varias observaciones de diferentes talleres es la


participación de los profesores en los juegos o en alguna actividad concreta. También las
actividades que se podían observar en estos talleres vinculados a aprender o mejorar algo,
dando respuesta a las necesidades de los chicos que van a ese taller. Estos momentos los
podemos vincular con Abraham Pain que en su texto hace un análisis comparativo de las
tres modalidades (formal, no formal e informal) este análisis nos permite considerar a la
acción educativa en la sociedad como una acción global de un conjunto de modalidades
diferentes, que actúan de formas diversas y tienen elementos en común. En el caso de los
talleres observados que están en un marco de no formal, podemos diferenciar características
que Pain da de la educación no formal. Como la es la desmitificación de la función del
docente, donde en las clases el participa de actividades/juegos y se relaciona con el grupo de
alumnos. Otra característica de los ámbitos de no formal, es que atiende a las necesidades
existentes de la sociedad, y le dan respuesta. En las observaciones lo podemos ver, ya que
todos los chicos y chicas que participan van a estos talleres por que les gusta y tienen la
necesidad.

Debatiendo con el grupo encontramos similitudes en las observaciones, cuando los


profesores/as les explican a los chicos por qué se debe realizar, por ejemplo “una marca” de
tal manera, o en el momento donde al final de la actividad o de la clase hacen una charla de
los contenidos vistos y el motivo de cada uno de estos. Acá apreciamos como se explicitan
los conocimientos elaborados en la clase, donde el profesor interviene para que todos puedan
reconocer el conocimiento compartido durante el desarrollo de la clase, enriqueciendo los
saberes de cada participante, tal como menciona la autora D. Lerner. Un ejemplo de esto lo
observamos en una clase de Handball, donde un grupo de chicos preguntó al final de la
actividad, cuál era el motivo de aprender ese estilo de marca, es con esta charla al final de la
actividad donde el profesor ayuda a aquellos alumnos que se perdieron en algún momento de
la actividad para reencontrarse con el conocimiento. “Revisar lo que se ha hecho, evocar lo
que se ha aprendido y conceptualizarlo, hacer balances periódicos de lo que se sabe y de los
interrogantes que están planteados, elaborar conclusiones provisorias y reconocer las
oficialmente como conocimientos compartidos... son intervenciones esenciales para el
aprendizaje de todos y, en particular, para ayudar a aquellos alumnos que se han “perdido” en
algún momento del proceso a reencontrarse con el conocimiento que se está construyendo, a
reinsertarse en el trabajo que se está llevando a cabo” (Perrin Glorian, 1993; Sadovsky, 2005,
como se citó en Delia Lerner, Enseñar en la diversidad).

Un momento que nos pareció relevante vincularlo con P. Freire y que lo pudimos observar
los tres participantes del grupo, fueron las actividades donde el profe daba una consigna en el
juego, donde tenían que resolver la situación de juego que se les presentaba de una forma
diferente. El autor dice que enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades
para su propia producción o construcción. Una de las tareas primordiales del educador “es
trabajar con los educandos el rigor metódico con que deben “aproximarse” a los objetos
cognoscibles. Y este rigor metódico no tiene nada que ver con el discurso “bancario”
meramente transferidor del perfil del objeto o del contenido. (P. Freire – p28)”. Por lo
contrario, en las condiciones del verdadero aprendizaje los educandos se van transformando
en sujetos reales de la construcción y de la reconstrucción del saber enseñado, al lado del
educador, igualmente sujeto del proceso. En el caso de estas actividades observadas el
profesor cambiaba una regla para que tengan que pensar, cómo resolver la situación de juego
(que cambio) de una manera diferente. “La importancia del papel del educador, el mérito de
la paz con que viva la certeza de que parte de su tarea docente es no solo enseñar los
contenidos, sino también enseñar a pensar correctamente. (P. Freire – P28)”.

Conclusión: Con cada observación que hicimos y los debates planteados en las clases que
tuvimos durante estas semanas, podemos remarcar que lo observado en los talleres en el
ámbito no formal, la tarea docente y las diferentes dimensiones que adopta cada taller, nos
sirvió para ver momentos y lugares en donde se puede desarrollar la tarea docente, y de qué
manera abordarla, como también para apropiarnos de algunos conceptos teóricos de los textos
que ya mencionamos. El trabajo de vincular los autores con lo visto en las observaciones, te
hace pensar más allá y encontrar todavía más similitudes con el contenido que vimos en el
transcurso de la cursada.

Ahora reconociendo el ámbito no formal como tal, podemos decir que hay distintos aspectos
esenciales que debemos tener para ser educadores que cumplan con el acto educativo y todo
lo que este conlleva. Desde nuestro punto de vista y como primordial se debe tener la
vocación de enseñar y tener la capacidad de ser reflexivo. Inspirar y motivar, creando un
ambiente donde los alumnos desarrollen sus habilidades. Debe ser comprometido en su tarea
y crítico, no tiene que quedarse solo con lo que sabe, sino que pueda reconocer que se puede
seguir aprendiendo y que la enseñanza sea recíproca para mejorar la tarea docente.

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