CUADRO COMPARATIVO DE LAS TEORÍAS Y PLANTEAMIENTOS DE VAN MANEM Y PAULO FREIRE
VAN MANEM PAULO FREIRE
(LA NATURALEZA DE LA PEDAGOGÍA) (NO HAY DOCENCIA SIN DISCENCIA) Plantea tres condiciones fundamentales de la pedagogía: La reflexión crítica sobre la práctica se torna una exigencia de la - El amor y el afecto relación Teoría – Práctica, sin la cual la teoría puede convertirse - La esperanza y la confianza en palabrería y la práctica en activismo. - La responsabilidad Enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades En la perspectiva del amor y del afecto, el profesor llega a de su producción o de su construcción. conocer a sus alumnos y según Martin Buber, es entonces No hay docencia sin discencia, las dos se explican y sus sujetos, a donde emerge la “grandeza” del educador moderno. pesar de las diferencias que los connotan., no se reducen a la El profesor abraza y acoge a todos y todas sus alumnos/as. condición de objeto, uno del otro. Un padre (profesor/a) quiere a su hijo/a (alumno/a) por lo Quien enseña, aprende al enseñar y quien aprende enseña al que puede llegar a ser. aprender. El profesor/a observa constantemente la evolución personal Enseñar no existe sin aprender y viceversa y fue aprendiendo de sus pupilos, una madurez recién adquirida, una forma socialmente como, históricamente, mujeres y hombres personal de hablar, una nueva confidencia o una timidez que descubrieron que era posible enseñar. desarma y otras cosas más en donde vemos a nuestros pupilos como aprenden y maduran. La pedagogía está condicionada por la esperanza que se deposita en su pupilo. En el caso de la esperanza que siente el padre o el profesor es un modo de ser. La confianza nos hace capaces. La esperanza nos proporciona una perspectiva más profunda del significado de la propia pedagogía. La pedagogía está condicionada por la responsabilidad que se tiene ante el niño. La forma en que el docente ejerce su responsabilidad pedagógica sólo puede justificarse en términos pedagógicos, no en una razón derivada de la religión, los negocios, la política o la ciencia. Los niños, en cierto sentido, reclaman a los adultos que les sirvan. La autoridad pedagógica es en realidad una designación de servicio moral. El adulto (docente) sólo puede tener influencia pedagógica sobre el niño o el joven cuando la autoridad se basa, no en el poder, sino en el amor, el afecto y la autorización internalizada por parte del niño. El adulto debe ser críticamente auto reflexivo por el interés del niño. Sólo gradualmente el joven, que está madurando, asumirá y practicará esta capacidad crítica. Se puede distinguir entre las situaciones pedagógicas, las relaciones pedagógicas y las acciones pedagógicas.