Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El Pecado - PPFF
El Pecado - PPFF
TEMA 4:
El pecado es una falta contra la razón, la verdad y la conciencia recta. Es una falta al amor
verdadero que debemos a Dios, a nosotros mismos y al prójimo, a causa de un apego perverso
a ciertos bienes que aparecen como atractivos por efectos de la tentación, pero que en
verdad son dañinos para el hombre. Por eso el Papa Juan Pablo II señala que el pecado, bajo la
apariencia de "bueno" o "agradable", es siempre un acto suicida.
Es grande la variedad de pecados que se cometen por egoísmo y por falta de visión
sobrenatural.
El pecado está presente por todas partes del mundo donde hay hombres.
El pecado es el enemigo número uno de la felicidad del hombre.
La construcción de un mundo más feliz para todos requiere la lucha decidida contra el
pecado.
CATEQUESIS FAMILIAR 2018-FICHA DE PADRES PARROQUIA NSC
Pero Dios misericordioso quiere perdonar los pecados: "¿Acaso quiero yo la muerte del impío, -
dice el Señor Dios -, y no más bien que se convierta de su mal camino y viva?" (Ez 18,23).
El Evangelio nos repite este llamado a la conversión, y Jesús durante su vida perdonó muchas
veces a los pecadores y, además, dio su poder divino a los Apóstoles y a sus sucesores para
perdonar los pecados.
El pecado es una palabra, un pensamiento, un acto, un deseo o una omisión contrarios al plan de
felicidad que Dios tiene para el hombre.
Jesucristo dijo: «Ya no os llamo siervos, os llamo amigos, porque el siervo no sabe lo que hace
su señor.». La vida cristiana es una relación de amistad con una persona viva, Jesucristo. No
se reduce a cumplir unas normas, sino que el vivir esas normas es expresión de una amistad.
Por ejemplo, no solo «voy a misa» por cumplir. Voy a encontrarme con el Señor que me ama.
Él se alegra de verme entrar en la Iglesia. Toda mi vida está envuelta en esa presencia de Dios
que me ama: mi trabajo, mi descanso, mi vida familiar, mis relaciones…
Dios siempre nos perdona No debemos tener miedo de reconocer ante Dios que hemos fallado,
que hemos pecado, porque Él nunca se cansa de perdonarnos. Por ejemplo: cuando un niño
rompe algo, lo esconde para que no lo vean sus padres, se calla y sus padres se disgustan. Sin
embargo, si el niño va arrepentido a decir a sus padres lo que ha roto, estos le perdonan y
están contentos de que su hijo sea sincero. La condición para que Dios nos perdone es
reconocernos pecadores. Hemos de mostrar al Señor nuestros pecados para que los
perdone. Por ejemplo: cuando uno tiene una herida, para que se la curen ha de enseñarla; si yo
rompo la amistad con un amigo y después decido volver, pueden pasar dos cosas o que me
reciba de nuevo como amigo o que ya no quiera saber nada. Cuando nosotros nos separamos
de Dios por el pecado, ¿Dios nos aceptará en su amistad cuando volvamos? ¡SÍ!, SIEMPRE.
Cristo crucificado está con los pies clavados para esperarnos y los brazos abiertos para
abrazarnos y darnos su perdón. ¿Dónde recibo un abrazo de perdón? En el sacramento de la
Penitencia o Confesión. En él, Dios cura las heridas que el pecado nos produce, devuelve la paz
que el pecado nos quita, nos resucita a la vida que el pecado ahogó. Y ¿quién no necesita
curación, paz, vida?, ¿quién no necesita perdón? Debemos acostumbrar a los niños a pedir
perdón cuando hacen algo mal y a que, por la noche, cuando recen y hablen con el Señor
como con un amigo, hagan su «examen de conciencia», su repaso del día, pidiendo perdón por
las cosas malas que han hecho, dando gracias por las cosas buenas y pidiendo ayuda para al día
siguiente ser mejores (perdón, gracias, ayuda).
Comparte en Familia:
Todos los días:
● Rezar la oración propuesta.
Martes
● Repasa con tus hijos su vida diaria en casa, en el colegio, con amigos y relaciones, para
determinar lo que se hace mal. Reconocer que podría mejorar con respecto a sus
actitudes.
Jueves
● Leer en las Sagradas Escrituras, Lucas 15,4-6 y comparte en familia: