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Universidad Pública de

CARRERA DE MEDICINA

CATEDRA DE
DERMATOLOGIA
“ROSACEA”

HOSPITAL DE CLINICAS

ESTUDIANTE:

 MAMANI LOPEZ ROSISELA

DOCTOR /A: IRIARTE

GRUPO: C

EL ALTO – OCTUBRE 2022


ROSACEA
SINONIMIA
Acné rosácea, cuperosis,
DEFINICIÓN
La rosácea es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que afecta principalmente la
región centrofacial, incluidas las mejillas, la nariz, el mentón y la frente. centrofacial
permanente, con episodios transitorios de intensificación asociados a factores
desencadenantes y otros síntomas y signos variados.
Dermatosis crónica de origen desconocido y fisiopatología incierta
EPIDEMIOLOGIA
Un estudio británico encontró una incidencia de 165 casos diagnosticados por 100.000
habitantes por año. En Alemania, se registró una prevalencia general del 2,3 %. calculado
en 2014, basado en datos del seguro médico obligatorio de un total de 90.800 personas.
Publicado en 2018 informa que la prevalencia mundial de la rosácea es del 5,46 %. Es
una enfermedad que afecta comúnmente a adultos de entre 30 y 50 años y es más
prevalente entre las mujeres. que los hombres. La rosácea se puede ver en cualquier
fototipo, pero se ve más comúnmente en personas de piel clara de ascendencia celta y
del norte de Europa (fototipos de piel Fitzpatrick I y II). Hay datos limitados sobre la
prevalencia de la rosácea en poblaciones con tonos de piel más oscuros, y es un
trastorno en gran medida poco reconocido.
La prevalencia mundial de la rosácea es de alrededor del 5,46%.eritema, medición no
invasiva, rosácea, VISIA basado en datos publicados. Sin embargo, la prevalencia en
poblaciones con piel de color puede estar subestimada debido a la dificultad del
diagnóstico.
Epidemiológicamente, la Rosácea es una patología que afecta aproximadamente a un
10% de la población en nuestro medio, con mayor prevalencia en sujetos de piel clara
(foto tipos I y II). Se da sobre todo en los tipos célticos de Europa septentrional, por lo que
se la conoce popularmente como “la maldición de los celtas”. En América padecen esta
dermatosis 16 millones de personas. El diagnóstico se hace más comúnmente entre los
30 y 50 años, y en el 57 % de los casos, se hace antes de los 50 años.

FACTORES DE RIESGO
Los factores desencadenantes de la rosácea y sus posibles vías de activación celular se
enumeran en la Tabla 2.
En su etiopatogenia se han implicado:
- Factores genéticos (muchos casos son familiares).
- Mecanismos vasoactivos.
- Alteraciones de la inmunidad innata.
- Alteraciones de la inmunidad adquirida.
- Mecanismos neurocutáneos.
- Alteración de la barrera cutánea: la alteración de la pérdida transepidérmica de agua
conduciría a una inflamación de la piel y la sequedad asociada explicaría la tendencia al
prurito y la sensación de escozor.
- Presencia de microorganismos: Demodex folliculorum y Bacilus oleronius. Se ha visto
que la piel con rosácea tiene una densidad del ácaro saprófito Demodex folliculorum
superior a la presente en la piel normal, aunque no se ha demostrado una correlación
directa entre esta densidad y la gravedad de la enfermedad.
La rosácea sería debida a una alteración genética en la respuesta de la inmunidad innata,
lo cual produciría un incremento de catecilinas, que son sustancias vasoactivas y
proinflamatorias, desencadenando la rosácea. Aunque muchas veces se ha relacionado la
rosácea con el sol, la radiación ultravioleta no causa rosácea. Lo que sí está demostrado
es que el calor, que puede producir esta radiación solar, puede desencadenar brotes de la
enfermedad.
PATOGENIA
La rosácea se considera una enfermedad de etiología multifactorial desarrollada en
individuos con susceptibilidad genética. Los mecanismos fisiopatológicos no están
completamente dilucidados, pero existe evidencia que identifica factores
desencadenantes de la patología, que pueden ser tanto exógenos (microbios, radiación
ultravioleta, temperaturas extremas y nutrición), endógenos (estrés psicosocial y
desregulación hormonal) y locales (daño de la barrera cutánea). La piel afectada por la
rosácea se caracteriza por presentar inflamación, dilatación vascular, hiperplasia
glandular y procesos de fibrosis.

Se han identificado grupos específicos de células epiteliales e inflamatorias con el


desarrollo de rosácea, como queratinocitos, mastocitos, neuronas, células endoteliales,
macrófagos, fibroblastos y células Th1/Th17. También se han encontrado marcadores
moleculares como la activación de receptores tipo toll 2, canales iónicos receptores de
potencial transitorio y la liberación de mediadores inflamatorios en la piel entre los
mecanismos comunes de la fisiopatología de la rosácea.

Los factores etiológicos conocidos se pueden agrupar en factores genéticos, inmunitarios,


neurovasculares e intervención de microbios.

Predisposición Genética

La susceptibilidad genética de la rosácea se ha propuesto como de los factores


etiológicos basado en la tendencia de ciertas poblaciones para el desarrollo de la
enfermedad, antecedentes heredofamiliares, estudios en gemelos homocigotos y
asociación con enfermedades autoinmunes (10, 11). Recientemente se han identificado
loci genéticos de riesgo como: polimorfismos de nucleótido único en los genes BTNL2 y
HLA-DRA, que están asociados al complejo mayor de histocompatibilidad de sistema
inmune adquirido. Los mecanismos de estrés oxidativo celular parecen estar relacionados
también, ya que un estudio identificó polimorfismos en el gen GST en pacientes con
rosácea .

Desregulación Inmunitaria

El sistema inmune representa uno se los principales mecanismos en el desarrollo de la


rosácea. Los infiltrados inflamatorios perivasculares y pilosebáceos están compuestos de
células Th1/Th17, asociado a macrófagos y mastocitos en pápulas y eritema, neutrófilos
en pústulas, y células plasmáticas en áreas fimatosas. Estos hallazgos se han
correlacionado con sobreexpresión de genes Th1 (TNF-α e interferón gamma) y genes
Th17(IL-17A, IL-22, IL-6, IL-20 Y CCL-20). Además, se ha demostrado un nivel de
catelicidina y claicreína-5 mayor en áreas de piel afectadas por rosácea. La forma activa
de la catelicidina se encuentra expresada en neutrófilos, mastocitos, macrófagos y
monocitos; y su mecanismo de acción estimula la angiogénesis, y estimula la producción
de mediadores inflamatorios mediante quimiotaxis leucocitaria.

Desregulación Neurovascular

Los mecanismos específicos para cada uno de los factores exógenos desencadenantes
de la rosácea no se han establecido, sin embargo, en estudios recientes se han
identificado canales iónicos receptores de potencial transitorio (TRP) de las familias
ankirina (TRPA1) y vaniloide (TRPV1 y TRPV4) como responsables de generar la
respuesta a estos estímulos. Los TRP expresados en células neuronales se asocian con
la activación de vasculatura cutánea y eritema, al liberar neuropéptidos vasoactivos como
sustancia P, PACAP y CGRP; además de sustancias neuroinflamatorias como TLR-2 y
PAR2. La interacción entre los canales TRP y el PAR2 pueden producir una
retroalimentación positiva que lleva a consolidación de estos procesos neurovasculares.

Rol de Microorganismos

Los organismos comensales que existen en piel sana pueden encontrarse en mayor
densidad en pacientes con rosácea. Alteraciones en las poblaciones de Staphylococcus
epidermidis y Demodex folliculorum se han encontrado en la piel de personas con
rosácea. Además, se ha identificado seropositividad por Helicobacter pylori en estos
pacientes, sin embargo, el rol de bacterias intestinales en el desarrollo de la patología es
incierto. Los productos de estos microorganismos pueden ser reconocidos por el sistema
inmune a través de los TLR-2 y PAR-2 y activar la vía de catelicidina desencadenado la
cascada inflamatoria; no obstante, no se ha demostrado una relación directa entre estos

CLINICA
Signos primarios

Definimos los signos primarios de la Rosácea en los que nos basaremos para su posterior
clasificación: Eritema transitorio: denominado en la literatura anglosajona flush/flushing,
sofocación. Es un dato clínico muy útil para el diagnóstico, pero debe recordarse que en la
rosácea, a diferencia de lo que ocurre en personas sanas, en las que el rubor desaparece
en unos minutos, persiste más tiempo, pudiendo durar horas o días.

 Eritema persistente: Se cronificar el eritema, es el síntoma clínico más frecuente


de esta enfermedad.

 Telangiectasias: son vasos sanguíneos pequeños y dilatados en la piel,


morfológicamente pueden ser lineales o en forma de araña (“nevus spider”).

 Pápula: es una lesión elemental primaria, de contenido sólido (“maciza”, sin


contenido líquido ni “cabeza” de pus), palpable, hemisférica, <1 cm, que cura sin
cicatriz; de color rojo en la rosácea.

 Pústula: es una lesión elemental primaria de contenido purulento, de 1 a 3 mm,


con un pequeño halo eritematoso y color blanco-amarillento.

 Placas: elevación en meseta que ocupa una superficie relativamente grande en


comparación con su altura y que generalmente es resultado de la confluencia de
pápulas.

 Fimas: se observan como engrosamientos de la piel con exageración de los poro.


Ees un aumento localizado de volumen y de grosor de distintas zonas de la piel
debido a la hioperplasia de las glándulas sebáceas; a la deficiente circulación
venosa y a la aparición de fibrosis en el tejido conjuntivo.

Signos secundarios

 Sensación de ardor.
 Placas eritematosas elevadas.
 Apariencia seca de la piel.
 Edema.
 Manifestaciones oculares.
 Localización periférica.
 Cambios fimatosis.

CLASIFICACIÓN

En la actualidad, la
clasificación y el diagnóstico
de la rosácea es materia de
revisión. El sistema de
clasificación de la National
Rosacea Society (NRS),
vigente desde el año 2002 y revisado en 2004, ha tratado de unificar los criterios
diagnósticos entre clínicos e investigadores.

Tomando como base los hallazgos clínicos, el NRSEC definió los diferentes cuatro
subtipos de rosácea1,13 que se describen a continuación:

• Subtipo I: Rosácea eritematotelangiectásica.

• Subtipo II: Rosácea papulopustulosa.

• Subtipo III: Rosácea fimatosa.

• Subtipo IV: Rosácea ocular.

Subtipo I:
Rosácea eritematotelangiectásica (RET)
Es la forma de presentación más frecuente de la
rosácea. La lesión que la caracteriza es el eritema
centrofacial difuso (ECD) y persistente. Cuando se
presentan los brotes, el enrojecimiento transitorio
o flushing exacerba la intensidad del ECD y puede
presentarse con edema de grado variable. Desde
el punto de vista histopatológico, los hallazgos
más frecuentes son aumento del tamaño de los
capilares y vénulas localizados en la dermis superior, telangiectasias e infiltrado
linfohistiocitario perivascular y perifolicular, edema en dermis y, con frecuencia, elastosis
solar. Este daño solar relaciona la severidad del ECD y las telangiectasias con la
intensidad de la exposición solar.
Las telangiectasias son frecuentes en este subtipo de rosácea, al igual que en el daño
actínico crónico, pero no son imprescindibles para el diagnóstico de RET. La
dermatoscopia puede ayudar a distinguir entre la telangiectasias lineales del
fotoenvejecimiento y las de la rosácea, que adoptan un patrón poligonal. La RET se
puede extender en áreas extra faciales como las orejas, el cuello y el escote,y presentar
síntomas como prurito o ardor.
Subtipo II:
Rosácea papulopustulosa (RPP)
Es la segunda forma de presentación más
frecuente de la rosácea. Se caracteriza por la
presencia de pápulas y/o pústulas eritematosas
localizadas predominantemente en la región centrofacial y se acompaña de eritema
centrofacial en grado de intensidad variable. Su curso es crónico, recurrente, en algunos
casos severo, y se asocia con edema duro o blando a predominio de la región
centrofacial. Las pápulas y/o pústulas y el edema se pueden presentar en otras zonas de
la cara, sobre todo en áreas periorificiales y, menos a menudo, en tórax anterior. Las
telangiectasias son menos comunes que en el subtipo I. El diagnóstico diferencial
predominante es con acné, pero en la rosácea los comedones no están presentes.
Solamente es necesaria una biopsia si existen dudas con respecto al diagnóstico clínico.
Los hallazgos histopatológicos más relevantes son cambios epidérmicos tales como
paraqueratosis, exocitosis, acantosis y células inflamatorias epidérmicas. En las pápulas
se observa un intenso infiltrado inflamatorio peri vascular y perifolicular que contiene
linfocitos, plasmocitos y neutrófilos en la dermis superficial y media. Las lesiones
pustulosas, por lo general, tienen una acumulación superficial de neutrófilos. También
pueden estar presentas la telangiectasias y daño solar.
Subtipo III:
Rosácea fimatosa
Es más frecuente en hombres que en mujeres.
Se presenta como un engrosamiento de la piel,
eritematoso y edematoso, en el estadio
temprano inflamatorio. Progresa con
proliferación de tejido fibroso y glándulas
sebáceas, acentuación de los orificios foliculares
con tapones de sebo y queratina que drenan un
material untuoso, maloliente. En griego, el
término «phyma» significa tumefacción, bulbo o
masa,19 y así es como se manifiestan las
lesiones en su estadio tardío, no inflamatorio, con una piel seborreica, engrosada; la zona
afectada se hipertrofia, con pápulas, pústulas, nódulos, masas lobuladas o tumores,
fibrosis acentuada con incremento de los orificios foliculares y las telangiectasias son
comunes. Suele acompañarse de signos de rosácea RET y RPP.Si bien las lesiones se
pueden presentar en cualquier área de la cara, lo habitual es su localización en la nariz
(rinofima), aunque se pueden encontrar en el mentón (gnatofima), la frente (metofima), la
oreja (otofima) o los párpados (blefarofima). Los hallazgos histopatológicos se
caracterizan en el estadio inicial por inflamación, y en estadio tardío por fibrosis,
hiperplasia sebácea e hipertrofia de los folículos sebáceos; los ductos excretores están
llenos de material sebáceo, detritus inflamatorio y telangiectasias.En la actualidad, se
consideran dos estadios de rinofima para su tratamiento, el inflamatorio y el no
inflamatorio.
Subtipo IV:
Rosácea ocular
Afecta por igual a hombres y mujeres. Es una
patología frecuente subdiagnosticada: se estima
que ocurre en 50% de los pacientes con
rosácea, dependiendo de si los estudios fueron
realizados por dermatólogos u oftalmólogos. La rosácea ocular no siempre acompaña a
las lesiones cutáneas, a las cuales puede preceder hasta en 20% de los casos. Tanto los
brotes como la gravedad de los síntomas de la rosácea ocular pueden ser independientes
de los hallazgos cutáneos.El diagnóstico de rosácea ocular es eminentemente clínico.
Desde 2002, el NRSEC señala que el diagnóstico debe ser considerado cuando los
individuos tienen en sus ojos uno o más de los siguientes signos o síntomas: apariencia
de ojos llorosos o enrojecidos, sensación de cuerpo extraño, ardor o escozor, sequedad,
picazón, fotosensibilidad, visión borrosa, telangiectasias en la conjuntiva y borde de los
párpados, eritema periocular y palpebral. Se consideran signos específicos la inyección
interpalpebral y las telangiectasias marginales, siendo la blefaritis, la conjuntivitis y la
irregularidad de los bordes de los párpados menos específicos. El chalación y los orzuelos
son también síntomas comunes de rosácea y frecuentes en la rosácea infantil. La
afectación grave ocular es muy infrecuente, aunque pueden observarse alteraciones
corneales (queratitis punctata, infiltración corneal, úlceras).
DIAGNÓSTICO
En la actualidad los criterios diagnósticos específicos son determinados por el Panel del
Consenso Global de Rosácea (ROSCO) y la Sociedad Nacional de Rosácea (NRS). En la
clasificación propuesta por el ROSCO en el 2017, se hace un abordaje fenotípico en el
que se consideran la presencia de uno de dos hallazgos individuales como criterios
diagnósticos. Así mismo, se puede hacer el diagnóstico de rosácea con la presencia dos
criterios mayores en ausencia de alguno de los criterios diagnósticos. Además, se
describen criterios secundarios que pueden asociarse a los criterios diagnósticos y
mayores al momento del diagnóstico. Los criterios descritos son los siguientes (2, 8):

 Criterios diagnósticos:
o Eritema centrofacial persistente con intensificación periódica
por factores desencadenantes potenciales.
o Cambios fimatosos.
 Criterios mayores:
o Rubor facial o eritema centrofacial transitorio.
o Pápulas y pústulas inflamatorias.
o Telangiectasias (excluyendo compromiso alar).
o Manifestaciones oculares: telangiectasias del margen del
párpado, blefaritis, queratitis, conjuntivitis o escleroqueratitis.
 Criterios menores:
o Sensación de ardor en la piel.
o Sensación de escozor en la piel.
o Sensación de resequedad en la piel.

La transición de la clasificación en subtipos propuesta por comité de expertos de la NRS,


al abordaje por fenotipo propuesta por el ROSCO, ha permitido el manejo de pacientes de
manera individualizada de acuerdo con los síntomas presentes. Según la actualización
publicada en el 2019, la clasificación ROSCO ha sido ampliamente utilizada por
profesionales en dermatología y oftalmología, y la gran mayoría adoptan un abordaje por
fenotipo.
El panel de expertos de la NRS publicó una versión actualizada de su clasificación en la
que se realizan modificaciones a sus criterios diagnósticos y se elimina la variante
granulomatosa. Tanto la clasificación ROSCO como la propuesta por la NRS menciona la
progresión en el fenotipo de la rosácea, representando una continuidad de la severidad de
la enfermedad; no obstante, esta hipótesis es debatida y la evidencia disponible parece no
ser concluyente.

Sistema VISIA

Sistema VISIA es una técnica de imagen no invasiva efectiva para la evaluación de la


rosácea, particularmente en pacientes con ETR. El área roja en las caras izquierda y
derecha sería una medida adicional al evaluar la gravedad del eritema en pacientes con
rosácea.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

Diagnóstico diferencial de la rosácea. Es


muy frecuente que la rosácea se
confunda con otras enfermedades
cutáneas, con las cuales comparte
diversas manifestaciones clínicas, y es
importante no confundir, pues el
tratamiento nunca es exactamente el
mismo.Entre estas enfermedades
destacan especialmente:

Acné

Tanto la rosácea como el acné se acompañan de pápulas y pústulas, pero de forma


característica, en la rosácea no hay comedones. Son pocos los casos de individuos con
rosácea que, inicialmente, presentan pápulas y pústulas previas al cuadro de eritema y
telangiectasias. Aunque el acné es más frecuente en adolescentes y la rosácea en
adultos, la presencia de acné es cada vez más frecuente en mujeres adultas, lo que
puede generar confusión. Algunos sujetos con acné pueden presentar el eritema
característico de la rosácea, coexistiendo ambas patologías.

Demodicosis

El Demodex folliculorum es un ectoparásito microscópico que forma parte del microbioma


cutáneo como comensal. Se reconoce su participación en el desarrollo de dermatosis
faciales y es tema de estudio en los últimos años.Según la clasificación propuesta por
Plewig y Chang, se consideran dos tipos de demodicosis: primaria y secundaria. La
infestación por Demodex folliculorum puede dar lugar a una dermatosis con diferentes
características clínicas, a la que se conoce como «demodicosis primaria» por su evolución
y la rápida respuesta a los tratamientos acaricidas. Las diferentes formas clínicas son
espinulosa, papulopustulosa, periorificial y noduloquística, con diferente grado de
severidad, y ofrecen mayor dificultad en el diagnóstico diferencial con rosácea. Las
demodicosis secundarias se presentan asociadadas a alteraciones metabólicas,
inmunosupresión, drogas o dermatosis faciales como acné o rosácea.Los hallazgos
histológicos muestran dilatación folicular, infiltrado linfohistiocítico y la presencia de
demódex. El tratamiento con acaricidas, ivermectina y metronidazol tópico resulta efectivo
en la mayoría de los pacientes.

En la demodicosis secundaria, está indicado el tratamiento de mantenimiento con


acaricidas específicos para favorecer la resolución de la dermatosis.Tanto en las formas
primarias como en las secundarias, la dermatoscopia de luz polarizada es una
herramienta útil para el diagnóstico de infestación y para evaluar la respuesta al
tratamiento.

Dermatitis seborreica (DS)

El eritema en la región centrofacial es característico de la DS. Sin embargo, esta


patología, a diferencia de la rosácea, presenta escama y prurito, compromiso de surcos y
pliegues, y afecta generalmente la piel del cuero cabelludoy las cejas. La coexistencia de
rosácea y DS ocurre en el 26% de los pacientes, y el 28% de éstos presenta compromiso
de la piel del cuero cabelludo.

Dermatitis periorificial, inducida o no por esteroides

Es una afectación peribucal, perinasal y periocular con pequeñas pápulas eritematosas


monomorfas de aspecto translúcido, aisladas o confluentes. Puede estar asociada o no al
uso de esteroides tópicos. El eritema perilesional severo se relaciona con el uso de
corticosteroides.

Dermatitis por contacto (DC)

La dermatitis por contacto facial, al desencadenar en eritema, puede simular rosácea, con
ardor y prurito. Sin embargo, la aparición aguda del proceso, la falta de antecedentes de
eritema facial previo, la ocurrencia de un factor desencadenante tópico (por ejemplo, el
uso de cosméticos, etcétera) y el prurito severo ayudan al diagnóstico diferencial.

Enfermedades sistémicas asociadas a flushing

Enfermedades como la policitemia vera, la mastocitosis y el síndrome de vena cava


superior pueden estar asociados a flushing. Para distinguirlas de la rosácea, se deberán
tener en cuenta la evolución de la enfermedad, las características clínicas y los hallazgos
de laboratorio.

Fotodermatosis
Las fotodermatosis como la dermatitis actínica y la erupción polimorfa lumínica pueden
presentar pápulas y placas con eritema y edema, sobre todo en pacientes de piel blanca.
El prurito es muy intenso y ambas entidades se pueden diagnosticar con base en el
antecedente de agravamiento con la luz y la afectación de otras áreas como los brazos,
los antebrazos y el escote, de manera conjunta con el daño en los labios, la conjuntiva
ocular y la ausencia de cejas.

Fotoenvejecimiento

La rosácea eritematotelangiectásica debe distinguirse del daño actínico crónico en


individuos de piel blanca.El proceso de fotoenvejecimiento frecuentemente se asocia a la
rosácea. La exposición solar es un factor disparador y agrava la evolución.En los
individuos de piel blanca, la dermatoscopia mejora el diagnóstico diferencial y permite
visualizar la disposición poligonal de las telangiectasias, que corresponde con mayor
frecuencia a la rosácea.

Lupus eritematoso sistémico (LES) y otras enfermedades autoinmunes

El lupus eritematoso sistémico (LES), así como la dermatomiositis y la enfermedad mixta


del tejido conectivo (EMTC), deben considerarse en el diagnóstico diferencial de la
rosácea debido a la presencia de eritema facial persistente. El eritema malar del LES y el
rash de otras enfermedades autoinmunes como la dermatomiositis se asocian a
alteraciones sistémicas y tegumentarias o musculoesqueléticas. En estos casos, los
exámenes del laboratorio inmunológico pueden detectar anticuerpos antinucleares
positivos, eritrosedimentación y proteína C reactiva elevadas, así como positividad a
anticuerpos anti-Ro y anti-dsDNA.14,62 El lupus eritematoso cutáneo crónico —que tiene
una baja incidencia de marcadores serológicos— puede, en algunos casos, dificultar el
diagnóstico diferencial con la rosácea. Sin embargo, la biopsia de piel, cuando es
específica de lesiones lúpicas, facilita el diagnóstico.

Pioderma facial (PF)

El PF es otro diagnóstico a considerar dentro del diagnóstico diferencial de la rosácea; la


evolución es abrupta y se caracteriza por la presencia de un eritema violáceo con lesiones
noduloquísticas purulentas y abundancia de pústulas.62

Síndrome carcinoide

El enrojecimiento intermitente de la cara puede llevar a la sospecha diagnóstica de


síndrome carcinoide, el cual se descarta cuantificando el ácido 5-hidroxiendolacético en la
orina de 24 horas. Un ejemplo de síndrome carcinoide es el eritema facial asociado a las
neoplasias endocrinas múltiples MEN 1.

Otros
La queratosis rubra pilaris y la eritematomelanosis facial, como diagnóstico diferencial,
presentan pápulas blancas o rosadas que son de larga evolución.Las foliculitis bacteriana
(por estafilococo) y micótica (por dermatofito) deben ser confirmadas por rescate de la piel
del germen patógeno involucrado.

TRATAMIENTO

Medidas generales

Limpieza : e recomienda una limpieza suave.Recomendación 100 % (agua tibia,


detergentes sintéticos adaptados al pH de una piel sana, secar la piel con palmaditas).

Protección UV: Se considera probado que los síntomas de la rosácea pueden ser
inducidos por la exposición a los rayos UV, lo que aumenta significativamente la expresión
de varias citocinas proinflamatorias. Usar sombreros para el sol, evitar la luz solar directa
y usar protector solar de amplio espectro con protección UV-A y UV-B debe ser obligatorio
para el manejo diario de la rosácea. Esto se explica con más detalle en el apartado
“dermocosmética”

Habitos y emociones: Deben evitarse los factores que pueden provocar vasodilatación o
síntomas de enrojecimiento en la cara. Estos incluyen alcohol, comidas picantes, bebidas
muy calientes, así como trastornos físicos o psicológicos y estrés.

Tratamientos Tópicos

Los medicamentos tópicos se consideran la primera línea de tratamiento para pacientes


con rosácea leve a moderada. Formulaciones tópicas de metronidazol 0.75% (gel, crema,
loción) bid, metronidazol 1% (gel, crema) qd, ácido azelaico 15% en gel bid e ivermectina
1% crema qd están aprobadas por la FDA para el tratamiento de lesiones inflamatorias, y
mostraron un nivel de evidencia alto según el sistema GRADE de la revisión sistemática
publicada en el 2019 por Cochrane (5,15,16).

La brimonidina 0.33% gel qd (nivel de evidencia alto) y formulaciones tópicas de


oximetazolina (nivel de evidencia moderado) se recomiendan para el tratamiento del
eritema facial persistente (5,15,16).

La minociclina es un tratamiento novedoso utilizado inicialmente en el tratamiento de


acné. Recientemente se demostró la eficacia de formulaciones tópicas de minociclina en
rosácea con características papulopustulares moderada a severa (15, 17).

El uso de benzoato de bencilo tópico ha demostrado una disminución de la densidad de


poblaciones de Demodex, y ha resultado altamente efectivo en el manejo de síntomas de
rosácea (15, 17). Además, esquemas de tratamiento con ácido tranexámico han
demostrado resultados prometedores en pequeños estudios realizados (15, 16).
Tratamientos Sistémicos

Los tratamientos orales o esquemas combinados se utilizan para el manejo de rosácea


moderada a severa o en casos refractarios al tratamiento de primera línea. El único
tratamiento oral aprobado por la FDA es la doxiciclina 40mg de liberación modificada, que
mostró tener un nivel de evidencia moderado a alto (5, 15, 16). Además, se ha
demostrado con un nivel de evidencia moderado a alto, que el uso se isotretinoína y
minociclina oral han sido efectivos para el control de pápulas y pústulas (15, 16).

Otras opciones terapéuticas como el uso de betabloqueadores, en especial carvedilol y


propranolol, puede ser efectivo para el manejo del eritema y el rubor facial.
Adicionalmente, el uso de hidroxicloroquina ha mostrado resultados variables en el control
de síntomas de rosácea, sin embargo, su uso es seguro durante la gestación por lo que
representa una posible opción de tratamiento para mujeres embarazadas (15,16).

Modalidades Físicas de Tratamiento

Los tratamientos con láser y luz pulsada intensa han sido reconocidos como opciones de
manejo del eritema y telangiectasias con un nivel de evidencia bajo a moderado (15, 16).
Además, el uso de terapia fotodinámica con ácido δ-aminolevulínico (ALA-PDT) se ha
estudiado en el tratamiento de rosácea eritematotelangiectásica y papulopustular con
resultados positivos (15).

Tratamientos Inyectables

Existen dos tratamientos inyectables que han demostrado ser eficaces para el control de
la rosácea: la toxina botulínica que tiene efecto sinérgico con el láser pulsado de
colorantes, y los inhibidores de la interleucina 17 que pueden ser utilizados en el manejo
de rosácea severa refractaria
EMBARAZO Y ROSÁCEA

La rosácea generalmente empeora durante el embarazo cuando los vasos sanguíneos en


la circulación se dilatan y congestionan. Por otro lado, es muy importante saber que
muchos de los medicamentos comúnmente utilizados para tratar la rosácea, tanto tópicos
como orales, no estarán disponibles durante este tiempo.

Por vía tópica pueden usarse con seguridad el metronidazol tópico y el ácido azelaico
aunque probablemente ivermectina tópica también es segura.Tetraciclinas e isotretinoína,
están absolutamente contraindicadas. Si se requiere tratamiento oral,

La rosácea suele empeorar durante la gestación, período en que la vasodilatación de la


circulación y la hiperemia son habituales.se deberá recurrir a los macrólidos (azitromicina,
eritromicina, claritromicina).

ROSÁCEA EN LA EDAD PEDIATRICA

Aunque la rosácea suele afectar a adultos, no son raros los casos


pediátricos.Clínicamente es similar a la rosácea del adulto, pero destaca el hecho que la
afectación ocular es mucho más frecuente que en adultos y a veces debuta tan sólo en
esa localización.El tratamiento tópico es igual que en adultos. Sin embargo, si requiere
tratamiento oral es importante saber que las tetraciclinas están contraindicadas antes de
los 8 años por su efecto de pigmentación dental.

VIVIR CON ROSÁCEA

La rosácea es una de las enfermedades dermatológicas que más merma la calidad de


vida.Tanto el rubor facial, permanente o transitorio, como las lesiones inflamatorias y, por
supuesto la fimas, inciden de forma severa en la percepción de uno mismo y en la
percepción que los demás tienen del afectado.

La persona que padece rosácea, en cualquiera de sus formas clínicas, puede sentir
vergüenza, ansiedad, estigmatización social, síntomas depresivos y baja autoestima.Esto
repercute indefectiblemente en su autoconfianza, y en sus relaciones personales,
laborales y sociales, y motiva la generación de conductas fóbicas que a veces son
severas.Es importante que la sociedad reconozca que la rosácea es una condición
cutánea involuntaria, como pueden serlo otras enfermedades de la piel, como el acné, la
psoriasis, los eccemas etc. y que el paciente con rosácea no es el causante de su
enfermedad, y que ésta no está producida por el alcohol u otros hábitos tóxicos. Sólo así
estos pacientes dejarán de sentirse estigmatizados.

COVID-19 Y ROSÁCEA
Aunque no hay evidencia de que el coronavirus afecte el curso de la rosácea, la rosácea
ha sido exacerbada o causada por el uso prolongado de mascarillas durante la pandemia
reciente, especialmente en la parte inferior de la cara. Este fenómeno también se da en el
caso del acné, lo que hace que sean necesarias numerosas consultas y la necesidad de
un tratamiento tópico y, en los casos más resistentes, oral..El incremento de horas
pasadas frente al ordenador también se ha relacionado con el incremento de brotes de
rosácea, ya que estos aparatos emiten calor y radiación ultravioleta, ambos inductores de
brotes de rosácea (“sreen dermatitis”).

CONCLUSIONES

La rosácea es una enfermedad inflamatoria crónica que se puede tratar y aún no se ha


curado. Actualmente, el desarrollo de nuevos fármacos dirigidos a dianas específicas
relacionadas con la aparición de síntomas y signos brinda la oportunidad de tratar
racionalmente a los pacientes con rosácea.

El descubrimiento de la patogenia nos ha permitido definir con mayor precisión los


criterios diagnósticos de la rosácea, como el eritema facial central persistente, las lesiones
inflamatorias, los exudados y la identificación de la afectación ocular temprana, una
asociación común que muchas veces pasa desapercibida por el individuo o el médico
tratante.

A futuro, los expertos apuntan a crear un sistema de clasificación y clasificación para la


rosácea que permita el estudio de diferentes poblaciones de sujetos con herramientas
reproducibles y fáciles de usar, así como la validación de estrategias de tratamiento
únicas o combinadas que sean cada vez más rápidas y efectivas.

Junto al diagnóstico clínico de las manifestaciones cutáneas, el impacto emocional de vivir


con rosácea también debe ser considerado en la práctica diaria. Esta consideración global
debe guiar la selección de medicamentos y estrategias de tratamiento para mejorar la piel
y reducir la angustia psicosocial en pacientes con rosácea. Esperamos que estas
recomendaciones contribuyan al estudio y tratamiento de la rosácea en poblaciones
latinoamericanas.
HONORABLE ALCALDÍA MUNICIPAL

HOSPITAL DE CLÍNICAS

APELLIDO PATERNO: APELLIDO MATERNO: NOMBRES:

SEXO: EDAD: ESTADO CIVIL:

FECHA: N° HC:

PROCEDENCIA: RESIDENCIA:

TOPOGRAFÍA:

TIEMPO DE EVOLUCIÓN:

MORFOLOGÍA:

EXAMEN DE RESTO DE PIEL, MUCOSAS, GANGLIOS U OTRAS PATOLOGÍAS ASOCIADAS:

SÍNTOMAS:
TRATAMIENTOS EFECTUADOS:

ANTECEDENTES DE LA DERMATOSIS ACTÚAL:

OTROS ANTECEDENTES PATOLÓGICOS PERSONALES O FAMILIARES:

DIAGNÓSTICO CLÍNICO:

CONDUCTA:

……………………………………..

ROSISELA MAMANI LOPEZ

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