Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Catterine Dolton, La Adolescencia El Segundo Nacimiento
Catterine Dolton, La Adolescencia El Segundo Nacimiento
http://www.fundacioncreavida.org.ar/articulos_haptonomia.html#1
Dra. Catherine Dolto1
No supimos transmitir nuestros valores a los jóvenes que nos siguen. Ellos
transgreden nuestras reglas de vida, son más delincuentes, más violentos y más
tempranamente. La actualidad cotidiana nos confirma cada día este hecho y nos
confronta con nuestra impotencia como cuerpo social que tiene que contener esta
"nueva barbarie". Mientras que la mundialización nos invita a reinventar una ética
de vida en conjunto y a aprender a transmitirla a nuestros niños, vemos que
nuestras sociedades amenazan con sucumbir desde adentro por la incapacidad de
compartir el espacio y el tiempo entre generaciones.
1
www.fundacióncreavida.org.ar/artículos_haptonomía.html
1
La práctica de la haptonomía, desde hace 23 años me ha permitido adquirir las
certezas que me parece deseable compartir. Antes de seguir adelante quiero decir
aquí que no se puede permitir hablar de educación si no se ponen de manifiesto
dos cosas esenciales:
No se debería jamás juzgar a los padres por sus hijos (no se debería además
juzgar a nadie salvo si uno es juez). De hecho la experiencia nos muestra que
ciertos padres que han hecho verdaderamente lo que mejor pudieron, pueden ver
a sus hijos descarrilar, mientras que otros a quienes se predecía lo peor, se
encuentran con niños ubicados y bien plantados en la vida.
Respetar a un niño es aceptar que él tome el riesgo de equivocarse sin por eso
perder su valor. La paciencia requiere mucho amor.
A Frans Veldman con quien aún trabajamos intensamente, le gusta decir que una
ciencia que no se preocupa de la felicidad humana no merece el nombre de
ciencia. La haptonomía nos enseña que la búsqueda del sentimiento de seguridad
y el miedo a la soledad atormentan el corazón humano. El hombre es una especie
nidícola como los pájaros que no dejan el nido hasta que saben volar. El recién
nacido como el niño y el adulto buscan sentirse en seguridad, aún si objetivamente
no lo están, pueden tener el sentimiento.
Una vida humana es una trayectoria que se desarrolla desde la concepción hasta
la muerte. Tras el caos aparente y las peripecias variadas, siempre se puede
discernir una cierta continuidad.
Los acontecimientos dejan sus marcas y se hacen eco, los miedos y los
sufrimientos nuevos despiertan los sufrimientos y los miedos más antiguos. A
2
veces nos sorprendemos ante la incapacidad de alguien de hacer el duelo de su
perro, se desconoce sin darnos cuenta que a través de ese duelo es tal vez a sus
padres o a sus abuelos muertos hace treinta años, a quienes llora.
Sabemos actualmente que no hay una sino varias memorias múltiples muchas de
las cuales no vienen a la consciencia hasta que no suceden ciertas circunstancias
emocionales o sensoriales particulares. A la luz de los conocimientos nuevos, en
particular los que nos aportan las neurociencias y la haptonomía, es necesario hoy
osar replantearse el dogma de la amnesia infantil con el cual fuimos formados
desde Freud.
Un niño in útero expresará o inhibirá ciertos genes en función de lo que vive. ¡Esto
nos da una enorme responsabilidad!
3
manipulan, a menudo como un objeto, ante la fuerza de gravedad. Los bebés
tienen miedo al vacío y se adaptan tan bien como pueden entre el ser levantados y
vueltos a acostar que son momentos desagradables e insegurizantes, la mayoría
de las veces.
El recién nacido que debe hacer que los adultos vengan alrededor de su cuna con
la buena idea o el objeto adecuado, buen objetivo, en el buen momento, está
naturalmente egocentrado. Toda la educación consiste en realizar un lento
descentramiento que nos permita orientarnos hacia los otros. Hacerse cargo de un
recién nacido es darle una verdadera cultura de las separaciones y los
reencuentros. En ello va su libertad de llegar a ser sí mismo, se trata entonces de
una responsabilidad política en el sentido más noble del término.
Como todo humano que atraviesa una prueba, tiene necesidad de hablar de ella.
Para el recién nacido se trata de escuchar las palabras dichas sobre lo que él
experimenta, ya que la palabra es el privilegio de los humanos. Pero el niño busca
también la coherencia que da sentido a las palabras y a los gestos. Como lo dice
bellamente el psicoanalista Joël Clerget, hay palabras que tocan y gestos que
4
hablan. Los bebés son extremadamente sensibles a la armonía o a las
discordancias entre la manera de sostenerlo y el lenguaje. La manera de llevar a
un niño es significante como un lenguaje.
LOS ECOS
En la adolescencia por segunda vez en nuestra vida, hay que pagar el peaje por
pérdidas inquietantes. En el nacimiento, hay que morir a nuestra vida fetal y su
intensa liviandad. Hay que dejar el estado casi simbiótico para entrar en el mundo
de los que afrontan la soledad. El cordón cortado implica un lazo modificado.
Como la primera vez, en nuestro nacimiento, es posible que quienes nos rodean
sufran este alejamiento necesario y más o menos conscientemente nos empujen a
renunciar a él. Puede que simplemente percibamos dolorosamente el sufrimiento
que nuestras mutaciones les imponen.
5
Cómo los recién nacidos deben afrontar las depresiones post parto que devastan
a sus madres, los adolescentes se encuentran a menudo confrontados a
solapadas depresiones parentales, no diagnosticadas pero igualmente dolorosas,
que se encuadran en el balance de una vida en la que no encuentran sentido,
porque los niños ya no juegan el rol de tutor interno.
Mientras que sus hijos cambian los padres afrontan con frecuencia la crisis de la
mitad de la vida, como se dice ahora. Es una peculiaridad de nuestra época en la
que faltan cruelmente los rituales de pasaje que permiten asumir las transiciones.
Esos rituales eran útiles para todos, tanto para los niños, como para los padres y
los abuelos.
Los recién nacidos viven por y para su madre en una relación de exclusividad,
como en el estado amoroso, caracterizada por el hecho que la sola presencia del
Otro nos colma. Los adolescentes, tanto en la amistad como en el amor, son a
menudo posesivos, exigentes, exclusivos e intransigentes. La entrada en la vida
amorosa se realiza del mismo modo que en el nacimiento.
Por segunda vez en su vida, es el lugar de una inundación hormonal que modifica
fuertemente sus órganos genitales y su libido vital. En el nacimiento los órganos
genitales son muy voluminosos y sucede a veces que los bebés tengan un
crecimiento de las mamas y en las niñas pérdidas de sangre como pequeñas
menstruaciones.
6
sus padres. Los obliga a captar el paso del tiempo, a afrontar su edad. Remueve
las generaciones.
Como los padres deben renunciar al niño imaginario desde el momento en que
tienen su recién nacido entre los brazos, el adolescente, mirando a sus padres con
esa mirada láser que tiene, pierde a menudo sus ilusiones sobre los padres
imaginarios que su admiración de niño había forjado. Nuestros niños cuando son
pequeños nos encuentran los más bellos, los más inteligentes porque tienen
necesidad de admirar y amar a sus padres. El error es creer que por eso somos
los más bellos, los mejores y los más inteligentes. Bajo la mirada de nuestros
adolescentes, descubrimos que somos unos pobres humanos iguales a los otros.
Una imagen de nosotros, padres, cae entonces dolorosamente. Esta caída lleva a
algunos a la depresión.
Por parte de los padres, es necesario, como en el nacimiento, hacer el duelo del
niño imaginario y volver a dar su confianza sobre nuevas bases. Pocos padres
7
tienen confianza en sus hijos, pero no tienen consciencia de eso. Llaman
confianza a una aceptación de su hijo si se mantiene dentro de los límites que
para ellos, como padres, son aceptables.
Es fácil dar esa confianza. Lo que cuenta es conservar la confianza a largo plazo
en el devenir de un niño que disfunciona y poder significárselo. Dar confianza es
hacerlo en relación durante todo el trayecto, aceptando ciertos rodeos que dan
miedo en el momento pero se revelan fecundos a largo plazo.
Lo más grave para el niño que se puede hacer es retirarle nuestra confianza
porque eso puede confiscarle la suya... la que necesita tener en sí mismo. Es
como retirar los apoyos a un niño que aprende a caminar en un lugar peligroso.
Los adolescentes lo sienten y se angustian sin saber de dónde viene su angustia,
al igual que les ocurre a los recién nacidos.
Todo esto nos conduce a pensar que para ayudar a un adolescente es muy útil
saber lo más posible sobre las condiciones de su nacimiento y su primera infancia.
Ya que una cosa es cierta, todas esas realidades no deben ser tomadas como
hechos del destino de los cuales es imposible escapar una vez que los dados
fueron tirados. Todo es trabajable.
8
rentabilidad como si se tratara de un sector de producción como cualquier otro, es
extremadamente inquietante.
Si se puede llegar a sentir confianza en uno mismo como padres, es seguro que
eso ayudará al adolescente a tenerse confianza. El viaje será precioso entre
todos. Ya que el sentimiento de culpabilidad, siempre listo para manifestarse entre
los humanos es un sentimiento muy tóxico, capaz de envenenar todas las
relaciones familiares.
Por lo tanto todo puede siempre volver a replantearse. Si uno encuentra ante sí la
confianza que permite reencontrar la confianza en sí mismo, entonces las
rodaduras en las que uno se cree atascado, entrampado, pueden llegar a ser
surcos, portadores de vida.
_________________________________________
Médica clínica y pediatra. Desde 1980 trabaja en Francia junto a Frans Veldman,
fundador de la Haptonomía, Ciencia de la Afectividad, consagrándose a esta
práctica, a su divulgación y formación en el área pre y post natal, así como a la
atención haptopsicoterapéutica de niños, adolescentes y adultos. Es docente del
CIRDH (Centro Internacional de Investigación y Desarrollo de la Haptonomía).
9
Influencias de la confirmación afectiva psicotáctil sobre el desarrollo de si y la
autonomía del niño en devenir", en las Jornadas de Healthy Children Foundation y
de la OMS. "Pre and Post natal Haptonomic Communication, Affective security and
development" en Journal Prenatal and Perintal Psychology and Medicine,
Heidelberg. Editó numerosas colecciones de libros para niños y adultos. Entre
ellos: "El amor último" sobre el acompañamiento de enfermos terminales. Dirige
colecciones como "Vidas de familias", "La violencia de los jóvenes" y la colección
Françoise Dolto. Participa en enciclopedias y libros de divulgación médica.
Escribió junto a su madre "Palabras para adolescentes".
10