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DERECHO PROCESAL FUNCIONAL

RICARDO LARENAS BUSTOS


UMAG 2022

*De la Demanda, de su Notificación y del Emplazamiento*

La acción se hace valer mediante la demanda que deduce


el actor, no obstante que la expresión acción se ha tomado
como sinónimo de demanda. Pero, siendo estricto en el empleo
de los términos, debemos reconocer que demanda y acción no
son expresiones que denoten una misma idea. La acción existe
antes, es una facultad; en cambio la demanda es la forma cómo
esa facultad se ejercita materialmente.
Una vez que la demanda ha sido presentada al tribunal,
ella debe ser proveída y notificada al demandado. La expresada
notificación es parte del emplazamiento, primer trámite
esencial en el pleito, según lo dispuesto en el N° 1 del art. 795
del CPC
El emplazamiento del demandado consta de la
notificación de la demanda en forma legal y del transcurso del
término que tiene el demandado para contestarla. Sin
emplazamiento no existe relación procesal válida y contra la
sentencia puede interponerse, en tal caso, un recurso de
casación en la forma.
Para que exista el emplazamiento no sólo se requiere que
la demanda haya sido notificada, sino que tal notificación se
haya hecho en forma legal, esto es, personalmente, siempre que
la demanda sea la primera actuación en el juicio. Por otra parte,
tiene que transcurrir el término que tiene el demandado para
contestar la demanda, plazo éste que varía según sea el
procedimiento.
En el procedimiento ordinario este plazo es de dieciocho
días y se aumenta en la forma que establecen los arts. 258 y
259 del CPC cuando se reúnen las condiciones que las citadas
disposiciones establecen.

Efectos Procesales de la Notificación de la Demanda*

La notificación de la demanda produce importantes


efectos, de los cuales, para nosotros, son los procesales los de
mayor interés. Dichos efectos procesales de la notificación de
la demanda son los siguientes:
a) Liga al Tribunal. Una vez que la demanda ha sido
notificada en forma legal, nacen para el tribunal una serie de
obligaciones: está en la obligación de tramitar y fallar la
demanda.
b) Liga al Demandante. Sabemos que antes que sea notificada
la demanda al demandado, puede el actor retirarla sin más
trámite y, en tal caso, debe considerarse como no presentada.
Una vez que la demanda ha sido notificada al demandado,
pierde el demandante este derecho. Existe para él el deber de
seguirla adelante, hasta que recaiga sentencia en la causa. Podrá
desistirse de ella, pero tal desistimiento no va a tener los
efectos simples del retiro de la demanda. La sentencia que
acepta el desistimiento extingue las acciones a que él se refiere,
tanto con relación a las partes litigantes, como respecto de
todas las personas a quienes habría afectado la sentencia del
juicio a que se pone fin.
c) Liga al Demandado. Una vez que la demanda le ha sido
notificada en forma legal, queda el demandado ligado al juicio
iniciado en su contra por el demandante. Tiene la obligación de
comparecer al tribunal para defenderse y si no lo hiciere, se
dará
por contestada la demanda en su rebeldía, siguiéndose adelante
en la tramitación del juicio, hasta la dictación de la sentencia, la
cual le va a afectar en la misma forma que si hubiera opuesto
excepciones en su debida oportunidad.
d) Efectos de la Sentencia. Los efectos de la sentencia, por
regla general, se retrotraen al momento de la notificación de la
demanda. Los efectos de la sentencia que recae en el juicio no
se producen, por regla general, desde que ella se dicta, sino
desde el momento de la notificación de la demanda. Los efectos
de la sentencia se retrotraen a tal instante. Y decimos por regla
general, porque si la acción entablada es de las llamadas
constitutivas, la sentencia que recaiga en el pleito no tendrá el
mismo carácter. Sus efectos se producen para el futuro, ya que
crea un nuevo estado jurídico. Ejemplo: una sentencia que
declare el divorcio entre los cónyuges.
Efectos Civiles de la Notificación de la Demanda.

No menos importantes que los efectos procesales, son los


efectos civiles de la notificación de la demanda.
a) Se constituye en Mora al Deudor. El deudor está en mora
cuando ha sido judicialmente reconvenido por el acreedor. Y se
entiende que el deudor ha sido judicialmente reconvenido por
el acreedor, desde que le ha sido notificada la demanda
entablada por éste en su contra. Es desde ese momento que el
deudor se constituye en mora.
b) Se transforman en Litigiosos los Derechos para los
Efectos de su Cesión. Se entiende litigioso un derecho desde
que ha sido notificada judicialmente la demanda. La
notificación de la demanda tiene por lo tanto la virtud de
transformar en litigiosos
los derechos para los efectos de su cesión.
c) Se Interrumpe la Prescripción. De acuerdo con lo
preceptuado en los arts. 2503 y 2518 del CC, tanto la
prescripción adquisitiva como la extintiva, se interrumpen
civilmente desde que la demanda ha sido notificada en forma
legal. Es decir, conserva el derecho el actor, mientras la
instancia se mantenga pendiente.
d) Transforma la Prescripción Extintiva de Corto Tiempo
en Prescripción Extintiva de largo Tiempo. En conformidad
al art. 2523 del CC la prescripción de corto tiempo se
interrumpe desde que interviene requerimiento y, en tal caso,
sucede a la prescripción de corto tiempo la de largo tiempo. Y
tal efecto se produce por la demanda notificada en forma legal.

De la Relación Procesal y de los Presupuestos Procesales

El proceso determina la existencia de una relación de


carácter procesal entre todos los que intervienen en él, creando
obligaciones y derechos para cada uno de ellos. Podemos
definir la "Relación Procesal" diciendo que es aquel vínculo
jurídico que une a las partes entre sí y a ellas con el tribunal, y
cuyos efectos principales son obligar al tribunal a dictar
sentencia, ya las partes a pasar por lo que éste resuelva en
definitiva. Y es la ley la que reglamente esta relación procesal,
determinando la capacidad de las partes, las condiciones de su
actuación en el juicio, sus deberes y facultades, así como los
efectos de la sentencia entre ellas.
Por otra parte, es también la ley la que determina cómo
deben ser designados los jueces, es ella la que fija sus
atribuciones y la que reglamenta su actividad en el proceso.
Pues bien, para que esta relación procesal exista y sea
válida no basta que el actor interponga la demanda y que ella
sea notificada al demandado. Es necesaria la concurrencia de
una serie de requisitos, que se conocen con el nombre de
"Presupuestos Procesales".
Tales requisitos no afectan a la acción, pues su ausencia
sólo impide la constitución de una relación procesal válida.
Los presupuestos procesales son, por lo tanto, los
requisitos que exige la ley para la constitución de una relación
procesal válida.
La ley exige que la demanda sea entablada ante un juez
competente, que tanto el demandante como el demandado sean
capaces de obrar en juicio y que en todas las actuaciones del
pleito se observen las formalidades que ella misma establece.
Si uno de estos requisitos falta, la relación procesal no es válida
y contra la sentencia que en tal juicio recayere podría
entablarse un recurso de casación en la forma. Por otra parte, el
demandado podría, en su caso, oponer la excepción dilatoria
que correspondiera y ambas partes hacer valer el incidente de
nulidad que fuera del caso.
Por otra parte, debemos insistir en que no se debe hacer
confusión entre los presupuestos procesales y los requisitos
necesarios para que la acción tenga una resolución favorable,
esto es, el derecho, la calidad y el interés. Porque, no obstante
haberse constituido la relación procesal en debida forma por
concurrir todos los presupuestos procesales, la acción puede
tener una resolución desfavorable en la sentencia, por faltar el
derecho, la calidad o el interés.
*LA EXCEPCION*

El demandado una vez que le ha sido notificada legalmente la


demanda y su proveído, puede adoptar tres actitudes, a saber:
a) puede aceptar la demanda;
b) puede defenderse; y
c) puede adoptar una actitud pasiva.

El Demandado Acepta la Demanda.


El demandado es dueño de aceptar la demanda en
términos explícitos o implícitamente, siempre que no se
encuentre en el juicio comprometido el interés general; como,
por ejemplo, en los juicios de nulidad de matrimonio.
Si el demandado en uno de estos juicios en que está
comprometido el interés general, acepta la demanda, tal
aceptación no produce los efectos de que se hablará a
continuación. Muy por el contrario, aún cuando el demandado
acepte la demanda en un juicio de cobro de pesos, por ejemplo,
debe éste seguir adelante por todos sus trámites, hasta que
quede ejecutoriada la sentencia que en él recaiga.
Pero si el demandado acepta la demanda en un juicio en
que no está comprometido el interés general, se producen los
efectos señalados en el art. 313 del CPC, de manera que según
la disposición señalada, si el demandado acepta la demanda, no
termina por ese hecho el juicio. Debe él seguir adelante; debe
replicar el demandante y duplicar el demandado. Evacuado el
traslado de la réplica, esto es, una vez que el demandado ha
presentado su escrito de dúplica o si no lo ha presentado,
cuando se ha dado por evacuado este trámite en su rebeldía,
debe el juez citar a las partes para oír sentencia, citar a una
audiencia de conciliación especial y luego fallar la causa.

El Demandado se Defiende.
La forma que tiene el demandado para defenderse es
oponiendo las excepciones procesales.
La excepción puede ser definida como el medio de que
dispone el demandado para defenderse de una acción que se ha
interpuesto en su contra.
Nuestra ley usa indistintamente las expresiones excepción,
alegación y defensa, por lo que se hace necesario aclarar
dichos términos; la defensa, es el género, cualquier medio de
que se valga el demandado para enervar la pretensión del actor;
la excepción, consiste en agregar hechos modificativos,
impeditivos o extintivos de la obligación. En cuanto a las
alegaciones, son simples argumentaciones hechas por el
demandado con el objeto de reforzar sus planteamientos.
Clasificación de las Excepciones en nuestra Legislación.

Las excepciones pueden ser clasificadas desde dos puntos


de vista.
Tomando por base el derecho sustantivo, pueden ser reales
o personales; y desde el punto de vista del Derecho Procesal, se
pueden clasificar en dilatorias, perentorias y mixtas.

Excepciones Reales y Personales.


Las excepciones reales son las que dicen relación con la
naturaleza misma del acto, independientemente de las partes
que en él intervienen. Tales son, por ejemplo, la nulidad
absoluta y los diversos modos de extinguir las obligaciones.
Las excepciones personales, son aquéllas que dicen relación
con la calidad y situación especial del demandado y que no se
refieren a la naturaleza del acto en sí mismo. Como ejemplo de
excepción personal, podemos citar la nulidad relativa basada en
los vicios del consentimiento o en la incapacidad relativa de la
persona que la opone.

Excepciones Dilatorias.
Pueden ser definidas como aquellas excepciones que
tienen por objeto corregir vicios del procedimiento, sin
afectar al fondo de la acción deducida.
El objeto de las excepciones dilatorias es subsanar los
vicios del procedimiento, evitar que se entre al fondo del pleito
mientras esos vicios no sean corregidos. Las excepciones
referidas se encuentran enumeradas en el art. 303 del CPC,
disposición legal que establece que ellas no son taxativas y se
pueden considerar como excepciones dilatorias todas aquéllas
que, sin mirar al fondo de la acción deducida, tienen por objeto
corregir vicios procedimentales.
Ahora bien, la oportunidad para oponer las excepciones
dilatorias es dentro del término que tiene el demandado para
contestar la demanda; término que, para estos efectos, adquiere
el carácter de fatal. Esto, naturalmente, si se trata de un juicio
ordinario de mayor cuantía. En los juicios especiales, en
cambio, las excepciones dilatorias se oponen juntamente con
las perentorias, al contestar la demanda; pero estas últimas con
el carácter de subsidiarias de las primeras. En cuanto a la
tramitación, éstas difieren, ya se trate de un juicio ordinario, en
que se tramitan como incidentes, o de un juicio especial en que
las excepciones dilatorias se fallan en la sentencia definitiva.
Excepciones Perentorias.

Las excepciones de esta clase, tienen por objeto enervar la


acción deducida, miran al fondo del juicio, y su finalidad, a
diferencia de las dilatorias, que sólo tienden a corregir el
procedimiento, es matar la acción, destruirla desde su base.
A diferencia también de las excepciones dilatorias, las
perentorias no admiten enumeración alguna; habrá tantas
excepciones perentorias cuantas sean las relaciones jurídicas de
derecho sustancial que puedan nacer o formarse entre las
partes.
En el juicio ordinario, estas excepciones deben hacerse
valer en la contestación de la demanda, en conformidad a lo
dispuesto en el art. 309 N° 3 del CPC. Si no se oponen en esta
oportunidad, el demandado pierde el derecho de defenderse en
el pleito mediante este medio, y si el juez, así y todo, las
considera en la sentencia definitiva, la sentencia puede ser
casada en la forma por "ultra petita" de conformidad a lo
dispuesto en el N° 4 del art. 768 del CP.C
No obstante lo dicho anteriormente, hay ciertas
excepciones perentorias que pueden oponerse fuera de la
contestación de la demanda y en cualquier estado del pleito,
antes de la citación para oír sentencia en primera instancia y
antes de la vista de la causa en segunda.
Tales excepciones son:
la prescripción;
la cosa juzgada;
la transacción y
el pago efectivo de la deuda, esta última cuando se funde
en un antecedente escrito.
Excepcionalmente, las excepciones perentorias pueden
oponerse como dilatorias, casos de la cosa juzgada y de la
transacción a que se refiere el art. 304 del CPC excepciones
éstas que la doctrina llama mixtas, y que pueden oponerse y
tramitarse del mismo modo que las dilatorias; pero, si son de
lato conocimiento, debe el juez ordenar contestar la demanda, y
reservar su fallo para la sentencia definitiva. De manera que
estas excepciones pueden ser opuestas corno dilatorias; se
discuten con el carácter de previas y se tramitan en forma
incidental. Pero, si son de lato conocimiento, el juez ordena
contestar la demanda y reserva su resolución para definitiva. La
ventaja que tiene la interposición de estas excepciones en su
carácter de mixtas es que se puede evitar la tramitación de un
juicio ordinario completo, ya que, tramitadas en forma
incidental, pueden ellas ser acogidas, terminando con las
pretensiones del demandante desde un principio.
Como se ve, las excepciones por su naturaleza son
dilatorias o perentorias, las otras clasificaciones se refieren a
la oportunidad legal en que se pueden interponer las
perentorias, según sus distintas características o peculiaridades.
Finalmente, en lo que respecta a su interposición en los
procedimientos especiales, las excepciones perentorias deben
oponerse en el comparendo respectivo, conjuntamente con las
dilatorias. Si no se oponen en tal oportunidad, el demandado
pierde la oportunidad de defenderse, y el juez no podría fallar
en la sentencia una excepción opuesta con posterioridad.
De lo expuesto precedentemente, fluye de una manera
inequívoca, que LAS ACCIONES hechas valer en la demanda
y las EXCEPCIONES opuestas en la contestación
CONSTITUYEN LA CUESTlON CONTROVERTIDA.
De la Reconvención.

El demandado, en el escrito de contestación a la demanda,


puede deducir reconvención. La reconvención es una demanda
deducida por el demandado contra el demandante.
Del tenor de lo preceptuado en los arts. 314 y 316 del CPC
se deduce que la reconvención, para que sea procedente debe
tener cierta relación con la demanda del actor, y se sustanciará
y fallará conjuntamente con la demanda principal.

El demandado nada hace una vez que ha sido


Emplazado Legalmente.

Cuando el demandado nada hace una vez que ha sido


legalmente notificado de la demanda, se sigue el juicio en su
rebeldía.
No debe creerse que el silencio del demandado significa la
aceptación de la demanda. Aún cuando el demandado guarde
silencio y no conteste la demanda, deberá el demandante probar
su derecho para obtener una sentencia favorable.
En estos casos en que el demandado demuestra un
desprecio absoluto por el resultado del juicio, no será posible
que con su actitud venga en perjudicar los derechos del
demandante, y es por eso que el legislador ha creado la
institución de las "rebeldías".
Cada trámite del juicio, pues, se da por evacuado en
rebeldía del demandado; en otros términos, en su ausencia, por
lo que no será necesario que se acuse rebeldía de cada trámite
en particular; y que el juez, en su oportunidad, reciba la causa a
prueba tal como si en realidad existieren hechos sustanciales y
pertinentes y controvertidos.
Queda subentendido que también se notifican al
demandado rebelde todas las resoluciones que se van dictando
en el proceso, lo mismo que si hubiera comparecido, pues el
hecho de no comparecer no lo priva de la calidad procesal de
parte en el juicio.
Antiguamente en segunda instancia, la rebeldía no
producía los efectos que hemos visto. De acuerdo con lo
preceptuado en el art. 202 del CPC ( hoy derogado por ley
20.886 sobre tramitación electrónica que también entra en
nuestro estudio) si no comparecía el apelado a seguir el recurso,
debía seguirse el recurso en su rebeldía por el solo ministerio
de la ley y no era necesario notificarle las resoluciones que se
dicten, las cuales producen sus efectos respecto del apelado
rebelde desde que se estampaba en el proceso. ***
RECORDAR AHORA SE ENCUENTRA DEROGADA**

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