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Condromalacia de rodilla

1. Definición
Es una condición que afecta el cartílago articular de la patela y comprende un espectro de
severidad clínica que va desde fisuras leves del cartílago articular hasta la pérdida completa del
cartílago y erosión del hueso condral subyacente (5). La CP forma parte de un conjunto de
condiciones médicas contenidas dentro del síndrome de dolor patelofemoral.

2. Anatomía

La rodilla es la articulación más grande y compleja del organismo humano y su estructura está configurada
para sostener el peso del cuerpo mientras se corre, se camina o se está en pie, por lo que de be tener una
gran estabilidad, especialmente porque los músculos que se insertan en ella son los que facilitan el
movimiento (130º entre flexión y extensión, así como una mínima rotación de 14º cuando está en flexión) y
desarrollan una gran fuerza.
Son tres los huesos que se unen en la rodilla: el fémur, la tibia y la rótula; por lo que en realidad se trata una
articulación compuesta o doble, según se quiera entender. Por una parte, se unen los cóndilos del fémur (las
dos protuberancias del fémur que hay en el extremo inferior del hueso) y la tibia y por otra la tróclea (la parte
cóncava situada entre los dos cóndilos) del fémur y la parte posterior de la rótula.
entre ambos huesos se ubican los meniscos (externo e interno), que evitan el rozamiento de ambos y
cumplen la función de amortiguar las fuerzas de compresión que se producen, por ejemplo, al saltar. Entre la
rótula y el fémur, sin embargo, se interpone el cartílago prerrotuliano, cuya función es la de absorber la
presión entre ambos huesos.

Y, a su vez, todo el conjunto de la articulación está envuelta por la cápsula articular, cuya cubierta interna es
la denominada membrana sinovial, en la que se produce el líquido sinovial, encargado de lubricar la
articulación y nutrirla. No obstante, en la rodilla hay más de una docena de bolsas serosas que permiten evitar
la fricción entre las distintas estructuras móviles, siendo las más significativas la prerrotuliana y la de la pata
de ganso.

La estabilidad de la rodilla está determinada por los ligamentos que se insertan en los diferentes huesos, unos
en el interior de la cápsula articular (intraarticulares) y otros fuera de ella (extraarticulares). En el primer grupo
se encuentran Los ligamentos cruzados anterior y posterior, el transverso (une los dos meniscos) y los
meniscofemorales anterior y posterior. Entre los extraarticulares destacan los ligamentos laterales interno y
externo y el rotuliano, aunque hay otros que contribuyen a cohesionar la articulación de la rodilla.
Esta complejidad de la articulación de la rodilla está justificada no sólo para proporcionarle la necesaria
estabilidad, fuerza y resistencia, sino también porque los músculos que actúan sobre ella son numerosos y
algunos de ellos participan en diferentes movimientos. Entre ellos cabe citar el cuádriceps, el bíceps femoral,
los isquiotibiales, el sartorio, el recto femoral o los tres vastos.

3. Etiología
A pesar de que la CP es una condición común, los mecanismos que llevan a degeneración y destrucción del
cartílago son pobremente entendidos y probablemente es multifactorial (11). En un cartílago articular sano los
proteoglicanos están entrelazados con una red de fibrillas de colágeno que permiten amortiguar la fuerza
aplicada en las articulaciones. En la CP el cartílago se vuelve suave y finalmente se degenera y erosiona. Se
ha sugerido que las metaloproteinasas (MMPs) juegan un rol en la degradación de la matriz cartilaginosa, ya
que estas enzimas son capaces de degradar proteoglicanos y colágeno. En articulaciones inflamadas, IL-1
estimula la producción de MMPs y también suprime la síntesis de proteoglicanos y de inhibidores de MMPs

4. Clasificación
Se han propuesto varios sistemas de clasificación, uno de lo más usado es el de Outerbridge, quien clasificó
la condromalacia en grados diferentes basado en la artroscopí
5. Causas
Factores traumáticos: incluyen trauma directo en rodilla anterior, fractura de la patela, mal-alineamiento post-
traumático, alteración meniscal, cirugía de rodilla previa.
• Predisposición anatómica: subluxación patelar, síndrome la patela alta, aumento del ángulo Q, desbalance
en el músculo del cuádriceps.
Así mismo, existen condiciones que se pueden relacionar con la degeneración cartilaginosa primaria, por
ejemplo, la artritis reumatoide, sinovitis periférica, inmovilización prolongada, frecuente uso de inyecciones de
esteroide intra-articular. Además, se ha implicado el sobreuso como factor involucrado en la génesis de la CP,
pues ocurre en asociación con actividades deportivas
6. Diagnostico
La evaluación de la degeneración del cartílago patelar ha sido estudiada con diferentes técnicas de imágenes.
La radiografía convencional o artrografía está limitada por el uso de radiación ionizante y los artefactos de
superposición, por lo cual frecuentemente tienen radiografías normales. La tomografía axial computada (TAC)
también se ha utilizado, sin embargo, dentro de sus limitaciones también se incluye el uso de radiación
ionizante y la falta de sensibilidad en la detección del daño en el cartílago sin el uso de medio de contraste. La
resonancia magnética nuclear (RMN) ha emergido como una modalidad de diagnóstico fiable y preciso para
evaluar el estadio de la lesión condral en rodilla, debido a que es un método no-invasivo, con capacidad de
múltiples cortes en las imágenes que permite obtener imágenes detalladas del tejido blando y del cartílago.
Sin embargo, la RMN ha mostrado ser relativamente insensible en estadios tempranos de CP. La artroscopía
es ideal para determinar la presencia y el patrón de la degeneración del cartílago. El grado de degeneración
del cartílago en la superficie se puede explorar bajo visión directa
7. Tratamiento
Tratamiento médico Para mejorar los síntomas y/o proteger el cartílago o ayudar a su regeneración, se
pueden destacar:
 Paracetamol. Alivia el dolor (si no hay inflamación subcondral y/o sinovial) en mayor medidad que
los AINEs. De bajo coste y mayor seguridad, aunque puede resultar hepatotóxico, gastrolesivo y
puede aumentar la tensión arterial.
 AINEs: antiinflamatorios no esteroideos. Usados si el dolor no mejora con paracetamol. Pueden ser
gastrolesivos y hepato y neorotóxicos, además de alterar la agregación plaquetaria.
 Analgésicos tópicos.
 Opioides. Narcóticos de acción central, con efectos secundarios como náuseas, vómitos,
estreñimiento y vértigo. Tiene más uso las codeínas junto con el paracetamol. Sulfato de
glucosamina. Estimula la síntesis de glucosaminoglicanos, proteoglicanos y ácido hialurónico,
componentes del cartílago y el líquido sinovial. E inhibe enzimas destructoras del cartílago. Además,
posee propiedades antiinflamatorias leves. De efecto persistente hasta dos meses después de la
retirada del tratamiento.
 Condroitín sulfato. Confiere al cartílago sus propiedades mecánicas y elásticas. Reduce la actividad
catabólica de los condrocitos y la síntesis de óxido nítrico (NO), que favorece la degradación del
cartílago. Además, tiene un efecto antiinflamatorio. No provoca interacciones ni daños. Sus efectos
tardan en aparecer, pero se mantiene hasta dos o tres meses después de la supresión del
tratamiento.
 Inyección intraarticular de ácido hialurónico. Es un componente del cartílago articular y de la
membrana sinovial. Tiene un efecto lento, pero más duradero que los esteroides. Dota de
viscoelasticidad al líquido sinovial, reduce la apoptosis en el cartílago artrósico, estimula la síntesis
de ácido hialurónico endógeno y es antiinflamatorio
Tratamiento quirúrgico
El tratamiento quirúrgico es una alternativa al tratamiento conservador. Se pueden encontrar problemas
como infecciones, daños nerviosos y/o vasculares, empeoramiento del dolor, etc. Además, los buenos
resultados de las intervenciones dependerán mucho de la cooperación del paciente en el posterior
tratamiento rehabilitador.
Tratamiento fisioterápico
El tratamiento principal para este caso ha de ser conservador. Si este tratamiento falla, o no se obtiene
de él los resultados solicitados, se intervendrá quirúrgicamente. Es importante señalar que cada paciente
recibirá un tratamiento diferente, adecuado a sus síntomas predominantes o más invalidantes. De ahí
que no exista un protocolo estandarizado para esta patología.
Los objetivos se orientarán a disminuir el dolor, flexibilizar la musculatura acortada, fortalecer las
debilidades musculares, recuperar la funcionalidad y reeducar posturalmente al paciente con una buena
alineación del miembro inferior.
 Es importante la educación de la ergonomía del paciente: su postura y movimientos. Evitar
posturas con excesivas cargas, flexión de rodillas o desalineación del miembro inferior.
 Electroestimulación. Usada para aumentar la fuerza muscular. En este caso, suele ser para el
vasto medial. Sin mucha evidencia científica, se encuentran mejores resultados junto con el
entrenamiento isocinético.
 Los estiramientos del cuádriceps, tríceps sural, isquiotibiales y cintilla iliotibial. Es muy
importante este aspecto antes de una potenciación del cuádriceps o cualquier otro músculo.
Pues se requiere una buena alineación y colocación rotulianas previas a la ganancia de tono.
 fortalecimiento y aumento de potencia muscular
Bibliografía
 Edia, O. p. (n.d.). CONDROMALACIA ROTuLIANA. Medigraphic.Com.
Retrieved November 13, 2021
https://www.medigraphic.com/pdfs/revmedcoscen/rmc-2014/rmc143ze.pdf
 (N.d.). Sanitas.Es. Retrieved November 12, 2021
https://www.sanitas.es/sanitas/seguros/es/particulares/biblioteca-de-salud/prevencion-
salud/anatomia-rodilla.html
 Perrino, P. G. (n.d.). Fisioterapia en la condropatía rotuliana.
Revistareduca.Es. Retrieved November 12, 2021
http://revistareduca.es/index.php/reduca-enfermeria/article/viewFile/999/1011

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