Está en la página 1de 5

Pregunta: ¿Cómo aprende el cerebro?

Respuesta: Aprender es un proceso que ya viene programado genéticamente en el cerebro de todos los organismos. Es la base
de la supervivencia del individuo y de la especie, como lo puede ser comer, beber o la propia sexualidad. Aprender y memorizar
en su esencia significa hacer asociaciones de eventos que producen cambios en las neuronas y sus contactos con otras neuronas
en redes que se extienden a lo largo de muchas áreas del cerebro. Y, en su esencia, todos los cerebros usan los mismos
mecanismos neurales de aprendizaje.

P: Y, en el caso concreto de un niño, ¿cómo aprende?

R: Un niño comienza a aprender desde el mismo momento del nacimiento, si no antes. Aprende en los primeros años a través de
esos mecanismos básicos que son la imitación, la atención compartida y la empatía, como explico y pongo ejemplos en uno de
mis últimos libros ‘Neuroeducación: sólo se puede aprender aquello que se ama’.

P: ¿Qué papel juegan los padres y los docentes en el aprendizaje de un niño?

R: Un papel trascendente, sobre todo en el aprendizaje de valores y normas. Los padres, con su lenguaje, su conducta y, con ella,
el respeto a ciertos valores y normas, moldean, cambian la estructura física y química del cerebro del niño de una forma casi
definitiva y, por tanto, su futura conducta. El maestro, definitivamente, colabora en ese proceso de manera esencial.

P: Afirma que el cerebro es plástico. ¿Qué significado tiene este concepto? ¿Qué elementos lo hacen más eficiente?

R: Plástico significa modificable. Y eso es el cerebro, no sólo del niño, sino del ser humano a lo largo de casi todo su arco vital. El
cerebro cambia en su conformación anatómica, bioquímica y fisiológica, lo que influye en la conducta, en el pensamiento y en el
sentimiento del poseedor de ese cerebro. Esos cambios son el resultado de lo que se aprende y memoriza a lo largo de toda una
vida. Sin duda, esos procesos son más eficientes en las primeras edades. La esencia y la eficiencia del aprendizaje y de la
memoria que modifica el cerebro reside en esa energía cerebral que llamamos emoción.

P: ¿Qué aporta la neurociencia al proceso de enseñanza-aprendizaje?

R: La comprensión acerca de que ‘nada se puede aprender más que aquello que se ama’. Quiero decir, que muy poco se puede
enseñar y aprender bien sino esta mediado por la emoción. Y esto se basa en nuestros conocimientos actuales acerca de cómo
funciona el cerebro.

Muy poco se puede enseñar y aprender bien sino esta mediado por la emoción

P: También ha hablado sobre la figura del neuroeducador y que como tal no existe en la actualidad. ¿Cuál es su papel?

R: Se le podría considerar como un maestro de referencia en relación a los nuevos conocimientos que sobre el cerebro se
avecinan y que influirán, cada vez más, en la docencia y la educación. Un maestro con un grado mucho más alto que aquél que
se obtiene con el de Magisterio. Un maestro conocedor de conceptos básicos en materias como la neurociencia, la
neuropsicología, neurología y medicina, además, por supuesto, de la educación y la docencia. ¿Haría falta, entonces, un nuevo
grado para las Universidades? De todo ello hago un sucinto esbozo en el libro ‘Neuroeducación’.

P: ¿Qué es un neuromito?

R: Una falsa verdad y en este contexto del que hablamos ‘neuro’, una falsa verdad acerca de lo que enseña la Neurociencia. El
neuromito más universal y que persiste insistentemente en el acervo cultural de todas las sociedades es aquél que dice que solo
se utiliza un 10% de nuestro cerebro. Tal cosa es rematadamente falsa.

P: ¿Cómo convencería a un docente de la importancia de fomentar las emociones en el aula?

R: No se trata de fomentar las emociones en el aula, sino de enseñar con emoción, lo que quiere decir haciendo curioso lo que
se enseña. La curiosidad despierta la atención en el que escucha y aprende de forma automática y con ello, es obvio, se aprende
mejor. Nada se puede aprender sin una atención despierta, sostenida, consciente. Y nada despierta más la atención que aquello
que se hace diferente y curioso. Un profesor monótono, aburrido o repetitivo es un claro ejemplo del valor de la emoción en el
que enseña. Un profesor excelente es aquél capaz de convertir cualquier cosa o concepto, aun matemático, de apariencia ‘sosa’,
en algo siempre interesante.

No se trata de fomentar las emociones en el aula, sino de enseñar con emoción


P: ¿Cómo influye Internet en el proceso de aprendizaje? Como se afirma, ¿afecta al proceso de atención que requiere el
aprendizaje en los colegios?

R: Comenzamos a creer que sí; sobre todo, en el proceso de atención que requiere el estudio. Se habla de una atención corta y
cambiante para Internet que afecta a la atención sostenida del estudio, lo que llamamos atención ejecutiva. Hoy día, se trata de
un tema abierto a estudio y discusión.

P: ¿Cree que esa nueva revolución de una educación basada en el cerebro, Neuroeducación, se impondrá en las sociedades
occidentales?

R: Creo que sí. La educación siempre ha estado basada en métodos y opiniones, es decir, el humanismo. Es ahora cuando se
avecina una nueva cultura, aquélla del encuentro entre humanismo y ciencia. Y es de esta nueva cultura que se destilará esa
necesidad de basar la educación en métodos como el científico, crítico y aceptado por casi todo el mundo frente a otros
métodos u opiniones de tipo más personal.

EMOCIONES RAZON INSTINTO

-En una persona normal, los tres cerebros que tenemos, el de los instintos, el emocional y el racional, se influyen y
complementan, regulando y adaptando el comportamiento a las diferentes circunstancias que afrontamos. Trabajan
acopladamente y buscan siempre un equilibrio funcional 

-La Razón es una herramienta evolutiva que surgió junto con el lenguaje que nos caracteriza. En la práctica, hacemos uso de la
Razón cada vez que empleamos el lenguaje, Solo que, a la par, y fruto del lenguaje, surgió una nueva Entidad, un nuevo
Individuo en el ser humano. Aquella entidad se gesta con el aprendizaje del lenguaje en la infancia, y se estructura a partir de lo
que los demás ven en nosotros. Este nuevo Individuo es el Ser que comienza a perfilarse –inconscientemente- con el aprendizaje
y uso del lenguaje en todo niño.

¿SE CONTAGIAN LAS EMOCIONES?

Cada vez que interactuamos con una o varias personas los mecanismos de contagio emocional se ponen en marcha. Ya sea con
nuestra pareja, en nuestro grupo de amigos o en el lugar en el que trabajamos, nuestras relaciones se ven afectadas por la
forma en la que nos dirigimos al otro.

De esta manera y de acuerdo con Daniel Goleman, cada uno de nosotros es en buena medida responsable de cómo determina
los sentimientos de las personas con las que día a día interactúa, tanto a nivel positivo como negativo. Pero… ¿Cuáles son los
mecanismos responsables de que esto ocurra

¿QUE MECANISMOS SE RELACIONAN CON ESTO?

Las emociones, a pesar de ser invisibles, se contagian como si fueran un virus, y lo hacen a través de un intercambio subterráneo
en cada una de nuestras relaciones, percibiéndolas como negativas o nutritivas.
La transmisión de emociones es un proceso primitivo e inconsciente que actúa como una sincronía y parte de nuestra
supervivencia. A través de diversos mecanismos las personas se desenvuelven en una danza emocional para entrar en sintonía
mediante la mímica de la expresión facial. Todo comienza por una sonrisa, una expresión de rabia o algunas lágrimas. Basta con
ver a alguien expresar una emoción para que en nosotros se evoque ese mismo estado.

LAS NEURONAS ESPEJO


En nuestro cerebro existen un grupo de neuronas que según Daniel Goleman funcionan como una especie de “wifi neuronal”
para conectar con otros cerebros y reflejan en nosotros lo que observamos en los demás. Son las neuronas espejo. Ellas son las
responsables, por ejemplo, de que nos emocionemos cuando vemos una película o del sobresalto que sentimos cuando vemos a
una persona darse un golpe

Cuando las neuronas espejo se activan ponen en funcionamiento los mismos circuitos cerebrales que los que están activos en la
persona que observamos. De manera que se puede sentir una emoción como propia, aunque no estemos ejecutándola. Así,
gracias a ellas y a otras zonas de nuestro cerebro, como la ínsula, se puede explicar el fenómeno del contagio emocional. 

COMO CONTROLAR LAS EMOCIONES


Ya dijo Nietzsche que los pensamientos vienen cuando ellos quieren, y no cuando nosotros desearíamos.
Del mismo modo, tus emociones tampoco aparecen o desaparecen cuando tú lo decides. Pero, ¿es posible tener algún control
sobre las emociones o debes resignarte a que dominen tus actos?
No puedes evitar sentir emociones. Las emociones están ahí porque tienen una función evolutiva, un sentido biológico de
supervivencia. Si nuestros antepasados no hubieran sentido miedo delante de una manada de tigres, probablemente el ser
humano no hubiera llegado hasta hoy en día.

La amígdala es la parte de tu cerebro encargada de disparar las emociones, como si fuera una respuesta automática en forma de
agresión o huida frente una amenaza. Por eso es tan difícil controlar mediante la fuerza de voluntad el origen de tus emociones:
significaría anular esta respuesta para la que estás programado genéticamente.

Este tipo de respuesta emocional es, por lo tanto, necesaria.

La  atención podría definirse como la capacidad de generar, seleccionar, dirigir y mantener un nivel de activación adecuado para
procesar la información relevante. Dicho de otra forma, la atención es un proceso que tiene lugar a nivel cognitivo y que permite
orientarnos hacia aquellos estímulos que son relevantes, ignorando los que no lo son para actuar en consecuencia.

Existen una serie de características que se encuentran implícitas en su definición, y que son importantes conocer para entender
la importancia de esta función cognitiva. Entre estas cabe destacar:

 Amplitud: cantidad de información que podemos atender al mismo tiempo y cantidad de tareas que podemos realizar
de forma simultánea. Hay que tener en cuenta que la atención es un recurso limitado y aunque se pueda atender a más
de una cosa a la vez llegará un punto en el que no sea posible.

 Intensidad: también llamada tono atencional y es entendida como la cantidad de recursos atencionales que se prestan
a un estímulo dado. Es decir, pueden darse fluctuaciones en el nivel de recursos que dirigimos a un estímulo
determinado, pudiendo realizar tareas prácticamente sin prestar atención (tareas automáticas) y otras que exigen altos
recursos atencionales (tareas controladas).

 Oscilamiento o desplazamiento de la atención: La atención alternada es la capacidad de poder cambiar el foco


atencional de un evento a otro (atención alternada). Es decir, la atención alternada se produce cuando realizamos más
de una actividad al mismo tiempo y ambas actividades demandan los mismos tipos recursos cognitivos, por lo que
debemos cambiar el foco de una a otra, ya que atender a las dos al mismo tiempo no es posible.

El foco de atención o foco atencional puede dividirse según su dirección: externo (estímulos que proceden del entorno)
o interno (estímulos que proceden del propio individuo); y según su amplitud amplio (permite percibir varios estímulos
a la vez) o estrecho (el individuo realiza un filtro de los estímulos no deseados. Es decir, el individuo bloquea el resto de
distractores para atender a una única tarea).

 Control: la atención puede ser voluntaria o involuntaria. En la atención voluntaria o activa la persona debe realizar un
esfuerzo mental para movilizarla, procesar la información entrante y mantenerla el tiempo necesario para
posteriormente dar la respuesta más adecuada. Es decir, el individuo controla y regula los procesos cognitivos
destinados a realizar una tarea mental. Por el contrario, existen estímulos que, por sí solos, son capaces de atraer
nuestros recursos atencionales sin requerir ningún esfuerzo por nuestra parte, hablamos de atención involuntaria o
pasiva.

La atención actúa entonces como un proceso cognitivo que permite en la vida diaria dirigir los recursos, actuando como un filtro
o cuello de botella selectivo que nos permite enfocarnos en la parte relevante de la información. Esto permite dirigir la atención
hacia la tarea para maximizar el aprendizaje y minimizar el cometer errores. Ver modelos de atención y de filtros de
atención de Donald Broadbent y Anne Treisman.

¿Qué tipos de atención hay?

La atención es un concepto general, pero existen variantes en su denominación que hacen referencia a aspectos más concretos
y detallados de la misma, se podrían entender como diferentes tipos de atención. Los tipos o clases de atención más conocidos
son:
 Atención interna: capacidad para prestar atención a los propios procesos mentales u otros aspectos interoceptivos.

 Atención externa: atención captada por los estímulos externos y procedentes del entorno.

 Atención abierta: se acompaña de respuestas motoras que apoyan y facilitan el acto de atender, por ejemplo orientar
la cabeza hacia el estímulo que queremos atender.

 Atención encubierta: permite atender a los estímulos sin la apariencia de que se esté llevando a cabo el acto.

 Atención selectiva o atención focalizada: capacidad para seleccionar y centrar la atención en un solo estímulo
descartando otros irrelevantes que pueden interferir en el proceso.

 Atención dividida: capacidad de focalizar la atención en dos o más tareas al mismo tiempo. Por ejemplo, conducir y
escuchar música al mismo tiempo.

 Atención sostenida: capacidad para mantener en el tiempo la atención y responder adecuadamente.

 Atención visual: capacidad de atender a los estímulos que se presentan en nuestro campo de visión. Se encuentra
relacionada con aspectos espaciales.

 Atención auditiva: capacidad de atender a los estímulos percibidos a través del oído. Se relaciona con parámetros
temporales.

ATENCION: Definición El medio ambiente se caracteriza por ser generalmente complejo, puesto que incluye una gran cantidad
de información a la que debemos atender y, en ocasiones, nos exige responder a más de una información al mismo tiempo. Pues
bien, la atención es la capacidad gracias a la cual somos más receptivos a los sucesos del ambiente, centramos nuestra mente
mejor, y llevamos a cabo una gran cantidad de tareas de forma más eficaz. La atención es un concepto complejo que está
implicado en los siguientes procesos mentales:
Los procesos de focalización de la actividad mental, que tienen lugar cuando la mente se ha de centrar sólo en un aspecto del
ambiente, o sólo en la realización de una tarea; por ejemplo, estudiar. Hablamos entonces de atención focalizada.

Los procesos selectivos se activan cuando la persona ha de focalizar su mente en un estímulo o tarea en presencia de otros
estímulos o tareas variados y diversos; en otras palabras, cuando la persona tiene que ser capaz de no atender o inhibir los
posibles distractores que hay a nuestro alrededor. Cuando el sujeto es capaz de inhibir dichos distractores hablamos de atención
selectiva.

Los procesos de distribución se ponen en marcha cuando el ambiente nos exige atender a varias cosas a la vez y no, como en el
caso anterior, centrarnos en un único aspecto del ambiente. Uno de los casos más ejemplificadores de esta situación es la
actividad de conducir: mientras vamos conduciendo hablamos con nuestro acompañante, miramos por el espejo retrovisor para
comprobar si alguien quiere adelantarnos, tenemos que controlar el movimiento de los pedales y la palanca de marchas, etc.
Esta capacidad para atender a más de una cosa al mismo tiempo y/o ejecutar dos o más tareas simultáneamente se conoce con
el nombre de atención dividida y/o distribuida

Los procesos de mantenimiento o sostenimiento de la atención se producen cuando tenemos que mantener la atención en una
tarea durante períodos de tiempo relativamente amplios. Hablamos entonces de atención sostenida

Características de la atención
Si bien podemos atender a más de una cosa al mismo tiempo, la atención posee una capacidad limitada. El concepto de
amplitud de la atención hace, pues, referencia, al N.º de estímulos que podemos atender al mismo tiempo y/o al N.º de tareas
que podemos realizar de forma simultánea.
La intensidad se refiere a la cantidad de atención que prestamos a un objeto o tarea. Hay actividades que podemos realizar sin
prestar prácticamente atención. No obstante, la mayor parte de ellas requieren, en mayor o menor medida, de cierta capacidad
atencional.
si bien en la mayoría de las ocasiones atendemos a aquellas cosas que queremos atender, eso no siempre es así, Por lo tanto, la
atención puede ser voluntaria o involuntaria.
FACTORES DETERMINANTES PARA LA ATENCION
Se entiende por factores determinantes aquellas variables o situaciones que influyen directamente sobre el buen o mal
funcionamiento de los mecanismos atencionales. Puesto que son muy numerosos, vamos a centrarnos en los más importantes:
Características de los estímulos del medio ambiente

Intensidad del estímulo. Cuando los estímulos son muy intensos tienen mayores probabilidades de llamar la atención.

Tamaño. Normalmente, los objetos de mayor tamaño llaman más la atención. 5 Posición. La parte superior atrae más; la mitad
izquierda más que la mitad derecha. Por lo tanto, la mitad superior izquierda de nuestro campo visual es la zona que antes capta
nuestra atención.

Color. Los estímulos en color suelen llamar más la atención del sujeto que los que poseen tonos en blanco y negro.

Movimiento. Los estímulos en movimiento captan antes y mejor la atención que los estímulos inmóviles.

El contraste. Se define por la diferenciación existente entre dos o más estímulos, de tal forma que aquellos que destacan entre
el resto captan de forma involuntaria nuestra atención.

La novedad. Los estímulos más novedosos o inusuales atraen más la atención que los familiares. Pero esta relación no siempre
es tan sencilla, puesto que la concepción de hasta qué punto un objeto es novedoso para un individuo depende, evidentemente,
de la experiencia previa de dicho sujeto.

Carga emocional: los estímulos con carga emocional, positiva o negativa, atraen más la atención que los neutros.
Procesos mentales implicados en el proceso de atención

Para terminar de comprender cómo funciona la concentración de nuestros niños y niñas, veamos los procesos mentales
implicados en el proceso de atención, que son aquellas actividades que realiza la mente cuando intenta centrar la atención:

 Procesos de focalización de la actividad mental: se trata de la actividad encargada de centrar la atención en una cosa
concreta, por ejemplo, en la explicación del profesor en clase.

 Procesos selectivos: son los que se encargan de seleccionar entre todos los estímulos y de ignorar los que no van a ser
atendidos. Por ejemplo, sería el proceso que hace que en esa explicación del profesor el niño sea capaz de ignorar al
compañero, al ruido que escucha en la calle, etcétera.

 Procesos de distribución: estos procesos se ponen en marcha en aquellas situaciones en las que se debe atender a más
de un estímulo al mismo tiempo. Por ejemplo, escuchar al profesor, ver lo que está escrito en la pizarra, anotarlo en sus
cuadernos…

 Procesos de mantenimiento: o capacidad de mantener la atención, estos procesos son los responsables de la
concentración. Sería la capacidad de estar una hora estudiando.

También podría gustarte