Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Tema 8 Bilingüismo y Diglosia. Lenguas en Contacto. La Normalización
Tema 8 Bilingüismo y Diglosia. Lenguas en Contacto. La Normalización
LA
NORMALIZACIÓN.
ÍNDICE
0.Introducción
1.Bilingüismo y diglosia
1.1- BILINGÜISMO
1.2.DIGLOSIA
2. LENGUAS EN CONTACTO
2.1. Los conceptos de sustrato, superestrato y adstrato
2.2.El préstamo léxico
2.3.Mezclas de lenguas en las fronteras hispánicas
3. NORMALIZACION
4. CONCLUSIONES
5. BIBLIOGRAFÍA
I. INTRODUCCIÓN.
1.Bilingüismo y diglosia
En los casos de bilingüismo y diglosia no siempre hay dos grupos delimitados,
uno de habla mayoritaria y otro de habla minoritaria, y por eso a veces se dan
situaciones de conflicto. Hay casos en los que los hablantes que tienen como lengua
materna una lengua minoritaria, optan por el cambio lingüístico y la sustitución (por
ejemplo, el caso de algunos hablantes catalanes que optan por hablar únicamente
catalán). Otras veces los hablantes que tienen como lengua materna la lengua
mayoritaria, que incluso pueden desconocer la lengua minoritaria, reniegan de su propia
lengua o de su uso en un deseo de aproximarse a la lengua minoritaria (el acervo por
conservar el euskera en el País Vasco). En estos casos, Gregorio Salvador habla de un
tipo de deslealtad lingüística, la del monolingüe que obedece más a una presión externa
que a un sentimiento individual y natural.
1.1- BILINGÜISMO
El primer problema surge a la hora de definir el concepto, ya que contamos con
una escala que va desde la concepción más estricta (bilingüismo como “dominio pleno,
simultáneo y alternante”) hasta la más laxa (cualquier grado de conocimiento de una
segunda lengua).
-> El bilingüismo individual es el que afecta a los individuos como tales. Siguán y
Mackey llaman bilingüe a la persona que, además de su primera lengua, tiene una
competencia parecida en otra y es capaz de usarlas indistintamente; algo que se presenta
como ideal ya que cada individuo se aproximará más o menos. La lengua que se
aprende durante la infancia se conoce como lengua primera, lengua materna o lengua
nativa. Las características básicas son:
a) Independencia de los dos códigos. Antes de emitir una frase, el hablante bilingüe
no se plantea la elección que debe hacer, ya que posee una separación casi
automática de las lenguas y las utiliza de forma espontánea.
b) Alternancia. El hablante puede pasar de un sistema lingüístico a otro de forma
rápida y sin esfuerzo en función del contexto.
c) Traducción. Es capaz de expresar un mismo significado a través de dos
sistemas.
1.2.DIGLOSIA
Durante parte de los siglos XIX y XX, el término diglosia se utilizó para hacer
referencia a la situación lingüística de Grecia y al conjunto de situaciones que se viven
en los países del mundo árabe. En ambos casos, se trata de un uso funcional y
socialmente diferenciado de dos variantes de una misma lengua.
Charles Ferguson publicó en 1959 uno de los artículos más importantes de la
sociología del lenguaje: «Diglossia». En este, Ferguson se preocupa por las
comunidades lingüísticas en las que los hablantes usan dos o más variedades de la
misma lengua que coexisten en una comunidad con funciones diferentes: la variedad
superpuesta, escrita y formal, recibe el nombre de variedad alta (A) y la variedad
empleada para la conversación ordinaria, el de variedad baja (B). Ferguson pone un
interés especial en no confundir estas situaciones con aquellas en las que conviven una
lengua o variedad normativa (estándar) con sus dialectos regionales o sociales.
Ya en el siglo XX, Joshua Fishman amplía el concepto propuesto por Ferguson.
A él hay que atribuirle la divulgación del concepto de diglosia que hoy maneja la
sociología del lenguaje; según esta interpretación: habrá diglosia siempre que existan
dos variedades lingüísticas – ya sean dialectos, registros o variedades de la misma
lengua, ya sean lenguas diferentes – a las que se les asignan funciones distintas
dentro de una comunidad de habla. Por otra parte, partiendo de una interpretación
amplia de la diglosia, Guillermo Rojo ha propuesto el concepto de «diglosia de
adscripción», el cual se refiere a las situaciones en que las lenguas no coexisten en todo
el ámbito de una comunidad: cada grupo utiliza un sistema que le es propio en todos los
ámbitos y para todas las funciones. En estos casos, mientras la variedad A sirve para
cualquier ámbito, la variedad B sólo se utiliza en las situaciones y contextos menos
formales.
2. LENGUAS EN CONTACTO
Es aquí donde aparecen las lenguas de contacto, las lenguas mezcladas, las
soluciones de frontera, las medias lenguas. El origen de estas situaciones limítrofes es
muy variado, desde la simple vecindad histórica, hasta las migraciones, antiguas o
modernas, por razones de colonización, ideológicas o económicas. Estas pueden ser
interpretadas como una manifestación más de los fenómenos derivados de la
acomodación comunicativa, proceso psico-sociolingüístico que todo hablante
experimenta y que lo lleva a buscar la convergencia con sus interlocutores. Puede
hablarse de la existencia de tres clases de fronteras: las fronteras geográficas, étnicas y
sociales, localizándose en la periferia de las identidades regionales, étnicas y sociales,
respectivamente.
Los contactos entre etnias diferentes también son posibles dentro de un mismo
espacio urbano, generalmente como consecuencia de los movimientos migratorios. En
estos casos las etnias acaban convirtiéndose en grupos sociales. Cuando los grupos
socio-étnicos coexisten, comparten espacios socio-geográficos y funcionan con
dinámicas diferentes, surge la modalidad mezclada, la media lengua urbana con la
posibilidad de cumplir funciones muy diferentes. Como ejemplos de esas medias
lenguas tenemos el cocoliche argentino, el portuñol brasileño y el espanglish
estadounidense; todas ellas consecuencia de movimientos migratorios de gran
intensidad.
3. NORMALIZACION
También parte del modelo de clasificación de Haugen (1966) que distingue entre
las fases de: selección, codificación, implantación, difusión y elaboración de una
lengua: En la primera fase se selecciona una de las variedades preexistentes en la
comunidad [mirandés, por ejemplo] para convertirla en objeto de planificación; en la
segunda fase de la planificación se procede a la codificación lingüística de la variedad
seleccionada, esto es, a la preparación de una gramática, una ortografía y un diccionario.
En la tercera fase se ponen los medios para difundir la nueva norma por la comunidad y
conferirle el estatus deseado. Además, Moreno Fernández (Haugen como fuente)
desarrolla los tres tipos de comunidades a partir de las situaciones de comunicación: La
comunidad lingüística primaria existe cuando las diferencias entre los individuos son
puramente idiolectales [por ejemplo, en Portugal]; en una comunidad lingüística
secundaria se utilizan dos lenguas secundarias, pero hay inteligibilidad parcial [lo que
sucede en algunas zonas de Galicia y Asturias], mientras que en una comunidad
lingüística terciaria los hablantes de lenguas distintas no se entienden entre sí [algo
perfectamente aplicable al País Vasco, ya que es un porcentaje muy pequeño el que
habla esta lengua].
4. CONCLUSIONES
La enseñanza de lenguas extranjeras ha aumentado sobremanera en los últimos
años, sobre todo porque se han implantado en los centros educativos. Ejemplos de ello
son el árabe o el alemán en algunos institutos de España. Sin embargo, y por desgracia,
también hemos presenciado el deterioro de algunos dialectos. Este hecho es el que más
preocupa a todos los interesados en la preservación de lenguas y la sociolingüística
porque son las nuevas generaciones las que deben asumir el control de la lengua,
respetándola e integrándola cada vez más en el acervo cultural del pueblo y acabando,
de un modo u otro, con la imagen peyorativa que se tiene hacia algunos dialectos o
variedades sociales (andaluz o murciano, por ejemplo). Estas cuestiones tan complejas
que afectan a la riqueza cultural de un país, a sus variedades, a su norma, etc. no sólo
atañen a cuestiones políticas o legislativas, sino también sentimentales, de prestigio,
educativas o personales, haciendo que algunos dialectos vayan perdiendo terreno como
“lengua” de primera elección en la familia.
Por ejemplo, está firmemente demostrado que si no se acepta el bilingüismo en
una sociedad se puede llegar a la anomía, desorientación personal que provoca
ansiedad. El no dominar perfectamente una de las lenguas (semilingüísmo) también
puede tener efectos negativos. Se ha mencionado en ocasiones que el bilingüismo
genera fracaso escolar, algo que se ha desmentido con posterioridad. Al igual que se ha
desechado la hipótesis del equilibrio que veía en el conocimiento de una lengua, la
merma de las competencias en la otra. Lo sí que no deja de ser cierto es que algunos
alumnos inscritos a institutos bilingües saben escribir perfectamente ciertas palabras o
estructuras gramaticales en un idioma extranjero y cometen a la postre errores en su
propia lengua. Aun siendo así, las ventajas posibles son evidentes y múltiples: por
ejemplo, se ha afirmado que los bilingües tienen mayor flexibilidad cognoscitiva y
capacidad de abstracción.
Podemos suponer, no obstante, que la educación bilingüe es una tarea difícil y cara
de implantar, ya que está sometida a parámetros distintos en cada país y época.
Podemos sumarle el problema de la inmigración pues cada gobierno tiene unos
objetivos distintos en relación al mantenimiento de la lengua materna y de la inserción
en la sociedad. Además, los programas de enseñanza bilingüe son muy costosos por el
multilingüismo de los inmigrantes, de ahí que muchos gobiernos tiendan a ignorar esta
cuestión.
5. BIBLIOGRAFÍA