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CUERPO ACADÉMICO
Formación para la Investigación y Eficiencia
Terminal en los Posgrados en Educación
Dr. Eduardo Pérez Archundia, Mtra. María Catalina Josefina González Pérez, Dr. Dionicio
Rogelio Marín Díaz, Mtro. Simón Estrada Albarrán, Mtra. Ana Belem Diosdado Ramos
Vocales
ISBN: 978-607-9055-38-7
Publicado en México
Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio o procedimiento,
sin la autorización previa del Subcomité Editorial del ISCEEM.
Índice
Prólogo 9
Introducción 13
Fuentes de consulta 17
7
A. La investigación como tarea para la generación de conocimiento 63
B. La teoría en los procesos de investigación. Algunas consideraciones
para su reflexión 65
1. La teoría en las tradiciones científicas 66
2. La teoría en el proceso de investigación. Una condición insoslayable 67
C. Experiencias y saberes de docentes investigadores en relación con la teoría 70
1. ¿Qué es?, ¿cómo usarla?, ¿cuál debo utilizar? Inquietudes frecuentes en cuanto
a la teoría 71
2. Los estudiantes anteponen la teoría a la realidad. La teoría como camisa
de fuerza 74
3. Superar la visión de la investigación como etapas y avances secuenciales.
La teoría como elemento transversal 78
4. La teoría es necesaria para hacer lectura de realidad. Del sentido común
a la teorización 82
5. La tesis de grado exige un rigor que muestre un uso crítico de la teoría.
La escritura de la tesis: lugar donde se objetiva la investigación 85
D. Consideraciones finales 88
Fuentes de consulta 92
David Pérez Arenas como coordinador de la obra, Pedro Atilano Morales, Javier
Hernández Morales y Jesús Francisco Condés Infante (†) como integrantes del cuer-
po académico Formación para la Investigación y Eficiencia Terminal en los Posgrados
en Educación del Instituto Superior de Ciencias de la Educación del Estado de México
(isceem), han colaborado entre sí, reflexionado en conjunto, sedimentado una trayecto-
ria y conformado un colectivo consistente, constituyéndose en una referencia valiosa
sobre las problemas de la formación para la investigación en el campo de las temáti-
cas educativas.
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
nistrativa que hay que sortear a como dé lugar, más allá o más acá del valor académico
del mismo y de su aporte al conocimiento. Conocedores de estos problemas, los au-
tores de este libro procuran enfrentarlos con una significativa serie de referencias y
prevenciones, así como de contribuciones conceptuales y metodológicas, que inicia-
ron en textos anteriores y profundizan con sistematicidad en esta obra. Resultado de
una preocupación e interés genuino de los autores por estos temas que los interpelan
y desvelan, a algunos de ellos desde hace muchos años, la formación en la investiga-
ción educativa gana el centro de la escena y, a partir de distintas entradas y ángulos
de abordaje, se hace foco en ella en los apartados que componen este libro.
10
Prólogo
Lo que el lector encontrará como resultado del esfuerzo crítico presente en este
libro es, entre otras cosas: una puesta en valor de la teoría, ponderando su relevan-
cia y necesidad; una defensa de la complejidad del quehacer investigativo, identifi-
cando tensiones y escollos que deben ser enfrentadas, partiendo de la base que los
hechos y procesos educativos están sobredeterminados, nunca son simples ni mo-
nocausales; un cofre con numerosos y variados recursos, no sólo para investigado-
res noveles, sino para docentes de posgrado que tengan que fungir como asesores,
tutores o directores de tesis; una serie de estrategias y aportes didácticos que se han
desarrollado y puesto en práctica a partir de la experiencia y saberes acumulados en
el quehacer cotidiano, a los fines de palear dificultades en los procesos de formación
en investigación. En síntesis, nos referimos a un texto compacto, que muestra que los
autores han sostenido una labor dialógica, coherente, con perspectivas compartidas
de largo aliento y un conocimiento profundo del campo. Sin dudas, podemos afirmar
que los autores han realizado su trabajo.
Una virtud más que querríamos señalar es la accesibilidad del lenguaje desple-
gado en las páginas que integran esta obra, las que abordan temas densos, sin omi-
tir complejidad, a partir de una escritura cercana y cordial, que facilita su acceso ágil,
rápido y comprensible, sin aplanar los pliegues y dificultades presentes en los temas
abordados; un aspecto central para quienes desean realizar sus primeras experien-
cias en el campo, como para quienes necesitan apoyo en los procesos de transmi-
sión. Por último, vale remarcar que si bien las enseñanzas presentes en este texto
están orientadas a integrantes del campo educativo, no se limita sólo a ellos: antece-
de y excede los límites de este campo disciplinar, transformándose en un material va-
lioso de consulta general para todos aquellos que se inician en esta labor o que deben
contribuir al apoyo y asistencia de estudiantes en procesos de formación.
Daniel Saur
Marzo de 2020, Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.
11
Introducción
Por otro lado, en las dos últimas décadas, derivado del incremento de la deman-
da por los estudios de posgrado en educación (Pérez, Cortés y Limón, 2013), las insti-
tuciones tuvieron que aumentar también su oferta, lo que les demandó a su vez tener
que contratar a un mayor número de personal académico para atender tanto la do-
cencia como la dirección, asesoría o tutoría de los trabajos que los estudiantes ten-
drían que presentar como tesis para obtener el grado correspondiente; el problema es
que, en muchos casos, los docentes carecen de la formación y la experiencia reque-
ridas para dichas tareas, por lo que éstas se realizan de manera aislada, salvo en al-
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
gunos casos donde se realizan ciertos intercambios en relación con estos procesos,
a partir de la integración y reuniones de los comités tutoriales.
Por ello, en los últimos años se ha demandado que las instituciones que ofrecen
estudios de posgrado en educación se orienten hacia la producción de conocimiento
y la formación para la investigación, como fue señalado en una de las conclusiones de
la mesa “Formación de investigadores”, del XIII Congreso Nacional de Investigación
Educativa, realizado en la ciudad de Chihuahua en 2015.
Fue en este contexto y derivado de los resultados del proyecto Formación para
la investigación y eficiencia terminal en los posgrados en educación (Pérez, Atilano y
Condés, 2017), desarrollado por un Cuerpo Académico con la misma denominación
del proyecto anterior, en el que si bien se dio cuenta de los perfiles, trayectorias, ex-
periencias y saberes que inciden en la formación para la investigación, de manera
particular en el Instituto Superior de Ciencias de la Educación del Estado de México
(isceem), los asociados con la metodología y didáctica de la investigación no fueron re-
cuperados en ese trabajo, muy pocos se han sistematizado y menos aún traducido en
publicaciones o materiales de apoyo tanto para los docentes investigadores noveles
que se incorporan a estas tareas como para los estudiantes que forman parte de las
maestrías y doctorados en educación, e incidir en los procesos de formación para la
investigación, en la calidad de los productos o tesis de grado y en el mejoramiento de
la eficiencia terminal de los posgrados.
Por esta razón, el cuerpo académico decidió continuar con una segunda etapa
del proyecto, enfocado ahora a la sistematización y análisis de las experiencias y sa-
beres que los docentes investigadores del isceem han acumulado en relación con la
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Introducción
En este sentido, se contó con tres tipos de fuentes para dar cuenta de las apor-
taciones, experiencias y saberes asociados con la metodología y didáctica de la in-
vestigación, los derivados de las narrativas de los investigadores que participaron en
el primer proyecto, 11 docentes investigadores del isceem y cuatro de otras institu-
ciones que imparten posgrados en educación;1 los de los académicos que participa-
ron en el Foro Regional Estado de México Formación de Investigadores,2 realizado en
septiembre de 2016; así como los de algunos investigadores que han publicado es-
critos asociados con alguna de las etapas identificadas como fundamentales para el
ejercicio de la investigación educativa.
Finalmente, para la definición de los ejes que permitieran identificar y analizar las
experiencias y saberes asociados con la metodología y didáctica de la investigación
que mayor incidencia tienen en la formación para la investigación, utilizamos varias
estrategias que podrían resolver –o por lo menos atender– esta problemática, cuyo
éxito, consideramos, dependerá de que contemplen e incorporen las aristas que se
vinculan con el problema general, pero que se enfoquen a uno en particular.
1
El criterio para la selección de los docentes investigadores tanto del isceem como de las otras instituciones
que ofrecen estudios de posgrado (Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad de Guadalajara,
Universidad Autónoma del Estado de México y Universidad Pedagógica Veracruzana), fue que éstos
destacaran dentro de sus instituciones por contar con un mayor número de graduados).
2
El foro se desarrolló el 21 de septiembre de 2016 y en él se abrieron cuatro mesas relacionadas de manera
directa con los ejes trabajados en este proyecto: problematización, el uso de la teoría, trabajo de campo y
análisis de la información e integración del informe.
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
Varios autores han señalado que una vez que se ha definido o delimitado el problema
de investigación y argumentado la problematización, se ha logrado un gran avance en
el desarrollo de un proyecto de investigación, al tiempo que la mayoría de estudian-
tes de posgrado y tesistas sostienen que es una de las etapas más complicadas, a
las que mayor tiempo dedican y en las que más dificultades enfrentan; sin embargo,
en este trabajo partimos justo de una problematización relacionada con este proce-
so que –reconocemos– está presente en todas las etapas de la investigación; al tiem-
po que validamos las diferentes miradas y posicionamientos que existen en cuanto a
cómo este ejercicio nos permite transitar hacia el planteamiento del problema, esto a
partir de la revisión de las aportaciones que varios autores han hecho al respecto; en
una segunda parte recuperamos los conocimientos, experiencias y saberes que tie-
nen y han acumulado los docentes e investigadores con una amplia trayectoria y ex-
periencia en la formación para la investigación para mostrar que los caminos y formas
de hacerlo pueden ser tan diversos como las miradas de los sujetos.
16
Introducción
torno a la lectura de realidad como una posibilidad de dialogar con los aportes pro-
venientes de otras miradas y otras voces. Todo ello ha derivado de un ejercicio meto-
dológico de reflexión, análisis y sistematización de las experiencias provenientes de
colegas investigadores que, articuladas con las propias, nos han permitido construir
lo que en este capítulo compartimos.
Fuentes de consulta
Pérez Arenas, David, Atilano Morales, Pedro y Condés Infante, Jesús Francisco (2017).
Formación para la investigación en los posgrados en Educación. Perfiles, trayecto-
rias, experiencias y saberes. México: isceem.
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
Pérez Arenas, David, Cortés, Juan y Limón, Agustina (2013). “Exclusión y desplazamien-
to de la Filosofía, Epistemología y Teoría Educativa en los Estudios de Posgrado”, en
Bertha Orozco y Claudia Pontón (coordinadoras), Estado de Conocimiento del área
de Filosofía, Teoría y Campo de la Educación. México: Comie-anuies.
Villaseñor García, Guillermo (2003). La función social de la educación superior en
México. México: uam-cesu-unam y uv.
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De la problematización al planteamiento
del problema: articulación de múltiples
dimensiones, miradas y saberes
Introducción
La definición del problema, el planteamiento del problema y la problematización son
algunos de los términos referidos cuando se inicia una investigación o proyecto de te-
sis. Hasta hace algunas décadas, los más utilizados eran los dos primeros, al tiem-
po en que se reducían a la primer etapa de la investigación; de manera reciente, se
empezó a hablar más de la problematización como un ejercicio intelectual necesario
no sólo para iniciar una investigación, sino para todo el proceso, desde que ésta ini-
cia hasta que se concluye; no obstante, su importancia es fundamental en la primera
etapa, como lo es distinguirla de las otras dos acepciones: la definición y el plantea-
miento del problema.
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
A partir de la primera década del siglo xxi, empiezan a aparecer algunas publi-
caciones que contienen desde las concepciones hasta las recomendaciones que in-
vestigadores del campo educativo hacen a partir de las reflexiones derivadas, ya sea
de sus propios ejercicios de problematización o de los procesos de asesoría, direc-
ción de tesis o tutoría en que participan; por ejemplo, los trabajos de Fernando y Lucía
García Córdoba (2012), Orozco (2012) y Saur (2012), por mencionar algunos.
Lo anterior nos lleva a dos supuestos que de alguna manera condensan nuestra
postura en relación con la problematización:
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De la problematización al planteamiento del problema:
articulación de múltiples dimensiones, miradas y saberes
que exista entre estas sugerencias o estrategias propuestas con las concepcio-
nes o miradas que tengamos no sólo en relación con esta actividad, sino con la
investigación y campo de conocimiento en que la desarrollemos, a los cuales
nos adscribamos teórica, epistémica y ontológicamente.
»» En este sentido, la mirada desde la cual nos adscribimos nos permite seña-
lar que en el contexto de crisis e incertidumbre que afecta en estos tiempos el
desarrollo del conocimiento en sus diferentes campos, demanda un posicio-
namiento en el que los paradigmas sustentados en las certezas se pongan en
duda para, en su lugar, incorporar esquemas de pensamiento sustentados más
en la complejidad, desde donde las polémicas y confrontaciones que terminan
con las exclusiones sean sustituidas por el reconocimiento de las tensiones
que no siempre lograrán resolverse de manera absoluta, sino por la coexisten-
cia de las diferencias con las cuales se tendrá que dialogar.
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
Uno de los primeros cuestionamientos tiene que ver con preguntarse: ¿qué
se define primero, el tipo y propósito o el problema de investigación? Para aque-
llos investigadores o instituciones con una trayectoria consolidada en cierto tipo de
investigación, o con determinadas condiciones de trabajo, esto no representa gran
problema, si se está adscrito a un departamento creado con el propósito de atender
y resolver ciertas problemáticas, o si se está en una institución con líneas de investi-
gación de estudios teóricos disciplinarios que cuentan con los recursos y condiciones
para realizar investigación básica, o si el programa de posgrado tiene delimitadas sus
líneas y propósitos de investigación; estas condiciones predefinen el tipo y problemas
de investigación que podrán plantearse y desarrollarse, al tiempo que la trayectoria
académica y adscripción teórica y metodológica de los investigadores incidirán en los
procesos de problematización de los proyectos.
a) Por un lado, están aquellas que parten o se acercan más a un enfoque reduc-
cionista de la investigación, es decir, a un conjunto de tareas orientadas a la
recopilación de información teórica o empírica para su sistematización e inte-
gración en un informe, donde lo único que se hace es organizar y ratificar lo
que ya otros han dicho o aportado al campo de estudio; así que es común es-
cuchar, desde esta concepción, que se va a investigar una temática o proble-
ma porque se desconoce todo sobre éste; los objetos de estudio se reducen a
temas nuevos o desconocidos para quien quiere investigarlos, con una ausen-
cia o pobreza en referentes teóricos o empíricos que se constituyan en el pun-
to de partida de la problematización y del planteamiento del problema.
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De la problematización al planteamiento del problema:
articulación de múltiples dimensiones, miradas y saberes
En el otro extremo, están los trabajos que de manera previa o como parte de
la problematización se traducen en extensos escritos que intentan fundamentar las
perspectivas teóricas, epistemológicas y metodológicas, con una densidad que di-
ficulta su articulación con las problemáticas concretas que dieron origen a los pro-
yectos; el problema para seleccionar y convertir toda la información recopilada en un
ejercicio de problematización es la ausencia de un esquema de pensamiento analíti-
co que permita establecer una serie de mediaciones entre todas las dimensiones que
intervienen en este proceso.
Por tanto, debemos dejar de pensar que los problemas y objetos de estudio de
una tesis o proyecto de investigación se derivan de aquello sobre lo cual no tenemos
un conocimiento por lo menos básico; por lo contrario, la riqueza o importancia de
éstos es producto de lo que más conocemos, ya sea desde sus referentes teóricos o
empíricos y de la problematización que sobre éstos elaboremos.
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
gación como una actividad casi mítica, propia de los investigadores reconocidos, o
como una actividad confusa más que compleja, con la idea de que en tanto mayor
número de problemas incorpore un proyecto y más se dificulte su comprensión, ma-
yor será su importancia.
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De la problematización al planteamiento del problema:
articulación de múltiples dimensiones, miradas y saberes
Por otro lado, están las perspectivas constructivistas que, frente a las polémi-
cas y debates que se han generado entre aquellas que le dan la preeminencia al ob-
jeto o al sujeto en la construcción de conocimiento, así como ante las limitaciones y
posibilidades que ofrece el hacer un estudio tan sólo desde una perspectiva explica-
tiva o comprensiva, reconocen la interacción dialéctica que se genera entre ambos
enfoques, así como la necesidad de abrir un diálogo que posibilite un encuentro y en-
riquecimiento entre ellos, sobre todo a partir de estos tiempos en que los contextos
de crisis de los paradigmas teóricos y metodológicos demandan el replanteamiento y
reconstrucción de éstos.
De acuerdo con Lucía y Fernando García Córdoba, existen dos acepciones básicas
en relación con lo que es un problema, de las que se derivan, a la vez, los propósitos
y tipos de investigación:
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
Un problema existencial es aquel que, por lo general, nos intriga, importa o preo-
cupa, es “una situación que presenta perplejidad o dificultad” (Laurel, 1994: 659, cita-
do en Knobel y Lankshear, 2001: 39), ya sea con un sentido trascendental y filosófico,
a partir de preguntas orientadas más a encontrar el sentido de la existencia o de la
vida, que bien pueden dar origen a un problema de investigación, pero pueden quedar
como preguntas sobre las que no hay prisa ni urgencia por responder, o bien en refe-
rencia a la existencia más cotidiana asociada al ejercicio de la profesión, por ejemplo
en el campo educativo, aquellos problemas con los que llegan los docentes al querer
ingresar a los posgrados en educación, problemas de enseñanza, aprendizaje o con-
ducta de los alumnos que enfrentan en su práctica educativa, que les preocupan y
quieren resolver de manera un tanto inmediata o práctica.
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articulación de múltiples dimensiones, miradas y saberes
Por lo general, este tipo de problemas son más de orden personal y son enun-
ciados desde las historias y escenarios particulares, en casos extremos sustentados
en un sentido común, creencias o experiencias inmediatas en el sentido más burdo de
estos términos, por lo que algunas recomendaciones derivadas de perspectivas em-
pírico-analíticas serán las de derribar los falsos ídolos (Durkheim, 2001) que limitan la
apertura hacia preguntas de investigación argumentadas.
Existe otro tipo de problemas con los que se relacionan o de los que se derivan
también los problemas de investigación: los problemas sociales, no por el lugar de
donde provienen (estamos de acuerdo en que todos los problemas del ámbito educa-
tivo se ubican dentro de este campo), sino los que se oponen a los problemas de in-
vestigación a la construcción (Saur, 2012).
Daniel Saur parte de las confusiones que en ciencias sociales genera la idea de
que toda investigación debe resolver o por lo menos contribuir a comprender cómo
operan los problemas sociales, modos habituales de decir y comprender desde el
sentido común o la doxa. Los problemas sociales se instalan así en la doxa, a través
de la opinión pública o el consenso naturalizado que al sedimentarse en las estructu-
ras y costumbres sociales, se traduce en gramáticas que se van imponiendo e insti-
tuyendo de manera imperceptible en la sociedad hasta configurar una domesticación
y docilidad, a través de un nuevo discurso hegemónico, que hace que estos proble-
mas se instalen y ocupen un lugar en el imaginario colectivo hasta adquirir un carác-
ter público (Saur, 2012: 76).
De manera que los problemas sociales se definen y construyen sobre una arena
en la que se dan luchas, negociaciones, imposiciones y resistencias; su condensación
dependerá de los grupos y discursos hegemónicos que se erijan como tales, y esto
dependerá de los juegos de lenguaje, posiciones y lugares de enunciación en que se
ubiquen quienes participan en ellos; el problema social estará tematizado cuando se
haya estabilizado en el espacio común una problemática compartida, que por lo ge-
neral conlleva una queja, una crítica, una denuncia, un reclamo o una carencia, que al
no ser atendida o reparada, activa un proceso que tiende a instalar ese problema a ni-
vel social (Saur, 2012: 82).
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de la problematización a la integración del informe
Finalmente, todo problema social está en relación con otros problemas que reac-
tivan una o varias historias, por lo que tendrá que estar en diálogo horizontal y vertical
permanente con ellos para, en algún momento, reordenarlos y redefinirlos en una nue-
va articulación, produciendo un proceso de construcción, deconstrucción y recons-
trucción a partir de un ejercicio de problematización, que será el proceso a través del
cual se convierta en un problema de investigación.
Es así como este tipo de problemas, tanto los existenciales como los sociales, si
bien pueden ser el punto de partida para una investigación, requieren de varias con-
diciones para que se conviertan en problemas epistemológicos, de conocimiento o
investigación, lo que sucede en el momento en que se pasa de las preocupaciones
inmediatas a las preguntas de fondo que pueden originar el problema, con el propó-
sito de explicar, comprender o intervenir, pero con un conocimiento elegido como el
más acorde entre diferentes caminos o formas que se consideran adecuados para re-
solverlo. Los problemas sociales tienden a hacerse equivalentes con los problemas de
investigación cuando se convierten en formulaciones emplazadas con la profundidad,
rigurosidad y carácter innovador que permitiría una mirada teóricamente fundada (Saur,
2012: 76).
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De la problematización al planteamiento del problema:
articulación de múltiples dimensiones, miradas y saberes
[…] mantiene con su objeto y pensar esta relación como una relación social que
permite poner de manifiesto algunas dimensiones del objeto a conocer. Como
él [investigador] está situado por las características de su condición profesional
y de su trayectoria social […] de ello resulta que todo análisis del objeto encierra
la posibilidad de un autoanálisis que nada tiene que ver con una introspección
sino más bien, con un análisis razonado de los obstáculos sociales al conoci-
miento […] (Pinto, 1993: 55, citado en Saur, 2012: 88).
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de la problematización a la integración del informe
que implica la habilidad para identificar tanto las regularidades y procedimientos recu-
rrentes en relación con el problema, como los pliegues, inestabilidades, dislocaciones
y heterogeneidades propias de los problemas sociales, pero que deberán seleccio-
narse y articularse de manera coherente o desde la lógica de la investigación selec-
cionada (Orozco, 2012).
está mediado por protocolos teórico-conceptuales, con una lógica propia que
necesita contemplar criterios de justificación y una “vigilancia” que se expresa
en el cuidado puesto en la “compatibilidad y/o compatibilización epistémica y
ontológica de las herramientas intelectuales que articula, en busca de la mayor
consistencia posible”; así como las precauciones necesarias en relación con la
implicación del investigador con el objeto que construye” (Buenfil, 2008: 30). En
este sentido, la ocupación del investigador es revisar la vulgata para desmon-
tarla, ponerla en evidencia, corroerla (Saur, 2012: 90).
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De la problematización al planteamiento del problema:
articulación de múltiples dimensiones, miradas y saberes
Por otro lado, los problemas teóricos pueden dividirse en problemas de explica-
ción, a partir de la relación entre diferentes variables o dimensiones, que provoquen
o incidan en lograr o no ciertos resultados, o problemas de interpretación, interesa-
dos más en dar cuenta de los significados y sentidos que ciertas acciones, procesos
o elementos tienen para los diferentes sujetos, agentes o actores sociales.
Por su parte, los problemas éticos o de valoración tienen que ver con problemas
de justicia social, de convicciones o simplemente de posición ante ciertos hechos o
acontecimientos económicos, políticos, sociales o culturales; en el caso del campo
educativo, por ejemplo, la inclusión de contenidos sobre la educación sexual en los
jóvenes, o de educación religiosa en las escuelas, la promoción o efectos de la pues-
ta en marcha de una reforma educativa o de programas compensatorios para grupos
marginados.
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de la problematización a la integración del informe
Con lo hasta ahora planteado, podemos decir que independientemente del tipo de
problema o de investigación que desarrollemos, así como de la mirada de la que par-
tamos, la problematización es un ejercicio necesario que nos permite el tránsito de los
problemas iniciales al planteamiento del problema; posicionamientos que a su vez van
a generar diferentes concepciones y miradas en torno a la problematización, entre las
cuales podemos identificar algunos elementos o dimensiones comunes, pero com-
prendidos y articulados de manera diferente, dependiendo tanto del lugar de enun-
ciación como de las perspectivas teórico-epistémicas y metodológicas de las que se
parta.
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articulación de múltiples dimensiones, miradas y saberes
Este hacer procedimental estará mediado por las pugnas y debates sociales
que se dan en torno a los procesos de construcción de conocimiento en las cien-
cias sociales y humanas, y en los diferentes contextos históricos sociales, así como
los propios de cada grupo o comunidad científica, en las que los habitus –combina-
ción entre intereses, preguntas, conocimientos teóricos y saberes procedimentales–
(Bourdieu, 1990) van a incidir sobremanera en las concepciones y saberes prácticos
en cuanto a la problematización, saber práctico que junto con otros tantos como la ar-
quitectónica o estructura relacional de la investigación (Sánchez, 1995), tiene que ver
con las formas de estructurar el conocimiento en las instituciones, a través de cam-
pos y líneas de investigación, así como el lugar y sentido que se otorga a la produc-
ción de conocimiento, a través de los diferentes tipos y metodologías de investigación
que se legitiman y promueven en una institución o programa, condensados a través
de los requisitos para el registro de un protocolo o proyecto de investigación, los tiem-
pos, elementos o apartados que tiene que integrar, además de las perspectivas o en-
foques metodológicos a las que se adscriben los tutores o asesores de investigación.
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tividades, como jugadas que pueden constituir o no programas sobre ciertos temas,
revelando sus tensiones y fuerzas que cotidianamente van conformando las prácticas
o tecnologías de sí, como Foucault las denomina.
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articulación de múltiples dimensiones, miradas y saberes
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Una de las primeras condiciones para transitar de los problemas iniciales, existencia-
les o sociales a los problemas de investigación, a partir del ejercicio de la problema-
tización, es la recuperación de los conocimientos o referentes teóricos conceptuales
que nos permitan inscribir el o los problemas de investigación en las disciplinas, áreas,
teorías o campos de conocimiento en que se ubiquen, con el propósito de conocer-
los, analizarlos y ver cuáles son los más idóneos para resolver, por lo que aun desde
un enfoque empírico-analítico, se requiere de una revisión teórico-documental, tanto
de los estudios previos como de los conceptos y teorías que están implicados en su
formulación, para tomarlos como fundamentos o puntos de referencia de la investi-
gación; en otras palabras, implica un estado de conocimiento que permita dar cuenta
tanto de las aportaciones teóricas como metodológicas que sobre el tema y proble-
ma estudiado se han hecho al campo educativo, de manera que a diferencia de lo que
tradicionalmente se decía, que se investiga un tema o se plantea un problema de algo
que se desconoce, con el propósito de tener mayor información sobre él, la recupe-
ración de referentes teóricos es un requisito fundamental para hacer un buen plantea-
miento de problema.
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De la problematización al planteamiento del problema:
articulación de múltiples dimensiones, miradas y saberes
Así, frente al pensar la realidad desde un punto de vista limitado por el carácter
normativo de la teoría, que determina o ve la realidad como algo dado, es necesario
pensarla en su historicidad como un devenir, es decir, como producto de una articu-
lación entre lo dado-dándose, entre la estructura establecida y la coyuntura como
condición presente y potencial, en la que se manifiestan o están presentes diferentes
planos (lo social, lo político, lo cultural, lo económico) y niveles problemáticos (lo insti-
tucional, lo regional, lo microrregional, lo grupal, lo individual, etcétera); todos ellos en
entramados complejos, irregulares y caóticos de tiempos y espacios.
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Como podemos ver, y como lo señala Orozco (2012), las reflexiones recupe-
radas en cuanto a la problematización, si bien se derivan de un conjunto de con-
cepciones construidas a partir de experiencias desarrolladas con diferentes grupos y
sujetos, en diferentes espacios y tiempos, las propuestas continúan ensayándose y
discutiéndose en los planos teórico y epistémico, lo que no limita la puesta en marcha
de algunas de las estrategias sugeridas, siempre y cuando no se olvide que la proble-
matización implica una fase de apertura, un proceso de construcción, de-construc-
ción y re-construcción permanente, diríamos nosotros.
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tigar; es decir, algo sobre lo que los intriga, les es interesante y extraño, que no espe-
ran y sobre lo que quisieran saber más.
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articulación de múltiples dimensiones, miradas y saberes
Por su parte, García y García (2012) señalan como condiciones para transitar de
la problematización al planteamiento del problema lo siguiente:
»» Expresar con la mayor precisión posible el asunto que será estudiado a través
de los referentes empíricos y teóricos relacionados con el objeto de estudio.
»» Precisar pregunta eje y preguntas accesorias o sub-preguntas, las cuales de-
berán ser unívocas, precisas y realistas.
»» Delimitación teórico-espacial-temporal.
»» Recursos que se requieren y población con la que se hará el estudio.
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
Varios de los investigadores consideran que una condición importante no sólo para la
problematización, sino para todo el proceso de investigación, es la construcción de
una mirada en relación tanto con la realidad, la manera en que se construye el cono-
cimiento, como aquella en que el sujeto mismo se asume como elemento activo en
este proceso, a partir de la reflexión acerca de su propio proceso de formación y de la
especificidad de cada campo de formación.
En relación con esta mirada, si bien hay un acuerdo en que ésta se construye
por lo que Saur (2012) ha denominado la adscripción teórica e institucional, va a ser
un elemento clave para la problematización, tal y como se identifica en una de las na-
rrativas de los investigadores que participaron en el estudio.
Sin embargo, esta mirada va a estar mediada también por las trayectorias per-
sonales o biográficas de los investigadores que, articuladas a la adscripción teórica e
institucional de los investigadores, serán elementos claves para la problematización.
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De la problematización al planteamiento del problema:
articulación de múltiples dimensiones, miradas y saberes
Ahora bien, esta cultura de los objetos tiene que articularse o leerse a partir de la
cultura o capital cultural del investigador, no reducido en ningún momento a la canti-
dad de teorías que éste maneja, sino a una visión de la vida, en donde el conocimien-
to, las profesiones, los estudios que uno realiza y desde luego la adscripción ética y
política ocupan un lugar central, señala Hernández (2012), razones por las cuales esta
investigadora difiere con quienes señalan que lo más importante y por ello lo que ocu-
pa más su atención es la elaboración del proyecto, ante lo cual ella sostiene: “el pro-
yecto nos tiene sin pendiente, lo que nos tiene con pendiente es la direccionalidad y
la manera de mirar” (Hernández, 2012: 15).
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
Finalmente, en relación con este punto, es importante reconocer que toda mi-
rada, al ser un ángulo de lectura desde donde se construye el problema, tiene puntos
ciegos (Pastrana, 2012), que establecen límites en todo proceso de problematización:
[...] todas las miradas tienen puntos ciegos, y el ejemplo está en la cámara foto-
gráfica, la metáfora de la cámara fotográfica, tú tienes una cámara fotográfica y
si tú la acercas mucho para ver el rostro ya no ves el contexto, ese es el punto
ciego que ves tanto el rostro del sujeto que ya no ves el contexto o tomas un
angular y ves todo el bosque y el punto ciego es que pierdas la unidad, esa
sería la metáfora que nos permita explicar el punto ciego de la mirada (Pastrana,
2012).
Partir de una mirada que recupere tanto la teoría como la experiencia, los conocimien-
tos como los saberes y la formación académica como la trayectoria profesional para
la problematización resulta de cierta manera fácil de explicar y comprender; la dificul-
tad de hacerlo radica en que la articulación entre unos y otros componentes o referen-
tes no se da de manera inmediata, automática ni directa, como quisiéramos hacerlo,
debido a un problema de fondo que subyace en este proceso y tiene que ver con lo
que Bachelard (1991) ha denominado los obstáculos epistemológicos para producir
conocimiento.
Uno de los obstáculos más comunes tiene que ver con la dificultad de plantear-
se problemas de entendimiento, debido a la urgencia de resolver los derivados de la
práctica inmediata, varios investigadores coinciden en que esto se debe a los antece-
dentes de los estudiantes de posgrados para el magisterio, la mayoría provienen de
instituciones de educación básica o media superior donde se desarrollan como do-
centes, administradores, gestores, orientadores o profesionales de la educación; por
eso lo que ellos identifican como problemas de investigación se ubica más en un ni-
vel de intervención inmediata, en casos extremos, dirá Naranjo, son problemas de es-
tructura de razonamiento: “‘¿Qué cree, maestro? Ese problema ya no existe’. ‘¿Por
qué?’ ‘Ya soy directora’. Y yo le dije: ‘¿A poco?, entonces ahora tengo otro problema:
¿cómo es la administración pública en la educación?’” (Naranjo, 2012: 23).
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De la problematización al planteamiento del problema:
articulación de múltiples dimensiones, miradas y saberes
Esta idea fue apoyada en una de las ponencias del foro por un docente de una
maestría en Investigación de la Educación, quien sostiene que la mayoría de los estu-
diantes que ingresan a estos programas no tiene los referentes para plantear un pro-
blema para investigar y mucho menos para realizar una problematización.
Al inicio, tienen alguna idea de lo que quieren hacer, sin embargo, habla sólo la
experiencia que se tiene en el quehacer cotidiano sin llegar al punto que se re-
quiere, es decir, una teorización de esa realidad y la manera en que se puede
problematizar (Marín, 2016: 1).
Investigar implica una ruptura epistemológica que nos permita el plantear nue-
vos problemas y encontrar o establecer nuevas relaciones, desde lógicas dife-
rentes a aquellas que nos han posicionado en un estado de confort, que nos
limita a pensar las cosas de manera diferente y reduce nuestras prácticas a
reproducir o corroborar nuestras concepciones sedimentadas en la tradición
(Meneses, 2012).
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
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De la problematización al planteamiento del problema:
articulación de múltiples dimensiones, miradas y saberes
ticos o intelectuales para construir el problema u objeto de estudio, éstas tienen que
ver también con el desconocimiento de referentes teórico-conceptuales que ofrezcan
elementos para la explicación de los problemas, o de investigaciones que se han he-
cho ya en relación con éstos, lo que complica aún más el proceso de problematiza-
ción. Al respecto, varios de los investigadores señalan que en el caso de quienes ya
cuentan con una experiencia profesional que les ha permitido estar en contacto más
directo con problemas derivados de referentes empíricos, indaguen y se apropien de
la teoría e investigaciones que se han producido en relación con el tema o problema
del que se tiene contemplado derivar y construir el objeto de estudio. Sobre ello, nos
hablan tres investigadores:
51
Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
Una vez que se ha realizado lo anterior, continúa Valle Cruz (2012), hay que es-
tudiar y dominar un autor nada más, ya no todas las teorías, un autor, hay que trabajar
sobre el que te guste o con quien más coincidencias tengas; diría Saur (2012), el mo-
mento de la adscripción teórica. Después vendrá el diálogo con el tutor o asesor, que
permita dar cuenta tanto de las posibilidades como de las limitaciones teóricas y me-
todológicas del trabajo, a partir de una de sus funciones sustantivas: cumplir con su
tarea de vigilancia epistemológica.
Derivado del estado de conocimiento: 1) que hagan una tabla, con las categorías,
técnicas, instrumentos y resultados de las investigaciones elegidas, 2) Con base
en esos cuadros, diagramas, empieza a redactar, me di cuenta que los alumnos
del Instituto, como docentes, están muy habituados a trabajar con diagramita,
como lo hacen con sus alumnos [...] eso sí lo pueden hacer, la cuestión es, enton-
ces ahora eso, redáctalo, y ve haciendo la problematización (Valle, 2012).
De esta manera, el estado de conocimiento, dice Flores del Rosario (2012), “pro-
porciona pistas para construir cierta estrategia del estudiante para la investigación.
Por esta vía se enfrentaban los dos problemas de formación: discusión de lo leído y
de lo escrito. Incluso, en la fase de hallazgos en el campo”; al tiempo que favorezca
que el estudiante trascienda lo descriptivo y cuestione a la lectura, busque interpretar
más allá de lo dicho en el texto y, sobre todo, que cuide su escritura (Salgado, 2011).
Una vez que se cuenta con este capital académico a partir de la elaboración del
estado de conocimiento y de la adscripción teórica, se está en condiciones de transi-
tar hacia una delimitación que permita orientar y ordenar los procesos de problemati-
zación desde diferentes niveles de análisis.
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De la problematización al planteamiento del problema:
articulación de múltiples dimensiones, miradas y saberes
El acto de problematizar lleva a concretar una realidad, cuyos límites los de-
termina el investigador, según su capacidad de observación y argumentación,
o bien, su interés expresado en el planteamiento, cuerpo y cierre de esta tarea
metodológica. El recorte suele ser más evidente en el planteamiento final con
una o dos preguntas generales; es decir, en la exposición de la pregunta de in-
vestigación o problema (Hernández, 2016: 1).
53
Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
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De la problematización al planteamiento del problema:
articulación de múltiples dimensiones, miradas y saberes
Ésta es toda una línea de análisis y discusión sobre la que se habrá que profun-
dizar para ver la manera en que incide en las nuevas miradas en torno a la problema-
tización, desde otras lógicas de argumentación.
Algunos investigadores en sus narrativas nos compartieron estrategias que han ido
construyendo a lo largo de su tarea como asesores, tutores o directores de tesis, en
las que recuperan tanto sus propias trayectorias académicas como sus experien-
cias profesionales relacionadas con la formación para la investigación, entre las que
destacan las relacionadas con la problematización. Al respecto, Antonio Razo (2012)
nos comparte cómo, a partir de su propia experiencia en la elaboración de la tesis de
maestría, transitó de la elaboración y exigencia a sus alumnos de que la elaboración
del proyecto estuviera conformada por extensos tratados de metodología, en los que
en muchos casos se quedaban los trabajos, haciendo más una problematización de
ésta que del objeto de estudio.
En este momento los conceptos iniciales pueden ser tan sólo categorías heu-
rísticas que sirven para abrir campos de experiencia y de reflexión, al tiempo que
los esquemas pueden estar muy alejados del que realmente va a resultar al final; sin
embargo, éstos con todos los componentes del proyecto ejecutivo van a permitir la
búsqueda y sistematización de información que va a permitir tanto ir cambiando su
versión las veces que sean necesarias, como llegar a la definitiva. El trabajo con di-
ferentes versiones ejecutivas da mucha agilidad a los procesos de problematización,
permite ir de ida y vuelta al proyecto siguiendo diferentes lógicas y rutas de trabajo,
dándole mucha fluidez al proceso de problematización.
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
tas que tienen como propósito resolver cierto problema de la práctica profesional,
pero en términos muy operativos, en lugar de preguntarse por determinado tipo de
procesos, situaciones de circunstancias o de sujetos, es decir, problemas de enten-
dimiento o que pongan en tela de juicio nuestro propio saber. Al respecto, dice Razo
(2012) que en tanto no partamos de este tipo de cuestionamientos, y de distinguir en-
tre estos dos tipos de problemas, difícilmente podremos plantear preguntas de inves-
tigación y menos aún sustentarlas en un ejercicio de problematización:
Adorno le dice a Popper: “es que el problema para usted es sólo de orden
epistemológico, mientras que para mí es un problema social, porque solamen-
te si somos capaces de imaginar una sociedad distinta a la existente, se nos
podrá convertir en un problema, es ahí donde de nuevo viene la relación en-
tre uno si quiere cambiar la realidad, pero primero hay que entender su senti-
do” (Razo, 2012).
Ello nos remite al debate planeado también por Saur (2012) en relación con la
necesidad de distinguir por un lado los problemas sociales y los problemas de investi-
gación, sin que ello implique su separación; en algún momento éstos se cruzan y pue-
den afectar mutuamente.
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De la problematización al planteamiento del problema:
articulación de múltiples dimensiones, miradas y saberes
Una buena formulación del problema se traduce en una orientación para el in-
vestigador en la ejecución de la investigación, que lo ayudará inicialmente a te-
ner precisión del resto de las categorías como por ejemplo el objeto de estudio,
el marco teórico, el objetivo general; asimismo, poder precisar las variables y los
indicadores para diagnosticar el estado actual del problema, que permita justifi-
car su investigación (Ortega, Ortega y Gell, 2016).
D. A manera de cierre
¿Qué diferencia existe entre la(s) pregunta(s) inicial(es), con las que empezamos un
proyecto de investigación, la problematización y el planteamiento del problema, o en
qué momento podemos decir que estas preguntas iniciales se constituyen en el eje
que estructure y oriente el proyecto? Mucho se ha dicho en torno a esta situación, re-
firiéndose incluso que una pregunta bien planteada representa un avance considera-
ble de la investigación. Analicemos un poco más al respecto.
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
No son suficientes, sin embargo, los referentes empíricos y teóricos, para tran-
sitar de las preguntas iniciales al planteamiento del problema. Se requiere de un ejer-
cicio de problematización, partir de una concepción o esquema de pensamiento, de
una mirada que organice, ordene, integre y confronte los referentes anteriores, ade-
más de darles el tratamiento particular y propio del investigador, a partir del análisis de
su contexto y sobre todo de la elección que éste tiene que hacer en relación con las
orientaciones o dirección que dará al proyecto. Lo anterior le posibilita establecer una
relación no sólo con el conocimiento en todos sus sentidos, sino con los valores que
se van promoviendo o rechazando desde el lugar en que estamos y las prácticas que
desarrollamos, lo que se relaciona con lo que en otros documentos hemos denomina-
do la formación epistemológica, la cual, si bien demanda de ciertos espacios y conte-
nidos académicos, esto no es ni requisito ni garantía de contar o no con ella, pues en
ocasiones inciden más las situaciones que cotidianamente nos confrontan con nues-
tro entorno y convicciones.
Fuentes de consulta
Bibliográficas y hemerográficas
Alonso, José Antonio (1977). Metodología, Edicol, México.
Babbie, Earl (2006). Manual para la práctica de la investigación social, Desclée de
Brouwer, Bilbao.
Bachelard, Gastón (1991). El nuevo espíritu científico, Nueva Imagen, México.
Bourdieu, Pierre (1990). “Algunas propiedades de los campos”, en Sociología y cultu-
ra, Conaculta/Grijalbo, México.
De la Garza, Enrique (1988). Hacia una metodología de la reconstrucción, unam/ Porrúa,
México.
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De la problematización al planteamiento del problema:
articulación de múltiples dimensiones, miradas y saberes
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
Ponencias
Hernández Vergara, Miguel (2016). “La problematización para construir el problema de
investigación sobre comprensión lectora”. Ponencia presentada en el Foro Regional
Formación de Investigadores, Estado de México, 21 de septiembre de 2016, isceem,
Toluca, México.
Juárez Nemer, Octavio César (2016). “La problematización como sustitución y despla-
zamiento de cadenas de referenciales”. Ponencia presentada en el Foro Regional
Formación de Investigadores, Estado de México, 21 de septiembre de 2016, isceem,
Toluca, México.
Marín Díaz, Dionicio Rogelio (2016). “Problematización”. Ponencia presentada en el Foro
Regional Formación de Investigadores, Estado de México, 21 de septiembre de 2016,
isceem, Toluca, México.
Ortega Cabrera, Adalberto, Ortega Cabrera, Haydée y Gell Labañino, Adia (2016). “El pro-
blema en la investigación educativa: su precisión en la formulación”. Ponencia presenta-
da en Foro Regional Formación de Investigadores, Estado de México, 21 de septiembre
de 2016, isceem, Toluca, México.
Vargas Miranda, Jesús (2016). “Tener un objeto de estudio”. Ponencia presentada en el
Foro Regional Formación de Investigadores, Estado de México, 21 de septiembre de
2016, isceem, Toluca, México.
Narrativas
Díaz Sánchez, Josefina (2012).
Flores del Rosario, Pablo (2012).
Hernández Flores, Gloria Elvira (2012).
Meneses Díaz, Gerardo (2012).
Mireles Ortega, Irineo (2011).
Naranjo Velázquez, Javier (2012).
Pastrana Flores, Leonor Eloína (2012).
Pineda Pineda, Ignacio (2012).
Razo Navarro, José Antonio (2012).
Salgado Varona, Héctor (2011).
Valle Cruz, Maximiliano (2012).
Velázquez Reyes, Luz María (2011).
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La teoría en la investigación educativa: experiencias
y saberes de un quehacer académico
Introducción
La investigación como práctica para la generación de conocimientos en el campo
educativo es el proceso que parte de las inquietudes y preguntas que el investiga-
dor tiene en torno a la realidad; de ahí la importancia de problematizar mediante un
ejercicio intelectual, articulando referentes contextuales, empíricos y teórico-concep-
tuales (Orozco, 2012) que orbitan alrededor del problema. Como vimos en el capítulo
anterior, la problematización es un ejercicio intelectual que representa un proceso de
articulación de referentes empíricos y teóricos que conlleva tomar posicionamientos
epistémicos y que al mismo tiempo permiten avizorar un proceder teórico y metodo-
lógico cuyo referente encamina a un ejercicio de sistematización y análisis del referen-
te empírico, apoyando el sentido interpretativo del investigador.
Sostenemos que todo problema social y educativo deviene del sentido común o saber cotidiano, es decir, la
1
experiencia de la que se sostienen las miradas e interpretaciones que se construyen acerca de la realidad.
De acuerdo con Saur (2012), esto refiere a la doxa como el saber que se traduce en la palabra cotidiana,
es “el lugar donde se ampara la mayoría social”. Reconocemos que el sentido común, en tanto saber
acumulado, es el referente inmediato y el punto de partida para problematizar la realidad; por tanto, no
desdeñamos su importancia en la investigación educativa.
61
Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
formas interpretativas de la realidad; por eso, desde sus momentos iniciales, la inves-
tigación requiere de la teoría para sostener una consistencia conceptual, metodoló-
gica y analítica (Buenfil, 2002); de ahí la suma importancia que tiene en la pesquisa.
2
Ésta fue una actividad académica desarrollada en el marco de un proyecto anterior al presente; sin embargo,
la información recuperada en ese momento nos ha permitido prolongar el análisis en esta investigación.
Así, este seminario, a decir de Atilano (2017), se desarrolló como parte de las actividades del Cuerpo
Académico Formación para la Investigación y la Eficiencia Terminal en los Posgrados en Educación. En
estos seminarios las sesiones de trabajo se dividieron en dos momentos: en uno se analizaron textos
especializados en la formación para la investigación, en el segundo momento invitamos a docentes
investigadores a exponer su trayectoria académica, su experiencia profesional y sus saberes referidos a
la formación para la investigación, didáctica y metodología de la investigación y la eficiencia terminal en el
posgrado.
3
Este evento se llevó a cabo en las instalaciones del Instituto Superior de Ciencias de la Educación del
Estado de México (isceem), durante el mes de septiembre de 2016; su organización estuvo a cargo del
Consejo Mexicano de Investigación Educativa, A.C. (Comie), Red de Posgrados en Educación, A.C., Red
Mexicana de Investigadores de la Investigación Educativa, Universidad Pedagógica Nacional (upn) y el
Cuerpo Académico Formación para la Investigación y Eficiencia Terminal en los Posgrados en Educación,
con reconocimiento Prodep, del cual formamos parte.
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La teoría en la investigación educativa: experiencias
y saberes de un quehacer académico
En ese sentido, lo que sostiene nuestro supuesto son las voces y narrativas de
los investigadores con las que trabajamos, pues representan las experiencias y sa-
beres construidos en las relaciones de tutoría con los estudiantes del Instituto. En un
segundo momento documentamos, a partir de un ejercicio metodológico de sistema-
tización y análisis de sus narrativas, las experiencias y saberes acumulados en la tra-
yectoria académica y profesional de los investigadores como acompañantes en los
procesos de tutoría o asesoría de los investigadores noveles.
63
Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
Como oficio y tarea artesanal, la investigación no deja de ser una práctica cien-
tíficamente rigurosa que conlleva superar la idea de ser una actividad pragmática para
solucionar problemas; a partir de esta tarea, el sujeto investigador también desarro-
lla habilidades de búsqueda, lectura, escritura, sistematización y análisis de la infor-
mación que le permitan comprender o intervenir en la realidad. Así, la pesquisa como
generación de conocimiento es un proceso también complejo en el que se hacen pre-
sentes las nociones ontológicas, epistemológicas y metodológicas del sujeto que in-
vestiga.
4
Bachelard (1991) señala que una ruptura epistemológica consiste en detectar las pobres explicaciones
que se tienen de la realidad, ya que esto nos impide ver a través de los otros la realidad de cómo perciben
el mundo. Del mismo modo, Bourdieu, Chamboredon y Passeron (2008) conciben a la ruptura como una
fisura que permite ir más allá de la evidencia, superar los espacios de tópicos y lugares comunes para
producir conocimiento y así construir el objeto contra la ilusión de un saber inmediato que nos puede llevar
a un empirismo.
64
La teoría en la investigación educativa: experiencias
y saberes de un quehacer académico
más allá de los márgenes de la vida cotidiana se trata. Así lo sostiene un docente in-
vestigador del isceem:
En primer lugar, referimos una consideración que nos lleva a reconocer que en
los márgenes de la ciencia existe un debate epistemológico (Tójar, 2006) producido
entre dos alternativas: una de orientación positivista cuyos fundamentos epistémicos
en torno a la realidad se basan en la objetividad y criterios de validez; la otra, que con-
cibe a la realidad como una constante en movimiento, la verdad es relativa y la subjeti-
vidad es la posibilidad para comprender el mundo. Estas posibilidades tienen que ver
con paradigmas conformados por orientaciones ontológicas, epistemológicas y me-
todológicas donde las maneras de mirar la realidad y construir conocimiento mucho
han dependido de sus orientaciones filosóficas.
Una consideración más refiere que la teoría representa una condición insoslaya-
ble dentro de la investigación, que depende del paradigma proveniente y de los usos
que a ésta se le otorguen; del mismo modo, reconocemos su importancia en este pro-
ceso, ya que posibilita la apertura de posicionamientos teóricos para leer, nombrar y
comprender la realidad en la que tienen lugar los sujetos.
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
Tójar (2006) elabora un análisis con relación a los planos ontológicos, episte-
mológicos y metodológicos desde los que se sostienen estas tradiciones paradig-
máticas. Encontramos que, en la tradición cuantitativa, desde el plano ontológico, la
relación sujeto-realidad se encuentra disociada porque los fenómenos a estudiar son
externos y ajenos al investigador, mientras que en la tradición cualitativa existe una
relación dialéctica entre el sujeto investigador y los sujetos investigados, modificando
5
Al respecto, ha existido un debate en torno a la compatibilidad o incompatibilidad entre estos dos paradigmas
o tradiciones científicas, considerando los fundamentos ontológicos, epistemológicos y metodológicos
desde los cuales cada uno se sostiene (véase Tójar, 2006). Aquí sólo pretendemos mostrar cómo a partir
de estos dos paradigmas existe un uso de la teoría y al mismo tiempo cómo a partir de sus distintos
usos se produce conocimiento, lo que nos coloca como sujetos investigadores en un posicionamiento
hermenéutico interpretativo.
66
La teoría en la investigación educativa: experiencias
y saberes de un quehacer académico
De aquí retomamos otro elemento para reflexionar la teoría que nos lleva a po-
sicionarnos en la perspectiva de razonamiento, desbordando los márgenes confor-
mados por una lógica hipotético-deductiva que la enmarca en un sistema acabado.
Más bien, esta perspectiva nos permite transitar hacia una forma de concebirla como
un campo de selección de instrumentos (Zemelman, 2010), para ir de construcciones
teóricas-explicativas hacia elaboraciones críticas e interpretativas del conocimiento.
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
Por ello, otros autores como Orozco (2003), Granja (2003), Sautu (2005) y
Zemelman (2010), así como docentes investigadores del isceem, coinciden en que la
teoría es una condición indispensable en la investigación. Ésta no se puede pensar sin
poseer un corpus teórico con respecto al objeto de estudio, si bien las inquietudes de
los estudiantes que se forman en la investigación dentro de las instituciones de pos-
grado, particularmente en el isceem, derivan de sus prácticas educativas y su referen-
te inmediato en buena medida deviene de la experiencia y el sentido común;6 es en el
proceso de formación donde se apropian de referentes teóricos provenientes de dis-
tintos campos disciplinarios, lo que les permite reconocer la necesidad inevitable de
hacer uso de la teoría7 en el desarrollo de la pesquisa.
Los investigadores noveles gradualmente toman decisiones teóricas que los lle-
van a reformular sus objetivos y los métodos compatibles con ellos (Sautu, 2005). Así,
la investigación se convierte en una construcción teórica nutrida por diversas discipli-
nas y formas de pensamiento que conllevan a la producción de nuevos conocimien-
tos. De esta manera:
6
En concordancia con Orozco (2003: 104), el sentido común o saber cotidiano como lo hemos nombrado
en otros momentos, es muy importante porque es el resultado de vivencias históricas y culturales que se
han sedimentado y, por lo mismo, se han naturalizado. Es tan común y cotidiano que se asume tácitamente
como un conjunto de juicios a priori acerca de la realidad. Estas vivencias o experiencias son, además,
motivación y punto de partida de la problematización de fenómenos específicos.
7
El uso que cada uno hace de la teoría depende de los presupuestos ontológicos, epistemológicos y
metodológicos desde los que se ha configurado.
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La teoría en la investigación educativa: experiencias
y saberes de un quehacer académico
Algo que llama la atención en este argumento tiene que ver con las diferentes
posiciones con respecto a la investigación. Señala que si bien puede considerarse
como una posibilidad para comprender la realidad ocurrida en el hecho educativo, o
para generar maneras de intervención para la mejora de las prácticas y los aprendiza-
jes, la teoría no puede quedar al margen, sino que es un elemento inherente a la inves-
tigación. Por tanto, no es posible pensarla sin recurrir a algunos marcos, conceptos o
ideas teóricas clave como punto de partida (Sautu, 2005), que permitan hacer de ésta
un quehacer científico.
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
Por las palabras referidas en este argumento, entendemos que la teoría tam-
bién implica una búsqueda de sentido para entender el objeto de estudio a partir de
supuestos teóricos como elaboraciones propias sustentadas en el diálogo y la cons-
tante reflexión con los autores y las perspectivas disciplinarias desde las cuales se
sustentan. Vista así, diría Zemelman (2010), la teoría es un instrumento de razona-
miento antes que un sistema explicativo, de ahí que las miradas y posturas asumidas
en la investigación son un constructo crítico de ideas, conceptos y aseveraciones, he-
rramientas que ayudan a tomar posicionamientos y a hacer lectura de mundo.
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La teoría en la investigación educativa: experiencias
y saberes de un quehacer académico
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
Son las interrogantes que de una u otra manera se plantean los estudiantes en
las primeras etapas de la investigación. Las respuestas pueden ser diversas, no
obstante, decir qué es ayuda poco a su comprensión. Lo más ilustrativo que he
podido decir al respecto es que está inextricablemente ligada a la práctica de
la investigación, por lo que habría de representarla no como un requisito previo,
sino en la simultaneidad del quehacer investigativo, esto es, como un posicio-
namiento ante la realidad y ante el conocimiento (López, 2016).
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La teoría en la investigación educativa: experiencias
y saberes de un quehacer académico
Sautu (2005) dice que desde los momentos iniciales de la investigación es ne-
cesario recurrir a algunos conceptos o ideas teóricas como puntos de partida. De ahí
que comenzar a problematizar la realidad con cierto nivel teórico permite allanar un
camino cuyo uso de la teoría rebasa las nociones prescriptivas de ésta sobre la reali-
dad. Otro docente investigador coincide con esta idea:
Las construcciones y usos que los estudiantes hacen de la teoría son tora-
les, en el entendido de que el abordar un posicionamiento teórico, desmitifi-
car, razonar sobre y con el objeto de conocimiento y no el objeto mismo tiene
gran relevancia debido a que coloca a los estudiantes a reflexionar sobre el gra-
do de pertinencia que pueden tener sus posicionamientos para concebir, nom-
brar, desvelar una realidad o múltiples realidades, dar cuenta del mundo de vida
de los sujetos, así como darle sentido y significatividad al hacer investigativo
(Benítez, 2016).
Por lo señalado en estas palabras, la teoría se mira como una construcción que
permite tomar posicionamientos en tanto elaboraciones desde las cuales los estu-
diantes encuentran la posibilidad de dar cuenta de la realidad. Pero además, las pre-
guntas: “¿qué es?”, “¿cómo usarla?”, “¿cuál debo utilizar?” implican un proceso de
razonamiento donde ellos, poco a poco, se dan cuenta de que estas inquietudes no
sólo son propias de los momentos iniciales de la investigación, sino también en esa
necesidad de perfilar sus posicionamientos frente al objeto y, posteriormente, al sis-
tematizar y analizar el corpus empírico se hacen evidentes, sobre todo en la forma en
cómo se usa. Es por eso, dice Sautu (2005), que toda investigación representa una
construcción teórica y que la teoría es una construcción paulatina que constriñe a un
momento o etapa determinados del proceso.
Una manera en la que hemos apoyado a los estudiantes en relación con sus in-
quietudes iniciales ha sido tratando de reflexionar junto con ellos la presencia de la
teoría en la investigación. En la lectura permanente de los diversos aportes teóricos,
de manera paulatina van reconociendo que la teoría no sólo son conceptos de los
que deben apropiarse y reproducir discursivamente, sino que representa una posi-
bilidad de tomar posicionamientos epistémicos y metodológicos para interpretar y
comprender la realidad educativa.
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de la problematización a la integración del informe
tos; este ejercicio ha sido muy importante en nuestro acompañamiento como tutores,
porque de ahí los estudiantes tienen la posibilidad de recurrir a las teorías que habrán
de retomar en la construcción del objeto de estudio.
Cuando se recurre a la teoría como apoyo en la investigación, suele pasar con fre-
cuencia que ésta se usa de cierta manera. Los estudiantes han mostrado diversas for-
mas de asumirla, esto depende en buena medida de sus antecedentes de formación;
aquí encontramos dos situaciones.
Del otro lado, se encuentran aquellos que han tenido cierta experiencia en la for-
mación para la investigación, contando con referentes para hacer lectura de realidad;
esto no les exime de enfrentar problemas al hacer uso de la teoría porque la conside-
ran como ideas, conceptos y formulaciones elaboradas por comunidades científicas
desde las cuales proceden a realizar lectura de realidad, por lo que en muchas oca-
siones llegan a recuperar perspectivas y enfoques teóricos incompatibles o, en otros
casos, sencillamente las toman como algo dado y poco se tiende a reflexionar la per-
tinencia con el objeto de estudio.
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La teoría en la investigación educativa: experiencias
y saberes de un quehacer académico
En ambos casos, existen usos distintos de la teoría (Buenfil, 2002), desde los
cuales los estudiantes construyen su investigación objetivándose en la tesis para la
obtención del grado.
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
dad que el objeto demanda, además de la necesidad por revisar los aportes teóricos
provenientes de diversos autores con la finalidad de articular sus formas de pensa-
miento que permitan afianzar los posicionamientos de los estudiantes.
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La teoría en la investigación educativa: experiencias
y saberes de un quehacer académico
Hemos referido con anterioridad las preocupaciones que los estudiantes tienen
en cuanto a la teoría cuando se inician en la investigación. Del mismo modo, encon-
tramos en la experiencia de los colegas investigadores y en la nuestra preocupaciones
por desmontar la idea de que la realidad debe ajustarse a la teoría; coincidimos en la
necesidad de conformar corpus teóricos reflexionados como cajas de herramientas
para articular realidad y teoría que permitan hacer interpretaciones de sentido.
De los programas de posgrado ofertados por el isceem, en el plan de estudios tanto de la maestría como del
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doctorado, aparecen campos de conocimiento que agrupan líneas temáticas y proyectos de investigación
trabajados por los investigadores. Para la maestría en Investigación de la Educación se encuentran los
siguientes campos de conocimiento: a) Formación, Aprendizaje y Saberes Pedagógicos, b) Educación,
Cultura y Diversidad Cultural, c) Política, Sistema y Gestión Educativa, d) Filosofía, Teoría e Historia de la
Educación (isceem, 2010). El doctorado en Ciencias de la Educación considera los siguientes campos de
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
mún que, durante las primeras inquietudes por la teoría, suceda que tiendan a colo-
carla por encima de la realidad y también divaguen en diversos aportes teóricos que,
lejos de ubicarlos, los confundan más.
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La teoría en la investigación educativa: experiencias
y saberes de un quehacer académico
“marco teórico”, “perspectiva teórica” o “marco teórico conceptual”. Sea cual fuera
su denominación, el problema radica en no trabajar la teoría en otros momentos, re-
presentando el riesgo de abandonarla o hacer un uso aplicativo con respecto al cor-
pus empírico.
Los retos son superar la visión de la investigación como etapas y avances se-
cuenciales, ya que esta visión abona al carácter aplicativo de la teoría, cerran-
do las posibilidades de usarla en todas las tareas inherentes a la investigación.
El otro reto es superar la visión de la metodología como conjunto de técnicas de
recolección de información. Visión que instrumentaliza no sólo a la metodología,
sino a la misma teoría (López, 2016).
Mirar así a la investigación y, más aún, la presencia de la teoría, sin duda es una
tarea que el sujeto investigador ha de reconocer en la medida en que construye su ex-
periencia; no se trata de algo súbito, sino como dice Sánchez Puentes (2010), es un
oficio que se va aprendiendo en el hacer cotidiano y además reconociendo que la in-
vestigación no es el paso de una etapa a otra, es la articulación de momentos y cons-
trucciones permanentes donde quien investiga experimenta una espiral que en cada
momento se encuentra enlazada con otras. Por eso sostenemos que la presencia de
la teoría en esta espiral está presente, sobre todo cuando estamos convencidos de
que la investigación es generadora de conocimientos; coincidimos con las palabras
de una colega cuando menciona que “en este sentido, los retos son posicionar a la
teoría como algo inherente a la práctica de investigación y ponerla en movimiento en
los acercamientos a la realidad investigada” (López, 2016).
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
ñado que recurrir a la teoría no sólo implica mirar hacia aquella propiamente referida a
la temática tratada en el objeto de estudio; consideramos que también existe una teo-
ría metodológica en la cual los estudiantes comienzan a conformar posicionamientos
y orientaciones metodológicas y epistemológicas desde las cuales aparece la posibi-
lidad de construir.
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La teoría en la investigación educativa: experiencias
y saberes de un quehacer académico
Algo que hemos advertido a los estudiantes durante nuestra experiencia como
tutores, es que resulta necesario reconocer que si bien existe una demanda institu-
cional para estructurar las tesis como trabajo final de la investigación, no es suficiente
con anunciar un apartado destinado a la construcción teórica llamado “marco teóri-
co”, “andamiaje teórico”, “marco conceptual”, entre otras maneras de denominarlo;
insistimos en que, aunque aquí se enuncia un posicionamiento teórico, la teoría no es
exclusiva de un momento determinado en la investigación.
Los momentos a los que nos referimos no son etapas aisladas en el proceso
de la investigación, consideramos que se encuentran articulados teórica, epistémi-
además de hacer uso de la teoría, se encuentra la implicación del sujeto investigador como recurso subjetivo
para la interpretación y comprensión de los hechos sociales y educativos.
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
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La teoría en la investigación educativa: experiencias
y saberes de un quehacer académico
[…] alcanzar una fisura que permita ir más allá de la evidencia, superar los espa-
cios de tópicos y lugares comunes para producir conocimiento y así construir el
objeto contra la ilusión de un saber inmediato que nos puede llevar a un empiris-
mo. Por tanto, las rupturas epistemológicas son formas en que el conocimiento
científico contradice las ideas o creencias que proceden ante todo de un cono-
cimiento primario, intuitivo y de sentido común, concretamente toda ruptura su-
pone la superación del siguiente obstáculo (Benítez, 2016).
[…] es como una aplicación, no les mueve tanto sus esquemas con los que ini-
cialmente llegaron, me atrevería a decir que los desplazamientos que tienen son
escasos. Por lo que no es un asunto menor atender la dimensión teórica en el
proceso de formación de los futuros investigadores (López, 2016).
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
requiere vigilar aquello que se dice y la forma en cómo se dice, evitando reproducir tá-
citamente los cuerpos teóricos. Así lo refiere un investigador del isceem:
Estas palabras nos llevan a reflexionar sobre la importancia de realizar una lec-
tura metodológica de la teoría, es decir, reconocer que ésta no es solamente una
construcción discursiva para explicar, sino asumirla como un recurso para compren-
der la realidad. Por eso, como también lo señala otro docente investigador, es nece-
sario “llevar a cabo un constructo teórico o autores leídos para buscarles sentido en
la realidad investigada” (Mejía, 2016).
Vista así, la teoría proporciona una consistencia conceptual para generar cono-
cimientos, pero también para mirar la realidad con ojos más allá del sentido común y
poder analizar e interpretar los referentes provenientes del corpus empírico. Al respec-
to, creemos importante enfatizar una consideración de Buenfil cuando dice:
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La teoría en la investigación educativa: experiencias
y saberes de un quehacer académico
Por todo lo señalado, abandonar las nociones de sentido común para hacer lec-
tura teórica de la realidad es una tarea implícita en el proceso de investigación, don-
de el sujeto, en el aprender cotidiano de este oficio, transita por rupturas epistémicas
para recolocarse ante la realidad y agregaríamos que para comprender la complejidad
social y educativa, la teoría adquiere una relevancia inaplazable.
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
En este contexto, recuperamos las experiencias y saberes que los docentes in-
vestigadores han construido en el acompañamiento de los estudiantes en la escritu-
ra de la tesis, así como también las nuestras. Encontramos preocupaciones que van
desde la manera en cómo está presente la teoría, las prácticas de escritura y la inquie-
tud de que si ésta es sólo una condición temporal que sucede.
Toda tesis lleva una introducción, marco teórico, contexto, etc. Este uso sue-
le ser muy frecuente y es resultado de operaciones necesarias en las que se
plantean los lineamientos de lo que mínimamente debe estar incluido en una in-
vestigación seria (tesis, etc.). El problema aquí reside en la sedimentación de la
fórmula y su pérdida de sentido metodológico. Los efectos de esta ritualización
y normativización de la teoría son por todos conocidos: a veces el famoso “mar-
co teórico” queda completamente ajeno al tema específico de la investigación
que se desarrolla y aparece tan sólo como un requisito formal (Buenfil, 2002: 31).
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La teoría en la investigación educativa: experiencias
y saberes de un quehacer académico
puestos en este desafío, hay docentes investigadores que denotan diferentes formas
en que los estudiantes enuncian el referente teórico, por ejemplo:
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
D. Consideraciones finales
En este capítulo recuperamos las experiencias y saberes que los docentes del isceem
han construido articuladas con la nuestra, en las tareas académicas de la tutoría o
asesoría como acompañantes en los proyectos de investigación que los estudiantes
de posgrado desarrollan, particularmente en lo que a la teoría se refiere. Estas expe-
riencias y saberes, relacionados con el diálogo de los aportes teóricos, también nos
han permitido reconocer cómo tutores y estudiantes viven la investigación y asumen
diferentes usos y posicionamientos frente a la teoría.
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La teoría en la investigación educativa: experiencias
y saberes de un quehacer académico
Acercarnos a ellos ha sido una oportunidad para explorar en otros sujetos expe-
riencias y saberes que se van conformando en las tareas académicas que cotidiana-
mente realizan, como el asesoramiento, tutoría y acompañamiento en los procesos de
investigación que los investigadores noveles realizan. Por ello, logramos integrar rela-
tos que nos han permitido ver otras maneras de enfrentar y vivir la tutoría en la inves-
tigación como un quehacer en el que inevitablemente la teoría está presente.
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
mirar hacia los campos disciplinarios donde el objeto de estudio tiene lugar, es apro-
piarse de la teoría o teorías a las que el objeto convoca, para de ahí recuperar las ca-
tegorías específicas desde las cuales se sostendrá la investigación. Así como en lo
conceptual, de igual forma sucede con lo metodológico, porque permite al estudiante
de posgrado tomar posicionamientos frente a la realidad y la construcción del conoci-
miento, además de recurrir a las posibilidades metodológicas, técnicas e instrumen-
tos para el acceso al campo y recuperación del corpus empírico como material para
la sistematización y análisis.
Una primera consideración que aquí traemos refiere al consenso de los inves-
tigadores por reconocer la presencia insoslayable de la teoría en la investigación. Es
una necesidad presente desde sus momentos iniciales, resulta ineludible partir de no-
ciones teóricas como puntos de referencia que, en lo sucesivo, habrán de apoyar el
camino hacia la toma de posicionamientos teórico-conceptuales y decisiones meto-
dológicas para interpretar y comprender a los sujetos y la realidad que se investiga. Si
bien en muchos casos los estudiantes llegan con pocos referentes teóricos al posgra-
do, tienen la necesidad de establecer contacto con la teoría. Esto les permite transitar
de formas de pensamiento manifestadas en prejuicios y certezas que tienen acerca de
la realidad hacia rupturas ontológicas y epistemológicas tanto de la temática del obje-
to de estudio como de la forma de construir conocimiento. Hemos observado que los
estudiantes reconocen la importancia de incorporar la teoría a su investigación, aun-
que las discusiones en torno a los usos que le dan siguen estando presentes.
Otra cuestión que colocamos como posibilidad para continuar con la reflexión
refiere a transitar del uso pragmático hacia un uso crítico de la teoría. Recuperando las
experiencias y saberes sobre la metodología y didáctica de la investigación, encontra-
mos diferentes usos de la teoría; no obstante, un común en las experiencias y saberes
de los investigadores refiere al consenso de que aún existen usos instrumentalistas,
teoricistas y normativos que impiden la posibilidad de asumirla de manera crítica, pro-
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La teoría en la investigación educativa: experiencias
y saberes de un quehacer académico
Una situación que pudimos encontrar refiere a una manera recurrente de usar la
teoría es cuando ésta se mira como algo determinado a lo que la realidad sólo debe
ajustarse. Por eso, otra consideración que los tutores advierten es usar la teoría no
para validar conocimiento, sino para construir más interrogantes a partir del objeto de
estudio. Creemos necesario transitar hacia formas de desmantelar su uso técnico,
funcionalista e instrumentalista, únicamente de contraste entre el mundo de vida y la
perspectiva teórica asumida; un uso distinto de la teoría requiere, como lo dice León
(1999), desmarcarse del campo de análisis y ubicar dentro de él las realidades de es-
tudio. Asumimos que esto implica hacer lecturas críticas y reflexivas en las que los
cuerpos teóricos no se tomen como algo dado y desde ellos se valide el objeto de es-
tudio; por eso hemos dicho anteriormente que la investigación como fin último ha de
generar conocimiento o prolongar reflexiones y nuevas discusiones en un campo de
conocimiento en el que haya tenido lugar el objeto.
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
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La teoría en la investigación educativa: experiencias
y saberes de un quehacer académico
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
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Mejía Reyes, Enrique (2016). “Prácticas de escritura en tesis de maestría”, Foro Regional
Estado de México Formación de investigadores, producción y distribución del cono-
cimiento educativo, Toluca, México.
94
El análisis en la investigación educativa
Introducción
El presente escrito se deriva del proyecto de investigación “Metodología y didácti-
ca de la Investigación en los posgrados en Educación”, desarrollado por el Cuerpo
Académico Formación para la Investigación y Eficiencia Terminal en los Posgrados en
Educación.
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
[…] con los elementos teóricos, epistémicos y metodológicos que le den ar-
gumentos para defender su postura y no se desarrolle la investigación simple-
mente porque así se prescribe, sin dudar de dicha prescripción, ello implica
reconocer el sentido ético que tendrá que reconocer el investigador frente a lo
que se supone son resultados de su investigación y de cómo éstos pueden in-
volucrar sujetos determinándolos a formas de intervención que desde lo investi-
gado, los lleven a las lógicas de lo normal, el bien, la productividad, el progreso,
sin dudar antes de ello mismo.
Seguimos creyendo que el objeto de investigación se construye contra los
designios de lo determinado y eso significa reconocer la particularidad histórica
tanto de la realidad a investigar, como de la forma, también histórica de pensar-
la del sujeto que la investiga, donde dicha relación desde esa particularidad no
se ha dado y por tanto, no se puede someter a lógicas de lo dado, ni a prescrip-
ciones metodológicas en un a priori tanto del objeto investigado, como del su-
jeto que se pregunta (Mata, 2016: 2).
96
El análisis en la investigación educativa
1
Un problema de investigación, a decir de Saur (2012), es una configuración compleja resultante del
anudamiento de tres dimensiones, un aparato epistemológico crítico al cual se adhiere el investigador, que
suele conocerse como marco teórico metodológico, como referente teórico conceptual; en segundo lugar,
se requiere de un referente empírico sobre el cual operar, o un conjunto de materiales que serán revisados
analíticamente y sobre los cuales se trabajará; por último, una serie de preguntas, hipótesis o conjeturas
que orientarán la investigación. Para ampliar el tema, véase Saur (2012).
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
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2
Autores como Pérez Gómez (2008), Rodríguez, Gil y García (1996), Sandín (2003), entre otros, consideran
que en la investigación educativa y en general en la investigación en ciencias sociales han imperado dos
paradigmas: el positivista, caracterizado por fraccionar la realidad en variables, el control experimental,
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El análisis en la investigación educativa
(2008), Gibbs (2012), Cabrera y Carbajal (2012), entre otros, señalan que el investi-
gador es el agente principal en el trayecto de los procedimientos; éste decide y se
conduce con toda su subjetividad, con sus corazonadas, con su historia, con sus co-
nocimientos y saberes:
[…] son instrumentos que forman parte del capital simbólico del investigador y
que se emplean de manera cotidiana para organizar, clasificar y analizar dife-
rentes problemas sociales; son los lentes con los que se mira el objeto de co-
nocimiento producido y las condiciones históricas en las que éste se ha inscrito
(Cabrera y Carbajal, 2012: 125).
Con base en lo antes dicho, podemos afirmar que la vida del investigador, o lo
que es el investigador, se hace presente en el proceso de la investigación educativa
y ambos aspectos están imbricados estrechamente. Es decir, el investigador se en-
cuentra implicado en las situaciones educativas y objetos que construye o indaga, en
la manera en que asume el proceso investigativo y en las herramientas que emplea
para desarrollar dicho proceso.
estadístico y tecnológico, la predicción y control del comportamiento de los fenómenos estudiados, entre
otras peculiaridades. El paradigma cualitativo considera que la realidad social y educativa es inacabada
que está en constante movimiento y en reformulación constante, los fenómenos sociales y educativos
se caracterizan por ser complejos, conformados por elementos objetivos y subjetivos. La investigación
cualitativa tiene como propósito principal desvelar los significados y sentidos que los participantes otorgan
a la realidad educativa y social.
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
Una de las investigadoras del estudio relata las formas de implicación que
exploró en sus procesos formativos en el trayecto de la maestría, desarrollado en
el Departamento de Investigaciones Educativas del Centro de Investigación y de
Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (die, Cinvestav-ipn) y el docto-
rado realizado en el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología
Social (ciesas):
100
El análisis en la investigación educativa
101
Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
diciones de vida en las que estamos”; ellos no entendían por qué les decía que
nada de dinero. A Tejupilco alguna vez fui, con campesinos, es impresionante,
es otro mundo aparte, aunque parecido a mi niñez, la cual viví en una zona indí-
gena, donde mi papá siempre me decía: “Mira cómo están de jodidos”, y bue-
no, mi papá; mis abuelos, por parte de mi papá, uno es indígena, uno es mestizo
(refiriéndose a él), y mi abuela por parte de mi papá era criolla, española, de ori-
gen español. En ese tipo de situaciones mi papá nunca nos enseñó o nos dejó
hablar el zapoteco, que era la lengua de mi abuelo, pero porque el mismo abue-
lo y sus hermanos estaban metidos en la Revolución. Se empeñaron en Oaxaca,
en la zona que ellos controlaban, bueno, la controlaba el abuelo militarmente, se
empeñaron ante un proyecto, vamos a decirlo así, de modernización de llevar
escuela, de pavimentar calles, de meter drenaje, de llevar luz eléctrica, etcétera,
cuestiones de ese tipo, hasta que asesinaron al abuelo. Él procuraba que los jó-
venes indígenas, los niños indígenas, aprendieran el español, fueran a la escue-
la, entonces uno es resultado de eso (refiriéndose a él). Ésa es la vida de uno y
luego viviendo en una zona indígena por acá por Villa Victoria con los mazahuas,
veía uno al cacique y las formas en que cómo les cobraba a los campesinos por
darles dos o tres bultos de fertilizante, 50 kilos de semilla para siembra, etcé-
tera. O que decían: “Pues me gusta tu hija la chiquita, ahí déjamela, ahí paso al
rato”, eran las formas y uno veía todo eso. Entonces, mi papá tampoco fue un
santo, ¿verdad?, pero siempre decía: “Es que, a esos cabrones, a esos jodidos,
es con los que uno tiene que estar, uno tiene que sacarlos de ahí”, porque así
lo aprendió de su padre, de sus tíos. A sus cuatro hermanos los asesinaron el
mismo día, asaltando sus casas, a mi papá lo colgaron de las manos para que
mi abuelo saliera y se entregara, nunca se entregó. Entonces, los tíos, mi papá,
mi abuela, te narran ese tipo de historias, te insisten en ese tipo de cuestiones
y siguen con el ejemplo. Con otras personas ocurre que hay una negación, un
renegar del origen indígena y de la lengua, hasta de los padres, muchos se aver-
güenzan de que son inditos, ¿no?, o sea, cosas de ese tipo, este… en el caso
de mi papá, de mis tíos, no era eso, sino era la convicción de que, con el abue-
lo, con sus hermanos había un proyecto de cambiar las condiciones del indíge-
na, ése era el convencimiento y cómo hacerlo, aprende a hablar español, vete
a estudiar, así es como se van forjando las condiciones políticas reaccionarias
o radicales, porque muchos con ese tipo de experiencia, lo que se vuelven son
auténticos conservadores reaccionarios, carga maletines, digo de los políticos,
para ir haciendo carrera, mi papá les decía de otra manera (silencio). Bueno, por
eso digo que es un ajuste de cuentas y siempre tratar de estar entendiendo esa
realidad, siempre con déficit, con insuficiencias (Valle, 2012).
102
El análisis en la investigación educativa
La implicación es una tarea que debe aclarar el investigador desde el inicio y du-
rante su trayecto. Esto ayuda a la construcción del problema de investigación, al de-
sarrollo del proyecto, al análisis de la información y construcción de las respuestas a
las preguntas que se plantea el investigador. Cabe enfatizar que la implicación es un
aspecto presente en el desarrollo de la investigación educativa; sin embargo, en este
capítulo colocamos la mirada en la manera en que dicho aspecto se convierte en una
herramienta para el análisis, es decir, la implicación resulta ser una herramienta meto-
dológica en el análisis de la información de campo.
En el caso del investigador educativo, siempre existe una implicación con su ob-
jeto o la situación educativa estudiada, es decir, hay un sentimiento que le conecta
con el problema de investigación.
Lo antes dicho se puede ejemplificar con el caso de una estudiante del progra-
ma de maestría en Investigación de la Educación. La temática de la tesis refiere al
análisis de las condiciones socioculturales que permean las experiencias escolares en
un contexto rural. En el trabajo de investigación se explicita la implicación de la estu-
diante del posgrado con su objeto de estudio. Al respecto, expone que su infancia y
experiencia escolar la vivió en un contexto rural sin el acompañamiento de sus padres
y hermanos mayores, en ambientes de carencia y apoyo en trabajos domésticos para
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
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resolver las necesidades básicas de subsistencia, situación que observa en los alum-
nos con los que interactúa como docente en contextos similares al de su infancia. Ella
lo expone de la siguiente manera:
El análisis de la información de campo devela tres grupos de ejes más: los referi-
dos a los estigmas escolares, el trabajo remunerado y no remunerado de los alumnos,
y la necesidad de la migración de los padres de familia como posibilidad de sustento
económico en zonas rurales.
3
Arcelia es un municipio del estado de Guerrero, México; colinda con los poblados del sur del Estado de
México.
104
El análisis en la investigación educativa
Cabe señalar, como bien lo muestra Pastrana (2011: 5): “El reconocimiento de la
implicación por sí misma no basta para resolver el proceso investigativo, pues la con-
dición implicada supone cuidados teóricos, metodológicos y analíticos para no sobre-
poner cierta versión sobre las otras voces con las que se dialoga en el campo”.
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de la problematización a la integración del informe
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El análisis en la investigación educativa
En sentido contrario, Bolívar, Domingo y Fernández (2001: 194) señalan que “el
análisis no consiste tanto en acumular, sino en ir ‘podando’ muchos de los datos que
se han ido acumulando”.
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[…] los objetos no son por naturaleza, sino que son objetos que se crean a par-
tir de las relaciones históricas entre los hombres, donde dichas relaciones se
estructuran en una articulación con múltiples dimensiones de realidad y mucho
de esas relaciones no pueden ser evidentes, no son tangibles, además tampo-
co hay un elemento que por naturaleza cumpla con el ideal del objeto, por tan-
to, no se pueden hacer comparaciones en cuanto que las realidades humanas
son diversas, diferentes y desde una postura crítica, no puede haber una rea-
lidad superior que sirva de modelo, ello implicaría la negación de la diversidad
cultural (Mata, 2016: 3-4).
Las situaciones educativas no están dadas por naturaleza, sino que se estruc-
turan a partir de las relaciones históricas de los sujetos mediadas por una serie de
dimensiones de realidad que las hacen únicas y diversas. Enfatizamos: la realidad
educativa no es única, sino diversa, no se puede comprender en su totalidad de una
vez y para siempre.
[…] cuáles son los puntos ciegos, los puntos ciegos son, tanto del que está in-
merso que conoce el estudio, el lugar, el no ahondar o no explicitar aquello que
tampoco es conocido o en mi caso se me estaba convirtiendo en una espe-
cie de interferencia, el que teniendo una versión conformada familiarmente de
la comunidad, empezaba a decir: “es que esto así, como me la contó mi mamá
no era”, pero es que mi mamá tuvo una experiencia porque no está ubicada en
el espacio social en un lugar y mi experiencia, allí la experiencia de este otro es
otra, por eso entendí, hasta por ejemplo, el caso de las campanas. Los que vi-
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El análisis en la investigación educativa
vían en el centro del pueblo oían las campanas muy alegres, y había gente que
esas mismas campanas a las orillas del pueblo las oían lúgubres, hasta eso te
hace ver y percibir las cosas de otra manera, pero quién tiene la verdad, pues
ninguno de los dos. Hacer el análisis tiene que hacerte entender que de acuerdo
con el lugar que tiene el sujeto en ese espacio social, comunidad o escuela, por
eso lo percibe así y ni uno es bueno ni el otro es malo, ni el otro tiene la verdad y
el otro te está mintiendo (sobre) la construcción que vas haciendo. Entonces el
punto ciego tiene que ver con no reconocer que hay otras versiones en el caso
de que si eres profe o no, que hay otras versiones de los hechos y que pueden
ser completamente distintas y hasta contradictorias de las que tú tienes y para
entender esto tienes que construir un descentramiento, tienes que descentrarte,
tiene que dejar mover, para mí eso es el distanciamiento analítico, entender que
tú dices “este director es fabuloso” y otro dice: “no, es de lo peor por esto, esto
y esto”, eso es cuando dices mi versión de los hechos es una versión más, y en
el caso del ajeno, el ajeno también tiene puntos ciegos, todas las miradas tienen
puntos ciegos, y el ejemplo está en la cámara fotográfica, la metáfora de la cá-
mara fotográfica: tú tienes una cámara fotográfica y si tú la acercas mucho para
ver el rostro, ya no ves el contexto, ése es el punto ciego, que ves tanto el rostro
del sujeto que ya no ves el contexto o tomas un angular y ves todo el bosque y
el punto ciego es que pierdas la unidad, ésa sería la metáfora que nos permita
explicar el punto ciego de la mirada, la fotografía para mí vale más, la fotografía
que el video, porque es más explícita, cuál es tu acercamiento, además la cáma-
ra, no la digital, la otra cámara, que te permitía ponerle duración de la entrada,
de altura, que es más artesanal, decía alguien “ya ni humano necesita”, te per-
mite entender todo eso, a eso me refiero con el punto ciego, cuando yo llego de
fuera, pero no entiendo qué pasa, no entiendo, mi punto ciego es como genero
el acercamiento, ése es el punto ciego. Y el punto ciego de lo que está inmerso,
qué cosas de la comunidad que no alcanza a ver o de la escuela que no alcanza
a ver y que se queda a veces aquí, no, no alcanzaste a recuperar todas las ver-
siones, aquí no está la voz, te colocaste en tal lugar que ya no viste esa otra voz
y te lo hacen ver; ésa es la labor también de tus lectores, de hacerte ver que no
estás viendo algunos ángulos y que son necesarios (Pastrana, 2012).
109
Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
El segundo punto ciego se refiere a los intereses del investigador que lo llevan
a enfocar sus análisis en ciertos acontecimientos y lugares que le hacen perder otros
ángulos, o las cargas teóricas y posiciones subjetivas que lo enfocan a ciertos aspec-
tos de la realidad estudiada y le impiden ver más allá de ellos.
[…] la tesis no es sobre todos los temas relacionados con cierto asunto, sino
con uno en específico; la tesis tiene que dejar de lado ciertas cosas, tiene que
profundizar en cierto punto y tiene que llegar a mostrar con solvencia tanto el
manejo teórico-metodológico como analítico del asunto, porque de repente uno
ve cosas ahí muy revueltas y uno dice: “no se trata de meter todo con todo, bue-
no, un esquema tentativo, una especie de esqueletito porque también, a veces,
hablamos mucho de la construcción”. Pero en esa construcción necesitamos
días, no es porque el esquema se va a quedar así, pero sí un esquema más o
menos claro. Todas las tesis llevan una construcción de objeto, bueno, tu cons-
trucción de objeto en dónde lo estás perfilando, pues en tu proyecto de inves-
tigación vas a volver ocupar ese proyecto, pero vas realmente a reformularlo ya
en función de lo que hayas acabado de construir; todas las tesis llevan una con-
textualización del sujeto, del lugar del estudio, hay como puntos clave que no
pueden faltar en una tesis, va una contextualización de sujetos, y bueno, pues
ya el tema clave, el tema duro, el núcleo duro de la tesis, cuál, qué es lo que
estás discutiendo, luego queremos meter todo y no discutimos a profundidad
nada, pues intentando orientar este proceso se ha sugerido que se hagan es-
tos ejercicios, el mapa conceptual de la tesis, cuál es el concepto clave orienta-
dor de la tesis y lo que gire alrededor y los que puedan ir surgiendo del análisis
de su propio material, cuáles son los autores clave. No se vale decir que estoy
trabajando la vida cotidiana escolar y la sociología de la vida cotidiana de Heller
y resulta que no me la manejo, creo que ahí no se puede disculpar, a la mejor
no puedo manejarme toda la sociología o todas las teorías sociológicas porque
tampoco es una maestría en Sociología o en teorías sociológicas, pero hay au-
tores clave. Bueno, si estás hablando de la construcción social, ahí están Berger
y Luckmann, pues eso te lo tienes que leer y sabértelo de pe a pa, no se pue-
de disculpar que no hayamos leído a Berger y Luckmann hablando de la cons-
trucción social, hay autores claves imprescindibles y que tenemos que manejar,
en que te estás volviendo hasta cierto punto especialista, eso también tiene que
estar claro, a la mejor no vamos a tener la misma suficiencia en el manejo de
veinte autores, pero digo que me conformo con uno, pero realmente en serio,
110
El análisis en la investigación educativa
porque luego veo que metemos y metemos y no sé qué será eso, pero creo que
para mí no es una construcción teórica. Si metemos tres o más pues ya, pero
eso también tiene que ver con la manera en que nosotros también vamos orien-
tando o el conjunto de docentes los vamos orientando, a lo mejor algunos ne-
cesitamos meter muchos autores para demostrar que sí la estamos haciendo,
pues eso no, ráscale tantito a lo que estás diciendo y algunos que dices en rea-
lidad está ahí para impresionar, no porque tienen un manejo suficiente, ésa es
otra parte, qué lecciones nosotros les estamos dando, qué pistas les estamos
dando para poder transitar por la maestría.
También requiere del trabajo de campo y un balance del mismo, qué tipo
de información proporciona y de qué calidad, porque a veces los proyectos di-
cen: “voy a trabajar género”, pero resulta que el material de campo nada tie-
ne que ver con el género, sino con la micropolítica de la escuela; o me cambias
el proyecto o me haces un trabajo de campo pertinente porque todo eso debe
de llevar coherencia, ahí tienes que sopesar, tienes que tomar decisiones. Ayer
(conversando) con un alumno, sigue sin decidir si vamos por gestión o por his-
toria institucional, pero dice: “Es que tengo trabajo de uno y de otro”, entonces
buscamos la manera de construir algo que lo enlace, pues imagínense toda la
transcripción porque también es un buen la transcripción, una hora de traba-
jo de campo mínimo nos aventamos como ocho de gabinete. Entonces no es,
como dice Ruth Mercado, no por mucho registrar se analiza más temprano, no
es la cantidad de trabajo de campo muchas veces, sino la calidad de lo que
pueda tener, vale la pena tener poco, pero de calidad, entonces hacer un balan-
ce de ese material…
Definitivamente, hay una elaboración sucesiva de inscripciones analíticas en
el afán de acercarnos a la descripción densa de Geertz. Geertz es un autor que
de repente se puso de moda, pero ya tiene su ratito. Geertz es un gran antropó-
logo de lo simbólico, antropólogo de la religión y lo que él trabaja como descrip-
ción densa es como para mí, ésa ha sido mi decisión, podía tomar otros autores,
para mí ha sido el horizonte teórico orientador. El primer registro tiene que as-
pirar a hacer una descripción densa, no es el registro, después de los registros
voy a hacer la descripción densa, el registro es ya un nivel de descripción y la
aspiración es que ese primer registro que es muy difícil, que resulte una des-
cripción densa, pero que sea una descripción densa, porque citamos mucho a
Geertz, pero tiene muchas teóricas, muchas orientaciones metodológicas. Para
mí la orientación metodológica clave de mi forma de asumir el trabajo etnográfi-
co está en este trabajo de la descripción densa y que además tampoco se la in-
ventó él, a su vez recupera a otros autores para decir lo que está diciendo, pues
es un horizonte teórico porque dice Geertz (que) no es una suma de tareas nada
más, es un esfuerzo intelectual, por lo tanto, es una perspectiva de análisis, y
por eso hablo de lo teórico, metodológico y lo analítico, de cómo vamos orde-
nando la información.
La idea es definir y redefinir los ejes de análisis, que pues nunca quedan a la
primera vez, a partir de ese mapa conceptual y cuáles son los cuadros de do-
ble entrada, porque tenemos que cruzar como la información, ir construyendo
esas estrategias para poder realmente ir presentando esa información de ma-
nera más ordenada, de manera más, cualitativamente más, pues más ilustrati-
va, también discutir con esa teoría, creo que no todo está en la teoría, hay cosas
111
Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
En este apartado hemos señalado, por un lado, que la realidad social y educa-
tiva es compleja e inacabada; ésta se recupera de manera fragmentaria, no en su to-
talidad ni en lo absoluto; el conocimiento que se construye es relativo al espacio y
tiempo en que las situaciones se manifiestan; asimismo, depende del emplazamiento
analítico del investigador. Por otro lado, hemos colocado el énfasis en los elementos
que posibilitan los análisis de la realidad educativa, los referentes teóricos, metodo-
lógicos, la calidad de la información empírica y los esfuerzos intelectuales en la siste-
matización, organización e interpretación de la información de campo.
Este proceso implica reconstruir los acontecimientos significativos para los su-
jetos de la investigación o para los propósitos del investigador. Las continuidades, las
112
El análisis en la investigación educativa
Se pueden efectuar de este modo varios exámenes de las notas para identificar
pruebas a favor o en contra de las principales afirmaciones que quiera formu-
lar el investigador, marcando los ejemplos con un círculo y empleando distin-
tos colores según la afirmación con la que se relaciona cada ejemplo (Wittrock,
1997: 271).
113
Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
A este proceso, un investigador del estudio lo llama trabajo categorial, que lo ar-
gumenta de la siguiente manera:
En el trabajo categorial, Ricoeur define a las categorías como los conceptos cla-
ve, me parece una bonita definición, los conceptos clave de una investigación
son sus categorías, así nada más, algunos de esos conceptos clave pueden ser
empíricos, por ejemplo, categorías sociales, en el caso de los etnógrafos, que
ya no utilizan los mismos egos en sus interacciones cotidianas; otros son cate-
gorías teóricas que se ponen a funcionar como categorías heurísticas para po-
der ver las cosas, porque si uno no tiene el concepto, a veces no las ve, aunque
las tenga enfrente.
Entonces, hay desde categorías heurísticas hasta categorías interpretativas,
y también categorías críticas que nos sirven para, digamos, para poner al des-
cubierto la cuestionabilidad de algo. Con esas categorías críticas, me acuer-
do mucho una vez que estábamos afuera del sindicato [refiere a las oficinas del
Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de México, smsem], se subió a una
camioneta un maestro que trabajaba aquí, que ya falleció, que era muy com-
bativo, René, se subió a una camioneta y comenzó a decir un discurso muy
poderoso, argumentativamente muy poderoso y utilizaba la palabra charro y en-
tonces una persona de abajo de la camioneta le dijo: “Pero con la palabra cha-
rro nada más descalificas”, y otra persona que también estaba en el auditorio le
dijo: “No, con la palabra charro no nada más descalificas, con la palabra charro
también analizas, se puede hacer toda una caracterización de cómo funciona
en el sistema político mexicano un charro, de cuáles son sus actitudes, de cómo
son sus relaciones, de cómo utiliza los recursos, y tú puedes hablar de mane-
ra muy seria utilizando la palabra charro”; digamos, éste es el registro de una
categoría crítica, como de pronto los conceptos clave de investigación como
que van cumpliendo distintos cometidos al interior de un proyecto, a lo mejor
en otro proyecto cumplen otros cometidos esos mismos conceptos, pero al in-
terior del proyecto a veces cumplen el cometido de abrir campos de experien-
cia y campos de reflexión que sin el concepto no los abriríamos, a veces más
bien nos sirven para interpretar datos, para interrogar desde la teoría o para re-
plantear desde el dato empírico las posiciones teóricas, a veces nos sirven para
mostrar la cuestionabilidad de procesos de sujetos que vemos en los ambientes
educativos y cuando los ves, dices: “Ah, caray, creo que se parece a mí”… en-
tonces, a veces, como que nos abre, nos dinamita de algún modo nuestra con-
ciencia (Razo, 2012).
Las categorías que emergen del campo o de las experiencias estudiadas son
llamadas categorías sociales y son los conceptos que tienen cierto significado para
los que participan en una situación social y que son recurrentes en las relaciones so-
114
El análisis en la investigación educativa
ciales cotidianas. Las categorías teóricas son aquellas que forman parte de un corpus
teórico avalado por un campo de conocimiento y que ayudan al investigador a mirar
los componentes de la realidad estudiada, es decir, como lo señala el investigador en
su relato, tienen una función heurística. Aunadas a estos tipos de categorías existen
las analíticas, interpretativas y críticas que contribuyen en desmenuzar, cuestionar, in-
terpretar y construir comprensiones de la realidad educativa estudiada.
Las categorías sociales son aquellas que emergen de las notas de campo, son
significados de los sujetos investigados, prácticas, discursos, representaciones o ac-
ciones de los informantes que son recurrentes o que contribuyen en la construcción
de afirmaciones comprensivas a la situación. Cabe enfatizar que las categorías socia-
les son propias del discurso, acciones o prácticas de los informantes; éstas son com-
prendidas en el contexto que les ha dado origen y donde perviven. Es posible que
algunas categorías sociales sean asumidas como categorías de análisis. Sin embar-
go, no es recomendable sólo quedarse con este tipo de categorías y asumirlas como
analíticas, sino que además es necesario tener otro ángulo de mirada.
Por otro lado, las categorías analíticas emergen de las concepciones teóricas o
son aquellas que se reconstruyen desde el trabajo entre los referentes teóricos y los
de campo.
115
Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
Con esta diferenciación no se intenta señalar que una u otra resulta de mayor
importancia, sino que es posible encontrar en las sociales, en las teóricas o en otras
construidas aquellas que posibilitan la comprensión y entendimiento de las situacio-
nes indagadas.
La teoría establecida provee algunas categorías que son más eficaces que las
del sentido común para captar diferencias sociales de fondo. Sin embargo, las
categorías sociales, sobre todo aquellas que son ajenas al investigador, tam-
bién señalan diferencias y significados que no se aprecian desde la teoría exis-
tente (Rockwell, 2009: 80).
Finalmente, cabe retomar los argumentos de Rockwell, quien plantea las posi-
bilidades que tiene el trabajo de campo en la construcción de las categorías de análi-
sis. Es decir, el investigador podría construir las categorías considerando lo siguiente:
»» Las situaciones recurrentes que producen, a veces con casi idéntica secuen-
cia o sentido, las tradiciones o prácticas culturales más reconocibles de la vida
cotidiana.
»» Los detalles diarios, rutinarios, que tal vez se ven al principio y luego se vuel-
ven tan predecibles y familiares que se dejan de registrar.
»» Los fragmentos dispersos en la información que proviene de diferentes perso-
nas con quienes se conversa, o de observaciones hechas en diferentes mo-
mentos que, de manera aislada, significan poco, pero se vuelven inteligibles al
reconstruir tramas completas, hilando unos con otros.
»» Las situaciones síntesis, ricas y comprensibles de una función del conocimien-
to previo (del contexto, del memento, de los sujetos) que permiten articular una
gran cantidad de información.
»» Las situaciones clave que revelan, de repente, aspectos generales invisibles
(para el investigador), dada la rutina diaria y del discurso normativo; por ejem-
plo, momentos de transgresión de la norma.
»» Las entrevistas profundas, generalmente más extensas, con personas dispues-
tas a compartir su conocimiento especializado sobre algún tema (Rockwell,
2009: 84-85).
116
El análisis en la investigación educativa
F. El retrato narrativo
En el apartado anterior hemos señalado que las categorías sociales justifican las afir-
maciones que se construyen, son evidencia o ejemplo de lo que se está diciendo. Se
incorporan como citas directas de la información empírica o notas de campo, descrip-
ciones de los hechos sociales o como retratos narrativos.
Wittrock (1997: 272) afirma que “si no hay una descripción particular que ejem-
plifique y justifique las afirmaciones clave del informe, el lector se ve obligado a acep-
tar las afirmaciones del actor como materia de fe”. En este sentido, las narrativas o
descripciones se convierten en núcleos o apartados fundamentales en las argumen-
taciones analíticas e integración del informe de investigación. Cabe señalar que el re-
trato narrativo va acompañado del comentario interpretativo, el cual se abordará en
el siguiente apartado.
117
Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
G. La interpretación de la información
El retrato narrativo o las descripciones van acompañadas de una serie de interpreta-
ciones, en donde el empleo de los referentes teóricos ayuda en la lectura de los he-
chos desde otra mirada, en el fortalecimiento de las afirmaciones y en la construcción
de las significaciones generalizables. Con la interpretación se inserta información que
las notas de campo no contienen, pero que contribuye en la compresión y lectura de
los relatos.
En el siguiente relato uno de los investigadores del estudio expone tres aspec-
tos significativos para el análisis e interpretación de la información de campo: a) un
esfuerzo intelectual; b) el compromiso de construir respuestas a las preguntas de in-
vestigación que contribuyan en el cumplimiento de los objetivos formulados, y c) la
congruencia de los dos aspectos anteriores con los referentes teórico-metodológi-
cos asumidos.
118
El análisis en la investigación educativa
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
Las interpretaciones que realiza el investigador son conectores entre los distin-
tos relatos y dan lógica al informe de investigación.
H. Consideraciones finales
En este capítulo se ha bosquejado una serie de reflexiones sobre los aspectos rele-
vantes que involucran el proceso de análisis en la tarea de la investigación. En este
proceso identificamos una serie de tensiones que nos advierten los posibles deba-
tes sobre la manera de entender y realizar la investigación educativa, al mismo tiem-
po ubicamos el proceso abierto, no definido, sino en construcción.
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El análisis en la investigación educativa
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
que proporcionan fuerza retórica a los retratos narrativos, discurso o argumentos que
se construyen para el informe de investigación o tesis.
Fuentes de consulta
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analítico. Locus de intelección y subjetividad” en Jiménez, Marco Antonio (coordina-
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122
El análisis en la investigación educativa
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la realidad educativa”, Ponencia presentada en el Foro Regional de Formación de
Investigadores del Estado de México. Toluca, México.
Meneses Díaz, Gerardo (2016). “Decisiones metodológicas: rigor investigativo”,
Ponencia presentada en el Foro Regional de Formación de Investigadores del Estado
de México, Toluca, México.
Narrativas
Mireles Ortega, Irineo (2011).
Pastrana Flores, Leonor Eloína (2012).
Razo Navarro, José Antonio (2012).
Valle Cruz, Maximiliano (2012).
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Argumentación de la tesis e integración
del informe de investigación
Introducción
En los últimos años, los posgrados en educación se han venido diversificando y con-
figurando –o desconfigurando– con una tendencia más hacia la profesionalización;
en este sentido, el tipo de estudiantes que se incorporan a estos programas también
tienen otros perfiles, otras trayectorias académicas, necesidades, inquietudes e inte-
reses. Un rasgo particular de los nuevos estudiantes del posgrado es su poca o nula
experiencia en el campo de la investigación, carecen del hábito para la lectura y la es-
critura académica, ya que en sus trayectorias académicas y profesionales ésta no ha
sido un requerimiento relevante o de primera necesidad. Por ello, llegan con habilida-
des poco favorables para el trabajo académico. Esto no es un asunto menor, por lo
que consideramos importante y necesario poner este problema en la mesa de la dis-
cusión y en el debate de la investigación educativa.
Es necesario tener presente, tal vez con un poco de atrevimiento, que en ningún
grado o nivel académico se enseña a escribir; la escritura no es materia ni asignatura,
125
Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
los docentes tampoco estamos entusiasmados para hacerlo; pero no se trata de bus-
car culpables de por qué los estudiantes de posgrado tienen deficiencias en la escri-
tura, sino más bien de buscar alternativas. Al respecto, creemos que los posgrados
en educación se pueden hacer cargo para solventar estas deficiencias; sin embar-
go, también es necesario tener voluntad para hacerlo a través de acciones concretas.
En este sentido, el tema del que nos ocupamos en este capítulo es la forma-
ción para la investigación en los posgrados en educación y la producción de escritos
académicos, por lo que la escritura en estos procesos de formación es clave y fun-
damental.
Por lo anterior, el presente escrito ha sido pensado, por un lado, para docentes
que enseñan alguna materia relacionada con la metodología o con la investigación,
para quienes diseñan cursos de formación y desarrollo profesional para maestros,
para estudiantes que cursan estudios de posgrado en disciplinas sociales y humani-
dades, así como para los académicos que en tiempos recientes han obtenido el gra-
do de maestría o doctorado y se inician en las tareas propias de los comités tutoriales
en los estudios de posgrado, para los asesores o tutores experimentados que dirigen
trabajos de tesis, para los investigadores noveles o estudiantes de posgrado intere-
sados en la producción de textos académicos, para los interesados en incorporarse a
estudios de posgrado y, en general, para el público preocupado por investigar el tema
de la formación para la investigación, la metodología o la didáctica de la investigación.
Los que nos dedicamos a la formación para la investigación con frecuencia nos
preguntamos: ¿qué es más importante, terminar la tesis o formarse en el oficio de in-
vestigador? Consideramos que ambos objetivos son importantes y se pueden lograr
en forma paralela, dependiendo de los intereses que se tengan como tutor o asesor y
los propósitos que persigan los estudiantes del posgrado.
126
Argumentación de la tesis e integración del informe de investigación
Este trabajo también responde −de alguna manera− a una preocupación que en
el campo de la investigación ha surgido en los últimos años, en relación con la forma-
ción para la investigación en los posgrados en educación, así como la relevancia que
tiene la escritura y la producción de textos académicos en la formación académica
de los estudiantes que se incorporan a estos programas. Las intenciones de este ca-
pítulo son documentar un proceso que tiene que ver con la formación para la inves-
tigación, particularmente en la elaboración de las tesis de grado, así como proponer
algunas líneas de acción que ayuden a mejorar y fortalecer dichos procesos de for-
mación académica.
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
Entre algunos estudios que versan sobre el problema de la escritura en los posgrados
en educación realizados en México, destacan los siguientes:
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Argumentación de la tesis e integración del informe de investigación
estudiante universitario” (Ramírez, 2012: 47). En este sentido, señala la poca o nula
importancia que tiene en los niveles básicos y medio superior (y superior) la práctica
de la escritura o la producción de textos; por tanto, se puede decir que la escritura −
al igual que la lectura− no es objeto de enseñanza en la educación formal y, por su-
puesto, tampoco en la informal.
En una conferencia dictada (el 24 de enero de 2018) por la doctora Frida Díaz
Barriga intitulada “Los fondos de identidad de los estudiantes de posgrado”, se refi-
rió a lo que denomina “incidentes críticos” como aquellos incidentes problemáticos
que viven los estudiantes del posgrado en Psicología Educativa de la Facultad de
Psicología de la unam, uno de los cuales, sin duda, es el problema que enfrentan los
estudiantes para la producción de escritos académicos.
129
Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
El asunto se hace más complejo, dice el autor, toda vez que la institución ape-
la a la tradición académica de graduarse por medio de una tesis −esto ya no sucede
en todos los posgrados en educación, pues en algunos programas los estudiantes se
pueden titular con la elaboración de memorias, ensayos, tesinas y por un alto prome-
dio en las calificaciones−. En este sentido, advierte que “los estudiantes que ingresan
acarrean serias problemáticas en su formación inicial: ausencia del hábito de escribir
académicamente” (Mejía, 2016: 81).
Así pues, en este entramado, una de las múltiples razones de los bajos índices
de eficiencia terminal ha sido la dificultad de los maestrantes para expresar-
se por escrito en sus reportes de lectura, ensayos parciales o finales, avan-
ces de investigación y a la postre en la redacción del documento final de tesis.
Entonces, tradicionalmente en el isceem se han presentado dificultades en cuan-
to a las habilidades de escritura de los estudiantes (Mejía, 2016: 84).
“Tal vez la principal razón de esta problemática se relaciona con una constan-
te en la educación superior en nuestro país, y que tiene que ver con la representación
y la consecuente práctica respecto a la escritura” (Mejía, 2016: 84). El autor advierte
la importancia y la repercusión que tiene el significado que los sujetos involucrados
atribuyen a la producción de escritos académicos o expresarse de manera escrita, al
considerar que se trata de una tarea difícil de aprender, lo cual tiene su repercusión en
130
Argumentación de la tesis e integración del informe de investigación
Los datos anteriores muestran que, en su mayoría, los maestrantes tienen el ni-
vel básico, y poco más de 30% se encuentra entre el nivel de deficiente y la falta del
hábito para la escritura académica; el dato puede ser preocupante, ya que tanto en el
desarrollo del programa como en el proceso de la elaboración de la tesis se viven ten-
siones entre las expectativas tanto de los tutores como de los tesistas para el avance
de sus trabajos de investigación.
Por otra parte, Paula Carlino reporta en su texto “¿Por qué no se completan las
tesis en los posgrados?”, que la tasa de posgraduados es muy baja:
En los países de habla inglesa ésta se aproxima al 50% [...] en tanto que los pos-
títulos en la Argentina registran un completamiento cercano al 10% [...] En gran
medida, el cuello de botella se produce después de cursados y aprobados los
seminarios y se concentra en la elaboración de la tesis. Tan habitual resulta este
fenómeno, que los angloparlantes han acuñado la denominación ABD para re-
ferirse al estatus de muchos alumnos que han cumplimentado “todo salvo la
tesis” (All But Dissertation). Otro problema de los posgrados –relacionado con
éste– es el alargamiento de los tiempos de entrega de las tesis. Por último, tam-
bién es fuente de preocupación el escaso número de publicaciones que se de-
rivan de los trabajos de tesis (Dinham y Scott, 1999; Marshall, 1993, citados en
Carlino, 2005: 415).
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
Una de las mesas del Foro se ocupó de la integración de los informes o produc-
tos de la investigación, caracterizada de la siguiente manera:
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Argumentación de la tesis e integración del informe de investigación
Todos estos trabajos, de alguna u otra manera, presentan desde distintas aris-
tas los problemas que los investigadores noveles o tesistas enfrentan o viven en la in-
tegración del informe final de investigación o tesis.
[…] aquí en el Instituto, en el isceem, es que batallas contra dos cosas, más que
el perfil idóneo, ¿contra qué batallas? Una, que los compañeros que vienen a
estudiar el posgrado acá al Instituto, por lo general ya tienen garantizada la es-
tabilidad laboral, el obtener un grado o incluso tener la maestría, no es como exi-
gencia para mantenerse en el trabajo o para lograr un trabajo, y ustedes saben,
terminan los estudios de maestría, si ya tienes tu plaza te dan 300 pesos adicio-
nales, presentas el grado ya te dan 500, o sea, es una cosa muy pequeña, en-
tonces no es algo que los incentiva económicamente (Valle, 2012).
En estas líneas se muestra que −en ocasiones− los estudiantes del posgrado, al
menos en el caso del isceem, no tienen una razón de peso para graduarse. En ese sen-
tido, no existe preocupación para avanzar en la tarea de escribir una tesis, lo cual tie-
ne un impacto en la producción de textos académicos.
En esta narración se muestran algunos rasgos de lo que suele ser un diálogo co-
tidiano en la sesión de tutoría; en cuanto a la escritura o su revisión por parte del tutor,
se deja ver que existe una tensión entre lo que el tutor espera y la condición de limi-
tación que el alumno tiene a la hora de escribir, al menos en lo que se refiere a la se-
mántica, la redacción y la falta de argumentación.
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
No puedo dejar de aludir tres situaciones que, desde mi particular punto de vis-
ta, propician que el tesista no culmine su trabajo de investigación:
El primero tiene su residencia en lo que pudiera llamar la cultura de la inves-
tigación: la mayoría de los estudiantes no cuenta con disciplina, hábitos de aco-
pio de literatura específica para su proyecto, la consulta a fuentes y bases de
datos, la sistematización de información, considerando: cuestionamiento y pro-
fundización de esquemas conceptuales, problemas e intuiciones que el autor
proporciona y la redacción del trabajo.
También el trabajo que realizan los revisores puede constituir una limitante,
pues muchas veces efectúan sus observaciones tratando de imponer los refe-
rentes teórico-metodológicos de los que son tributarios y el problema se com-
plica cuando se contrapone a los de otro revisor y a los del asesor.
Igualmente, no se termina una tesis porque el tesista es un trabajador de
la educación que se inscribe en un posgrado con la sola idea de que los estu-
dios, en un tiempo próximo, le habrán de posibilitar: acceder a programas de
estímulo económico por superación profesional, o a categorías con mejor re-
tribución, lo cual representa un ascenso profesional. Pero para arribar a él no
hay una exigencia por presentar el título, basta con el Certificado de Estudios
(Salgado, 2011).
El autor de esta narrativa atañe la dificultad para la escritura al hecho de que los
alumnos no terminan sus trabajos de tesis, o bien los terminan con falta de claridad,
que nombra la cultura de la investigación, donde al menos involucra aspectos como
la redacción, la falta de disciplina y de hábitos para el trabajo académico, incluida la
búsqueda y sistematización de información, situación que se hace más compleja si
se agrega lo intransigente del tutor y la falta de compatibilidad con el resto del comi-
té tutorial.
Pero paulatinamente, eso los va soltando, les va motivando a escribir con más
coherencia, bueno, teniendo observaciones porque definitivamente la mayoría
no tiene esas prácticas. Hay quienes ya durante algunos años ya dejaron y pues
ni en su vida habían agarrado un libro o escribir ni siquiera un oficio, entonces
cómo exigirles competencias o habilidades que, pues, no las han practicado,
no las han ejercitado y esto obvio que debe llevar un proceso, ahí es donde uno
tiene que ser tolerante en esa parte, mas no quiere decir que uno sea bastante
permisivo (Mireles, 2011).
Esta narrativa muestra cómo es que los estudiantes llegan al posgrado con se-
rias deficiencias en las competencias y habilidades para la lectura y la escritura; al pa-
recer, después de egresar de la licenciatura, ya sea de la universidad o la normal, no
han tenido necesidad de realizar estas prácticas académicas; sin embargo, enfatiza
que hay que ser tolerantes ante la situación.
[…] divagan en las discusiones entre sus razones científicas y su sentido común;
su actividad escrita se presenta desarticulada e inconexa; no sistematizan la in-
134
Argumentación de la tesis e integración del informe de investigación
Se decidió no poner ejemplos para ilustrar las afirmaciones aquí expuestas. Sin
duda se podrían exponer varios, pero por la extensión de este capítulo se optó por
no hacerlo.
135
Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
Cuando un autor cita a otro autor. En la revisión de una buena cantidad de escritos
académicos elaborados por tesistas con poca experiencia en la escritura se obser-
va que suelen incurrir en inconsistencias a la hora de referir en su texto. Por ejemplo,
cuando un autor refiere a otro u otros autores suele confundirse tanto en la redacción
como en la forma de citar las referencias consultadas, para lo cual se sugiere revisar
el Manual de la apa o cualquier otro pertinente.
Lo que se nombra y lo que se dice. Con frecuencia, se observa una incongruencia en-
tre lo que se nombra en un título y lo que se dice en ese apartado. En nuestra expe-
riencia, hemos visto esta inconsistencia en distintos niveles, desde el título de una
tesis donde se nombra el contenido en general y cuyo contenido es distinto; lo mismo
sucede en los distintos apartados que van desde subtítulos hasta los incisos del tra-
bajo. En este sentido, también se ha encontrado que se repiten los títulos de algunos
apartados, o el título de la tesis con algún subtítulo del trabajo.
136
Argumentación de la tesis e integración del informe de investigación
En relación con el estado del arte. En este apartado se suele hacer solo un listado
de algunos trabajos con un mínimo de descripción, sin establecer una relación con
el tema en cuestión, sin un exhaustivo rastreo de la información existente, ya que las
fuentes de información consultada son escasas. Es un apartado que no vuelve a ser
retomado en el desarrollo y discusión de la tesis. La experiencia nos ha mostrado que,
inclusive, este enlistado lo incorporan a la tesis como el marco teórico.
Sobre el tipo de investigación. Otro asunto que se ha detectado tiene que ver con la
profundidad en el abordaje del tema o problema que se investiga. Al inicio del traba-
jo se enuncia que se trata de una investigación de tipo analítico interpretativo, de cor-
te etnográfico, hermenéutico, fenomenológico, por mencionar algunos tipos, y cuando
se revisa el apartado donde se exponen las evidencias empíricas se trata sólo de pa-
sajes descriptivos, de “algunos hechos de clase” recopilados en el campo. Inclusive se
hacen afirmaciones sin ningún sustento teórico o empírico. Luego entonces, se pier-
de la congruencia entre lo que se enunció en el principio y lo que se presenta en el
documento final.
La voz del tesista queda ausente. Aunado a lo expuesto en las líneas anteriores, en la
secuencia de la exposición de las fichas el tesista no se da la oportunidad de tomar
la palabra, es decir, de expresar sus puntos de vista a partir de algún posicionamien-
to asumido en el trabajo; esta inconsistencia se deja ver también en otros apartados
del escrito final. La voz del que escribe queda ausente o, en el mejor de los casos, es-
bozada, sin asumir una posición crítica ante la información, sólo presenta, de nuevo,
en el mejor de los casos, transcripciones de los autores y descripciones de los he-
chos observados.
Dar por concluido el trabajo final. Aquí hay que puntualizar que desde la normatividad
será el tutor el encargado de emitir el visto bueno de la tesis, es decir, es el tutor quien
debe dar por concluido el trabajo. En ocasiones, la cantidad de inconsistencias que
suelen tener algunos borradores de tesis invita a reflexionar en torno a cómo se toman
las decisiones para darla por concluida, en el entendido de que la elaboración del in-
forme final es el resultado de un proceso en el coinciden varios sujetos.
Pongamos por caso que el tesista puede dar por concluido el trabajo sin haber
hecho una revisión exhaustiva, lo cual le impidió percatarse de las inconsistencias.
Por otro lado, el tutor a cargo emitió su dictamen aprobatorio sin hacer una revisión
puntual o sin revisarlo −hemos visto casos−. Esta situación no ayuda a que el traba-
137
Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
jo alcance la calidad deseada. Lo anterior también puede crear un conflicto entre los
distintos sujetos involucrados: tutor, comité tutorial, responsables del área de apoyo a
la obtención del grado y, por supuesto, el tesista, quien finalmente se puede ver per-
judicado. También hay casos en que se da por terminada la tesis de forma apresura-
da por la presión del tiempo administrativo previsto en la normatividad.
La tesis de la tesis. Otro asunto de vital importancia es el que denominamos “la tesis
de la tesis”. Entendemos esta expresión como el argumento o la proposición, es lo
que se propone de inicio en la construcción de un texto argumentativo, habitualmen-
te declara una proposición científica, un axioma o un hecho que se quiere explicar o
demostrar. Una tesis, por tanto, es el enunciado de una idea que se expone de mane-
ra abierta y con una fundamentación (Taborga, 1982).
En ocasiones, los trabajos de tesis carecen de un eje articulador que vaya dan-
do sentido a la exposición del escrito, por lo que el “cuerpo” de la tesis termina siendo
sólo un agregado de partes, con poca relación entre sí, del que resulta un documen-
to poco articulado e inconsistente.
138
Argumentación de la tesis e integración del informe de investigación
Citas textuales, paráfrasis y comentario. Tal vez por la falta de experiencia los tesistas
suelen incurrir en graves inconsistencias, como cuando en su redacción no precisan
el uso de una información retomada de algún autor, en el uso de algún fragmento del
texto referido, es decir, no se distingue con la precisión necesaria cuándo se está ha-
ciendo una cita textual, la cual se debería hacer en el formato correspondiente, ya sea
en el interior del escrito o, siendo una cita de más de cuarenta palabras, en el forma-
to correspondiente; a veces no hay rigor en la exposición de distinguir si se trata de
una cita textual o se está haciendo una paráfrasis de un fragmento del texto referido,
o bien, si se trata sólo de un comentario que se está haciendo. Lo más grave es cuan-
do se está transcribiendo una cita textual y no se le da crédito al autor de referencia.
Repetir palabras, frases e ideas. Entre las debilidades que se encuentran en los bo-
rradores de tesis y también en otros escritos elaborados por los estudiantes del pos-
grado, se identifica que en la escritura se incurre en la repetición de palabras, tres o
cuatro veces en un párrafo y hasta diez o quince en una cuartilla; también es común
encontrar pequeños párrafos que se repiten de manera textual en páginas posterio-
res. Si el tesista no revisa a conciencia el escrito, no se da cuenta de estas inconsis-
tencias. En tal sentido, creemos que el tesista debe ser un lector crítico de su propio
trabajo.
139
Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
Por otro lado, también necesitan cierta destreza para comunicarse verbalmente,
expresar sus ideas y poder dialogar con sus pares –compañeros estudiantes– y con
los responsables de los seminarios; tienen que entablar un diálogo académico con su
tutor y con los demás integrantes de su comité tutorial, lo cual les demanda, además
de ordenar sus ideas, tener que expresarlas con claridad. El habla, por tanto, es una
de las herramientas más necesarias para la comunicación y el diálogo académico y
para tener la posibilidad de construir un discurso propio de un campo de conocimien-
to, acompañado siempre de los argumentos necesarios. Paralelamente, habrá que
desarrollar también su capacidad de escucha, condición necesaria junto con el habla
para poderse comunicar e integrarse a una comunidad académica.
Para el caso que nos interesa, se retoma la conceptualización que hace Taborga
(1982: 18-19) −haciendo una paráfrasis− sobre la tesis: es una disertación escrita
que se presenta ante un tribunal universitario, proposición que se sostiene con razo-
namientos sobre motivos científicos, artísticos o literarios. Su característica esencial
consiste en presentar un problema o contener una idea demostrable. El estudio de-
mostrativo se sostiene con el razonamiento y su finalidad inmediata es la obtención
de un grado.
140
Argumentación de la tesis e integración del informe de investigación
¿Qué habilidades hay que desarrollar para hacer investigación de buena cali-
dad?, y fue aquel libro que se llama Formación para la investigación Centrada en
el Desarrollo de Habilidades en donde justamente detectamos siete núcleos bá-
sicos de habilidades que habría que desarrollar, pero descubrimos que esas ha-
bilidades no se empiezan a desarrollar al llegar al posgrado, sino que se tienen
que desarrollar en toda la trayectoria escolar, dijimos entonces que la formación
para la investigación ocurre cada vez que estamos desarrollando habilidades de
ese tipo, estamos formando para la investigación. Aunque no sean investigado-
res, formar para la investigación sí supone desarrollar esas habilidades, esos co-
nocimientos, esos valores que la investigación necesita, pero no son sólo para
hacer investigación, porque resulta que, por ejemplo, las habilidades son com-
partidas también para otras tareas complejas como la solución de problemas
(Moreno, 2012).
Del texto referido por la autora, ella misma elaboró un artículo en el que plan-
tea que “las habilidades son el núcleo fundamental e integrador de los aprendizajes
requeridos para hacer investigación de buena calidad” (Moreno, 2003: 87), y en este
sentido elabora un “perfil de habilidades para investigar”, a las cuales denomina nú-
cleos. Para quienes nos interesa comentar, sólo mencionamos a los tres primeros y
particularmente nos centramos en el segundo: núcleo de habilidades de percepción,
instrumental y de pensamiento.
141
Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
[…] no es exagerado afirmar que los casos de estudiantes que manifiestan di-
ficultades notables para aprender a investigar pudieran estar asociados a un
deficiente desarrollo de las habilidades en los tres primeros núcleos […] es fre-
cuente encontrar estudiantes de posgrado que acusan serias deficiencias en el
desarrollo mencionado (Moreno, 2003: 94).
Por su parte, Irineo Mireles Ortega nos comparte su punto de vista en cuanto a
los procesos de formación en la maestría:
142
Argumentación de la tesis e integración del informe de investigación
so. Una de las situaciones que para mí son relevantes es el observar que hay
una ausencia de una tradición investigativa dentro de los espacios formadores
de docentes que respalde la formación; bueno, ahora con el nuevo plan de es-
tudios, la formación en, por y para la investigación, que eso es uno de los ele-
mentos con los cuales uno se topa, el que esa experiencia en la exploración,
en el análisis, en la interpretación del campo de la investigación educativa en su
generalidad y en su particularidad, así como en la construcción de los objetos
de estudio y su respectivo tratamiento teórico-metodológico, que posibilite la
consolidación del trabajo de la tesis. El desarrollo de la maestría representa una
oportunidad inmejorable para que el maestrante se comprometa con su propia
experiencia formativa de manera flexible, constructiva y crítica, una situación y
condición que permita hacer de la investigación educativa una estrategia forma-
tiva decíamos en, por y para la investigación (Mireles, 2011).
Mireles Ortega deja ver que en su tránsito por el programa de maestría los alum-
nos tienen la oportunidad de formarse para el oficio de investigar y propone la elabo-
ración de la tesis como parte fundamental de ese proceso formativo:
[…] como en este caso, obvio que no es lo mismo plantearse hacer una tesis
que hacer un ensayo, que hacer un estudio, que hacer un artículo, que hacer un
informe. Depende de esas posibilidades el tipo de esfuerzo intelectual que su-
pone o que implica, el compromiso que uno adquiere cuando plantea un objeti-
vo de investigación o cuando plantea unas preguntas de investigación y, bueno,
la relación que debe haber entre esas preguntas de investigación con los objeti-
vos y después la metodología, y de reconocer en el proceso la congruencia y la
lógica entre estos procesos (Mireles, 2011).
En estas líneas se deja ver que el tesista debe tener claridad en relación con el
proceso de investigación, en tanto constituye un interés teórico-epistemológico o por
el trabajo empírico y lo que implica “una investigación en el amplio sentido de la pa-
labra”.
143
Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
En estos párrafos, el narrador muestra el vínculo estratégico que existe entre los
procesos de formación para la investigación y la escritura de la tesis:
[…] si ya hay claridad en lo que se quiere investigar y hasta dónde investigar, con
qué profundidad, con qué amplitud o con qué concreción, eso ya es muy fruc-
tífero para que el proceso de realización de la tesis tenga éxito (Mireles, 2011).
Por su parte, Maximiliano Valle Cruz, quien también nos compartió su narrativa,
advierte la necesidad de reconocer las condiciones, expectativas e intereses de cada
alumno que se incorpora a un posgrado:
No, mira, eso realmente, igual que en otra institución, ya también depende de
circunstancias individuales, de qué cosas quieras seguir, hasta dónde quieras
llegar o (que quieras) conseguir con tu formación (Valle, 2012).
144
Argumentación de la tesis e integración del informe de investigación
145
Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
Hay que poner en claro que ser un buen investigador no garantiza ser un buen
formador de investigadores y habrá investigadores de mediana talla que sean exce-
lentes formadores.
Por lo anterior, resulta necesario aclarar dos cuestiones: ¿qué es lo que se con-
templa en los programas de estudio sobre la tarea del tutor y del comité tutorial?,
¿qué papel ejercen el tutor y el comité en la formación para la investigación del estu-
diante de posgrado y en el terreno de la acción educativa de que se puede hacer car-
go? En este orden de ideas, cabe la pregunta: ¿qué papel ocupa el tutor en formar al
alumno en el oficio de investigador y particularmente en la producción de textos aca-
démicos, incluida la elaboración de la tesis correspondiente?
146
Argumentación de la tesis e integración del informe de investigación
[…] uno, como tutor, como asesor, hace las veces de eso que decía Bachelard,
vigilancia epistemológica, en el trabajo, o sea, lo uso entre la metáfora y entre
la verdad, el trabajo de ir revisando, de ir hasta corrigiendo cosas, o que ¿cómo
escribes esto?, ¿ves cómo lo estás redactando?, mira, en casi todos se ve una
dificultad en la redacción, y cuando esgrimen un argumento, ¿cómo desarro-
llar las consecuencias de ese argumento? Inicialmente me encontré que la ma-
yoría escribían muy bien hasta unas 20 páginas y después de ahí era el terror
(Valle, 2012).
[…] ahí uno es el que tiene que desarrollar una disposición para aprender junto
con ellos, aprender, verdaderamente aprender, o sea, si ves que está realizando
esto y eso, tú también tienes que revisar dos tres cositas ahí como para poder
decir, “a ver, esto”, y entonces uno se va formando junto con el alumno, con el
asesorado, claro, otros te dirán que eso es responsabilidad del alumno: “Yo no-
más vigilo que no se contradigan y ya”, yo lo asumo de otra manera, porque si
no, no te comprometes con el alumno y no ves que él se vaya comprometiendo
contigo y con su trabajo, porque les digo: “El compromiso que hacen no es con-
migo, es con lo que ustedes están desarrollando” (Valle, 2012).
[…] entonces, yo actúo bajo esa premisa, más bien de qué cosa es lo que quie-
res, porque con eso tú te vas a comprometer con ese trabajo, y entonces se
aumentan nuestras posibilidades de éxito, yo cumplo mi tarea de vigilancia
epistemológica sobre lo que vas haciendo (Valle, 2012).
147
Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
En relación con el compromiso que debe asumir el tutor, Luz María Velázquez
comenta:
El compromiso del alumno suele ser determinante en la forma como el tutor asu-
me su propio compromiso:
[…] pero hay un detalle muy importante: no somos empáticos, no hay empatía,
llegan y: “¿Usted quién es? Pues me dijeron que usted es mi asesor. ¡Ah, bueno!
Felicidades. ¿Qué me va a decir? Pues nada, soy tu asesor, ¿no? ya lo dijiste”,
o sea, actitudes de ese tipo son las que quedan marcadas y las personas dicen:
“Híjole, con ese tipo ni a las canicas, ni a soñar”, pero como ya está dictamina-
do que es el asesor, ahora se aguanta, entonces, la empatía tiene que ser el pri-
mer chispazo, creo que es importante (Naranjo, 2012).
148
Argumentación de la tesis e integración del informe de investigación
son otros; habría que realizar un análisis minucioso al respecto para proponer los pro-
cedimientos que ofrezcan mejores resultados.
[…] hay que repensar la relación en la tutoría, quitarle ese carácter del exper-
to frente al ego, y sin descuidar la jerarquía que cada quién tiene, lo que dice
Herbart, la autoridad pedagógica no se impone, se conquista, construir con un
nosotros; en lo personal, en la promoción anterior, yo tuve 8 asesorados y 6 en
ese esquema lograron concluir sus trabajos, yo creo que da resultado, que no es
fácil, porque uno quiere imponer, pero el trabajo en taller es rico y todos apren-
dimos. En el caso de lo tutorial yo lo veo así, falta la atención a la parte huma-
na de la relación de los tutores y es algo que a mí me gusta enfatizar mucho
(Meneses, 2012).
Este fragmento narrativo hace patente la importancia que tiene la relación inter-
personal en el núcleo de la tutoría, ya que consideramos que la producción de escri-
tos académicos y, por tanto, la generación del conocimiento son un eje importante en
que se sustenta la relación de la tutoría.
D. Líneas de acción
A continuación se presentan algunas ideas que consideramos pueden ser de mucha
ayuda para mejorar la producción de escritos académicos y abonar a la formación
en el oficio de investigar. Hemos seleccionado los que consideramos más relevan-
149
Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
Gloria Hernández Flores advierte que el habitus es una construcción que los
alumnos van haciendo a lo largo de su proceso formativo. En su narración puntuali-
za, refiriéndose a Bourdieu:
El otro, sin lugar a dudas, es la noción de habitus que efectivamente son siste-
mas de disposiciones, dice en otra de sus obras, duraderas e intransferibles, yo
sí creo que con los estudiantes trabajamos no solamente con sistemas de dis-
posiciones, sino cómo se construyen éstos en el marco de un proceso de inves-
tigación que, bueno, ya en un proceso de investigación ya no me detendré en
qué es estructurante y qué es estructurado a menos que hubiera interés en el
diálogo, al terminar la exposición (Hernández, 2012).
El binomio lectura y escritura. Si bien nuestro foco de interés está centrado en la es-
critura, necesariamente se tiene que considerar la importancia de la lectura. Se podría
afirmar que sin lectura no hay escritura, parecen ser dos caras de la misma moneda.
Este binomio es el pilar de la formación académica, sobre todo en las ciencias socia-
les y humanidades, y la formación para la investigación en el campo educativo no es
la excepción. En este caso, interesa destacar esta relación prácticamente inseparable.
150
Argumentación de la tesis e integración del informe de investigación
En cuanto a la importancia que este binomio tiene para la formación y para la es-
critura, Hernández comenta en su narrativa:
Por ello, las herramientas como discusión, lecturas, escrituras, decir sus pala-
bras y pensar sus pensamientos como dice Antony Giddens, nos han llevado
sobre todo a tomar éstos como los elementos centrales en la construcción de
los equipos, por ello retomo operaciones y recursos como dice Giddens, los re-
cursos para nosotros no son una laptop.
Y pongo en rojo lecturas y escrituras porque no es un aspecto menor, es-
cribir y leer ha sido algo que lamentablemente ahora se llama alfabetizaciones
académicas, nos desmarcamos totalmente de ese tipo de concepto y mejor
nos acercamos a lecturas y escrituras como prácticas socio-académicas que
nos llevan desde luego a la construcción de los equipos, de manera que leer,
escribir y la oralidad, decir las palabras y pensarlas como decía Vygotsky, pen-
samientos y lenguajes, son elementos clave que nos han permitido construir he-
rramientas (Hernández, 2012).
Hay que reconocer que las opiniones de los académicos que realizan la tarea de
asesorar trabajos de tesis tienen visiones distintas de los procesos de formación. En
dicha diversidad está la riqueza de los distintos argumentos utilizados por cada quién.
En las líneas siguientes otro académico expone:
Bueno, de los errores que he cometido, que no volveré a cometer, seguiría sien-
do exigente como soy hasta el momento. Para mí es fundamental, por ejemplo,
que lean primero, que se llenen de teoría y luego la información empírica, siem-
151
Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
pre y cuando ya se tengan elementos teóricos para trabajar. Dos: algo que a mí
me funciona, y me funciona muy bien: que redacten por lo menos una cuartilla,
pero todos los días, porque esa cuartilla ya es muy importante (Velázquez, 2011).
[…] lo primero que hay que hacer es un pequeño estado del conocimiento,
cuando uno los lanza a que hagan un pequeño estado del conocimiento, en
realidad comienza uno a superar esto que decía que es como el déficit, ese mé-
todo de trabajo para la investigación (Valle, 2012).
152
Argumentación de la tesis e integración del informe de investigación
Estar con los libros tiene, en lo personal, un doble significado. Por un lado, la
posibilidad de volar con mis pensamientos; faenar con mis ideas; decidir actua-
ciones futuras; recordar diálogos, imágenes y darles una nueva dirección. En la
biblioteca los pensamientos remontan, rectifican mi vida, anuncian nuevas ac-
ciones, al tiempo que las pulsiones organizan al cuerpo, aunque en ocasiones lo
convulsionan […] Es toda una labor iniciar el proceso de búsqueda de material
que he logrado ya repasando notas del día anterior, ya supervisando las tareas
que dejé para el futuro o, simplemente, montando el escenario al desplegar car-
petas, revistas, hojas, marcadores y lápices (Serrano, 2009: 108).
El autor deja ver que la estancia en la biblioteca es una aventura y puede con-
vertirse en un deleite intelectual. Por supuesto, hay que tener un enorme gusto por
estos recintos.
El producto son hojas con anotaciones diversas: ideas, frases, hojas y párra-
fos, lo importante es tener esas anotaciones en el momento del trasiego hacia
la grafía. Breves instantes de delirio aparecen en este proceso: esquemas, fle-
cha, dibujos o palabras sueltas […] he aprendido a no desechar ese material
hasta que me conduzca a una estructuración que me permita proceder con or-
den (Serrano, 2009: 112).
153
Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
Queremos retomar dos ideas fundamentales que deja ver el autor en las refe-
rencias citadas: por un lado, la tarea de hacer notas diversas, las cuales mira como
la materia prima para la escritura y, por otro lado, la tarea propiamente dicha de ha-
cer pública la escritura.
154
Argumentación de la tesis e integración del informe de investigación
considerar otras vías de acceso a la información que también son importantes, como
ferias del libro, librerías de viejo, librerías comerciales, entre muchas otras opciones.
Como se presentó en un apartado anterior, los alumnos tesistas que son legos
en el oficio de la escritura suelen incurrir en una gran cantidad de inconsistencias a la
hora de armar sus escritos. Inclusive, es deseable que asistan a algún curso básico
de redacción donde se revise, con la ayuda de un experto, la gran cantidad de normas
editoriales que se ponen en juego cuando se está escribiendo un texto académico.
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
El autor de referencia advirtierte que cada vez hay una mayor relación entre la
investigación y la didáctica, que es necesario “promover la escritura para que los es-
tudiantes adquieran conocimientos de las disciplinas que estudian; es decir, escribir
para aprender […] a utilizar el lenguaje académico y produzcan textos dentro de de-
terminado campo de conocimiento; esto es, aprender a escribir textos académicos
propios” (Ramírez, 2012: 33).
Revisar y corregir los escritos. La producción de los escritos de los alumnos tesistas,
si es necesario, deberá ser revisada una y otra vez −línea por línea, párrafo por párra-
fo− y las veces que sean necesarias, en principio por el tesista y luego por el tutor y
el comité tutorial para garantizar un mínimo de calidad. A veces es cuestión de deta-
lles que cuando se acumulan son un verdadero problema, pero en ocasiones, se trata
de problemas realmente serios, como la falta de una coherencia lógica entre las par-
tes del trabajo, la falta de argumentación cuando se hacen afirmaciones contunden-
tes, la inconsistencia en la construcción gramatical de un enunciado, confusión entre
lo que es un argumento teórico y una opinión personal, falta de una lógica de expo-
sición que dé cuenta clara de los datos y su análisis a la luz de los argumentos teó-
ricos, por mencionar algunos casos. Consideramos que se debe pensar en producir
un escrito impecable.
Cassany (2014: 26) refiere que “el objetivo principal de corregir es que éste [se
refiere al alumno, la nota es nuestra] comprenda las imperfecciones cometidas y que
las reformule, de manera que no se repitan en el futuro”. Es decir, que desde el inicio
de la formación en el posgrado los escritos deben ser sometidos al escrutinio de la re-
visión y la corrección; si dicha labor se realiza desde el inicio, puede ser una forma de
prevención para los escritos futuros de los alumnos; esto se hace necesario toda vez
que en general los alumnos llegan al posgrado con poca experiencia en la escritura.
156
Argumentación de la tesis e integración del informe de investigación
Esto es útil para ambos. Al alumno le permite saber si sus escritos están bien o
mal, qué errores ha cometido y cuáles son sus soluciones correctas; incrementa
su conciencia sobre su propio proceso de aprendizaje. Al profesor le da orienta-
ciones para preparar las clases: qué contenidos presentan dificultades, qué ac-
tividades son más provechosas (Cassany, 2014: 27).
Hay alumnos que están más interesados en atender las correcciones que se les es-
tán solicitando y otros que hacen caso omiso de las observaciones y sugerencias. “Qué
frustración tan grande sentimos los maestros cuando ocurre esto” (Cassany, 2014: 29).
Sin embargo, hay que añadir, en defensa nuestra, que no es nada fácil, las cues-
tiones referidas al contenido. Por una parte, requiere mucha más dedicación
que las de forma; es obvio que identificar los errores de estructura de un tex-
157
Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
to, aislar una idea poco clara o rectificar un párrafo mal construido son opera-
ciones mucho más costosas que tachar un error de ortografía o de puntuación
(Cassany, 2014: 32-33).
La experiencia nos ha mostrado que cada tutor tiene su forma particular de co-
rregir o de mostrar las correcciones que el alumno tendrá que atender; implícitamen-
te cada uno tiene sus formas particulares de hacer las observaciones o señalamientos
y pone atención en distintos puntos del texto en revisión, incluso hay distintos esti-
los de hacer la retroalimentación al alumno autor del escrito. En este sentido, es ne-
cesario que el tutor revisor tenga claridad en el propósito que persigue con la revisión.
La experiencia también nos ha mostrado, por un lado, que los alumnos tesistas
tendrán que aprovechar cualquier ocasión para producir escritos, como ya lo comen-
tamos, en ensayos, trabajos finales de los seminarios, controles de lectura, ponen-
cias para los encuentros de estudiantes, entre otros, producciones encaminadas al
reporte final de investigación o tesis. Esto mismo da la oportunidad para que tanto el
alumno como el tutor y encargados de los distintos seminarios se den a la tarea (dice
Cassany) obligada de ir revisando y corrigiendo los escritos producidos, de tal mane-
ra que sirvan como ensayos para el producto final. Dicho en otras palabras, la tarea de
revisión y corrección debe ser una tarea permanente a lo largo del proceso formativo.
158
Argumentación de la tesis e integración del informe de investigación
[…] algo que yo tengo es que corrijo, aquí sí conmigo no hay falla de que no leo
la tesis, porque desde la primera hasta la última les hago un montón de obser-
vaciones y algo que a mí me ha funcionado es que les entrego el ejemplar, no
les digo así en abstracto, es que tienes que mejorar la redacción, es que tienes
que hacer esto, sino que yo les digo “corrige la redacción, aquí falla la sintaxis” y
voy poniendo puntos y comas y acentos y todo lo demás, de tal manera que les
ayuda mucho al estudiante tener la revisión, porque así ya nada más va como
corrigiendo (Velázquez, 2011).
Darse el tiempo para escribir. En los últimos años, los programas de posgrado estipu-
lan en sus respectivos esquemas un tiempo límite para que los estudiantes se titulen;
de no ser así, son dados de baja de los programas sin posibilidad de graduarse. Al pa-
recer, esto tiene la ventaja (y aunque no siempre resulta del todo positivo) de que en
un tiempo administrativo los estudiantes tendrán que titularse y, por tanto, aumentar
la eficiencia terminal. Pero, por otro lado, cabe la pregunta: ¿este tiempo es suficiente
para que los estudiantes realmente profundicen en el tema que les ocupa? Por el mo-
mento no vamos a entrar en esta discusión que bien vale la pena.
Lo cierto es que la tesis debe ser concluida en un tiempo determinado y los es-
tudiantes no siempre van avanzando a un ritmo que les garantice un final feliz. Las po-
sibilidades de los estudiantes suelen ser heterogéneas: habrá quienes se adapten más
rápido a la tarea de la escritura y habrá otros con mayores dificultades. Habría que
decir que los impedimentos o barreras para la escritura son muchos y muy variados.
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
En lugar de encontrar tiempo para escribir, asigne tiempo para hacerlo. Los es-
critores prolíficos hacen un horario y se apegan a él. Así de simple… Cada per-
sona tendrá un conjunto diferente de buenas oportunidades para escribir, dados
sus demás compromisos. El secreto es la regularidad, no el número de días o de
horas […] Cuando usted siga un horario dejará de quejarse por no encontrar el
momento para escribir y no se involucrará más en fantasías […] tener un hora-
rio es el secreto para una escritura productiva […] Hasta ahora no he conocido
a ningún escritor serio que no respete el compromiso con su hora de escritura
(Silva, 2007: 10-13).
160
Argumentación de la tesis e integración del informe de investigación
Por lo menos el seguimiento que llevamos hasta ahorita es que, bueno, para la
presión que tienen los estudiantes, de que tienen el tiempo límite de su estancia
en la maestría de los dos años, para que por lo menos puedan llegar a concluir
un borrador de la tesis, sí genera dinámicas donde por lo menos hay esa presión
extra, de que sí hay una preocupación de los estudiantes de que deben avan-
zar, deben acelerar en parte los aciertos, actividades, ciertos procesos, pero que
igual se van presentando problemáticas diferentes (Mireles, 2011).
En las líneas anteriores hemos destacado la importancia del tiempo para la es-
critura. Para cerrar este apartado es necesario señalar otro aspecto también funda-
mental y que va de la mano con el anterior: nos referimos a la disciplina académica,
entendida ésta como un conjunto de comportamientos tendientes a desarrollar una
actividad específica −escribir− y una actitud y voluntad positiva y optimista para ha-
cer realizarla; a propósito, un académico comenta:
Después del tiempo, que es el otro requisito, la disciplina académica, creo que
eso es primordial, porque habrá mucha pasión, mucho querer, mucha decisión,
tengo compañeras que llevan dos años con muchas ganas de hacer su tesis, de
terminarla, pero no hay disciplina académica (Naranjo, 2012).
161
Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación:
de la problematización a la integración del informe
Por ello resulta apenas lógico pensar que mientras el método de investigación
es fundamentalmente analítico, el método de exposición es fundamentalmente
sintético, o sea, mientras que en la investigación el científico descompone el ob-
jeto y el problema de investigación; en la exposición nuevamente lo compone, lo
estructura, lo re-modela para dar una visión global de él (Carbajal, 2018: s. p.).
En las partes que anteceden este capítulo se presentan lo que consideramos al-
gunos momentos o etapas de una investigación, reconociendo que no necesariamen-
te siguen una secuencia lógica. Sin embargo, las separamos y ordenamos por una
cuestión didáctica; en su conjunto, son constitutivas de una gran cantidad de activi-
dades que son desplegadas por el investigador para el desarrollo de la investigación,
y que, en la etapa de exposición de los resultados o elaboración del informe final, no
siguen la misma secuencia. “En la exposición no se lleva el mismo orden que se si-
gue en la investigación. No se trata de exponer los pasos uno por uno que conducen
a los resultados, sino de exponer los resultados a los que se ha llegado” (Carbajal,
2018: s. p.).
Claro está que el método de exposición debe distinguirse formalmente del mé-
todo de investigación. La investigación ha de tender a asimilarse en detalle a la
materia investigada, a analizar sus diversas formas de desarrollo y a descubrir
sus nexos internos. Sólo después de coronada esta labor, puede el investiga-
dor proceder a exponer adecuadamente el movimiento real. Y si sabe hacerlo y
conseguir reflejar idealmente en la exposición la vida de la materia, cabe siem-
pre la posibilidad de que se tenga la impresión de estar ante una construcción
a priori (Marx, 1980: XXIII).
162
Argumentación de la tesis e integración del informe de investigación
Si bien las líneas de acción que presentamos aquí abordan sólo algunos asun-
tos particulares, no necesariamente resolverán la gran cantidad de inconsistencias de
la escritura que se presentaron en el apartado donde se ubica la problemática que ha
dado razón de ser de este apartado. Sólo es un acercamiento de orientaciones que
consideramos básicas para hacer más fructífera la producción de escritos académi-
cos, incluida la tesis de grado.
Queremos terminar este apartado enunciando unas palabras que motiven a los
estudiantes de posgrado que están en el proceso de escribir sus tesis: “Somos nues-
tra escritura: es necesario tomar las cosas en serio cuando se está produciendo un
texto académico, como la tesis”.
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Metodología y didáctica de la investigación en los posgrados en educación: de la
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se publicó en junio de 2021. Para su formación se utilizó la familia tipográfica
HelveticaNeueLT Std. Cuidado de la edición: Flor de María T. Fonseca Montes de Oca.
Corrección de estilo: Gustavo Abel Guerrero Rodríguez, Andrea Dávila Téllez. Diseño de
portada: Ricardo Sandoval Pérez. Editor responsable: Edith Mariana Rebollar Sánchez.