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Contenido

Introducción ..............................................................................................................................................1
1. Que es comunicación ..........................................................................................................................1
2. Principios básicos de toda comunicación .......................................................................................3
3. Modos de comunicación ....................................................................................................................6
3.1. Comunicamos quienes somos...................................................................................................7
3.2. Transmitimos lo que hacemos ..................................................................................................7
3.3. Comunicamos con nuestro estilo educativo ...........................................................................8
3.4. Educa lo que decimos ................................................................................................................9
4. Qué favorece y qué dificulta el diálogo ..........................................................................................11
4.1. Qué dificulta el diálogo ............................................................................................................11
4.2. Qué favorece el diálogo ...........................................................................................................12
5. Qué favorece y qué dificulta la comunicaión ................................................................................14
6. Formas erróneas de comunicación .................................................................................................15
7. Estilos comunicativos .......................................................................................................................17
7.1. Estilo comunicativo inhibido (inadecuado) ..........................................................................17
7.2. Estilo comunicativo agresivo (inadecuado)...........................................................................18
7.3. Estilo comunicativo asertivo (adecuado)...............................................................................18
8. Asertividad ..........................................................................................................................................19
9. Mensajes ´yo´ y mensajes ´tu ´.........................................................................................................20
10. Cómo comunicaba Cristo (I) ........................................................................................................22
10.1. Comunicación no verbal en Cristo .......................................................................................22
10.1.1. La mirada ...........................................................................................................................23
10.1.2. Contacto corporal ..........................................................................................................24
10.1.3. Signos ...............................................................................................................................25
10.1.4. Expresión afectiva..........................................................................................................26
10.2. Comunicación verbal ..............................................................................................................27
10.2.1. Cómo comunicaba .........................................................................................................27
10.2.2. A veces callaba ................................................................................................................29
10.2.3. Objetivos de Cristo cuando comunicaba ...................................................................30
11. Cómo comunicaba Cristo (II) ......................................................................................................31
11.1. La utilización de las parábolas ...............................................................................................31
11.1.1. Ofrece una parábola como quien ofrece luz ................................................................32
11.1.2. Qué funciones cumple una parábola
(o una metáfora, una narración, una historia…) .........................................................34
11.1.3. Características de la parábola
(metáfora, narración, historia) y modo de aplicación .................................................34
11.1.4. Ejercicio de utilización de parábolas .............................................................................35
11.2. El arte de preguntar.................................................................................................................36
Introducción
Quien educa, quien evangeliza, quien aunque sepa mucho, y tenga claro el ideal
acompaña a otros, quien tiene que traba- que me mueve, si no soy capaz de comu-
jar con compañeros, descubrirá pronto nicarme bien y de entender a otros, mi
que las relaciones que se tienen con esas acción se esteriliza.
personas dependen, en su calidad y can- Sin comunicación, no hay relación. Sin
tidad, de la forma de comunicarse que relación, no hay amor, fraternidad, amis-
tengan unos y otros. tad…Por tanto, entender y cuidar la co-
Puedo ser un docente, un padre o madre, municación es una necesidad primaria
un director o directora, un responsable para todo aquel que se dedica a la educa-
de un equipo humano, un profesor... ción, a la docencia o al acompañamiento.

01
Qué es comunicación
1. Que es comunicación

Comunicación 1
Curso: +H29 Liderazgo y comunicación

Comunicarse es mucho más que inter- partícipe al otro’, ‘compartir’. ¿Y qué es


cambiar información. No se trata básica- lo que se pone en común, qué lo que se
mente de dar y recibir información para comparte? ¿De qué hacemos partícipe
conocer o intentar influir en el otro. al otro? De lo que se tiene, de lo que se
La comunicación no tiene por objeto piensa y siente, pero, sobre todo, de lo
prioritario decir mensajes sino decirnos que se es. Por tanto, la comunicación es la
nosotros, manifestar pensamientos, sen- expresión del amor, es el modo auténti-
timientos, necesidades. co de la vida humana. Por el contrario, la
vida inauténtica consiste en cerrarse, en
Conviene recordar que la palabra comu- no estar disponible, en no comunicarse.
nicar viene del término latino ‘communica-
re’ que significa ‘poner en común’, ‘hacer

Comunicarse es hacer partícipe de la propia vida a


los otros y, también, dejar que los otros participen
de nuestra vida, abriéndonos así a la comunión. Y
esto no sólo supone abrirse a la palabra sino, sobre
todo, abrirse al ser, tomar y dar el ser. En este sentido
podemos decir que la comunicación es amor.

El amor constituye el eje de la vida comu- que significa entregar a otros lo que soy;
nitaria. Y porque el amor es difusivo ne- pero, también, lo que pienso, deseo y
cesita comunicarse. La comunicación es siento, acogiendo lo que piensan, de-
la forma amorosa de ser de la comunidad. sean y sienten los otros. Esto puede traer
Pero la comunidad (educativa, familiar, como consecuencias heridas, conflictos
docente) no es algo que venga dado, o molestias; pero siempre son preferi-
sino algo que ha de construirse mediante bles al silencio. El silencio aleja, hiere y
una vida en común. Esta vida en común da pie a malas interpretaciones y errores
se construye mediante la comunicación, sobre los demás. La comunicación cons-
truye la comunidad.

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02
Principios básicos de toda comunicación
2. Principios básicos de toda comunicación

Resulta importante tener en cuenta unos principios básicos que explican cómo es la
comunicación y cómo hacer para que una comunicación tenga calidad y sea cons-
tructiva.

Comunicación 3
Curso: +H29 Liderazgo y comunicación

● Siempre comunicamos. Cuando habla- y lenguaje no verbal, para que tenga-


mos, comunicamos. Cuando callamos, mos fuerza suficiente. Puede nuestra
también. Un grito es una forma de co- comunicación resultar ineficaz por
municación, al igual que la caricia. Una incongruencia entre lo que decimos y
conversación puede ser comunicación, cómo lo decimos, o por incongruen-
como lo puede ser la sonrisa. cia entre lo que decimos y lo que ha-
● Comunicamos verbal y no verbal- cemos. Decir un “te quiero” con cara
mente. Por eso no sólo es importan- de aburrimiento o de modo distraído
te lo que se dice sino cómo se dice. contradice la esencia de lo que se dice.
Comunicamos con las palabras, pero ● La buena comunicación exige apertu-
también con los gestos, el tono de ra, sinceridad y claridad. La comuni-
voz, la mirada, el tacto… cación exige una apertura a acoger al
● Resulta deseable la congruencia entre otro sin juzgarle y a mostrar con clari-
lo que decimos y cómo lo decimos. dad lo que pensamos y sentimos.
Ha de haber armonía y coherencia ● Comunicarse supone hablar de lo co-
entre mensaje y tono, entre mensaje mún y de lo personal: nuestra vida,

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asuntos, problemas, miedos, necesi- • Qué queremos comunicar. Se debe
dades, heridas, ilusiones, proyectos, tener muy claro qué se quiere decir,
ideas y sentimientos, sin enmascarar- qué respuesta se desea, etc.
los. Comunicar es participar lo do- • Quién recibirá el mensaje: la comuni-
loroso y lo alegre, lo que sucede por cación ha de ser adecuada al receptor.
fuera y por dentro, ideas y afectos. No se habla del mismo modo a la es-
● Es imprescindible relacionarnos de posa, a la vecina, a la jefa o a la depen-
modo que siempre dejemos abiertos dienta. No se habla del mismo modo
los canales de comunicación. Tomar al hijo, al esposo, al jefe o al conductor.
posturas radicales, moralizantes, o • Cómo queremos comunicar. Sea una
de rechazo respecto de alguien impi- conferencia o sea una frase breve, la
de comunicarnos con él y, por tanto, comunicación ha de suscitar interés,
cualquier posibilidad de ayudarle o atención, y afectar emocionalmente
acompañarle en su circunstancia. Si al interlocutor (para mover a la ac-
unos padres rechazan a un hijo y cor- ción). Se tiene que realizar de modo
tan toda relación con él porque no les que disponga al otro a la escucha, al
gusta cómo vive, impiden la oportuni- interés. Para ello, además de buscar
dad de un acompañamiento que haga el momento adecuado, son muy efi-
posible al hijo realizar un cambio. caces la utilización de signos, símbo-
● Para una buena comunicación, tene- los, metáforas.
mos que tener en cuenta:

Comunicación 5
Curso: +H29 Liderazgo y comunicación

03
Modos de comunicación
3. Modos de comunicación

La comunicación no sólo ocurre median- cho más profunda en los demás. Veamos
te la palabra, el diálogo o la conversación. cuáles son estas formas en que comuni-
Es más, existen otras formas en que nos camos, porque cada una de ellas deberá
comunicamos que dejan una huella mu- hacerse consciente y ser cuidada.

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3.1. Comunicamos quienes somos
Lo más profundo que transmitimos a los dad (o la hosquedad), la confianza en los
demás, especialmente, a los más cerca- demás (o la desconfianza), son las que
nos, es nuestra propia estructura moral: se transmiten con más fuerza. De nada
los propios valores, las propias virtudes, vale predicar verbalmente la tolerancia
las actitudes en la vida cotidiana. Las ac- si uno actúa intolerantemente. De nada
titudes personales, como son la apertura vale proponer el perdón si uno actúa
o cerrazón ante los demás, la responsa- rencorosamente. De nada vale sugerir
bilidad (o la irresponsabilidad), la since- verbalmente la mansedumbre si uno es
ridad (o la insinceridad), la veracidad (o violento. Los valores se transmiten por
la falsedad), la gratuidad (o el interés), el empatía con quien los encarna y vive, no
sosiego vital (o el activismo), el buen hu- con discursos sobre valores.
mor (o la rigidez de carácter), la amabili-
3.2. Transmitimos lo que hacemos
Los comportamientos de los docentes y modo en que trata a los demás, marcan
educadores dejan, más que sus palabras, más que la palabra. Por eso, animar a los
profunda huella en los niños y adoles- niños vivan alegres y tener el docente una
centes. mala cara permanente, o animarles a que
La forma de vivir, los quehaceres en que vayan a Misa, pero quedarse él en el bar
se ve que ocupa el tiempo, su estilo de tomando un aperitivo, a la postre, resulta
presencia, las opciones personales, el desestructurante psicológicamente. Me-

Comunicación 7
Curso: +H29 Liderazgo y comunicación

diante nuestras acciones estamos promo- haga. Si a nuestros alumnos les tratamos
cionando también un determinado mo- con violencia, les enseñamos a ser vio-
delo de vida, de religión, de sociedad. lentos. Los niños terminan siendo reflejo
Del mismo modo, influye en la forma de cómo les tratamos a ellos.
de entender la relación con los demás el Además, aprenderán el valor de la dis-
modo en que son tratados. No es igual ponibilidad y de la cercanía afectiva si,
tratar al niño o joven como un irrespon- por ejemplo, ‘perdemos parte de nuestro
sable, etiquetándole y condenándole, que tiempo’ en atenderlos o charlar con ellos.
tratarle en función de aquello que está Aprenderán el valor del diálogo, de la sin-
llamado a ser. No es igual reñir sistemáti- ceridad, y recibirán una sólida visión de la
camente (con lo que estamos favorecien- realidad, si ‘perdemos tiempo’ en charlar
do, en el fondo, lo que queríamos que co- con los niños o jóvenes.
rrigiese, porque a fuerza de insistir en una En conclusión, ha de haber coherencia
etiqueta estamos creando una identidad) entre lo que se dice y lo que se vive.
que valorar cada día algo positivo que
3.3. Comunicamos con nuestro estilo educativo
También el estilo educativo tiene un fuer- Lo que se consigue, al cabo, son per-
te impacto sobre los niños o los alumnos, sonas muy sumisas o muy rebeldes;
porque transmite actitudes. Referido a la pero, en ambos casos, sin capacidad
tarea personalizante de los padres respec- para actuar por sí mismas. El sumi-
to de los hijos, caben tres posibilidades: so, porque ha aprendido a ser siem-
a. Actitud autoritaria. Es aquella en la pre guiado. El otro, porque necesita
que todo se ordena de modo concre- siempre rebelarse contra alguien. En
to, donde todo se dirige, donde se le ambos casos, por tanto, surge una
indica al niño o adolescente lo que dramática carencia de autonomía. El
puede y no puede, debe o no debe resultado son personas ni libres ni
hacer en cada momento. Se le mar- responsables.
can sus actividades extraescolares, su b. Actitud permisiva es aquella en la que se
actividad en casa, dónde tiene que ir deja al niño o joven con total libertad
en el tiempo libre, a qué jugar y cómo. de acción: nada se exige. Pero tampo-
Pero, además, todo esto expresado co se sugiere nada, ni se indica nin-
de modo imperativo, sin explicar el gún criterio de actuación. Se promo-
porqué, de modo rígido y mediante ciona, por tanto, una actitud acrítica:
aluviones de sermones llenos de mo- todo vale, todo es aceptable. No se
ralina. Y, en caso de leve incumpli- evalúa con los alumnos su trayectoria
miento de esta autoridad absoluta, personal, ni sus problemas. Tampoco
se utiliza sistemáticamente el castigo. hay corrección. Y todo tiene una raíz:
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ausencia de propuesta de valores po- educadores ‘no están encima’ de los
sitivos. El resultado, paradójicamen- educandos en todo, sino que dejan
te, no es el de personas más libres, ganar al niño o joven mayores cotas
sino de personas acríticas, fácilmente de autonomía. Pero de modo progre-
manipulables, sin capacidad de deci- sivo y siempre y cuando no estimen
sión: no están acostumbrados a eva- que determinado comportamiento
luar cuál es la mejor de las opciones. puede ser lesivo para su crecimiento.
Por tanto, su voluntad es débil y su Por tanto, los docentes tienen que
afectividad meramente espontánea. estar muy atentos y activos: señalan
En conclusión: el niño o adolescente metas, animan, motivan, acompañan.
se ha acostumbrado a la irresponsabi- Y, si es menester, hacen crítica cons-
lidad y a ser pasivo. Esta es una de las tructiva de determinados compor-
causas de que hoy la adolescencia lle- tamientos. Por otra parte, se valora
gue, en muchos casos, hasta los trein- todo esfuerzo, se alaba todo atisbo
ta años (los “kidults” o adultescentes). de crecimiento, de responsabilidad,
c. Actitud personalizante es aquella en de compromiso. Se pactan normas y
la que se incita a la creatividad me- pautas de comportamiento en lo re-
diante el ofrecimiento o la propuesta ferente a la vida cotidiana y escolar.
de pautas de comportamiento. Los El resultado: personas autónomas,
libres y responsables.
3.4. Educa lo que decimos

El lenguaje no sólo tiene una capacidad informativa.


Comunicar no sólo es transmitir información:
También tiene la capacidad de influir en el oyente.
Tanto es así que los niños y niñas comienzan a tener
una identidad como reflejo de lo que se dice de ellos.
Justo por ello conviene, sobre todo, valorar lo positivo
más que insistir en lo negativo. Y si hay que corregir,
hacerlo de modo suave, firme, sereno y constructivo.
Nunca juzgando. Y hablar en términos positivos. ha
ciendo siempre interpretaciones positivas de lo que
sucede, con lenguaje no sólo conceptual, sino afectivo.
Las categorías, visión de la realidad y formas de
interpretarla, están muy en dependencia de lo que se
les haya dicho de pequeños a los niños. Y pueden acu-

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Curso: +H29 Liderazgo y comunicación

mular frases paralizantes (“tú a lo tuyo”, “mejor no


te metas”, “lo importante es situarse bien en la vida”,
“tanto ganas, tanto vales”) o promocionantes (“cuanto
más das más recibes”, “hay que comprometerse con
lo justo”, “quien tiene un amigo tiene un tesoro”,
“estamos hechos para el amor”).
Y, por último, se trata de hablar siempre abiertos al
diálogo. La palabra (logos) debe abrirse a la palabra
compartida (diálogos). No importa sólo decir cosas a
los alumnos, sino también dialogar con ellos. Y esto
supone un aprendizaje.

Es patente que el diálogo en la escuela Resulta conveniente aprovechar los pro-


tiene máxima importancia. Siempre re- blemas de los niños o jovenes para ha-
sulta mejor un diálogo tenso que un si- blar con ellos, para ayudarles a gestionar
lencio tranquilo en el ámbito de la educa- su vida de modo constructivo. Es llama-
ción. Al final sale caro eso de “no le digo tivo el que, en la Facultad de Psicología
nada para no tener tensiones”. de la Universidad de Washington, se
A veces, especialmente con los adoles- haya comprobado que los hijos de pa-
centes, el diálogo no resulta fácil. En este dres diestros en su formación emocio-
sentido, es importante tener en cuenta nal y axiológica se relacionan mejor, se
que la comunicación, en principio, no muestran más afectivos, dominan mejor
debe ser crítica (dedicar la conversa- sus emociones, se revelan más relajados
ción a juzgar a los demás) ni normativa y más sanos. Tienen mayor calidad psi-
(aprovechar para moralizar, dar normas cológica y biológica de vida. Son niños
o prohibir). Se debe conjugar la escucha más populares, más queridos por sus
atenta y la respuesta sin juzgar (lo cual maestros, con menos problemas de con-
exige mucha prudencia, frenarse). La ac- ducta, más atentos y, por tanto, con me-
titud de acogida y de respeto debe presi- jor rendimiento escolar.
dir todo diálogo.

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Qué favorece y que dificulta el diálogo
4. Qué favorece y qué dificulta el diálogo

4.1. Qué dificulta el diálogo


a. No dedicarle tiempo. Si el docente o edu- de imponerse al otro y no atender a
cador, absorbido por sus tareas, nun- razones, coaccionar o imponerse vio-
ca encuentra un momento para el diá- lentamente, cierra la posibilidad de
logo personal, por pequeño que sea, todo diálogo.
no habrá comunicación ni encuentro. d. Juzgar, condenar, clasificar, etiquetar al
b. No escuchar al niño o joven, o no es- niño o joven. Si lo reduzco a una eti-
cucharle con atención, replicando queta, a un calificativo, acabo de blo-
antes de que acabe de expresarse, o quear que esté ante mí como inter-
no considerando importante su pun- locutor. Por tanto, impido el diálogo.
to de vista. e. Buscar más la victoria sobre el alumno o
c. Cerrarse en el propio punto de vista como imponerse a él que la verdad o lo mejor para
si fuese el único. De este modo, tratar los dos. No se dialoga para vencer. Se

Comunicación 11
Curso: +H29 Liderazgo y comunicación

dialoga para acercarnos juntos a la cusión está aquejado de esclerocardia.


verdad, para comunicarnos, para acer- f. Utilizar expresiones absolutas: ‘siempre,
car nuestros corazones y nuestras vi- nunca, todos, ningún’.
das. Quien confunde diálogo con dis-
g. Regañar o sermonear cuando se dialoga.

4.2. Qué favorece el diálogo


a. Dedicarle tiempo con frecuencia. De un g. Relativizar y particularizar: cuando se
modo especial, necesita tiempo el diá- habla, en vez de dogmatizar y lanzar
logo con los adolescentes. la propia visión al otro como si fuese
b. Escuchar activamente con empatía y aten- la verdad absoluta, conviene emplear
ción. Escuchar las palabras y a la perso- expresiones en las que se abre la puer-
na (tono de voz, postura, gestos). Para ta a que el otro tenga otro parecer y
ello, mirar a los ojos y sonreír, mostrar pueda mostrar su perspectiva. Son ex-
con el cuerpo que se está atendiendo. presiones como “parece que”, “a ve-
La escucha invita al otro que se expre- ces”, “creo que”. No abrir la caja de
se, le estimula a hablar y permite darse Pandora cada vez que se dialoga.
cuenta cuando contestar o responder. h. Bendecir: decir siempre algo bueno del
c. Ponerse en el punto de vista del otro. Tratar otro, valorar lo que de positivo hace
de ver las cosas con sus ojos, con su o dice. Validar parte de lo que el otro
perspectiva. Interesarse por lo que le diga.
interesa al otro. i. Mostrar lo que pensamos o sentimos con
d. Serenidad en los momentos de tensión: franqueza. Esto permite que nos co-
cuando los ánimos se caldean o cuan- nozcan e invita al otro a hacer lo mis-
do hay un momento de tensión extre- mo, no supone en absoluto, mostrar-
ma no es el mejor momento para el lo con rudeza, descarnadamente o sin
diálogo. delicadeza o cortesía.

e. Abrirse con confianza y confidencia mutua- j. Tener una buena técnica de resolución de
mente. Actitud básica para que haya conflictos mediante el diálogo. Esto pasa
diálogo es abrir el corazón al otro, re- por buscar soluciones que satisfa-
velarle mi intimidad sin miedo a que gan las necesidades de las dos partes.
me pueda hacer daño. Quien se reser- Para ello, primero hay que localizar el
va para sí impide la comunicación. problema y centrarse en él. Revisar, a
continuación, las posibilidades de ac-
f. Buscar el beneficio mutuo. Se trata de apli- ción o solución, sin criticar ninguna
car la lógica del “yo gano y tú ganas”. de las ideas propuestas. En tercer lu-

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gar, analizar las consecuencias de una lleven temas sugerentes para el in-
determinada opción. Evaluar las al- terlocutor.
ternativas y decidir. Finalmente, llevar • Se le hacen preguntas presentándo-
a cabo lo decidido. le alternativas opuestas, para que el
k. Desarrollar una buena técnica de preguntas. otro vaya perfilando o descubriendo
En el diálogo, en vez de apresurarse posibilidades.
a decir al otro ‘cómo son las cosas’ o • A través de metáforas, narraciones
‘lo que tiene que hacer’, es convenien- breves, ejemplos o analogías, se le
te utilizar preguntas para que aclare propone un nuevo punto de vista
sus ideas, haga descubrimientos o re- que conduzca, de facto, a una nueva
flexione, para mostrarle nuestro inte- forma de ver la situación o de hacer
rés por lo que dice. Para ello… las cosas –o a dejar de hacer algo
• Se hacen preguntas para indagar qué que se estaba haciendo.
es lo que el otro piensa, qué es lo • Valiéndose de preguntas, se concre-
que sucede, qué es lo que necesita ta una propuesta de acción para lle-
o desea. var a cabo lo que ha descubierto.
• Conviene hacer preguntas que con-

Comunicación 13
Curso: +H29 Liderazgo y comunicación

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Qué favorece y que dificulta la comuni-
cación
5. Qué favorece y qué dificulta la comunicaión
Por parte del que habla, favorecen la co- ● No escuchar el punto de vista de los
municación las siguientes actitudes: demás o despreciarlo.
● Saber claramente qué quiere decir. ● Pretender imponer las propias opi-
● Expresar la propia opinión de modo niones o ideas.
claro, ordenado, razonado y con ● Enfrentarse al otro por oponerse a él
ejemplos. y tratar de vencerle discutiendo. Ata-
● Expresarse de manera sencilla, po- car al interlocutor y herirle. Querer
niéndose al nivel de quien le escucha. sobresalir a toda costa.

● No pretender imponer las opiniones, ● No ser claro. Así, alguien no cambia


pero defender con razones y argu- si no se le manifiesta, con claridad y
mentos el propio punto de vista. fuerza, la necesidad de comunicación
y la frustración por el silencio.
● Respetar a los demás y su turno de
palabra. ● La mala relación con uno mismo,
otras veces, es lo que dificulta la co-
Por parte de quien habla, dificultan la co- municación con los demás.
municación las siguientes actitudes:
• Por baja autoestima. Está a la defen-
● Hablar sin haber pensado bien qué se siva o busca aplauso. Es servil o su-
quiere decir y las razones en las que se miso. Se enfrenta o huye.
va a apoyar.
• El juzgarse negativamente, distor-
● No adaptarse al nivel de quien le es- sionadamente, diciéndose ‘soy un
cucha y no esforzarse por hacerse en- fracaso’.
tender.

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Formas erróneas de comunicación
6. Formas erróneas de comunicación
La mayor parte de los errores en la co- mas inadecuadas de comunicación, fre-
municación tienen su fuente en el apren- cuentes en la escuela y en todo tipo de
dizaje que hicimos en nuestra familia de grupos humanos, son:
origen y en los primeros años de cole-● La triangulación: Comunicarse con una
gio. La forma que tenemos de reaccio- persona para que le llegue el mensa-
nar ante una discusión, de dialogar, de je a un tercero. Así, en vez de hablar
perdonarnos, de afrontar problemas… el profesor con el niño directamen-
son reflejo de cómo lo hacían nuestros te, le da un mensaje a través de otro
padres o profesores. compañero para que se lo haga llegar.
Si tomamos conciencia de cómo se co- Esto produce heridas y enfados. Es
municaban nuestros padres entre ellos y necesario invitar al encuentro directo.
con nosotros, si recordamos cómo nos Si uno no se atreve a ir directamente,
trataban nuestros profesores más sig- puede ser acompañado o presentado
nificativos, descubriremos la fuente de por otro, pero nunca sustituido.
nuestras habilidades y torpezas comuni- ● Creer que el otro sabe o debe saber lo que
cativas. Una vez tomada conciencia de pienso, siento o necesito. Nadie realmen-
las mismas, tenemos que tomar distancia te puede saber esto a no ser que se lo
para descubrir qué modos de comuni- revele. También si queremos a alguien
cación en nuestra familia de origen eran hay que decírselo. No puedo suponer
ineficaces o dañinos. que los otros deban adivinar todo. Por
Incluso, existen personas que por diversas eso, es bueno primero que cada uno
razones (miedo, repliegue, timidez, heri- identifique, acepte y exprese sus nece-
das del pasado, etc.) prefieren no comu- sidades y sentimientos (es esto a lo que
nicarse, se defienden de la comunicación se denomina ‘inteligencia emocional’).
descalificándola o afirmando que no la ne- Puede traer problemas desconocer en
cesitan, o expresándose sistemáticamente qué aspectos de un acontecimiento
mediante síntomas como la depresión, pone el otro el énfasis, es decir, a qué
dolores tensionales, contracturas, asma… le da importancia y a qué no.
Algunos de los principales errores y for- ● No contar, uno de los interlocutores, con toda

Comunicación 15
Curso: +H29 Liderazgo y comunicación

la información necesaria sobre el otro o so- tiempo para escucharlos, atenderles o


bre lo que el otro dice (razón por la cual ni siquiera se sabe sus nombres
algunos se lanzan a criticar sin haber ● No reaccionar o no saber responder ante la
contrastado la información o sin te- ira, dolor, alegría del joven o niño. Para que
nerla toda). haya comunicación hace falta ‘espejar’,
● Doble vínculo, error que consiste en mostrar al interlocutor que nos afecta,
transmitir un mensaje verbalmen- que nos importa y que le entendemos.
te; y su opuesto, no verbalmente. Se El silencio siempre da lugar a malos
perciben, pues, dos mensajes contra- entendidos, es hiriente y puede deber-
puestos lanzados a la vez. Se da una se a la incapacidad emocional de dar
oposición entre los niveles de conte- una respuesta adecuada, a un deseo de
nido y de relación. Puede ser por in- protección por no saber hacer frente
congruencia entre lo digital y lo ana- al conflicto o al sentimiento del otro.
lógico (verbal y no verbal) o entre lo A veces, el silencio es una barrera de
que digo y lo que hago. Resulta des- autoprotección o una forma de agre-
concertante. Por ejemplo, el profesor sión o indiferencia destructora.
que dice que valora y se interesa mu- ● Contestar con ironía, rabia o sarcasmo: ¡esto
cho por sus alumnos pero nunca tiene siempre produce heridas!

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Estilos comunicativos
7. Estilos comunicativos
Lo primero que necesita alguien para co- más. Podemos distinguir tres estilos co-
municarse bien con los demás es darse municativos distintos, dos inadecuados y
cuenta de cómo se comunica con los de- uno adecuado.

7.1. Estilo comunicativo inhibido (inadecuado)

● La persona se expresa de modo vaci- rrumpan y él se calla.


lante con expresiones como “no sé si’, ● Su postura corporal está hundida, con
‘supongo que…’, ‘no, si yo… ‘, ‘no, los hombros hacia adelante, cabeza
no te molestes’, ‘quizás…’, ‘ejem… hacia abajo, movimientos rígidos, au-
bueno…’. Deja que los demás le inte- sencia de contacto visual, voz baja y

Comunicación 17
Curso: +H29 Liderazgo y comunicación

vacilante. mal consigo mismo. Cree que los de-


● Sus actitudes son de dejar violar sus más tienen que averiguar sus deseos
derechos, de baja autoestima; y, así, no (cosa que no sucede).
lleva el control de sus decisiones, deja ● Se diluye en el grupo. Deja que se
que los demás elijan por él, se siente aprovechen de él.

7.2. Estilo comunicativo agresivo (inadecuado)

● Habla de modo intimidatorio, da ór- y cortante; la mirada es fija.


denes, se impone a los demás, inte- ● Su actitud de imponerse a los demás,
rrumpe. Dice expresiones como ‘no de avasallar sus derechos, daña las
consiento que…’, ‘tienes que…’. relaciones. También tiene baja auto-
● Su postura corporal es estirada, con estima –que compensa con su agre-
hombros y cabeza hacia atrás; los mo- sividad.
vimientos y gestos son agresivos; la ● Suele tener pocos amigos. Se suele
voz, alta, hablando de manera rápida aprovechar de los demás.

7.3. Estilo comunicativo asertivo (adecuado)

● Es firme en lo que expresa y lo dice ● Logra sus objetivos sin dañar a otros.
directamente: ‘opino que…’, ‘estoy Expone sus pensamientos con clari-
sintiendo que…’, ‘deseo…’, ‘me gus- dad. Protege sus derechos y respeta
taría que…’ Emplea, por tanto, ‘men- los de los demás. Tiene confianza en
sajes yo’. sí. Muestra comprensión y empatía
● Su expresión es sonriente, rejalada y con la otra persona.
abierta, sin tensión. Sus movimientos, ● Colabora con otros, pero hace valer
suaves; con contacto visual, con tono sus derechos y opiniones.
firme pero no agresivo.

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Asertividad
8. Asertividad
La asertividad es la característica clave el
La asertividad consiste en comunicarse
estilo comunicativo adecuado, y supone de manera que expreso abiertamente mis
que… intereses y los defiendo sin agresividad
● Tengo autoestima, seguridad en mí. ni ansiedad. Quien es asertivo sabe que
puede decir ‘no’ a lo que otros propo-
● Tengo claro qué quiero decir, qué nen o dicen sin sentirse culpables, puede
siento y qué deseo. cometer errores sin que eso suponga un
● Tengo claro mis derechos y los hago fracaso personal, puede tener sus pro-
valer ante los demás, pero sin agresivi- pias ideas éticas, religiosas o políticas sin
dad. Soy capaz de expresar con tran- que sea por ello discriminado, y puede
quilidad mi punto de vista y entender hacer lo que se crea conveniente, guste
el punto de vista de los demás (que es o no a otros y sin tener que justificarse
a lo que llamamos empatía). continuamente.
● Empleo mensajes ‘yo’, que explicare-
mos a continuación.

Comunicación 19
Curso: +H29 Liderazgo y comunicación

09
Mensajes ´yo´ y mensajes ´tu ´
9. Mensajes ´yo´ y mensajes ´tu ´
Podemos clasificar el tipo de mensajes que se comunican
en el diálogo en dos grandes grupos: los mensajes ‘tú’
y los mensajes ‘yo’. Los primeros son destructivos. Los
segundos, constructivos.

● Mensajes ‘ ‘tú’. Son aquellos en los que se eti- voca en mí, pero no manda una acción (aun-
queta y condena al otro. Se manda al otro que la puede sugerir). Sin agresividad: se
lo que se cree que tiene que hacer, lo da la oportunidad de que el otro recti-
cual produce nuevos conflictos y au- fique. Se expresan en primera persona
menta los que ya hay. Se suelen em- (‘a mí me parece que…’, ‘en mi opi-
plear expresiones como ‘tú nunca…’, nión…’, ‘te ruego que’, ‘me molesta
‘tú siempre….’, ‘tú eres un…’. Ponga- que…’. Los mensajes ‘yo’ permiten
mos varios ejemplos de mensajes ‘tú’, evitar la agresividad, se describe el
y las consecuencias que producen. Así, comportamiento mostrando la pro-
si le digo a otro ‘eres un vago’ promue- pia preocupación; se señala el efecto
vo que siga siendo perezoso; si le digo real que produce su actuación; no se
‘no tienes ni idea’, favorezco su baja hiere; se estimula el diálogo sobre la
autoestima; si le digo ‘así nunca apren- situación, invitando a la persona a que
derás’, le desanimo; si le digo ‘aprende descubra por sí la solución; ayuda a
de esa persona’, favorezco los celos; tener confianza en uno mismo.
si digo ‘se va a enterar el profesor en Veamos varios ejemplos de mensajes ‘yo’
cuanto llegue’, incremento el miedo; si y las consecuencias que producen.
digo ‘nunca cambiarás’, confirmo que
seguirá siempre así. Estos mensajes ● Si digo ‘cuando llegas tarde, me preo-
provocan rechazo, reacción defensiva cupo. Me gustaría que llegases a tiem-
y son hirientes. po o me avisases’, promuevo la pun-
tualidad y la responsabilidad.
● Mensajes ‘yo’: Son aquellos centrados no en
la persona sino en la actividad que realiza. ● Si digo ‘¿cómo crees que se siente tu
Se describe lo que hace o los efectos que pro- amigo con tu actitud?’, enseño a re-

20
solver conflictos. sentimos y pensamos, no culpan a nadie.
Estos mensajes son muestra de identi- No debe inquietar el modo en que el otro
dad, responsabilidad y autocontrol: “Es- reacciona. Si reacciona negativamente
toy molesto porque necesitaba contarte y me afecta mucho, es porque dependo
algo, he intentado hacerlo y no has des- demasiado de la opinión de otros y temo
pegado los ojos del libro”. No son ame- el enfrentamiento por inseguridad y baja
nazadores, pues, aunque decimos lo que autoestima.

Cómo utilizar un estilo asertivo mediante mensajes ‘yo’


a. Expresar sentimientos en primera persona: ‘Me
siento…’
b. Describir la situación que hace que me sienta de
esa manera: ‘Cuando…’
c. Describir las consecuencias o efectos de la
situación: ‘Porque…’
d. Indicación de los cambios que se sugiere que se
hagan: ‘Me gustaría que… ’, ‘me sentiría mejor sí…’

Veamos un ejemplo de mensaje ‘tú’ y vosotros ha sido? Sois unos irresponsa-


cómo convertirlo en mensaje ‘yo’. bles y un desastre. No sabéis respetar lo
Imagínate que llegas a clase y encuentras de los demás. ¡Como pille al que ha sido,
tiradas por el suelo todas tus cosas, que se va a enterar!”.
habías dejado ordenadas encima de tu Un mensaje ‘yo’ sería: “¿Os parece justo
mesa. lo que ha pasado? ¿Me ayudáis a recoger-
Un mensaje ‘tú’ sería: “A ver, ¿quién de lo, por favor? Si os pasara a vosotros, ¿os
sentiríais bien?”.

Comunicación 21
Curso: +H29 Liderazgo y comunicación

10
Cómo comunicaba Cristo (I)
10. Cómo comunicaba Cristo (I)
Muchos de los libros que explican cómo cuenta de que Cristo no sólo comunicaba
comunicar siempre coinciden en un muy bien, ‘técnicamente bien’, sino que
punto: hay que aprender directamente comunicaba transformando corazones y
de quien sabe comunicar bien. Justo esto con herramientas realmente magistrales.
es lo que nos disponemos a hacer a par- Para disfrutarlo y poder incorporarlo
tir de alguien muy cercano a nosotros, como referente a nuestro modo de hacer
de mucha autoridad, y que, además de como educadores, vamos a centrarnos
todo, era un comunicador impresionan- en cómo comunicaba Cristo, no verbal-
te: Cristo. mente y verbalmente, y, posteriormente,
Te propongo ahora redescubrir con cier- las herramientas que utilizaba Cristo a
to detalle cómo comunicaba Jesús. Re- la hora de comunicarse y comunicar la
sulta sorprendente todo lo que podemos Buena Noticia del Reino.
aprender de Él. Sobre todo, nos damos

10.1. Comunicación no verbal en Cristo

La gran fuerza de la capacidad comu- emocional y personal con Él. Fijémonos


nicativa de Cristo se encontraba en los en su mirada, en su contacto corporal,
recursos del lenguaje no verbal que em- en sus signos y en la manifestación de
pleaba, en sus gestos y expresión corpo- sus afectos.
ral, que favorecía la inmediata conexión

22
10.1.1. La mirada

• También para corregir algo mal he-


cho, en vez de discursos condenato-
rios, utilizaba la mirada. Tras ser dete-
nido Cristo y llevado a casa del sumo
sacerdote, Pedro se acercó por allí y
se calentaba al fuego. Varias perso-
nas le reconocieron y le increparon
acusándolo de ser discípulo de Jesús,
cosa que él negó. La tercera vez otro
le insistió “Realmente este está con él,
pues también es galileo. Pedro con-
En primer lugar tenemos que reparar en testó. No sé lo que dices, hombre. Al
cómo miraba. Su mirada, cálida, directa, punto, cuando aún estaba hablando,
tenía un enorme efecto en sus interlocu- cantó el gallo. El Señor se volvió y
tores. No hablaba desviando la mirada, miró a Pedro. (….) Este salió afuera
sino dirigiéndose con ella a su interlocu- y lloró amargamente” (Lc, 22, 60-61).
tor o interlocutores. Y lo hacía de una • Otras veces su mirada tenía intención
manera máximamente expresiva, inter- inclusiva: “Mirando a los que estaban
pelante, incluyente. Veamos algunos pa- en círculo alrededor de él, dijo: Mirad,
sajes sorprendentes del Evangelio: estos son mi madre y mis hermanos”
• Su mirada revelaba que se daba cuen- (Mc 3, 34).
ta de que alguien está delante de Él: • Pero otras veces su mirada era ful-
“Cuando Jesús llegó al sitio, alzó la minante, indignada, elocuente: “Dijo
vista y le dijo: Zaqueo, baja aprisa, Jesús al hombre de la mano paraliza-
pues hoy tengo que hospedarme en da: levántate y ponte en medio. Y les
tu casa” (Lc 19, 5). preguntó a ellos. ¿Qué está permitido
• La mirada de Cristo era cariñosa, in- en sábado? ¿Hacer el bien o el mal?
clusiva, afectuosa… En el encuentro ¿Salvar la vida o dar muerte? Ellos ca-
de Cristo con el joven rico, tras expo- llaban. Entonces, los miró indignado,
ner el joven que él ya cumplía todos aunque dolorido por su obstinación y
los mandamientos desde pequeño, dijo al hombre: Extiende tu mano. El
dice el Evangelio: Jesús lo miró con hombre la extendió y su mano quedó
cariño y le dijo…” (Mc 10, 21). sanada” (Mc 3, 3-5).

Comunicación 23
Curso: +H29 Liderazgo y comunicación

10.1.2. Contacto corporal

suegra acostada con fiebre. La tomó


de la mano, y se le fue la fiebre” (Mt
8, 14-15). Del mismo modo hizo para
sanar a un leproso. Venciendo todo
respeto humano y todo rechazo afir-
ma el Evangelio que Cristo se acer-
có al leproso, “extendió la mano y le
tocó” (Lc 5, 13).
• De modo especial, este contacto cari-
ñoso lo tenía con los niños: “Después
Otros de los modos básicos de vincular- llamó a un niño, lo colocó en medio
se con aquel con el que nos encontrar- de ellos, lo acarició y les dijo….” (Mc
nos, esencial en el acompañamiento per- 9, 36); en otra ocasión, Cristo dijo a
sonal y, en general, en todo encuentro, sus discípulos “Dejad que los niños
en toda comunicación que se tenga en se acerquen a mí, no se lo impidáis,
una relación directa y cercana, es el con- porque el reino de Dios pertenece
tacto corporal. Por supuesto, la mirada a los que son como ellos. (…) Y los
ya es una forma de contacto, con el que acariciaba y bendecía imponiendo las
puedo decir a muchos que les tengo pre- manos sobre ellos” (Mc 10, 14-16).
sentes. Pero Cristo, en las ‘distancias cor-
• Finalmente, para hacer un milagro,
tas’, también utilizaba a veces el contacto
también empleaba el contacto directo.
con las manos, las caricias…
Cuando se acercó a la viuda de Naín,
• Al narrar el Evangelio la sanación a que acompañaba al féretro de su hijo,
la suegra de Pedro, dice el texto “En- Cristo “se cercó, tocó el féretro y los
trando Jesús en casa de Pedro, vio a su portadores de detuvieron” (Lc 7, 14).

24
10.1.3. Signos

En otras ocasiones, Cristo utilizaba sig- experimentaron que ‘ardía su corazón’).


nos en vez de palabras (o junto con las Cristo “entró para quedarse con ellos,
palabras) para impactar en sus interlocu- y, mientras estaba con ellos a la mesa,
tores y lograr en ellos un cierto ‘desper- tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo
tar’ o un ‘darse cuenta’. Lo simbólico se dio. Entonces se le abrieron los ojos y lo
queda grabado con más fuerza que los reconocieron” (Lc 24 29-31).
meros conceptos. Además, de esta ma- Otro signo sorprendente fue el de la hi-
nera, nunca forzaba que alguien se diese guera: “Al día siguiente, cuando salian
cuenta, pero sí ponía medios indirectos, de Betania, sintió hambre. Al ver de le-
delicados, para que su interlocutor pu- jos una higuera frondosa, se acercó para
diese descubrir algo. ver si encontraba algo; pero no encontró
Uno de los más paradigmáticos de es- más que hojas, pues no era tiempo de los
tos signos fue el empleado con los dos hijos. Entonces dijo: ‘Nunca jamás coma
discípulos de Emaús, quienes volvían nadie frutos tuyos” (…) Por la mañana,
tristes de Jerusalén al comprobar que su pasando junto a la higuera, vieron que se
maestro había ‘fracasado’ y sus ilusiones había secado de raíz” (Mc 11, 12-14, 20-
se habían disuelto. Cristo, como es sabi- 21). Este signo, como todos, tiene varios
do, les salió al encuentro. Al llegar a la niveles de interpretación. Más allá del he-
aldea de Emaús, Cristo hizo ademán de cho físico de que maldijese a una higuera
seguir caminando, pero ellos le invitaron por no dar fruto, supone una llamada de
a quedarse (pues tras conversar con él ya atención a dar frutos personales y espiri-

Comunicación 25
Curso: +H29 Liderazgo y comunicación

tuales, a no dejar para mejor momento el los y secárselos con la toalla que llevaba
dar fruto personal. Pero todavía hay otro ceñida” (Jn 13, 2-5). Este signo fue elo-
nivel más profundo, menos obvio, que cuente, pero inicialmente rechazado por
fue el que Cristo explicó a los apóstoles: Pedro por no entenderlo bien. Por eso,
Quien tiene fe puede pedir algo con la
el signo cobró todo su sentido cuando se
confianza que se concederá, y sucederá. lo explicó diciendo: “Os he dado ejem-
Es una exhortación a pedir con fe. plo para que hagáis lo mismo que yo he
Un signo elocuente y clave fue que el que hecho” (Jn 13, 15).
llevó a cabo en la Última cena: “Durante Por supuesto, todas las innumerables sa-
la cena (…) se levantó de la mesa, se qui- naciones son, por antonomasia, los signos
tó el manto, y tomando una toalla, se la que hizo Cristo. Cada uno de ellos mere-
ciñó. Después echó agua en una jofaina cería una atención particular, pues cada
y se puso a lavarles los pies a los discípu- uno comunica algo especial.

10.1.4. Expresión afectiva

“Ahora voy hacia ti; y todavía en el


mundo digo esto para que posean mi
alegría completa” (Jn 17, 13). Y es de
suponer que cuando contaba ciertas
parábolas, en las que de modo explí-
cito hablaba sobre la alegría (parábola
de la moneda perdida, parábola del te-
soro encontrado, parábola de la ove-
Con frecuencia, diversos pasajes evan- ja perdida y, sobre todo, la parábola
gélicos nos muestran a Cristo conmo- del banquete de las bodas del hijo del
viéndose, llorando, manifestando triste- rey), lo contaría con una buena sonri-
za, enfado. Su manifestación emocional sa en la boca.
también era transparente. • Aunque su actitud habitual era de pro-
• En muchas ocasiones, Cristo expre- funda mansedumbre y dulzura, cuan-
saba alegría y entusiasmo, alegría do tuvo que manifestar un enfado
que procedía de lo profundo, alegría grave, por la profanación del templo
espiritual que se manifestaba corpo- a mano de mercaderes, no se privó de
ralmente: “en aquella ocasión, con el actuar con contundencia: “Jesús entró
júbilo del Espíritu Santo, dijo…” (Lc en el templo y echó fuera a los que ve-
10 21). Igualmente en la Última cena: nían y compraban en el tempo, volcó

26
las mesas de los cambistas y las sillas de to? Le dicen: ven, Señor, y lo verás.
los que venían palomas” (Mt 21, 12). Jesús se echó a llorar” (Jn 11, 33-34).
• Cuando llegó a al pueblo donde vi- • En el huerto de los olivos, poco antes
vían Marta, María y Lázaro, habiendo de ser arrestado, Cristo “tomó con él
muerto éste hacia ya cuatro días, se a Pedro, Santiago y Juan y empezó a
le acercó María. Jesús al verla llorar sentir tristeza y angustia. Entonces les
“se estremeció por dentro y dijo muy dijo: siento una tristeza mortal; que-
conmovido ¿Dónde lo habéis pues- daos aquí velando” (Mc 14, 33-34).

10.2. Comunicación verbal

10.2.1. Cómo comunicaba

Cristo, a la hora de comunicarse, era a nadie, sino para transmitir la verdad y


directo. No utilizaba eufemismos, ni se cumplir con su misión.
‘andaba con cuidado para no molestar’ Su forma de hablar y comunicar era con
al decir las cosas. Era máximamente autoridad y con seguridad que procedía
asertivo, claro, amable en la forma pero de ser consciente de la verdad e impor-
nítido y contundente en el contenido. tancia de lo que comunicaba (Cfr. Mc 1,
Nunca expresaba algo dando rodeos, 21-22). Y es que Cristo comunica desde
diciendo expresiones como ‘me parece’, la Vida, desde el interior, desde su rela-
‘quizás…’. No hablaba para contentar ción con el Padre, no en función de un

Comunicación 27
Curso: +H29 Liderazgo y comunicación

programa personal o desde un proyecto de claridad.


humano. Además, con su vida testificaba También comunicaba de modo que sor-
lo que decía. No sólo habló de la ora- prendía a los oyentes. No decía lo que
ción: daba testimonio diario de la impor- esperaban escuchar, sino una nueva
tancia extrema de retirarse a orar…. perspectiva: “Habéis oído que se dijo a
los antiguos, No matarás. Pues yo os digo
que todo el que se deje llevar por la có-
lera contra su hermano responderá ante
el tribunal. (…) Habéis oído que se dijo:
No cometerás adulterio. Pues yo os digo que
quien mira a una mujer deseándola ya ha
cometido adulterio con ella en su cora-
zón. (…) Habéis oído que se dijo: Ojo
por ojo y diente por diente. Pues yo os
digo que no opongáis resistencia al que
os hace el mal. (…) Habéis oído que se
Su forma de expresarse era sencilla. No dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu ene-
era grandilocuente, no utilizaba grandes migo. Pues yo os digo: Amad a vuestros
circunloquios y, en todo caso, trataba de enemigos, rezad por los que os persi-
ofrecer mensajes fácilmente asimilables, guen” (Mt 5, 21-44). Por tanto, hablaba
sencillos, memorizables, esquemas bási- con autoridad, sorprendía a los oyentes y
cos para la vida. Paradigma de esto son les planteaba nuevos puntos de vista, al
las bienaventuranzas. margen de si les gustaba o les molestaba.
Pero no sólo comunicaba bien, sino que Por otra parte, demostraba una habilidad
buscaba las condiciones óptimas para especial para exponer su punto de vista
comunicar: buscaba el lugar adecuado sin ceder a las trampas dialécticas que le
y el medio adecuado para que llegase tendían, a tener que responder con un
al mayor número: “Al ver a la multitud, ‘sí’ o un ‘no’, con un ‘a favor’ o ‘en con-
subió al monte” (Mt 5, 1). Es decir, que tra’. Cristo se zafa y libera de la lógica del
para ofrecerles a todos la enseñanza de interlocutor cuando es malintencionada.
las bienaventuranzas, se puso en alto, de
modo que lo viesen y escuchasen el ma- Da cuenta clara de esto el siguiente pa-
yor número. Luego, empleó un esquema saje: “Entonces los fariseos se reunieron
de expresiones breves, contundentes y para buscar un modo de enredarlo con
fácilmente asimilables: “Dichosos…por- sus palabras. Le enviaron algunos discí-
que...”. Así mismo, la propia oración al pulos suyos acompañados de herodianos
Padre, el Padre Nuestro, es un ejemplo que le dijeron: ‘Maestro, nos consta que
de sentencias breves, de síntesis máxima, eres sincero, que enseñas con fidelidad
28
el camino de Dios y que no te fijas en ‘¿De quién es esta imagen y esta inscrip-
la condición de las personas porque eres ción?’ Contestaron: ‘Del césar’. Enton-
imparcial. Dinos tu opinión: ¿es lícito ces les dijo: ‘Pues, dad al césar lo que es
pagar tributo al césar o no?’ Jesús, adi- del césar y a Dios lo que es de Dios’. Al
vinando su mala intención les dijo: (….) oírlo se sorprendieron, lo dejaron y se
‘Mostradme la moneda del tributo’. Le fueron” (Mt 22, 15-22).
presentaron un denario. Y él les dijo:

10.2.2. A veces callaba

en contestarles. Y, cuando lo hizo, habló


serenamente, sin ponerse de una parte
ni otra, con una breve sentencia que in-
terpelaba a los presentes para que cada
uno obrase en consecuencia: “Quien de
vosotros esté sin pecado tire la primera
piedra” (Jn 8, 7).
Cuando le interpelaban o exigían de él En la pasión de Cristo hay dos momen-
una respuesta a veces prefería demorar la tos todavía más elocuentes. Cristo res-
respuesta, habitualmente saliéndose de la pondía a Pilato lo que le preguntaba,
lógica de la pregunta, o bien simplemen- “pero cuando lo acusaban los sumos
te callaba. Era dueño, pues, de su palabra sacerdotes y los senadores no respondía
y de su silencio. nada. Entonces le dijo Pilato: ¿No oyes
de cuántas cosas te acusan? Pero no res-
Un buen ejemplo de control de los si-
pondió una palabra con gran admiración
lencios, de reflexividad, de no intervenir
del gobernador” (Mt 27, 12-14).
atropelladamente en situaciones críticas,
lo tenemos en el siguiente pasaje: Tenía Cristo el señorío y dignidad como
para no hablar a quien le acusaba injusta-
“Los letrados y los fariseos le presenta-
mente: era dueño del decir y del no decir.
ron una mujer sorprendida en adulterio,
Otro momento semejante fue cuando,
la colocaron en el centro y le dijeron:
tras ver a Pilato, lo quiso también ver el
‘Maestro, esta mujer ha sido sorprendida
rey Herodes, no tanto por aprender de
en flagrante adulterio. La ley de Moisés
él sino por divertirse, por el espectáculo
ordena que dichas mujeres sean apedrea-
que suponía que le daría Cristo si hacía
das; tú, ¿qué dices? –decían esto para po-
algún milagro. Herodes “le hizo muchas
nerlo a prueba y tener de qué acusarlo.
preguntas, pero él no le respondió” (Lc
Jesús se agachó y con el dedo se puso
23, 9).
a escribir en el suelo” (Jn 8, 3-7). Tardó
Comunicación 29
Curso: +H29 Liderazgo y comunicación

10.2.3. Objetivos de Cristo cuando comunicaba

a. Enseña e instruye:
● “No llevéis nada para el camino…” (Lc 9, 3)
● “Bienaventurados los pobres de espíritu porque de ellos es el reino
de los cielos…” (Mt 5, 3)
● “Yo soy la luz del mundo” (Jn 8, 12)
b. Invita y llama:
● “Quien quiera seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz…” (Lc
9, 23)
● “Le dijo: Sígueme” (Lc 5, 27)
c. Confronta (habitualmente mediante preguntas):
● “¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas…!” (Mt 23, 23)
d. Tranquiliza y transmite paz
● “Ánimo, no temáis, soy yo”. ( Mt 14, 22)
● “La paz esté con vosotros” (Lc 24, 36)
● “Os he dicho esto para que gracias a mí tengáis paz. (…) Confiad, yo
he vencido al mundo” (Jn 16, 33)

30
11
Cómo comunicaba Cristo (II)
11. Cómo comunicaba Cristo (II)
Herramientas de comunicación de Cristo
De modo magistral, Cristo emplea varios recursos comunicativos de modo extraor-
dinariamente efectivo. Vamos a centrarnos en dos: la utilización de las parábolas y el
arte de preguntar.

11.1. La utilización de las parábolas

a los oyentes y que descubriesen una


nueva visión de sí mismos y de la si-
tuación (si podían: “quien tenga oídos
que oiga”).
• Propone en cada parábola una nueva
lógica de comportamiento y de com-
prensión de la situación conflictiva: el
culpable por algo grave es perdonado,
si él perdona a otros, no es condenado
(Jn 8, 1-11); a los más sencillos y po-
Una herramienta básica que utilizaba
bres, a los que no tienen nada, es a los
Cristo a la hora de comunicarse era la pa-
que pertenece el Reino de Dios (Lc
rábola (Mc 4, 2). En las parábolas, Cris-
6, 20-26); Dios acoge a quien recono-
to presentaba lo más profundo desde lo
ce su fracaso, su nada (Lc 15, 11); el
cotidiano de sus interlocutores (agricul-
pecador se encuentra con los brazos
tores, pescadores…) de modo que pre-
amorosos del Padre (Lc 15, 11-32), a
senta historias con vida, historias meta-
quien más debe más le es perdonado
fóricas que conectan directamente con
(Mt 18, 21-35)
los oyentes.
• Por supuesto, siempre deja libre a
• Cristo no pretendía con las parábolas
quien la escucha, pues puede aceptar
ofrecer, fundamentalmente, conoci-
la historia y dejarse impactar por ella
mientos, sino poner en movimiento
o cerrarse a ella.
Comunicación 31
Curso: +H29 Liderazgo y comunicación

11.1.1. Ofrece una parábola como quien ofrece luz

con el oyente. Pero pronto entiende este,


hasta donde pueda y quiera, que en rea-
lidad le está hablando a él. Por esto, el
asentimiento dado a la historia recibida
facilita la búsqueda de posibilidades al-
ternativas para la propia vida, de luz para
la propia vida y su circunstancia actual.
Pero Cristo con las parábolas no sólo
pretende iluminar: pretende facilitar que
la persona tome decisiones, cambie su
Ofrecer una historia es, en su esencia, un vida desde la nueva perspectiva que aca-
acto muy distinto del de ofrecer un con- ba de descubrir, perspectiva que ha roto
sejo o un juicio moral. En realidad, se sus esquemas anteriores.
trata de evitar lo uno y lo otro. Por eso,
se ha de ofrecer la historia como quien
ofrece luz para iluminar o agua para cal-
mar la sed o un espejo para mirarse, pero
nunca como una receta o solución.
En todo caso, una historia, cuento, pará-
bola o analogía suelen ser más poderosas
que los consejos a la hora de iluminar un
conflicto, un problema o un nudo en la
vida de alguien, pues permitimos que el
descubrimiento lo haga él mismo.
Cristo, al ofrecer una historia, una pa-
rábola, permite crear un contexto en el
que el interlocutor vea reflejada su vida,
algún aspecto de su vida, y pueda encon-
trar una salida a su conflicto, a su blo-
queo, a su estado de cosas, sin tener que
pasar por el hablar directamente de sí o Así, por ejemplo, la parábola del hijo
de su situación. pródigo (Lc 15, 11ss), termina por di-
La parábola es una historia sencilla que namitar una perspectiva rígida de la ley,
permite un fácil asentimiento o acuerdo de la norma religiosa (representada en el
hermano mayor), para abrirse a la acti-
32
tud de misericordia del padre. Del mis- mos cometido en la vida, algo que jamás
mo modo, la parábola de los invitados a podríamos pagar ni restituir. Pero, al su-
trabajar en la viña (Mt 20, 1-6): cuando plicar a Dios y reconocer nuestra deuda,
los primeros van a cobrar su paga, reci- él se compadece…. ¡y nos perdona todo!
ben lo apalabrado. Hasta aquí todo va Esto rompe todos nuestros cálculos y
bien. Pero cuando uno de estos prime- nuestra propia forma de actuar, a la vez
ros, que soportaron todo el peso de la que nos muestra la magnanimidad de
jornada, descubren que a los últimos se Dios. Pero la parábola sigue, porque al sa-
les paga lo mismo, protestan porque les lir de la presencia del rey, aquel criado se
parece injusto. Pero el viñador les con- encontró con otro que le debía cien mo-
testa: “Amigo, no te hago injusticia: ¿no nedas. Pero a este “lo agarró por el cuello
nos apalabramos en un denario? Pues y mientras lo ahogaba le decía: ‘¡Págame
toma lo tuyo y vete. Que no quiero dar lo que me debes! Cayendo a sus pies, el
al último lo mimos que a ti, ¿O no pue- compañero le suplicaba: ‘¡Ten paciencia
do disponer de mis bienes como me pa- conmigo y te lo pagaré!’ Pero el otro se
rezca? ¿Por qué tomas a mal que yo sea negó y lo hizo meter en la cárcel” (Mt
generoso?” Se propone, a través de esta 18, 28-30). De repente, descubrimos que
parábola, una nueva forma de justicia esta actitud es la que tenemos con otros,
benevolente, una perspectiva más allá de a los que les exigimos minucias, ‘que nos
los estrechos límites del cálculo humano, den la razón’, que nos restituyan peque-
del do ut des. ñeces, les reclamamos ‘lo nuestro’. Pero
Otro extraordinario ejemplo de cómo esto contrasta brutalmente con la miseri-
la parábola nos lleva a perspectivas con- cordia con la que acababa de ser tratado.
traculturales, a nadar contracorriente de Por eso, también la parábola termina con
nuestra sociedad –también hoy-, es la pa- una pregunta del rey al criado perverso:
rábola del perdón (Mt 18, 24ss.). En ella “¿No debías tú que tener compasión de
se narra cómo un criado comparece ante tu compañero como yo la tuve de ti?”(Mt
su rey porque le debía….¡más de diez mil 18, 33). Esta es la pregunta que se clava
monedas de oro! (repárese en lo desorbi- en el corazón de quien lee o escucha la
tado de la cifra). No tenía con qué pagar parábola, en tu corazón y el mío y nos
y el rey mandó enajenar todo lo que tenía confronta, nos lleva a una nueva lógica, y
para que hiciese frente a la deuda. Pero nos muestra nuestro error y ruindad.
el criado le suplicó clemencia y pacien- Cristo, ya lo veis, desarrolló una enorme
cia. “Compadecido de aquel criado el rey creatividad a la hora de utilizar y crear
lo dejó ir y le perdonó la deuda” (Mt 18, parábolas que puedan iluminar a cada
27). En primer lugar, esta parábola nos interlocutor en cada situación, pero una
hace conectar con nuestra propia vida, creatividad basada en un cierto reperto-
con tanto pecado y desorden como he- rio de historias previamente aprendidas.
Comunicación 33
Curso: +H29 Liderazgo y comunicación

11.1.2. Qué funciones cumple una parábola (o una metáfora, una


narración, una historia…)
La utilización de parábolas, metáforas, • Relativizar la situación, flexibilizar
narraciones, o analogías son un recurso posturas.
excepcional a la hora de comunicarnos y • Reencuadrar y reinterpretar la situa-
a la hora de afrontar la propia vida y sus ción desde un nuevo punto de vista,
conflictos, pues permite al interlocutor introducir en una nueva lógica. Se
alguna o varias de las siguientes ventajas: abre el campo de visón.
• Poner distancia respecto de la situa- • Abrir caminos de esperanza para des-
ción en la que está. bloquear la situación, pues al abrir
• Hacer descubrimientos sobre sí mis- una lógica distinta, se rompe con las
mo y su situación sin resistencias. Se valoraciones anteriores y abren una
interpreta la vida y el conflicto de nueva visión.
nueva manera. • Promueven el cambio.

11.1.3. Características de la parábola (metáfora, narración, historia) y


modo de aplicación

Entrando en ‘la mecánica’ o estructura de ellos.


de la parábola, historia cuento, narración c. Ha de ofrecer líneas de solución o
o analogía, descubrimos que ha de tener reinterpretación novedosas a la situa-
varias características: ción o conflicto en el que están.
a. Una estructura interna análoga o idén- En todo caso, es cada uno de los oyentes
tica a la situación real, al conflicto. o interlocutores quienes han de llevar a
b. Ha de permitir conectarse con la si- cabo la analogía, la conexión y la búsque-
tuación o historia de los interlocuto- da de solución o reencuadre del proble-
res. Por tanto, éstos han de sentir que ma o de su vida.
la historia en realidad está hablando

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Si queremos sacar provecho a la parábola, tras leerla,
podemos preguntar a nuestro interlocutor:
• ¿Qué te dice esta historia?
• ¿En qué es semejante a tu vida/a vuestro
conflicto?
• ¿Qué te aporta? ¿En qué te ilumina?
• ¿Qué nuevo punto de vista ofrece sobre tu
situación?
• ¿Qué opciones ofrece que no se te habían
ocurrido?
• En vista de este descubrimiento, ¿qué es lo que
puedes proponer como alternativa? ¿Qué quieres
hacer?

11.1.4. Ejercicio de utilización de parábolas


Para realizar este ejercicio, que podemos llevar a cabo con nosotros o con otra per-
sona, escogeremos cualquiera de las parábolas propuestas por Cristo, una que en este
momento parezca que nos resuena más:
Parábola del sembrador.
Parábola de la cizaña.
Parábola del grano de mostaza.
Parábola de la levadura.
Parábolas del tesoro escondido y la perla.
Parábola de la red barredera.
Parábola de la oveja perdida.
Parábola de la dracma perdida.
Parábola del hijo pródigo.
Parábola de los obreros a la hora undécima.
Parábola de los invitados a las bodas.
Parábola del administrador.
La parábola del rico epulón y el pobre Lázaro.
Parábola del buen samaritano.
Parábola del fariseo y el publicano.

Comunicación 35
Curso: +H29 Liderazgo y comunicación

Parábola de los dos hijos.


Parábola de las vírgenes necias y prudentes.
Parábola de los talentos.
Parábola del juicio final.
Parábola del juez injusto.
Parábola de los viñadores homicidas.

A continuación preguntaremos a quien ha escogido la parábola:


• ¿Qué te dice esta historia?
• ¿En qué es semejante a tu vida?
• ¿Qué te aporta? ¿En qué ilumina tu vida?
• ¿Qué nuevo punto de vista ofrece sobre tu situación?
• En vista de este descubrimiento, ¿qué es lo que puedes y quieres hacer?

11.2. El arte de preguntar

una nueva perspectiva de las cosas, a sa-


lir de la lógica interna de una situación
desde la cual no se atisba ninguna salida
para ascender a otra perspectiva distinta
en la que asoma la esperanza.
Veamos, con más detalle, características
de su arte de preguntar:
a. Llevaba a cabo las preguntas siempre
con intención de mover algo profun-
En muchísimas ocasiones, Cristo prefe- do en el interlocutor. Algunas se diri-
ría, en vez de lanzarse a dar el consejo gían a que el interlocutor descubriese
o la solución, invitar a que su interlocu- por sí un sentido o que tomase con-
tor lo buscase por sí mismo. A través de ciencia de algo.
la utilización, habitual, magistral, de las • “¿Qué le aprovecha al hombre ga-
preguntas, llevaba a sus interlocutores a nar el mundo entero si se pierde o
tener ellos que definirse, a buscar, a pen- se malogra él? (Lc 9, 25)”
sar por sí mismos… o bien a descubrir
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• “¿Quién de vosotros puede, por ‘contra las cuerdas’.
mucho que se inquiete, prolongar • Al doctor de la ley que le preguntó
un poco su vida? (Mt 6, 27)” “Maestro, ¿qué debo hacer para he-
• “Si amáis a los que os aman, ¿qué redar la vida eterna?”, Cristo le con-
premio tendréis? Si saludáis solo a testó “¿Qué está escrito en la ley?
vuestros hermanos, ¿qué hacéis de ¿qué lees?” De nuevo el doctor le
extraordinario? (Mt 5, 46-47; Lc 6, hace otra pregunta: “¿Quién es mi
12, 15)” prójimo?” a lo cual tampoco le con-
testa definiendo quién es el prójimo
sino que le cuenta una parábola, la
b. Otras veces pregunta para que su in- del buen samaritano, y termina for-
terlocutor defina bien, sin ambigüe- mulándole a él la pregunta: “¿quién
dad, lo que desea, dice o pide, o como de los tres te parece que se portó
forma de que el otro se de realmente como prójimo del que cayó en ma-
cuenta de lo que pide, desea o piensa. nos de los asaltantes?”
• “¿Por qué me llamas maestro?” (Mc • “Entró de nuevo Pilato en el pre-
10, 18) torio, llamó a Jesús y le preguntó:
• “¿Podréis beber el cáliz que yo he de ¿Eres tú el rey de los judíos? Jesús
beber?” (Mt 20, 22) respondió: ¿Lo dices por tu cuenta
o te lo han dicho otros de mí?”
• “¿Quién dice la gente que soy yo?”
(Mc 8, 28)
• “¿Qué buscáis?” (Jn 1, 38) d. Otras preguntas van dirigidas a salir-
se de la lógica del interlocutor y con-
• “¿También vosotros queréis mar-
frontarle:
charos?” (Jn 6, 67)
• “Si tu burro se cae en sábado ¿no
• “¿Me amas?” (Jn 21, 15.16.17)
vas a sacarlo?” (Lc 14, 5)
• “¿Qué está permitido en sábado?
c. En este mismo sentido, a una pre- ¿Hacer el bien o el mal? ¿Salvar la
gunta le responde con otra pregunta. vida o dar la muerte?” (Mc 3, 4).
Prefiere no entrar directamente en
• “¿Qué es más fácil, decir al paralíti-
la lógica de la pregunta que le hacen
co ‘Tus pecados te son perdonados’,
sino que, con otra pregunta, cambia
o decir: ‘Levántate, toma la camilla y
a su interlocutor y a la propia conver-
echa a andar’?” (Mc 2, 9.)
sación de escenario, le propone otra
perspectiva, otra forma de entender • “¿Cómo puede Satanás expulsarse a
la realidad, que pone al interlocutor sí mismo?” (Mc 3, 24)

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Curso: +H29 Liderazgo y comunicación

e. Emplea la pregunta para corregir sin no reparas en la viga que llevas en el


dañar: tuyo?” (Lc 6, 41)
• (Tras calmar la tempestad en el • “¿Por qué has dudado?” (Mt 14, 31)
lago): “¿Por qué sois tan cobardes? • “¿Por qué me llamáis ‘Señor, Señor’
¿Aún no tenéis fe?” (Mc 4, 40) y no hacéis lo que os digo?” (Lc 6,
• “¿Por qué te fijas en la mota de pol- 46)
vo que lleva tu hermano en el ojo y

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