Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Los aportes de jubilación corren el riesgo de perderse si los cotizantes del Sistema
Integral de Pensiones (SIP) no declaran derechohabientes o herederos ante las
Administradoras de Fondo de Pensiones (AFP).
De acuerdo con información proporcionada por las AFP, los aportantes al SIP deben
declarar a sus herederos, para que, en caso de muerte, éstos puedan beneficiarse de los
aportes acumulados.
Por ejemplo, si un jubilado o un trabajador afiliado a una AFP, que no tiene hijos, ni
esposa, ni familiares cercanos falleció sin nombrar derechohabientes, sus aportes, luego
de un periodo de 13 años, pasarían a formar parte del Fondo Solidario, administrado por
el Gobierno.
En los primeros tres años, si algún familiar reclama los aportes, se le podrá pagar una
pensión; sin embargo, si éste aparece posteriormente (10 años siguientes), sólo podrá
acceder a lo que se denomina masa hereditaria, que consiste en un pago global o en
cuotas de los aportes. En este caso, el trámite es moroso.
El trámite, que debe realizarse en las oficinas de las AFP, consiste en el llenado de un
formulario, junto con la presentación de las fotocopias simples de los carnés de identidad
de los derechohabientes.
Los derechohabientes se benefician de los aportes del afiliado tanto si éste llegó a
jubilarse como si hubiera fallecido antes de poder hacerlo.
Según la información proporcionada por los call center de ambas AFP, en caso de que el
afiliado no haya hecho la declaración, los derechohabientes de primer y segundo grado
aún pueden beneficiarse de una pensión, siempre y cuando logren confirmar la relación
de parentesco.
Sin embargo, en el caso de los beneficiarios de segundo grado, la no declaración impide
que ellos accedan a las prestaciones por muerte de los Seguros de Riesgo Común,
Profesional y Laboral, así como a los gastos funerarios.
Dependiendo del volumen de los aportes del afiliado fallecido, la AFP determinará si éstos
son entregados en un solo pago, o en forma de pensiones.
Asimismo, en función de la relación -primer, segundo o tercer grado- de los
derechohabientes, la AFP definirá si los aportes son entregados de manera vitalicia o
temporal a los beneficiarios.