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PROCEDIMIENTO FORMULARIO.

Es en la época clásico, del principado, surge para que las 2 partes redacten como un
contrato, una formula donde van a establecer los extremos en los cuales se va a llevar la
demanda, era dirigida por el magistrado.
IN IURI donde se redacta la formula.
La fórmula tiene 3 elementos:
DEMOSTRATIO: indicar porque razón se va a realizar la demanda, una ilustración al
magistrado, consiste en una exposición de los hechos y señala la causa por la cual se lleva a
cabo el litigio.
INTENTIO: se indica la pretensión del demandante o actor; esto es, la cuestión misma en
que se basa el proceso.
CONDEMNATIO: la fórmula le confiere al juez la facultad de absolver o condenar al
demandado.

LITIS CONTESTATIO.
La litis contestatio es el último acto llevado ante el magistrado; con él se termina la primera
fase del procedimiento, la fase in iure. En otras palabras, a partir de este momento el
proceso está completamente entablado, los efectos que produce pueden ser agrupados de la
siguiente manera:
1. Efecto regulador. Una vez fijadas y aceptadas las pretensiones de ambas partes,
ninguna de ellas podrá efectuar cambio alguno; es decir, no se admite ninguna
modificación ante el juez.
2. Efecto consuntivo. La litis contestatio consume o extingue la acción, de tal modo
que no puede intentarse por segunda vez; al decir de los romanos: “Uno no puede
litigar dos veces por el mismo asunto”

a. Si se trata de una acción personal, el magistrado tiene la facultad de


rechazársela al demandante que vuelva a intentarla; es decir, el efecto
consuntivo se da ipso iure.
b. Si la acción es real, sólo se podrá rechazar si existe una excepción
interpuesta por el demandado; esto es, la excepción de cosa juzgada.

3. Efecto creador. Por ser la litis contestatio una especie de contrato entre las partes,
contrato que queda establecido en la fórmula, ambos deben sujetarse a las
consecuencias que nazcan de esta nueva relación; es decir, se da una especie de
novación, ya que la obligación anterior a la fórmula se ve reemplazada por el
acuerdo que las partes establecen en ella.
APUD IUDICEM.
Es la segunda fase del proceso, que se desarrolla ante un juez. Fundamentalmente, siguió
siendo igual que en la etapa de las acciones de la ley: pero el juez se basa primero en la
fórmula y en las pruebas y alegatos de las partes, como es lógico suponer, el uso de la
escritura permite la aportación de documentos como medios probatorios.

VÍAS DE EJECUCIÓN.
El deudor tiene un plazo de sesenta días para cumplir con la sentencia; en caso de no
hacerlo el acreedor puede ejercer la acción que remplaza y ejercer sobre los bienes del
deudor mediante cualquiera de las siguientes tres medidas:
 La bonorum venditio consiste en la venta en bloque del patrimonio del deudor, y
entraña para el mismo la nota de infamia, aunque para evitarla el deudor podía hacer
cesión voluntaria de sus bienes (bonorum cessio).
 La bonorum distractio es la venta al menudeo de los bienes del deudor; se llevaba
a cabo para sustituir la nota infamante y la operación era efectuada por un curador
nombrado ex profeso para ello.
 La toma de prenda o pignus in causa iudicati captum era el procedimiento
empleado por el magistrado para así asegurar el efecto de sus decisiones. El
acreedor se quedaba con los bienes del deudor, a título de prenda, por un periodo de
dos meses, después de los cuales podía venderlos para cobrarse el adeudo,
entregando el sobrante al deudor.

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